Una voz femenina resonaba por los diferentes altavoces de los teléfonos que es encontraban en las bases estratégicas de los equipos de TS Family que participarían en el golpe de estado, estos campamentos se encontraban en distintos puntos geográficos, las personas en estos lugares escuchaban con calma.
—La trata de personas es un negocio que genera miles de millones de dólares al año. Se estima que dos millones de niños en Latinoamérica, Europa Oriental y Asia se vuelven esclavos sexuales, según la organización World Vision. En el 2005, la Comisión de Derechos Humanos Nacional de la India (NHRC, por sus siglas en inglés) estimó que 44,000 niños desaparecen de sus casas cada año. De los cuales, 11,000 nunca son encontrados. Un reporte de 1998 arrojó que los niños constituían más del 40% de las personas que son traficadas para explotación sexual en el país. Pero la existencia y subsistencia de las mafias de mendigos es un secreto a voces en los países de Asia del Sur, cuando Harry Thomas, embajador de Estados Unidos en Filipinas, dijo que el 40% de los extranjeros que visitaron el país eran turistas sexuales, las autoridades locales le restaron importancia, diciendo que las cifras no tenían sustento. —Una pausa se formó para que la joven tomará aire. —Por lo anteriormente dicho se pueden dar cuenta que Asia pacifico sur es una de las zonas donde el negocio fuerte es la venta de seres humanos, Black es la organización que lleva las riendas de este negocio, lo comanda un grupo de elite, no se conoce el número de integrantes pero se piensa que son seis, se dividen en parejas cada una se encarga una sección de su negocio, Black King junto a su amante son los principales titiriteros de la trata de personas, Black Duo son dos agiles asesinos que toman el control de tráfico de drogas y por ultimo Black Love dos sujetos que son perfectos hackers que llevan un control estricto de las finanzas así como de la comunicación, su principal giro es mantener en pie toda su red de pornografía donde puede conseguir clientes para sus burdeles colocados en Asia, esta Familia ha creado una gran empresa con el turismo sexual, compran, roban, secuestran a miles de jóvenes en las zonas más pobres para llevarlas a prostíbulos en los países que controlan ahí ofrecen recurridos por medio de sus páginas de Internet. Su base principal se encuentra en India, es un país enorme con leyes que son demasiado débiles al igual que su poder se vuelve más fuerte en Banglades, Sri Lanka, Nyamnmar, Malasia, Tailandia, Cambodia, Singapur, aunque nosotros tenemos presencia en estos lugares claramente no tenemos conflictos debido a que nuestros negocios no son similares. TS se encarga de una gran porción del tráfico de drogas, lavado de dinero, corrupción en bienes raíces, contrabando de mercancía a bajo costo, casinos ilegales, robos industriales, fraudes a empresas, robos de todo tipo, sencillamente nuestros negocios no tienen que ver con la explotación sexual, esclavitud, venta de personas, mafia de mendigos. Nunca debíamos tener conflictos con ellos.
Los cientos de hombres que escuchaban a esa mujer comenzaron a preparar sus armas, tronaban sus cuellos, relamían sus labios con ansia, eran mercenarios seres nacidos para matar, destruir, acabar con sus enemigos, el dinero era su Dios, solo seguían las ordenes de personas que fueran más poderosos que ellos aunque fueran demonios con piel de humanos seguían un código, uno donde solo mostraban respeto a quien lo merecía.
—Tenían estrictamente prohibido iniciar sus negocios en las zonas que gobernamos pero decidieron no seguir las reglas, creen que pueden llegar a pisotearnos como les dé la gana pues están equivocados por esa razón hemos comenzado una guerra con ellos, le haremos saber que sus ataques directos hacia KekeMato, TatsMato, JokoMato, DadaMato y TotoMato. —Una nueva voz femenina comentaba furiosa. —TS no perdona, TS no olvida, las ofensas se pagan con sangre.
Los mercenarios gritaron emocionado por esas frases esa era la razón que aceptaban pelear la guerra de TS, porque conocían a sus líderes y los respetaban, el dinero era un incentivo pero saber que formarían parte de una cacería que quedaría marcada en el planeta los incitaba a participar activamente.
—Cada líder de los grupos especiales atacara un punto esencial en los países antes mencionados, como apoyo tendrán varias divisiones de mercenarios, no solo es mensaje para la Black sino también para todos nuestros aliados que se están atreviendo a traicionarnos. —Otra voz femenina más relajada ordenaba. —Todos creen que esta noche TS está de luto por haber perdido a un integrante pero que equivocados les haremos saber que están.
Los integrantes de BAP soltaron una sonrisa colocándose un antifaz del color de sus apodos, no llevaban una máscara debido a que eran estorbosas y esa noche no querían distracciones.
—Es un recordatorio para el resto de las personas que TS Family no permite traidores, que no tenemos piedad, que no conocemos la palabra perdón, con nosotros solo tienes una oportunidad. —La voz grabe de Shishimato resonó por las bocinas, era tan fría que provoco que algunos oyente se les erizara la piel. —No tienen restricciones, morirán quienes deben morirán, la piedad se esfumo de mi vocabulario el momento que osaron en destruir mi imperio. Mi única orden es buscar y destruir.
La comunicación se cortó cada equipo se preparó para su asalto, un rubio observaba tranquilamente la imagen que traía en el fondo de su celular, era un peliazul dormido con dos niños abrazados se encontraban recostados en una enorme cama, delineo la imagen, ellos era su razón, su causa, no existían remordimientos en su cuerpo, no más miedo, no más lágrimas, se levantaría para vengarse de todos aquellos que osaron en rebelarse, guardo el móvil en su pantalón se puso de pie para observarse en el espejo, tranquilamente se colocó la antifaz de color rosa, algo más cómodo que esa estorbosa mascara, fue agregando cada una de sus armas en los diferentes compartimientos de su traje, miro como esos cuchillos brillaban debajo de la tenue luz de la luna que se colaba por las cortinas de esa vieja casona.
El equipo dirigido por HimChan llego a la entrada de un edificio su objetivo era eliminar una de las bases de Beast en Sri Lan Ka, observo su reloj que marcaba las 11:59 PM, solo faltaba un minuto para comenzar con su infierno, se mordió el labio inferior con ansia cuando los vigilantes le dieron acceso a estacionamiento del lugar una torcida sonrisa se formó en sus labios.
—Los muy idiotas creen que somos unos clientes. —Un hombre con el rostro cubierto comentaba al oído de su líder. —Sir, todos mueren por iniciar, estamos a sus órdenes.
—Después que nos den acceso diles a los chicos que den inicio con el plan, recuerda la orden es buscar a los integrantes de Black y destrúyelos. —Contesto el rubio subiendo a la camioneta para acceder por la entrada al estacionamiento. —Recuerda que los integrantes de Beast son míos.
El subordinado asintió para después replicar las palabras de su jefe, después que varias camionetas ingresaran al estacionamiento las ráfagas de balas derribaron a los guardias así como algunos grupos que salían a defender el edificio. HimChan bajo de la camioneta en medio del caos desatado por sus hombres, hombres de Black al detectarlo lo comenzaron atacar pero el rubio con rapidos movimientos llegaba a su lado para clavarles sus cuchillos en la garganta, se giraba con elegancia lanzando sus armas mortales que se clavaban en los pechos de sus enemigos de esa manera se abrió paso hasta llegar lobby, se movía con astucia evadiendo disparos, evitando mancharse su caro abrigo negro, miro el piso el cual estaba cubriéndose de sangre, levanto el rostro, frente a él estaban tres sujetos le apuntaban a la cabeza una sonrisa apareció en sus labios para después relamerlos, era momento de no mostrar piedad, no temía a convertirse en un monstruo solo deseaba proteger lo que amaba, lo que había logrado alcanzar en la vida, una familia, una propia, de un rápido movimiento le clavo uno cuchillo en la garganta de dos sujetos, el tercero cayo cuando un cuchillo se clavaba en su frente, el rubio se torció el cuello, para caminar entre los caídos.
—Nos hemos apoderado de los dos primeros pisos.—Interrumpió un sujeto encapuchado.—Pero nos hemos topado con un pequeño regalo.
HimChan detuvo su andar, levanto la ceja, le pasó sus armas a otro de sus subordinados para que las limpiara, se giró para quedar frente a la persona que antes había hablado.
—Tenemos a tres grandes contrabandistas de personas, parece que tenían una reunión con los integrantes de Beast.—Comentaba maravillado el sujeto.—No traían escoltas debido a que confían ciegamente en Black, están resguardados en el sótano.
—Maten a toda la gente de Black, aquellos que tengan el tatuaje, a las victimas hay que llevarlas a casas de seguridad a los clientes quiero que los esposen y suban en camionetas.—Comentaba acomodando las cuchillas en su ropa.—A esos bastardos les tengo un regalo, vamos a ver a nuestros invitados imprevistos.
Un grupo de escoltas rodearon al líder de antifaz rosa, se escuchaban disparos, gritos, suplicas mientras recorrida ese pasillo para llegar a las bóvedas, el edificio era un corporativo de bienes raíces pero solo era un agachada que usaban los contrabandistas debido a que bajo el piso era un burdel para gente poderosa, esas habitaciones habían presenciado las perversiones más desagradables que un ser humano es capaz de hacerle a otro, el rubio líder saco un pañuelo para evitar vomitar, ese lugar le provocaba nauseas, asco, cuando llego a la oficina principal tres hombres estaban alrededor de una mesa, la luz era tenue que casi sus rostros no se veían.
—Enciendan la luz, detesto la oscuridad ya que no puedo ver la suciedad que está delante de mi.—Hablo prepotentemente el rubio, las lámparas se encendieron.—Miren a quien tenemos aquí, un comandante, un artista, un representante de una religión.
—Déjanos ir, no sabes con quien te estas metiendo.—Hablo el sujeto vestido de militar.—Si algo me pasa mi ejercito acabara con tu maldita organización.
HimChan tomo una de sus cuchillas para sujetar al militar por el cuello, hundió lentamente el afilado acero en parte baja del cuello haciendo una herida superficial donde la sangre fue surgiendo, el atacado era más grande estuvo a punto de levantarse pero dos subordinados de TS lo sujetaron, los otros dos hombres solo temblaron en sus lugares.
—Te conozco, compras niños a los que usas como carne de cañón en tu guerra sin sentido, no tienes suficiente con robarlos en tus villas sino que ahora los compras, personas como tú me enferman, el maldito representante de un Dios también trafica con personas para burdeles, el galán de varios programas de espectáculos sé que le gusta abusar de jovencitas.—Decía fríamente el rubio señalando a cada uno de esos hombres.—Se quiénes son, se lo que han hecho, los conozco perfectamente por esa razón disfrutare verlos morir lentamente.
—¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Hacer negocios con nosotros?—Grito el anciano representante de la iglesia.—Habla, tu eres igual o peor que nosotros.
El rubio enfureció por esas preguntas, por esa comparación, él no era parecido a ellos, él no lucraba con menores, él no lastimaba a personas inocentes, soltó al militar para ordenar a unos de sus subordinados que extendiera la mano del hombre mayor para después clavarle uno de sus cuchillos, esa piel quedo engrapada a la fría madera de la mesa, el hombre grito dolorosamente.
—Soy un demonio muy diferente a ustedes, se podría decir que soy un ángel negro que ha matado a miles de personas pero que nunca ha truncado la inocencia de niños, tal vez cuando muera tu Dios me juzgue y vaya hacerte compañía al infierno.—Le hablo mordazmente tomándolo por la mejilla.—Pero aun en ese lugar hare miserable tu eternidad, estamos a un nivel diferente.
—¿Que nos vas hacer?—Cuestiono el nervioso el artista.—Nos hemos equivocado, aceptamos que somos unos animales.
El joven de antifaz rosa se incorporó caminando alrededor de esas personas, una torcida sonrisa apareció en su rostro, la muerte del militar era la única que le traería consecuencias graves, los otros dos solo respiraban de más en el mundo, sobraban.
—Tenemos controlada la situación, los clientes ya están en las camionetas y las victimas se dirigen a las casas de seguridad.—Comentaba un castaño.—Me informaron que varias camionetas se vienen hacia acá, parece que Beast se ha enterado.
—Todos salgan del edificio dentro de 5 minutos este lugar volara.—Ordenaba el rubio, se giró para tomar por el cuello al artista.—Ustedes me acompañaran.
----En Corea.
JongUp miraba por la ventana los negocios que adornaban una de las calles principales de esa ciudad, toco donde una herida cerraba lentamente llevaba un bastón debido a que aún estaba débil miro a sus acompañantes, eran los integrantes de Vixx, el auto se estaciono, bajaron del vehículo y miraron a su alrededor, la zona estaba semi desértica debido a que era ya era tarde entro a un edificio de gobierno, fue recibido con una sonrisa mientras acomodaba su antifaz verde.
—Es un placer contar con su presencia DadaMato.—Galanteaba un hombre mayor.—¿A que debemos esta reunión extra oficial con TS?
—Nos han llegado unos rumores que están haciendo negocios con Black.—Soltó de golpe el joven de cabello azul marino.—Así que he venido a que me expliquen.
Los burócratas que estaban en el lugar se removieron nerviosos comenzaron a negar tal acusación, el líder señalo con su dedo a cuatro hombres automáticamente los integrantes de Vixx los tomaron de los brazos.
—¿Que rayos están haciendo?—Comento en representante de ese grupo de políticos.—Tenemos un trato.
—Una de las cláusulas de ese trato dice que mataremos a las personas que nos traicionen.—Dijo el joven caminando hacia el hombre, lo golpeo con su bastón provocando que cayera al piso.—Esta es una advertencia, decidan a quien le deben lealtad, esos cuatro hombres eligieron a Black y su decisión se paga con la muerte.
JongUp camino hacia la salida, Vixx arrastraba a los cuatro hombres quienes pataleaban y pedían por sus vidas, los subieron a una camioneta blanca para después perderse en la oscuridad, después de un largo viaje llegaron a un fábrica abandonada donde los cuatro políticos fueron arrodillados con la cabeza mirando al piso, el líder de la máscara verde bajo cargando su arma con cuatro balas, su puso en frente de las personas.
—Ustedes le han permitido a Black tener acceso a cierta información.—Hablo de golpe el peliazul.—¿Que información les pidió?
—No era relacionado con TS, solo querían informes de la investigación sobre el asalto a los muelles de haces unos años.— Grito desesperado uno de los hombre tirándose al piso en forma de súplica.—Quería conocer sobre la desaparecida YG Family.
El resto de los burócratas asintieron con la cabeza, Up chasqueo la lengua, ese tipo de información era muy importante, 15& le había informado que esos hombres no les permitían el acceso a esas investigaciones aunque las chicas ahora dirigieran el departamento de policía de Corea, el segundo maknae le disparo al sujeto que acababa de hablar.
—¿No se suponía que esa información se la habían dado a mi líder? usted no tenían nada en sus manos.— Grito molesto el joven.—¿Nos mintieron?
—No, solo era pequeños datos que algunos agentes descubrieron después.—Interrumpió suplicantemente otro hombre.—Pero solo nosotros sabemos esa información y a Black solo le dimos la mitad.
Sin previo aviso el peliazul mato a la persona que acababa de hablar, solo quedaban dos hombres, JongUp tomo la barbilla de uno.
—Dime la ubicación de esa información.—Comento con sorna mirando al otro hombre que era sujetado por N.—Solo necesito que uno de ustedes viva, díganme ¿Quién muere?
—Cada uno sacamos una copia y las guardamos en nuestras casa, yo conozco la ubicación de las cajas fuertes de los otros tres.—Grito desesperado uno de los hombres.—Los datos son impresos, no hay algo digital.
—Te ganaron amigo.—Hablo con frialdad N disparándole al hombre que sujetaba.—Vamos por esos papeles.
JongUp se giró para observar el rostro pálido de la persona que estaba delante de él, le regalo una encantadora sonrisa para después lanzarlo al piso donde Leo y Ravi lo tomaron por los hombros para subirlo a la camioneta mientras se dirigían a su destino tomo su celular y marco un número.
—Infórmale al resto que estoy a punto de terminar mi parte.—Decía mientras se quitaba los guantes para acariciar su anillo.—Estaré en casa pronto.
------------Otro lugar de Asia
HimChan miraba sentado encima del cofre de su camioneta como ese edificio explotaba ante cada detonación, solo la luz de unas cuantas lámparas alrededor brillaban ante la oscuridad, la zona donde estaba ese lugar era nueva, las casas más próximas estaban algo alejadas así que por lo menos una hora tardaría en llegar la policía y los bomberos de pronto noto como hacían acto de presencia tres camionetas, rodeándolo con las luces en alto, algunos integrantes de Beast descendieron de ellas, el rubio se colocó el antifaz para saltar de su lugar y ponerse en frente de los recién llegados, solo estaba él.
—¿Qué diablos haz hecho?—Grito desesperado JunHyung, tomando por el cuello a un sonriente rubio.—¿Estás loco? ¿Ahora estas solo para enfrentarnos?
—Solo deseaba hacer esto.—De un rápido movimiento el joven de dientes de conejo cambio de posiciones y le clavó un cuchillo en el costado al joven usándolo como escudo ante el resto de hombres que le apunto.—Disparen, por mí no hay problema.
GiKwang les ordeno que bajaran sus armas, miro la escena, el edificio se desplomaba a causa de las explosiones, chasqueo la lengua, esa era su base más importante en Asia, ahí manejaba los tratos con los clientes elite que tenían relación, era una zona que no pertenecía a TS, lamentablemente su líder no estaba con ellos ya que viajo para tener una reunión con los integrantes de Black.
—¿Qué quieres?—Hablo caminando hacia el rubio.—¿Que buscas con esto?
—Acabar con Beast, es mi venganza por esos niños que mataron.—Dijo HimChan sacando su pistola, rápidamente lanzó a Jun al piso y le disparó en la frente a Gi quien cayo, las detonaciones resonaron, el grupo de Beast se miraba rodeado por agentes de TS quienes se habían escondido para hacerles una emboscada.—¿Dónde está tu líder?
El joven que estaba en el piso se retorcía de dolor ante la mirada fría del joven de antifaz rosa quien fue sujetado por HyungSeung, HimChan saco otro de sus cuchillos para clavarlo en el costado de la persona que lo sujetaba, se giró para dispararle en la frente así otro integrante de Beast cai ante él.
—Ya no te queda nada, no tardare en encontrar a tu líder y a DongWoo.—Comento el rubio tomando por la barbilla al chico que estaba en el suelo.—Adiós.
El rubio le disparo en la frente ordeno que se llevaron los cuerpos ya que serían enviados como regalo para DoonJoon, se quitó el abrigo que estaba empapado de sangre, si giro para ver como ese edificio ahora ardía en llamas uno de sus subordinados llego a comentarle algo en el oído a lo que HimChan sonrió, subió a su auto y cerro sus ojos durante el trayecto pero al llegar a su destino los abrió de golpe, miro como un pequeño campo se anteponía ente él, estaban en una zona rural, observo dos parcelas en el centro había un grupo de personas, en la del lado izquierdo estaban los dos tres hombres del sótano en la del lado derecho se encontraban un grupo de 5 personas, eran los clientes encontrados en el burdel, bajo del auto para recargarse en la barda de madera que rodeaban esos ex campos donde una vez se sembró trigo.
—Les propongo un juego, los dejare irse si salen por la puerta de cada parcela, tienen 30 minutos, ah pero él el lugar esta minado.—Comentaba con un altavoz el rubio.—Tienen tres opciones, caminar por el lugar hacia la salida y nunca pisar una mina, quedarse en ese lugar pero pasado los 30 minutos morirán por una bala y por ultimo ser explotado por una mina.
—Estas enfermo.—Grito uno de los 5 hombres que estaba en la parcela de la derecha.— Moriremos sea cual sea la opción que elijamos.
HimChan regreso a su camioneta que estaba en medio de la carretera frente a los campos cruzo sus piernas, saco una revista para comenzar a leerla no le importaba que pasara con esas personas, su trabajo estaba hecho, ese espectáculo solo era un show extra, los mercenarios que los acompañaban lo habían propuesto así que el solo accedió hacerlo, esos hombres que lo seguían eran asesinos a sueldo, escucho como hacían apuestas sobre quienes morirían, miro por el espejo como el militar de la parcela izquierda se quedaba quieto.
—Lo sabes ¿verdad comandante? esta es la manera en la que mueren los niños que compras, los usan como peones, los mandan al frente para que descubran las minas que pudieron colocar sus rivales.—Grito nuevamente con el altavoz el joven rubio.— Como dicen por ahí ojo por ojo, diente por diente, muéstrame tu valentía comandante.
—Morirás por una bala como a todos los que has asesinado.—Le contesto el sujeto vestido de militar lanzando al artista hacia una de las zonas, donde no pasó nada.—Mi ejercito te matara.
El rubio salió de su camioneta se acercó a la barda de la parcela donde tomo una roca para lanzarla a una zona cerca del militar y el hombre mayor, al tocar el piso la mina se activó explotando, el resto comenzó a temblar de miedo.
—Te equivocas, yo moriré de viejo rodeado de mis hijos, de mis nietos.—Le grito con una sonrisa en los labios.—Eso te lo puedo jura,r a diferencia de ustedes yo moriré a causa de mi edad, sujetando la mano de la persona que amo, por eso soy distinto a ustedes, yo soy capaz de amar.
—El conejo verde termino con su misión ahora se dirige a casa.—Interrumpió un hombre tocando el hombro del conejo rosa.—El avión está listo para que regrese a casa Sir, los integrantes de Beast están envueltos para ser enviados. Nosotros nos encargaremos de estos bastardos.
El rubio tomo otra roca para dársela a su subordinado, se acercó a su oído. "Haz que se muevan, quiero que la muerte de los 8 sea cruel, quiero que me teman, que se aterren ante mi nombre", el mercenario asintió tomando la roca que le daba su líder quien después subió a la camioneta la cual arranco, HimChan no giro su cabeza cuando comenzó a escuchar las explosiones, las risas, los lamentos, nada, no le importaba, no le interesaba, no tenía remordimientos, miro su rostro en el espejo retrovisor, YongGuk tenía razón seguía siendo hermoso aunque se convirtiera en un demonio, soltó una maquiavélica sonrisa, estaba tranquilo porque se estaba transformando en alguien fuerte, poderoso, como su líder, como la persona que admiraba, el tono de un mensaje lo despertó de sus sueños, "¿No se ven lindos cuando duermen? Regresa rápido extrañan a su Omma." el mensaje estaba adherido a una foto donde se mostraba a un sonriente peliezaul con dos niños dormidos en sus piernas, el rubio acaricio esa imagen, seguía sin sentir culpas.
------En la mansión de Black
Un pelinegro miraba fascinado esa casa delante de él, sin duda Black era una organización poderosa, el líder de Beast se levantó para admirar el mar que estaba delante de él su compañero llego a su lado mirando con duda su celular.
—No puedo comunicarme con Gi.—Hablaba preocupado el rubio.—Tengo un mal presentimiento.
—Recuerda que tienen clientes muy importantes tal vez estén atendiéndoles.—Contesto el pelinegro acariciando el collar que tocaba su pecho.—Pronto regresaremos a casa.
Una persona mayor vestida de mayordomo indico a los dos jóvenes entrar a la oficia donde se encontraban tres personas sentadas en los diferentes sillones que adornaban el despacho, la persona del escritorio sonrió.
—¿A que debemos tu visita?—Cuestionaba el castaño.—No creo que sea para saludar.
—Quiero que me prestes a uno de sus sicarios para que comience una cacería por TatsMato, sé que has matado a Toto.—Hablo fríamente el pelinegro poniendo sus manos encima de la mesa.—No dejare que la muerte de mi querido maknae quede impune.
—Yo me encargare de buscar al conejo rosa.—Interrumpió un hombre de cabello negro.—Soy el mejor, te daré su cabeza para sellar nuestra lealtad.
El líder de Beast asintió para después tomar asiento y comenzar a platicar de negocios, continuo acariciando el collar, nunca tuvo razones para ser una buena persona, vendía a seres humanos sin remordimientos eso fue lo que le enseño su pequeño tesoro el cual ahora descansaba en una fría tumba, se vengaría de todos, sería más cruel, mas despiadado, porque sencillamente le gustaba serlo, era la manera que enamoro a su amado maknae.