Había pasado dos años desde que TS Family controlaba la mayor parte de la Mafia en Asia, lamentablemente muchos grupos han tratado de desestabilizarlos desde entonces debido a que sus políticas interfieran con ciertos negocios redituables por lo tanto surgieron alianzas que no estaban de acuerdo con las normas, se crearon rebeliones, traiciones por lo tanto los integrantes tuvieron mucho trabajo por hacer. Su objetivo era demasiado ambicioso, muchos les repetían que tal vez imposible pero no podían dejar de seguir peleando, no cuando miles de niños necesitaban su protección. DaeHyun se encontraba en su oficina el calor de Singapur lo tenía fastidiado aunque la brisa que se colaba por la enorme ventana le traía un poco de más tranquilidad, revolvió su cabello con desesperación, detestaba leer documentos, firmar o hacer planes ese tipo de actividades las hacia su pareja lamentablemente habían tenido una pequeña pelea, se recostó encima de la pila de papeles y cerro sus ojos.
—Buenas noches. —Interrumpía un sonrojado castaño con encantadores ojos. —Te traigo la cena ya que no has bajado y pues cierta persona se preocupó.
—Gracias ¿Está muy preocupado el cachetón? —Cuestionaba con una enorme sonrisa alejando los papeles para comer. —Anda cuéntame que tanto anda haciendo mi orgulloso esposo.
El pelinegro tomo asiento en la esquina de la mesa mientras miraba como su jefe devoraba la comida, le platico que Jae había estado nervioso, que repetidas veces miraba por las escaleras esperando verlo bajar pero. DaeHyun sabía que su querido esposo se sentía remordimientos ya que él fue el culpable de la discusión, comúnmente se hundía demasiado en el trabajo que llegaba olvidar atender a su marido, pero le apasionaba la idea de crear negocios legales en los cuales pudiera lavar el dinero y que llegara sin problemas a toda su red de orfanatorios que creaban en Asia con el fin de que jamás los relacionaran con TS Family.
—Gracias por iluminar mi noche con tus palabras y tu deliciosa compañía. —Comentaba con tono sensual el mayor. — Creo que me siento mejor.
—¿Interrumpo ? —Cuestionaba carraspeando la garganta un celoso castaño. —Es tarde Luhan vete a dormir.
El mencionado asistió con una sonrisa, salió de la habitación deseándole suerte a su hyung favorito quien puso una mueca de indignación.
—Estoy muy ocupado. —Contesto fríamente tratando de regresar a la lectura de varios documentos. —Por favor déjame solo.
YoungJae se quedó quietamente en su lugar, fijo la mirada en el documento que fingía su pareja leer y se dio cuenta de algo provocando que su rostro se iluminara, comenzó a caminar hacia su pareja se colocó a su espalda, delineando con la punta de su dedo el respaldo de la silla para después pasarse a su hombro y por ultimo presionar un lunar de su cuello.
—No sabía que podías leer al revés los documentos. —Susurro sensualmente al oído. —Que inteligente eres.
—Cómo quieres que me concentre si andas revoloteando alrededor. —Contesto con las mejillas sonrojadas. —Anda vete que estoy ocupado.
El menor no contesto solo se limitó a seguir jugando con sus labios, beso el oído de su pareja logrando que se estremeciera por el contacto, le fascinaba la idea de seguir logrando ese efecto en él, bajo por su cuello con extrema delicadeza fue succionando cada pedazo de piel expuesta, sus manos comenzaron a bailar por los botones de la camisa logrando desabrochar el primero de arriba continuo con el segundo una parte de ese bien formado pecho estaba a la vista, YJ de un movimiento quedó sentado sobre su pareja, usaba un pantalón que se adhería a su cuerpo como una segunda piel, su bien formado trasero rozo peligrosamente la presente excitación del mayor quien usaba toda la fuerza de voluntad que le quedaba en el cuerpo para no ceder.
—¿Sigues molesto? —Cuestionaba con tono deseoso el más joven hundiéndose en su cuello del mayor. —Por favor perdóname.
No recibió respuesta así que continúo con su labor, metió su mano por la abertura de la camisa, delineo cada musculo, movió instintivamente sus caderas para que su pareja notara que lo necesitaba, le comenzó a molestar que no hubiera una respuesta, lo desanimo un poco pero continuo con sus salvajes besos por el cuello, pecho hasta que unos brazos lo detuvieron.
—Tengo trabajo que hacer. —Contestaba fríamente el mayor. —Es lo que siempre dices.
YoungJae se sintió culpable así que decidió huir se levantó de golpe para dirigirse hasta la puerta pero una mano detuvo sus movimientos para jalarlo una vez más hacia el escritorio, DaeHyun con la mano libre tiro todos los papeles de la mesa después subió a su esposo, quien estaba sorprendido.
—Lamentablemente soy adicto a tu piel, siempre te preferiré sobre cualquier cosa. —Nuevamente hablo el mayor para después besar salvajemente sus labios. —Es increíble que aún me sigas volviendo loco.
—Te amo, mi querido esposo. —Comento melosamente el más joven uniéndose nuevamente en un demandante beso. —Estas bajo mi embrujo.
YoungJae se colgó del cuello de su amante, rodeo con sus piernas sus caderas para que sus cuerpos se fusionaran, de un momento a otro su camisa fue desabrochada dejándolo expuesto. DaeHyun comenzó a besar desde la barbilla hasta el abdomen de su amante quien al contacto tuvo que recargar su cabeza hacia atrás deshaciendo el abrazo y apoyar sus manos sobre la fina madera, sentía su cuerpo hundirse en la pasión, cada caricia lo llevaba una vez más a la locura, siempre era como la primera vez para ambos.
El sonido de la música retumbaba en el lugar, las personas no paraban de bailar, pero todo el público estaba al pendiente de una lucha que se desataba en el centro de la pista un rubio alto se enfrentaba a un pelirrosa algo bajo de estatura pero con un escultural cuerpo. Un par de giros y JongUp se llevó la victoria todos corrieron a felicitarlo.
—Parece que nunca te voy a vencer—-Felicitaba con una gran sonrisa Ravi.—Ese último paso estuvo genial debes enseñármelo.
—Hey calmado. —Hablaba un alegre pelinegro alejando a cierto rubio de su pareja. —Es propiedad privada así que está prohibido tocarlo.
El resto de Vixx soltó una risa para continuar la fiesta, la pareja también comenzó a bailar muy pegados, intercambiaban unos cuantos besos, el mayor ya se veía algo tomado, ninguno de los dos temía mostrar su cariño ya que el lugar estaba fuertemente vigilado además de ser gente de confianza.
—Me agrada la manera que me dieron la bienvenida. —Comentaba HimChan mientras abrazaba por la espalda a su pareja. —Esta noche disfrutaremos.
—Siempre lo mejor para nuestro hyung favorito. —Contestaba alegremente N. —Ya mañana hablaremos de negocios.
Himchan jalo de la mano a su pareja para llevarlo a una de las terrazas se encontraban en el penhouse de un elegante edificio en el centro de Bangkok, estaban en medio de una lucha de labios para ver quien tenía el control, ambos eran orgullosos combatientes, el mayor aprenso en una esquina al pelirrosa para después levantarlo y pegar más su cuerpo, el más joven enrollo sus piernas en las caderas del mayor de igual manera se colgó de su cuello.
—Adoro esta parte de tu cuerpo. —Comentaba pegado al cuello mientras le tocaba el trasero a cierto pelirrosa. —Eres extremadamente sexi.
—Con cuidado, soy frágil. —Le susurraba con sensualidad. —Por primera vez estamos de acuerdo en algo. Soy arrolladoramente sexi.
HimChan soltó una carcajada llevaban demasiado tiempo juntos que le había pegado una de sus tantas manías, nuevamente se fundieron en un demandante beso, sus lenguas se recorrieron con placer, las manos del mayor parecían disfrutar lo que acariciaban, le primera prenda cayo, el segundo maknae quedaba expuesto, su ardiente piel pegaba con el frio muro, no les importaba nada más que ahogarse una vez más en el deseo, se necesitaban, todas las noches que fueran posibles, cada día se conocían más, el primero en gemir fue el mayor cuando sintió como su excitación era aprensada en caliente cuerpo del más joven, así una vez más hacían el amor.
HimChan estaba sentado en una mesa desayunando deliciosamente lo acompañaban Vixx quienes le comentaban sobre algunos problemas que tenían pero su mirada fue capturada por un pequeño niño, estaba en la playa jugando con tranquilidad hasta que un sujeto llego, lo comenzó a regañar, el pelinegro se acomodó las gafas, no era la primera vez que lo veía un par de días antes cuando hizo el recorrido de la zona se lo llego a topar un par de veces, siempre usaba una playera verde, unos pantalones grises, su cabello estaba algo largo (HimChan de pequeño foto instagram) era tan dulce, que le molesto que aquel sujeto le gritara, después de unos momentos ese extraño se fue, el pequeño bajo la mirada comenzó a deambular de un lugar a otro. HimChan se levantó de la mesa sin decir nada se puso una boina, comenzó a seguir al pequeño, JonngUp no perdió ningum momento los movimientos de su pareja así que les indico a los integrantes de Vixx que los acompañaran en silencio. HimChan se dio cuenta que un turista se acercó al niño a lo que el pequeño asintió, le dio el mano para llevarlo a un lugar, el grupo de jóvenes caminaba despreocupados para no llamar la atención se limitaban a ver algunos puestos solo el mayor era quien no le importaba nada más que seguir a esos dos llegaron a un callejón oscuro donde solo una puerta vieja se veía al fondo, no necesitaba ser un sabio para comprender qué tipo de lugar era ese.
—¿Por qué este asqueroso sitio está operando en nuestra zona? —Cuestiono bastante molesto. —¿Se supone que deben estar libres de esta porquería?
—Es lo que te comentaba. —Respondía el líder de Vixx. —Estos lugares se reproducen como parásitos, podemos cerrar uno pero ya dos nuevos abrieron.
JongUp miro el rostro de su pareja, no necesitaban hablar para comunicarse así que el chico saco su arma, se colocó la máscara de conejo indicándoles al equipo que hicieran lo mismo ellos asintieron y también sacaron sus armas. HimChan dirigió el grupo.
—No me importa en qué problemas nos metamos pero no dejare que ese tipo de basura entre a nuestros terrenos. —Se adelantó entrando al lugar, le apunto al extranjero que iba con el niño. —Hoy amanecí con ganas de erradicar las ratas de mi zona.
El extraño volteo asustado mientras que los guardias del lugar se acercaron pero no tuvieron tiempo de nada ya que Vixx tomó el control del establecimiento, los clientes del lugar voltearon sorprendidos, levantaban las manos pidiendo que los dejaran ir.
—Si quieren salvar seguirán mis órdenes al pie de la letra. Se formaran una fila frente a mí. —Hablaba HimChan en perfecto inglés. —Rapido sino quieren morir.
N llamo a unos de sus hombres para que llevaran los vehículos para poder trasladar a los pequeños mientras que el resto de Vixx supervisaba el lugar en busca del resto de los infantes quienes fueron reunidos en la estancia mientras que los clientes eran formados en una fila, HimChan recorrió el sitio fue capaz de ver escenas que jamás podría borrar, la ira se acumulaba en su mano al final tomo asiento en el primer piso, estaba asqueado fue entonces que una vez su mirada fue atrapada por los bellos ojos de ese niño se acercó pero el pequeño tembló, le hablo con tranquilidad pero no hubo respuesta fue cuando el mayor saco una paleta para entregársela el niño corrió con timidez, Himchan abrió sus brazos para guardarlo en ellos.
—Los comenzaremos a subir a la camioneta, encontramos solo a 10. —Comentaba algo serio Leo. —La mayoría fueron robados de Bangladesh.
—Encontramos a alguien importante. —Ahora interrumpía Ken. —Llévenlos a casa.
Les indicaba ahora al equipo recién llegado quienes eran 3 jóvenes subieron a los peques a la camioneta cuando iban por el que estaba entre los brazos de HimChan, el líder negó con la cabeza, JongUp sujeto al niño para invitarlo a salir del edificio lo subió al coche para después prestarle unos audífonos y ponerle música, regreso a lado de su pareja.
—Miren a quien tenemos nada ni menos que a Lee Williams uno de los hombres más buscados de EUA. —Comentaba con sorna el líder de mascara rosa. —Que haremos contigo maldito...
—Déjanos ir. —Gritaba uno de los extranjeros que estaba formado. —Te daremos lo que quieras tenemos familia que esperan por nosotros.
N enfureció por aquellas palabras así que se acercó al extranjero dándole una patada el abdomen haciendo que se hincara de dolor puso su arma en la cabeza.
—Maldito bastardo ruegas por tu vida cuando hace unos momentos le jodias la de un ser inocente. —Respondía con rabia. —Dime a dónde quieres que envié las flores para celebrar que liberado al mundo de un gusano como tú.
—Por favor déjenos ir. Prometemos no volver a este lugar. —Volvio a gritar casi llorando el sujeto. —Por favor.
El llanto fue interrumpido por una el sonido de una bala, el resto de las extranjeros comenzaron a temblar mirándose entre sí para después ver quien había sido el verdugo, era un sujeto que tenía una máscara color verde.
—Mátenlos a todos. —Comento con frialdad JongUp. —Hemos decidió cerrar el negocio.
Los extranjeros fueron acribillados mientras que a Lee Williams fue trasladado a uno de los calabozos de una casa abandonada en un bosque, ya que decidieron sacarle la verdad sobre esa maldita red que se extendida en Asia. HimChan subió al auto donde el pequeño se encontraba alegremente escuchando música quien al ver que sus salvadores llegaban se aferró al mayor.
—¿Cómo te llamas ? —Le cuestionaba el pelinegro pero el chico negaba con la cabeza mientras se abrazaba más a él. —Vamos a llevarte a casa.
—Mira tengo un regalo para ti. —Ahora hablaba JongUp mostrando un llavero de pikachu. — ¿Lo conoces?
—Pika Chu. —Dijo con emoción el niño sujetando el juguete. —Pika chu.
Los mayores solo continuaron jugando con el pequeño en el trayecto de regreso a casa, el niño parecía no querer decir nada, solo repetía sonidos de pokemons que el pelirrosa le enseñaba. HimChan lo acuno en sus brazos, algo en su interior se despertaba, su corazón le gritaba que debía cuidarlo, verlo dormir pegado a su cuerpo sintió una gran paz, sujeto la mano de su pareja quien también era invadido por el sueño, por primera vez estaba completo.
DaeHyun abría los ojos con pesadez estiro la mano para buscar a su pareja para darse cuenta que se encontraba solo en esa enorme cama, busco su celular para marcarle.
—¿Te aprovechas de mí y me abandonas. —Comentaba con un puchero. —¿Dónde estás ?
—¿Seguro que yo abuse de ti? Yo soy quien amaneció marcado en lugares que es vergonzoso decir. —Contestaba riendo otro castaño mientras se ponía una máscara. —Solo voy arreglar un asunto, regreso rápido, no te preocupes, llevare cheescake.
El más joven corto la comunicación se colocó unos guantes para que nadie viera su sortija de bodas, el auto se estaciono frente a un viejo edificio al entrar algunos guardias registraron a su escolta quienes solo eran 4 integrantes de exo M, los cuales también llevaban cubre bocas, camino por un pasillo hasta llegar a un sala bellamente acomodada ahí estaba sentada una hermosa pelinegra quien lo recibió con una sonrisa y lo invito a sentarse.
—Es un placer tenerte de invitado en mi humilde negocio, Jokomato. —Hablaba sensualmente la mujer. —Tengo lo que me has pedido.
—Poder admirar tu belleza siempre es benéfico para mi salud, hermosa Lee Hyoori. —Contestaba mientras besana su mejilla. —Espero nadie se haya enterado sobre esta pequeña investigación.
La pelinegra negó con la cabeza, tomo un sorbo de su copa, el joven de la máscara amarilla abrió la carpeta pudo ver varias fotos que provocaron que su pusiera blanco como la nieve, nadie se dio cuenta pero su piel se erizo, cerro automáticamente la carpeta para indicarle a LuHan que acercara un bote acto seguido quemo los papeles después de ver que esa información se consumaba por las llamas volteo su rostro hacia la pelinegra quien quedo sorprendida.
—¿Espero que no haya copias —-Comento con frialdad. —Eres una de mis favoritas espero no me traiciones.
—Soy diferente a los demás, me he dado cuenta lo que ha hecho TS, sus políticas parecen razonables y honestamente las avalo pero se han ganado demasiados enemigos. —Contesto la pelinegra mientras se levantaba de su lugar. —La trata de personas, la explotación sexual infantil, son actividades que dejan mucho dinero y la negativa de TS de afiliarse a esos negocios han provocado la ira de muchos.
—Estamos conscientes de eso, pero no nos importa, como tantas veces lo hemos dichos, somos criminales, ladrones, estafadores, pero no, nos convertiremos en esos monstros que no les importa los demás hay un límite. —Contesto orgullosamente el de mascara amarilla. —A quien no le guste ya sabe las consecuencias.
Lee Hyuori los admiraba, tan orgullos, tan vanidosos, se creían invencibles, varios negocios crecieron a pasos agigantados pero su política de que ningún niño se viera involucrado provocaba ruido en otros jefes, a ella le parecí— perfecto ya que tampoco era tan desalmada.
-Estoy de acuerdo con su forma de proseguir, solo te debo decir que vayan con cuidado he escuchado que buscan derrocarlos. —Comentaba mientras acariciaba la máscara. —Vi muchas noches como los amantes de mi madre la golpeaban, nunca tuvo dignidad rogaba por amor, la odie por ser tan débil pero comprendo que nunca tuvo a alguien de pequeña para que la amara.
Lee Hyuori beso la máscara con delicadeza, estaba enamorada de JokoMato desde la primera vez que cruzaron unas palabras, su voz la conquisto, sentía una gran atracción por su determinación, por eso decidió ayudarle con aquella investigación, por eso se volvió más fuerte, deseaba ser una aliada poderosa para TS, deseaba proteger a ese chico, sin conocer su rostro, algo en su interior le gritaba que debía cuidarlo.
—¿Por qué me cuentas eso? —Cuestionaba intrigado mientras acariciaba su cabello y la guardaba entre sus brazos. —Te amo, no de la manera que buscas porque mi corazón le pertenece a alguien más.
—Lo sé, pero no puedo negar lo que siente mi corazón, eres con la única persona que ha vibrado, por favor detente. —Contesto melancólicamente. —Esas personas son peligrosas no sé quiénes sean solo sé que están enfermas por la manera que mataron a esos chicos.
La pelinegra se aferró a esa persona, estaba consiente algo dentro de ella siempre le dijo que ese fantástico ser ya tenía a alguien a quien amar, no buscaba ser su amante, tenía demasiados, solo deseaba sentir ese calor, algo puro e inocente. YoungJae estaba hechizado por la belleza de esa chica, amaba a DaeHyun eso nunca había duda, pero a Lee la veía como una hermana mayor, a una niña perdida que podía proteger., se lo prometió a su hyung Lee Sang antes de morir. Ambos se fundieron en un abrazo.
—Todo estará bien, pero nadie debe saber que ando tras la pista de esas personas prometo que cuidare de ti porque perteneces a mi Familia. —Nuevamente hablo el joven. —Confió en ti guardaras cualquier pista, nadie se enterara de esos asesinatos.
—Guardare tu secreto y continuare investigando. —Respondió la joven deshaciéndose del abrazo. —Ten cuidado.
Jae recorría los pasillos de la mansión de Exo mientras cargaba una caja con un pastel dentro, les había aclarado a los 4 integrantes que lo acompañaron que no debían decir nada de su reunión, al llegar a la oficina donde de seguro su amante hacia papeles de avión con las hojas la abrió y lo vio dormido sobre el escritorio.
—Eres un perezoso. —Comentaba juguetonamente. —Te traído algo de comer
Daehyun abrio los ojos de golpe para besar al recién llegado, sus manos se entrelazaron y sus argollas chocaron, ellos parecían siempre estar en luna miel. Zelo jugaba con sus piernas en el vehículo, estaba bastante molesto por que Bang lo había abandonado un par de meses, desde que tomaron el control de TS su pareja estaba lleno de trabajo, bueno ambos, sus citas constantemente eran canceladas, acaricio la cadena que colgaba de su cuello, ya no llevaba el conejo ahora estaba una sortija colgada, metió su dedo para después verla brillar, no existían dudas en su corazón, los miedos desaparecieron cuando se juraron amor aquel dulce verano, sus mejillas se ponían rojas solo recordar esa promesa de amor, esa fantástica tarde, de un momento a otro olvido su enojo para dejarse llevar por sus fantasias.
—Ya llegamos a casa. —Comentaba sonrientemente Rap Monster. —Estoy muy cansado muero por meterme en la tina de baño y dormir.
—Yo también, estar a cargo de los negocios cuando Bang se va siempre me deja agotado. —Contestaba Zelo estirándose. —Pero lo hemos hecho bien.
El resto de BTS asintió con la cabeza, ellos eran la guardia personal de Zelo, por ser uno de los grupos más jóvenes estaban aprendiendo del maknae ya que en un futuro también se les asignaría una zona a la cual vigilarían, en el trayecto de regreso a casa pasaron por algo de comida para hacer una pequeña fiesta privada, celebraron que habían logrado que varios jefes cambiaran su enfoque de negocio además de jurarles lealtad, al llegar a casa comieron juntos, organizaron competiciones de baile, los novatos quedaron noqueados por la cantidad de alcohol que consumieron, Zelo se arrastró hasta su habitación donde se dispuso a darse un baño bajo la fría agua que salía de la regadera, no sin antes encender su sistema de sonido y deleitarse con la voz de Frank Ocean, el agua recorría con sensualidad su piel blanca, cerró los ojos para disfrutar de la dulce melodía de Pyramids, de pronto sintió como su espalda era besada, se hundió en la erótica sensación que su piel experimentaba, unas manos se colaron por su cadera comenzándola acariciar con ternura.
—Adoro tu tatuaje. —Una voz profunda le susurraba en el oído. —Me fascina el contraste que dan las letras negras con tu piel blanca como el papel.
Zelo ser relamió los labios al sentir la ropa mojada de su amante pegarse a su cuerpo un fuego despertaba en su interior así que instintivamente pego su trasero hacia atrás, sus pieles eran solamente separadas por la ropa del mayor quien no dejaba de besar esa blanca espalda, dejo algunos puntos rojizos, sus manos comenzaron a vagar por los muslos del más joven quien al contacto se tapó la boca con la mano para contener sus gemidos.
—Es increíble que aun logres sonrojarte cuando hemos compartido miles de noches juntos. —Comento sensualmente mientras volteaba su rostro para quedar de frente. —¿Por qué no puedo sacarte de mi mente?
—Sencillamente porque soy todo para ti, tu mundo gira alrededor de mío, soy tu principio, tu fin. —Le contestaba altaneramente mientras se colgaba de su cuello. —Porque me amas.
Sus labios se unieron en un beso, el mayor se pegó más al frágil cuerpo de su amante hasta aprensarlo en los fríos azulejos de la pared, recorrió con vehemencia cada centímetro de piel, lo torturo, sus labios pelearon una vez más para ver quien tenía el control. Zelo se giró para darle la espalda una vez más su trasero fue aprensado por las hábiles manos de su amante quien solo traía puestos los pantalones solo unos segundos fueron suficientes para estar a la par del maknae, sus caderas se fundieron en un erótico vaivén, la frase “Do what u like and lov what u do” estaba marcada en ambos cuerpos.
—Pensé que llegarías la próxima semana. —Comentaba mintiéndose debajo de las cobijas donde su amante estaba escondido. —¿Me extrañaste ?
—¿Qué haces para meterte a mi mente y adivinar.—Contestaba juguetonamente Bagn dándole un beso en la punta de la nariz. —No es fácil reemplazar ese bello trasero que tienes.
Zelo le dio un suave golpe en el hombro, se hizo el ofendido así que le dio la espalda, el mayor no paraba de reír se acercó al joven besando su cuello, los guardo en sus brazos.
—Te amo. —Le dijo sensualmente. —Siempre estás en mi mente.
Zelo se sintió derretir por aquel acto de honestidad se volteo para colocarse encima de su amante, estuvieron dando vueltas en la cama, jugando debajo de las cobijas, estaban felices de volver a estar juntos, esos días separados era una constante tortura, las risas resonaban en la habitación, de pronto sintieron que las dos sortijas que colgaban de su cuello se atoraban las liberaron y sonrieron, el mayor acaricio el rostro del más joven.
—Te he extrañado mucho. —Hablaba con melancolía el más joven mientras acurrucaba su rostro en la mano de su amante. —Cada día estas más lleno de trabajo.
—Lo sé, pero sabes que es importante mi lucha, es nuestro deseo, nuestra meta. —Contestaba besando sus labios—Dime como han estado los niños, querido.
Zelo enfureció por el sobre nombre así que decido vengarse pellizcando las delgadas mejillas de su pareja, odiaba que le digiera de esa manera, le ponía los pelos de punta sus labios nuevamente se unieron en un desenfrenado beso.
—Los niños han estado bien, cariño. —Contesto con las mejillas sonrojadas. —He cuidado bien de nuestra Familia en tu ausencia.
HimChan bajaba de su jet privado con un pequeño dormido en sus brazos, lamentablemente después de la investigación se enteró que ese niño había sido robado de algún orfanatorio por lo que decidió cuidarlo hasta saber qué hacer con él, JongUp estaba a su lado colocándole una cobija ya que comenzaba hacer frio, le quito el peluche de pikachu al que estaba aferrado, parecían retrato de una revista familiar. DaeHyun y YoungJae los recibían en la pista de aterrizaje, ellos habían llegado un par de días antes se sorprendieron al ver a sus amigos con un niño así que se acercaron rápidamente.
—Si que eres bueno JongUp. —Comentaba con sorna el castaño mayor. —Mira que le has hecho a la Omma.
—Hey cállate aquí la Omma es JongUp. —Se defendía un ofendido pelinegro. —Mira quien lo dice el que siempre tiene antojos como mujer embarazada, tal vez tú seas quien nos da la sopresa.
Los dos mayores comenzaron a discutir ya que ambos defendían que eran los hombres de la relación, JongUp y YoungJae solo se miraban apenados al ver que sus semes peleaban como verduleras, después de la discusión acalorada YoungJae alzo al pequeño, realmente era muy dulce, un viejo recuerdo llego a su mente le recordaba a sus hermanitos, los cuido desde que nacieron que se sintió nostálgico, DaeHyun observo con calma el bello rostro de su amante, realmente se veía más bello con esa sonrisa que tenía en sus labios, después se dirigieron a casa.
—Ya soy tío tan joven. —Comentaba emocionado el ahora grisaceo makaner. —JongUp es tan lindo se parece al papá.
—Ven Zelo si sabe quién es el Appa y quien es la Omma. —Comentaba orgulloso el pelinegro. —Ese es mi maknae.
Todos rieron por el comentario hasta que Bang se acercó con una cara algo seria, no se inmuto por el niño solo se dirigió hacia su mejor amigo.
—Haz abierto la caja de pandora. —Le hablo de cara a HimChan para después dirigirse a todos. —Debemos hablar.