17.- OCHO AÑOS DESPUÉS.
- me alegro mucho que me invitaras a cenar – dijo un pelirrosa con una bella sonrisa en sus labios, estaba cenando junto con un rubio, bastante más alto que el, pero que competía en galanura, los dos eran hombres guapos que el pasar de los años no les hacían nada.
- ya hacía tiempo que no te invitaba a cenar Shu, te lo merecías y lo necesitábamos o es que ¿no te gusto? – dijo sonriendo de forma coqueta el escritor.
- claro que si Eiri, sería imposible que no me gustara – sonrió – como dices no lo merecemos – tomaron los dos sus copas e hicieron un brindis, Shuichi suspiro tranquilamente después de tomar un poco de vino – el tiempo ha pasado tan rápido, ¿no te parece Eiri?
- Mas que rápido diría, Tu hermano ya se lleva muy bien con Sota, inclusive están organizando un viaje ahora que estarán de vacaciones para seguir a mi hermano a Londres - Shuichi asintió, pero se quedo pensando en algo - ¿Qué pasa?, ¿no quieres que vayan?
- no… no es eso, es el hecho de que mi hermano y el tuyo ahora sean pareja, no crees que es algo extraño, digo, no se ven para nada mal, pero quien iba a pensar que los dos serian ahora una pareja.
- bueno, de mi hermano no me extraña, recuerda que para Tatsuha, Ryuchi era su ídolo musical, aun lo es pero realmente está enamorado de tu hermano, del que se podría decir que si me extraña es de tu hermano, pero la verdad es que no se ven mal juntos.
Shuichi asintió – si, Ryuchi está desesperado por verlo que quiere que el viaje sea mañana mismo, pero los chicos salen de vacaciones dentro de cuatro días – se rio – si lo vieras como esta, mire y mire el calendario.
- hablando de mirar el calendario, ¿Cuándo es la boda de esas locas? – era verdad, Nami y Ayaka habían decidió contraer nupcias, de hecho ya hasta vivían juntas en el complejo departamental, solo faltaba que Hiro y K se mudaran para decir que todos los amigos vivian donde mismo.
- dentro de dos semanas, quieren hacerlo antes de nuestro aniversario – el escritor y su editor se habían casado hace un año, había sido una ceremonia de lo mas tranquila y privada, solo los familiares mas cercanos eran quienes habían podido asistir, la prensa, aunque ya estaba enterada de esa relación, no fue invitada.
- nuestro aniversario… - sonrió el rubio - ¿quieres ir a alguna parte para festejarlo? Tengo ganas de ir a la cabaña que tiene Seguchi, en esta época del año esta algo nevado pero tiene una gran chimenea, podremos calentarnos mutuamente – sonrió de forma coqueta mientras tomaba la mano del pelirrosa.
- seria maravilloso Eiri, claro que acepto, pero – miro al pelirrubio – no se te olvide que antes tienes que entregar la novela que tienes atrasada…
Eiri lo miro sorprendido y puso una cara entre molesta y divertida mientras soltaba su mano y se recargaba en la silla – ¿no puedes dejar de pensar en el trabajo todo el tiempo?, tengo un esposo explotador.
- claro, exploto tu talento porque sé que lo tienes, aunque en esta ocasión es mas por motivo egoísta que otra cosa.
- no entiendo…
- si terminas la novela, fácilmente podremos estar en esa cabaña todo un mes, ¿no crees que es un buen motivo? – esta vez el que sonrió coqueto fue el pelirrosa.
- sin ti en el trabajo, no podría estar contigo tan seguido en casa, es bueno que tu sigas siendo mi editor – dijo el escritor feliz, Shuichi hacía muy bien su trabajo, no solo porque era muy bueno en lo que hacía, sino que lo hacía de una manera que controlaba muy bien los tiempos del escritor para también tener un buen tiempo como pareja, aunque a veces Shuichi la tenia difícil, ya que se encargaba de cinco escritores nuevos que parecían que triunfarían, además de dos extranjeros y tres famosos que ya tenía antes a su cargo.
- entonces… - Shuichi se acerco mas al escritor y tomo sus dos manos, sus ojos se encontraron – que te parece si me pagas con una noche muy, muy, muy placentera.
- eso planeo…
Shuichi y Eiri después de terminar su cena fueron al departamento que ahora compartían, que era el del rubio, el que antes tenía Shu ahora era de Ryu, el cual se había puesto muy feliz al conseguir ese apartamento ya que así podría estar cerca de sus dos amores, Sota y Tatsuha.
El escritor no había dejado dormir ni un solo minuto al editor después de su cena, debía cargar fuerzas para terminar su novela antes de la boda de las locas, y eso significaba no dormir más que unas cuantas horas a lado de su bola rosa, pero no quería ningún impedimento para pasarla de maravilla en esas cabañas, por lo que Shuichi no podría sentarse tan fácilmente al siguiente día.
- parecemos…aaah… jóvenes de preparatoria… en pleno descubrimiento sexual…aah – dijo Shuichi mientras el escritor penetraba con fuerza desde atrás al pelirrosa, el cual estaba en cuatro, ambos estaban más que cubiertos de sudor, parecía que estaban en un sauna, pero realmente era por su propio calor y movimientos.
- jajajaja… - no pudo evitar reírse por la comparación – más bien, después…mmm… después de descubrirlo… después de saber que es… delicioso… pero con la suficiente…aaah Shu… la suficiente madurez para hacerlo solo con tu pareja… con tu pareja que amas… aaah Shu no aprietes así o me correré…
- uhmmm no puedo evitar… aaah… - no soporto más y se corrió apretando más el miembro de Eiri, haciendo que este terminara también, dejándose caerlo uno arriba del otro bastante agitados.
- esto es maravilloso… - sonrió Eiri mientras se acostaba a un lado de Shu y lo atraía para abrazarlo.
- ah…ah…ah… no puedo mas Eiri… - miro hacia la mesita que estaba a un lado de su cama, eran las seis de la mañana, no podía creer que toda la noche el escritor no lo hubiera dejado dormir ni un poco, aunque la verdad no se quejaba mucho, había sido igual que en su noche de bodas, entre palabras de amor y actos de placer.
-creo que… yo tampoco – ya estaba bastante cansado, su condición física no desmejoro al casarse, pero tampoco mejoro mucho ya que tanto hacia ejercicio, como se comía todo lo que Shu preparaba, la verdad era que Shuichi era un maestro en la cocina, sobre todo en los postres.
- ¿nos damos una ducha?
- sí, no creo poder dormir todo pegajoso…
Entre besos cariñosos y risas se dieron un baño bajo el agua tibia de la regadera, pero el cansancio cobro factura y cayeron como tronco en la cama, lo bueno es que podían dormir hasta tarde o eso creyeron ya que sobresaltaron al escuchar como la puerta principal era cerrada con fuerza seguida un montón de insultos dirigidos a un rubio y no dirigidos al dueño de la casa.
- ¿Qué hora es? – pregunto Eiri mientras se levantaba para ver qué pasaba.
- las nueve, solo dormidos dos horas y media – dijo bastante cansado el pelirrosa - ¿Quién entraría con tanto escándalo?
- parece que es Rikku y creo que viene demasiado molesto, iré a ver que pasa.
- te acompaño.
Los dos fueron y se quedaron parados en el pasillo viendo como Rikku, caminaba como león enjaulado en la sala.
- se parece muchísimo a ti – dijo Shu sonriendo.
- si, pero mira la edad que tiene y es casi de mi estatura, además se ve mas fornido, no entiendo como creció tanto – dijo mirando al adolecente frente a él, a pesar de su seño fruncido era un hombre demasiado apuesto, tal parecía que había heredado la cara de Eiri pero el físico venia de la familia de su madre, precisamente del padre de esta.
- bueno, pero hay que preguntarle qué le pasa… - dijo Shu acercándose pero en eso entra un pelinegro con unos intensos ojos azules, sus facciones eran algo delicadas y era más bajo que Rikku, pero eso no le quitaba lo hermoso al chico, se veía que había corrido una maratón - ¿Sota?
- ay no puede ser – dijo el escritor – es muy temprano para sus peleas románticas, vámonos Shu – el rubio tomo la mano del pequeño pelirrosa y se regreso a su habitación, Eiri sabía que cada año que pasaba la tensión sexual entre esos dos crecía de igual manera, aunque hubiera preferido que se estimaran mas como hermanos porque era menos problemático se sentía bien en saber que conocería bastante bien a la persona que su hijo escogió como pareja, de igual manera lo sentía con Sota.
Los dos adultos se fueron a su habitación a intentar dormir pensando que con los gritos que se escucharían a continuación por la pelea seria una tarea imposible, mientras los dos adolecentes se miraban, uno muy enojado con el otro y el otro muy confundido y también molesto.
- ¿pero me puedes decir que es lo que pasa por tu cerebro? – Decía Sota muy alterado - casi le rompes la nariz a Michael.
- ¿no se la rompí? Que mal – Sota lo miro mal.
Todo había comenzado cuando Rikku se encontraba platicando con una chica en la preparatoria, Sota lo estaba mirando y se sintió triste ya que veía que hacían muy bonita pareja, hacía dos años había aceptado sus sentimientos por ese estúpido rubio pero no había querido decir nada porque la popularidad de este había crecido, salía mucho y sentía que se estaba olvidando de él, Michael sabia de los sentimientos de Sota, por lo que siempre estaba a un lado del apoyándolo, por lo que su amistad había crecido demasiado, cosa que ha Rikku no le parecía y era por lo que para distraerse se la pasaba fuera de casa y se alejaba de Sota ya que no soportaba verlos juntos, pero por fin había llegado a su limite la gota que derramo el vaso fue que Michael había besado a Sota.
Michael había visto la cara triste de su amigo al ver a Rikku con la chica, pero este sabia que el hijo del escritor amaba a Sota, una vez había escuchado por casualidad hablar a Rikku con Tatsuha y este le había confesado ese sentimiento así como el que se sintiera incomodo con su cercanía con Sota, pero Michael no podía evitarlo, a él también le gustaba Sota, por lo que aprovecharía el tiempo que estuvieran juntos, pero ya no soporto mas la cara de tristeza de Sota, así que suspiro y sabiendo la reacción de antemano del rubio tomo al pelinegro del rostro y le planto el primer y último beso que le daría a esa bella personita, lo último que supo es que estaba en enfermería a las primeras horas de la mañana.
- se lo merecía – dijo Rikku aun enfadado.
- ¿Por qué?
- preguntas porque… - Rikku se acerco a Sota, haciendo que este retrocediera, aun no supo en qué momento ese rubio había crecido tanto - … ¡porque el muy imbécil te beso!… y tu – dijo señalándolo – y ¡TU NO HICISTE NADA!
- ¡ME TOMO POR SORPRESA! – Grito sorprendido Sota – además ¿Qué demonios te importa?
- ¿Qué me importa?, dices, esto me importa – tomo el rostro de Sota de forma agresiva entre sus manos y lo beso, Sota deliro por ese beso, sentía los celos impregnados en el, pero entonces las imágenes de Rikku rodeado de chicas, a Rikku ignorándolo y por último a Rikku riendo con esa chica en la mañana.
Con toda su fuerza se zafo de ese beso tan agresivo y le planto tremenda cachetada al rubio dejándole la cara ladeada - ¿Por qué?
Rikku lo miro – ¡porque me estoy muriendo de CELOS!, ¿Qué mas podría ser?, crees que voy por todos lados besando a la gente que es besada por Michael.
- ¿y cómo querías que lo supiera?, por Dios Rikku, tú te la pasas rodeado de chicas, me ignoras por completo y me evitas, ¿Cómo voy a saber qué es lo que te provoca celos?, ¿CÓMO VOY A SABER QUE YO PROVOCO CELOS EN TI? – el pelinegro no pudo más y se dejo caer de rodillas tapando con sus manos el rostro lloroso.
El rubio lo miro sorprendido, nunca creyó que Sota notara algo como eso, además el tampoco notaba a la gente que estaba a su alrededor, el solo quería estar con Sota, pero sus celos lo hicieron alejarse y al parecer lastimar a su moreno – Sota yo…
- el me tomo por sorpresa… yo nunca quise un beso suyo… yo solo te quiero a ti y deseo tus besos, pero eso que podría importar ya que si tú me quisieras a mi tu no buscarías a chicas, ni me dejarías de lado, así que si esta es una forma de burlarte mejor…
No pudo continuar ya que Rikku lo había callado a besos, pero estos eran ahora más tranquilos y expresivos, Sota esta vez no se alejo, sintió como era levantado y acomodado en el sillón con el rubio sobre del – lo siento, perdóname, no fue mi intención – el rubio decía mientras lo besaba – estaba tan celoso que prefería alejarme, nunca puse atención a quien estaba cerca de mí, solo a los que se te acercaban, creo que en vez de eso debí alejar a todos y acercarme yo a ti.
- ¿Qué significa todo esto? – pregunto Sota viendo como Rikku se incorporaba sobre sus rodillas y se quitaba la camisa haciéndolo sonrojar al ver tan maravilloso cuerpo.
- significa que al fin serás mío, y yo seré solo tuyo – poniéndose a la altura de sus labios – te amo.
Iba a besarlo pero antes de ello Sota lo detuvo – significa que no estarás mas rodeado de chicas, verdad.
- nada de chicas, la verdad ni siquiera las tomaba en cuenta, solo tú estabas en mi campo visual y así será siempre.
- yo también te amo – Después de eso no hubo más palabras, Rikku le quito de a poco la ropa, acariciando la piel que se exponía ante el – es mi primera vez… yo tengo miedo…
- tratare de que no duela ya que también es mi primera vez, pero si llegase a doler no te asustes, se sentirá mejor.
Ya no dijo mas y bajo hasta la entrepierna de Sota, sobre la única prenda que quedaba que eran unos coquetos bóxer negros comenzó a acariciar el miembro algo ya despierto con su boca, los gemidos no tardaron en hacerse presentes y Rikku retiro la prenda, contemplando el cuerpo desnudo de su ahora Koi, tantos años soñando con eso y era perfecto, comenzó a succionar haciendo delirar de placer al moreno, sacándole un grito de placer al terminar en su boca.
- eso fue rápido – dijo Rikku mirándolo con lujuria.
- ¡no te burles! – dijo sonrojado el moreno.
-no lo hago, me alegra que te gustara mi boca – sonrió al ver como Sota se sonrojaba mas – ahora es mi turno – metió dos dedos a su boca ante la mirada del chico haciendo que sintiera una nueva pulsada en su entrepierna, pero pronto sintió incomodidad cuando esos dedos bajaron hasta su entrada asiéndose paso.
- ah duele.
- tranquilo, no tengo lubricante, ya que no pensé que esto fuera a pasar alguna vez, sino hubiera tomado una de mi padre – sonrió – pronto pasara – y así fue, poco a poco se iba acostumbrando.
-aah…aah Rikku – el rubio mientras preparaba la entrada mordisque y succionaba los rosados pezones del moreno, al igual que con su otra mano lo masturbaba, pero ya no podía mas.
- voy a entrar – dijo con voz ronca y se posiciono en medio de las piernas abriéndolas y posicionando su miembro en la entrada – te va a doler, pero es mejor que pase de a una – y sin darle tiempo de nada entro de una sola envestida – ¡Aaah!
- ¡AAAH! Bruto… - dijo aunque realmente no fue tanto el dolor, más bien la sorpresa, por lo que no tardo en empezar a moverse.
- creí que te había lastimado… mmm pero veo que ya te mueves – dijo comenzando a moverse el también.
- fue la sorpresa…ah… muévete más…. Rikku aaah – el rubio no se hizo del rogar y pronto ya las embestidas había comenzado a aumentar su velocidad y fuerza, pronto dio con el lugar que hizo volverse loco a Sota - ¡AAH DE NUEVO! Mas, mas… aah.
- ¡Sota!, aaah… que rico aprietas…. Sota…Sota… SOTA – sin poder mas se vinieron al mismo tiempo dejándose caer uno arriba del otro, el rubio busco sus labios y con su respiración agitada le sonrió a Sota – te amo.
- yo también – sonrió.
Mientras en la habitación de los mayores los dos se encontraban acostados boca arriba tapados hasta las orejas, cuando dejaron de escuchar los gemidos y gritos de los chicos se destaparon, dejándose ver completamente sonrojados, ambos se miraron.
- creo que… ya terminaron – dijo Shu muy avergonzado.
- creo que lo mejor será cambiarnos a un lugar que tenga paredes contra sonidos…