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While You Were Sleeping por LatexoHPo

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Notas del capitulo:

Vale, aquí el final de esta historia.


Pff! Nunca había tardado tan poquísimo tiempo en escribir un multi-chapter (aunque sea pequeño), pero mi imaginación -perversa, dicho sea de paso- anda muy activa en estos días. Y como ya tengo en mi mente otra historia *StarkSpangledBanner muy sexoso*, aquí el final de ésta.


 

El adormecimiento apenas se estaba estableciendo, estaba muy cansado. Sorbió por la nariz y no pudo evitar sentirse tan patético…

Y entonces el cuerpo bajo él se movió. Tony Stark abrió los ojos y se levantó de la cama (y del cuerpo del científico) como impulsado por un resorte. Oh, no. Esto no estaba contemplado. Esto no debería pasar…

Bruce le miraba penetrantemente, con el ceño fruncido, con la boca semiabierta. Tony se cubrió su propia boca para que el grito que estaba en su garganta no saliera. Su corazón se desbocó. Y cuando Bruce se incorporó de la cama, la única reacción de su cuerpo fue salir corriendo de la habitación.

"Dime que eso que acaba de pasar no era Stark completamente desnudo", inquirió Natasha Romanoff con la taza de café cargado temblando en su mano.

"Par de idiotas", dijo Clint pensando que no era necesario responder la pregunta de Nat. Ambos lo vieron y definitivamente ninguno estaba ciego.

Esperaron un rato más para ver si Bruce tendría alguna reacción a ese hecho. O si Hulk aparecía para querer arrancarle las pelotas a Stark. Pero ninguno de los dos hizo acto de presencia. Eso fue… desconcertante, mínimo.

~*~

 

Bruce se dejó caer en la cama otra vez, sin poder cerrar la boca ni borrar su gesto de total y absoluto desconcierto. Pensó en ir tras Tony, por supuesto, pero el rostro de su… ¿amigo? había sido demasiado perturbador como para aumentarlo todavía más.

¿Por qué lloraba? ¿Desde cuándo Tony Stark lloraba por acostarse con alguien? Vale que lo que acababa de pasar no era precisamente "acostarse con alguien". Pero de que era sexo, lo era. Contacto físico, fluidos (como los restos de semen en su vientre y que estaba seguro no era suyo), caricias, besos…. Bruce se llevó ambas manos al rostro y suspiró sonoramente; una pequeña sonrisa floreció en sus labios a pesar de todo. Una deliciosa y cálida sensación recorría todavía su cuerpo, como pequeñas descargas eléctricas pasando lentamente por su espina dorsal, guijarros de energía pura haciéndole cosquillas en el estómago. Se grabó la sensación de tener sobre suyo el cuerpo fibroso y francamente perfecto de Tony Stark.

Y entonces su sonrisa se borró y sus manos se alejaron de su rostro. Miró al techo, pensando en lo que acaba de pasar. Ya no el descontrol de Tony, sino esas lágrimas. ¿Arrepentimiento, tal vez? Quizá Tony se dejó llevar por un impulso puramente lujurioso y una vez descargó su tensión sexual todo cobró sentido para él. Y se arrepentía.

¿Y por qué él? Si Tony estaba en un período… caliente (se sonrojó al pensar de esa manera) tenía a su alcance a muchas personas que no dudarían en darle lo que quería. Pero entonces la huella de esas caricias llegó a su mente. No hubo lujuria pura en el comportamiento de Tony. La forma en que lo tocó, la manera en que le besó. Fue sutil, suave, cariñoso… amoroso. ¿Y si Tony…? No. No podía ser.

Gruñó frustrado. Su cabeza estaba hecha un lío, y definitivamente no estaba preparado para afrontar algo como eso. Ni ahora ni por la mañana y tal vez nunca.

~*~



Bruce sintió su estómago revolverse a media mañana del día siguiente. Cuando, temeroso, preguntó a JARVIS si Tony estaba despierto, la IA le dio una respuesta que no esperaba: Tony y Pepper se habían marchado a Estocolmo por un asunto 'urgente' de negocios y no había fecha para su regreso.

Casi pudo escuchar cómo se partía su corazón. Tony había huido (qué contradicción); huido de él y de lo que habían hecho. Porque para Bruce no fue asunto sólo de Tony. Él no se sintió ultrajado ni nada parecido. Si así hubiera sido, Tony estuviera aplastado -literalmente- gracias a Hulk. Hulk salía sin su consentimiento cuando había momentos de tensión, cuando alguien le hería o lo lastimaba y su vida peligraba; definitivamente Tony no lo había lastimado, al menos no físicamente. Eso que sentía en su pecho en ese momento le indicaba lo contrario.

Bruce pasó los siguientes días encerrado en el laboratorio, pensando que el trabajo le distraería. Nefasto. No sólo no se distrajo, sino que todo en el laboratorio le recordaba a Tony, y por ende sus manos, sus ojos, sus labios sobre su piel. Cuando rompió la segunda barrera infrarroja (con pinta de ser obscenamente cara) se dio por vencido. Así que pasó a lo siguiente en su lista anti-ansiedad: dormir. Fatídico. Simplemente le era imposible, sobre todo porque al echarse a la cama su memoria lo jodía. Toda la habitación en realidad era un constante y punzante recordatorio de lo que había pasado entre Tony y él. Y el par de veces que consiguió quedarse dormido, bueno, tener una casa de campaña por sábana y las pelotas llenas definitivamente no era un aliciente al olvido.

Gracias al cielo, sucedió algo que por fin pudo despejarle la mente. Le llegó una invitación para un simposio sobre Dosimetría, el cuál se llevaría a cabo en Halland. Física, Suecia… Tony. Bruce hizo las maletas y se marchó un domingo por la noche. Al despedirse de sus compañeros, no distinguió las sonrisas cómplices.

~*~


"Lo extrañas", le dijo Pepper por… ya había perdido la cuenta.

Tony la miró fastidiado. ¿Qué quería que hiciera? ¿Gritar a los cuatro vientos que sí, que extrañaba a Bruce Banner sobre todas las cosas? ¿Qué se sentía el ser más miserable y desgraciado sobre la Tierra por haberse aprovechado de él? ¿Qué todo su ego y superioridad se habían ido a la mierda al descubrirse no solamente enamorado como pre-adolescente sino también la cosa más cobarde el universo?

"Esto es lo más bajo que has hecho en tu vida, Tony. Y estás cayendo irremediablemente".

Tony ni siquiera se dignó a mirarla esta vez. Sí, su aspecto había desmejorado mucho, y lo peor es que no le importaba. Ni siquiera sabía cómo era capaz de mirarse al espejo por dos segundos antes de tirarlo al suelo. Malditos sentimientos humanos. Si pudiera, se convertiría a sí mismo en un gemelo idéntico de JARVIS. Un programa, algo que existía pero a la vez no. O tal vez le pediría a Thor que le permitiera vacacionar en Asgard, unas lindas y permanentes vacaciones.

"Bueno, puedes remediarlo. Eres Tony Stark, siempre lo haces", sonrió Pepper condescendientemente. ¡Genial! Ahora Pepper sentía lástima por él. "Regreso mañana a Nueva York, hay mucho trabajo que hacer. Compré dos boletos más, puedes usarlos cuando quieras".

Tras esas palabras Pepper se levantó de la mesa del restaurante del caro hotel en el que estaban cenando, la rodeó, le besó la mejilla y dejó un papel sobre la mesa. Luego se marchó con una bella sonrisa, con una chispa en los ojos.

Tony suspiró y prestó atención al papel que Pepper había dejado a su alcance. Era un folleto, sobre un simposio sobre Dosimetria, en Halland, al otro lado del país. Con manos temblorosas, Tony miró los nombres de los invitados especiales, y el alma se le fue a los pies. Bruce estaría allí. Bruce Banner. Su Bruce. Recorrió con un dedo el nombre en la lista. 'Compré dos boletos más, puedes usarlos cuando quieras' le había dicho Pepper. Dos boletos más. Bien, era hora de dejar su autoconmiseración y volver a ser Anthony Edward Stark: genio, billonario, filántropo… enamorado de Bruce Banner.

~*~


Bruce se había levantado muy temprano esa mañana. Suponía que su aspecto de científico loco no llamaría mucho la atención en un lugar lleno de científicos locos. Había preparado un breve discurso sobre sus avances en el tema de radiación ionizante, radiación X y radiación gamma y sus efectos en el cuerpo humano. Decir que estaba pletórico era poca cosa. Desde que su nombre ya no fue relacionado con ser un "monstruo" y en cambio las revistas científicas alababan su trabajo se sentía un poco orgulloso de sí mismo. Y eso, por supuesto, era gracias también a Tony, quien había promocionado su genio científico alrededor del mundo. Nunca había aceptado antes asistir a un simposio de Física en persona, ese no era su estilo, y estaba seguro de que el pánico escénico desencadenaría una trasformación. Imaginarse a Hulk aplastado a las mentes más brillantes del mundo no era agradable. Pero tenía ya en sus manos un boleto en el primer vuelo después del simposio hacia Estocolmo. Si quería resolver su vida, tanto si Tony le aceptaba o rechazaba, tenía que actuar de inmediato.

Cinco horas después, Bruce terminaba su explicación en medio de un sobrio pero sincero aplauso por parte de la audiencia mientras él sonreía tímidamente. Habló brevemente con algunos colegas, fue felicitado e invitado a más conferencias.

Cuando estaba a punto de dejar el recinto, vio una figura sentada en medio de la platea donde hasta hacia unos momentos sus espectadores le habían reconocido. Tony Stark le miró, y le sonrió. Bruce no vio en esa sonrisa alegría, era más bien una sonrisa de disculpa, cohibida. Y sonrió a su vez, tristemente, mientras apretaba en su pecho los informes de su exposición. Tony estaba ahí, y le decía con esa sonrisa que sus sospechas eran ciertas y estaba arrepentido. Quizá una disculpa, un sonrojo avergonzado, y un "seremos hermanos de ciencia de por vida", y eso sería todo. Guardaría sus sentimientos y las reacciones desvergonzadas de su cuerpo en lo más profundo de su mente y su corazón.

Tony tragó saliva, se levantó del asiento y rompió la distancia que lo separaba de Bruce Banner. Su genio, atractivo y sexy científico loco.

"Lo siento, Bruce. Lo siento mucho", fue lo primero que dijo cuando estuvo a sólo medio metro del otro. Bruce bajó el rostro y asintió apenas, iba a abrir la boca para decir algo, pero se calló cuando Tony se acercó más y posó su mano sobre su mejilla. "Siento haberte hecho… lo que te hice. Pero estaba desesperado. Debí quedarme, arrodillarme si era preciso para pedirte perdón. Y luego volver a hacer lo que hice bajo tu consentimiento".

Y los ojos de Bruce casi se salen de sus órbitas. Creyó haber escuchado mal. Sí, estaba muy aturdido por su éxito en el simposio, estaba abrumado por la presencia de Tony, y eso le hacía escuchar cosas que no estaban siendo dichas… ¿verdad?

"Lo siento", repitió Tony y el contacto de su mano sobre su rostro desapareció. Tony había bajado los hombros. "Sé que este no es el lugar ni el momento para este tipo de declaraciones. Y estoy preparado para tu rechazo, también para que me odies por el resto de tu vida…"

Y Bruce Banner tiró sus informes, avanzó la poca distancia que le separaba de Tony Stark, y ahí, en medio de los ojos curiosos de la prensa científica, de sus colegas, de las mentes brillantes del mundo, le besó. La sorpresa inicial del multimillonario se esfumó a los pocos segundos y respondió a ese beso con toda la pasión y necesidad que hasta entonces había alojado en su pecho.

"Tengo una suite en el Quality Hotel, ¿quieres seguir disculpándote ahí?", preguntó Bruce rojo como un tomate cuando se separó de Tony para capturar un poco de oxígeno y vio de reojo que eran blanco de todas las miradas.

~*~


Los besos se volvieron hambrientos, jadeantes, necesitados. ¿Qué había muchas preguntas y dudas? Sí, pero ahora mismo no eran importantes. Lo imperioso en ese momento era dejar atrás la angustia, la desesperación y la exigencia de sus cuerpos.

Tony tenía bien ganado el sobrenombre de "playboy", eso seguro, pensó Bruce cuando ese mismo playboy le despojó de la ropa que le cubría. Pronto ambos estaban desnudos, cayendo a la cama sin dejar de besarse, de explorarse. Tony jugueteó con el vello en el pecho de Bruce, besó y disfrutó sin prisas el cuello, aspiró ese aroma embriagador, lamió y mordió las clavículas del científico.

Hacia mucho tiempo que Bruce no se entregaba a la pasión por miedo a convertirse en Hulk en medio del asunto y aquello terminara de manera espantosa. Sin embargo, si de algo estuvo seguro mientras correspondía a las caricias de Tony (¡Dios, cómo las había extrañado!), era de que no cambiaría. Porque Hulk, en su interior, había ronroneado y se había dormido, como si le hubiera dado permiso de amar a Tony, como si él también necesitara de ese contacto. Hulk no asaltó su mente en ningún momento. Ni cuando Tony mordió su lóbulo izquierdo haciendo galopar su corazón, ni cuando Tony atrapó entre sus dedos su miembro para masturbarlo en una deliciosa tortura. Tampoco cuando Tony jadeó su nombre en su oído antes de introducir su lengua en su boca y comenzar una lucha húmeda y chasqueante.

Y si había algo que le importara a Tony menos que nada en ese momento era el saber que Bruce podría convertirse en el amigo verde. ¡Qué va! Tony miró los ojos profundos de Bruce bajo él y vio en ellos sólo el abismo brillante de sus pupilas dilatadas por la excitación, ningún atisbo del verde de Hulk. Sólo Bruce, solamente Bruce y su apasionada entrega. Por eso estuvo seguro de llevar una mano de Bruce hasta sus labios, besarla delicadamente mientras sentía el agarre posesivo del otro en sus caderas, mientras sus miembros se rozaban desesperadamente, mientras utilizaba su otra mano para alcanzar el lubricante que había sacado del bolsillo de su traje y dejado en la mesita de noche apenas entraron a la suite del científico.

Bruce le miró y luego al frasquito que ya destapaba con sus dientes, en un gesto salvaje. Tony vio cómo alzaba una ceja interrogativamente.

"Siempre estoy preparado", murmuró cuando al fin pudo abrir el frasco antes de besarle voluptuosamente. Bruce gimió en su boca, cerró los ojos disfrutando de cada nueva sensación que Tony, sus labios y sus manos le provocaban.

Los dedos de la mano que Tony todavía tenía atrapada entre la suya fueron colmados con el líquido pegajoso. Y enseguida llevados hacia el firme y redondo trasero del millonario. Bruce abrió los ojos para ver la reacción de Tony una vez uno de sus dedos se introdujo fácilmente debido al lubricante. Tony se arqueó sensualmente sobre él. Bruce dejó atrás todas y cada una de sus inseguridades con sólo ver ese seductor rostro, y pronto tenía ya dos dedos aprisionados entre las calientes paredes de Tony Stark.

Cuando Tony se sintió lo suficientemente preparado, alzó su cuerpo para que Bruce sacara sus dedos. Fue el mismo Tony el que recargó sus manos sobre el pecho ajeno, alzó las caderas y se introdujo lentamente en el palpitante miembro de Bruce, sentándose sobre él, contorsionado su rostro primero en un leve dolor y luego rumiando un sensual gemido. Bruce no se movió, dejó que Tony le indicara cuándo era el momento. No pasó mucho, Tony se inclinó un poco y besó sus labios, tomó sus manos y las ancló firmemente en sus piernas y cuando rompió el beso, se aferró a sus hombros y comenzó a moverse satisfactoriamente.

Bruce no lo pensó dos veces y dejó que su cuerpo reaccionara a la increíble sensación de estar dentro de Tony Stark. Dejó que Tony llevara el ritmo, deleitándose con sus expresiones, con sus palabras susurradas a veces, injuriadas en otras. Dejó que las uñas de Tony se clavaran en su pecho cuando tocó ese punto sensible dentro de él. Se llenó de Tony Stark. Se llenó de su cuerpo, de su esencia, de sus sentimientos.

La habitación parecía ya un horno, los gemidos y exclamaciones la llenaron junto al calor que los inundaba, junto al sudor que escurría de los dos y entre los dos, junto al placer cuando Bruce decidió mover sus caderas para seguir el ritmo de Tony, cuando llevó una de sus manos al miembro erecto y necesitado de Tony para aliviarlo.

Tony Stark se vino con un grito, dejando que su esencia se esparciera en el vientre de Bruce, y fue un millón de veces mejor el que Bruce estuviera completamente consciente de ello. Bruce sólo se permitió un par de estocadas más antes de eyacular dentro de Tony. Casi enseguida recibió en sus brazos el cuerpo lánguido del otro. Le acarició la espalda mientras ambos recuperaban un poco el aliento. Luego volvieron a besarse, besos cortos y chasqueantes, se sonrieron.

Tony se separó de Bruce y se acomodó sobre su cuerpo, hasta ahora notaba lo tremendamente bien que embonaban sus cuerpos. Separó los rizos pegados en la frente de Bruce, le besó una vez más.

"No sabes cuánto deseaba esto, Bruce. Que estuvieras despierto, dispuesto a mirarme mientras follamos como locos". Bruce rió un poco. Luego miró a Tony con una ternura que hizo que el millonario se estremeciera y soltara las palabras que habría dado un brazo y más por escuchar: "Te amo".

"¿Cuándo te diste cuenta de eso?", susurró Bruce con un nudo en la garganta.

"Lo sabía desde hace mucho tiempo. Lo acepté mientras dormías".

Y eso fue suficiente para Bruce Banner. Suficiente para responder su propio 'Te amo también' en el oído de Tony Stark. Para saber que era suyo. Completamente.

~*~



Steve tenía sendos rubores en las mejillas, pero una pequeña sonrisa curvaba sus labios. Clint y Natasha sonreían de forma gatuna, satisfechos. La estruendosa risa de Thor estaba llena de alegría. Pepper Potts no podía, simplemente, dejar de sonreír.

Y los ojos de todos estaban puestos en la pantalla holografica que JARVIS muy amablemente había puesto para todos en medio de la sala. En ella, la imagen de las noticias de la mañana se mostraba en todo su esplendor: Bruce y Tony se besaban en medio de una sala llena de científicos respetables, científicos que tenían la boca abierta. Bajo la imagen, una etiqueta que decía: Demostración Física en Suecia.

'Los científicos más renombrados se vieron sorprendidos la noche de ayer por la exhibición Física (aunque no hablamos de ese tipo de Física precisamente) entre Tony Stark, a.k.a. Iron Man, y el Doctor Robert Bruce Banner, miembro activo de la comunidad científica, que acababa de dar su exposición sobre radiación…'

La voz de la reportera fue silenciada con un leve movimiento de mano de Pepper.

"Operación: Mientras Dormías dio resultado. Gracias por su cooperación.", dijo la pelirroja antes de guiñarles un ojo.

Steve negó con la cabeza sin dejar de sonreír. Thor palmeó su espalda. Clint y Natasha chocaron las palmas. Sí, todo había salido a la perfección. Aquellos dos sólo necesitaban un empujón. Suecia era un bonito lugar para hacerlo. Sólo esperaban que la luna de miel no se prolongara hasta después de que un nuevo villano apareciera en escena. Aunque quizá sería un aliciente el combate, porque Tony podría descansar mientras Bruce dormía.



~FIN~

Notas finales:

Muchas gracias por acompañarme, por leer y por sus comentarios.

 

Mil besos y nos leémos!!!

 

PD. Sip, me gustó la idea de que Bruce fuera el 'activo' para variar esta vez. Me gusta Tony bajo Steve en los Stony, ¿por qué Bruce iba a ser la excepción? ;)


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