Capítulo 4.- Todo el Mundo tiene Secretos.
Alvida no se detendría ante nada, por 18 años había logrado esconder su más preciado secreto y ningún tonto ladrón se lo iba a arrebatar. Por eso en cuanto supo que Killer se encontraba en esa aldea amenazo a uno de los bandidos para que le digiera el final del túnel.
Era aquel tronco hueco el cual marcaba el final del túnel. Después de un rato, se abrió bruscamente, pero no era Killer, si no que un par de hombres, rubio y pelinegro.
-Si lo vuelvo a ver, lo mato- dijo Crocodile.
-Vámonos, no deben de estar muy lejos de aquí- hablo Doflamingo.
-O tal vez podrían dejar de pelearse como un par de perros persiguiendo un hueso- dijo Alvida mientras mostraba la bolsa con la corona dentro. Ante la escena, Doflamingo y Crocodile sacaron sus espadas, en señal de amenaza.
-Calma, chicos, no hace falta- les aventó la bolsa –Ahora si me disculpan, estoy en busca de algo que vale más que mil coronas.
Ambos hombres la miraron con una sonrisa.
-¿Qué es?
-La venganza contra Eusstas- le dijo mientras le mostraba un cartel del muchacho.
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Killer y Luffy se encontraban caminado por el bosque, ambos fueron a buscar madera para poder encender la fogata y mantenerse tibios durante la noche.
-¿Por qué decidiste huir?- pregunto Killer.
-¿Ah? Te refieres a mi familia, ese estilo de vida no era lo mío, así que hui en cuanto tuve la oportunidad, yo no podía quedarme quieto, siempre desee tener aventuras. Encontré la aldea y con ella, a varios amigos- Luffy sonrió.
-¿No tuviste miedo?- Killer no creía que un chiquillo fuera incluso más confiable que cualquiera que hubiese conocido. Era confianza o solo estupidez.
-Bueno, tal vez al principio, pero conocí a Law y con él estoy más feliz que nunca.
Killer noto un brillo especial, lo conocía muy poco y cuando le pregunto a Alvida que significaba todo, ella le respondió que solo era un disfraz de los humanos para evitarse sentirse traicionados. Pero ahora que él lo veía con sus propios ojos, podía confirmarlo.
-¿Sabes? Law quiere ser un gran doctor, pero como no tuvimos suficientes recursos, yo lo empecé a ayudar en el shishishi negocio.
Killer rio ante tal comentario.
-Debemos volver Luffy, la noche ha caído y tenemos toda la leña suficiente.
-Si- Luffy se acercó a Killer para volver ambos al pequeño campamento que habían preparado.
Kid y Law se encargaron de prender el fuego con las leñas reunidas.
-Hubiésemos traído más, pero la noche ya había caído- hablo Luffy.
-Con estas son suficientes, solo necesitamos secarnos- comento Kid.
Killer se acercó al fuego para secar su cabello, mientras lo hacía noto que la mano de Kid estaba vendada.
-¿Te cortaste?
-Eh… Si. Cuando estaba moviendo las rocas, pero solo es un poco.
-¿Ustedes igual están heridos?
-No es nada, mi brazo es resistente- explico Law.
-No tienes de que preocuparte, puedo caminar shishishi.
Su se escabullo al lado de Kid para ver la herida.
-Déjame ver- le ordeno Killer.
-¿Qué? Ya te dije que estoy ¡Eso duele niño!
-No seas llorón Kid- hablo Law.
Era solo un pequeño corte, tardaría tal vez media semana en sanar. Killer rio maliciosamente.
-¿Quieren ver que hace mi cabello?- Kid y Law lo miraron espantados, pero al parecer fue Luffy el más emocionado.
-¡Yo sí! ¡Yo sí!
-Bueno, siéntense
Killer uso un largo mechón para cubrir las tres heridas. Kid hizo una mueca de dolor al sentir la herida con el cabello.
-¡Miren! Ahora soy rubio shishishi
Killer rio ante las bromas de Luffy, quien se había puesto a modo de peluca, el pelo rubio de Killer, el definitivamente lograba acabar con la tensión en el ambiente.
-Oye, te muestras muy enigmático mientras envuelves mi herida en tu ¿cabello mágico?- en serio, Kid estaba más nervioso.
-Bueno, solo no entren en pánico ¿sí?- los tres lo miraron algo confundidos, pero enseguida movieron la cabeza en señal de afirmación. Una vez que la herida estaba totalmente cubierta, cerró los ojos y empezó a cantar.
Los tres chicos veían como si un rio dorado los envolviera, pues era justo lo que estaba ocurriendo, Killer había empezado a cantar y su cabello empezó a brillar.
Killer abrió los ojos y lo primero que vio fue a Kid, Law y Luffy con caras de asombro. Retiraron el mechón de la herida y abrieron más los ojos al ver que estaba curado, preparándose para gritar, Killer rápidamente reacciono.
-¡No entren en pánico!- les recordó.
Los gritos de asombro se ahogaron en su garganta y no sabían si mirarlo a él o mirar la herida.
-N-n-no hay p-pánico- respondió nervioso Kid.
-Esto es intrigante- revisaba Law su brazo al verlo en perfecto estado.
-¡¿Desde cuándo puedes hacer esto?!- preguntaba emocionado Luffy.
-Bueno… creo que desde… siempre- le contesto algo inseguro, pero su mirada cambio a una de nostalgia –Mi madre me dijo que cuando era solo un bebe, muchos intentaron cortarlo, anhelaban el poder que otorgaba. Pero cuando lo cortas, se torna pálido y pierde su poder.
Killer les mostro un mechón cortado, era fácil de identificar ya que era el más pálido.
-Este don debe ser protegido- Killer bajo la cabeza –Por eso mi madre nunca… por eso yo nunca había salido…
-¿Nunca abandonaste la torre?- le pregunto Kid, el rostro de Killer lo decía todo -¿Regresaras aun así?
-Bueno… yo… -Killer suspiro –Esto es complicado- Killer escondió su rostro entre sus manos.
De nuevo un ambiente tenso.
-Hay que buscar más leña Luffy- se levantó Law de su asiento. Prefería el silencio, pero ese silencio ya era molesto.
-¡Pero trajimos bastante! Oye, Law ¡Bájame!- Luffy estaba golpeando la espalda de Law.
-Nos vemos después- hablo Law y en cuanto estuvo lo suficientemente lejos le guiño el ojo a Kid, quien lo interpreto como un “Arréglalo”.
¿Qué podía decirle? Nunca fue bueno hablando ni haciendo amigos.
-Entonces… tu verdadero nombre es ¿Eusstas Kid?- saco Killer de sus pensamientos a Kid.
-Bueno, si lo es. Pero no te contare las desgracias de un triste huérfano- trato de hablar con naturalidad, pero se notaba algo de nostalgia y tristeza. –Es deprimente.
Estaba renuente a hablar, pero Killer se acercó a él mostrándole una sincera sonrisa.
-Está bien. Entendí el mensaje… ¿Por dónde empezare? Había un libro, siempre lo leía a los otros huérfanos, “Las Aventuras del Pirata Eustaquio” un famoso pirata en su época, grandes aventuras, rico, poderoso y también muy afortunado en cuanto a las chicas.
-¿Una buena vida?
-Si. Con toda esa fortuna podía hacer todo lo que quisiera, viajar donde él quisiera. Y para un niño, sin nada ni nadie… pues era lo mejor.
Killer comprendió que detrás de esa fachada de matón y buscapleitos, era solo un chico buscando la felicidad.
-¿Sabes? Law quiere ser un gran doctor, pero como no tuvimos suficientes recursos, yo lo empecé a ayudar en el shishishi negocio.
Recordó las palabras de Luffy, todos tenían un sueño que cumplir. Algo que anhelaban tanto, que el único método de conseguirlo fue a través del robo.
-No se lo cuentes a nadie, eso dañaría mi reputación- le susurro Kid.
-No la arruinare- le contesto con más confianza Killer.
-Una falsa reputación es todo lo que me queda- rio Kid.
Ambos rieron, Kid más al ver que su acompañante no estaba tan triste como antes, y eso de alguna manera lo alegraba. Tal vez le estaba tomando cariño al chico.
-¿Puedo decirte algo?- Kid la miro confuso –Creo que Eusstas Kid, es mejor que solo decirte Eusstas.
-Eso te convierte en el primero. Iré a buscar ese par de tortolos- Kid se levantó de su lugar y al momento de irse le revolvió algo de cabello a Killer.
Killer volteo confundido a verlo, se sentía extraño, su corazón había empezado a latir demasiado. Le agradaba Kid y eso le hacía sentir feliz. Hasta que una voz le hizo volver a sentir el miedo.
-¡Vaya! Creí que jamás se iría.
-¿Madre?
Alvida había visto toda la plática, incluso cuando Killer mostro su don. Eso haría las cosas más fáciles. También noto una mirada entre su hijo y el pelirrojo.
Sonrió aún más, no hay nada como un corazón roto para manipular a la persona.
-Hola mi niño- saludo amorosamente Alvida.
-Pero… ¿Cómo me encontraste?- preguntaba con temor Killer.
-Oh, solo escuche las voces de la traición hacia tu madre y las fui siguiendo.
-Lo siento madre, yo…
-Nos vamos a casa, ahora.
Killer detuvo a su madre de la mano –No lo entiendes madre, todo ha sido tan alegre, he visto muchas cosas y conocí a varias personas.
-Sí, los ladrones, estoy tan orgullosa jajaja camina ahora Killer.
-Aguarda, es que… creo que le agrado a Kid.
-¿Le agradas? Pero mi niño, que demencia. Mira toda esta amistad que te inventas, solo es parte de tu profunda inocencia. ¿Por qué le agradarías? ¡Mírate!- Alvida tomo el cabello de Killer -¡¿Crees que esto lo impresiono?! No sean tontito, vuelve conmigo, ya que soy sabia y…
-¡No!
-Oh… con que ahora esto es así.
Si, la impresiono, Killer nunca le había contestado de esta forma, su hijo estaba tomando carácter y aprendiendo a ser maduro, todo debido a la confianza de esos tres ladrones. Pero conocía el historial de ellos, solo debería degradar su corazón.
-Muy bien, si es que estas tan seguro dale esto y ya verás- la corona estaba en sus manos.
-¿De dónde…?- preguntaba sin poder comprenderlo.
-Esto es lo que quiere él, no te equivoques, dáselo y comprobaras.
-Lo hare.
-Créeme, así va a abandonarte y sabes bien que te lo advertí. Ponlo a pruebas y lo sabrás. No te quejes si te miente… Sabia es mama.
La oscuridad de la noche cubrió de a Alvida, lo que le hizo más fácil desaparecer.
Killer miraba hacia donde había visto a su madre, tenía la corona en sus manos ¿Qué haría? ¿Se lo daría en ese momento?
-No interrumpas a la gente en un buen momento- escucho a Law a la distancia.
Killer despertó de su trance y rápidamente escondió la corona en un tronco hueco, se sentó de nuevo cerca de la fogata y vio a sus tres amigos acercarse.
-Yo no interrumpí nada, es más ¡no vi nada!- gritaba Kid quien estaba tan sonrojado que su cara hacia competencia con su cabello.
-Shishishi, tu cara dice lo contrario Kid- carcajeaba Luffy -¿Ah? ¡Oí, Killer!- Luffy se acercó corriendo a su amigo -¿Qué te ocurre?
-Ah… Nada, es que me distraje.
-Oye, de casualidad puedo desarrollar alguna habilidad con tu don, créeme eso sería fantástico- se le acerco Kid.
Killer no quería desconfiar de Kid, estaba muy seguro que él no lo iba a traicionar. Pero por el momento le ocultaría lo de la corona.
Alvida sonrió con satisfacción, había logrado plantar la semilla de la duda en el corazón de Killer, y eso le era muy beneficioso.
-No te preocupes Killer, todos, todo el mundo tiene secretos.