Capítulo 5.- Misión: Entrar Sin Ser Vistos
Caída la noche, los cuatro se acomodaron para dormir cómodamente y alejados del frio, Law y Luffy durmieron juntos, Killer se acostó cerca de un árbol junto con Su, quien arropo de igual manera con su vasto cabello y Kid decidió dormir cerca del fuego, por lo menos así evitaría morir de frio.
Durmieron profundamente, ignorando la mirada fría y malévola que los acechaba desde la oscuridad.
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A Kid lo empezaba a molestar la luz del sol, tal vez eligió un mal lugar para dormir, después de todo, él no estaba acostumbrado a dormir en pleno campo abierto.
Una gota de agua cayó por su rostro.
-Genial, ahora lloverá- decido a moverse de lugar, abrió los ojos para acomodarse, pero no conto con un par de ojos mirándolo furiosamente. –Oh, eres tú- creyendo que tal vez seguía soñando. –Bueno, espero y quieras disculparte- regreso a su posición para seguir durmiendo. No lo consiguió.
Un grito desgarrador y muy agudo despertó bruscamente a los tres chicos quienes se miraron confundidos y vieron como el “mejor ladrón” era siendo arrastrado fuera del pequeño campamento por un pequeño reno.
Inmediatamente Killer y Luffy fueron a jalar a su amigo, tomándolo de la mano.
-¡Ya, suéltalo!- le pedía Killer al reno.
-Nunca- respondió el renito entre dientes, ya que si hacia el pequeño movimiento de hablar soltaría a Kid.
-¿Él mapache puede hablar?- pregunto curioso Trafalgar mientras se sentaba en el tronco.
-¡No soy un mapache!- Chopper se dio cuenta de su error, soltó a Kid y por la inercia ejercida, los cuatro cayeron al suelo.
Chopper dispuesto a volver a morder a Kid estaba preparado para otra revancha, de no ser por el rubio que se interpuso entre ellos.
-Oye, cálmate… cálmate- Chopper no le quitaba los ojos a Kid, pero cuando el chico se puso entre ellos, no solo le llamo la atención aquel extraño chico, si no el hecho de que un pequeño zorro blanco le estaba dando indicaciones de que se calmara.
Chopper se sentó como si de un perro obediente se tratara.
-Buen chico- lo alago Killer.
-¡Oh! ¡Eres una mascota!- grito Luffy
-No lo soy mocoso- respondió Chopper.
-Vamos, pareces un buen chico… este… ¿Cuál es tu nombre?- preguntó Killer.
-Tony Tony Chopper- contesto a regañadientes.
-Buen chico Chopper- le hablo Luffy.
-Malditos, no crean que por alabarme me voy a poner feliz- Killer y Luffy sonrieron al ver aquel pequeño reno moverse completamente feliz.
Los dos mayores veían extraños la escena, mas Kid, él había visto como ese reno se había empeñado en atraparlo, lo había perseguido sin descanso por todo el bosque, en su opinión, daba más escalofríos su determinación que saber que Doflamingo y Crocodile querían matarlo.
-Esto debe de ser un mal chiste- dijo Kid frustrado –Ese mapache es muy cruel.
-Claro que no- respondió Killer quien le empezó darle dulces a Chopper –Yo creo que es lo más adorable que uno puede haber visto.
-¿Quién está cansado de buscar al hombre malo?- le decía Luffy.
-Bastardos, no me hacen feliz- reía tontamente Chopper.
A Kid y Law una gota de sudor bajo por su frente, de verdad no entendían a los chicos de ahora. Killer no era tonto, no alababa a Chopper solo por caerle bien, tenía un plan en mente.
-Oye, Chopper- lo llamo –Sucede que este es un día muy importante.
-¿Importante?
-Veras- Killer se levantó y acerco a Kid a Chopper –Lo necesito para que me guie al reino- Chopper sabía muy bien que le pedía -¿Podrías no arrestarlo ahora?
Se puso a la defensiva.
-¡No puedo hacerlo! ¡Es un ladrón! Y cometió un error muy grave contra el reino y la familia real debe de ser entregado.
-Es solo por 24 horas, luego ustedes dos pueden volver a corretearse por el bosque ¿Qué dices?
Ambos no aceptarían, Kid resoplo ante tal tonta idea, de ninguna manera podría llevarse bien con el mapache.
Killer bufo, esto tal vez sería algo difícil.
-Es mi cumpleaños- la mirada de Chopper se suavizo –Solo quería decirte.
Renuente, Chopper extendió su pata. Solo serían 24 horas.
Un sonido llamo la atención de los presentes. Killer camino hacia el origen del sonido, seguido por los otros.
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La sonrisa y el asombro no podían verse mejor en su rostro, frente a ellos, estaba un puente que unía al bosque con el reino, el cual estaba ubicado en una isla. Los muelles se conectaban a través de las calles adentrándose por todo el lugar. Los puestos abundaban en frutas, pan, dulces y brillantes telas.
Law detuvo a Kid y Luffy.
-Debemos de ser muy cuidadosos, ninguno somos muy bien recibidos aquí.- los otros dos asintieron.
-¡Veanlo!- grito Killer mirando a sus amigos como si fuera un niño pequeño.
Cuando los cuatro entraron el lugar estaba siendo decorado con brillantes banderas con un sol, emblema del lugar, ¡era una fiesta! Y en medio de tantos lugares, se alzaba a simple vista, el castillo en el que vivía la familia real.
Killer avanzo emocionado, pero casi cae cuando las personas empezaron a pisar su cabello, entre los cuatro empezaron a recogerlo.
-Esto será un gran problema- comento Law.
-¿Cómo llevaremos mi cabello?
Voltearon en busca de respuestas, si claro, como si cayeran del cielo. Luffy vio a un grupo de niñas trenzándose el cabello.
-¡Oigan!- les grito Luffy, las niñas levantaron la mirada -¿Quieren ayudarnos?- las pequeñas sonrieron y gustosamente aceptaron.
Así que mientras Killer era peinado para hacer un poco más pequeño su cabello, Luffy, Law y Kid eran ayudados por Chopper para pasar desapercibidos por los guardias.
Killer se paró y miro su cabello recogido, les agradeció a las niñas por tan excelente trabajo.
A Kid le llamo la atención el aspecto de Killer, sin darse cuenta empezó a sonreír, y miro a sus tres acompañantes quienes le miraron con cierto coqueteo, que no le agrado en lo más mínimo. Iba a golpearlos de no ser porque Killer se dirigía hacia ellos.
-¡Chicos! ¡Vamos rápido! Hay que recorrer el lugar.
Se levantaron de sus escondites, pero Luffy detuvo a Law.
-Killer, Torao y yo tenemos algo que hacer aquí. ¿Y si mejor se adelantan?
Kid y Killer lo miraron confundidos, Luffy no era un chico que casi tomara decisiones por sí mismo. Pero al final aceptaron.
Así que Kid y Killer empezarían a recorrer el lugar ellos dos.
-¿Qué es lo que quisieras ver?- le pregunto Kid.
-Bueno… lo que sea.
-Más específico, no soy un psíquico y no puedo saber que ocurre en esa rara mente tuya.
-¿Libros?
-Eso suena mejor. Kid tomo de la mano a Killer y caminaron hacia la librería más cercana, seguidos por Chopper para evitar cualquier intento de escape. Cuando entraron Killer se quedó sin habla al ver el lugar repleto de libros, de diversos tamaños, colores y temas.
-Son demasiados.
Kid volvió a sonreír, hasta que se dio cuenta que parecía un bobo, ¿es que hoy se sentía enfermo? Hasta que se dio cuenta que aún seguía tomado de la mano con Killer, el sonrojo en su rostro competía con su cabello.
-Bueno- dijo mientras se soltaba de Killer –No soy muy apegado a la lectura, pero aquí podrás encontrar varios libros.
Killer empezó a recorrer los pasillos buscando algunos libros de su interés, su mayor entretenimiento siempre fueron los libros, gracias a ellos podía conocer un poco del mundo de afuera.
-Me gustaría tener más libros en la torre- comento Killer –Los he leído muchas veces que puedo decirlos de memoria.
Kid solamente podía observarlo, aparte de los cuentos infantiles en el orfanato, no había leído mucho. La lectura no era su fuerte, prefería poner más las aventuras en práctica. Pero debía de admitirlo, ver al rubio sonriendo ilusionado con el conejo a su lado, lo hacía sonreír, de nuevo.
-¿No tienes hambre?- pregunto Kid sacando a Killer de sus pensamientos.
-Bueno, muy poca.
Killer, reprochando sobre no querer irse, se levantó de su lugar y puso a Su sobre su cabeza, que era donde más se sentía cómodo y junto con Kid ordenaron todos los libros.
-Deja de enojarte, que ese bello rostro de arrugara.
¿Eso fue un halago? Killer sintió su rostro arder, incluso Kid que después de un momento reacciono a su comentario y se sintió nervioso.
-Mejor… mejor… caminemos. Por aquí vendían una deliciosa comida.
Kid empezó a caminar un poco lejos de él, Killer sonrió ante el acto, de verdad le caía bien Kid… ¿o era algo más?
-Vamos tras él- apareció Chopper por detrás de él –Dudo mucho que quiera verse siendo el ladrón más tonto.
Killer rio ante el comentario y ambos fueron tras Kid.
Kid seguía nervioso ¿Por qué? Por el lindo comentario que le había hecho a su ¿amigo? ¿Compañero? Trago un poco ¿pareja? Ahora sí que estaba más rojo.
Cuando volteo vio como Killer miraba fijamente a los niños que dibujaban con pequeños gises de colores en la explanada del centro. Recordó que vio las paredes de la torre decoradas, lo admitía, él chico no dejaba de sorprenderlo.
-¿Otra vez sonriendo?- apareció Law detrás de él, Luffy paso a su lado y fue directo a Killer.
-Hay no, ustedes otra vez.
-¿Divirtiéndote con el rubio?
-Pues sí, es más amigable cuando estamos los dos.
-Lo creo, ¿qué dices tú Chopper?- le pregunto al reno.
-Pues parecían dos tortolitos enamorados kukuku- ambos empezaron a reír y Kid no podía ocultar su sonrojo, Luffy dejo a Killer y fue con Law
-Iré por algo para ustedes par de tortolos- se burló Law y se alejó con Luffy, quien se llevó a Chopper.
Algo en su interior le decía que tanto Law como Luffy lo provocaban. Decidido ir a ver que dibujaba Killer, quien se había hecho un espacio rodeado de varios niños.
Kid vio con asombro como Killer estaba tan concentrado tratando de dibujar un barco. Killer lo hacía como agradecimiento a Kid por la manera en como su relación estaba mejorando.
El rubio se paró y miro su dibujo terminado, un barco, pirata a ojos de Kid, envuelto por millones luces flotantes, los aplausos y halagos por tan magnífica obra de arte no se hicieron de esperar.
Kid vio que Killer empezaba a llamar demasiado la atención y antes de que los guardias empezaran a sospechar algo lo tomo del brazo y empezó a correr con él, como no veían por donde iban terminaron chocando con Chopper.
-¿Y Law y Luffy?- pregunto Kid.
-Dijeron que te esperaban en el muelle al atardecer- le susurro Chopper
-¿Podemos ir a comer?- fue lo primero que dijo Killer-
-¿Ah? Si, vamos.
Kid vio que a Killer le llamaban mucho la atención los banderines con el emblema del sol. Le compro un banderín morado. Killer en forma de agradecimiento lo abrazo y salió corriendo junto con Chopper.
Kid se quedó estático mientras miraba como Killer y Chopper caminaba entre saltos y risas. El corazón empezó a latirle muy fuerte, estaba sintiendo una gran felicidad.
Cuando llegaron a los puestos, Kid decidió comprar algo de pan y Killer lo esperaba, pero algo llamo su curiosidad, noto el marco con el dibujo de una familia hecho en mosaico. La familia mostraba lo que parecían ser los reyes con un bebe.
-Es para el príncipe- decía una pequeña niña mientras dejaba una flor.
-¿Príncipe?- Killer se acercó al mosaico y miro al bebe que sostenían los dos reyes. Se le hacía muy familiar la cara… pero ¿Dónde? Un sonido empezó a llamar su atención y noto que era música. Se acercó un poco a contemplar la melodía cuando sintió como era jalado hacia la danza por un par de niñas.
Vio que Kid lo miraba sonriendo. Le extendió un brazo invitándolo a bailar.
Kid movió la mano diciéndole que no, pero Chopper termino empujándolo y cayó cerca de la pista, lo cual aprovecharon algunas personas para meterlo a bailar.
Su y Chopper miraban como el par empezaba a bailar cada vez más cerca.
Finalmente con el ritmo de la música y los pasos del baile, Kid y Killer quedaron juntos. Por un momento, el tiempo se detuvo para ambos, era una gran sensación de bienestar y plenitud.
Sus manos quedaron entrelazadas, estaban tan cerca el uno del otro.
Entonces los aplausos los trajeron a la realidad. Inmediatamente se separaron. Kid noto como el sol se estaba ocultando, trayendo consigo la noche.
Kid se acercó al rubio quien seguía emocionado con todo lo que se encontraba.
-Ya es hora- le dijo.
El rostro de Killer apareció una enorme sonrisa, esta sería una noche que ninguno olvidaría.