▬ C a p í t u l o 0 2 ▬
Colapso.
A pesar de que pensé todo se había arreglado desde el día que conversamos, nada cambió. Una
vez volvimos a estar solos inventaba excusas para encerrarse en su cuarto, ir en busca de algo
que olvidó entre muchas otras cosas. Ya no sabía que hacer con semejante comportamiento
extraño, ya que cuando me dirigía a él, me trataba como siempre, a excepción de que se la pasaba
evitándome.
Lo echaba de menos, más de lo que podría haber imaginado nunca, estaba acostumbrado a tenerlo
a mi lado, que estuviese distante solo me hacía sentir que algo andaba mal, como si mi mundo de
pronto le faltase una parte, algo que siempre tuve, un órgano vital. Uno no piensa regularmente en
que está respirando, cuando te dicen que es lo que más te gusta hacer, jamás dices respirar; con
Jonghyun la situación era la misma, si me preguntan por mi mejor amigo no diré su nombre, pero
sin él no puedo vivir.
Aquella tarde estaba completamente agotado, estuve filmando con Arisa nuestro programa juntos,
“We Got Married Global”, el que me agotaba profundamente, a pesar de que con ella éramos
completamente compatibles, no podía sentirme atraído por ella de verdad.
Cuando veía a Taemin en la televisión, no parecía que fingía su interés por la chica que se le
asignó, Naeun de A-Pink. Me pregunto si él estaba fingiendo o realmente se le daba natural
comportarse de ese modo con ella, porque a mi no se me da, a pesar de que tengo facilidad con
las chicas, debo actuar un papel que no me gusta interpretar cuando voy a por ellas.
Ahora por fin en mi cuarto pude detenerme a pensar, recostado sobre mi cama observé el
camarote que tenía sobre ella, llevando mis manos tras la nuca, sin poder quitarme de la cabeza al
vocalista principal de mi grupo, quien tantos dolores de cabeza me estaba dando por estos días.
●
Para que voy a mentir, desde que me uní a la banda he notado que mis mayores tienen una
atracción especial, la que fui comprobando conforme pasaba los días con ellos, sobre todo cuando
luego de nuestros ensayos pre debut, se pasaban la tarde en el centro comercial a solas.
Por mi parte intento mantenerme al margen de lo que pasa en la casa, de alguna manera siento
que al vivir con ellos jamás me alejo de mi personaje, del idol, de ese que no soy del todo. Es difícil
ser yo, sobre todo cuando voy creciendo, abandonando al pequeño que solía ser, buscando gustos
de adulto, teniendo que ocultarlos tras la fachada del “maknae”, la que nunca me abandona
estando en esta casa. No debo ser mal agradecido, mis compañeros de grupo son grandes amigos,
me tratan como un igual, desde que cumplí mi mayoría de edad que han comenzado a dejar de
tratarme como un niño, bueno… excepto Kibum hyung, supongo que para él siempre seré su niño,
así como para mi es mi “omma”.
Cuando me reúno con Kai es uno de los pocos momentos que siento que puedo ser yo mismo, de
alguna forma estar a su lado no me hace perder el foco de quien soy, de mi edad y que no soy
aquel niño inocente que las fans quieren, creen que sea. Mi mejor amigo es menor que yo, tal vez
sea eso lo que me hace cercano a él, sin sentir ese fantasma que me persigue constantemente, ese
“maknae” que no me deja solo desde que debuté.
Envié un mensaje por Kakao talk a los miembros esa noche, quería pasar el rato con ellos, me
sentía mal de estar algo alejado de ellos últimamente, pero el único que estaba disponible era Key,
el resto andaba fuera de casa, unos trabajando, otros reuniéndose con amigos. A pesar de que
originalmente quería pasar el rato con el grupo completo, decidí que encargaría pizza a domicilio,
arrendaría una película a la televisión satelital que teníamos y usaría esa noche para conversar con
mi mayor, con quien siempre podía compartir mis cosas, confiar en él y pedirle consejos.
Una vez llegué a la casa noté un silencio extraño, era evidente que Onew y Jonghyun no estaban
allí, ellos siempre encontraban el modo de hacer un alboroto, lo que de alguna forma me alivió, no
tenía ganas de nada, solo de ver esa película con Kibum, así es que me dirigí a su habitación, abrí
la puerta y ahí me lo encontré, estaba llorando, parecía completamente desolado. Me acerqué a él
en una carrera, envolviéndolo con mis brazos, sorprendido, confundido y absolutamente extrañado
por topármelo de esa forma, jamás lo había visto así, jamás.
¿Podía ser que hubiese discutido con uno de sus amigos?, ¿o sería que sucedía algo más grande?,
después de todo, esta mañana noté extraño a mi compañero de cuarto, el moreno no se veía
normal, estaba algo ido, distraído, incluso podría decir que molesto… ¿se debería a que había
acabado la amistad entre ellos?, ¿habían discutido fuerte y yo despistado no me enteraba?
Aún abrazando con fuerza a mi mayor, posé mi mentón en su hombro, mientras se acurrucaba
completamente alterado en mis brazos, así yo mismo comencé a susurrar una de nuestras
canciones, la primera que se vino a mi mente, intentando calmarlo.
●
Estuve toda la tarde fuera de casa, la madre de Kyuhyun nos había preparado una deliciosa
comida, la que no podía perderme, sobre todo porque con mis amigos pasaríamos viendo un
partido de la selección coreana luego.
Un par de horas antes de ir camino al hogar familiar donde había sido invitado, me reuní con
Changmin para ir de comprar para algunas cosas para la tarde, Corea tenía altas posibilidades
de ganar, así que algo de alcohol y comida para pasar el gran evento eran necesarios. Dejamos
los preparativos del equipo de sonido y la televisión para el dueño de casa, quien nos estaría
esperando junto a sus parientes para la cena familiar a la que éramos invitados con regularidad, la
Kyu-line era algo que nos unía irremediablemente a todos los cercanos de mi hyung, nos querían y
nosotros a ellos, era agradable y cómodo.
La comida estuvo completamente deliciosa, la madre de Kyu era espectacular en la cocina y ahora
nos encontrábamos completamente plácidos observando el partido, saltando del sillón en los
momentos adecuados, junto con la familia de mi amigo allí. Hace unos minutos habían llegado unas
primas del mismo, las que al parecer se habían esmerado en verse guapas para mi y Changmin,
no perdían oportunidad de llamar nuestra atención ofreciendo algo de beber, gritando más de la
cuenta cuando se acercaba un “gol”, momentos en los que nos dábamos miradas cómplices con él,
indicando que luego usaríamos ese material para joder al primo de ellas, nuestro amigo.
El partido iba de lo mejor, cuando mi móvil comenzó a vibrar en el ajustado pantalón, sin embargo
decidí ignorarlo, hasta que se volvió demasiado molesto. Era Taemin, me preguntaba que hacer
cuando alguien estaba mal, había enviado muchos mensajes, uno tras otro en un llamado de
desesperación, a pesar de todo seguía siendo un infante, no era capaz de ayudar a un amigo solo.
“Soluciónalo tú, estoy ocupado”, respondí algo cabreado de que haya sacado mi atención del futbol
por unos minutos en los que al parecer, me perdí un excelente pase de mi jugador favorito.
A pesar de mi fría respuesta, continuó insistiendo, ¿cómo podía ser tan infantil?, él debía conocer
a sus amigos mejor que yo, ¿en qué iba a poder ayudarlo?, me parecía extraña su actitud, hace
mucho que no recurría a nosotros para estupideces como esa, había quedado en el pasado eso.
Me estaba preguntando una serie de cosas por el estilo cuando me llegó un mensaje que
cambiaba todo, se trataba de Key, ese amigo que estaba mal era uno de mi grupo.
¿Tenía que pensar en sentirse mal ahora?, justo a minutos del final del partido, cuando había un
empate, estaba indeciso sobre si mi amigo y compañero necesitaba de mi presencia de inmediato o
podía esperar más, seguramente Taemin estaba completamente perdido, por eso había recurrido a
mi, sin embargo… el partido.
Miré la televisión con ansias y decidí quedarme, “llama a Jonghyun, él sabrá que hacer”, respondí
sin tener mi consciencia del todo tranquila, pero no estaría mejor si dejaba de ver mi partido, de
todos modos decidí enviar un mensaje de alerta a Onew, era nuestro líder y debía saber si alguien
del grupo no estaba bien.
●
Estaba fuera de la Estación de radio donde trabaja uno de los miembros de mi grupo, una fans
acababan de identificarme, por lo que me vi en la obligación de ingresar, observando como hablaba
a la audiencia desde el estudio Jonghyun. Antes de ingresar me había llamado para quedar aquí,
quería que conversáramos, estábamos muy unidos desde un tiempo hasta ahora, me gustaba que
fuera así y ya no el cerrado dúo que antes era con Kibum, donde nadie más cabía allí, me hacía
sentir celoso, solo… me sentía alejado de lo que era ser un líder, reemplazado de algún modo por
quien me seguía en edad.
Hoy en día he descubierto de que se trata ser quien dirige un grupo, no va sobre ordenar, llamar la
atención y hablar más que el resto, se trata de ayudarlos a mantener la calma, hacerlos ser
amigos, escucharlos a todos, admirando cada uno de sus proyectos individuales.
No me esperé que Blue Night Radio tuviese tanto éxito con la participación de mi amigo, sin
embargo en realidad era algo de esperarse, un DJ como él, un músico podía ser un aporte
importante para dicho programa, sobre todo cuando es alguien tan talentoso y carismático como él.
Envuelto en mis pensamientos me encontraba cuando finalizó la trasmisión, saliendo de inmediato
a mi encuentro quien me había pedido que llegase ahí, traía una sonrisa de lado a lado, se le veía
feliz del resultado de aquella noche o tal vez por verme, ¿cómo podría estar del todo seguro?
— Me alegro que hayas llegado, ¿trajiste tu coche? — me preguntó de inmediato, acercándose más
hasta mi, depositando un suave beso en la mejilla a modo de saludo, completándolo con un
carismático abrazo. Definitivamente era quien me hacía sentir más cómodo de los cuatro, él nos
quería como su familia, nos cuidaba y pensaba en nosotros más que nadie, en realidad, habría sido
mejor líder que yo.
Negué con la cabeza, dando un suave zape al otro al escuchar esa pregunta, había llegado en un
taxi que me había proporcionado la empresa, no quería que nos topásemos con el problema de no
decidir en que carro volver, no pensé en consultar si había llegado en el suyo, así es que al parecer
ambos habíamos pensado similar, dejando nuestros automóviles en casa.
— No puedo creer que tampoco lo trajiste. — le reprendí aunque la verdad no se lo merecía, pero
él simplemente hizo un gesto para restarle importancia y llamó un taxi, interrumpiendo mis
palabras, con un rostro malicioso, lo sabía, me estaba jodiendo para que me molestase.
Jonghyun solía gastarnos bromas a todos, sobre todo simulando que no tenía importancia lo que
estábamos hablando, lo que exasperaba por sobre todos a Key, su rostro de enfado cuando su
mayor hacía eso era un poema. Creo que el más divertido de joder era nuestra diva, nos pasamos
gastándole bromas, no por nada se ganó el premio al Idol más molestado por los miembros de su
banda en Weekly Idol.
Mientras el moreno se entretenía hablando con la empresa para que nos consiguieran un vehículo,
revisé mi teléfono que estaba vibrando hace unos minutos. Mensajes de los maknaes llenaban mi
entrada de Kakao Talk, al parecer algo había sucedido a Kibum, entrando en un colapso de llantos,
algo poco habitual en él y para su desgracia, el único que estaba en la casa era el más torpe de
todos, Taemin.
Esperé a que colgase el que se encontraba a mi lado, notando que no le habían notificado nada a
él, pues revisaba su móvil sin ninguna impresión extraña. Me pareció raro que no hubiese sido el
primer en saber de lo sucedido, después de todo era el más cercano con el chico.
— Jong… Tenemos que volver a la casa… en la noche hablamos en mi cuarto, ¿si?, creo que Kibum
no se encuentra bien. — analicé su rostro mientras daba la noticia, sus ojos se alteraron de
inmediato, abriéndose de par en par, sin embargo rápidamente relajó su semblante demostrando
una falsa indiferencia poco propia de él. ¿Es que acaso me estaba perdiendo algo?, ya era extraño
que no le hubiesen avisado antes que a todos, pero esa falta de prisa por correr en su búsqueda
era completamente atípica.
●
¿Qué habría sucedido?, ¿por qué yo era el último en enterarme?, esas preguntas rondaban mi
mente cuando me encontraba junto a JinKi en el asiento trasero del automóvil que nos había
dispuesto nuestra empresa, necesitaba saber cómo estaba, pero al mismo tiempo tenía el temor de
que fuese mi culpa.
Había prometido que todo estaría bien, sin embargo no cumplí, me seguí comportando distante, a
pesar de tener mucho que hablar con él. No es que le hubiese hecho algo, pero seguramente el
simple hecho de mantenerme lejos lo había afectado.
No, estaba equivocado, seguramente lo que sucedía era algo completamente ajeno a mi, nadie
se había tomado la molestia de decírmelo porque estaba trabajando, eso debía de ser, no soy tan
importante como para que estuviese mal, ¿o si?
Mi líder me sacó de mis ensoñaciones llegando fuera de nuestra residencia, indicándome que lo
siga hasta dentro, donde cerca de cinco minutos ya nos encontrábamos, Minho estaba fuera del
cuarto de mi mejor amigo con una expresión de molestia, “no me deja entrar”, explicó simplemente
cuando lo observamos algo preocupados. Seguramente Taemin aún continuaba dentro, porque se
escuchaba la voz del otro conversando con alguien quien únicamente podía ser el menor, pero…
de pronto aquella fastidiosa voz llegó a mi, no estaban solos, había llegado en su auxilio el bendito
chico de Infinite, era imposible no reconocer esa voz que siempre se encontraba alrededor de
Kibum, me enfermaba, ¿qué estaba haciendo en nuestra casa?
No me di cuenta siquiera cuando ya tenía la mano sobre el cerrojo, abriendo de par en par
encontrándome con la inocente mirada del menor de mi grupo, quien estaba algo alejado de la
cama, de brazos cruzados, ocultando de mi vista, sin intensión, a quien realmente quería ver.