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Perdí Tu Camino [JongKey] por Mashy Black

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Notas del capitulo:

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Préstame atención cuando te estoy ignorando.


Key y Taemin pasan por un momento nostálgico, deseando estar reunidos junto al grupo, razón por la cual uno de ellos termina pasando un mal momento.


Puedes leer el capítulo desde la página oficial del fanfic: http://perditucamino.wordpress.com/2014/04/17/c-o-l-a-p-s-o%E2%96%BA/

▬ C a p í t u l o 0 2 ▬


Colapso.





A pesar de que pensé todo se había arreglado desde el día que conversamos, nada cambió. Una


vez volvimos a estar solos inventaba excusas para encerrarse en su cuarto, ir en busca de algo


que olvidó entre muchas otras cosas. Ya no sabía que hacer con semejante comportamiento


extraño, ya que cuando me dirigía a él, me trataba como siempre, a excepción de que se la pasaba


evitándome.


Lo echaba de menos, más de lo que podría haber imaginado nunca, estaba acostumbrado a tenerlo


a mi lado, que estuviese distante solo me hacía sentir que algo andaba mal, como si mi mundo de


pronto le faltase una parte, algo que siempre tuve, un órgano vital. Uno no piensa regularmente en


que está respirando, cuando te dicen que es lo que más te gusta hacer, jamás dices respirar; con


Jonghyun la situación era la misma, si me preguntan por mi mejor amigo no diré su nombre, pero


sin él no puedo vivir.


Aquella tarde estaba completamente agotado, estuve filmando con Arisa nuestro programa juntos,


“We Got Married Global”, el que me agotaba profundamente, a pesar de que con ella éramos


completamente compatibles, no podía sentirme atraído por ella de verdad.


Cuando veía a Taemin en la televisión, no parecía que fingía su interés por la chica que se le


asignó, Naeun de A-Pink. Me pregunto si él estaba fingiendo o realmente se le daba natural


comportarse de ese modo con ella, porque a mi no se me da, a pesar de que tengo facilidad con


las chicas, debo actuar un papel que no me gusta interpretar cuando voy a por ellas.


Ahora por fin en mi cuarto pude detenerme a pensar, recostado sobre mi cama observé el


camarote que tenía sobre ella, llevando mis manos tras la nuca, sin poder quitarme de la cabeza al


vocalista principal de mi grupo, quien tantos dolores de cabeza me estaba dando por estos días.





Para que voy a mentir, desde que me uní a la banda he notado que mis mayores tienen una


atracción especial, la que fui comprobando conforme pasaba los días con ellos, sobre todo cuando


luego de nuestros ensayos pre debut, se pasaban la tarde en el centro comercial a solas.


Por mi parte intento mantenerme al margen de lo que pasa en la casa, de alguna manera siento


que al vivir con ellos jamás me alejo de mi personaje, del idol, de ese que no soy del todo. Es difícil


ser yo, sobre todo cuando voy creciendo, abandonando al pequeño que solía ser, buscando gustos


de adulto, teniendo que ocultarlos tras la fachada del “maknae”, la que nunca me abandona


estando en esta casa. No debo ser mal agradecido, mis compañeros de grupo son grandes amigos,


me tratan como un igual, desde que cumplí mi mayoría de edad que han comenzado a dejar de


tratarme como un niño, bueno… excepto Kibum hyung, supongo que para él siempre seré su niño,


así como para mi es mi “omma”.


Cuando me reúno con Kai es uno de los pocos momentos que siento que puedo ser yo mismo, de


alguna forma estar a su lado no me hace perder el foco de quien soy, de mi edad y que no soy


aquel niño inocente que las fans quieren, creen que sea. Mi mejor amigo es menor que yo, tal vez


sea eso lo que me hace cercano a él, sin sentir ese fantasma que me persigue constantemente, ese


“maknae” que no me deja solo desde que debuté.


Envié un mensaje por Kakao talk a los miembros esa noche, quería pasar el rato con ellos, me


sentía mal de estar algo alejado de ellos últimamente, pero el único que estaba disponible era Key,


el resto andaba fuera de casa, unos trabajando, otros reuniéndose con amigos. A pesar de que


originalmente quería pasar el rato con el grupo completo, decidí que encargaría pizza a domicilio,


arrendaría una película a la televisión satelital que teníamos y usaría esa noche para conversar con


mi mayor, con quien siempre podía compartir mis cosas, confiar en él y pedirle consejos.


Una vez llegué a la casa noté un silencio extraño, era evidente que Onew y Jonghyun no estaban


allí, ellos siempre encontraban el modo de hacer un alboroto, lo que de alguna forma me alivió, no


tenía ganas de nada, solo de ver esa película con Kibum, así es que me dirigí a su habitación, abrí


la puerta y ahí me lo encontré, estaba llorando, parecía completamente desolado. Me acerqué a él


en una carrera, envolviéndolo con mis brazos, sorprendido, confundido y absolutamente extrañado


por topármelo de esa forma, jamás lo había visto así, jamás.


¿Podía ser que hubiese discutido con uno de sus amigos?, ¿o sería que sucedía algo más grande?,


después de todo, esta mañana noté extraño a mi compañero de cuarto, el moreno no se veía


normal, estaba algo ido, distraído, incluso podría decir que molesto… ¿se debería a que había


acabado la amistad entre ellos?, ¿habían discutido fuerte y yo despistado no me enteraba?


Aún abrazando con fuerza a mi mayor, posé mi mentón en su hombro, mientras se acurrucaba


completamente alterado en mis brazos, así yo mismo comencé a susurrar una de nuestras


canciones, la primera que se vino a mi mente, intentando calmarlo.





Estuve toda la tarde fuera de casa, la madre de Kyuhyun nos había preparado una deliciosa


comida, la que no podía perderme, sobre todo porque con mis amigos pasaríamos viendo un


partido de la selección coreana luego.


Un par de horas antes de ir camino al hogar familiar donde había sido invitado, me reuní con


Changmin para ir de comprar para algunas cosas para la tarde, Corea tenía altas posibilidades


de ganar, así que algo de alcohol y comida para pasar el gran evento eran necesarios. Dejamos


los preparativos del equipo de sonido y la televisión para el dueño de casa, quien nos estaría


esperando junto a sus parientes para la cena familiar a la que éramos invitados con regularidad, la


Kyu-line era algo que nos unía irremediablemente a todos los cercanos de mi hyung, nos querían y


nosotros a ellos, era agradable y cómodo.


La comida estuvo completamente deliciosa, la madre de Kyu era espectacular en la cocina y ahora


nos encontrábamos completamente plácidos observando el partido, saltando del sillón en los


momentos adecuados, junto con la familia de mi amigo allí. Hace unos minutos habían llegado unas


primas del mismo, las que al parecer se habían esmerado en verse guapas para mi y Changmin,


no perdían oportunidad de llamar nuestra atención ofreciendo algo de beber, gritando más de la


cuenta cuando se acercaba un “gol”, momentos en los que nos dábamos miradas cómplices con él,


indicando que luego usaríamos ese material para joder al primo de ellas, nuestro amigo.


El partido iba de lo mejor, cuando mi móvil comenzó a vibrar en el ajustado pantalón, sin embargo


decidí ignorarlo, hasta que se volvió demasiado molesto. Era Taemin, me preguntaba que hacer


cuando alguien estaba mal, había enviado muchos mensajes, uno tras otro en un llamado de


desesperación, a pesar de todo seguía siendo un infante, no era capaz de ayudar a un amigo solo.


“Soluciónalo tú, estoy ocupado”, respondí algo cabreado de que haya sacado mi atención del futbol


por unos minutos en los que al parecer, me perdí un excelente pase de mi jugador favorito.


A pesar de mi fría respuesta, continuó insistiendo, ¿cómo podía ser tan infantil?, él debía conocer


a sus amigos mejor que yo, ¿en qué iba a poder ayudarlo?, me parecía extraña su actitud, hace


mucho que no recurría a nosotros para estupideces como esa, había quedado en el pasado eso.


Me estaba preguntando una serie de cosas por el estilo cuando me llegó un mensaje que


cambiaba todo, se trataba de Key, ese amigo que estaba mal era uno de mi grupo.


¿Tenía que pensar en sentirse mal ahora?, justo a minutos del final del partido, cuando había un


empate, estaba indeciso sobre si mi amigo y compañero necesitaba de mi presencia de inmediato o


podía esperar más, seguramente Taemin estaba completamente perdido, por eso había recurrido a


mi, sin embargo… el partido.


Miré la televisión con ansias y decidí quedarme, “llama a Jonghyun, él sabrá que hacer”, respondí


sin tener mi consciencia del todo tranquila, pero no estaría mejor si dejaba de ver mi partido, de


todos modos decidí enviar un mensaje de alerta a Onew, era nuestro líder y debía saber si alguien


del grupo no estaba bien.





Estaba fuera de la Estación de radio donde trabaja uno de los miembros de mi grupo, una fans


acababan de identificarme, por lo que me vi en la obligación de ingresar, observando como hablaba


a la audiencia desde el estudio Jonghyun. Antes de ingresar me había llamado para quedar aquí,


quería que conversáramos, estábamos muy unidos desde un tiempo hasta ahora, me gustaba que


fuera así y ya no el cerrado dúo que antes era con Kibum, donde nadie más cabía allí, me hacía


sentir celoso, solo… me sentía alejado de lo que era ser un líder, reemplazado de algún modo por


quien me seguía en edad.


Hoy en día he descubierto de que se trata ser quien dirige un grupo, no va sobre ordenar, llamar la


atención y hablar más que el resto, se trata de ayudarlos a mantener la calma, hacerlos ser


amigos, escucharlos a todos, admirando cada uno de sus proyectos individuales.


No me esperé que Blue Night Radio tuviese tanto éxito con la participación de mi amigo, sin


embargo en realidad era algo de esperarse, un DJ como él, un músico podía ser un aporte


importante para dicho programa, sobre todo cuando es alguien tan talentoso y carismático como él.


Envuelto en mis pensamientos me encontraba cuando finalizó la trasmisión, saliendo de inmediato


a mi encuentro quien me había pedido que llegase ahí, traía una sonrisa de lado a lado, se le veía


feliz del resultado de aquella noche o tal vez por verme, ¿cómo podría estar del todo seguro?


— Me alegro que hayas llegado, ¿trajiste tu coche? — me preguntó de inmediato, acercándose más


hasta mi, depositando un suave beso en la mejilla a modo de saludo, completándolo con un


carismático abrazo. Definitivamente era quien me hacía sentir más cómodo de los cuatro, él nos


quería como su familia, nos cuidaba y pensaba en nosotros más que nadie, en realidad, habría sido


mejor líder que yo.


Negué con la cabeza, dando un suave zape al otro al escuchar esa pregunta, había llegado en un


taxi que me había proporcionado la empresa, no quería que nos topásemos con el problema de no


decidir en que carro volver, no pensé en consultar si había llegado en el suyo, así es que al parecer


ambos habíamos pensado similar, dejando nuestros automóviles en casa.


— No puedo creer que tampoco lo trajiste. — le reprendí aunque la verdad no se lo merecía, pero


él simplemente hizo un gesto para restarle importancia y llamó un taxi, interrumpiendo mis


palabras, con un rostro malicioso, lo sabía, me estaba jodiendo para que me molestase.


Jonghyun solía gastarnos bromas a todos, sobre todo simulando que no tenía importancia lo que


estábamos hablando, lo que exasperaba por sobre todos a Key, su rostro de enfado cuando su


mayor hacía eso era un poema. Creo que el más divertido de joder era nuestra diva, nos pasamos


gastándole bromas, no por nada se ganó el premio al Idol más molestado por los miembros de su


banda en Weekly Idol.


Mientras el moreno se entretenía hablando con la empresa para que nos consiguieran un vehículo,


revisé mi teléfono que estaba vibrando hace unos minutos. Mensajes de los maknaes llenaban mi


entrada de Kakao Talk, al parecer algo había sucedido a Kibum, entrando en un colapso de llantos,


algo poco habitual en él y para su desgracia, el único que estaba en la casa era el más torpe de


todos, Taemin.


Esperé a que colgase el que se encontraba a mi lado, notando que no le habían notificado nada a


él, pues revisaba su móvil sin ninguna impresión extraña. Me pareció raro que no hubiese sido el


primer en saber de lo sucedido, después de todo era el más cercano con el chico.


— Jong… Tenemos que volver a la casa… en la noche hablamos en mi cuarto, ¿si?, creo que Kibum


no se encuentra bien. — analicé su rostro mientras daba la noticia, sus ojos se alteraron de


inmediato, abriéndose de par en par, sin embargo rápidamente relajó su semblante demostrando


una falsa indiferencia poco propia de él. ¿Es que acaso me estaba perdiendo algo?, ya era extraño


que no le hubiesen avisado antes que a todos, pero esa falta de prisa por correr en su búsqueda


era completamente atípica.





¿Qué habría sucedido?, ¿por qué yo era el último en enterarme?, esas preguntas rondaban mi


mente cuando me encontraba junto a JinKi en el asiento trasero del automóvil que nos había


dispuesto nuestra empresa, necesitaba saber cómo estaba, pero al mismo tiempo tenía el temor de


que fuese mi culpa.


Había prometido que todo estaría bien, sin embargo no cumplí, me seguí comportando distante, a


pesar de tener mucho que hablar con él. No es que le hubiese hecho algo, pero seguramente el


simple hecho de mantenerme lejos lo había afectado.


No, estaba equivocado, seguramente lo que sucedía era algo completamente ajeno a mi, nadie


se había tomado la molestia de decírmelo porque estaba trabajando, eso debía de ser, no soy tan


importante como para que estuviese mal, ¿o si?


Mi líder me sacó de mis ensoñaciones llegando fuera de nuestra residencia, indicándome que lo


siga hasta dentro, donde cerca de cinco minutos ya nos encontrábamos, Minho estaba fuera del


cuarto de mi mejor amigo con una expresión de molestia, “no me deja entrar”, explicó simplemente


cuando lo observamos algo preocupados. Seguramente Taemin aún continuaba dentro, porque se


escuchaba la voz del otro conversando con alguien quien únicamente podía ser el menor, pero…


de pronto aquella fastidiosa voz llegó a mi, no estaban solos, había llegado en su auxilio el bendito


chico de Infinite, era imposible no reconocer esa voz que siempre se encontraba alrededor de


Kibum, me enfermaba, ¿qué estaba haciendo en nuestra casa?


No me di cuenta siquiera cuando ya tenía la mano sobre el cerrojo, abriendo de par en par


encontrándome con la inocente mirada del menor de mi grupo, quien estaba algo alejado de la


cama, de brazos cruzados, ocultando de mi vista, sin intensión, a quien realmente quería ver.


Notas finales:

¿Qué le pasó exactamente a Kibum?, ¿desean saberlo?
Díganme sus teorías al respecto, ¡no se pierda el próximo capítulo de este fanfic!


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