YoungJae caminaba por los pasillos del primer piso de ese viejo edificio donde sabía que ese encontraba secuestrado su amigo, con en al arma en alto disparaba con fina precisión a la cabeza de sus rivales, de vez en cuanto tocaba su abdomen buscando inútilmente detener el dolor así como el flujo de sangre el cual parecía aumentar con el paso de los minutos, se giró a observar a sus hombres cada vez eran menos, no resistirían el ataque, se deslizo por el elevador sabía que Woo le estaba dejando el camino libre para enfrentarlo, sus pistas eran demasiado obvias cuando la puerta del elevador se abrió levanto su arma dispuesto a pelear se llevó una extraña sorpresa al notar que el pasillo delante de él se encontraba vacío, se sacó el comunicador ya que no había ninguno de sus chicos con vida, solo quedaban él y BaekHo, escucho una melodía se colaba por la última puerta, era Beautiful Nightmare de Skylar Grey, lo sabía porque durante su cautiverio en Tokio hace unos años todos los días reproducía esa canción, cuando había olvidado el nombre de su esposo, cuando solo su rostro se dibujaba en sus sueños, esa letras narraban lo que sentía, cuando llego a su objetivo se adentró por el umbral.
—No puedes negar que te conozco a la perfección, es momento que terminemos de saldar las cuentas.— Dijo con voz alta Woo Buin quien se encontraba sentado sobre una cama a mitad de la habitación, Baek estaba sobre una silla, tenía golpes por todo el rostro, parecía estar inconsciente. —Ya no puedo estar sin ti pero tampoco soporto tu presencia.
—No quieras culparme de tu locura, cumplí tu deseo cuando me senté a cenar contigo, estoy cansado de juegos, harto de tus obsesiones, solo quiero ir a casa.— Contesto fastidiado caminando hacia BaeKHo para tratar de limpiar sus heridas.— Deja que me lo lleve conmigo, esta es una guerra entre tu yo.
Woo se puso de pie lanzando su pistola hacia la cama, él también ya estaba cansado de tanta sangre, de tanto odio, tantas noches soñaba asesinar a Jae, por esa razón terminaba ahorcando a sus amantes, al inicio solo estaba obsesionado con tenerlo pero después del ataque de DaeHyun su emociones se mezclaron con el rencor, con el odio, cuando asesinaron a su hermana el deseo de venganza se hizo presente, ya no le era posible amar al autor intelectual del asesinato del único familiar que lo comprendía, en su mente no cabía la posibilidad que aquel chico lindo que conoció en la Universidad fuera el mismo que ahora le apuntaba a la frente, una torcida sonrisa se dibujó en sus labios, asesinar a personas no te volvía un mejor ser humano, él ahora lo comprendía, estiro su brazo para tratar de tocar esa mejilla Jae no era mejor persona que él, ambos estaban al mismo nivel, eran demonios sedientos de sangre, aunque salvaran diez vidas no borraba el hecho que hubieran eliminado cinco, su corazón estaba podrido por la venganza, por el rencor, por el miedo, ese no era su niño de las mejillas abultadas, no era el nerd que se mataba para pasar una materia, no era ese estudiante que admiraba y respetaba.
—¿No es justo que él muera? Mataste a mi hermana. —Le grito desesperado tomándolo por el cuello de la camisa mirándolo a los ojos, Jae ya había dejado caer su arma, sería una pelea justa.— Ojo por ojo, diente por diente.
—Mataste a Lee Hyorin además nosotros no la asesinamos, fue la cobarde de Kristal todo este maldito infierno es tu culpa si nunca te hubieras metido en mis asuntos.— Le contesto soltándole un puñetazo en la cara, Woo se doblego tocando su mejilla.— Te hubieras mantenido alejado de mi verdadera personalidad, ¿Por qué no aceptaste que no te amara? ¿Por qué no te alejaste? ¿Por qué simplemente no me olvidaste?
Su última frase fue dicha en un suspiro, su debilidad lo había llevado a un laberinto sin salida, a una secuencia de eventos fatales, destructivos, dejar que Woo viviera después de saber su verdadera identidad fue un error que pagaron muy caro Hyorin y ahora BaekHo, anhelaba salvar a su fiel seguidor, no merecía perecer le dio una patada al mayor pero este logro evitarle, Woo lanzo un puñetazo a su abdomen logrando que sus heridas se abrieran más, se agacho tratando de controlar el dolor, el mayor lo sujeto de cabello obligándolo levantar la cara, le dio un cabezazo aún con una mano imposibilitada llevaba mayor ventaja.
—Te amaba como a nadie había amado, eras mi luz, mi ídolo, admiraba tu perseverancia, tu fuerza, cada rasgo en ti era bellamente perfecto.—Hablo Woo dándolo un rodillazo en el estómago, lo dejo caer en el piso donde nuevamente le dio una patada.— Tú estabas tan cegado por ese animal, si tan solo hubieras elegido el camino a mi lado nada de esto hubiera pasado.
—Creaste una imagen de mí que nunca existió mucho antes de conocerte ya había matado, mi corazón fue entregado, terminar la Universidad no era una meta para mí solo era un regalo de despedida hacia mi madre deje atrás a mi propia sangre por continuar a lado de DaeHyun, de YongGuk ¿Crees que los iba a olvidar por ti? Solo fuiste un personaje en una historia falsa, nunca significaste algo.—Le escupió el pelinegro poniéndose de pie, sujeto al mayor de los brazos para golpearlo en la pared donde le dio una patada en el abdomen se giró para darle otra en el rostro cuando Woo fue a dar al piso se sentó sobre él donde dio inicio a una ciclo de golpes que se fueron a topar con el rostro del mayor, Woo reunió todas sus fuerzas para deslizar una de sus manos por el costado de su atacante donde clavo sus uñas en las heridas, Jae que doblego por el dolor y por un movimiento cambiaron de posiciones.
—Es momento que todo termine.— Hablo el mayor sacando un cuchillo levanto el brazo para clavarlo en el pecho del menor.—Te amo pero anhelo más tu muerte.
Una sonrisa se formó en los labios de Jae quien saco de su espalda una pistola le disparo en la frente a su atacante quien cayó de espaldas, había muerte automáticamente un suspiro escapo de los labios del menor quien por fin se sentía libre, se dejó caer en el piso tocando su abdomen, la sangre ya había sopesado la barrera creada por las vendas y la ropa, abrió los ojos al escuchar un quejido, de un lento movimiento se puso de pie camino hacia Bae que estaba recobrando el conocimiento, comenzó a desatarlo para después tomar su rostro entre sus manos, trato de limpiar sus heridas con su ropa, una dulce sonrisa se dibujó en su cara.
—Hola, ya todo ha terminado es momento de volver a casa.—Hablo tiernamente dándole un beso en la frente.— ¿Puedes levantarte?
—Viniste por mí, arriesgaste tu vida y futuro por salvarme. —Logro articular entre tartamudeos el rubio quien levantaba las manos temblando—¿Por qué lo hiciste?
BaekHo nunca pensó que Jae arriesgaría su futuro con DaeHyun y su familia por salvarlo, rescatarlo era sinónimo de morir en el camino, muy pocas posibilidades había de tener éxito, su corazón se enterneció al saber que era alguien importante en la vida de la persona que amaba, su corazón no dejo de palpitar,se atrevió a jalar al mayor para besar sus labios, su dicha incremento al darse cuenta que no era rechazado, se colgó de su cuello hundió sus dedos en ese cabello negro, era el momento más feliz en toda su vida, por fin sus ruegos habían sido escuchados.
—Eres un tonto al no saber la respuesta, vine por ti porque te amo.—Le respondió tomándolo de la barbilla para que sus frentes se unieran, sus respiraciones se entre mezclaran, limpio sus lágrimas con sus pulgares. —Te necesito, te amo, vamos a casa,
El rubio se sumergió en esa mirada, hablaba con la verdad lo amaba, por fin había logrado conquistar su corazón, ahora su querido hyung era solo suyo, se colgó de sus hombros para ponerse de pie antes de girar lo detuvo, para volver admirar su belleza, sus sentimientos por fin eran correspondidos, lo volvió a besar,bajo sus brazos hasta sujetarlo por la cintura, noto como el pelinegro sonreía fascinado, ese era su sueño vuelto realidad se aferró a esa piel aún aun envuelta a olor de sangre desprendía ese aroma a te, ese fragancia lo relajaba, lo llevaba a un mundo lleno de paz, alegría y felicidad, sus ojos se abrieron para comprobar que no estaba soñando, delineo ese bello rostro el cual parecía no desaparecer, sus mejillas se unieron, ese era el momento perfecto, el soñado por toda la vida pero un extraño había llegado arrebatárselo, observo como la puerta se abría una figura se adentraba apuntando con una arma, su instinto fue más rápido se interpuso entre la bala y su destino, recibiendo la tanta de disparos, logro alcanzar a cerrar la puerta, Jae reacciono sosteniéndolo en sus brazos.
—No Baek, no por favor resiste ¿Por qué lo hiciste?—Comento temblando el líder tratando de detener el flujo de sangre, negaba con la cabeza, la contestación fue un sencillo “Por qué te amo” una sonrisa se dibujó, Jae mancho su rostro debido a que sus dedos estaban llenos de sangre, las lágrimas iniciaron un recorrido descendente.—Perdóname, perdóname, te quiero, te quiero.
YoungJae se sumergió en un coro de sollozos y gritos, lograba escuchar como un grupo de gente subían por las escaleras era consciente que la persona que le había disparado estaba afuera, en ese pasillo tal vez se sumergía en la alegría, una risa resonaba, tomo su arma dispuesto a terminar su venganza como lo había dicho Woo, ojo por ojo y diente por diente, quería que esa persona muriera se pegó a la pared para cuando volvían abrir la puerta de una patada, sujeto al extraño del cuello,
—Para ser un líder de Black eres bastante estúpido.—Dijo antes de abrirle la yugular, el pelienegro no tuvo tiempo de contraatacar a su insulto.— Mi parte está hecha Shisimato, mate a uno de los líderes de black.—Grito histéricamente, le echó un vistazo al cuello del muerto leyendo un tatuaje. —Lover Black te vas al infierno conmigo.
Dejo caer el cuerpo del amante de King para correr a sujetar a BaekHo lo arrastro hasta un rincón donde se escondió detrás de un viejo mueble sabía que su barricada era inútil ya que lograba oír los pasos de los hombres de Lover, tal vez pensaron que la zona estaba libre, tal vez por ello el hombre se atrevió a subir sin escolta, no lo sabía pero tampoco le importaba el caso era que había perdido demasiada sangre, que no tenía las suficientes fuerzas para enfrentarse a un ejército abrazo el cuerpo frio del rubio, recostando su cabeza en su pecho, se quitó los guantes para acariciar su sortija, la acaricio.
—Lo lamento pero creo que no llegaré a casa.—Dijo en un susurro escuchando como personas entraban a la habitación. —Te amo DaeHyun.
Un pelirrojo despertaba de golpe sus respiración era pesada, el aire parecía no llegar a sus pulmones por desesperación se quitó los cables atados a su cuerpo causando un gran alboroto por parte de algunos aparatos salió de la cama buscando ponerse de pie, necesitaba sentir la brisa golpear sus mejillas escapó de su habitación recargándose en las paredes, su vista era nublada, sus piernas parecían dos gelatinas, temblorosas incapaces de sostener su peso, resbalo un par de veces pero se volvía poner de pie, necesitaba salir anhelaba encontrarse con el cielo azul, estaba cansado de la opresión en su pecho llevo sus manos vendadas a su corazón, su espalda ardía, las heridas parecían abrirse por cada esfuerzo dado, a su cabeza llegaba el rostro de una persona era rubia, sus mejillas estaban infladas, llevaba unas orejas de gato y le sonreía, por fin llego a una puerta la cual arrempujo, por fin el aire se colaba por su bata blanca, se sujetó del barandal, ese joven en su cabeza le hablaba, le sonreía pero de repente tenia lágrimas en sus ojos, su cabello era negro, lo miraba sentado en una tina, temblando de miedo, sus labios se movían, pero no lograba escucharlo, el pelirrojo sujeto su cabeza arrodillándose.
—Nam, Nam—.Una voz lo llamaba, un peligrosa hizo acto de presencia lo abrazo por la espalda.—Aún estas muy débil para caminar, por favor Nam regresemos adentro.
El aludido levanto las manos para que lo dejará en paz, junto todo su orgullo para ponerse de pie impidiéndole que la otra persona lo tocará, no soportaba el dolor de cabeza, su espalda, su abdomen, agradecía que estuviera vivo, su cuerpo había sido perforado por un tubo, en la espalda tenia quemadoras de tercer grado, ya llevaba un par de semanas entrando a quirófanos para múltiples operaciones, su brazo y pierna habían sanado, sus costillas fracturadas resanaban, no le importaban sus malestares físicos sino su mente era la que le preocupaba, no recordaba eventos, ni nombres, es como si tuviera lagunas mentales, siempre estaba sedado, dormido, no dejaban que su cabeza se aclarara.
—Lo lamento pero estoy cansado de la cama.—Dijo más clamado estirando su brazo para sujetar la mano del pelirrosa quien llevaba un gesto de tristeza.—Lo siento Sung ayúdame por favor.
—Nam sabes que te amo, soy tu esposo y que también estoy harto de verte en el Hospital.— Contesto ayudando al pelirrojo apoyarse en su hombro.—Pero debes ser precavido, recuerda que Black necesita a su líder.
“Nam” asintió con la cabeza, unos hombres aparecieron para ayudar a Black Queen con el jefe, el cual nuevamente fue recostado en la cama, lanzo un quejido al notar que nuevamente era atado a esos aparatos, el pelirrosa se sentó a su lado acomodándole la almohada, se acercó a sus labios para besarlo pero un castaño los interrumpió, llevaba una enorme sonrisa dibujada en su cara.
—Nam eres un genio tenías razón el chico verde está persiguiendo a SungYeol ahora solo es cuestión de que el plan se ponga en marcha, eres el mejor jefe.—Hablo alegremente el castaño sentándose a lado del pelirrojo.— Woohyun está a punto de atrapar al conejo amarillo, ¿estás seguro que no recuerdas nada?
—¿Hay algo importante que recordar? Has venido a pedir mi ayuda para acabar con TS Family por que según ustedes son mis enemigos, dos integrantes están a punto de morir y aún me cuestionas si recuerdo algo. ¿Qué es eso tan importante que no debo olvidar? Mi capacidad es la mejor, sepa o no sepa quién soy.— Le contesto molesto, ni él mismo podía explicar cómo lograba maquilar aquellos ataques, es como si su instinto fuera natural.— Eso quiere decir que solamente nos faltan tres me tendrás que dar un poco de más información para lograr matarlos.
Black King entre cerró los ojos le fastidiaba recibir órdenes de ese sujeto pero no podía negar que desde el momento que tomo el mando sus decisiones estaban logrando ganar terreno en el campo de batalla, al inicio creía que solo estaba fingiendo demencia pero ahora que dos de los líderes de TS estaban a punto de morir por su culpa y ver que “Nam” no se ponía nervioso le confirmaba que para su buena fortuna el gran YongGuk había muerto, lo miro de reojo continuaba teniendo esa mirada que congelaba, esa voz de ultra tumba, ese aire de superioridad envuelta en soberbia, noto como Sung trataba de tomarlo de la mano pero el mayor se negaba, aún sin recordar nada continuaba siendo demasiado peligroso, ahora se comportaba como una bestia herida y perdida.
—Deberías dejar que Nam descanse aún está en recuperación sus heridas están cerrando.— Comento molesto el pelirrosa tratando de alimentar al líder pero este se negaba a ser consentido como un niño.— Yo creo que puedes con los tres que faltan.
Bang chasqueo la lengua molesto detestaba que lo trataran como un discapacitado o un bebe, se suponía que era el jefe de una de las mafias más poderosas de Asia, los medicamentos lo hacían dormir demasiado no le permitían acomodar sus ideas, no tenía tiempo para razonar los eventos además su esposo no paraba de acosarlo, de mostrarle videos, fotos de ellos dos juntos, le contaba increíbles historias de cómo se conocieron, la manera que idearon crear ese grupo criminal, como eligieron a sus compañeros, en sus labios todo se escuchaba tan perfecto, noto como el joven entrelazaba sus dedos, ambos llevaban una argolla en cada dedo, a veces creía que en verdad fue un verdadero bastardo en su vida ya que no sentía ninguna emoción por quien se decía ser el amor de su vida.
—Doctor ¿Cuánto tiempo debo estar en el hospital? Quiero un fecha específica estoy cansado de esta cama.—Cuestiono al médico con un tono bastante autoritario e ignorando la pelea de sus otros dos acompañantes, se puso de pie con un gran esfuerzo.—Necesito regresar a dirigir una organización que está en plena guerra.
—La próxima semana si gusta puede retirarse.—Contestó el hombre mayor quien temblaba ante esa mirada.—Pero debe regresar a revisiones debido a que debemos asegurarnos que los implantes de piel están respondiendo correctamente.
Sung estuvo a punto de reprimir los comentarios del hombre pero Bang le regaló una mirada cansada, dándole a entender que no se metiera después de algunas revisiones la pareja de esposos se quedaron a solas, el pelirrosa comenzaba con su monologo, el mayor solamente cerraba los ojos en ese momento se sentía tan perdido, tan ajeno a su realidad encontrando solo paz en sus sueños, Black Queen al notar que el pelirrojo dormía detenía su discurso, tomo asiento en el borde de la cama, acaricio su rostro, su mejilla, una sonrisa se formaba en sus labios, nunca pensó que su plan funcionaria a la perfección, después de la persecución encontró a Guk y Zelo inconscientes en el borde de la carretera, Yong tenía la espalda completamente quemada, su cuerpo estaba mutilado fue entonces que hicieron el intercambio, Nam tomó su lugar mientras Black regresaba a su guarida con un moribundo líder de TS, pasó una semana sin despertar, entraba y salía de quirófanos continuamente, sus posibilidades de vivir disminuían con el paso del tiempo pero una tarde despertó al darse cuenta que no recordaba nada fue un regalo para el menor de Infinite, estaba seguro que el destino le regalaba una nueva oportunidad para estar juntos, ideo un plan maravilloso, le hizo creer que su nombre era YongNam, que era jefe de Black, gracias a que tenia miles de fotos y videos con el verdadero Nam lo pudo engañar, rápidamente creo toda una historia de amor.
—Eres como un cordero perdido en medio de lobos.—Dijo en un susurro besando su frente.—Eres mío nunca dejaré que regreses, te obligaré a matar a toda tu familia.
Su felicidad no podía ser mayor, ya que le fascinaba creer que Bang idearía la manera perfecta para asesinar a su verdadero esposo, con solo un par de ordenes había conseguido matar a YoungJae y JongUp cuando tomará el poder de Black los dirigiría al éxito, a la victoria, no le interesaba si el verdadero Nam era descubierto o asesinado, ya tenía lo que tanto anhelaba, él merecía ser el único dueño del corazón de YongGuk, él fue quien le dijo como volverse en el Rey de la mafia, lo conoció mucho antes que a Zelo o cualquier otro, se recargo en su hombro, ya era suyo, solamente suyo.
Yong abrió los ojos notando que alguien dormía a su lado estiro su brazo para pegarlo más a él, no lograba sentir algo, es como si estuviera vacio, seco, nuevamente enfoco su vista en el pecho, recordaba ese rostro pero su cabello era rubio, Lee SungJong, ese era su verdadero nombre, en sus memorias ese nombre estaba ligado a su primer amor, a la primera persona que le dijo que para triunfar siempre se necesitaba engañar, tener un par de ases escondidas en la manga, un plan B que nos llevará al éxito, se sentó en la cama desconecto los aparatos para que esta vez no hicieran ruido cuando se quitara los cables de su cuerpo, se puso de pie caminando hacia el baño donde vio reflejado su rostro en el espejo, era igual aquel joven de los videos, de las fotos, ¿Pero por que se sentía vacio? Desabrocho la bata dejándola caer en el piso, su pecho, abdomen estaba cubiertos de cicatrices, de distintos tamaños, se giro para observar su espalda, era la sección más espantosa, aún existían miles de rastros de sus quemaduras de tercer grado, despeino con los dedos su cabello rojo, era como si estuviera atrapado en una bizarra realidad, que no le correspondía un suspiro escapo de sus labios.
JunHong observaba como Nam jugaba con la comida que estaba en la bandeja que le había llevado, el pelinegro se ecnontraba sentado en la cama con una mano esposada al respaldo, levanto la mirada para enfrentarse a los fijos ojos que el menor le regalaba al principio pensó que lo mataría pero el ahora líder de TS solamente lo sedo y secuestro en su propia habitación, evitaba que el resto de familiares lo visitará, no todo era perfecto debido a que el rubio continuamente lo drogaba con un suero de la verdad había logrado sacarle el verdadero nombre y rostros de los líderes de Black, aunque era increíble que no le cuestionará sobre el paradero del cuerpo de su esposo, tal vez seguía teniendo miedo enfrentarse a la verdad, aún no quería aceptar esa mentira.
—No te pareces en nada en tu hermano, tu sonrisa es más pequeña, no tienes la manía de inflar las mejillas cuando estas fastidiado, tus manos son más toscas, tu voz tampoco es tan gruesa, ahora que lo pienso son muy diferentes.—Comento al aire el rubio quien abrazaba sus piernas sentado en su enorme sillón reclinable, era el preferido de su esposo.—Cuando obtenga la victoria te regalaré a CAP, él sabrá que hacer contigo.
—Podrías cerrar los ojos y pretender que soy mi hermano al inicio parecías muy convencido de eso.—Soltó burlonamente colocando la bandeja sobre el mueble a lado de su cama. —Créeme he sido su sustito por muchos años así que soportaré hacerte el amor mientras gritas su nombre.
El rubio mordió su labio inferior molesto saco su navaja lanzándola hacia Nam quien se mantuvo quieto y observo como esa arma blanca se clavaba en el respaldo de la cama, su corazón se detuvo, él no se parecía en nada a SunJong, eras dos extremos de una moneda, el maknae de Infinite era alguien caprichoso, egoísta, vanidoso, un niño débil obsesionado con el pasado, JunHong era un adulto decidió a continuar, a olvidar sus errores, era vanidoso pero de un modo malévolo, no dejaba de pensar en su familia, en cómo ayudarla dirigió su vista al mapa donde las fotos de los integrantes de Black estaban colgados, Lover y Tower estaban marcados por una equis roja, SungYeol y WooHyun estaban muertos.