Se apoyó en el colchón y acercó su rostro al suyo. Aparte del olor a alcohol de su aliento, no advirtió nada más. Le apartó el pelo que tenía delante de la cara y le acarició la mejilla mientras esbozaba una sonrisa perversa. Parece que el humano comenzó a despertarse poco a poco con el tacto.
- Buenos días, Tony.
Cuando el genio abrió los ojos se quedó completamente asombrado por ver quien estaba allí. Loki sintió que lo miraba con recelo, lo cual le extrañó un poco. Empezó a pensar que a lo mejor eran ciertos los rumores, pero le daba exactamente igual. A Tony le dolía bastante la cabeza y le escocían los ojos. Dejó de mirar fijamente a esa ilusión para frotárselos un poco, pero cuando volvió a encararla, allí seguía.
- P-Pepper, ¿qué haces aquí? Creí que te ibas a ir... - observó el desastre que tenía alrededor y sintió vergüenza porque lo viera en ese estado. - Si quieres... si quieres hablar de algo, por favor... vuelve en otro momento. Ahora no me encuentro bien. ¿Pero qué hace aquí? Todo esto es muy extraño. - volvió a frotarse los ojos.
- ¿Y no puedo hacer que te sientas mejor? - respondió mientras volvía a acariciarle el rostro.
Tony siguió mirándola incrédulo. Después de lo que había pasado, ese tipo de comportamiento no era normal. Todo era demasiado confuso. Aunque había empezado a notar la resaca, seguía sintiendo el efecto del alcohol, y tenía mucho sueño. Por todo ello, se encontraba bastante mareado y desorientado, y el asgardiano lo notaba perfectamente.
- Esto va a ser divertido...
Se acercó lentamente y lo besó con sutileza. El genio reaccionó apartándose bruscamente al cabo de unos segundos.
- ¿Qué...
Y volvió a ser besado de nuevo, esta vez de una forma más intensa. Loki notaba el sabor del alcohol, pero esos labios humanos eran sedosos y calientes, así que no le desagradaba del todo.
- Vale, esto definitivamente tiene que ser un sueño. Aunque me siento despierto. ¡Oh, maldito alcohol! No sé qué ocurre pero prefiero no pensar.
Abrió su boca para recibir aquella lengua que se movía tan vigorosamente. Aunque los suaves labios estaban algo fríos, el calor del interior lo hacía fundirse lentamente.
- Rayos, ¿desde cuándo Pepper besa tan condenadamente bien?
Se empezaba a sentir un poco sofocado. Movió su mano y se encontró con la de la rubia. No sabía si era por el alcohol o el calentón que llevaba encima, pero la notó algo fría.
- ¡Estás helada! ¿Hacía frío en la calle?
Loki se incorporó mientras se divertía con ese comentario.
- Un poco... - dirigió a Tony una mirada picaresca - ¿Te gustaría calentarme?
El genio sintió cómo su corazón daba un vuelco. Seguía sin entender la situación y su mente analítica constantemente le hacía observar y darse cuenta de que muchas cosas no encajaban, pero por otra parte aquello le estaba encantando e inconscientemente no quería hacer caso a la razón. Estaba realmente excitado. No sabía qué era pero todo aquello le tentaba demasiado. Tal vez la propia idea de que nada tenía sentido, esa actitud dominante y lanzada que no coincidía con la imagen que tenía de Pepper... le atraía demasiado.
- Lo que desees, nena.
Respondió con una voz sofocada y sensual que representaba claramente el cómo se sentía. Agarró los muslos de la rubia mientras ésta se posicionaba encima de él para besarlo de nuevo. Fue ascendiendo y acarició su trasero mientras volvía a sofocarse con aquellos besos tan apasionados que no reconocía. Parecía que había estado yendo al gimnasio, pues notó su cuerpo muy bien formado. Algo no terminaba de cuadrar. Cuando llegó a la cintura, advirtió que tenía algo de forma, pero no era tan estrecha como la recordaba. No le dio tiempo a pensar más ya que se dio cuenta de que le había desabrochado la camisa y estaba dejando un recorrido de besos a lo largo de su pecho.
- ¿Pero cuándo...
El moreno observó disimuladamente el artefacto que llevaba entre sus bien formados pectorales. Emitía un extraño brillo y tenía unas cuantas cicatrices a su alrededor, algunas de las cuales parecían bastante recientes. No sabía lo que era pero ahora podía ver el motivo por el cual no pudo dominar a ese humano con el bastón Chitauri. Aunque ahora parecía estar bastante dominado de todas formas. Había notado que inspeccionaba su cuerpo, y reaccionó antes de que siguiera tocando y pudiera ser descubierto.
- Vamos a jugar a un juego...
Tony la miró interesado. Se deshizo de la camisa y la usó para atar las torpes manos del ebrio genio. Realmente tenía los reflejos bastante disminuidos y se enteraba de bien poco.
- ¿Qué estás haciendo? - vio que estaba atado. - Oh rayos... Lo que faltaba...Menudo sueño erótico estoy teniendo...
Sintió que algo apretaba su ropa interior y Loki pudo notarlo. Ahora que el humano estaba atado podía hacer lo que quisiera sin temor. Le retiró los pantalones, se deshizo de su propia ropa quedando únicamente con la ropa interior y se montó encima del genio. Éste lo miraba impacientemente con una intensa lujuria. No podía mover los brazos y esa impotencia hasta le encendía más. El asgardiano se deslizó hasta su entrepierna y comenzó con un movimiento de vaivén contra ella mientas observaba sus reacciones. Notaba la húmeda erección rozar contra sus glúteos. Le sonrió con lascivia y una mirada de superioridad mientras el humano se mordía el labio y observaba sus caderas. De pronto desvió la mirada y frunció el ceño mientras se dibujaba en su cara una expresión mezcla de tristeza y enfado. Parecía que había salido un poco de aquel placentero trance.
- Oh rayos Pepper, y pensar que has venido para esto... ¿Es que no tienes en consideración mis sentimientos? ¿Qué crees que soy? ¿Una especie de esclavo del placer a quien puedes recurrir o desechar cuándo desees? ¡Nmm! - ahogó un gemido cuando notó los glúteos rozarse contra él de nuevo, ignorando completamente lo que estaba diciendo.
Se sentía muy dolido. Fuera o no un sueño, sentía que su pecho dolía. Pero estaba demasiado excitado, y aunque le hubieran salido del corazón aquellas palabras de resentimiento, no tenía fuerzas para luchar contra ello. Sabía que la deseaba.
Loki esbozó una sonrisa ante tales comentarios tan contradictorios. Sus palabras no iban acorde a cómo su cuerpo estaba reaccionando. Descendió sus bóxers un poco para liberar a su miembro de aquella prisión de tela en la que se hallaba muy ajustado. Continuó balanceándose provocativamente para que el húmedo miembro rozara contra su cuerpo, ahora de una forma más directa.
Se desmontó del genio y descendió por sus piernas para terminar de quitarle la ropa interior. Observó su erección de cerca y comenzó a acariciarla lentamente a la par que observaba las reacciones a la excitación del resto del cuerpo. Ascendía y descendía con su mano lentamente e iba tocando la punta a ratos, viendo cómo esta se desbordaba dulcemente. El humano jadeaba disfrutando del momento, mientras movía inconscientemente sus caderas como pidiendo que lo tocara más rápidamente. Mientras disfrutaba de la vista, el jotun comenzó a lamerse los dedos y cuando vio que estaban lo suficientemente húmedos los llevó a sus glúteos. Tony se llevó una mano a la frente sorprendido por cómo estaba disfrutándolo. Esas frías manos realmente eran muy hábiles. Decidió incorporarse un poco para ver mejor el acto y se dio cuenta de que la rubia se estaba tocando, pero le resultaba extraño. Lo estaba haciendo... ¿por detrás?
- Oye... ¿qué estás...
Loki sintió que su cuerpo ya estaba listo. No le hubiera importado haber tomado a ese humano hasta dejarlo inconsciente, pero seguir con la farsa le parecía muchísimo más divertido. Divertido y extremadamente excitante. No se había fijado demasiado pero debajo de esa ilusión su ropa interior también estaba apretada y húmeda.
- Vamos a hacer travesuras...
Se subió encima de Tony y comenzó a deslizar sus glúteos sobre su miembro excitado. Al principio se limitó a rozar su entrada, observando la impaciencia del humano, que le había agarrado los muslos. Sentía su miembro caliente masajear la zona y palpitar, deseando entrar.
- Oh rayos, si vas a hacerlo, hazlo ya... - pidió el genio, completamente sofocado por toda aquella provocación que lo estaba volviendo loco.
Loki soltó una risilla de satisfacción por cómo lo tenía doblegado por el placer y comenzó a deslizar su miembro entre sus nalgas sin llegar a entrar, calentando su piel. Tony seguía jadeando y quejándose mientras lo miraba con lascivia. Le apretó los muslos dando a entender que no podía seguir soportando esa dulce tortura más tiempo y el asgardiano aceptó su petición. Posicionó su entrada sobre el miembro erecto y empezó a relajarse para que entrara en él. Hacía tiempo que no hacía eso y tenía que ir despacio, pues pese a haberse intentado acostumbrar con los dedos, su interior estaba un poco tenso. Y aunque su miembro fuera más grande, el tamaño de ese humano tampoco era ninguna tontería. Debía concentrarse al mismo tiempo en mantener la ilusión mientras tanto. Estar atento a todo al mismo tiempo era realmente agotador, pero merecería la pena. Tampoco podía ayudarse por delante, lo cual no hubiera estado nada mal para intentar relajarse más. Sintió un cosquilleo subir por su columna a cada centímetro que descendía sobre él, que le hacía contraerse de placer.
El genio notó cómo lo apretaba deliciosamente. No recordaba lo bien que se sentía hacerlo de esa forma, puesto que la rubia jamás se lo había propuesto y la última vez había sido hace... bastante tiempo. Estaba suave, apretado, y muy caliente. Dejó que se fundiera con él al ritmo que necesitara, aunque comenzaba a impacientarse mucho. Sentía que quería estar ya de lleno en su interior, y le pasaba por la cabeza la idea de embestirla fuertemente, pero no quería hacerla daño.
El jotun continuó deslizándose poco a poco a medida que se acostumbraba a ello, hasta que ambos estuvieron completamente unidos. Notó que respiraba fuertemente, presa del gozo y la sensación de intrusión a su desacostumbrado cuerpo. Intentaba que en ningún momento saliera su verdadera voz, por lo cual era consciente de que a medida que aumentara su excitación iba a ser más difícil de controlar. Visualizó la escena con el humano atado y completamente dominado, mirándolo ansioso, y un cosquilleo recorrió su entrepierna. Notó que su rostro se calentaba, y pudo imaginarse sus mejillas coloradas.
- Uff... no imaginé que esto me iba a excitar tanto...
Comenzó a mover sus caderas, muy lentamente, disfrutando de la sensación de aquel miembro caliente llenando su interior. Se sentía bastante sensible, tal vez por el tiempo que había estado sin probar esto, tal vez por lo que le excitaba hacerlo en esas condiciones. Cuando la punta del miembro chocaba contra su próstata, sentía una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo, y la respiración se le entrecortaba. Comenzó a aumentar un poco el ritmo, apoyándose sobre el abdomen del humano para poder moverse mejor. Se fijó en que estaba en bastante buena forma pese a encontrarse un poco demacrado. No tenía una constitución muy ancha. Aún así, poseía unos fuertes hombros. Tampoco estaba muy musculado, pero lo que tenía estaba todo muy bien definido. Se notaba que cuidaba muy bien su cuerpo. Palpó el abdomen, sintiendo como estaba bien apretado aunque no se le marcara demasiado. De alguna forma, visualizar todos esos músculos lo encendía bastante.
Poco a poco fue haciendo que aquel volcán ardiente se deslizara más rápidamente y golpeará más fuertemente ese punto que casi le hacía gemir de placer. Tenía que contenerse para mantener la ilusión, además de que... no era una persona que le gustara hacer demasiado ruido en la cama, prefería ser él quien provocara los gemidos.
Tony jadeaba cada vez que notaba las contracciones. Estaba muy apretado, y se sentía delicioso. Ese vaivén le estaba haciendo perder la cordura.
- Por favor, desátame - emitió un leve gemido ronco porque sintió que lo apretaba aún más. - Déjame hacerte sentir incluso mejor.
A Loki le tentó bastante la idea. ¿Sentirse incluso mejor? A lo mejor ahora que ambos se encontraban en ese estado ya no hacía falta ser tan cuidadoso. Le soltó la camisa y al instante Tony agarró sus glúteos con fuerza. Eran suaves, voluptuosos y realmente estaban muy bien definidos y mucho más apretados de cómo los recordaba. Sin pensárselo dos veces comenzó a mover sus caderas lo más rápidamente que podía estando en esa posición. Al moreno le pilló por sorpresa esa intrusión tan frenética y se le escapó un gemido de placer que sonó demasiado grave, aunque el genio no se dio cuenta. Éste estaba concentrado en mantener el ritmo mientras Loki disfrutaba de aquello a la vez que se tapaba la boca para no hacer más ruido. En esa posición conseguía penetrarlo a una buena profundidad, y arqueó su espalda un poco instintivamente sin darse cuenta, sucumbiendo a las sensaciones. Al humano le molestaba el no poder moverse tan bien como él deseaba estando así tumbado. Sin salir del cuerpo de la rubia, la impulsó para dejar su espalda apoyada en la cama y así estar él encima. Separó un poco sus piernas y siguió penetrándola lentamente, y después aumentando un poco el ritmo. La posición no parecía demasiado diferente de cuando lo hacían de la otra forma, aunque así lo estaba sintiendo mucho más intensamente y calculó que no duraría demasiado. Por cómo se sentía de apretado, intuyó que a la rubia tampoco.
El asgardiano cada vez se encontraba más sofocado y extasiado, y temía perder la concentración. Su cabeza estaba hecha un lío, puesto que aunque le había resultado excitante dominar al humano, su cuerpo temblaba entero y se contraía con más fuerza ahora que no era él quien llevaba el ritmo. Se sentía demasiado bien, y la tensión y ligera molestia que podría haber estado notando al principio ya había desaparecido completamente. El placer que no podía controlar ahora hacía temblar todo su cuerpo, y hasta sentía ganas de comenzar a mover sus caderas pidiendo por más. Si mantenía ese ritmo, no duraría mucho.
Ambos sumidos en un gozo mutuo se mantuvieron unidos hasta que Tony sintió cómo le agarraban fuertemente del muslo. Observó la cara sumida en placer de su acompañante, con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca ligeramente abierta, y le propinó las últimas embestidas antes de que este terminara tras un ahogado gemido que tuvo que contener mordiéndose un poco el antebrazo. Su interior le apretaba tan intensamente que casi acto seguido terminó él, entre sonoros jadeos de cansancio y éxtasis.
El genio estaba exhausto, con la cabeza caída y lateralizada. Sentía el sudor recorrer su rostro y un ligero temblor proveniente del cuerpo que sostenía. Mientras intentaba recuperar el aliento, le pareció que las piernas que estaba sosteniendo eran más largas y musculosas de lo que acababa de ver. ¿Y aquello era vello? Levantó la mirada, asombrado, y casi le da un infarto.
En vez de Pepper, había un atractivo hombre con el pelo negro y revuelto, jadeando dulcemente. Tenía la cara tapada con el brazo pero pudo ver que estaba sonriendo. El cuerpo era pálido, perfectamente bien formado, atlético pero sin excesiva musculatura, con una constitución un poco más delgada que la suya. Tenía la cintura estrecha para ser un hombre, lo cual era bastante provocativo. Su tórax ascendía y descendía por las profundas respiraciones. Cuando retiró el brazo de su rostro y lo miró fijamente con esos grandes ojos color aguamarina, se quedó completamente sin respiración.
- No... ¿Qué? ¡NO PUEDE SER! ¡POR TODOS LOS DEMONIOS!