En vez de Pepper, había un atractivo hombre con el pelo negro y revuelto, jadeando dulcemente. Tenía la cara tapada con el brazo pero pudo ver que estaba sonriendo. El cuerpo era pálido, perfectamente bien formado, atlético pero sin excesiva musculatura, con una constitución un poco más delgada que la suya. Tenía la cintura un tanto estrecha para ser un hombre, lo cual era muy provocativo. Su tórax ascendía y descendía por las profundas respiraciones. Cuando retiró el brazo de su rostro y lo miró fijamente con esos grandes ojos color aguamarina se quedó completamente sin respiración.
- No... ¿Qué? ¡NO PUEDE SER! ¡POR TODOS LOS DEMONIOS!
El moreno se incorporó mientras sacaba aquello de su interior con una mueca por lo sensible que aún estaba.
- Ah... Eso no ha estado mal... humano...
Le lanzó una mirada pícara mientras seguía sonriendo satisfecho. Tony estaba en trance. No entendía absolutamente nada. Loki intentaba asearse un poco con unos pañuelos que había encima de la mesa. Mientras se limpiaba y recuperaba la respiración, observaba al humano que estaba con la cabeza caída, mirando fijamente el colchón, en shock.
- Oh vaya, a lo mejor me he pasado con la broma...
De pronto levantó la mirada. El moreno pudo intuir el desquicio en sus ojos. La cabeza de Tony sólo pudo reaccionar ante una idea: aquello definitivamente era un sueño. Intentó adivinar entonces por qué estaba soñando eso. Se quedó completamente serio mirando al moreno, por lo que este dejó de sonreír y lo observó con curiosidad intentando adivinar en qué pensaba. ¿Tal vez era el rencor? ¿Qué tal un ojo por ojo? De pronto se abalanzó sobre él y lo agarro del cuello, estrangulándolo. El asgardiano se sorprendió e iba a retirar la mano, pero se detuvo al ver que el humano se acercaba a susurrarle algo al oído.
- Si esto es un sueño... significa que puedo hacer lo que yo quiera.
Tras esas palabras dichas con un tono de resentimiento, escuchó una maliciosa risa y al separarse de él observó cómo lo miraba con los profundos ojos oscuros llenos de ira y maldad, bastante impropio de uno de esos... superhéroes... o lo que sea que imaginaran que eran. Pensó que desearía hacerle algo malo, pero en el estado en que se encontraba poco podría hacer. Además, sólo era un humano. El hecho de que pensara que estaba soñando y que era el dueño de su mundo le parecía un tanto divertido y estúpido.
Le retiró la mano del cuello y se abalanzó sobre él para morderlo con fuerza. Loki se quejó por el daño, y acto seguido notó cómo lo lamía y volvía a morder. Aquello era bastante rudo pero pudo sentir un cosquilleo cada vez que pasaba la desenfrenada lengua, teniendo en cuenta que era una de sus zonas más sensibles. Con sus uñas arañó su pálido pecho, dejando unas fuertes marcas, y comenzó a apretar sus rosados pezones mientras seguía mordiendo su clavícula y hombro. Llegó hasta sus sensibles pezones con su boca y empezó a succionarlos fuertemente para después apretarlos con su lengua y terminar mordisqueándolos sin ningún cuidado. Loki sentía una descarga de dolor cada vez que los lastimaba, pero después poco a poco notaba cómo empezaban a entumecerse y ponerse duros. Observó cómo se habían enrojecido por las agresiones, pero no era dolor lo único que estaba sintiendo. Vio cómo volvía a envolverlos con esa caliente y resbaladiza lengua y le pareció gracioso el hecho de que en vez de matarlo parecía que deseaba devorarlo.
- ¿Qué ocurre humano? ¿Tienes hambre? - preguntó mientras reía con la respiración un poco agitada.
A Tony le molestó que siguiera comportándose con esa superioridad y tono burlón a pesar de estar en su propio sueño. Lo cogió de un brazo y le estampó la cara contra el colchón, dejándolo de espaldas a él. Cuando el moreno intentó separar su rostro de las sábanas, siguió agarrándole el brazo fuertemente tras su espalda mientras le cogía del pelo y tiraba bruscamente de él hacia atrás. Antes de que el asgardiano pudiera soltarse se acercó de nuevo a hablarle al oído.
- No tienes ni idea de lo mal que lo he pasado por tu culpa, maldito extraterrestre. ¿Te parece divertido todo esto? ¿Te gusta dominar a los demás? Pues ahora vas a ser tú el que esté de rodillas, porque te voy a follar como a una puta, jodido bastardo.
Loki se quedó perplejo ante el demonio que acababa de despertar en ese humano.
- Guau... menudo resentimiento me guarda. ¿Y que me va a follar como a una puta? ¿Eso piensa hacer para vengarse? - soltó una risilla por lo patética que le parecía la situación.
Stark seguía cabreado porque parecía que era imposible intimidar a ese monstruo. Le soltó el pelo bruscamente y le arañó la espalda con ira mientras se incorporaba. El moreno arqueó el cuerpo por el dolor.
- Uff... menos mal que esto se cura rápido. Menuda rabia tenía acumulada, me encanta... - se lamió el labio con lascivia mientras seguía disfrutando el haber despertado el lado oscuro de ese superhéroe.
El genio se quedó durante un momento quieto, pensativo, observando la blanca espalda marcada con sus uñas. Revisó la ropa que estaba tirada en el suelo y sonrió al ver su cinturón. Casi pierde el equilibrio al cogerlo pues aún estaba perjudicado por el alcohol. Loki lo observaba con curiosidad.
- Muy bien, veamos quién ríe ahora... - comentó mientras estiraba el cinturón con sus manos y lo miraba con ira.
Loki arqueó una ceja divertido por todo aquello.
- La hormiguita quiere jugar a que es la reina del hormiguero...
Notó un golpe del cinturón contra su espalda.
- Uff... y aquí tenemos más rabia acumulada, haha.
El genio lo golpeó varias veces mientras éste soportaba el dolor gracias a la diversión que le estaba brindando. No dejaba de sonreír en ningún momento, y aquello hasta le empezaba a resultar placentero. Le sorprendió que de pronto uno de los golpes fuera dirigido hacia su níveo trasero.
- ¡Levanta las caderas!
El asgardiano rió con gusto ante aquella orden.
- ¿Así que con esto se refería a lo de "ponerme de rodillas"?
Le propinó algún golpe más a sus glúteos, enrojeciéndolos bastante. Empezó a notar que todo aquello lo estaba calentando. Analizó la situación: estaba azotando al tío que había conseguido que su vida se fuera al traste. Oh sí, definitivamente eso era demasiado excitante. Lo golpeó con más fuerza incluso, guiado por ese pensamiento, viendo cómo crecía su erección. Se sentía como un maldito depravado, pero decidió dejar de lado toda esa basura de lo que estaba bien y mal hacer. Iba a disfrutar del momento, y punto.
Loki comenzaba a no poder soportar los golpes. Parecía que estaba dispuesto a dejarle la piel en carne viva, ya empezaba a doler bastante. Tras balancear el dolor que estaba recibiendo, con lo que le divertía aquello, decidió que era suficiente. Arqueó su espalda y colocó sus manos sobre sus glúteos mientras miraba al genio. Al tocar la piel pudo comprobar que realmente dolía bastante.
- ¿No ibas a follarme como una puta? ¿O es que pretendes latigarme hasta que me quede sin trasero?
Tony se detuvo y miró atento la muy provocativa invitación. Observó la posición, con el cuerpo deliciosamente arqueado y las piernas separadas tan desvergonzadamente. Un fino hilo blanquecino aún caía de aquella jugosa entrada que había disfrutado antes. Sintió un fuerte latido en su pecho, y se calentó más, sin importarle el hecho de que se tratara de un hombre. Sin vacilar demasiado, soltó el cinturón, agarró sus caderas y lo penetró fuertemente sin preocuparse porque volviera a acostumbrarse.
Aunque lo acababan de hacer, Loki había vuelto a estar tenso ahí abajo, tal vez menos que antes, pero igualmente sintió aquello como una puñalada a su interior que dolió bastante. El humano comenzó además con un vaivén rudo, salvaje, mucho más rápido, entrando y saliendo sin ningún tipo de delicadeza, golpeándolo fuerte por dentro como si quisiera partirlo en dos. El moreno emitía sonidos de queja por agredir sus entrañas con tanta furia. Sentía bastante fricción por cómo se lo estaba haciendo, y además del dolor, notaba que aquello le quemaba por dentro como lava. Tony le agarró del pelo, tirando de él hacia atrás. Sentía su miembro palpitar en su interior como si fuera a explotar en cualquier momento, realmente aquello le debía estar encantando. Volvió a morderle el cuello sin contemplaciones mientras seguía penetrándolo fuertemente. Le hincó las uñas en el pecho y esta vez fue tan fuerte que incluso le levantó un poco la piel y comenzó a sangrar. El asgardiano se quejó por ello, pero no le dio tiempo a prestarle demasiada atención ya que Tony había descendido sus manos para cogerle de la cintura para poder embestirlo más profundamente. Ambos jadeaban frenéticamente y Loki sentía que le temblaban las piernas.
Comenzó a acostumbrarse a la intrusión, aunque le estaba agarrando la cadera de una forma bastante bruta. Su trasero ya no dolía tanto, ahora más bien lo sentía muy entumecido, y junto con todas las sensaciones desagradables, notaba como su cuerpo se llenaba de espasmos de placer cada vez que lo penetraba tan fuertemente, haciéndolo arder por dentro. Además, las zonas de piel que lesionaba y acariciaba también le quemaban. Bajó la mirada y tras observar los arañazos de su pecho y sus pezones enrojecidos junto con todas las marcas, vio que estaba mojando las sábanas por lo excitado que se encontraba.
Era consciente de que el humano deseaba desquitarse con él de una forma un tanto pervertida, pero no era capaz de producirle tanto dolor que le hiciera pasarlo mal. ¿O es que él era alguna especie de masoquista? Descendió la mano y comenzó a acariciar su miembro más que excitado, mientras el genio seguía propinándole deliciosas y brutas estocadas que hacían temblar su interior. Sentía que hasta le costaba respirar por lo intensamente que lo estaba sintiendo. Inclinó su cabeza hacia atrás, apoyándose en el hombro del humano, mientras luchaba por controlar las respiraciones. Le dolían las agresiones que le había hecho a su cuerpo, pero pese a ello se estaba sintiendo demasiado bien. Tan bien que se molestó cuando notó que salían de él.
- ¡Date la vuelta!
El asgardiano le hizo caso sin pensárselo mucho y se puso boca arriba lentamente. Sólo quería continuar sintiendo ese placer alocado. Tony observó lo excitado que estaba, cómo temblaba suavemente, su respiración agitada y el sudor recorrer su cuerpo.
- ¿Es que acaso te gusta esto? - El moreno le lanzó una mirada lapidaria mientras intentaba respirar tranquilamente. - Bien... - Esos serios ojos llenos de ansia y lujuria hasta le habían causado terror.
Agarró sus glúteos y volvió a penetrarlo fuertemente como antes. Loki sentía que se deslizaba ya con bastante facilidad ahora que estaba tan excitado y relajado, y se sentía maravilloso pese a que seguía sintiendo punzadas de dolor de vez en cuando. Arqueó su espalda mientras intentaba ahogar sus gemidos de nuevo con sus manos. Vio al humano observándolo muy fijamente y sintió que sus profundos ojos le quemaban por dentro. No podía aguantar esa mirada tan intensa, mezcla de odio y lujuria, casi hasta podía advertir un matiz llameante en ese oscuro ámbar. Se dio cuenta de que estar en esa posición le ponía algo nervioso, ser observado de esa forma... Extrañamente se sentía mucho más dominado que antes.
El genio notó su nerviosismo y se aprovechó de ello agarrándole los brazos mientras se recolocaba para penetrarlo más profundamente. Ahora ya no podía taparse la cara y podía observar cada una de sus reacciones. Le dio la sensación de que se encontraba muy sumiso y aquello le excitó incluso más, por lo que aumentó la marcha. El moreno respiraba entrecortadamente y podía ver cómo goteaba de placer sobre su abdomen mientras lo apretaba más fuertemente.
Tony sintió que no aguantaría mucho más, y le soltó los brazos para agarrarle el cuello. Comenzó a estrangularlo sin llegar a ser tan fuerte como para cortarle del todo la respiración. El moreno se sorprendió y aunque podía respirar algo, con lo agitado que estaba empezó a sofocarse mucho. Agarró las manos que aprisionaban su cuello pero no las separó de él, aquella sensación extrañamente no le desagradaba del todo.
Comenzó a sentir muchísimo calor recorrer todo su cuerpo, como si estuviese metido en una caldera. Inclinó la cabeza hacia atrás mientras abría mucho su boca intentando respirar mejor, mas sólo salían bruscas exhalaciones a modo de jadeos del poco aire que entraba en sus pulmones. El humano seguía con el ritmo frenético, sin ningún tipo de amor por su cuerpo. Comenzó a temblar sumido ante tal gozo que hacía que su mente se pusiera en blanco. Arañaba aquellas muñecas pero seguía sin apartarlas, mientras era penetrado tan profundamente que sentía que se volvería loco.
Sin importarle ya si hacía o no ruido, siguió exhalando gemidos ahogados mientras observaba al humano completamente sumido en éxtasis, jadeando sonoramente y gimiendo gracias a sus marcadas contracciones. Esta vez estaba tan condenadamente excitado que no pudo evitar comenzar a mover su cuerpo al son del frenético ritmo que marcaba el genio.
Tony observaba todo aquello bastante complacido, lo tenía completamente dominado por el placer, aunque el jotun creyera más bien lo contrario. Observó su temblorosa boca intentando respirar, sus finos labios humedecidos y un hilillo de saliva cayendo por un lateral. Tenía los pómulos muy enrojecidos por el sofoco y el placer, en contraste con la palidez de su piel. Los párpados estaban caídos mientras lo observaba con una expresión de lujuria e impaciencia. Los pálidos ojos aguamarina estaban bastante húmedos, y el pelo azabache enmarañado cayendo sobre su blanco y estilizado rostro... Todo aquello más allá de ser tentador y provocativo, comenzó a inquietarse porque hasta le pasó por la mente que suscitaba fragilidad.
Loki no era del todo consciente de cómo se veía. Sólo podía pensar en el placer que le estaba haciendo perder la cordura y en la mirada del genio, a la cual ya se había acostumbrado, que lo observaba como si fuera una bestia que quisiera devorarlo. Tras recibir una ráfaga de profundas embestidas, no pudo soportar más ese placer mezclado con la sensación de ahogo y empezó a contraerse muy fuertemente mientras arqueaba su espalda e intentaba contener un sonoro y grave gemido. El genio notó las fuertes contracciones que estaba experimentando el asgardiano y tampoco pudo soportarlo más. Soltó su cuello, observando cómo comenzaba a respirar frenéticamente para recuperarse del pseudo-estrangulamiento. Le había dejado bastante marca. Le propinó una profunda embestida y comenzó a apretar fuertemente su magullado interior mientras terminaba. Loki gimió de nuevo cuando sintió aquella fuente hirviendo chocar contra sus sensibilizadas entrañas. Instintivamente se acercó al níveo cuerpo para abrazarlo, de tal forma que el asgardiano pudo escuchar los fuertes y roncos gemidos en su oído. Sonaba delicioso y le hizo temblar, extasiado.
Tras quedarse unidos unos segundos, Tony se percató de que estaba muy cansado, así que salió de su cuerpo y simplemente se dejó caer en la cama mientras el jotun se quedaba ladeado en la misma intentando recuperar el aliento, completamente agotado por la asfixia.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Se encontraba plácidamente dormido cuando sintió los rayos de sol sobre su rostro. Frunció el ceño molesto y ladeó la cabeza para encontrar el despertador en la mesita de noche. Lo alcanzó y lo acercó para ver la hora sin tener que abrir mucho los ojos. Marcaban las 8 de la mañana. Suspiró y volvió a tumbarse boca arriba en la cama. Le dolía horrores la cabeza y le ardían los ojos. No tenía nada de ganas de levantarse y afrontar el día. Se frotó la cara y se giró hacia el otro lado para ponerse más cómodo y seguir durmiendo. Fue a agarrar la almohada, pero no la encontraba.
- ¿Mm?
Entreabrió un ojo y se dio cuenta de que no estaba solo en la cama. Había alguien de espaldas, con una melena de color negro. Se acercó con miedo para comprobar de quién se trataba y observó que no tenía pechos.
- No...
Poco a poco dirigió la mirada hacia la cara mientras una gota de sudor caía por el lateral de su rostro y tragaba saliva fuertemente. El pelo le caía por delante pero podía reconocer los rasgos más o menos. Se le quedó cara de haber visto un fantasma y poco a poco retrocedió para volver a sentarse.
- Ay dios...
Dejó la mirada perdida llena de asombro mientras se llevaba la mano a la boca. Volvió a girar lentamente la cabeza para verlo de nuevo.
- AY POR DIOS, ¡NO! Esto tiene que ser una pesadilla...
Se sostuvo la cabeza con ambas manos y se quedó en trance durante unos segundos, mirando al vacio.
- Nm...
Escuchó un sonido de queja por parte del moreno que le sacó de ese trance. De pronto advirtió el peligro en el cual se encontraba y cogió un diseño de guante robótico que tenía guardado en el armario. Sólo era un prototipo de recuerdo pero al menos serviría para intimidar. Se dio cuenta de que estaba desnudo y se puso algo de ropa interior. Se acercó cautelosamente al asgardiano apuntándole con el guante. Advirtió que le había robado la almohada y la estaba abrazando hecho un ovillo. Estaba apretándola fuertemente mientras emitía algún gruñido. Movía las piernas y temblaba un poco. El genio se acercó confuso y volvió a escucharlo mientras apretaba su cabeza contra la almohada. Le parecía el sonido de... ¿un llanto? Cuando estuvo ya muy cerca lo pudo ver con más claridad. Tenía una mueca de tristeza en el rostro y aquello eran.... lágrimas. Giró la cabeza mientras seguía moviéndose inquieto así que no pudo ver más.
- Está teniendo... ¿una pesadilla?
Cuando se movió vio algo que le llamó la atención por el rabillo del ojo. Algo que hacía bastante contraste con las blancas sábanas. Dirigió la mirada hacia la parte trasera del jotun. Su blanca piel estaba teñida de rojo. Sangre... era sangre. Desvió un poco la mirada y vio los glúteos enrojecidos, las innumerables marcas de agarres, arañazos y mordiscos que tenía por todo el cuerpo. Algunas habían sangrado, y ahora esa sangre estaba seca sobre las costras. Volvió a mirar los glúteos y la escena completa y sintió un mareo. ¿En serio él había hecho eso? Se tambaleó hacia atrás y chocó con una mesa que tenía botellas de licor encima. Una se cayó y chocó contra el mueble. El asgardiano se sobresaltó por el ruido y se incorporó en la cama, adoptando una posición defensiva hacia donde provenía el sonido. Advirtió que el humano le apuntaba con un brazo metálico bastante asustado. Por lo que parecía, se había despertado antes que él y se había quedado sin aliento al ver a quién tenía al lado. Iba a lanzarle una mirada picaresca pero se sorprendió porque tenía los ojos húmedos, y recordó lo que estaba soñando antes del susto. El genio pudo ver perfectamente cómo el moreno no podía contener alguna lágrima que caía por su rostro, y ante dicha incapacidad se intentaba proteger apartando la mirada y tapándose la cara con la mano.
- Oh, mierda...
Por nada del mundo deseaba que un simple humano lo viera en ese estado. Tony de pronto sintió una extraña sensación en su pecho. Ese ser, que hasta entonces siempre lo había visto como una especie de monstruo, le acababa de parecer algo humano. Sabía que si alguien era capaz de llorar es porque tenía sentimientos, y un corazón. Y se vio reflejado por aquellas veces que también se había despertado con los ojos empapados, a veces gritando entre las sábanas. Conocía de qué estaban hechas las pesadillas. Descendió un poco el guante pero lo volvió a subir en cuanto notó que Loki se movía.
El jotun se encontraba bastante dolorido. Las heridas que tenía por el cuerpo no eran la gran cosa y ya se habían curado algo, pero tenía bastante entumecidas la cadera y las piernas. La zona lumbar de la espalda le dolía como si hubiera dormido sobre piedras y cuando se movió notó un fuerte dolor punzante en su trasero. Observó que había sangre en las sábanas. Decidió levantarse de la cama y vio que el genio seguía a la defensiva, lo cual le pareció gracioso. Éste no sabía muy bien cómo reaccionar. Es que, por favor, ¿qué clase de situación era esa? Parecía una broma.
- ¡Quieta ahí, cabrita! - Loki vio cómo el guante comenzaba a brillar. - ¡Jarvis! Si este sujeto sale del edificio sin mi permiso, avisa a... quien sea... ah... - sintió una fuerte punzada de dolor en la cabeza que le obligó a agarrarse la frente con la otra mano. - Y que lo clasifiquen como criminal extraterrestre fugitivo o yo qué sé... ¿Qué estoy haciendo? Maldita sea... - se frotó los ojos mientras intentaba poner su cabeza en orden.
El asgardiano se acercó sin ningún tipo de temor hasta que su pecho chocó con el guante.
- ¿Acaso pretendes hacerme algo con esto? - el genio apartó el guante y se apartó él en cuanto vio que estaba tan cerca. - ¿Por qué dudas que no te hubiera matado ya si hubiera querido hacerlo? - Tony se tranquilizó un poco pero seguía observándolo con suspicacia. - Oye... ¿dónde hay un bañ...
De pronto se quedó pálido y se tambaleó hacia delante, a lo que el castaño reaccionó sosteniéndolo para que no se cayera. Pudo advertir la diferencia de altura que había entre ambos. No daba la impresión de ser tan alto por su delicada constitución pero era realmente enorme. Loki sintió como le temblaban las piernas y notó otra fuerte punzada de dolor en sus entrañas. Al genio se le cortó la respiración al ver un hilillo de sangre recorrer su muslo y gotear en el suelo.
- Vaya... Anoche te excediste un poco...
El castaño no sabía qué decir. Podía recordar todo mucho mejor de lo que desearía, y se acababa de quedar completamente pálido él también.
- Eh... Yo... no...
Mientras titubeaba, el moreno lo agarró del cuello y lo miró muy seriamente.
- Te he preguntado que donde hay un baño.
Soltó al humano y esperó su respuesta mientras cruzaba los brazos. El genio seguía extremadamente avergonzado por su comportamiento y era incapaz de mirar al asgardiano a los ojos.
- Oh sí, vale... claro, por aquí... - con la mirada bajada le ayudó a recoger la ropa que estaba tirada en el suelo.
En la propia habitación había un baño pero le llevó a uno más grande que había en el pasillo de las habitaciones. Estuvo todo el trayecto sin decir una palabra, y cuando el jotun cerró la puerta, se deslizó de espaldas a ella hasta caer al suelo, quedándose con la cabeza inclinada entre las rodillas y un brazo encima de ella, completamente destrozado. ¿Qué rayos había hecho? Aunque se tratara de un enemigo, hacer ese tipo de cosas para desquitarse... Se sintió como un monstruo, era lo peor...
Aunque podría haberse enfadado profundamente por jugar con sus sentimientos, o podría haber comenzado a intentar encajar los acontecimientos para encontrarle sentido a todo ello, en ese momento sólo le rondaba eso por la cabeza... Un profundo sentimiento de culpa.