DaeHyun descendió del auto, su rostro estaba cubierto por un antifaz de conejo llevaba un elegante traje negro sastre, sus manos estaban cubiertas por guantes de cuero, el líder de TS camino para quedar delante de una casa varios hombres lo seguían, uno de ellos le paso una escopeta calibre 12 semiautomática la cual acaricio fascinado por la estructura de tan bella arma, sus dedos se amoldaron a la perfección dirigió su vista hacia la entrada de esa vivienda ubicada en una concurrida calle donde los transeúntes habían desaparecieron en cuestión de segundos, el joven levanto el arma y comenzó a disparar, sus seguidores hicieron lo mismo, una ráfaga de balas atravesaron aquellas paredes de madera, las personas que estaban dentro de ese edificio despertaron asustados, algunos otros nunca más volvieron abrir los ojos, Smile Black rápidamente tomo su pistola para contestar pero era obvio que no esperaban tal emboscada.
—Quiero que dejen el lugar como un enorme queso, nadie debe sobrevivir.—Grito el líder de TS dándole una patada a la puerta principal provocando que se derrumbará, se adentro a la unidad habitacional pera terminar estampando una bala en cada enemigo que se encontraba. —DongWoo eres el único que falta para terminar mi parte del trato.
El mencionado se detuvo un segundo al escuchar su nombre ¿Cómo diablos TS conocía su identidad? ¿Nam los traicionaría? Los cuestionamientos inundaban su mente pero tampoco tenía demasiado tiempo para razonar debido a que la redada que sufría era encarnizada solo unos minutos bastaron para que su cazador lo encontrará, la puerta de madera fue a dar al piso, el integrante de Black se puso de pie dispuesto a hablar para detenerlo pero el joven del antifaz no le dio tiempo para formular alguna palabra, debido a que fue ejecutado sin previo aviso, esa era la misión de DaeHyun, buscar y matar, no les debía dar oportunidad para hablar o defenderse, su trabajo era rápido y conciso de esa manera uno de los líderes terminaba con su última misión asignada, el castaño se acerco a verificar que el hombre de Black estuviera muerto salió del cuarto para continuar con su cacería esa misma noche debía regresar a casa para una reunión de emergencia.
SungJong observaba desde la terraza como su pareja hacia ejercicio en el jardín, relamió sus labios fascinado por la vista debido a que el líder de Black no llevaba camisa y solo un pantalón ajustado se adhería a sus muslos como segunda piel, era increíble que ese hombre fuera capaz de ponerse de pie después del atentado que sufrió un par de meses antes desde el momento que lo conoció cuando era más joven quedo enamorado de él, de la capacidad que demostraba al momento de planificar robos, asaltos, trampas, un estrega innato después de abandonarlo se arrepintió, odio a sus padres por haberlo separado de la única persona que parecía ser su alma gemela, SungJong y YongGuk eran dos entes cortados con la misma tijera, Black era una organización excelente gracias a sus decisiones Queen era quien llevaba la batuta antes de que llegará Guk ese imperio solo era un regalo para su primer amor, lo odio, detesto cuando supo que su corazón había sido cautivado por un mocoso el día que lo conoció, JunHong fue siempre su objetivo, matarlo, asesinarlo era la única solución para que él y Bang estuvieran juntos.
—Quiero hablar con Woo no puedo con esta espera.— Interrumpió Gyu tomando el brazo del pelirrosa quien se giro fastidiado.— Por favor júrame que has hablado con él que está vivo, confió en ti.
—Sí, yo mismo me he comunicado con Lover Black, él está vivo pero debe mantenerse escondido porque tiene en su poder a Jae todo está bien.—Contesto el menor con una sonrisa acariciando el rostro del joven de cabellos castaños.— Yo controlo a YongGuk él me dice todo y la reunión será la última prueba para corroborar que en verdad ha olvidado todo.
King afirmo con la cabeza, no confiaba en Guk pero creía en Sung gracias a él estaban en ese lugar en la cadena de la Mafia, sus planes, sus estrategias eran dignas de un comandante militar, si él le decía que todo estaba bien era porque era verdad, solo un poco de más tiempo tendrían el poder de la mafia en Asia además de que terminarían con sus enemigos para siempre, un suspiro escapo de sus labios los cuales se acercaron a la frente del pelirrosa para besarla, lo guardo en sus brazos aún entre el equipo de los malos la amistad y cariño existen como lazos irrompibles.
—No le he dado todo el poder pero lo haré después de la reunión, si termina con éxito la misión ¿estás de acuerdo?—Susurro al oído del mayor quien asintió con un movimiento de cabeza.— Anda ve a tu reunión con Interscope, debemos quitarles ese aliado a TS para marcar su fin.
—Sigue controlando a la bestia de Bang, es buen líder pero en cualquier momento puede volverse loco.— Hablo en tono burlón—Si pronto regresaré y espero me tengas buenas noticias.
Queen le contesto con una genuina sonrisa ambos amigos se despidieron el menor al quedarse solo tomo asiento en uno un banco delante de su tocador peino su cabello mientras observaba su reflejo en esa superficie fina cerró los ojos, puso su mano abierta sobre la madera donde clavo sus uñas, su corazón latía rápidamente sus pensamientos comenzaron a navegar en los sucesos que apenas conocidos, esos pensamientos se interrumpieron cuando escucho el sonido de la puerta abriéndose llevo su mirada al intruso, Bang llevaba ahora una camisa negra pegada a su cuerpo, el sudor la había empapado.
—¿A qué hora llegara Tower y Lover? —Cuestiono observando el rostro de Guk que se reflejaba en el espejo.— Quiero saludarlos.
—Los prisioneros llegaron esta mañana a Corea estarán en una casa junto a donde se celebrará la reunión, Tower y Lover estarán viajando a una misión que les encargue´ ¿Por qué tu desconfianza? —Contesto sin imputarse el pelinegro quien se acerco por la espalda al menor puso sus manos sobre sus hombros hundió las yemas de sus dedos en esa blanca piel.—Prometiste confiar ciegamente en mi cuando desperté me pediste creer en ti y hasta ahora he cumplido con mi palabra.
Bang se agacho para susurrarle al oído el corazón del menor latió desconsoladamente, ese aliento frio se coló por cada célula de su piel cerró los ojos fascinado por el sonido de esa voz grave, lo amaba, daría su propia vida por él, por sus besos, si él le pedía confiar lo haría sin preguntar su mano se posó automáticamente sobre la mano del mayor sus dedos se entrelazaron.
—Está bien creo en ti.— Contesto sumiso sus ojos se abrieron al notar que el mayor no usaba su argolla.— ¿Dónde dejaste tu sortija?
—Lo siento creo que la deja en la oficina más tarde pasaré por ella me voy a dar un baño y espero cuando salga estés listo para viajar a Corea.— Dijo fríamente el mayor deshaciendo el agarre.— Hay un pequeño cambio en nuestros planes.
Queen quiso cuestionar esas frases dichas al final pero Bang ya había ingresado al baño, Guk se despojo de su ropa para meterse a la ducha donde el agua fría invadió cada rincón de su cuerpo sus palmas extendidas se pusieron sobre el frio azulejo de la pared trato de rasgarla con sus escasas uñas cuando escucho que la puerta de su habitación era azotado golpeo el muro con toda su fuerza apenas unos segundos antes había recibido un mensaje en su celular, la furia recorría cada centímetro de su alma, la rabia lo corría desde las entrañas extendiéndose por todo el cuerpo, en esos momento sentía que el mundo se le caía encima, mentir, engañar, esos conceptos eran sencillo de seguir pero a veces era doloroso pensar que alguien salía lastimado, se lavo a profundidad tratando de borrar alguna huella de los besos de Sung, esta sería su última prueba estaba listo para terminar con todo, se encontraba en el límite de su propia cordura la locura se apoderaba de su mente cegándolo con una sábana blanca, no distinguía enemigo, aliado, se encontraba perdido en un desierto si saber si el camino que había decidido seguir era el correcto.
JunHong bajo de la camioneta para caminar sobre el viejo muelle que estaba en ese descuidado embarcadero había pasado un par de años desde la última vez que piso aquella zona, la primera vez que murió Bang, donde la traición fue presente, donde para al público en general BAP murió en un atentado verifico cada uno de los rincones del edificio viejo el cual estaba a punto de caerse a pedazos, BTS y LC9 se acercaron a su líder.
—¿Qué pretendes hacer Appa? Las personas que elegiste para protegerte esta noche son traidores.— Dijo el rubio tomando por el hombro a su jefe,. —¿Qué buscas hacer?
—Terminen de colocar lo que les he ordenado.— Contesto mirando las olas del mar golpear el corroída madera.— ¿A qué hora llegaran DaeHyun y HimChan?
—Esta noche fueron citados al igual que el resto de los lideres de TS todos te esperaran en la mansión a media noche.— Ahora contesto Rasta pasándole un dispositivo al líder.— Podrás verlos después de la reunión con Black.
El maknae de BAP afirmó con la cabeza para continuar con su trabajo metió en su pantalón aquel aparato dado por el rubio, volvió a echar un vistazo a las olas del mar, ese tipo de paisajes siempre lograban calmar sus ansias, el líder volvió a dar una vuelta para verificar que todo estuviera perfecto sus labios se juntaron para dar inicio a una tonada de alguna canción, un ritmo dulce, romántico, había escuchado ese sonido en algún lugar aún no podía recordarlo pero ese silbido era un bello recuerdo que le provocaba sonreír nuevamente levanto la mirada al cielo, era un agradable día, el olor a sal llegaba a su nariz dándole un cosquilleo que se expandía por su abdomen, estaba emocionado.
El equipo de Black liderado por el emperador, como se hacía llamar a YongNam, arribo al aeropuerto internacional de Corea el hombre quien llevaba el cabello rojo también tenía una máscara que cubría su rostro, una petición por parte de su esposo, Guk llevaba un traje negro cubriéndole hasta el cuello, sus guantes negros guardaban sus manos llenas de citarices, una caravana pequeña de autos lo siguieron, su pareja quien también llevaba el rostro cubierto bufaba molesto,
—No quiero más berrinches Queen he dicho que te quedaras en la casa donde estaban secuestrados los prisioneros además podrás seguir la conversación desde la cámara que he puesto en el casco uno de nuestros hombres.—Hablo el pelirrojo señalando a un chico de su escolta veras todo lo que pasa en la reunión no quiero ponerte en riesgo.
La última frase suavizo la molestia del menor quien sonrió ante ese gesto de ternura se animo a besar la mejilla de esposo no sin antes quitarle la máscara, delineo sus facciones varoniles.
—Nuestro aliado en TS ha dicho que el mismo selecciono hombres que han decidido traicionar a Shishimato sus escoltas están de nuestro parte.— Ahora hablo más tranquilo el pelirrosa al ver que el auto se detenía en un casa, el maknae de Infinite descendió.— Buena suerte cariño.
SungJong camino hacia la entrada de una vieja casa donde observo dos chicos caminaban al lado contrarío con un grupo de personas escoltándolos llevaban en la cabeza un saco que le imposibilitaba ver sus rostros, JongUp y YoungJae esos par de nombres saltaron a su mente tuvo la sensación de quitarles esa manta que los cubría pero un hombre lo detuvo quiso oponerse pero la mirada de su novio pegada a su espalda lo congelo, un aire helado recorrió por su espalda, no podía negar que le temía, que le causaba un terror enorme enfermo imaginar el día que recobrara la memoria, cuando descubriera que él mismo había planeado como atrapar y matar a quienes consideraba su familia, estaba seguro que se volvería loco.
YongGuk subió el vidrio de su ventana al ver que Sung ya estaba dentro de la casa, la caravana reanudo su recorrido durante el trayecto Guk no dejo de observar el paisaje se quito los guantes sus manos estaban sudorosas y su pecho no dejaba de latir, su corazón no dejaba de bombear sangre a borbones, su boca estaba pastosa, su piel ansiosa, es como si volviera a encontrarse con algo que tanto añoraba, era un sentimiento que se atoraba en sus pulmones impidiéndole respirar, pensar, es como volver andar por un camino que se pensó que ya no era posible recorrer, el olor a sal le traían los peores recuerdos de un pasado inexistente en su mente, la primera vez que se pierde lo más importante en la vida, el segundo donde el corazón detiene sus actividades por el temor de no volver a mirar un rostro, llevo su mano extendida sobre su rostro masajeo sus cien antes de colocarse la máscara, no se puede ser feliz sin conocer el dolor antes, se recordó así mismo, la gente valora los momentos alegres porque hubo un tiempo donde conoció la tristeza, el auto se detuvo frente a un viejo edificio, el líder descendió para adentrarse al inmueble, el líder movió su cabeza de un lado a otro, ¿Dejavu? ¿Un castigo? Una sonrisa paso desapercibida por el resto, YongGuk lo sabía, observo como en el centro del lugar una tenue lámpara alumbraba dos sillas estratégicamente colocadas una delante de la otra.
—Eres puntual me agrada eso.— Una voz aguda se escucho por el sitio, una figura ocupaba una de las sillas, este hombre estaba de espaldas solo se podía ver su rubio cabello sobresalir, usaba un antifaz de color rojo pero por la poca luz era imposible ver más.— ¿Así que tu eres el emperador? Pensé que King era el jefe.
—Parece que un fuiste educado debido a que tus modales son pésimos niño tonto.— Hablo una voz distorsionada, el recién llegado tomo asiento en la silla libre sus ojos estaban clavados en esa espalda delante, el líder de TS tenía el rostro recargado en el respaldo.— ¿Qué importancia tiene el nombre que lleve el líder de Black? al finar del día todos son tus enemigos.
La risa de Zelo se logro escuchar en cada uno de los rincones del lugar, el joven de cabellos rubios ladeaba su cabeza de un lado a otro, sus piernas se estiraron, sus brazos rodearon el respaldo de la silla no le importaba darle la cara a su invitado, por esa razón Guk relajo su cuerpo su cabeza se tiró un poco hacia atrás para observar esa pequeña lámpara iluminándolos estiro sus brazos dejando ver sus delicadas manos desnudas cubiertas de nuevas cicatrices, el silencio se apodero del ambiente, es como si el resto de los hombres armados desapareciera y solo esos dos seres estuvieran dentro de una burbuja, Queen observaba la escena nervioso, Guk y Zelo estaban separados por menos de un metro de distancia, ambas sillas frente a frente su corazón se detuvo cuando escucho que Jun no usaba un distorsionador de voz pero suspiro al notar que Bang no se inmutaba por ese sonido, su mirada se enfoco en el mascara blanca de Bang, él mismo la había elegido, tenía un rayo azul en el ojo derecho y una sonrisa roja formada con una línea, si Bang era capaz de seguir el plan significaba que su amor por ese mocoso era débil, su ojo siguieron al hombre que jugaba con sus manos simulaba limar sus uñas, su piel canela se podía distinguir perfectamente, sus movimientos se detuvieron.
—¿Has traído lo que prometiste? –Volvió a escucharse la dulce voz de Jun, el representante de TS levantó el rosto para girarse y quedar de frente al hombre de cabello rojo, su antifaz no dejaba ver ninguna de sus facciones.— ¿Qué quieres a cambio de devolverme a mi familia?
—¿Qué eres capaz de dar por ella? —Cuestiono el pelirrojo flexionando sus codos y dejándolos caer sobre sus rodillas copiando la nueva posición del líder de TS, estiro su cuello para que esos dos pedazos de plástico que cubrían sus caras estuvieran separados por centímetros. —Dame tu vida a cambio la de ellos, dame tu imperio, dame cada uno de tus alientos, todo lo tuyo será mío, tus sueños, tus pesadillas pasarán a ser las mías, seré tu dueño, tu amo, tu maestro, tu todo ¿estás dispuesto a dejar de ser tu para convertirte en mi? —Bang se puso de pie extendiendo sus brazos rodeo el cuerpo del chico de cabellos rubios se puso a su espalda para susurrar a su oído. —Contesta quiero escuchar de tus labios las respuesta ¿Alguna vez has deseado algo con tanta fuerza que es imposible concebir la vida sin eso?
El joven de cabellos rubios se quedo sin palabras la saliva apenas y pudo pasar por su garganta, esa grave voz distorsionada lo terminaba de congelar, trató de mover los labios pero algo le imposibilitaba hacerlo, se puso de pie caminando hacia sus hombres quienes le dieron una USB, su manos estaban desnudas como las de su enemigo un acto que nadie prestaba atención, Guk hizo una señal para que sus chicos trajeran a los prisioneros a quienes de rodillas formando una línea entre ambos grupos, los dos jóvenes llevaban un bolsa de tela que cubría sus cabezas, sus manos estaban atadas por la espalda y tal vez llevaban una mordaza en la boca ya que solo gemidos y quejidos venían de ellos, el líder de TS se detuvo frente a esas dos figuras levanto el rostro para chocar con esa mascara blanca estiro el brazo dándole la usb, temblaba, le aterraba ese hombre parado frente a él, es imposible destrozar a alguien que no tiene nada que perder, cuando se le ha dejado de temer a la muerte se puede decir que un hombre es indestructible.
—Son las ubicaciones de todos mis grupos en Asia mis contactos, toda mi Familia.— La voz de Jun resuena por el edificio, el hombre del antifaz de conejo se baja a la altura de los prisioneros dispuesto a quitarles la manta pero un disparo lo detiene, el joven del lado derecho cae muerto rápidamente levanta la cara.— Un susurro dale de esa mascara de conejo.— ¿por qué?
—Me has decepcionado pensé que el gran Shishimato sería alguien con más agallas pero solo eres un cobarde, el nombre te ha quedado muy grande.— Hablo Guk apuntándole al otro prisionero y apretando el gatillo, el segundo chico cae de espaldas con una bala en la cabeza.— Solo vivía para enfrentarme a ti, para saber que tan poderoso eras pero siempre fuiste una mentira, el gran Shisimato es solo un títere de sus propias emociones, un ser que tiene demasiado que perder.
Bang tomo por el cuello al joven de delante de él quien se movía nerviosamente, giraba su rostro a todos lados buscaba ayuda de sus hombre pero estos no hacían nada, ¿Era una trampa? ¿Todo era una mentira? ¿Cómo se enteró? Su cuerpo trataba de reaccionar pero su mente era un caos, cerró los ojos y sacando fuerzas de su pasado logró darle una patada en el abdomen su atacante, se defendería con uñas y dientes, YongGuk lanzo su arma en el piso para contestar los golpes ningún hombre a su alrededor se movía todos continuaban herméticos, seguían las ordenes que se les daban por un transmisor, los hombres de TS se miraban entre ellos nerviosos, acariciaban la pistola resignados a esperar sus inevitable, tenían sola una esperanza de evadir su destino ya antes sentenciado, los de Black estaban confiados, disfrutaban de la pelea, el puño del joven de cabello rubios se estampo en el abdomen del pelirrojo sus heridas se volvieron abrir, la sangre comenzó a salir, el dolor no detuvo la ira del jefe de Black quien se logró tomar por el cuello a su enemigo, lo lanzo al piso donde se sentó en su pecho para golpearlo en la cara, la careta comenzó a fracturarse dejando ver solo un ojo, el cual estaba abierto, el joven de cabellos rubios manoteaba tratando de evitar la ráfaga de puñetazos pero el pelirrojo parecía estar en trance, loco, enfermo de ira, de rabia contenida.
—Maldita escoria que no puede ponerse de pie, no eres capaz de defender a tu familia, me enfermas, me irrita tu sola presencia.—Le grito dándole un golpe en el abdomen, el joven de la máscara fracturada reunió todas sus fuerzas para arrempujar a su atacante.— Nunca te perdonare, quiero verte muerto, quiero ver cómo te arrastras por el piso suplicando por misericordia.
El representante de TS se arrastro por el piso boca abajo tratando de buscar ayuda, pero nadie le ofreció una mano para levantarse, sus ojos rogaban por algo que nunca se le daría, la piedad, meterse con las personas equivocadas siempre traerán consecuencias nada agradables lo supo en el momento que sintió como una bota se clavaba en su espalda, un sonoro grito escapo de sus labios.
—Recuerda lo que represento, lo soy ahora, no tengo hermanos, hermanas, madre o padre, yo mismo he creado mi camino, mis lazos, mi mundo y no dejaré que nadie destruya lo que una vez construí. —Bang tomo por la espalda al chico de cabellos rubios ayudándole a ponerse de pie. —Yo no olvido, no perdono.
El hombre con la careta rota logro levantar su cabeza sus ojos divagaron por todo el sitio, la oscuridad ayudaba a los traidores mantenerse escondidos, podía sentir la mirada de una persona en especial, ese ser que lo engaño para presentarse en esa reunión, su búsqueda se detuvo en una esquina maldijo el momento que acepto ese trato, era un imbécil, ahora todo lo que había construido se iba a la basura, no aparto su rostro de ese punto en la oscuridad, estaba seguro que el espectador número uno disfrutaba de esa golpiza que le propinaban, miro hacia el techo anhelaba volver a su pasado, tocar los labios que lo llevaron a la perdición, esa piel que lo invito a adentrarse a un mundo al cual no pertenecía, siempre fue un niño perdido quien pensaba que su familia no lo merecía, nunca fue un chico roto como el resto solo fue un egoísta, un mocoso caprichoso.
—Te doy la oportunidad de irte. —Dijo Bang tratando de mantener la calma es como si solo por un instante la cordura se hiciera presente. —Anda vete.
El chico de cabellos rubios usando las pocas fuerzas que quedaban logro dar un par de pasos hacia sus hombres, o mejor dichos sus judas, los malditos traidores que vendían su cabeza por unos centavos, se detuvo antes de desaparecer de la luz de la lámpara, se giro, se mantuvo quieto por unos segundos.
—¿Para ti que es más importante? — La voz de Jun cuestionaba, su voz sonaba fría, furiosa. —¿Los lazos de sangre o los lazos de amistad?
Si alguien pudiera ver debajo de la máscara blanca hubiera logrado ver la sonrisa que se formo en los labios del líder de Black, el hombre de cabello rojo sostenía una arma y un primer disparo se escucho, la bala fue a dar al pie derecho del líder de TS, una segunda detonación arremetió contra la pierna izquierda del chico con la máscara de conejo quien cayó arrodillado, Bang caminó hacia ese hombre sus dedos se enredaron en los cabellos rubios de su rival, lo sujeto fuertemente obligándole a levantar el rostro, con su otra mano deshizo la careta de la máscara quería ver el rostro del famoso líder de TS, todos estaban expectativos a ese momento, el corazón de Queen se detuvo debido a que solo lograba ver la espalda de Bang, mordió sus labios aunque le ordeno al hombre moverse fue imposible ver el rostro del líder de TS ya que este ya estaba fuera de la luz de la lámpara, Guk deslizo sus dedos por esas finas facciones, su pulgar delinearon esos rojos labios por una milésima de segundo su piel tembló por el contacto, se vio reflejado en esas orbes cafés y no pudo sentir nada, no remordimientos, no miedos, le era imposible tener alguna emoción por un rostro que no reconocía aunque pareciera que todas las mañanas lo veía aunque en sus borrosos recuerdos lograra escuchar su risa, su voz llamándolo, su ojos observándolo, sus brazos protegiéndolo, un aroma familiar desprendía de esa persona pero no era lo suficiente fuerte para alejarlo de su objetivo, de su meta, en ese momento logro escuchar como algo en su pecho latía, su corazón estaba rabioso, ansioso, feliz.
—Maten a todos.—Dijo pegando sus labios al oído del joven de cabellos rubios, la guerra dio inicio pero claramente Black llevaba la delantera ya que los hombres de TS nunca se defendieron de sus armas nunca salieron balas, Bang no era atacado pero continuaba con los labios pegados a ese cuerpo.— Hay veces que los lazos de sangre no son tan fuertes como se creen.
Nuevamente del cañón de la pistola que llevaba el pelirrojo una bala salió, el joven de cabellos rubios sintió como algo adentraba en su abdomen sus ojos estaban abiertos como plato, su mirada estaba puesta en la nada con sus pocas fuerzas se aferraba a su verdugo, a su asesino, Bang se deshizo del agarre dejándolo caer sobre el frio piso de concreto se incorporo para apuntar a sus enemigos, a los traidores de TS, Queen no podía creer lo que sus ojos observaban, su Guk fue capaz de asesinar a JunHong después de verlo a la cara, de fusionarse en su mirada quiso ver el cuerpo del caído pero la transmisión de corto.
—Parece que el chico que traía la cámara esta muerto.—Anuncio uno de sus hombres, el líder de Black se dejo caer en el sillón con una sonrisa dibujada en sus labios.— Parece que Shishimato y todos los hombres de TS están muertos, no tardara en llegar el emperador, su trabajo ha terminado.
Bang salió del edificio abandonado con las manos cubiertas de sangre la ira lo consumía por dentro a lo lejos observo como una camioneta negra se alejaba del sitio, su corazón se partió, toco su pecho, un extraño calor había aparecido, recordaba que tenia sentimientos que era capaz de sentir emociones dirigió su mirada al grupo de personas que salían con los cuerpos de tres hombres metió su mano a su chamara ahí estaba la más cara ensangrentada de Shishimato una sonrisa apareció en sus labios, ese era un paso para terminar con todo.
HimChan y DaeHyun se adentraban a la enorme mansión que por muchos años fue su hogar sus ojos se abrieron cuando notaron que el lugar estaba vacios, los muebles, las fotos, pinturas todo estaba desértico, redoblaron el paso para llegara a la sala donde se encontró a todos los equipos reunidos los saludaron y cuestionaron la razón de tal reunión pero nadie sabía que contestar fue entonces que uno el equipo de BTS llego cada pareja cargaba el cuerpo de un hombre, RapMon llevaba a un chico de cabellos rubios herido, casi muerto, Him corrió a socorrerlo sus manos temblaban cuando tocaba sus mejillas no entendía esa situación su mirada se enfoco en un hombre recargado en una pared que llevaba una antifaz de ShishiMato.
—¿Qué diablos has hecho? –Grito histérico el pelinegro acunando en sus brazos al joven de cabellos rubios.—¿Quién diablos eres Shishimato?