- No creas que había olvidado que me debes una copa, humano.
- ¿Así que por eso habías venido? - preguntó incrédulo y algo cabreado recordando lo que había hecho mientras ponía algo de whisky para ambos.
- Es posible... - respondió con tono misterioso mientras se disponía a probar aquella bebida.
- ¿Y bien?
Tony lo observaba impaciente mientras daba algún pequeño trago al whisky. Lo cierto es que estaba hasta asqueado por la resaca que había tenido en las últimas 24 horas. Loki sin embargo parecía disfrutar de esa bebida que no había probado jamás. Estaba algo fuerte, pero hasta casi le gustaba más que algunos de los licores que destilaban en Asgard. Miraba a través de los amplios ventanales mientras intentaba poner los pies sobre la tierra y decidir qué decirle a ese humano en cuya compañía parecía que se encontraba bastante a gusto.
- Bueno... para empezar... supongo que no sabes nada de mí. Solo que soy un... malvado - hizo una pausa porque aquella denominación le hacía gracia, pero era lo que todos pensaban - extraterrestre que vino a la Tierra a sembrar la destrucción y el caos... - vio que se había terminado el vaso y cogió la botella para servirse más - O algo así.
El genio lo seguía fijamente con la mirada, aún impactado por la situación en la que estaba. Desde luego que era incapaz de pensar con la cabeza fría e imaginar otra cosa que no fuera que el ser que tenía delante era un peligroso psicópata venido de otro mundo, gracias al cual casi muere. Y ahora se encontraba ahí, emborrachándose tranquilamente en su sala, como si nada hubiera pasado, con la guardia totalmente baja, sin miedo. Conocía el rencor que llevaba dentro, el cual le había llevado a agredirlo de una forma tan poco correcta hacía unas horas. Y realmente deseaba encontrar respuestas al por qué había hecho todo aquello. Ahora le resultaba difícil imaginar que el mismo hombre que estaba viendo fuera aquel que recordaba. Todo era demasiado surrealista.
- Tu hermano... - notó como el moreno reía ante esa definición - Thor... te defendió cuando atacaste la Tierra. - De pronto el asgardiano se quedó completamente serio y giró la cabeza para mirarlo fijamente. Se podía ver la expectación en sus ojos - Dijo algo así como que habías perdido la cabeza, y como para negarlo... - esbozó una sonrisa sarcástica. - Bueno, y ese rollo de que eras adoptado, en fin... Parecía que ese rubiales te tenía aprecio, cabrita - dio otro sorbo a su vaso. - Pero en vez de hacerle caso y volver a casa, decidiste seguir haciendo de malo, y realmente me gustaría saber por qué. Al menos si pretendes quedarte por aquí de rositas.
El jotun realmente se encontraba en una encrucijada. ¿Cómo iba a explicarle algo que ni siquiera él terminaba de comprender? Aún tenía demasiados sentimientos guardados muy en su interior que se negaba a exteriorizar. Y desde luego no pensaba pisotear su orgullo y terminar contando alguna de sus sospechas.
- Regresar... eso era imposible... - Tony advirtió la oscuridad y profunda desesperanza que transmitió con esas palabras. - No se puede regresar a un mundo que ya no existe.
Había un claro matiz de tristeza en su tono. Seguía mirando a la nada a través de la ventana, sin poner la vista sobre el humano en ningún momento, con el rostro vacío, sin expresiones. Realmente parecía devastado. Y debía estar causándole algo de ansiedad la conversación porque advirtió que había empezado a beber más rápido. Sacaba más información con sus actos, reacciones y por cómo decía las cosas que por lo que realmente decía. Y también era consciente de que el asgardiano no iba a abrirse ante él más de lo que estaba haciendo.
- ¿Y crees que destruir los mundos de otros es la solución? - realmente no entendía a ese extraterrestre, pero por muy mal que se lo hubieran hecho pasar, aquello le cabreaba.
- ¿Destruir?
Loki lo miró sorprendido y soltó una carcajada. Parecía que el alcohol ya empezaba a hacer algo de efecto.
- Yo no deseaba destruir la Tierra ni el mundo de nadie, no te confundas. Sólo vine aquí para someteros a mi mandato, que visto cómo tenéis organizado el planeta y cómo son vuestros líderes... no sé por qué lo rechazasteis tan fervientemente. Fuisteis un poco estúpidos... - se quedó mirando el vaso que otra vez estaba vacío y susurró algo que Tony no llegó a escuchar bien. - Y ahora estáis en peligro...
- ¿Qué has dicho?
Obviamente, no repitió eso último, lo cual mosqueó al genio. El asgardiano fue a agarrar la botella pero el castaño se la apartó.
- Aún no has contestado a la primera pregunta que te he hecho. ¿Qué demonios te ha pasado en tu mundillo para que te desquites con otros, quieras destruir, esclavizar, o lo que sea?
Al jotun le empezaba a doler la cabeza. No quería hablar de esos temas. Apoyó un brazo en la mesa donde estaban sentados y se frotó la frente.
- ¿A qué viene tanto rencor hacia mí? Te lo estás tomando como algo personal ¿Qué te he hecho yo, humano? ¿Murió algún ser querido tuyo por mi culpa? Porque parece que soy un experto en eso. - alcanzó la botella y se la arrancó de la mano para volver a servirse.
- Casi muero yo mismo - le contestó muy seriamente. - Caí desde una altura colosal y realmente aún no sé por qué sigo vivo.
El moreno soltó otra carcajada, más sonora que la de antes.
- ¿Caer? ¿Qué sabrás tú de caer? Dudo mucho que tu caída haya sido más sorprendente que la mía. Yo caí directamente del espacio, hacia un trozo de tierra desconocida. Y aquí me ves, también sigo vivo. Oh, pero claro, yo soy de otro mundo así que no cuento, ¿verdad?
Esta vez agarró directamente la botella de whisky y empezó a beber de ella. El genio estaba sorprendido por cómo un acto tan barbárico pudiera llevarse a cabo tan elegantemente. Asimiló lo que acababa de decir y algunos engranajes comenzaron a encajar.
- ¿Así que así es como llegaste al mundo de los Chitauri? ¿No los conocías de antes?
- No, jamás había estado en algún lugar que no perteneciera a los Nueve Reinos, desconocía que existieran.
- ¿Y cómo fuiste a parar allí? - iba a intentar aprovechar en todo lo posible el estado en el que se encontraba el moreno. - ¿Qué demonios quiere decir con que cayó del espacio?
Loki no sabía por qué, tal vez el efecto del alcohol, pero realmente ya no le importaba hablar del tema.
- Mi... "padre", Odín... Ese maldito viejo estúpido... Desde siempre sólo ha tenido ojos para Thor. Sentí que jamás me aceptaría, hiciera lo que hiciera... - dio otro trago a la botella. - Así que decidí acabar con todo, lanzarme al vacío, y ellos realmente no hicieron nada por impedírmelo, maldita sea... Ese es el amor que me profesan...
Se sorprendió por poder hablar de aquello con tanta facilidad y naturalidad, como si de un narrador de una triste historia se tratara, abocando todo tipo de sentimientos con sus palabras. Tony sintió que le acababan de hacer una muy importante revelación, aunque no lo pareciera. Observaba a Loki que se había quedado pensativo con la mirada ida, totalmente serio. Pudo advertir que tenía los ojos húmedos.
- ¿Por qué te estoy contando esto?... - se llevó una mano a la frente mientras se hacía esa pregunta a sí mismo en voz baja.
El humano no decía ni palabra, así que fue él quien cortó ese incómodo silencio.
- Pero aún no me has dicho a qué viene tanto rencor. No me creo que sea solamente porque indirectamente casi te mato. ¿Y qué hay de esa humana? Te mostraste bastante reacio, ¿no era tu pareja acaso?
Tony sintió una gota de sudor recorrer su frente. Le entraron unas horribles ganas de golpearle hasta dejarlo insconsciente, pero se contuvo con todas sus fuerzas.
- Ahí está el problema... Bueno, el resultado del problema... - decidió que ya era hora de desahogarse un poco sobre el asunto. - ¡Gracias a TU intervención, estuve meses sufriendo estrés post-traumático porque casi muero! - Se levantó de la silla y comenzó a explicar su historia con un tono iracundo y muy serio. - Tal vez para un ser que vive miles de años este tipo de cosas parece una tontería, pero para un humano no lo son. Tenía ataques de ansiedad, era incapaz de dormir por las noches y estuve hecho una verdadera mierda. Además tuve un problemilla sobre una supuesta "operación maravillosa" que habían estado investigando para sacarme este trasto - se señalo el artefacto que llevaba en el pecho. - ¡y casi muero por segunda vez! Y después de todo lo que me había sacrificado y todo lo que había hecho por Pepper, decidimos que no podíamos continuar juntos porque seguía sin poder levantar cabeza, y ella era incapaz de soportarlo. Así que sí, de la misma forma que indirectamente casi me matas, indirectamente has destrozado mi vida. Muchísimas gracias, ¡oh ser todopoderoso del espacio exterior!
Había dicho toda esa retahíla de cosas casi sin pararse a respirar, por lo que se quedó mirando al asgardiano mientras intentaba recuperar el aliento. Loki estaba completamente asombrado por la extensa y acalorada explicación y meditó durante un momento todo aquello. Se mantuvo serio mirando la copa, hasta que soltó una carcajada y se incorporó.
- Entonces... ¿me estás diciendo que esa humana te abandonó cuando peor te encontrabas?
Se quedó mirando al genio fijamente y por un momento pareció que le iba a responder pero se quedó sin palabras.
- Será idiota... - volvió a reírse, mientras Tony lo miraba enfadado. - Entiendo que me eches la culpa por hacer lo que hice, los destrozos que hubo y los humanos que murieron y todo eso... ¿Pero me estás echando la culpa de que esa humana te haya abandonado? ¿En serio? - abrió los ojos asombrado mientras volvía a coger la botella. - No tengo demasiada experiencia en estas cosas, pero si una persona te quiere de verdad no te deja de lado tan fácilmente, y menos cuando más lo necesitas.
Dio otro trago de la botella mientras Tony seguía sin saber qué decir. Se había vuelto a sentar y estaba con la cabeza agachada pensativo, mientras jugueteaba con sus manos.
- Escúchame - el castaño se volteó. - ¿Después de eso, alguna vez vino a visitarte?
- ... - intentó hacer memoria. - Tras la operación sí, en varias ocasiones, pero poco a poco fuimos distanciándonos. Ella incluso encontró un buen trabajo y bueno... No podía dejar que su vida dependiera de la mía, así que pensé que era lo mejor...
El jotun lo seguía mirando fijamente.
- ¿Y hubo alguna persona, que en todo momento, incluso cuando estuviste tan mal, siguiera viniendo a verte? ¿Alguien que siempre estuvo ahí, preocupándose por ti?
Tony esbozó una sonrisa y de pronto sintió que una calidez rodeaba su cuerpo.
- Sí... hubo alguien que siempre estuvo ahí. De hecho subía casi todos los días... Y también recibía visitas de otra persona de vez en cuando... - ojeó su vaso. - Son dos buenos amigos, aunque este último hace tiempo que no lo veo...
- ... Entonces puedes sentirte afortunado, humano. No tienes derecho alguno de quejarte.
Dicho esto se levantó torpemente de la silla. El genio salió de su trance para vigilarlo por si perdía el equilibrio o algo por el estilo.
- Disfruta de la compañía de esas personas, porque en cualquier momento puede que desaparezcan de tu lado, para siempre.
Sintió que esas palabras retumbaban en su cabeza, y de pronto una ansiedad se apoderó de él. Aún con el nudo que se le acababa de formar en el estómago, atendió al asgardiano que parecía que quería irse a alguna parte.
- ¿A dónde crees que vas?
Loki se giró un poco molesto.
- Me ha entrado sueño, así que voy a echarme otro rato. Así termino de recuperarme...
Tony imaginó que si descansaba sus heridas internas se curarían por completo, pero tenía que sentirse seguro con respecto a un par de cosas.
- De acuerdo... Escúchame bien, ¿crees que recordarás lo que te diga ahora cuando te despiertes?
El asgardiano sonrió, divertido.
- Creo que tú estabas peor anoche y recuerdas todo, ¿no? - el castaño advirtió que ese diablillo realmente disfrutaba metiendo el dedo en la llaga - Y si no sólo tienes que repetírmelo, no voy a ir a ningún sitio.
- Esa es la cuestión. Lo siento, pero creo que si estuvieras en mi situación no terminarías de fiarte de ti mismo.
- Oh, ¡por supuesto que no lo haría! - le interrumpió como si fuera la cosa más obvia del mundo.
- Pues debido a eso, tengo que advertirte que si te quedas aquí no vas a poder salir de la torre, esa es la condición - Loki lo observó interesado. - Voy a elaborar un protocolo para que Jarvis avise a todo el mundo en caso de que decidas escaparte. - Hizo una pausa recordando lo que había oído últimamente sobre S.H.I.E.L.D y pensó que realmente a quien iría a avisar.
- ¿Jarvis?
- ¡Oh, sí! ¿No os he presentado? ¡Jarvis! Saluda al invitado - dicho esto dio una palmada. - Menuda educación la mía.
- Sí señor, activando protocolo de invitados, ¿en qué puedo servirles?
Loki advirtió que era la misma voz que le había recibido en la entrada. Comenzó a dar vueltas intentando adivinar de dónde provenía.
- No esperes encontrar a nadie físico, Jarvis es un ordenador artificial - el asgardiano lo miró con interés. - Si necesitas cualquier cosa, llámale y él te guiará, además de que la mayoría de áreas del edificio funcionan tanto de forma manual como con electricidad, así que puede manejarlas. Eso sí - apuntó al moreno con el vaso. - No puedes bajar por ese ascensor. - Le señaló el último ascensor que había cogido para llegar al lugar, el cual tenía un detector facial. - Tienes estos últimos pisos, que en realidad son apartamentos, para poder moverte. Aquí ya has visto que tienes esta enorme sala con bar y chimenea incluida - Parecía disfrutar realmente describiendo todo aquello. - Arriba hay una cocina con comedor, salas de juego, en incluso un pequeño gimnasio. También hay un baño con un gran jacuzzi... viene bien para relajarse. Y... bueno, obviamente la sala donde guardo mis "juguetitos" está sellada y no puedes entrar, de hecho yo que tú ni lo intentaría. - dio un trago. - ¿Alguna pregunta?
- Lo cierto es que sí... - lo miró de forma pícara, realmente le divertía esa actitud arrogante y decidida. - ¿Dónde duermo?
- Oh, ahora te llevo a tu nido de princesa, por eso no te preocupes. - dejó el vaso y se acercó un momento a un armario que tenía junto a la chimenea. Introdujo unos códigos en una pequeña pantalla y sacó del interior una especie de pulsera digital. - Bien, tu mano por favor.
- ¿Qué es eso?
- Un regalito.
El jotun se mostró reacio al principio, pero sólo quería irse a la condenada cama a dormir, así que le hizo caso. La pulsera se deslizó hasta ajustarse perfectamente a la muñeca.
- ¿Qué demonios? - observó que era imposible quitársela.
- Sólo por si acaso. No creo que seas capaz de burlar la seguridad de Jarvis de nuevo, porque va a monitorizar cualquier cambio de aspecto que hagas. Pero por si pasara cualquier cosa, con eso vas a estar localizado vayas donde vayas, a no ser que decidas cortarte la mano - soltó una risilla. - Supongo que serás un buen chico y te quedarás, ¿verdad?
Loki volvió a mirarse la muñeca enfurruñado. Vio que la pulsera tenía una especie de pantalla.
- ¡Oh! Claro, se me olvidaba. Ahora también puedes localizarme en todo momento. - dicho eso le mostró que él llevaba una parecida en una de sus muñecas. - Y si intentas destruirla, también recibiré un aviso. Bien, vamos. Necesitas seguir descansando un poco. En realidad no tengo ninguna cama con sábanas, así que tendrás que dormir en la mía por ahora.
Tras dejar al enfadado y ebrio jotun en la habitación, dio unas indicaciones a Jarvis y volvió a la sala. Se sentó junto al ventanal mirando la ciudad con una cara de preocupación.
No había caído en la cuenta de que hacía meses que no veía a cierta persona. Supuso que era porque habría tenido mucho trabajo últimamente, pero la poca información que conseguía sobre S.H.I.E.L.D. digamos por medios... no muy ortodoxos, no le estaba gustando nada.
- Donde se habrá metido ese vejestorio...