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Casamiento por honor... No por amor por serenituegt

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Capitulo: 4

Gaara seguía arreglando el cuarto, a la atenta mirada de Fugaku. El cual escucho un ruido en el corredor –Por qué no eres útil, y averiguas que está pasando a haya fuera.

El petirrojo, que se mantenía callado a cato las ordenes, he hizo como se le indico. Mas sus ojos se sorprendieron al ver a Naruto, cargando a su padre – ¿Que le ha pasado? -pregunto en seguida, acercándose al par-

Pero su hermano no le contesto y solo pasó de largo. En niño siguió de pie en el mismo lugar, viendo pasar a toda su familia –Madre que pasa –exclamo esta vez con voz fuerte y preocupado. Captando la atención del moreno mayo

-¿Por qué el escandalo? –Kushina que estaba a punto de entrar a la habitación, regreso al pasillo, y con lágrimas dijo-

-Minato ha perdido el conocimiento... Al parecer su salud ha empeorado –Fugaku miro a la mujer, y no se tragaba esas lagrimas- Ya hemos llamado al médico, pero tardara por lo menos cinco horas.

-Minato estaba enfermo de antes, ¿o ha pasado todo repentinamente? –Kushina limpiaba sus lágrimas, con un pañuelo, mientras Gaara permanecía de piedra sin poder expresar sentimiento alguno.

-Hace unos meses atrás el doctor, detecto una bacteria en su corazón. Dijo que todo estaría bien, mientras no se estresara o agitara...

-Claro todo acompañado, de un costoso medicamento –escucharon los tres, detrás de ellos. Pues el ruido había llamado, también la atención de Itachi, el cual lucía una bata de dormir, color negra y el cabello desamarrado-

La peli-roja enseguida pos sus ojos en el joven -¿Y usted es?... –cuestiono con curiosidad-

-Uchiha Itachi –dijo con orgullo y algo de arrogancia. Causando un brillo en los ojos de la ambiciosa mujer-

-¡Uchiha he!... No estaba informada, de que Fugaku, poseyera un hijo varón –la mujer miro al pequeño doncel-

-Dejemos todo esto a un lado. Y que Itachi, revise a Minato, ya que él es un excelente medico...

Los tres entraron a la habitación, y tras ellos el pequeño peli-rojo, los seguía. Mas antes de entrar la mujer lo detuvo –Tu qué haces, -hablo con voz baja- Tu iras con los invitados... hay que aparentar, que nada está pasando. Asegúrate de que todo salga bien –Gaara tenía un nudo en la garganta, no podía llorar, pero sabía que en cualquier momento lo haría-

-Es mi padre y quiero saber cómo esta –la mujer de nueva cuenta hablo bajo, pero esta vez. Apretando del brazo, del peli-rojo- Si muere, yo personal mente iré a decírtelo...

El niño expreso una mueca de dolor y sufrimiento. Entre tanto Kushina lo soltó con brusquedad –Sirve para algo... Y no dejes, que seden cuenta, de lo que sucede.

La bruja entro a la habitación y los presentes omitieron su presencia. Las está posaba sus ojos en su marido ya convaleciente.

Itachi era el único cerca de la cama, los demás mantenían distancia. Aunque Jiraiya estaba mirando por la ventana, algo afligido, por su amado hijo.

-“No debimos dar una fiesta... Eso fue lo que lo canso” –musitaron las palabras, de la boca del peli-blanco. Causando un asombro en Fugaku.

-¿A qué se refiere con cansado? –manifestó el moreno mayor, con algo de preocupación-

-Mi hijo no debe alebrestarse, ni hacer esfuerzo físico. Y menos por que no toma su medicamento –Naruto al escuchar esto torció el labio, y una indignación, cubrió su ojos-

En cambio el moreno, recordó lo ocurrido en el despacho... El sexo lo había enervado y afectado, así que una culpa colgó en sus hombros.

-¡Que venga alguien, y que vaya, por el medicamento! –declaro Fugaku, con el rostro tensó y sombrío-

-Lo siento Fugaku... pero no tenemos el dinero, para comprar el medicamento –contesto la mujer con rapidez-

Y entonces el hombre la miro con odio y rabia, mientras lentamente se acercaba a ella -¡No hay dinero, para un maldito medicamento! ¡Pero si hay dinero, para vestidos nuevos y una maldita fiesta! –grito el azabache en el rostro de la susodicha. Causando que Naruto se enfadara-

-¡Como se atreve a hablarle de esa forma a mi madre!... Ella es una dama y merece respeto –Kushina se mantuvo callada, pero a la vez ofendida-

-¡Tú!... ¡Me bienes a cuestionar a MI!... ¡Inútil, mantenido!... –Naruto retrocedió hacia tras, con el rostro atemorizado-

-Te he dicho que llames a alguien, para que vaya por el medicamento... Yo lo pagare –se volvió a dirigir, a la mujer, la cual dio un salto de alegría. Más antes de cruzar la puerta dijo-

-El medicamento es muy costoso... traes todo ese dinero encima –el moreno la fulmino-

-Soy un Uchiha... Y un Uchiha, siempre trae dinero de sobra –sonrió con arrogancia-

-“Pueden bajar la voz” –Susurro Itachi, callando a los demás- El necesita paz y un buen descanso...

-¡Ven conmigo! –le dijo Fugaku a Naruto- Te daré el dinero, para el medicamento –el kitsune bajo el rostro, y tragándose su orgullo, siguió al moreno. Pues la vida de su padre, dependía de eso-

Al entrar a la habitación Fugaku, fue directo hacia un cofre. De donde empezó a sacar monedas de oro, bajo la atenta mirada del rubio. El azabache alzo la vista y continúo con lo suyo.

-No te da vergüenza –cuestiono el mayor, cauto de sorpresas- Eres un varón ¿No?... –la misma pregunta, que Naruto le había hecho a su padre-  Y desde tiempos inmemoriales, nos hemos captado de ser los proveedores. Es por eso, que a las mujeres y donceles, se les restringen muchas actividades, que podrían mantenerlos... Ser un varón, no solo es tener el poder de elegir, pues ese privilegio, se paga con responsabilidad y obligación.

Naruto bajo el rostro, por primera vez alguien hablaba, de hombre a hombre con él. Y comprendía lo que sus amigos, querían decir, con estar fastidiados, con la responsabilidad. Y que solo un buen culo, calmaba su estrés...

-Dime jovencito... ya has pensado una forma de ayudar a tu familia. –Naruto alzo el rostro, y se topó con los fanales sombríos- Sin duda alguna, tu padre, me pedirá que te tome bajo mi protección. Pero debo ser sincero y decir, que no me gustan los inútiles... Aunque tal vez te ponga a pensar mi propuesta.

-Cuál es esa propuesta –hablo el rubio, con algo de suspicacia. Pues el mayor dejo en claro, que no le gustaban los inútiles, y él no sabía hacer nada-

-Tu madre es lista, al mantener su nombre limpio... Una buena reputación, en ocasiones lo puede ser todo. Y eso es lo que quiero de ti...

-No entiendo que es lo que quiere de mi –exclamo estupefacto-

-Te propongo un trato millonario. En donde harás valer tu nombre de varón. Podrás alzar la cabeza, trayendo dinero a casa. Salvando a tus hermanos de un des fortunio destino. Y con dos simples palabras te convertirás en un varón respetado, que a su corta edad logro una inmensa fortuna.

Lo que Fugaku ofrecía era mucho, y por un instante, Naruto estaba seguro de declinar. – ¿Es algo peligroso? –el mayor noto la preocupación del joven-

-No –contesto sin afán- Pero si deseas oír mi propuesta. Primero tendrás que firmar esta acta de confidencialidad... la cual te obliga aguardar silencio.

Naruto trago duro, mientras sus manos sudaban y un frio recorría su cuerpo –Lo que usted me quiere proponer es un negocio sucio –Fugaku, cansado de rodeos resoplo de frustración-

-¡Ya te dije que solo quiero tu nombre!   -“¿Para qué?” –casi grito- “Nadie viene, así de la nada a proponer un trato millonario”

-“Es por eso que hemos venido hasta aquí” –escucho el rubio tras de él y al girarse miro al otro azabache- Pensamos en muchos candidatos, con un buen nombre. Pero ninguno resultaba atractivo o accesible.

-Es por eso, que cuando escuche, que mi amigo. Estaba buscando esposo a su hijo, decidí venir y pedírselo... Como un favor o como una compra. Más nunca imagine, que estuviera en estas circunstancias –Fugaku eh Itachi acorralaron al rubio, a tal punto, que este quedo sentado en una silla-

-Quieres oír la propuesta, firma... –hablo Itachi-

El kitsune se sintió ofuscado, acalorado y tenía miedo de cometer un error –El que firmes y escuches la propuesta, no te compromete a nada.

-¡Lo siento no puedo! –se levantó con brusquedad y con descortesía salió del cuarto- “Si fueran más claros”... –decía el joven fuera de la habitación, agobiado y angustiado-

Mientras Fugaku he Itachi se miraban –Párese ser que es un crio... -expreso el mayor, sirviéndose una copa de ron-

-Habrá que hablar, con la ambiciosa de la familia para que lo presione –el joven moreno, percato a la ambiciosa mujer, de cabello rojo-

-Lo mejor será decírselo esta misma noche... antes que su ambición, lo subaste.

 

Kushina regreso a toda velocidad, el carruaje estaba listo. Ya que no pensaba mandar a un sirviente con tanto dinero. Así que mandaría a su hijo, el cual miro en el pasillo.

Se podía ver agobiado, angustiado y estresado. La mujer comenzó a caminar más lento, y con una ceja levantada examino al varón.

-¿Que sucede? –hablo con desconfianza- Paso algo con Fugaku

El joven miro a su madre, y no pudo exponer nada –Si estas preocupado por Minato, todo estará bien. Una vez que tome su medicamento el estará como nuevo. –el rubio permaneció callado, más aun así asintió con una tímida sonrisa- Por cierto Naru... Quiero que tu vayas por el medicamento; llegaras por la mañana y si no paras estarás por la tarde.

La peli-roja siguió mirando a su hijo extrañada, algo pasaba, pero no lo descifraba. Así que paso de él y toco la puerta, del dormitorio Uchiha. Itachi abro y sonrió a la mujer, posando un beso en la mano.

-Mi bella dama, mi padre desea hablar con usted... Ah y aquí está el dinero –el moreno extendió el dinero al rubio y este desorientado, lo tomo-

-¡¿Qué esperas?! –pronuncio la madre, al ver a su hijo ido- El carro espera, al igual que tu padre.

En automático y distraído el kitsune, movió su cuerpo, hasta la entrada de la mansión... pero unos cuchicheos y susurros lo sacaron de su transe, al percatarse, que hablaban de su amado hermano menor.

-Eh oído... que la familia está en quiebra –se escuchó despacio, como lento, acompañado de una risita maliciosa y burlona-

-Yo escuche... que venderán a los donceles, a un burdel, para pagar la deuda –rieron los susodichos de nueva cuenta-

-Si eso es verdad... estoy dispuesto a pagar una fortuna. Para ser el primero, en abrirle las piernas al peli-rojo... Quiero hacerlo gritar de placer, que sepa cómo se siente un macho. –jajaja... risa tras risa, no dejaba de parar-

Parresia que la desgracia de la familia, los hacia muy feliz. Y el orgullo de Naru no lo soportaba más... Cada comentario le quemaba y le calentaba la sangre. Se suponía que esas personas eran sus amigos.

Y Naruto estaba dispuesto a enfrentarlos, pero antes de que el joven pudiera aparecer. La voz de Orochimaru se escuchó...-Los Namikaze son una bola de limosneros... que están dispuesto a todo, por tal de un plato de sopa. Tan es así... que drogaron a su doncel mayor y me suplicaban que fornicara con él. Que hiciera las bajezas más puercas con su cuerpo... a cambio de comida por un año.

Los presentes se escandalizaron  y las mujeres exageraban su reacción –No lo creo... que bajo han caído... Que gente tan repugnante... No me sorprenderá, que el pequeño, fuera visitado por hombres, deseosos de un trasero... Cuando cobraran -... Un sinfín de comentarios se escuchó. Mas el conde, con una maliciosa sonrisa continuo con su esparcimiento de veneno...-

-“Yo claro” –dijo callando a la gente- Siendo un varón... decidí darle algo más honorable al doncel, y lo convertí en mi prostituta favorita... y me hace unas mamadas tan ricas. Que esa perra se ganó dormir en mi cama, con todo y título.

Carcajada tras carcajada... comenzó a nublar la vista del rubio... Sentía tanto asco, de esa gente, como odio. Que su mente se manchó, con la idea de sangre... Quería vengarse de todos esos malditos farsantes... Anhelaba verlos en la calle y pidiendo perdón, mientras tragaban lodo, con mierda... Como podían meterse, con la honra, de dos inocentes creaturas, que seguían jugando con muñecas, que jugueteaban en los jardines y se preguntaban, cuando llegaría su príncipe azul.

Naruto abrió los ojos a una nueva realidad, la cual lo hizo madurar, en cuestión de segundos... El protegería a sus hermanos, y mataría por su honra.

Pero primero tendría que hablar con Fugaku, el único que era honesto y no se iba con rodeos...

-“¿Se están divirtiendo?” –escucho Naruto, la voz de su bello hermanito. Y una rabia lo inundo, rechinando los dientes y alebrestando su respiración-

Los susodichos rieron a carcajada tendida, y una que otra mirada repugnante, se posó en el trasero del niño –Veo que si se divierten –musito con una tierna voz, más un varón se acercó al niño. Y con toda su fuerza apretó el trasero del petirrojo, causando que este diera un grito muy agudo-

-“Y no lo estoy montando” –se mofo y los presentes comenzaron a reír. Sin entender Gaara el porqué, pero con unas ganas de salir llorando, por la indignación del acto y que nadie lo defendiera-

-“¡Qué tal si me prestas a tu madre!”... ¡Te aseguro, que hago que ladre!... –escucho el varón al mismo tiempo, que recibió un golpe en el rostro, el cual le causo una ruptura de quijada. Pues Naruto lo golpeo con la varilla de leña y los gritos comenzaron.

Las mujeres corrieron al ver tal escena y al ver el rostro del muchacho –“¡Te voy a enseñar, a respetar aun Namikaze!”... Y a cualquiera, que ose molestarnos –Naruto continuo golpeando al hombre, hasta que Jiraiya entro-

-“¡Naruto!” –grito- “¡Para... lo mataras!” –pero las palabras fueron omisas, pues nuestro rubio se había vuelto una fiera incontrolable. Que causaba un terror solo con mirarlo-

-Nadie hablara mal de mi familia –grito, antes de ser separado, por varios hombres presentes-

Continuara>>>

Notas finales:

Gracias por los REW... Me encanta leerlos... Lamento si voy lento, pero así me gusta escribir (próximo capítulo aparición de Sasuke. Averigüemos su secreto)

Nos leemos en el próximo (Lunes en la tarde) xoxoxoxoxoxoxo =D


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