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C r u x e por ritsuka10

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El pelinegro se detuvo ante la mirada curiosa de uno de los anfitriones de la casa, una sonrisa se formó en sus labios se encontraban frente a frente, peino su cabello hacia tras mientras lo miraba engreídamente sus ojos se cruzaron por un solo instante las ganas contenidas del mayor se doblegaron rompiendo su auto control, lo sujeto de la mano para meterlo a una habitación donde lo arrincono en una pared y beso desesperadamente Jae estaba impactado por ese cambio abrupto de actitud de su ex amante trató de controlarse pero le era imposible, los recuerdos se acumulaban como telarañas impidiéndole tener claridad en sus decisiones se colgó a su cuello fascinado por que sus labios se volvían a encontrar después de tanto tiempo.

—Retráctate de tu decisión volvamos hacer lo que una vez fuimos.—Dijo entre besos el mayor mordiendo el cuello del menor.—Regresa a mí no seas orgulloso.

—No, no lo haré.—Le contesto el pelinegro tratando de zafarse pero era en vano anhelaba sumergirse en esa canela piel, los botones de su camisa volaron mientras delgadas manos se deslizaban por su pecho expuesto.— No sabes cuánto orgullo me costó decirte aquellas palabras, no pienso rebajarme a ser como el resto.

Un gemido escapo de sus labios al ver que unos dedos se deslizaban por su pantalón cerró los ojos y el recuerdo de aquella reunión se dibujó perfectamente ante a él, no podía permitir que su dignidad continuara siendo pisoteada por el líder de Genbu, solo una vez abrió su corazón, solo por un segundo en su miserable vida fue honesto, lo destrozaron, abrió los ojos enfoco su mirada en una silla que estaba en el otro extremo de la habitación con su mente la movió para que se estampara con la espalda del mayor quien tuvo que dejar libre a su presa.

—Prometiste respetar mi decisión.— Le grito tratando de recobrar el aire.— Por una vez en tu maldita vida cumple la única promesa que me hiciste solo por una vez respeta lo que una vez te dije si tienes una pizca de remordimiento.

El menor salió furioso de la habitación corrió hacia un baño donde se metió, la puerta se cerró detrás de él y los objetos volaron por todas partes se estrellaron en los espejos destrozándolos en cientos de fragmentos estaba molesto consigo mismo, por ser tan débil, tan frágil, llevó sus manos a su pecho odiaba que continuara latiendo con emoción por haber besado a esa persona, se dejó caer en el piso de rodillas logró ver su cara en un trozo de vidrio lagrimas ya recorrían sus mejillas trato de limpiarlas desesperadamente, nadie podía pisotear el orgullo del gran YoungJae Yoo, él era invencible, irrompible, la gente era quien rogaba por estar a su lado, él no suplicaba, él no imploraba caricias, el resto de los humanos sí, él no era un sobreviviente más, él formaba parte de los evolucionados seres con poderes, seres casi celestiales.

Bang observó la puerta por donde había escapado su presa un suspiro escapo de sus labios, de su bolsillo sacó una cajetilla de cigarrillos,encendió uno para darle una gran bocanada, el amor convierte a las personas en gente estúpida, cuando se ama el ser humano automáticamente se vuelve débil, inestable, ya que sus emociones no están bajo su control, ahora hay alguien más quien las administra, Guk no estaba dispuesto a que nuevamente algo lo manipulara, no quería ser gobernado, camino por el pasillo terminando de fumarse su adición cuando el elevador frente a él se abrió, dos hermosas jóvenes le sonrieron las tomo de la cintura, no había aceptado la promesa de Jae por que fuese una buena persona se mantenía de lejos de él porque en lo más profundo de su ser había comenzado a despertar algo demasiado cálido que hacia palpitar su muerto corazón, la mala hierba se debe matar de raíz por ello Guk decidió dejar los juegos con la persona que podía ser la causante de muchos problemas, no estaña dispuesto a recuperar sus emociones, para él no había una segunda oportunidad para amar a algo o a alguien.

JongUp abrió los ojos a cusa de los rayos del Sol que se filtraban por las ventanas de su habitación trato de moverse pero el abrazo de una persona se lo impidió enfoco su mirada para encontrarse con una melena de cabellos castaños, Chloe dormía tranquilamente a su lado, su rostro asemejaba la pintura de un ángel trato de recordar lo que anoche había pasado pero su mente estaba hecha un lío, esa era la primera vez que tenía relaciones no estaba muy seguro que se hacía a la otra mañana, trato de moverse pero un ligero dolor en su cadera lo detuvo se recargo en el respaldo tratando nuevamente de evocar las imágenes de la noche pasada pero solo fue un vano intento, no recordaba nada noto como su cuerpo estaba cubierto de mordiscos, de rasguños.  

—Luces fantástico.— La voz varonil de un hombre lo saco de sus pensamientos Up levanto el rostro topándose con la mirada juguetona del segundo líder de Genbu quien estaba recargado en el umbral de la puerta del baño, su camiseta negra estaba sin abrochar y su cabello negro se encontraba mojado las gotas recorrieran su pecho, camino para sentarse en el borde de la cama y ponerse los zapatos.— Por tu cara de sorpresa debo entender que no recuerdas nada ¿Verdad?

—¿Qué hacías en el baño? ¿Por qué estás aquí? .—Cuestiono asustado el menor cubriendo a su pareja y tratando de buscar su ropa una insoportable idea estaba formándose en su cabeza.— ¿No me digas? No, qué asco, no puedo. Yo, no,…

HimChan escuchaba los balbuceos del menor a sus espaldas una sonrisa se formó en sus delgados labios, ese chico cada vez era más lindo, más dulce, de cierta manera no quería lastimarlo, no después de lo que paso anoche, él no era como Guk, a él no le gustaba torcer los sentimientos de las personas para llevarlas a su límite, él no era tan sádico.

—Anoche tuvimos, como se dice, ah sí, sexo grupal pero claro que tú con Chloe y  yo con mis dos chicas que ya se fueron.— Dijo burlonamente volteándose y tomando por la barbilla al joven de cabellos morados, lo arrincono en el respaldo de la cama.—Pero si quieres podemos hacerlo si tanto te decepciona mi respuesta, ayer yo estaba demasiado entretenido con Nicole y Vanessa como para hacerte caso, perdona Moontos-chan.

—Aléjate de mí pervertido. —El menor le grito dándole un manotazo provocando una herida en el rostro del mayor quien en cuestión de segundos sano.— Fuera de mi habitación no quiero  verte.

—Eso me saco por hacer un servicio a la comunidad.—Le contesto el mayor poniéndose de pie, camino hacia la salida pero en la puerta se dio media vuelta.—Solo quiero que tengas presente que anoche tu primera vez me la debes a mí, yo fui quien te animo a estar con Chloe, tu liberación sexual me la debes, se puede decir que fui tu padrino.

JongUp se puso de pie tomando una pequeña cuchilla escondida en su ropa y lanzándola al pelinegro quien ya había cerrado la puerta, el menor camino hacia el baño trataba de recordar algo pero su cabeza estaba hecha un lio, Chloe abrió los ojos logró escuchar la conversación mordió su labio insegura si debía hablar, decir lo que en verdad había pasado, el sonido de un teléfono la despertó de sus pensamientos contesto el móvil.

—No le digas la verdad.— La voz de HimChan se escuchaba junto con una gran carcajada.—Es un líder del Oeste, es una mente cuadrada, sé que te gusto el mocoso así que hazlo por su bien.

La joven quiso contestar pero ya habían colgado se mantuvo en esa posición dudosa de lo que debía hacer, realmente le había fascinado el líder del Oeste fue tan dulce con ella, la trato con demasiada ternura nadie antes fue de esa manera con ella llevo su mirada a la puerta que se abría JongUp salía envuelto en una cortina de vapor solo una toalla tapaba su cadera, su cuerpo bien formado salió a relucir al verla una sonrisa se formó en sus labios.

—¿Quieres tomarte un baño? –Cuestiono nerviosamente caminando hacia la cama.—No sé qué debo hacer.—Comentó rascando su cabello dudoso.— Chloe que paso anoche ¿Con quién más estuve?

—Solo conmigo JongUp-sama.—Contesto sonriendo la chica para después colgarse de su cuello y besar sus labios.—Estuviste maravillosamente, me encanto.

Sus labios se unieron en un beso Up descanso al escuchar aquella confesión no solo porque su ego masculino aumentaba sino porque su mente descansaba, la sola idea de pensar que su primera vez había sido con el hombre que más despreciaba en el mundo lo consumía de terror, Chloe era alguien buena, su mirada, sus ojos se lo decían, ella era incapaz de mentirle en algo tan importante, sus músculos se relajaron al saber que ese dolor en su cadera tal vez era consecuencia de algún juego sexual que hizo con su pareja.

DaeHyun se miraba en el espejo mientas arreglaba la corbata de su traje podía ver el reflejo de su pareja acostada sobre la cama enfoco su mirada en esa chica después de la mala broma de Jae había vuelto a la pista de baile donde secuestro a Shailene para llevarla a una habitación, tuvo sexo con ella para olvidar que su ego fue abatido por la caprichosa jugarreta de un niño mimado, no quería justificar al prostituto pero era verdad su broma del veneno también fue algo macabra y de cierta manera se merecía que le pagaran con la misma moneda, un quejido escapo de los labios de la joven Dae se acercó a ella acariciando su cabello.

—Eres muy madrugador demasiado distinto a Jae-sama.—Dijo la chica girándose y sonriéndole.— Buenos días Dae-sama.

—Espero no te haya lastimado anoche estaba algo molesto con tu jefe.—Contesto amablemente acomodando sus rebeldes cabellos castaños de la chica quien lo miraba embobada.— Tengo una propuesta que hacerte.

DaeHyun no era una persona que ser quedaría tranquilo después de ser humillada, era cierto que merecía pagar por la broma pesada de envenenarlos pero Jae cruzo la línea de la moralidad ahora él buscaría la manera de mascullar la dignidad del líder del Este, por su culpa algo en su cuerpo había cambiado después de hacerlo con esa castaña descubrió una terrible verdad, un evento que no dejaba de taladrar su mente, su cabeza, ahora él trataría de provocarle esa extraña sensación que agitaba su estómago, buscaría la forma de vengarse de sui enemigo número uno.

Bang comía tranquilamente los platillos acomodados delante de él, no le interesaba que sus dos compañeros lo asesinaran con la mirada estaba seguro que si tuvieran el poder de quemar a la gente con los ojos él ya estaría hecho cenias, un bostezo escapo de su boca mientras se recargaba en el respaldo de su silla enfrento ambas miradas mortales no sentía ni una pizca de remordimiento por lo que les había hecho una noche anterior, adoraba ver la cara de orgullo pisoteado del menor, su tierno rostro de cachorro apaleado lo tentaban a besarlo, morderlo hasta verlo llorar, llevo sus ojos a Jae debía mantenerse alejado de personas que podían atentar contra su venganza.

—¿nadie más va a bajar a comer? Ya pasa de medio día. –Comentó el pelinegro pasando sus manos detrás de su cabeza disponiéndose a subir los pies a la mesa la mirada asesina de Jae se lo impendieron.—Para mí es una fantasía que los tres estemos en una habitación pero sus caras amargosas me están provocando una digestión finjan que anoche alguien los hizo gritar de placer o algo, son muy malos anfitriones.

—Eres un asqueroso gusano rastrero así que mejor mantén la boca cerrada antes que me den ganas de vomitar a causa de tu voz de retrasado.— Contesto el menor de los tres sorprendiendo a los presentes.— No tengo el humor de aguantar tus estupideces.

—Alguien no durmió bien.—Interrumpió HimChan sentándose a lado de su compañero.— Huele delicioso, creo que necesito las energías que gaste anoche, no se imaginan la bestia que era la persona de anoche no se quedaba satisfecha con nada.

Los dos líderes de Genbu chocaron las manos orgullosos de sus status, no tardaron en aparecer los líderes del Oeste quienes saludaron educadamente y se dispusieron a sentarse, los integrantes comían en silencio el mayor solo los miraba por encima debido a que él había terminado hace un par de minutos delineo cada una de las reacciones, a su lado él era el más débil, si de constitución física se hablaba, sus poderes era limitados además que solo usarlos le causaba un enorme dolor, era agotador tratar de ser algo que no estaba en su naturaleza, él no era un como los chicos que lo rodeaban, él fue su predecesor la única ventaja que tenia era su experiencia, su inteligencia, su astucia y falta de sentimientos, se puso de pie caminando hacia una de las puertas quería algo de aire para fumar un cigarrillo cuando paso por atrás de JunHong deslizo sus dedos por su espalda para recorrerlo, el menor sintió una frio colándose por su columna vertebral congelando sus sentidos, giro su rostro para que su mirada se cruzará con la del líder de Genbu quien le guiño un ojo la furia se desato en el cuerpo del castaño, odiaba que lo trataran como un niño, que lo menospreciaran, que doblegaran su orgullosa soberbia las ventanas de la casa se abrieron una tormenta se había formado en las afueras de la mansión, las nubes se oscurecían, el mayor fue arrastrado por una ráfaga de aire que lo azoto en la pared, una risa se formo en sus labios al ver la reacción del menor.

—¿Qué etas haciendo JunHong?.—Cuestiono Jae poniéndose de pie pero la imagen frente a sus ojos lo detuvieron, el líder de Genbu era arrastrado por ráfagas de aire hacia afuera de la habitación, destrozando los vidrios de la ventana con su cuerpo. —Detente JunHongie, ¿Qué pasa?

—No me vuelvas a mirar, no me vuelvas a tocar, me da asco tu solo aliento, el aroma de tu piel.—Le grito el castaño extendiendo sus brazos y elevando por el aire el cuerpo del líder de Genbu quien no deshacía su sonrisa de autosuficiencia, esa mueca causaba que la sangre del menor entrará en estado de ebullición, sentía que el pelinegro se burlaba de él, lo golpeo con el piso las nubes cada vez se ponían más negras, relámpagos comenzaban a resonar junto con las carcajadas del mayor.—Cállate, deja de reírte de mí, deja de tratarme como si un niño fuera no soy un mocoso estúpido que va ceder a tus patéticas bromitas, me enfermas, me das asco.

La gotas de lluvia hicieron acto de presencia el agua se comenzaba acumular en el pasto del pequeño jardín improvisado, los integrantes de los tres clanes estaban en jardín Jae buscaba calmar a su compañero pero era imposible detenerlo cuando se ponía de necio, los de Este no se inmutaron debido a que ese no era su problema, HimChan solo miraba la escena algo preocupado aunque claro sin demostrarlo, el cuerpo del primer líder de Genbu reboto un par de veces en el húmedo piso, ensuciándose de lodo, Bang observo el lluvioso cielo tratando de olvidar los golpes que su cuerpo recibía parecía que el menor solo buscaba asustarlo, no utilizaba sus poderes al máximo, la lluvia solo lo empapaba, los rayos parecían lejanos sin peligro, era solo un niño con un gran poder dejo que desquitara su rabia, su ira, de cierta manera se lo merecía además no tenía la suficiente fuerza como para enfrentarse a él, los minutos pasaron el menor solo jugaba con el mayor como si fuera un títere, un muñeco de trapo, nadie se interponía, por algo el líder de Genbu no hacía nada solo se mantenía sonriendo mirando el cielo cada vez que su cuerpo se impactaba con el suelo mojado, Jun lo dejo caer por última vez.

—Si tanto me odias ¿Por qué no estrellas uno de tus rayos en mí? –Dijo el mayor sin moverse, parecía que se había roto un par de costillas, cada vez se debilitaba más rápido su cuerpo se estaba volviendo demasiado frágil, el final de su tiempo estaba llegando. —¿Crees que ensuciarme ha dejado satisfecho tu odio hacia mí? Te equivocas Jun, me continuaras aborreciendo cada vez que te mires al espejo, cada noche, cada día seguiré siendo el causando de tu frustración, no puedes matarme, no puedes asesinar a las personas no está en tu naturaleza.— Hablo sin moverse un solo centímetro Jun lo miro sorprendido por sus palabras, lo mismo hicieron el resto de sus compañeros. —Jun nunca te detengas, nunca sientas piedad cuando trates de vengarte, lastima a la persona que te hiere, si te hizo una herida en el brazo arráncale esa parte de su cuerpo, odia lo doble de lo que te odian, sé más fuerte que tu enemigo, que tu rival, no eres un niño ante mis ojos a mi no me agrada jugar con mocosos.

La respiración del mencionado se volvió lenta y perezosa lo odia pero no lo suficiente parta herirlo o matarlo, algo en su interior le impedía aborrecerlo, lo detestaba por haberlo marcado como si una res de ganado se tratará, pero en lo más profundo de su ser detestaba admitirlo, esas caricias le habían gustado, le enfermaba pensar en ese evento pero no paraba de desear más, es como si una enfermedad corrosiva se expandiera por cada una de sus células enfermándolas por más, sumergiéndolas en un asqueroso deseo, se odia por admitir que anhelaba que el mayor lo poseyera, mordió su labio inferior para darse media vuelta ingresando a su casa, las nubes desaparecieron la lluvia ceso, lo aborrecía pero temía que pronto se volvería a repetir lo de una noche anterior, porque él lo buscaría y cuando eso pasará Jun lo aceptaría, una risa escapo de los labios de DaeHyun para después también darse media vuelta y caminar a lado de su hermano menor.

—¿Vas a ir corriendo a ver a tu amorcito? –Cuestiono el líder cuando pasaba a lado de Jae quien se mantenía estático en su sitio, sus miradas se cruzaron.—Por lo que escuche el otro día en mi casa ustedes tiene su historia de amor anda ve y cura las heridas de tu hombre anda mariquita que esperas.

—Tu tonta cabecita no puede inventar una mejor telenovela ¿O tienes celos? —Contesto burlonamente el menor caminando hacia el mayor para tomarlo por la barbilla y juntar sus labios peligrosamente cerca. —No olvides que ayer terminaste en esta boquita de marica que tengo.

El menor saco su lengua para relamer aquellos gruesos labios Jae continuaba resentido con Guk y claramente descubrir que DaeHyun sospechaba algo de su historia lo enfurecía no quería que su peor enemigos se enterará de su debilidad, no dejaría que los demás vieran su lado débil, él era irrompible, su pecho se lleno de autosatisfacción cuando notó que le mayor no lo alejaba, su lengua paso por esa mejilla hasta dirigirse al cuello canela el cual mordisqueo podía percibir como cada celular del mayor  vibraba ante su contacto, lo deseaba, la noche anterior solo había servido para abrir la caja de pandora ahora no se conformaba con aquellas caricias que le dio necesitaba terminar, lo necesitaba en su interior, DaeHyun trató de alejarlo pero no podía le agradaba la sensación de esos labios sobre su piel ese aroma que desprendía el menor lo embrujaba llevándolo a la locura cerró los ojos juntando toda la fuerza de su interior, lo arrempujo provocando que el pelinegro cayera en el piso.

—Mantente alejado de mi mariquita de cuarta.— Le escupió mirándolo rabiosamente a la cara.— Ve abrirle las piernas a otro de tus amantes.

Jae miro a su compañero huir una sonrisa de satisfacción se formó en su cara no le interesaban sus insultos anhelaba divertiste con su nuevo juguete mientras miraba alejarse al pelinegro movió su cabeza provocando que un objeto se interpusiera en el camino y fuera a dar al piso una carcajada escapo de su boca cuando el pelinegro se volteo con la cara llena de barro, HImChan se puso de cuclillas para acercar su rostro a su hermano mayor quien seguía con la mirada puesta en el cielo al ver que los dos jóvenes se alejaban decidió  hablar.

—¿Quieres que te ayude a ponerte de pie? –Le cuestiono extendiéndole su mano el mayor acepto por lo cual se apoyo en él para levantarse. —Es peligroso que dejes que se te acerquen de esa manera ayer utilizaste demasiado poder en el trabajo que hiciste, no puedes darte el lujo de gasta energía que no tienes.

—No te preocupes HimChan no voy a morir hasta cumplir mi venganza. —Contesto pasando su brazo por los hombros de su hermano menor, su alrededor daba vueltas la punzada en su abdomen no quería desaparecer en cualquier instante se desvanecería. —El equipo de Chris esta muerto ayer me deshice de ellos, no quiero que más hombres lleguen a mi ciudad, no quiero más traficantes.

El menor asintió mientras abrazaba al pelinegro cada día adelgazaba más, cada mes su fuerza parecía desvanecerse, los evolucionados tenían el don de adquirir un poder, súper fuerza, telequinesis, controlar el clima, mover cosas con la mente, congelar objetos, muchos atributos pero esos regalos los volvían más frágiles, existía un precio por usarlos el cuerpo no soportaba tanto poder, la energía venia de algún lado la vida de estos seres era más corta que del resto, ellos morían muy jóvenes cuando no sabían administrar su legado pero Bang era distinto, él no tenía un poder en especifico era como una copiadora capaz de replicar los dones de otros pero su constitución física era más propensa a debilitarse que otras, Him acomodo a su amigo sobre la cama mientras le ayudaba a quitarse la ropa sucia.

—No eres mi criado para hacer este tipo de cosas. —Dijo en un suspiro tratando de recuperar las fuerzas perdidas. —No te hable anoche porque estabas muy ocupado con el mocoso merecías pasar un buen rato, fue algo rápido no te preocupes por pequeñeces anda ese no es el lindo Channie que conozco.

—Mi trabajo es cuidarte se lo prometí a nuestro padre a veces me haces enfurecer, no comprendo que pasa por tu estúpida cabeza. —Le contesto sentándose a su lado recargando su frente en la espalda desnuda del mayor llevo sus dedos para delinear las cicatrices que tenia tatuadas en su canela piel, Bang se puso de pie de un rápido movimiento detestaba que lo trataran como si fuera un enfermo en su etapa final. —Lo siento, les diré que estas molesto con el mocoso y yo participaré en la reunión por los dos.

El mayor asintió con la cabeza mientras se dirigía al baño trataba de odiar al hombre que le dio un hogar después de perder el suyo, quien quiso formar una Familia pero Guk no podía tener más hermanos, más padres, más hermanas, él los tuvo en el pasado alguien más se los arrebato, el hombre que lo trajo a Zero era un gran señor, el líder de Genbu, él era a quien HimChan le llamaba padre pero eso no lo podía hacer YongGuk le lastimaba no tener corazón pero no podía detenerse, no cuando todo ese desastre fue su culpa ya suficiente había hecho con salvar aquellos niños ingreso a baño donde abrió la llave de la regadera solo a veces por un segundo se preguntaba ¿qué hubiera pasado si en aquella noche se hubiese unido a su Familia? ¿Todos estarían muertos, esos niños de aquella cárcel se convertirían para lo que fueron creados? Una sonrisa se formo en sus labios no comprendía porque la voz de ese mocoso de cabellos castaños llegaba a su cabeza, no se arrepentía de nada, solo había pospuesto el día para volver a casa, pronto su venganza se llevaría a cabo, pronto volvería a ver a su hermana Natasha, molestaría a su hermano YongNam, conversaría con sus abuelos.

Cinco personas comenzaron su organización desde la tarde del Domingo para continuar todo el día del lunes, el primer líder de Genbu jamás se les unió debido a que estaba descansando, los cinco líderes continuaron trabajando en su ataque a la torre más alta de la zona centro de la ciudad, las peleas infantiles continuaban pero todos eran consientes que debían convivir juntos para lograr el éxito en su misión, eran profesionales, parecía que los dos maknaes habían hecho un buen equipo el cual de cierta manera se llevaba bien con el mayor de los cinco, HimChan era más agradable cuando su compañero no estaba cerca, era una persona vanidosa pero también divertida, DaeHyun y Jae también se percataron que para cuestiones laborales hacían buen equipo aunque el menor no dejaba de acariciar accidentalmente las manos, hombros, espalda del mayor quien trataba de ignorarlo pero su cuerpo parecía no seguir sus ordenes ya que cada vello se erizaba por el contacto.

—Tu compañero parece que recibió un buen daño por la sacudida que le dio el maknae, no pensé que tu líder fuer tan débil. —Comento DaeHyun cruzando los brazos sobre su pecho mientras miraba fijamente a Him. —Es una pena que Genbu sea dirigido por enclenque aunque que se espera de un marica que se acuesta con prostitutas y prostitutos.      

—Deberías mantener tu estúpida boca cerrada, no conoces nada sobre el clan Genbu mientras anoche tú te acostabas con una muchachita él dejaba exhaustas a dos además todavía tenía fuerzas para ir al muro de la ciudad y acabar con unos mercenarios que trataban de cruzar nuestro territorio, no te atrevas a menospreciar a mi hermano.—Le contesto furioso el mayor poniéndose de pie. —Es una pena que Moontos tenga un compañero tan despreciable como tu ahora entiendo su trauma, siempre viviendo en un medio donde le impusieron ideales, donde nunca lo han dejado pensar por sí solo, recuerda Dae que el líder del clan era tu padre pero no el de Moon-chan, él no le debe lealtad a una creencia vacía.

El mencionado se quedo boqui abierto ante esa declaración ¿por qué HimChan decía aquellas extrañas palabras? Giro su rostro para toparse con su hermano mayor bajo la mirada, apenado, no merecía ser mal agradecido con la familia que lo acogió, Jun detecto el nerviosismo de su compañero así que lo tomo de la mano para arrastrarlo fuera de la oficina con la excusa de mostrarle los casinos que estaban en su zona, Jae se quedo solo con el mayor del Este quien trataba de procesar la información recién adquirida.

—Deja de presionarlo es solo un niño. —Hablo poniéndose de pie, camino hacia la puerta para cerrarla después regreso para ponerse a las espaldas del mayor quien continuaba con la mirada fija en algún punto de la pared contraria podía sentir el aliento a menta del pelinegro, rozaba peligrosamente por su oreja. —Tengo entendido que adoptaron a Uppie cuando su madre murió, él no creció con las normas que tu creciste ¿Alguna vez le has preguntado qué es lo que en verdad quiere? Que tonto soy. —Dijo soltando una sonrisa mientras colocaba sus manos en los hombros de su compañero, comenzaba a masajearlos. —SI tú no sabes que quieres como puede saberlo un niño más pequeño, lo que llevamos del día no has dejado de insultar a las personas que tienen sexo con los de su mismo género ¿Crees que llamándome marica de mierda el deseo por mi va a desaparecer?

Las delgadas manos del menor se colaron por las comisuras del saco para después quitárselo al mayor quien seguía sin moverse, no podía detener esa terrible hambre naciendo en su interior, era una sensación que lo devoraba, perdía el control de su propia mente aquella que una noche anterior había remplazado el rostro de Shailene por la cara de YoungJae, se asqueaba de su creativa imaginación, no buscaba detener al menor, anhelaba que continuara con sus juegos, los botones superiores de su camisa fueros desabrochados el contacto de esa mano lo comenzó a quemar.

—Crees que no me he dado cuenta que en todo el día no has parado de ver mi trasero, he visto que una casa de campaña se formo en tus pantalones por esa razón no te has puesto de pie ¿Quieres que continúe lo que ayer comencé? —Cuestiono sentándose en la mesa delante del mayor. —No pienso rogarte, yo nunca ruego puedes pararte e irte o quedarte pero temo decirte que yo si me encuentro demasiado excitado y no creo ser capaz de llegar a mi habitación.

Jae comenzó a quitarse el saco continuo con su camisa dejando completamente desnudo su dorso, su piel brillaba como la porcelana se veía tan suave como la cascara de un melocotón continuo desabrochando su pantalón quedando al final desnudo, abrió sus piernas mientras sus dedos acariciaban su cuerpo los gemidos comenzaban a salir de su boca sin pedir permiso, DaeHyun no podía creer que ese sujeto se estuviera auto tocando frente a él echo su silla hacia atrás para ponerse de pie, trataba de no mirarlo pero era imposible se veía tan tentador, la manera que acariciaba su entre pierna, la forma que metía dos dedos en su boca llenándolos de saliva, sus ojos lo estaban matando, esos cristalinos orbes cafés que demostraban una sumisión jamás antes vista, su corazón se detuvo cuando notó que el menor insertaba uno de sus dedos en su interior, su cuerpo se tensaba, se llenaba de convulsiones, los gritos no paraban de salir de su garganta, su voz era una melodía que simulaba a las sirenas, aquellos seres monstruosos que atrapaban a los navegantes en sus redes para después devorar su corazón, paso su manos por su cabellos revolviéndolos nuevamente esa maldita hambre aparecía congelando sus pies, era tan sencillo salir corriendo pero esa no era la opción que quería elegir.

—DaeHyun, DaeHyunniee mírame, mira como estoy por ti. —Decía como una serpiente encantando a su presa, era un manipulador, un titiritero fascinado por su nueva adquisición, él era como Bang le gustaba corromper a las personas, hundirlos en su lujuria, llevarlos al límite de sus fantasías sexuales, el secreto del gran Yoo se basaba en usar los deseos carnales de sus enemigos, sus chicas y chicos eran expertos maestros de la manipulación. —Solo una vez quiero tenerte dentro de mí, Dae, Dae.

El mencionado camino hacia la salida tapándose los oídos recordaba las palabras de su padre, era una aberración de la humanidad que dos hombres compartieran una cama, era antinatural, un pecado que ofendía a su Dios,  sus manos se pusieron sudorosas, su boca se secaba, se detuvo frente a la puerta, Jae era un brujo, un hechicero que con su voz engañaba a sus presas las incitaba a tocar la fruta prohibida, era el demonio en persona, el mayor se dio media vuelta de un rápido movimiento tomo al menor del cabello para obligarlo a besarlo era imposible detener el impulso de su carne, de su necesidad recién despertada, metió su lengua con salvajismo en aquella pequeña cavidad húmeda donde otro musculo del mismo tipo la recibió, juguetearon juntas, su  mano izquierda se poso en esa pequeña cintura mientras que los dedos de su mano derecha se unían a los del menor en ese punto que ahora estaba completamente mojado un sonoro gemido salió de la boca de Jae al sentir aquella intromisión, la falta de aire los separo.

—Solo será una vez, solo una vez. —Dijo entre gemidos el mayor mientras su cuello era atacado por unos hambrientos dientes sus manos vagaron por esa suave espalda, su camisa fue a dar al piso disfrutaba ser tacado por aquellas expertas manos, el menor se giro dejando ver su bien formado trasero el mayor comprendió la indirecta así que desabrocho el cinturón y sus pantalones fueron a dar al piso acerco su excitación aquella área antes profanada por su dedos. —¿no es degradante ser poseído por un hombre? ¿No te enferma?

—Me asquea ver que los hombre golpean a las mujeres, que los niños sean abandonados por sus padres, que los humanos sean crueles con otros humanos por el deseo del poder, hay tantas aberraciones en el mundo que tener sexo con otro hombre no se le compara, deja de tener perjuicios, deja de pensar en los demás. —El menor se giro, coloco sus manos en los hombros del mayor para sentarlo en la silla donde se le monto y sin previo aviso se auto penetro, se colgó a su cuello, beso su oído. —Dime que no te gusta, di que no te vuelve loco pensar que me estas llevando al límite, di que no te gusta la manera que te complementas en mi interior, miente si te hace feliz, di que estas asqueado pero ambos sabemos la verdad.

El pelinegro mayor no pudo contestar porque tenía razón, el placer que sentía era indescriptible, Jae era como una droga que te sumergía en una sensación de felicidad completa, sus manos se posaron en sus caderas para ponerse nuevamente de pie y llevarlo en la mesa donde comenzó a embestirlo sus labios buscaron desesperando los labios del contrario adoraba su sabor, lo que hizo después termino con su último grado de dignidad ya que con su mano libre masajeo la entre pierna de su rival los gemidos aumentaron inundaban la habitación, es como sin un coro de ángeles cantaran la misma melodía.             

Notas finales:

GRACIAS POR LOS REVIEWS!! Perdón por el abandono pero por cuestiones de mi trabajo he estado algo ocupada, gracias por los reviews enserio los leo pero a veces estoy muy ocupada para contestarlo, sé que no es una excusa valida, perdón, perdón, trataré de contestarlos, gracias, gracias, xD, gracias xD gracias y todo listo para el Music Bank, ya tengo mi boleto en la zona Hallyu XD

 


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