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C r u x e por ritsuka10

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El deseo es un una emoción que carcome las entrañas de los seres humanos los lleva a cometer las más grandes locuras que nunca se han imaginado, la lujuria es un veneno que paraliza nuestro cuerpo de tal manera que no podemos dejar de pensar en el objeto de nuestro deseo, ese ente que nos lleva al cielo, que nos invita a fundirnos en el pecado, que seguramente nos llevará a tocar las llamas de infierno, DaeHyun torció su cuello mientras que con las manos tocaba su reflejo en el espejo mordió su labio inferior, necesitaba probar una vez más esa droga que su piel hace semanas se había ahogado echo un vistazo al reloj, las manecillas apuntaban la 1 de la mañana trató dormir pero le fue imposible no podía concentrarse sabiendo que solo unos metros los separaba de su droga perfecta.

—Eres un maldito guardián del Pandemónium. —Habló dando media vuelta para salir por la puerta. —Cuando muera tú serás el causante que mi destino sea el Infierno.

Al salir logró darse cuenta que nadie estaba en el pasillo camino en dirección a la habitación del líder de Byakko cuando llegó a su objetivo pegó su oreja descubriendo que se lograba escuchar el sonido de la ducha. YoungJae se escondía debajo de las gotas del agua tratando de apagar el indescriptible calor que surgió desde su interior quedó decepcionado al ver que su presa no fue a tocar a su puerta por ello decidió que él visitaría a Bang, esa noche simplemente no deseaba dormir solo, sus pensamientos vagaron en su pasado en el inmenso cariño que le tuvo al líder de Genbu, al deseo que despertaba en su piel, colocó sus manos encima del frio azulejo dolía amar y no ser correspondido, detestaba cuando ese enorme hueco se formaba en su pecho, pegó su frente a la pared sus pensamientos volaban lejos de esa habitación sin darse cuenta que un intruso se había colado, que lentamente se deshacía de su ropa quedando al mismo nivel que él, cuando la cortina se deslizo se mantuvo quieto su piel reacciono hasta que unos gruesos labios tocaron su desnudo hombro, cuando unos dientes le continuaron, cuando un pecho se pegó a su espalda humedad, sus vellos se erizaron, su lujuria fue asaltada.

—Sabía que no te podrías resistir. —Comentó orgullosamente al notar como una terrible erección se restregaba en su trasero. —¿desde cuándo te volviste tan callado? ¿Harás de cuenta que soy una mujer?

—Es imposible que pases como una chica. —Contesto el pelinegro mayor deslizaron sus dedos por la entrepierna del menor, recorriendo sus muslos. —Esta parte de ti me recuerda que es un pecado estar contigo. —Las manos del mayor acariciaron la recién despierta masculinidad del líder de Byakko quien soltó un pequeño gemido por tal acción. —JaeJae eres un hombre, siempre he tenido en claro lo que representas pero es inevitable no tocarte, no profanarte. —El cuerpo del moreno arrinconó en la pared al más bajó, besó su nuca, con su lengua recorrió su cuello, hombros, sus dientes fueron dejando marcas por esa perfecta espalda. —Cuando me este quemando en las llamas de infierno quiero seguir escuchando tus gemidos en mis oídos, quiero que mi mente evoque el recuerdo de tus lagrimas recorriendo tus mejillas cuando te poseía. —DaeHyun apresó las manos de Jae entre el muró y él, su aliento pegaba en su oído. —Quiero hacerte gritar, quiero romperte, hacerte el mismo daño que tú le haces a mis creencias.

Jae se dio media vuelta para enfrentar a su atacante, su cara estaba debajo del agua pero lograba distinguir su mirada, sus ojos cargados de una hambre que no cualquier ser podía saciar sus manos fueron abandonadas, los brazos de ese joven de piel morena lo levantaron, lo arrinconaron en el muró frio de un solo golpe algo se introdujo dentro de él, jamás sintió tanto dolor como en ese momento quiso gritar pero unos gruesos labios se lo impendieron sus manos se colgaron de ese moreno cuello, era distinto a lo que tantas veces anteriormente tuvo, era agresivo, es como si un lobo encelo estuviera encima de su presa, hambriento por verse saciado pero existía otro detalle, algo nuevo, en medio de tal violencia sus caricias eran tiernas, dulces, la manera que sus manos lo acariciaban, como sus ojos lo miraban.

—Eres mejor que cualquier chica, eres un perfecto muñeco de porcelana, tan frágil que anhelo destrozarte pero a la vez no. —Dijo entre gemidos mientras lo volteaba para seguir introduciéndose en él, lo continuaba besando. —No quiero ser el único que hable di algo, tu voz, tu voz es hermosa.

Una sonrisa escapó de los labios del menor muchos amantes hablaron de su piel, de su rostro, de su cabello pero nunca nadie dijo algo de su voz.  

—Ya somos dos me fascina tu voz, sigue diciendo mi nombre. —Confesó sonrojado al ver que Dae le sonreía, era la primera vez que lo hacía, hoyuelos se formaron en sus mejillas sus dedos se animaron acariciar ese varonil rostro, sus labios estaban rojos, hinchados. —Pero lo más sexi de ti es tu lunar. —Habló honestamente. —Eres demasiado guapo.

JunHong salió de su escondite cuando vio que DaeHyun se adentraba a la habitación de su hermano mayor, siempre supo que a Jae le gustaban los retos a grande escala pero involucrarse con un fanático como lo eran los Seiryuu era una misión de otro nivel  sacudió su cabeza ese no era su problema, acomodo un poco su ropa disponiéndose a continuar con su labor estaba algo molesto que el líder de Genbu no hubiese caído a sus encantos debido a que Bang no lo acosó en todo el día, él era quien coqueteaba y el mayor contestaba pero no de la manera que el menor deseaba. YongGuk miraba el techo de su habitación esa tarde fue grandiosa debido a que su pequeño bunny estuvo seduciéndolo si esa noche no estuviera marcada en su calendario personal lo hubiese secuestrado, arrinconado en su cuarto y no dejarlo escapar hasta saciarse pero esa fecha había quedado en su mente tatuada con sangre, sus ojos se cerraron tratando de buscar algo de paz.

—Sé que a tu edad la gente se cansa con facilidad pero esto es algo penoso. —La delicada voz de un joven resonó por la habitación. —Wow en verdad eres un ser gruñón tu decoración es deprimente. —El chico de cabellos castaños fue caminando en el contorno del cuarto mientras sus manos tocaban las pinturas deprimentes que colgaban, Guk continuaba acostado en la cama con los brazos detrás de su cabeza. —En realidad se me bajó la excitación con las imágenes grises que tienes. —Bang soltó una risa al notar esa voz tan caprichosa hacia pucheros. —Veamos si tu entrepierna mi devuelve el calor que había en la mía.

De un rápido movimiento el menor se acomodo encima del mayor sus dedos blancos se deslizaron por el pantalón del pelinegro tentando su objetivo, la respiración de Guk se volvió intermitente debido a que esa piel blanca sabía lo que hacia, sus toques, sus caricias tontas lo estaban despertando, esa cadera rozando con su pierna lo estaba matando, Jun mintió debido a que se notaba estaba más que nunca excitado.

—Diablos en realidad vales la pena. —Soltó honestamente con cierto aire de sorpresa restregó su entrepierna en esa parte lo trataba de despertar más de lo que ya estaba. —Si quieres puedes quedarte de esa manera solo necesito que tu amigo este despierto. —Volvió a decir con un tono infantil y egoísta, Bang no podía aguantar la risa ese niño lo estaba matando con su maldita irreverencia, un pequeño mocoso caprichoso. —Tu tatuaje es increíble ¿Qué dice?

—Viva la revolución. —Contestó Guk abriendo los ojos para toparse con la sonrojada mirada del menor quien ya dirigía sus labios para besarlo. —Creí que me odiabas, no te has cansado de decirme que te provoco asco.

Una perversa mueca apareció en el rostro del menor quien asintió para después besar al pelinegro introdujo su lengua con maestría, poco a poco se fue deshaciendo de su ropa sus manos navegaron por esas marcas negras que adornaban la piel morena de su compañero, YongGuk estaba paralizado por ese acto de rebeldía por esas acciones impregnadas de soberbia, de vanidad pura, Jun era distinto a muchos amantes, no le temía, no lo respetaba, era diferente ya que no buscaba complacerlo solo anhelaba saciar su propia lujuria, su hambre personal cuando notó que estaba completamente desnudo sobre él un gemido escapo de su garganta, era tan excitante verlo en ese estado sus manos se deslizaron por esos suaves muslos temblaban ante sus actos, ante sus caricias, un nuevo suspiro salió de sus labios cuando unos dientes se clavaron en sus clavículas.

—Me desagrada tu personalidad pero tu cuerpo me fascina. —Volvió a decir inocentemente su lengua recorría ese pecho, esas bien formadas abdominales hasta llegar al borde del pantalón el cual fue deslizando hacia abajo. — La atracción es inevitable.

El pelinegro clavo sus uñas en la colcha nadie lo había besado de esa manera, esa juguetona lengua delineando su parte más delicada, era un experto en esa materia, echó su cabeza hacia atrás él comúnmente era quien debía seducir, era quien mandaba en una relación, dominaba las acciones en la cama pero esa noche, en ese momento su autoridad se estaba viendo doblegada por un chiquillo caprichoso que se montaba en su cadera y golpeaba con sensualidad su entrepierna jamás nunca nadie busco controlarlo su mirada se enfoco en esos ojos que irradiaban inocencia envuelta en perversión una combinación irresistible para su apetito, JunHong era como un ángel de la noche, uno tormentoso demonio que cautivaba con su lujuria.

—¿Qué clase de demonio eres? —Cuestionó al aire al sentir como se introducía en su interior. —Me complementas a la perfección es como si hubiese nacido para adentrarme en ti. — El menor soltó un gemido en ese instante la respiración del pelinegro se detuvo. —Eres hermoso.

Esa confesión logró colarse en el pecho de Jun quien se sintió tocar el cielo, ver de manera tan desajustada a su enemigo  natural lo invadió una soberbia incansable, tener en sus piernas a un ser tan peligroso era excitante pero verlo volverse loco era soberbio, su ego aumento a toneladas, su vanidad se expandió como alas llevándolo a la gloria dejó que su voz escapara de sus labios, grito su nombre, lo llamó cientos, miles de veces cada vez que tocaba ese punto que lo ahogaba en la euforia, siempre fue una acierto seguir sus instintos no detenerse ante al miedo porque simplemente ese placer que sentía nunca lo había vivido, intercambiaron lugares en una habido movimiento del pelinegro quien continuo con las embestidas había perdido el control de su propio cuerpo solo buscaba continuar compaginado de esa manera al menor.

YoungJae abrió los ojos de golpe nunca en su vida se había quedado dormido después de tener relaciones, jamás alguien lo llegó a cansar a tal grado de hacerle perder el conocimiento trató de moverse pero unos brazos en su cadera se lo impidieron, se encontraba completamente desnudo envuelto en las sabanas enfoco su vista descubriendo que su compañero lo abrazaba por la espalda, un extraño sentimiento de ternura se hizo presente en su pecho, era tan distinto a Guk comúnmente el líder de Genbu al terminar una sesión de sexo se retiraba a su casa, según él detestaba compartir su cama, el aliento de DaeHyun golpeaba su nunca, él también termino rendido por la noche que pasaron quiso moverlo pero sus nulas fuerzas se lo impidieron aunque honestamente le agradaba esa posición así que dejó que el sueño lo invadiera regresando a su posición inicial.

—Hueles a chocolate. —Comentó quedándose dormido cuando unos labios tocaron su cuello. —A chocolate negro.

—Ahora tú hueles a mí. —Contestó el pelinegro haciendo más fuerte su agarre. —Solamente a mí.

YoungJae no se imaginaba que el líder de Seiryuu era un hombre egoísta que detestaba compartir sus juguetes favoritos esa noche había decidido continuar con su ascendencia al infierno, su pecado se incrementaría hasta desaparecer el hambre que nacía en sus entrañas. Bang YongGuk regresaba a su cama después de darse una ducha la noche había sido perfecta nunca alguien lo había cansado a tal punto de necesitar aire cuando observo a la figura aún acurrucada en la cama torció los labios molesto.

—Hey vete a tu habitación. —Gritó molesto logrando que el menor se quejará y escondiera su rostro en las almohadas. —No me gusta dormir con otras personas.

—Pues acuéstate en el suelo. —Contesto adormilado el castaño envolviéndose en las cobijas. —No pienso pararme de este lugar hasta que vuelva a sentir mis piernas.

Un bufido fue la señal para avisar que la conversación había terminado, el pelinegro quiso lanzarlo fuera de las cobijas pero al ver su bello rostro dormido sus movimientos se paralizaron, sus tiernas mejillas sonrojadas hacían juego con su piel blanca como la nieve, pequeños pucheros se formaban dándole un aire infantil, una mediana sonrisa se dibujo en sus labios no tenía la fuerza para pelear con él así que se metió en la cama tratando de olvidar su presencia pero fue imposible debido a que el menor se aferro de su pecho, era como si un niño pequeño se abrazará a su oso de peluche por inercia sus dedos se deslizaron por ese cabello castaño, esa imagen le traía viejos recuerdos cuando él mismo dormía con su hermano Nam, cuando se aferraba a él por el miedo a los truenos, un suspiro se escapó de su garganta.

—En los últimos años nunca he podido dormir en esta fecha. —Se dijo a sí mismo, en ese día todos sus sentimientos afloraban, se sentía más indefenso que un niño perdido a mitad de la calle, esa fatídica noche donde perdió todo lo que una vez amo. —¿por qué tuviste que visitarme hoy?

JunHong estaba inmerso en sus sueños que no pudo escuchar como el mayor se sumergía en su rabia aprensada, inocentemente el menor se movió para acomodar su rostro en el cuello del pelinegro, por inercia beso ese pedazo de piel, el integrante de Byakko no era alguien confiado pero su cansancio lo había llevado a un estado de total perdición los parpados de Bang se fueron haciendo pesados por lo cual se obligo a cerrarlos por primera vez después de tantas noches se quedaba completamente dormido, descansaba en paz, su alma era liberada de sus cadenas, de su soledad para adentrarse a una especia de plenitud. En el pasillo un chico de cabellos morados observaba una puerta con nerviosismo, su hermano mayor se había introducido en esa habitación hacia muchas horas.

—Deberías ir a dormirte no creo que salga. —Una voz varonil se coló por sus oídos logrando que saltará del susto. —JaeJae es un ser demasiado atractivo para ignorarlo y tu hermano mayor es un hombre con demasiada tensión sexual. —JongUp se giró molesto a lo que Him solo levantó las manos se señal de paz. —Hay veces que las personas no podemos separarnos de lo que nos atrae aunque quisiéramos.

—No me importa con quien duerma. —Contesto el menor incorporándose para regresar a su cuarto. —Es mayor y puede hacer lo que desee.

Una sonrisa apareció en los labios del mayor al notar el ligero sonrojo en las orejas del menor por lo cual decidió perseguir a su presa favorita lo agarró de uno de los brazos para detener su andar, quiso mirarlo a los ojos pero Up le negaba la mirada, Him estaba encantado por esa reacción, por ese gesto ya que significaba que el menor había recordado lo que pasó entre ellos, lo sujetó de la barbilla para acercar sus labios.

Mírame, de todas las cosas que me puedes causar la muerte es la menos que te debe preocupar. —Susurró el pelinegro acercando sus labios, Up se quedó estático ante esa frase, era idéntica a la de sus pesadillas. —Los sueños pueden volverse realidad.

Los ojos del chico de cabellos color uva se abrieron de golpe, eran verdad sus recuerdos, su primera vez no fue con Cloe sino con ese hombre con sonrisa de conejo trató de alejarlo pero sus cuerpo lo traicionó anhelaba ese beso, esa caricia intima, ese perfecto roce con el cual sus lenguas se volvían a reencontrar, un calor sofocante hizo acto de presencia en la piel del menor quien arrempujo al pelinegro lejos de él.

—No te acerques a mí. —Le gritó tartamudeando su corazón latía rápidamente podía sentir que sus mejillas estaban rojas. —Es una pesadilla lo que pasó entre nosotros.

HimChan se mantuvo quieto en su posición ya que quedó fascinado por ese acto de inocencia expresada por el menor de los Seiryuu, un suspiro escapó de su garganta era la primera vez que alguien movía tanto su mundo, que le provocaba ganas de correr por él, de llenarlo de besos hasta quedarse vacio, su corazón brincaba con una inusual emoción, Up al llegar a su habitación se recargo en la puerta tratando de calmar sus sentimientos que se desbordaban en su pecho sin pedir permiso.   

 

  

Notas finales:

Gracias por sus reviews!! Es un mini cap - la continuacioón del anteior - BAP no ganó pero no importa ellos siempre serán los mejores para mi, soy una orgullosa BABY, debo ser honesta no me considero una kpoper ya que soy completamente BABY :D tal vez vea videos y me gusten canciones de grupos de kpop pero a ninguno lo adoro como hago con BAP :) 

 


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