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C r u x e por ritsuka10

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Perezosamente un pelinegro abría los ojos, tenía mucho tiempo en no dormir como lo hizo esa noche trató de moverse pero algo pesado aprensaba su pecho sus dedos estaban enrede dados en esas hebras semi doradas por inercia una sonrisa se formó en sus labios, ese pequeño niño caprichoso lo abrazaba egoístamente, volvió a cerrar los parpados cuando unos dientes se clavaron en su clavículas, una mano se deslizo por su entrepierna lograba percibir los movimientos del menor parecía que sus fuerzas como sus ganas habían regresado después de un largo sueño.

—¿podíamos intentar repetir lo de anoche? —Una melosa voz salió de los labios del menor quien se colocaba encima del pelinegro para besar el tatuaje de su pecho.— ¿O estas muy viejo? Sé que a tu edad es complicado tener este ritmo pero si quieres ser mi compañero debes ser más activo.

YongGuk soltó una carcajada, cada día le sorprendía más ese mocoso irreverente de un fugaz movimiento cambiaron de lugares, lo puso boca abajo entre el colchón y él, mordió su nunca, su hombro el haber podido dormir sin pesadillas había sido un gran aliciente a su cuerpo es como si sus pilas hubiesen sido recargadas al 100 por ciento, estaba hambriento, estaba ansioso por seguir lo que una noche anterior inicio, el Sol parecía brillar afuera de su ventana, es como si entrara a un mundo desconocido.

—Creí que te dolían las piernas ¿ya estas mejor? —Susurró mordisqueando la oreja del castaño quien levanto la cadera.— Por tu respuesta puedo deducir que esas listo para otra ronda.

Bang volteo su rostro para besarlo, le agradaba esa sensación de juego, de infantilidad que rodeaba a su compañero es como si una luz se colara por su interior, una calidez desconocida lo inundaba provocándole querer reír como un loco, sus labios continuaron en una guerra de control ambos eran habido guerreros es como si conocieran a la perfección esa dinámica llena de juegos, de complicidad. YoungJae percibía como unos labios besaban su espalda desnuda, como una nariz se sumergía en su piel esas caricias le hacían cosquillas así que soltó francas risas se giró para quedar frente a su atacante al cual beso dulcemente sus labios, su cabeza aún era un caos así que no tenía ánimos de iniciar una pelea.

—Pensé que sería nuestra despedida.— Comentó mientras su cuello era atacado por una voraz boca que parecía estar más hambrienta que la noche anterior.— Si continuas haciendo eso no podré controlarme.

—¿Crees que me voy a ir al infierno por las veces que lo hemos hecho? Si voy a sufrir una condena en el purgatorio quiero que haya valido.—  Contesto con una macabra sonrisa jalando al menor para que se sentara sobre su cadera, sus manos vagaron por ese pecho color canela.— No JaeJae, esto solo ha sido el inicio te has atrevido a provocarme y ahora tendrás que pagar con las consecuencias.— Tomó las mano derecha del mencionado para iniciar a lamer los dedos.— Ahora te has vuelto en mi juguete favorito.

Ese título no le agrado al pelinegro quien rápidamente, con su mano libre atrajo una daga que estaba guardad en su cómoda derecha, la coloco en la garganta del mayor quien reía complacidamente, no le importaba la amenaza física así que continuo mordisqueando esos dedos sabor a té verde, un gemido escapo de los labios del menor, sus miradas continuaban peleando por obtener el control de la situación, DaeHyun dio un jalón al brazo para obligar que sus rostros se encontraran fue entonces que junto sus labios en una caricia dulce, tierna.

—¿Te parece mejor la palabra amante? –Cuestionó sensualmente a lo que Jae asintió con un movimiento de cabeza.— No quiero que nadie se enteré de nuestro “relación” así que debemos decidir dónde y como nos reuniremos.—Finalizó deslizando sus manos por las caderas del menor.— ¿Alguna propuesta?

—Cuando quieras verme solo debes decir la fecha y hora cuando estés con Sha ya después leeré su mente.—Contesto Jae con una pervertida sonrisa después de lanzar la daga lejos de su compañero, sus manos se detuvieron en el pecho del mayor.— Tengo un pequeño departamento en la zona Sur, nadie lo conoce así que ahí podremos vernos.

Sus labios se unieron nuevamente algo había iniciado entre ambos aunque su orgullo no se los permitiera decirlo en voz alta, se agradaban, se caían bien, sus personalidades se afinaban a la perfección. YongGuk se encontraba encima del castaño quien pataleaba para que el mayor dejará de aplastarlo pero Bang no se movía ningún centímetro le fascinaba hacer enojar al segundo líder de Byakko, Jun juntaba todas sus fuerzas para quitar al pelinegro pero le era imposible ya que se encontraba demasiado cansado además de dolerle la espalda, cadera y muslos, sus orejas se pusieron rojas cuando su atacante comenzó a reírse.

—Quítate de encima vejestorio.— Le gritó molesto el castaño cuando de repente sintió que unos dientes se clavaban en su blanca espalda.— No te atrevas a marcarme como si fuera ganado ya suficiente tengo con la estúpida marca que me dejaste.— Bufó dándole un manotazo al pelinegro cuando este trato de acariciar sus muslos.— Eres un anciano pervertido.

—Primero vienes a provocarme y ahora actúas como una damisela con dignidad.— Contesto riendo el mayor dejando libre a su presa y recostándose a un lado.—  Eres un mocoso inmaduro que le gusta provocar a sus mayores pero no soporta las consecuencias.— Jun infló los cachetes furioso  detestaba que lo trataran como un niño.— Pero eres muy divertido.

Jun se volteo indignado no era un payaso para que la gente dijera que era divertido o gracioso, poco a poco fue jalando la cobija para dejar sin protección al mayor a quien no le importó ese gesto, el silencio inundo la habitación era extraño que ninguno de los dos se moviera para separase Jun regreso su mirada a las paredes que lo rodeaban, todo era tan sobrio, tan impersonal que le dolía notar tanta soledad reunida en un solo punto, YongGuk era una persona desagradable pero tampoco se imaginó que estuviera tan vacío por dentro.

—Sabes tengo un pequeño refugio en una la zona Sur por las le puerta de salida, es por encima del gran muro.— El mayor acabo con el silencio mirando de reojo a su compañero quien seguía hecho bolita.— Todas las noches suelo estar en ese lugar cuando quieras visitarme serás bien recibido.— El menor giró su rostro para ver de frente al pelinegro  una sonrisa se dibujó en sus labios.— Solo digo. 

—¿Así que todas las tardes?.— Cuestiono al aire pegándose a la espalda del mayor era raro que Jun fuera cariñoso, comúnmente lograba mantener el contacto mínimo con sus compañeros de sexo pero había notado que a Guk no le gustaba el contracto extra así que era su manera de molestarlo le dio un codazo en el abdomen.— Ya te puedes ir a bañar para que yo me pueda ir a mi cuarto.

El mayor miró de reojo al castaño que hacia bolita a su lado, sus orejas estaban rojas como un tomate, era increíble que estuviera apenado después de hacer todo lo que habían hecho en esa mañana, de un brinco se puso de pie para dirigirse al baño había amanecido con un increíble humor hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien como en ese momento.

JongUp no apartaba la mirada del sujeto que estaba delante de él comiendo tranquilamente, sus sueños habían regresado con más fuerza instintivamente toco sus labios, la imagen del beso de la noche anterior no lo dejaba en paz, quería más, anhelaba probar más que unos simples labios, si su hermano mayor había roto el juramento porque él no podía ceder ante el deseo de la carne.

—Parece que el resto no va a bajar.— Comento al aire para obtener la atención de su compañero quien rápidamente levanto la cabeza para mirarlo a los ojos.— ¿Qué se supone que vamos hacer? ¿Qué hay de interesante en este lugar?

—Te puedo dar un recorrido.— Contesto comprendiendo el sentido de las preguntas del contrario, una perversa sonrisa se dibujó en sus labios al notar que el menor se ponía de pie.—  Te aseguro que no te vas aburrir.

JongUp rodó los ojos para después seguir al mayor quien ya caminaba hacia la salida, dieron un par de vueltas al edificio, era un lugar tétrico, abandonado, con muy poca vida, aunque estuviera en perfecto estado parecía que a la gente no le importaba vivir en esa zona o simplemente no era de su agrado cuando se adentraron a otra edificación el mayor jaló a su compañero para lanzarlo en el interior de una habitación donde sin previo aviso lo arrincono en una pared, lo comenzó a besar, sus blancas manos fueron recorriendo aquella piel morena introduciéndose debajo de la ropa, JongUp se colgó del cuello del mayor para pegarlo más a su cuerpo, era innecesario montar una escena cuando él mismo propicio el encuentro su lengua se introdujo en los labios del contrario, ese sabor, era como en sus sueños, la misma esencia que vivía en sus recuerdos ahora estaba más que seguro que ellos habían tenido algo más aquella noche,

—¿Lo has recordado verdad? –Cuestionó el mayor sacándole la camisa al menor para después levantarlo y colocarlo encima de un viejo escritorio, a lo que Up asentía.— No te imaginas lo mucho que te he deseado estos días, no pienso en otra cosa que no sea en ti, en tus gemidos, en el sonido de tu voz llamándome, lo perfecto que encajaba aba en ti.— El pelinegro clavos sus dientes en el hombro desnudo del menor, JongUp lo rodeo con la piernas. — Nunca había deseado tanto a alguien como a ti, eres perfecto, eres hermoso.— Susurro a su oído mientras su lengua recorría aquella piel expuesta.— Eres la única tentación que temo no poder tomar.

Cada palabra, cada frase se introducía en la cabeza del menor con mayor fuerza nadie antes lo necesito tanto, nadie antes lo deseo de esa manera, la locura lo estaba carcomiendo, el deseo lo encerraba en una burbuja llena de calor deseaba más, anhelaba sentirse vivo, esas manos tocándolo, esos labios recorriéndolo, sus ojos se cruzaron con los negros del mayor, es como si una bestia hambrienta viviera en el interior del segundo líder, su corazón se detuvo hasta tal punto que su piel se erizo, el poder lo recorría, lo envenenaba como una pasión embriagadora, ese sentimiento aumentaba su vanidad antes nunca explotada.

—Házmelo de tal manera que esta vez este seguro que no fue un sueño.— Dijo en suspiro a la oreja del pelinegro quien habría su pantalón.— Channie, Channie eres al único que no puedo lastimar.

Sus labios se volvieron a unir en un desesperado beso, al igual que el calor de su piel se conectaba, ninguno de los dos busco detenerse  debido a que ninguno lo permitiría, era más fuerte su hambre, su ansia de volverse a conectar que la realidad que los rodeaba, a veces, solo a veces es bueno dejar que la carne se lleve la victoria en nuestras decisiones, disfrutar por un momento, volverte loco hasta desagarrarte la garganta.

YongGuk salió del baño encontrándose una habitación vacía, una solitaria sonrisa se dibujó en su rostro miró su alrededor aún el olor a sexo con caramelo inundaba el sitio se dejó caer de espaldas en el cama con la vista puesta en el techo giro su rostro hacia sus dibujos de un brinco se puso de pie descubriendo una infantil travesura, sus pinturas de blanco y negro tenían dibujadas caritas o habían sido coloreadas por crayones, toco cada uno de los dibujos dañados por coloridos rayones, la ira se fue apoderando de su pecho pero todo se esfumo cuando en un dibujo de un chico triste alguien le habían dibujado una sonrisa de payaso, con la frase, “gummy smile”  así le decía su madre, toda la  ira se transformó en una terribles ganas de llorar,  era la primera en vez después de tantos años que algo cálido latía en su pecho, recargo su frente en la pared y con sus dedos delineo aquellos trazos infantiles.

—Se nota que estoy viejo.— Comentó en un suspiro juntando su rostro con la pared.— Apareciste al final de mi camino cuando ya no hay vuelta para atrás. —Tomo el pedazo de papel para arrancarlo de su lugar.— He llegado a mi limite solo es cuestión de tiempo para que termine como el resto de mis compañeros de celda.

YoungJae bajaba por las escaleras aunque su mente no pudiera alejar el recuerdo de la noche anterior aún tenía la curiosidad de visitar a Bang en su habitación llegó a al comedor encontrando a su nuevo amante con su compañero de equipo ambos comían en silencio, intercambiaban algunas frases, tomo su lugar trataba de pensar en algo más pero su mirada inevitablemente recorría el cuerpo del moreno quien también le contestaba con la misma intensidad.

—Parece que nuestros madrugadores compañeros han decidido dar una vuelta por la zona así que propongo que hagamos lo mismo.— La alegre voz del líder interrumpió los pensamientos de los presentes, un ligero dolor apareció en la parte baja de la espalda de Jun cuando sintió una palmada en su hombro se giró para ver enojado al atacante.— ¿Parece que no dormiste bien?  una disculpa las incomodidades.

Quiso gritarle una sarta de obscenidades pero la sonrisa que tenía el mayor lo detuvo, se odiaba a si mismo pero le encantaba ese gesto, irradiaba dulzura, ternura así que solo torció los labios el mayor tomó asiento  tratando de regresar a sus cabales pero sencillamente se encontraba feliz.

—¿Cual crees que se el verdadero objetivo de Skylar para adentrarnos a las oficinas de SM? –Cuestionó de golpe el líder de Seiryo acomodando sus cubiertos a lado de su plato.— No queramos hacernos tontos sabemos que en esas torres lo más valioso son los archivos de los laboratorios SM.— El pelinegro encaró al líder de Genbu quien había cambiado su sonrisa por una perversa.— Marshall y Skylar están en el límite de su poder, les queda como máximo uno o dos años de vida.

—Yo también he estado pensando en ese factor, los evolucionados tenemos alguna habilidad especial pero también una debilidad única.— Ahora agrego Jae limpiando sus labios delicadamente.— Nuestro estándar de vida es a las 35 años pero podemos morir antes dependiendo como sepamos administrar nuestras habilidades o también depende de nuestro cuerpo.— Continuo ahora mirando de frente a Bang.— Somos demasiado frágiles, tan poderosos pero tan débiles a la vez.

—Nuestro origen parece desconocido pero sabemos en nuestro interior que SM tiene algo que ver con nuestra creación.— Argumento el menor mirando la muñeca de su mano.— Ellos han estado experimentando con algunos evolucionados ¿qué buscan?

—No solo entraremos hacer un desastre a las oficinas sino también a robar las investigaciones más recientes ya que parece que han conseguido extender nuestras vidas.— Contestó Bang entrelazando sus dedos.— Vamos a buscar nuestro santo grial,  uno que nos permita vivir más años o saber controlar nuestros dones.— Agregó poniéndose recargándose en la silla.— No se ilusionen todo puede ser una mentira pero Skylar está segura que puede ser nuestra única vía para sobrevivir, ella quiere vivir por su hijo.

Los cuatro guardaron silencio DaeHyun fue el primero en ponerse de pie ahora más que nunca estaba ansioso de entrar a las torres, de su asalto dependía si ellos tendrían la oportunidad de vivir más tiempo, JunHong también se puso de pie con un ligero gesto de dolor, los dos se dirigieron a la salida donde esperarían que los otros dos hasta que terminaran de comer para iniciar el famoso paseo, Jae al verse solos estiro su mano hasta tocar la del líder de Genbu ante agarre el mayor giro su rostro confundido.

—Aceptaste esta misión por tu propio egoísmo no porque represente una esperanza para nosotros.— Dijo con voz quebradiza, se puso de pie para sentarse en la mesa delante del mayor, sus manos se colocaron sobre ese varonil rostro.— ¿Has llegado a tu límite? ¿Por eso no te defendiste de Zelo la otra vez? —El menor acerco su frente a la del mayor, sus sentimientos por él no podían desaparecer de la noche a la mañana.— Confía en mi por favor dime la verdad sabes lo que significas para mí.

—Es bueno saber que tienes un nuevo amante que me reemplace.— Le contesto en tono molesto tocando con la punta de su dedo los mordiscos que estaban dibujados en el cuello del menor.— Si, Si Jaejae tengo menos tiempo que Skylar o Marshall, voy a morir próximamente, y sabes no tengo la intención de tomar la vacuna si existe alguna.

El corazón de Jae se detuvo ante aquella fría afirmación sus labios fueron besados, eso era lo que tanto odiaba de Guk, su insensibilidad hacia el resto, su enorme placer de hacer sufrir al resto, para él no existía la palabra amor, cariño, piedad, sentimentalismo, solo estaba cegado por su egoísmo por el cumplimiento de sus soberbios deseos, el beso termino, el mayor se puso de pie regalándole una última caricia.

—Es mejor que no le digas a nadie lo que te he dicho.— Le sentenció el mayor dirigiéndose a la salida.— Fue tu decisión terminar con nuestro juego así que no será complicado para ti aceptar cuando me vaya definitivamente.

¿Cómo podía ser tan cruel? ¿Por qué lo lastimaba de esa manera? Golpeo la mesa con el puño cerrado ¿Cómo podía ser tan estúpido? ¿Por qué amarlo cuando claramente no quería ser amado? Las ganas de llorar aparecieron en su ojos los cuales su volvieron vidriosos quería borrar cualquier sentimiento por el mayor olvidar que tenía corazón el cual latía solo por él, araño la superficie de la mesa, cansado de amar y no ser correspondido, la desesperación se apodero de su pecho, se quedó sin aire, sin fuerzas, se sumergía en un abismo negro, se estaba perdiéndose a sí mismo de pronto unos labios en su nunca lo despertaron asustado volteo a ver al valiente que se atrevía interrumpirlo.

—Solo faltas tú para el recorrido.— La voz seria de un pelinegro lo llamó otro beso en su nunca lo entendió.— Anda es tarde nos van a dejar atrás.— Sus miradas se encontraron, Jae se colgo de su cuello besándolo con ansia.— Esta noche nos vemos en tu el lugar que comentaste.

El menor asintió, jugar con DaeHyun era distinto era algo como navegar en un mar de tranquilidad, se mantuvo de esa manera abrazado a su pecho le agradaba sentir como el corazón del mayor latía sin parar, su respiración se volvió pesada, de seguro tenia conflictos internos por la elación que habían comenzado pero le agradaba tenerlo de esa manera, de pronto una mano se coló por su cabello, acariciándolo, unos gruesos labios atacaron ese cuello, volviendo rojas las marcas moradas, Jae se sentía deseado, le agradaba ese cosquilleo en su piel.

—Me parece perfecto.— Contesto Jae mirándolo a ojos ojos.— Vamos con el resto D A E H Y U N I E.

—Me pones la piel chinita cuando me hablas en ese tono, pequeño manipulador.— DaeHyun contesto con una sonrisa que sorprendió al menor se separó de él jalándolo de la mano para darle la oportunidad de caminar delante de él.— Me fascina esto de ti.— La mano del mayor se coló en los muslos de pelinegro menor para terminad dándole na nalgada.— Perfecto.

Las orejas del menor se pintaron rojas nadie le había dado un golpe de ese tipo, bueno algunos lo hicieron pero le había parecido muy guarro pero ese acto venido de su nuevo amante le agrado los dos caminaron por los pasillos buscando al resto del equipo. Zelo observaba con detalle las enormes estructuras que se presentaban delante de él, nunca había visitado la zona norte llego a escuchar cuentos espeluznantes de esa área, de las gigantes fábricas, donde la mucha gente que murió, era leyendas urbanas que hablaban de fantasmas, de mutantes, de personas matando a otras sin piedad, de pronto sintió como una manos pasaban por su cintura.

—Ten cuidado las escaleras son frágiles.— Jun se sorprendió pero después su gesto se tornó molesto al notar como unos dedos se iban introduciendo en el borde de su pantalón.— No quiero perder a mi muñeco favorito.

—Eres un maldito viejo pervertido.— Le grito separándose del mayor para adelantarse frunciendo el ceño molesto.— Ahora entiendo porque querías que diéramos el paseo juntos sin esperar al resto.

Bang soltó una carcajada alcanzando al castaño durante el trayecto no dejaron de pelear o mejor dicho el mayor no paraba de molestar al menor con frases obscenas, comentarios subidos de tono o frases en doble sentido, al final llegaron a un parque abandonado donde el menor se sentó en los columpios el líder de Genbu se puso atrás para comenzar a mecerlo, ese acto sorprendió al chico de cabellos de castaños, su respiración se entrecorto.

—Mi hermana me llevaba a un parque parecido a este cuando era pequeño, era complicado para ella cuidar de mí y mi hermano mayor ya que siempre queríamos acapararla.— Soltó sin saber por qué, tal vez ese lugar le causaba demasiada nostalgia, detuvo sus movimientos sintiéndose estúpido.— Se nota que  eres un niño.

—¿Dónde están tus hermanos? –Fue lo único que pudo preguntar, Jun no podía imaginarse a Bang como un niño, como un chico necesitando protección.— Pensé que eras huérfano.

Guk metió las manos en sus bolsillos había sido demasiado ingenuo por hablar de algo que casi nunca pronunciaba decidió caminar ignorando los gritos del castaño, no quería demostrar su debilidad, no ante un niño mimado y caprichoso solo porque le había dibujado una sonrisa no significaba que iba a ser una buena persona, un mano lo detuvo para después ser arrastrado a un pequeño callejón que estaba entre dos edificios ahí Jun lo besó mientras que con su mano acaricia su entrepierna, una lengua se abrió paso entre sus propios labios.

—Están muertos. –Soltó de golpe con los labios pegados a ese blanco cuello, Jun se detuvo apenado. —Fue hace muchos años que he olvidado su rostro, esta noche voy a estar en mi refugio, por si quieres ir.

El menor asintió abrazado al mayor, las tres parejas regresaron a la base de operaciones para continuar de finalizar los detalles de su operación no era una tarea complicad así que en su última reunión se llevarían a cabo el asalto, se despidieron seriamente al finalizar la tarde cada líder partió a su respectivo hogar mientras que los de Genbu se mantuvieron en su posición, DaeHyun se excusó con una tontería comentando que iría a vera Sha, a Up no le importo mucho debido a que él volvería a la zona norte para estar con Him, Jae y Zelo eran independientes así que no tuvieron que inventar nada solo cada uno tomo su propio rumbo. 

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS!! Muchas gracias, por favor no dejen de amar a BAP y de apoyarlos :D sé que volveran más llenos de energia, las fotos que han subido se nota que les cayó de maraavilla el descanso :D


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