JongUp miraba por la ventana fijamente el horizonte, era increíble lo tenebrosa que era aquella zona a mitad de la noche, la oscuridad parecía apoderarse de cualquier rincón destrozando la luz con su voracidad, se abrazó a si mismo debido a que el frio aire se coló por su espalda giro su rostro al sentir como una camisa era colocada en sus hombros observo a HimChan a su lado tenía el pantalón desabrochado, su piel blanca estaba llena de moretones, unas manos se deslizaron por su cadera unos labios besaron su cuello llenándolo de cosquillas.
—Deberías volver a la cama te vas a resfriar. —La voz del mayor era calmada, dulce, Up recordó que no usaba nada bueno más que esa camisa en sus hombros era un poco más grande que él, la colonia del segundo líder de Genbu estaba impregnada en esa prenda. —No te preocupes Bang no volverá hasta mañana en la mañana casi nunca duerme en casa, no preguntes donde va porque ni yo mismo lo sé.
—DaeHyun debe estar con Jae le marque hace rato y me dijo que no volvería hasta mañana en la tarde realmente ese chico debe ser bueno para tenerlo sumergido en la lujuria, él siempre fue inexpresivo, frio con el resto de las personas, sonreía pero solo era una máscara. —Confesó el menor girándose para colgarse del cuello del mayor, mordió su mandíbula. —No sé porque te estoy diciendo estas cosas. —Sus labios continuaron recorriendo ese blanco pecho las manos en su cintura se bajaron a su trasero para después ser levantado y llevado a la cama. —Tal vez porque sé que no dirás como yo no hablaré de ti.
HimChan afirmó llevando sus labios a esos muslos desnudos para besarlos estaba sumergido en el deseo, en la lujuria total, no pensaba, no sentía, no lograba unir sus ideas solo le importaba poseer una y otra vez a ese chico, su mente estaba plagada de imágenes sensuales de es joven de piel morena, sus poses, sus gemidos, su olor, su esencia, no se partiría la cabeza pensando en su futuro solo disfrutaría de su presente, de esa emoción dilatando su cuerpo.
—No contaría tus secretos no porque tema que alguien sepa de nuestra relación, no hablaría porque no es tu deseo admito que soy el segundo al mando del clan Genbu pero eso no significa que sea un sádico con las personas que me agradan. —Confeso besando los labios del menor. —Me agradas JongUp, eres divertido y extremadamente sexi. —Sus dedos delinearon el rostro del menor. —Ahora estamos en el mismo barco ya después cada quien tomará su camino porque sé que cuando Dae se canse de su juego tú también volverás a ser como antes.
—Tú también me agradas Kim HimChan. —Contesto honestamente levantando más sus caderas para que el contacto fuera más íntimo. — Este solo es un juego que quiero experimentar un tiempo más. —Sus dedos se deslizaron por la entrepierna del mayor. —Nuestros ideales son diferentes, nuestros objetivos distintos.
Sus labios se encontraron en una pelea cada uno era muy astuto para perderse en sentimentalismos, ellos solo se encontraban unidos por el deseo, la lujuria desatada en su carne.
Departamento zona Sur
DaeHyun deslizaba sus dedos por aquellos muslos que se encontraban húmedos por un líquido pegajoso sus emociones estaban en continuo conflicto le agradaba el tacto, le enloquecía saber que esa esencia era la suya, su deber era sentir asco aberración por esa inevitable atracción pero le era imposible, su lengua entro en contacto con esa piel que se contrajo por la repentina caricia, Jae levanto un poco la cabeza por encima de las almohadas en las que se encontraba recostado boca abajo quiso decir algo pero su voz había escapado a causa de los gemidos, se encontraba agotado, unos manos navegaron por su espalda entrando en contacto con el tatuaje que estaba en su omoplato derecho.
—¿Por qué te lo hiciste? Recuerdo haber visto estas flores en algunos libros —La voz de Dae sobresalió en los muslos del menor. —Creo que se llaman flor de loto son hermosas me hubiese gustado conocer Japón en esa época. —Un suspiro escapo de sus labios para dar un beso en la parte intima del pelinegro y después incorporarse un poco. — Significa pureza del alma y del cuerpo.
—Algo contradictorio en mi ¿No crees? Desde que tengo 16 años he entregado mi cuerpo a cualquier persona que me guste o crea que es interesante. —Un carcajada escapo de su garganta para girarse su compañero estaba a su lado recostado mirándolo fijamente, tomo su mano para dirigirla a su pecho. —Los tatuajes funcionan para cubrir cicatrices alguna vez alguien me dijo eso así que me lo hice para tapar una herida que desapareció hace mucho tiempo pero que aún recuerdo. —Levantó un poco el rostro para morder el labio inferior de un sorprendido pelinegro. —No sabía que tenía ese significado esa flor solo una vez la vi dibujada en algún sitio.
El mayor contesto el beso pero lograba percibir ese aire de soledad que rodeaba al menor, es como si tuviese el corazón roto, como si las ganas de llorar se quedaran aglomeradas en su pecho siempre lo creyó un ser despreciable, una prostituta abriendo sus piernas a la primera persona que le agradará, que solo existía la palabra sexo en su vocabulario, tal vez estaba equivocado, solo tal vez se sentía solo en medio de tanto glamur quizá nadie le enseño lo que significaba querer, negó con la cabeza, la palabra cariño no podía surgir entre ellos, solo era deseo, lujuria.
—En la literatura clásica de muchas culturas asiáticas, la flor de loto simbolizaba la elegancia, la belleza, la perfección, la pureza y la gracia, y estaba a menudo asociada con los atributos femeninos ideales. —Habló el pelinegro mayor colocándose encima del menor, sus dedos se deslizaron por ese abdomen contrayéndose por la emoción. —Creo que va perfectamente contigo, tu rostro es hermoso, tu cuerpo perfecto, eres la elegancia encarnada cuando te mueves y aunque lo dudes creo que hay un poco de pureza en tu corazón. —Soltó mirándolo a los ojos, las mejillas de Jae se pintaron rojas. —Además cuando te sonrojas pareces una niña, oh también cuando gimes lo haces como una chica.
—Eres un idiota. —Contesto molesto el menor inflando sus mejillas enojado, Dae soltó una carcajada honesta dejándose caer a un lado de la cama. —Sabes que arruinas el momento con tus estupideces déjame decirte que tu voz no es muy varonil es bastante molesta y chillona. —Bufó arrinconándose en el pecho del mayor, el agradaba su perfume, su olor. —I couldn’t tell you i loved you, I know feel like I know about your love, the words “come back to me”, I don’t have the confidence I can’t erase it, tell me it’s a joke tell me, tell me it’s a joke.
Al terminar el mayor se quedó sorprendido por su voz, era lo más bello que nunca escucho, el sentimiento, la emoción impregnada en cada letra lo conmovieron sus ojos se pusieron vidriosos ¿Quién lo había lastimado a tal grado de provocar que cantara con ese sentimiento? Lo guardo en sus brazos desesperadamente, era un imbécil, era un completo idiota por dejarse conmover por una manipulador experto como lo era el primer líder de Byakko, ellos no tenían futuro, no tenían un destino juntos, era inútil desarrollar sentimientos por una mariposa que pronto abriría las alas para irse a posar a otra flor, el abrazo tomo por sorpresa a Jae quien solo se mantuvo estático, esa canción la compuso para Bang para la persona que lo había marcado en la espalda con la estúpida frase “Propiedad de Bang YongGuk” al inicio fue feliz por poseer aquella marca pero con el tiempo fue dolorosa, lo enfermaba pensar que el mayor solo lo vio como una mercancía, como un juguete con el cual se podía desahogar, quería odiarlo a tal grado de desear su muerte, es imposible olvidar lo que tanto se ama, cerró sus ojos dejándose invadir por el calor que desprendía su compañero, Dae era distinto a cualquier otro ser que conoció parecía que sus caricias desvanecían un poco el dolor de la cicatriz, desaparecía.
—Even if I close my eyes, I still see us. There’s still a light there. I’ll deeply retain the times we had together. Even if pain comes over time. The promise I made for the rest of my life, I won’t ever forget that moment until the end. I Remember. —Cantó el mayor logrando que Jae abriera los ojos sorprendido. —Cantó mejor que tú así que no seas un presumido. —En el rostro del menor una enorme sonrisa se dibujó para después ser besado posesivamente. —También soy el mejor en otras cosas y estoy dispuesto a demostrártelo.
DaeHyun aprisiono a su amante en la cama para dar inicio a una serie de caricias a las cuales el menor contesto emocionadamente tal vez ambos tenían más en común de lo que creían.
Escondite de Bang.
JunHong saltaba en la cama admirando todas las imagines que tapizaban el pequeño cuarto, pilas de libros acaparaban el piso mientras que los rayos de la luna se deslizaban por las cortinas, en esa habitación solo tenía como muebles una mullida cama, un sillón para una persona y un viejo escritorio donde miles de hojas estaban amontonadas, Bang tenía los ojos cerrados y mano descansaba sobre su frente, lamentablemente su cuerpo no se recuperaba con facilidad como los viejos tiempos, su pantalón estaba semi desabrochado y su camisa negra cubría gran parte de sus tatuajes.
—Esas flores las llegue a ver en tu habitación ¿Cómo se llaman? ¿De dónde rayos sacas estas viejas cosas? —Preguntaba emocionado el menor bajando de la cama solo una sábana lo cubría. —¿Has leído todos estos libros? ¿Parecen aburridos? ¿Qué idioma son? —Continuaba cuestionando hojeando los libros para después dejarlos caer en el piso para correr a la ventana, a un lado donde Bang estaba sentado en el sillón. —Es una hermosa vista ¿Cómo conseguiste este lugar?
—Haces demasiadas preguntas me estas causando dolor de cabeza ¿No se suponía que te dolían los muslos? —Contestó el mayor abriendo los ojos para encontrarse a Jun mirando por la ventana, su piel blanca brillaba por la luz de luna, parecía aperlada, hermosa. —¿Solo fue una mentira? Eres un pequeño niño caprichoso, son flores de loto, la mayor parte de los objetos que tengo los he robado o los he comprado con algunos mercaderes, si, si he leído todos los libros. —Fue dando respuesta a cada pregunta mientras Jun caminaba para sentarse en su regazo. —No, no son aburridos sino todo lo contrario son muy educativos, son distintos idiomas y este lugar el antiguo líder de Genbu me lo regaló ¿Satisfecho?
Jun asintió para después abrir sus piernas y rodear al mayor se colgó de su cuello para comenzar a besar su grueso cuello, repegaba mas su cadera al regazo del mayor quien comenzó acariciar esa suave piel era como tocar los pétalos de una rosa, tan suave, tan delicada, sumergió su nariz en ese arco, adoraba ese maldito olor a caramelo, sus labios fueron repartiendo besos en el pecho, su lengua se deslizaba por cada espacio visible le agradaba sentir como se estremecía ante su contacto, su aguda voz escapando por esos rosas labios.
—¿Tu papá no era el antiguo líder? ¿Por qué no le dices de esa manera? —Volvió a preguntar cuando unos dientes se clavaron en su pecho mordisqueando sus botones rosas. —Mi padre murió cuando yo era muy pequeño pero solía decirle así al de Jae, él era amable y atento.
—Él no era mi padre, mi familia murió cuando era muy pequeño así que el antiguo líder me acogió en su casa para ser su heredero debido a que nunca tuvo hijos. —Contesto mordisqueando la piel sensible de su compañero. — ¿Por qué decidiste unirte a Byakko si tenías un hogar con la Familia Fanning?
Un sonoro gemido escapo de los labios de Jun su espalda se arqueo al sentir como unas manos de deslizaban por sus muslos, no quería contestar a esas preguntas, no quería intimar más con una persona que despreciaba, con alguien tan nefasto como ese hombre pero no podía negar que sus palabras salían de su boca con facilidad, es como si le tuviera una terrible confianza, odiaba ese sentimiento de confiabilidad que brotaba en su pecho.
—Porque quería un mejor futuro para Elle y la familia que me acogió después de que mi madre muriera, además ellos no eran evolucionados yo necesitaba estar con personas como yo. —Termino mordiéndose el labio debido que había dicho más de lo que hubiera deseado. —Aunque amará a Elle no podía estar a su lado ya que ese no era mi mundo, no me sentía cómodo adoro ser el segundo líder de Byakko, estoy obsesionado con el poder. —Sus manos rodearon al cabeza del mayor para abrazarlo obligándole a besarlo más fuerte, a morderle. —Esta parte de mí no sería sencilla de mostrar a una chica tan dulce como Elle, no es fácil decirle a la chica que te gusta que te fascina que un chico te posea, que te mueres de placer cada vez que una parte de él se introduce en tu interior, que te desagarra por dentro a tal grado de volverte loco todos tenemos secretos Bang YongGuk.
El mayor asintió echando su cabeza hacia el respaldo del sillón dejando que el menor desabrochara su pantalón le encantaba ese chiquillo, la manera tan sucia que podía llegar a comportarse, la forma tan enferma de actuar cuando deseaba algo, su cabeza se elevó por los cielos, sus sentidos despertaron se odiaba a sí mismo por tener esas emociones.
—Exacto Sunshine todos tenemos secretos, a veces son como esqueletos en el armario se pudren por años hasta que nos marchitamos con ellos. —Comentó entre gemidos, labios se acoplaron a su boca, mordiéndolo, poseyéndolo. —Mi familia fue asesinada ayer en la noche fue su aniversario. —Dijo en un susurro casi inaudible. —De profundis clamavit cor meum, sed cor tuum non respondavit et anima mea non requievit.
Sus labios se unieron en un profundo beso, Jun estaba absorto en la pasión desbordada en su interior, en su piel, es como si practicara su juego favorito pero para el mayor todo era distinto, diferente, había descubierto un terrible secreto, algo que mantendría con toda su fuerza encerrado en la profundidad de su alma no dejaría que nadie supiera su más horrenda verdad, él hace mucho tiempo había decidido su camino en el cual andar, por eso abandono a Jae, por eso lo hizo llorar a tal grado de que también él sufrió, era verdad YongGuk se volvió amante del primer líder de Byakko por que se enamoró de él desde el primer instante que sus ojos se cruzaron lo quiso tanto que prefirió alejarlo de su lado para que no se viera corrompido por sus planes de venganza, pronto una guerra se alzaría en la metrópolis Zero, una cruel batalla se acercaba donde la sangre correría a borbones sus ojos se abrieron para observar como el castaño gemía por el éxtasis, ese pequeño era su castigo lo tomo por la barbilla para besarlo, mordió su labio inferior, “Al final del camino encontré la luz que una vez tanto rogué ya no sirve de nada porque me he fundido en la oscuridad pero aún así anhelo fundirme con ella para que me consuma, ser asesinado por la persona que amas debe ser la sensación más perfecta” el pelinegro repitió adentrándose una y otra vez en ese chico de piel blanca.
La semana paso con rapidez las parejas se encontraban continuamente, la formada por DaeHyun y YoungJae era la que más tiempo pasaba juntos sus encuentros cada vez era más pasionales, más demenciales, cientos, miles de fantasías sexuales se reprodujeron en sus citas pero también descubrieron la terrible afinidad que tenían en gustos, a veces cantaban al terminar una ronda de sexo competían entre ellos para demostrar quién era el mejor, Jae descubrió que su amante era muy juguetón, travieso y algo molesto cuando se lo proponía mientras que el mayor encontró un terrible secreto, su compañero perdía la elegancia cuando reía como un tonto, que a veces, solo a veces llegaba a ser algo ingenuo. La pareja que también tenía bastantes encuentros fue HimChan y JongUp pero ellos no solo se encontraban para tener sexo sino para salir a pasear por los mercados de la zona Este, o caminaban alrededor de las enormes edificaciones de la área Norte, su relación fue la más sincera ya que mutuamente fueron abriéndose a contar sus temores, se volvieron amigos que mantenían relaciones más íntimas, el mayor dio a conocer sus buenos dotes culinarios mientras el menor demostró sus habilidades con el cuerpo, la forma que bailaba, la manera que se movía para enloquecer a su pareja. Por último la pareja que menos encuentros tuvo fue la de Bang y JunHong pero no quería decir que no se conocieron sino fue todo lo contrario Guk descubrió cada uno de los secretos del menor de la misma manera que compartió algunos con él, tal vez no tenían tanta afinidad pero su relación fue más como de un maestro a un aprendiz, cada uno aprendiendo del contrario.
YoungJae se encontraba apurado afinando los últimos detalles para el asalto de las Torres cuando de pronto la puerta de su oficina se abrió, un hombre con sombrero ingreso a la habitación sin pedir permiso tomo asiento frente al líder quien torcía sus labios molesto llevo instintivamente sus manos a sus cuello debido a que la camisa que llevaba dejaba descubiertos los chupetones que una noche anterior su amante le había dejado.
—No debes taparlos ya los he visto muchas veces ante, parece que el cuadrado del grupo del Este pierde la cabeza cuando lo tienes entre las piernas. —Dijo en tono molesto el intruso quitándose el sobrero y acomodando su saco. —Yo que pensé que podíamos divertimos hoy pero no me agrada la idea de saber que una noche antes ya alguien más se vino dentro de ti. —La palabras ofendieron al menor quien rápidamente le dio una cachetada al intruso, el golpe le provoco que se abriera su labio inferior. —Debe ser un buen reemplazo para que casi diario lo veas.
—Si no tienes algo bueno que decir es mejor que te vayas. —Le contesto el pelinegro rompiendo el lápiz que tenía en las manos. —No creo que tengamos algo de qué hablar hasta el día de mañana o si YongGuk.
El mencionado lamio su labio para chupar la sangre, estaba celoso, demasiado herido de saber que Jae lo estaba olvidando, Bang era como los viejos perros que no permiten que alguien toque su plato aun cuando ellos no comen del tazón, se puso de pie para sujetar por la barbilla al menor y besarlo, su sabor era delicioso, los viejos recuerdos llegaron a su mente le dolía admitirlo pero lo extrañaba, solo a veces, lo llegaba a extrañar a tal grado de doler.
— ¿Qué te parecería si yo anduviera con tu compañero de equipo? Están condenadamente sexi ¿Ha aprendido algo de ti? —Jae soltó una carcajada separándose y poniéndose de pie para caminar al otro extremo del escritorio. —¿Qué es tan gracioso?
—Tú y Jun serian la pareja perfecta tú no tienes corazón porque estas podrido mientras que el de Jun le pertenece a otra persona a la cual ha amado desde que era un niño. —Contesto sentándose en la mesa frente al mayor para colgarse de su cuello. —JunHongie es un jugador más hábil que yo, si él y tu tuvieran una relación ambos solo tendrían sexo ocasional ya que Zelo es más hábil conociendo a las personas jamás llegaría a cometer el mismo error que yo cometí, él sí sabe lo que es amar honestamente a alguien más.
Sus frentes se unieron después sus labios siguieron el mismo camino, Bang se aferró a esa espalda una sonrisa se dibujó en sus labios, ese beso le confirmaba que aun el menor lo amaba el aire le hizo falta así que se separaron, la alegría se expandía en el pecho de Jae ese beso había sido demasiado dulce para el estilo de su ex amante, solo por un segundo todo el mundo desaparecía, era como en los viejos tiempo, donde él ganaba una pelea porque Bang se lo permitía, de pronto el sonido de la puerta les obligo a separarse, Jun se mantuvo quieto ante esa escena algo en su interior se retorció de asco.
—¿Qué hace aquí el vejestorio del Norte? —Cuestionó mirando fijamente al mayor quien solo se recargo en el respaldo de la silla. — Enserio Jae pensé que tenías mejores gustos que este sujeto quien honestamente debe tener muchas ETS. —Le susurró al oído a su compañero barriendo con la mirada al mayor. —Deber ser pésimo en la cama como el olor de su colonia.
—Tienes razón Jun huele como a vendedor de ramen. —Contesto el pelinegro poniéndose de pie para reír junto a su compañero de equipo. —El pobre anciano no creo que pueda conmigo tal vez necesite una caja de viagra para satisfacerme.
Nuevamente los dos menor solaron una risa para continuar con sus chistes sobre el líder de Genbu quien poco a poco iba perdiendo la paciencia.
—¿Ya se cansaron de burlarse de mí? —Cuestiono fastidiado el mayor poniéndose de pie dejando caer unos papeles en la mesa.— Aquí esta como dividiremos los equipos al final solo seremos dos grupos.— Camino hacia la salida girándose para ver de arriba hacia abajo a los menos que no paraban de reír.— Cuando yo elijo un amante lo marco como mi propiedad es obvio que su orgullo jamás les permitiría eso o ¿Si? Buenas noches.
Los dos menores se quedaron quietos, molestos, era sencillo burlarse del mayor criticarlo cuando ambos habían caído en sus redes, cuando ambos habían degradado su dignidad hasta rogarle por poseerlos nerviosamente tomaron los papeles no podían verse a la cara, Jun se dejó caer en la silla donde se había estado el líder ¿Cómo podía hablar de dignidad cuando una noche anterior había estado arrinconado en un baño por el pelinegro? Ambos miraron el plan que les habían dejado.
El gran día llego los primeros en arribar fueron los líder de la zona Norte, HimChan ingreso a la sala para saludar a Skylar cuando el mayor quería hacer lo mismo una mano lo detuvo, Marshall le invitaba a acompañarlo a otra sala el pelinegro asintió para seguir al sujeto, sus ojos vagaron por aquellos pasillos era una casa estilo colonial, como las viejas construcciones, del antiguo mudo, cálida, familiar ambos tomaron asiento en una pequeña sala.
—Es importante que te enfoques en robar la información de sus investigaciones según nuestras fuentes. —Hablo seriamente el mayor sin dejar de observar cada rasgo del menor quien solo desviaba la mirada a los muros, le aburría la reunión.— Es increíble que te veas de solo 24 años, es como si el tiempo se detuviera en ti.
Marshall toco su propio rostro delineando las líneas de expresión, sus arrugas, sus bolsas negras bajo sus propios ojos, una risa escapo de su boca golpeando la mesa que separaba a la pareja de líderes le parecía tan gracioso que su vida se estuviera reduciendo, su esperanza se basaba en unos chicos que apenas llevaban la mitad del camino recorrido.
—Recuerdo que cuando llegue a esa prisión tú ya tenías tiempo de vivir en ella, lucias tan serio, tan callado que pensé que eras un muerto que te habían quitado el alma pero después volteaste a mirarme.— Se detuvo rascando su cabello.— ¿Qué se supone que te hicieron? Diablos, de tu área solo sobrevivieron cinco y no sé dónde rayos están los otros 4.
—No me agrada hablar del pasado solo eres un viejo que le tiene miedo a morir sin ver nacer a su hijo.— Le contesto fríamente el menor poniéndose de pie.— ¿Para qué me querías? Sé lo que debo hacer así que no necesitas repetírmelo.
Bang dio un paso pero una mano lo detuvo, Marshall se puso de pie para quedar frente a él, odiaba a ese chiquillo malcriado, desde el primer día que lo vio, desde el segundo que supo que era uno de los líderes de esa pequeña prisión, lo que realmente lo enfermo fue saber que él era la cabeza intelectual para el escape, deberle la vida a ese sádico era lo que más se arrepentía de la vida seguía sin saber porque Skylar confiaba tanto en él, porqué seguirlo cuando él mismo dijo que no le importaban los evolucionados, YongGuk era una persona peligrosa.
—¿Has escuchado sobre la asociación de los poetas muertos? —Cuestiono a lo que Guk soltó una carcajada por el nombre.— Contéstame.
—Que nombre más ridículo.— Habló el pelinegro tratando de no reír más.— No, no he escuchado de ese estúpido nombre ¿Otra cosas?
El mayor negó a lo que Guk salió de la habitación al mirar el pasillo se encontró con JongUp quien estaba quieto mirando el piso, dio dos pasos hasta encontrarse a su lado donde coloco su mano sobre su hombro derecho, el menor levanto la vista cruzando su mirada con la del mayor su corazón se detuvo al notar aquella enorme sonrisa, es como si dos cómplices se encontraran en una tarde por casualidad.
—Tienes una misión esencial en nuestro plan.—Comentó pegando sus labios a los oídos del chico.— Fiat voluntas tua.
JongUp sujeto su estómago encorvándose un poco esos dedos se deslizaron por su cuello, una terrible corriente helada se recorrió por su columna vertebral, aquella reunión, aquella carta habían dicho verdad, hacia un año que tomo la decisión, unas voces a su espalda lo sacan de sus pensamientos se giró para ver de frente a HimChan quien le sonreía ¿ÉL también había aceptado la invitación de aquella asociación? negó con la cabeza, él era demasiado puro honesto para haber aceptado aquella invitación.
—Debes relajarte recuerda tu lugar.— La voz de Bang se volvió a colar por su oído antes de volver a mirar a los chicos que caminaban para encontrarlo.— Vamos a divertirnos con los urbanos.
—Tengo listo los disfraces para introducirnos a la ciudad sin levantar sospechas.— Dijo con cara molesta el líder de Byakko mostrando algunas prendas que un asistente le pasaba. —Lo siento pero debemos ir acorde con el evento.