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Corazón de hielo por Dynast

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Notas del capitulo:

Narración:

 

Blablablablablabla...

 

Diálogo:

 

- Blablablablablabla...

 

Pensamientos:

 

- Blablablablablabla...

- Su hermano ha comentado que le alcanzaron con el mismo bastón alienígena que portó él, pero desconocemos qué efectos posee. Por ahora dejadlo en una cama en observación. Le pediré a Thor que lo mantenga vigilado, así que calmaos tú y el resto del personal.

- Está bien, está bien... pero cuando despierte déjame que hable con él sobre esa... "magia"... - comentó mientras sonreía.- Nos vendría muy bien aquí.

María sonrió también, viendo que se tomaba las cosas con tranquilidad.

- Gracias por todo, Jessica.

 

 

- Parece estar limpio. No le han encontrado nada - explicó Nathasha a Clint en cuanto salió de la habitación donde habían llevado a cabo el reconocimiento de Bucky. - Lo cierto es que no sé si pensar que su gran colaboración es tranquilizadora o sospechosa.

 

- Bastará con mantenerle vigilado. ¿Los del equipo de exploración han detectado algo?

 

- No. Por ahora estamos solos.

 

Clint asintió con la cabeza y la pelirroja volvió a entrar a la habitación para llevar a James con el resto del equipo. Le habían colocado unas esposas ya que ninguna medida de seguridad estaba de más, y el castaño había aceptado sin rechistar, lo cual hacía las cosas mucho más fáciles.

 

Mientras avanzaba por los pasillos del gran búnker en dirección a la zona de descanso, decidió hablar a los agentes, para sorpresa de éstos.

 

- Siento mucho... mi comportamiento durante... la última vez que nos encontramos - murmuró mientras miraba a Natasha.

 

La espía lo observó, un poco desconcertada, y acto seguido fijó la mirada en el agente Burton, quien asintió con la cabeza. Seguía sintiendo desconfianza hacia ese hombre, pero le contestó cortésmente.

 

- No esperaba que me recordaras. Es gratificante saber que ya no deseas matarme - comentó con un tono de voz calmado. Si definitivamente se trataba de alguna tetra, no había elegido peor persona para hacerla. A la espía no se le iba a escapar nada.

 

El soldado se quedó callado durante unos segundos, mientras la agente Romanoff ardía en ganas de descubrir qué era lo que habían hecho con él.

 

- Yo simplemente... es como si... - guardó silencio un momento mientras ponía sus recuerdos en orden. - No sé cómo explicarlo... - agachó la cabeza. - Siento que no soy yo mismo. Hay... hay algo raro en mi cabeza... - levantó las manos para colocarlas sobre su frente mientras se paraba y dejaba la mirada ida y llena de incertidumbre. - No sé en qué creer o en que pensar.

 

Los dos espías se detuvieron y esperaron pacientemente mientras se recuperaba. Sus miradas volvieron a coincidir y Natasha se fijó en cómo Clint lo observaba con una expresión comprensiva y un cálido brillo en sus ojos.

 

- Es algo realmente... - continuó murmurando Bucky, sintiendo cómo se le entrecortaban las palabras.

 

- Frustrante - puntualizó Clint, terminando la frase, mientras cruzaba los brazos.

 

Se acercó a él y le puso la mano sobre el hombro, regalándole un gesto de comprensión. El soldado levantó la cabeza y sintió que su ansiedad se desvanecía un poco. Natasha se cruzó de brazos y continuó mirándolo fijamente. O realmente decía la verdad o era un gran actor. Deseaba poder decirle a Clint que no se fiara de él, que a lo mejor sólo intentaba manipularlo porque conocía, a saber cómo, lo que le había ocurrido en el pasado. Pero por más que intentara ver otra cosa en él, lo que tenía ahí delante no era más que la actitud y el patrón de expresiones faciales de un hombre completamente perdido, destrozado, lleno de incertidumbre y muy alterado. Todo ello lo podía comprobar en su mirada angustiada y cansada, su dubitativa y entrecortada forma de hablar y el hecho de que no había dejado de sudar en ningún momento.

 

- Yo también he pasado por algo parecido en el pasado. Sólo ten una cosa clara: nosotros no somos tus enemigos. Aunque seguramente ya lo sepas, o de lo contrario no estarías aquí.

 

Bucky lo observó con ligero asombro tras ese "inexpresivo" rostro.

 

- ¿Y cómo conseguiste... - empezó a preguntar, no estando muy seguro de si estaba pecando de atrevido o no.

 

- Ella fue quien me volvió a la realidad - afirmó mientras se acercaba a Natasha y le daba un beso en la mejilla, a lo que ella bufó e hizo un gesto quitándole importancia al asunto.

 

- Te debía una - comentó mientras desviaba la mirada, tan fría como siempre.

 

- Y nunca dejaste de creer en mí - reveló Clint sonriendo de medio lado.

 

- Eso también es cierto - aceptó la pelirroja sonriendo. Se quedó sumida en sus pensamientos un instante y se volvió hacia el soldado, cruzando los brazos y hablando muy seriamente - Steve tampoco dejó nunca de confiar en ti. Espero que no lo decepciones - exclamó con tono imponente. - Porque como lo hagas, te pienso dar una paliza por partida doble...

 

Bucky sintió una fuerte opresión en el pecho al escuchar de nuevo ese nombre. Seguía sin recordar nada sobre su pasado, pero ahora que sabía que lo habían compartido juntos, no pensaba dejar que se fuera de su lado. Aunque su cabeza lo hubiera hecho, su corazón no había olvidado, y sentía que esa persona era alguien realmente importante para él, igual o incluso más que un hermano. Muy a su pesar, ese sentimiento le había acompañado en todo momento, desde la primera vez que se encontró con él. Finalmente, cuando encontró respuestas a las preguntas que le fueron surgiendo, y supo la verdad, todo empezó a tener más sentido que nunca. Aunque ahora su cabeza era un completo desastre.

 

- ¿Có-cómo está... él? - preguntó abriendo completamente los ojos, presa del pánico, sorprendiendo a los espías por el cambio de expresión que vieron en su rostro.

 

- Su vida no corre peligro, pero van a operarle para comprobar que no tenga heridas internas importantes y para intentar retirarle la bala - le comunicó Natasha haciendo memoria de lo que le habían dicho mientras esperaba que terminara el reconocimiento.

 

James descendió la cabeza, mientras se mordía el labio, nervioso. Estaba realmente preocupado y se moría de ganas por poder hablar con él.

 

En cuanto llegaron a la zona de descanso, la pelirroja se dirigió hacia María, que se encontraba allí hablando con Nick Furia. Los agentes lo saludaron, aunque ya habían tenido el placer de contactar con él anteriormente.

 

- Está limpio - comunicó brevemente - pero le vigilaremos de todas formas como nos dijiste.

 

El ex-director de SHIELD lo observó con desconfianza y temor absoluta.

 

- Que sea una vigilancia elevada al cubo. ¿Le han colocado algún dispositivo de rastreo para no perderlo de vista?

 

- Sí. Stark nos proporcionó uno de sus artilugios.

 

- Stark... - sonrió de forma sarcástica mientras desviaba la mirada - Tengo ganas de volver a ver a ese granuja. ¿Dónde se encuentra?

 

- Está bastante alterado, no para de dar vueltas por todas partes y se niega a tomar algo para tranquilizarse. Le han tenido que echar a la fuerza de la zona sanitaria donde estaba Steve y, tras escupir demonios sobre la falta de consideración hacia sus compañeros, ha vuelto a la cámara acorazada donde están revisando a Banner, por si en el segundo intento le dejaban entrar.

 

- También mencionó algo sobre la calidad de materiales que se utilizan para el circuito eléctrico de la base y algo sobre la depuradora de agua... Decía que sabía horrible - interrumpió Clint con tono burlón, intentando animar un poco el ambiente.

 

Furia se llevó la mano a la frente con pesadez.

 

- Y ya he visto a los asgardianos - continuó explicando, haciendo caso omiso del comentario del espía. - No he podido creerlo hasta que lo he tenido delante...

 

- Yo sigo sin fiarme de él - comentó Clint con tono sombrío.

 

- Eso está claro. Da igual que ayudara a Rogers, uno no limpia su mala reputación tan fácilmente - dirigió la mirada hacia Bucky, completamente serio. - Estos dos van a estar una temporada bajo total supervisión, y como intenten algo raro, no vacilaré en encerrarlos en una celda indefinidamente - advirtió con tono intimidante. - ¿Ha quedado claro? - observó cómo el soldado agachaba la cabeza, bastante incómodo, pero pareciendo sumiso. - Bien. Ahora tengo asuntos que atender. Espero que nada ni nadie altere esta paz. Cuando regrese quiero que todo siga como ha estado hasta ahora - dirigió la mirada a María y a los espías, de forma autoritaria.

 

- Me alegra comprobar que sigues teniendo ese alma de líder - comentó María sonriendo levemente.

 

- Alguien tiene que dirigir al rebaño o todo terminaría en desastre. Ahora os quedáis vosotros tres al mando.

 

De pronto, recibió una llamada por el comunicador y desvió la mirada hacia el pasillo que daba a las cámaras acorazadas.

 

- Ese genio prepotente siempre dando problemas...

 

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- ¿Pero qué demonios pasa? ¿Por qué no puedo entrar aún?

 

- Ya le hemos dicho que se está despertando. Se encuentra bastante mareado y tenemos que comprobar que todo va bien.

 

- ¿Que todo va bien?

 

- Puede que en su estado se altere y se ponga nervioso. Por eso no puede salir de aquí, por motivos de seguridad. Es peligroso.

 

- ¡Esto ya es el colmo! ¡Quita de en medio, maldita sea!

 

Se dispuso a entrar a empujones a la cámara, totalmente desquiciado, haciendo caso omiso de su dolor de espalda y de los gritos que le estaban dando esos estúpidos científicos.

 

- ¡Seguridad! ¡Quiere entrar dentro! - exclamó uno de ellos al ser derribado contra la pared.

 

Tony observó cómo se interponían delante de él tres hombres que le sacaban como cabeza y media de altura. Retrocedió, un poco nervioso, mientras sacaba un artilugio de su bolsillo.

 

- Así que preferís hacerlo por las malas... Bien... Esta maravilla - dijo señalando una pistola eléctrica bastante poco convencional - la he diseñado yo mismo y tiene suficiente potencia para tumbaros a los tres de un solo disparo. Así que sed buenos chicos y dejadme pasar. Yo sé cómo controlar a Hulk si pasara cualquier altercado - los guardias se miraron entre sí, no sabiendo muy bien cómo reaccionar. - ¡Vamos, maldita sea! - gritó mientras les apuntaba con la pistola bastante fuera de sí.

 

Los del equipo de seguridad se hicieron a un lado mientras el genio no les dejaba de apuntar en ningún momento y llegó hasta la puerta.

 

- Decid a los de dentro que la abran.

 

Tras estar unos instantes mirándolos completamente serio y enfadado, uno de ellos decidió hablar por el comunicador que llevaba encima, y sintió cómo la puerta se abría hacia el interior. Dentro encontró más personas del equipo médico y otro par de guardias. Todos se sorprendieron al verlo entrar armado.

 

- ¡Vamos, fuera todo el mundo! ¡Yo me encargo!

 

Finalmente decidieron salir, y antes de cerrar la puerta de la nave, les dio la última orden.

 

- Dame uno de esos chismes, sólo por si acaso.

 

En cuanto cogió un comunicador, selló la sala y se volvió para ver a Bruce. Ya había visto al entrar que estaba tendido en una especie de camilla. Ahora lo observó mejor y vio que estaba lleno de cables.

 

- Esta gente... - murmuró molesto mientras intentaba retirárselos. - ¿Pensaban electrocutarte si te ponías violento? Como si eso fuera a ayudar, ignorantes...

 

Bruce comenzó a moverse al escuchar su voz.

 

- ¿Tony?

 

- Sí, soy yo. He venido a rescatarte de esta gentuza.

 

El físico se incorporó en la camilla mientras se llevaba una mano a la cabeza porque le dolía horrores. A continuación se dio cuenta de que estaba lleno de cables, conectados a su vez a una máquina.

 

- Vaya, sí que se habían preparado por si salía el otro tío... - comentó un poco afligido.

 

- Pero aquí estás. Y no ha pasado nada porque no tenía por qué pasar nada - exclamó el ingeniero mientras terminaba de retirarle ese estorbo.

 

- ¿Cómo puedes estar tan seguro? - preguntó algo nervioso.

 

Tony se paró un momento a descansar. Esos cables realmente pesaban lo suyo, casi hasta parecían cadenas.

 

- Porque confío en ti - respondió completamente serio.

 

Bruce se avergonzó ante ese comentario. Sintió que se sonrojaba un poco y apartó la mirada mientras se intentaba recolocar las gafas en un gesto nervioso. Pero se dio cuenta de que no estaban.

 

- Oh, toma - Tony se las alcanzó en cuanto se dio cuenta que las echaba en falta. - ¿Pero por qué tienes que ser tan adorable...? - se preguntó a sí mismo mientras sentía que también se estaba poniendo colorado.

 

- Gracias...

 

Cuando el físico se sintió completamente libre, se sentó en la camilla. Tenía el cuerpo algo dolorido, tanto por la droga que le habían administrado como por los cables que le habían estado aplastando todo ese tiempo.

 

- Auuch... - se quejó al sentir que tenía la zona abdominal bastante dolorida.

 

- El trasto que te habían puesto encima te ha debido aplastar entero. Déjame ver.

 

Le desabotonó la camisa, completamente concentrado en examinar sus magulladuras, hasta que cayó en la cuenta de lo que estaba haciendo. Para entonces ya tenía ese torso casi completamente desnudo delante de él. Efectivamente, pudo ver que había marcas, sobre todo en su abdomen. Contempló ese cuerpo, que no marcaba apenas musculatura pero era firme y terso, con un abundante y fino vello corporal que le daba un aspecto realmente varonil. De pronto, sintió la tentación de echársele encima.

 

- Oh dios... abrazarlo debe ser como abrazar un osito de peluche... - pensó, de una forma muy infantil.

 

Se sorprendió por el camino por el que se estaba desviando su imaginación y soltó de golpe las esquinas de la camisa. Notó que se había empezado a acalorar y decidió levantarse para evitar que el otro genio notara algo raro en su rostro.

 

- Creo que será mejor que te examines tú eso. Conoces el campo de la medicina mejor que yo - comentó un poco abochornado mientras se frotaba la barbilla.

 

Comenzó a caminar, dando un poco la espalda a Bruce, que lo había estado mirando todo el rato fijamente. A Tony le extrañó que no le quitara el ojo de encima y lo encaró de nuevo. Ahí estaban, esos dulces ojos marrones, pensativos, persiguiéndolo.

 

- ¿Qué ocurre? - preguntó, impaciente.

 

El físico desvió la mirada ante esa pregunta. Hizo un amago de comentar algo, pero descendió la cabeza mientras empezaba a frotarse la frente y reía nerviosamente.

 

- Debes estar completamente loco... - comentó casi en un susurro.

 

- ... ¿A qué te refieres?

 

Bruce suspiró y finalmente levantó la mirada mientras sonreía bajo una expresión de incredulidad.

 

- ¿Qué ves en alguien como yo?

 

Tony sintió que le temblaban las piernas. Sabía que este momento llegaría tarde o temprano, pero aún así no estaba preparado para ello.

 

- Vale... 

 

Se frotó la cara con la mano mientras se acercaba para sentarse a su lado en la camilla, evitando su mirada en todo momento. Una vez a su lado, intentó poner su cabeza en orden, pero le resultaba imposible. ¿Qué le diría ahora? Escondió su cabeza bajo sus manos mientras suspiraba, hecho un lío. Bruce, por su parte, se mantenía tranquilo, por lo que decidió hablar él al ver a su compañero tan nervioso.

 

- He sabido desde hace tiempo que estabas demasiado atento a mi presencia, y siempre me ha parecido extraño ese comportamiento que tenías sólo conmigo - hizo una pausa, observando cómo el ingeniero se revolvía el pelo, nervioso. - Soy una persona que no está acostumbrada a esas muestras de amabilidad y, además, yo siempre te había tomado por un tío extrovertido pero que en el fondo era algo distante con todo el mundo - Tony sonrió, pensando que tenía razón, en el fondo le costaba mucho abrirle su corazón a las personas. - Y conmigo siempre fuiste tan abierto... Tal vez me cargué demasiado en ti, porque realmente... - desvió la mirada, entristecido - estaba cansado de sentirme solo. Tal vez... estás malentendiendo tus sentimientos - dijo finalmente, mirando a Tony.

 

Éste por su parte se giró, sintiendo una opresión en su pecho. ¿Que estaba malentendiéndolo? ¿Malentender el qué? No hacía falta ser un genio para saber que todo lo que sentía no se trataba de un malentendido. Entonces, cayó en la cuenta de lo que tal vez Bruce intentaba decirle, de esa forma única que tenía él, evitando a toda costa hacerle daño.

 

- Perdona si todo esto te ha asqueado...

 

- Yo no he dicho que me asquee - interrumpió muy seriamente. - ¿Pero... - volvió a soltar otra risa con la misma expresión de antes - ¿Por qué yo? Es que no lo entiendo...

 

El ingeniero finalmente se dio cuenta de lo que ocurría ahí.

 

- Bruce... - el mencionado se volteó - deja de menospreciarte. Me cabrea mucho que lo hagas - comentó mientras dejaba la mirada perdida en la habitación. - Sí, puede que tengas ese problema que te persigue, pero eres un buen tío. Siempre intentas socorrer a todo el mundo con esa actitud tranquila y bonachona. Incluso aunque te guste bromear de vez en cuando y utilices ese humor sarcástico, eres incapaz de ser malvado. Y por eso mismo estás tan afligido con tu problema. Por eso decidiste alejarte de todo el mundo. Odias hacer daño a la gente. Y me has encantado con tu forma de ser.

 

Se giró para observar al físico a los ojos. Éste se había quedado bastante consternado por lo que le había dicho y ahora se mostraba nervioso, sin saber qué responder. Bajó la mirada y comenzó a juguetear con sus manos mientras apretaba los labios.

 

- Pero si decides seguir alejándote por ti y no por mí, no lo voy a tolerar.

 

- ...

 

- ¿Te desagrado? - preguntó mientras volvía a desviar la mirada nervioso. - No quiero pecar de arrogante, pero el beso de hace unas horas funcionó - comentó soltando una risilla. - ¿Recuerdas lo que te dije? ¿Que a lo mejor encontraba un modo de calmarlo? Como esto funcione de verdad, va a ser una verdadera lata, haha - comentó de forma burlona, convencido de que eso no iba a llegar a ninguna parte.

 

Le parecía milagroso que realmente hubiera funcionado. Pero tal vez sólo lo hizo por el impacto que le ocasionó ser besado por alguien. Tampoco quería hacerse ilusiones. Bruce suspiró, incómodo, pero realmente sólo había una forma de saberlo.

 

- Está bien... - dijo mientras se sonrojaba un poco - veamos qué ocurre...

 

Acercó un poco su rostro mientras Tony sentía cómo su corazón se aceleraba bastante. Se acercó lentamente, temiendo empezar a hiperventilar de un momento a otro, y posó su boca lentamente sobre esos carnosos y suaves labios. Los apretó un poco, para poder sentir su calor más intensamente, mientras acariciaba su rizado cabello. No quiso ir a más por temor a que le desagradara. Se separó unos centímetros, advirtiendo cómo las mejillas de Bruce seguían un poco sonrosadas, al igual que estarían las suyas. Estaba bastante tranquilo, y eso lo animó bastante.

 

- ¿Y bien? - preguntó mientras intentaba tranquilizarse porque sentía que el corazón se le salía por la garganta.

 

- Es... relajante... - respondió mientras entrecerraba un poco los ojos y se frotaba los labios con los dedos. - Para nada una sensación desagradable.

 

El ingeniero comenzó a sonreír, completamente feliz por el simple detalle de que no le desagradaran sus besos. Bruce advirtió lo contento que se había puesto y no pudo evitar contagiarse por el ambiente. Se acercó y lo abrazó, sintiendo que necesitaba hacerlo. Tony se quedó un poco en shock por la repentina muestra de afecto, pero en cuanto pudo reaccionar correspondió el abrazo. Hundió su cara sobre su cuello, mientras respiraba profundamente.

 

- Aaah... es tan condenadamente cálido... - pensó mientras sentía que su corazón iba a cien por hora.

 

Acercó un poco más su cuerpo y sintió los fuertes latidos en el pecho de su compañero. Casi parecía que iban a traspasar su piel. Al besarlo había notado que temblaba un poco, pero ahora comenzó a hacerlo más intensamente. De pronto notó que su camisa se humedecía.

 

- Bruce... tú...

 

El físico se separó bruscamente y apartó la cabeza. Se retiró un momento las gafas para secarse los ojos con la mano y comenzó a atarse la camisa, nervioso. Tony no le quitaba la mirada de encima.

 

- ¿Y cómo está el resto del equipo? Tal vez puedo ayudar en algo - comentó finalmente mientras se levantaba de la camilla.

 

- Oye, espera... - suplicó preocupado mientras le agarraba de la manga. - ¿Entonces... qué... -  empezó a preguntar, algo entristecido por su repentina actitud distante.

 

- ... Si tú estás bien con ello, yo también estoy bien. Pe-pero no estoy acostumbrado... No te preocupes por lo de ahora, simplemente... me... me ha emocionado un poco - murmuró mientras seguía dándole la espalda y se recolocaba las gafas torpemente. - Sólo sé que jamás me perdonaré si te hago daño.

 

- Si fuera necesario, te besaré hasta que no sientas la lengua - comentó de forma pícara el ingeniero mientras lo abrazaba por la espalda con ternura.

 

El físico giró la cabeza, sorprendido, mientras se sentía completamente abochornado. Tony sonrió por la timidez con la que actuaba. Hizo caso omiso de su comentario y se dirigió a la puerta.

 

- Además... el golpe que te di... ¿Cómo está? - preguntó mientras accionaba el mecanismo para abrir la placa de metal de forma automática.

 

- Bueno... la verdad es que me duele un poco la espalda.

 

- Vayamos a un sitio a examinar eso. Pero aún no me has respondido a lo de antes, ¿cómo está el resto del equipo?

 

- Esto... ¿entonces está bien el Doctor Banner? - preguntó, nervioso, uno de los empleados que estaba esperando fuera de la sala.

 

Tony los observó un momento, con aire enfadado.

 

- Sí, está perfectamente. Malditos incompetentes...

 

Acto seguido lo agarró de la mano y salieron los dos pitando de ahí.

 

- Tampoco es para ponerse así...

 

- Me molesta que te traten como a un monstruo.

 

- ¿No es lo que soy?

 

- Bruce... - murmuró completamente enfadado, a lo que el mencionado soltó una risilla.

 

Anduvieron por un par de pasillos hasta que se encontraron con Furia. Éste observó que Tony estaba con Bruce y se tranquilizó un poco.

 

- No has podido estar tranquilo hasta que has conseguido entrar, ¿verdad?

 

- Oh, un placer volver a verte. Parece que últimamente está de moda eso de fingir que uno está muerto - comentó el genio con sarna. - ¿Te han avisado los de seguridad?

 

- Sí, en cuanto han visto que tardabas en salir de ahí dentro.

 

- Prefiero solucionar las cosas por las buenas - dijo pasándole el hombro por encima a Bruce.

 

- Pues quién lo diría viendo tu historial... - se giró un momento para hablar por el comunicador a la sala de seguridad del búnker y se volvió de nuevo. - Tengo asuntos que atender. Será mejor que no des más problemas a los de sanidad durante la operación de Rogers.

 

- ¿Operación? - preguntó Bruce, completamente preocupado mientras miraba a ambos. - ¿Qué ha ocurrido?

 

Notas finales:

Bueno, tras este capítulo, el sciencebros ya es oficial xD Esperemos que Bruce no se entere de lo que ha estado haciendo Tony con Loki x,D Pero es un amor, sólo se enfadaría un poquito ~ (?)

 

Y Bucky quiere recuperarse y recordar su pasado, pobrecillo TwT Desea hablar con Steve desesperadamente, a ver si no tarda demasiado en recuperarse D: Os preguntaréis por qué no ha aparecido antes si lo estaba siguiendo mientras el rubio lo buscaba a él (mindfuck xD), pero es que está DEMASIADO perdidito, lol.

 

¡Hasta la próxima semana! Feliz Navidad a todos ^-^


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