Shun camino lentamente con Regulus en brazos haciendo el menor ruido posible, con su maestro meditando no quería molestar, se adentró lentamente por el gran pasillo del templo de virgo, casi a hurtadillas, con Regulus agazapado en sus brazos. Shaka sintió aquellos pasos, casi inaudibles, aunque claramente reconocibles, respiro profundo para tensar a Shun y luego se paró, camino un par de pasos hasta estar delante de Andrómeda, quien se había detenido al ver al rubio pararse súbitamente.
-Hola Shun.
-Hola- sonrió tapándole la boca a Regulus.
-Supongo es temprano, porque fuiste a buscar a Regulus a cáncer- sonrió y luego tomo al niño en brazos- así que eres el famoso Regulus, hijo de Aioria de Leo y Marin de Águila.
-¿Cómo supo maestro?- pregunto mirando asombrado.
-Durante muchos años mantuve los ojos cerrados, acumulando mi cosmos, por lo que al igual que Shiryu cuando estuvo ciego, pude aprender a valerme de mis otros sentidos y de quienes me rodeaban, además veo más allá del cosmos, Shun, eso debes comprender, ¿entiendes cómo va todo?
-Claro, tras muchos años usted pudo agudizar su oído, su tacto y olfato, entonces siente cosas mucho más.
-Y aprendí que cada quien tiene su propia pisada y ritmo de respiración, tus pisadas, por más lentas que sean son suaves y seguras, tu respiración es serena y profunda, en cambio Regulus respira como su padre, como un león.
-¿Cómo respira un león?
-Fuerte- exclamo buscando en su ropa un pañuelo y se lo puso en la nariz- mira esto, sopla fuerte.
-Es muy pequeño para obedecer.
Regulus no titubeo cuando sintió la orden y expiro lo más fuerte que pudo, su padre siempre lo hacía cuando le encontraba solo jugando y al recordar eso no pensó que fuera por algo malo. El santo de virgo termino de limpiarle la nariz y luego le limpio la boca por si tuviera saliva, pasando detenidamente por sobre el chupete.
-Aioria respira fuerte y siempre algo tiene que sacar de la nariz, por ello Aioria tiene una inhalación profunda y exhala fuertemente, en coacciones solo por la fosa derecha, tapando la izquierda, para sacar cualquier cosa que tenga en la nariz- acoto- Si mi memoria no me falla y tengo buena noción del tiempo, son cerca de las nueve de la mañana.
-Maestro, usted es…sorprendente- miro sorprendido.
-Y este niño viene con un juguete en sus manos- sonrió sacándoselo- lo siento pequeño, no puedes jugar con algo ruidoso en este templo, aquí prevalece el silencio.
-Nooo- grito el menor queriendo alcanzar su juguete.
-Lo siento Regulus el templo es sagrado.
-Maestro, déjeselo es un bebé.
-Lo siento Shun, juguetes ruidosos aquí no, el templo de virgo es un templo donde debe prevalecer el silencio para la meditación, pero tengo un juguete que no podrás decirle que no- exclamo llevándolo hasta su recamara- he tenido estos juguetes desde niño, son silenciosos y perfectos para ti.
La habitación de Shaka estaba al norte del gran templo, la habitación tenía dos ventanas, una apuntando al oeste y la otra al este, la cama apuntaba al norte y la puerta de acceso al sur, toda la habitación estaba rodeada de lo que parecían pergaminos y antiguos estandartes de la india, en algunos se veían como los dioses hinduistas, y en la cabecera de la cama estaba la imagen de Buda. Shaka fue hacia el armario que estaba a un lado de la puerta y corrió la puerta para abrirlo, saco una caja y la coloco junto a la cámara junto a Regulus.
-Tu papá, tu tío Aioros, Milo y los demás, salvo Camus, tienen mal gusto para regalar cosas, Regulus, hasta que cumplí los catorce años, todos me regalaban juguetes, ositos de peluche y otros juguetes varios, regalos de cumpleaños, navidad, día de los niños y toda ocasión que ellos encontraban para regalar - exclamo sacando cada juguete mientras se los mostraba- te presento a el perro con resorte, una alcancía con forma de payaso, un helado de peluche, lo que quieras pequeño, ninguno de estos juguetes hace ruido alguno por lo que disfrutaras de jugar con ellos haciendo silencio.
-Maestro....usted.
-Todo esta nuevo, nunca lo use.
-¿Usted previo esto?
-No.
-¿Por qué guardo esos juguetes?
-Como budista no creo que en las posesiones materiales se halle fuentes de riqueza o pueda realizarse una unión a ellos sentimentalmente, por lo que los guarde sin necesidad de apegarme a ellos.
-¿Por qué no los dono?
-Desgraciadamente mi estatus como santo dorado me impide salir del santuario o relacionarme con otro ser humano que no sea otro santo, además que no existe ningún lugar donde pueda dejar los juguetes, por lo que los arrincone- exclamo tomando uno de los muñecos- Aunque cada juguete tiene el cosmos impregnado de quien me lo regalo, y en cierto modo estos juguetes me conectan con ellos, quizás por esa razón no encontré motivo para apartarlo de mí.
-Porque tienen un significado- exclamo sonriendo el santo de Andrómeda- por eso no los dono.
-No, Shun, recuerda, no debe nunca importarte las posesiones materiales, sin importar de donde vengan, lo material se queda aquí en la tierra y es el espíritu lo que importar.
-Lo se maestro, lo sé- bajo la mirada y luego tomo a Regulus en sus brazos, el cual estaba abrazando entretenido un cubo de muchos colores que era de felpa- Maestro ¿usted y Aioria? ¿Acaso Regulus?
-Sé a dónde van tus preguntas, Shun, pero así también como nosotros, aquellos que seguimos las enseñanzas de Buda no formamos apego hacia lo materiales, también así no podemos formar apego hacia las personas…en el sentido romántico- explico levantándose- será mejor bajar prepararnos para entrenar ¿Preparas el desayuno?
-De inmediato- respondió sonriendo y luego miro al menor- Regulus debes quedar quieto aquí ¿sí?-
Shun salió a toda prisa de la habitación, dejando a Shaka observando como el pequeño jugaba entretenido con el montón de juguetes que el santo de virgo le dio. El rubio llevo al niño a sus brazos y le acaricio la mejilla, sonrió al sentir su piel suave, sus labios y mentón empapado con saliva, un par de dientes filosos que comenzaban a salir, le limpio con su pañuelo y dio un largo suspiro, levanto su rostro hacia el techo de la habitación.
-Eres igual a tu padre… ¿Qué habría resultado de los dos?- se preguntó abrazando al pequeño- Errores del pasado, comprensibles para la razón pero terribles para el corazón.
Shaka se levantó lentamente, abrazándose posesivamente al menor, camino saliendo de la habitación hasta la cocina, donde Shun preparaba todo con gran afán, todo frio, por órdenes de su maestro. La mesa estaba preparada, un par de panes de salvado y dos vasos de leche colocados en la mesa, solo faltaba la mamadera que Shun estaba preparado. Shaka espero paciente mientras si discípulo observaba el fuego, volvió a tomar la quijada de Regulus como había hecho antes y sonrió, tomo su vaso de leche y lo acerco para que el menor bebiera, lo cual comenzó a hacer desde la punta.
-Eso es, buen niño.
Unas pisadas irrumpieron en el templo, Shaka no solo sintió cada una y sonrió, sino que también supo reconocer al portador de aquel cosmos agresivo, no le dio mucha importancia y continúo dándole de tomar la leche en el vaso al niño mientras los pasos se acercaban.
-Buenos días.
-Hermano- sonrió Shun y miro sorprendido-¿Cuándo llegaste?
-Acabo de pisar el templo de virgo, vine a saludar y a revisar que todo esté bien con el mocoso de Aioria.
-El mocoso de Aioria está mal dicho- corrigió Shaka- En primer lugar no es mocoso, no hay que limpiarle la nariz tantas veces como para catalogarlo de mocoso, mocoso se cataloga a los infantes y niños enfermos o con algún padecimiento en sus vías respiratorias que logre que su nariz segregue grandes cantidades de moco, sus secreciones son bastante escasas, teniendo en cuenta de quién es el padre y su nariz permanece muy limpia, segundo, también es hijo de Marin de Águila, por tanto el termino correcto Fénix es su nombre, Regulus.
-Es un mocoso.
-No es un mocoso.
-Maestro por favor, hermano no peleen-interfirió el de Andrómeda- terminamos de desayunar y vamos a entrenar.
-Me parece excelente idea, y tal como su padre y madre, este niño debe querer ir a correr por ahí.
-Tiene once meses, ni hace el intento de caminar- bufo Ikki.
-Su padre, según tengo entendido, era muy vivaz de infante, a los once meses, según se cuenta, no caminaba, corría.
-Cuento de hadas para dormir, te lo aseguro Shaka, Shun veo que estas muy atento a todo, pero una cosa te fallo.
-¿Qué?- pregunto intrigado.
-Shaka ya le está dando de beber leche al mocoso.
-Por última vez Fénix, estas usando mal el termino mocoso.
Varios templos abajo, específicamente en el templo de Aries, Mu estaba levantado pero muy ocupado, Kiki había ido al pueblo a comprar dulces dejando solo y con el espacio suficiente para poder hacer lo que quería, que no era algo de menor importancia. En la entrada del templo estaba el santo de Aries, tomándole las manos a quien se diría era su pequeño hermano, Suikyo, intentándolo hacer caminar.
Según Mu supo Suikyo no era como Regulus, era mucho más grande en edad, ya tenía más de año y medio cumplido, siendo abril su mes de su cumpleaños y por tanto era del signo Aries, o al menos eso le habían dicho. Para el santo dorado era cosa preocupante que un niño de un año no caminara o mucho menos estuviera dando sus primeras palabras, las razones posiblemente adjudicaban en que quizás al pequeño no le habían dando la suficiente atención, pero ante eso al menos debería caminar o pararse solo, pero ni siquiera eso, si sostenía su espalda recta cuando se sentaba, pero no podía permanecer parado, lo que le daba a comprender que su pequeño hermano no se le habría prestado la atención suficiente sino que también lo habrían mantenido sentado o acostado gran parte del día, imposibilitando de hacer cualquier movimiento, aunque el menor pegaba patadas fuertes.
-Vamos Suikyo, puedes permanecer parado, inténtenlo- exclamo parándolo lentamente y luego lo subió a sus pies- mira, es fácil, estas sobre mis pies.
-Mu- le interrumpió Shiryu- conseguí que Camus me prestaba unos libros sobre crianza infantil después del año…
-Que bien ¿Qué dice sobre niños que no hablan ni caminan?- exclamo preocupado.
-Bueno, Mu…según los libros en la crianza normal a los veinte meses el niño ya debe hablar y caminar… ¿crees que él tenga un retraso motriz?
-No lo sé, tiene buena coordinación de sus manos y pies, pero el mismo es reacio a moverse, también se mantiene recto sentado, pero no lo hace parado, no tiene problemas de oído, sino lloraría y tiene buen desarrollo dental, no tiene la hendidura por el chupete o por meterse el dedo, cuando quiere que lo levantan alza las manos, y también pega fuertes patadas cuando quiere que lo bajen para estar sentado.
-¿Supiste eso en media hora que lo tuviste?
-Intente todo, hacerlo parar, caminar, gatear, hablar, Kiki le presto un juguete para que persiguiera pero ni eso logramos…es como si el inconscientemente se resistiera.
-¿entonces?- pregunto ojeando el libro.
-No quiero ser mal pensado, pero me parece Shiryu que lo tuvieron atado.
-¿Atado?
-Le imposibilitaron moverse, por lo que él no podía intentar pararse cuando quería, pero siempre sentado, eso explicaría porque puede sentarse solo, tenía las manos desatadas por lo que eso explicaría porque tiene total control del movimiento de sus manos, puede tomar lo que sea fuertemente pero sus pies tambalean mucho cuando se lo para, además que no le prestaron mucha atención.
-Tengo una idea- exclamo Shiryu poniéndose a la altura del pequeño y luego le acerco el libro que traía, Suikyo al principio no comprendió por qué pero el libro le parecía interesante, Mu le soltó la mano y de inmediato el pequeño intento tomar el libro- No Suikyo- miro serio, el menor inmediatamente regreso su mano hacia atrás- Entiende- después de meditar un momento estiro su mano hasta cerca de Suikyo- dame la manita- el menor al principio miro temeroso, pero luego obedeció, queriendo que lo cambiaran de brazos, Shiryu lo tomo y luego lo levanto, busco algo colorido por el suelo, encontrando solo los pilares y el frio suelo, camino hasta adentrarse al templo y busco la habitación más llamativa, que otra mejor que la cocina, la casa de Aries era reconocida no solo por su gran luminosidad sino porque también el estilo colorido de Mu para decorar en la cocina, ya en la cocina busco algo fácil de reconocer y espero.
-No entiendo a donde va todo esto- interrumpió Mu.
-Espera- exclamo sonriendo, y como si la mente de Shiryu leyera la mente del pequeño niño este sonrió y comenzó a señalar lo que reconocía con facilidad, frutas dibujadas en la pared y las que estaban en el frutero- No lo estimularon para hablar, a pesar de ello no tiene ningún retraso mental.
-¿Eso como lo sabes?- exclamo cruzándose de brazos.
-Lo leí mientras venia- sonrió satisfecho- señala lo que le llama la atención, entiende lo que se le dice, en otras palabras se desarrolló bien para comunicarse pero no hablo nunca o no intentaron que hable.
-Es más fácil, supongo en un hogar para mantener tranquilos a los niños más pequeños- exclamo con seguridad- los músculos de sus piernas tienen poco desarrollo, en cuando a lo de mantenerse parado es inestable, como si nunca lo hubiera hecho, creo que habrá que enseñarle con lentitud.
-Por cierto ¿Cómo hiciste para que nuestros maestros lo soltaran? Supuse que no se separarían de él, por el cambio de nombre, la armadura a la que ha sido destinado y todo eso- pregunto el santo de dragón sentado al menor sobre la mesada de la cocina- tengo tu nariz- inmediatamente el castaño comenzó a levantar sus manitas y a estirarlas para alcanzar las manos de Shiryu, riendo alegre.
-Estaba en un cuarto en el templo del patriarca, tiene una cama de dos plazas para él solo, aunque estaba rodeado de almohadas- respondió acercándose a el- pensé que mi maestro no lo iba a hacer lo mismo que hizo conmigo, que con el sería diferente, las cosas son diferentes, pero lo hizo.
-¿Qué hizo?- pregunto Shiryu sin comprender.
-Según mi maestro, un veintisiete de marzo las estrellas le avisaron de que yo estaba naciendo en Jamir, mi maestro fue hasta la torre y allí me recogió, mis recuerdos son muy vagos de mis primeros años, hasta los tres años jamás vi a mi maestro, ese siempre me dejo encargado de nodrizas, tenía todas las atenciones que un niño puede necesitar, todas eran de Jamir según me dijo después mi maestro, pero ninguna era mi madre, las nodrizas se encargaron de criarme dándome solo una cosa segura, no tenía padres y el encargado de mi era mi maestro, te imaginas a donde va todo esto.
-Shion dejo al bebé con nodrizas- miro seguro- ¿para qué adoptar un niño si no lo piensan cuidar?
-Mi maestro me entreno para convertirme en su sucesor, y pasara lo mismo con el bebé, será el sucesor de Suikyo de Crateris.
-¿Estas en contra de eso?
-Shiryu, en más de doscientos años la armadura no fue reparada ¿sabes porque? Por honor a Suikyo, su valor y lealtad lo valieron de un status como un santo de legenda, por tanto nadie seria digno de portar la armadura de copa nuevamente.
-¿No era porque al ver dentro de la copa con agua uno podría ver su futuro?
-Si también por el peligro que significaba, de todas formas la armadura fue prohibida de uso, cuando se decidió aquello sobre esta armadura, la resolución fue que la caja de pandora permanecería en el santuario para ser guarecida solo por el patriarca, mientras el resto de la armadura quedo en Jamir oculta…Shiryu, ya que estuviste en el siglo pasado ¿Conociste a Suikyo?
-No tuve el honor, cuando demostré a mi maestro quien era comencé el camino en ascenso para salvar a Athena, y cuando apenas me alejaba del templo escuche a mi maestro recitar aquella poesía que por años había escuchado de él, a veces en las noches, supe que Shun y Tenma habían presenciado todo, Suikyo venía desde Aries e Ikki venia también detrás, por lo que supongo que al menos Shun e Ikki lo conocieron.
-Ya veo, ¿te quedas un rato con Suikyo? Debo ir a la salida de Aries a dar permiso, los demás ya vienen bajando.
-Por supuesto, a Suikyo le encanta la idea ¿verdad?- pregunto sonriéndole al bebé para luego hacerle cosquillas, y recibió la respuesta de inmediato al verle que comenzó a reír.
Mu se encamino a la salida más tranquilo, en su mente no veía a Shiryu capacitado para cuidar de un bebé, más que nada por la edad, pero el simple hecho de todo lo que hizo para el menor desde esa mañana era suficiente muestra para tener su confianza, se colocó la armadura sonriendo y mientras se ponía el casco se sintió satisfecho. Suikyo lo miro con asombro como la ropa que traía el Muviano brillaba intensamente con un color amarillo opaco, alzo sus manos señalando a Mu para que lo llevara.
-Mu…
-¿Qué pasa?- exclamo dándose vuelta y ver la escena del bebé señalándolo con sus brazos, fue directo a donde estaba el santo de dragón y luego tomo al menor en brazos-¿Qué pasa Suikyo?- le pregunto mientras lo tomaba suavemente, pero el niño comenzó a tocar y explorar con sus manitas la armadura.
-Deberás llevarlo.
-Si eso creo, vamos Suikyo, a dar la bienvenido a nuestros amigos- culmino saliendo.
En la salida del templo no había rastros de que alguien se acercara, Mu miro hacia las escaleras notando que algunos venían bajando lentamente sonriendo, Camus y Milo bajaban juntos, como de costumbre, aunque Camus se veía cansado, Hyoga venía detrás de ellos dos con un bolso de entrenamiento. No muy lejos de los primeros tres venia otro trio, DeathMask caminaba galante, sacudiéndose las manos que parecían tener tiza, Aphrodita se tomaba la cabeza ante lo que escuchaba de su pareja y detrás de ellos venia un joven que extrañamente se parecía a DeathMask y traía varias cosas en sus hombros, varias mochilas todas apiladas. Aldebarán apareció y junto a él venían los gemelos de géminis, el toro dorado venia bostezando sin siquiera detenerse a taparse la boca y los gemelos venían al parecer discutiendo. Cuando todos llegaron abajo se quedaron tiesos al ver al santo de Aries con un bebe en brazos, aunque el menor estaba interesado en tocar cada parte de la armadura, nadie dijo nada, hasta que Mu miro sin comprender por qué nadie en varios minutos le pidió permiso para pasar.
-Hola Muchachos- saludo sonriendo-
-Mu ¿De dónde salió?
-¿Él es Suikyo?- pregunto Hyoga dejando el bolso en el suelo.
-¿Cómo sabes de él Hyoga?- pregunto Milo.
-Anoche cuando Shiryu bajo de la cámara del patriarca me lo cruce y me hablo de él.
-Así que eres el hijo del anciano maestro de cinco picos y del patriarca- miro Camus sorprendido- Shiryu me pidió un libro esta mañana.
-Sí, es el, se llama Suikyo.
-¿Enserio le pusieron ese nombre tan antiguo?- interrumpió Ikki y se acercó al menor- no se parece en nada a él ¿Qué le vieron?
-El maestro Suikyo reencarno al fin- sonrió Shun acercándose con Regulus- mira, un amiguito para jugar.
-Nene- señalo Regulus al Suikyo, el cual seguía interesado en la armadura dorada- nene.
-Ahora vas a usar otras palabras mocoso, bien ayer cuando te pedí dile algo a tu padre solo dijiste papi.
-¿Hablaste con Aioria?- preguntaron todos a la vez.
-Tenía un equipo de teleconferencias en la sala, hasta que el enano tiro el televisor al suelo.
-Las cámaras la puso el primo…del hermano…- intento explicar Mei- Dante de cancerbero, conocido de mi maestro, y es el mejor equipo de vigilancia en todo el santuario, seguido está el de Camus de Acuario.
-MEI- intento callar DeathMask tapándole la boca- no le hagan caso esta medio loco, ser huésped de tifón lo dejo mal de la cabeza ¿verdad Mei?-
-Maski…- exclamo Aphrodita tomándose la cabeza y luego se acercó a Camus a golpearle las costillas-Camus, esto queda aquí entre nos ¿Por qué lo hiciste poner? Resultaste celoso.
-¿Qué yo que?
-Que mi maestro que- exclamo Hyoga- Hola Mei.
-Mei, que bueno verte- interrumpió Shiryu, quien venía con una mamadera en las manos.
-Mei ¿está vivo?- pregunto Seiya que venía bajando con Aioros y Shura- ¿Por qué DeathMask le tapa la boca?
-Mu, Shiryu ¿Quién les dio permiso para sacar a Suikyo del cuarto?- se escuchó el grito de Shion, que venía bajando junto a Dohko.
-Aries, Tauro, Géminis uno, Géminis dos, Cáncer, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis, si estamos todos, solo falta Saori- conto Seiya.
-DeathMask suelta al santo de cabellera de Berenice ahora.
-El no gano la armadura Patriarca.
-Es una orden.
-Si- exclamo soltándolo.
-Maestro, necesita mucha estimulación, mire, Regulus es más chico y habla, Suikyo ni una palabra.
-Habla en Chino, solo entiende Chino- exclamo Dohko- Estuvo en china hasta hace días, ¿creen que sabrá otro idioma a dos días?
-¿Qué?- exclamaron sorprendidos los dos.
-Mu ¿Por qué no intentamos hablar en chino?
-Supuse que él se comunicaba con señas o señalando aquello que le interesaba.
-Nin Hao- dijo Dohko tomando al menor.
-Nin Hao- exclamo Suikyo.
-Di de baba.
-Baba- exclamo sonriendo y luego aplaudió.
-Baba Dohko.
-Baba Dohko- repitió.
-Patriarca con todo respeto, que horrible nombre le pusieron.
-Es en honor…
-Si patriarca, entiendo que sea en honor pero… ¿seguros? Si hablamos de Suikyo no tengo buenos recuerdos de él, salvo que tiene cierto aire a mí y que traiciono a Athena, iba por su cabeza en verdad, ni usted pudo detenerlo, era el espectro de garuda, creo que eso dice todo de él.
-El enseño al gran Tenma de Pegaso, fue un santo elite y hay que horrarlo, el nombre de este niño es y será Suikyo, el santo.
-Mama Shion- interrumpió Dohko
-Mama Shon.
-Eso lo entendí sin saber chino, Dohko…
-Fue divertido, baba Shion- exclamo el chino señalando al patriarca y luego se señaló- baba Dohko.
-Baba Shon- repitió sonriente.
-Problemas, Regulus habla en griego.
-Ya se entenderán- sonrió el anciano maestro- ahora todos a entrenar.
-Todos a entrenar, el día ha empezado y hay que aprovecharlo, tiempo perdido es debilitarse.
Ante la orden del patriarca todos se encaminaron directo al coliseo sin perder tiempo, en el camino Dohko hacía notar que el pequeño Suikyo solo hablaba en chino pero al mismo tiempo se comunicaba con señas con Regulus, quien no paraba de llamarlo nene. Ya en el coliseo se dividieron en dos grupos, los santos de bronce por un lado y los de oro por otro, el patriarca les dio entrenamientos distintos, los de oro estaban más centrados en el cosmos y los de bronce en entrenamientos físicos, mientras Shaka y Shion se encargaban de los bebés que observaban todo atentamente.
Al ser seis los santos de bronce presentes no se les hizo problema hacer parejas para entrenar. Ikki, ni lento ni perezoso, tomo a Shun del cuello de su remera para darle a entender que entrenarían juntos, ya que Hyoga al parecer tuvo la misma idea, Seiya le abalanzo del brazo de Shiryu para ambos entrenar juntos, por lo que el cisne quedo en hacer un combate con Mei. Los dos hermanos fueron hacia una zona alejada del coliseo, donde nadie los pudiera o intentara molestar, Seiya y Shiryu estaban más al centro, siendo siempre vigilados por los santos de oro que querían verlos fortalecerse más y llevar con orgullo sus técnicas, Aioros de parte de Seiya y Dohko junto a Shura de parte de Shiryu. Mas para un costado, cercano a donde los dorados entrenaban, estaban Mei y Hyoga, preparados para batallar.
-Se bueno conmigo Hyoga, al menos tú ya tienes total control sobre la técnica que tu maestro te heredo, además que lograste alcanzar el séptimo sentido, en cambio yo solo me valgo de cinco sentidos y aún ni puedo intentar hacer las ondas infernales sin que me exploten delante.
-Está bien, pero respóndeme una cosa- exclamo el rubio poniéndose en posición de combate- Que estabas por decir de mi maestro…dijiste algo del sistema de teleconferencias, que Dante puso cámaras.
-No puedo decirte, mi maestro me mata.
-Quedara entre nosotros, lo juro- exclamo poniendo la mano en su pecho- anda, dime.
-Tu maestro mando a poner cámaras en la habitación de Milo para espiar con quien duerme en las noches.
-¿Qué mi maestro que?- exclamo mirando alarmado.
-¿Qué Camus que?-exclamo Mu mirando sorprendido, dejando a Aldebarán entre él y su miro de cristal.
-¿Camus puso cámaras para ver a Milo?- fue la sorpresa de Aldebarán con su potente voz que todos en el coliseo escucharon, incluso los aludidos, deteniendo los entrenamientos.
-No…piedad maestro, piedad- corrió Mei a los pies de DeathMask al ver que fue escuchado por el santo de oro de Aries, quien estaba por comenzar a batallar contra Shura.
-Mei, eres un chismoso.
-¿Cómo es eso que me espías?- pregunto Milo indignado.
-Un momento, yo no hice tal cosa.
-El inocente alumno de DeathMask acaba de decir que si lo haces y yo le creo.
-Milo ¿Cómo puedes creerle a un chico que ni conoces?
-Yo defiendo a Mei, DeathMask lo dijo ayer Camus- acoto el de piscis.
-Juro que no sabía nada Milo.
-No te hagas Acuario, fuiste tú quien me dijo que querías tener una forma de vigilar a Milo de noche, para saber con quién se acuesta- miro DeathMask.
-Pero no dije que quería espiarlo, fue un deseo al aire ¿Pusiste cámaras en el cuarto de Milo?- pregunto alzando una ceja.
-No fui yo, fue Dante.
-Camus ¿Por qué? ¿Yo que te he hecho? Me encargo de ti, soy tu mejor amigo y andas espiándome- exclamo Milo indignado.
-Milo, jamás te he espiado, no soy tan indecente como DeathMask.
-¿Indecente? ¿A quién llamas indecente francés agrandado?
-DeathMask no comiences- interrumpió Shura, para detener una sencilla pelea que se avecinaba.
-Fuiste tú quien puso las cámaras o las mando a poner ¿Por qué querría yo que pusieras cámaras DeathMask?
-Ya habla la voz de la razón, el español entrometido, Francés arrogante tu quería saber que hacia tu amado Milo y yo te di los instrumentos para saberlo.
-Ya comienzan- miro Shaka con fastidio y tomo a Regulus- vamos al templo de virgo pequeño, este no es un ambiente para ti.
-Nene.
-Mañana jugaras todo el día con Suikyo, te quedaras con el anciano maestro.
-Nene- señalo a Suikyo, insistiendo en ir con el- nene.
-El ambiente es demasiado violento para ti, vamos a encontrar la paz y la serenidad en el templo de virgo.
-Nene- bufo molesto, arrugo la expresión de su rostro y se cruzó de brazos.
-Sabía que eras igual a tu padre.
El santo de virgo camino ignorando el puchero del menor y sin retardo fue hasta su templo, para encontrar la paz y serenidad, alejándose de la pelea que en el coliseo había comenzando. No dudo en ir hasta el jardín de los sales gemelos para meditar, dejo sobre el césped al menor, el cual comenzó a gatear con libertar viendo las flores en los dos árboles. Shaka se sentó a meditar y cerro sus ojos relajado, respiro profundo y se dejó envolver por el ambiente en el jardín.
Regulus miro las flores en el árbol, muy arriba para su alcance, gateo hasta el árbol más cercano y con sus manitas se aferró a él, logro pararse y miro a lo alto, buscando una forma de llegar a la copa de ese árbol. Intento treparse como hacía con la armadura de su padre y como había hecho con la armadura de sagitario días atrás, pero no encontró de donde sostenerse o donde poner su pie, busco con más entusiasmo, quería lograrlo.
Una gran luz dorada lo hizo cambiar su vista de objetivo, allí vio a la armadura dorada de virgo, desplegando sus alas mientras lo miraba, Shaka no se había inmutado, quizás por su mente paso que la armadura estaba dispuesta a vigilar al pequeño mientras este meditaba. Pero la mente del infante trabajo rápido, tan pronto cuando vio la altura de las alas supo cómo alcanzar la copa del árbol, se trepo a la armadura sin temor, sonriendo contento esperando por su objetivo, y fue cuando, utilizando a la armadura como palanca para subir hasta lo más alto, pronto llego a las alas y siguió subiendo hasta lograr llegar al final. Cuando logro pararse sobre el casco de la armadura su siguiente objetivo fue subir a las alas, no titubeo en hacerlo, pero al dar un paso hacia arriba y al estar la superficie de la armadura pulida, no pudo seguir sosteniéndose, por lo que se resbalo.
-Te tengo- exclamo el santo de fénix al sostenerlo cuando caía, lo llevo a sus brazos sin siquiera mirar a Shaka, el cual seguía meditando-Shaka.
-Silencio, Ikki, estas en un lugar de meditación.
-Regulus se trepo a tu armadura y casi se cae dándose un golpe.
-Golpearse lo va a hacer más resistente.
-Es un bebé.
-Desde mi más tierna infancia mi entrenamiento comenzó, un golpe va a hacer más fuerte a Regulus.
-Es un bebé, ni yo que soy el santo de bronce más violento soy capaz de permitir un moretón en un niño tan pequeño, eso se lo dejo a DeathMask.
-La fortaleza del ser humano recae en sus experiencias, de haber caído seguramente habría comprendido que no puede hacer lo que quería, por el simple hecho de que como consecuencia de aquello caería y volvería a golpearse.
-No concuerdo, sigue meditando- exclamo con enfado el santo de bronce y luego comenzó a caminar para salir del jardín.
-Ikki, déjalo aquí, soy yo quien se debe ocupar de él.
-¿Para que dejes que se golpe?- pregunto mirando con sarcasmo- Adiós Shaka.
-Fénix déjalo aquí.
-En tus sueños.
-¿Quieres tener pesadillas otra vez?- amenazo levantándose del suelo, camino hasta donde estaba el santo de fénix y tomo al menor- el niño se queda.
-El niño se va- exclamo tomándolo.
-Se queda.
-Se ira conmigo.
-¿Quién es el que está más cerca de la iluminación? Yo, él se queda.
-¿Quién te venció? Yo, se va.
-¿Quién es el que es el más cercano a los dioses? Yo, se queda.
-¿Quién es el portador de la armadura que se regenera de sus cenizas? Yo, se va.
-Eso no tiene nada que ver, ni siquiera demuestra poder, eres un santo de bronce, yo un santo de oro, se queda conmigo.
Shun entro al jardín con una mamadera en las manos y vio la escena, Shaka e Ikki peleaban por quien tendría al niño, llevándolo de un lado a otro, como si se tratara de un muñeco. Regulus reía contento por como lo sacudían, cada vez que iba a un lado reía a carcajadas mientras aplaudía. Sin demora Andrómeda intercedió, temiendo que en la pelea Regulus resultara lesionado, cuando estaban por hacer otro tirón a un lado se puso en medio y tomo al más chico, el cual bufo molesto, quería seguir jugando.
-¿Qué les pasa? Son adultos y están peleando como niños, Regulus no es un muñeco que pueden romper, es un niño, lo lastimaran con su torpe juego de yo lo tengo- exclamo indignado abrazando posesivamente al infante- No te preocupes Regulus, no permitiré que te lastimen en sus juegos de hombres.
-Shun- exclamo serio el santo de fénix- solo intentaba llevarlo dentro del templo.
-Y por eso jugaban tan bruscamente con él, no permitiré que lo vuelvan a tocar, pudieron hacerle daño- sentencio el peli celeste llevándose adentro al pequeño Regulus.
Curiosamente y para asombro de todos Shun cumplió, durante el resto del día el santo de Andrómeda no dejo que nadie más que el tocara al menor, Shaka en varias veces intento acercarse, queriendo cumplir con su deber de cuidar al niño, pero no pudo, Shun se lo impidió. Ikki no intento hacer nada, Shun era la persona perfecta para cuidar de Regulus, aunque lo mantuvo vigilado todo el tiempo.
Ikki miro intrigado como el santo de virgo intentaba tomar al menor en brazos, insistiendo nuevamente después de haber recibido una negativo cinco minutos atrás y que comenzó varias horas antes cuando intento hacerse vale como el cuidador del día. Volvió a mira cuando el rubio se acercaba a Shun y decidió interceder.
-Shaka, ya déjalo, Shun no te lo va a dar aunque sea orden tuya.
-Yo soy el responsable de Regulus hoy.
-Shaka, deberías dejar de insistir, Shun tiene una mala impresión de los dos después de lo que pasó.
-Yo cuidar de Regulus, es mi deber.
-Deja de insistir, está en buenas manos y lo sabes.
-Las mejores manos son las mías, fénix.
-¿Por qué? ¿Por qué eres Shaka de virgo?- pregunto mirando molesto- por favor Shaka, deja en paz a Shun.
-Porque es lo correcto.
-Shaka, no te lo crees, actúas extraño con respecto al mocoso.
-Te reitero, no es mocoso.
-Es un mocoso, esa calificación es exacta para él, deja de defenderle.
-El calificativo exacto no es otro que su nombre.
-Por favor Shaka ¿hablas enserio? Es un infante que lo único que puedes hacer con él es limpiarle la nariz.
-Es el hijo de Aioria, puedes hacer mucho más que eso, no puede correr, no puede hablar pero es hijo de su padre-explico mirando con seriedad- es hijo de Aioria y como tal no lo puedes comparar con todos los infantes e incluso con la definición, es más que eso, es hijo de padre y no hay más que decir al respecto.
-¿Acaso mis oídos me están engañando?-exclamo mirando con sorpresa el santo de fénix- defiendes con tus palabras mucho a Aioria ¿Sentías algo por él?
-Sentía es la palabra correcta, perdí cientos de oportunidades, decidí seguir mi camino al nirvana en vez de escuchar más allá de mi razón, pero eso no es lo importante.
-Aioria ya se casó y tiene un hijo, entiendo a donde va tu reflexión, aun así no deberías cerrarte tanto, Shaka, puede haber alguien esperando del otro lado, no es tarde.
-Para mí, a quien mi corazón eligió, a pesar que era correspondido, aquel hombre dio vuelta la página, esta con alguien que lo ama Ikki lo es
-Te demostrare que no.
Continuara