El líder de Genbu se encontraba sentado en un sillón mirando los distintos paisajes que aquel muro trazaba aunque una enorme cama estuviera a su espalda no le apetecía dormir en ella, llevaba mucho tiempo sin poder descansar encima de esos muebles, no le agradaba ya que le recordaba a su pasado, el ruido de agua cayendo llegó a sus oídos por lo que recargo la cabeza en el respaldo, su amante decidió bañarse después de varias rondas, según él el olor del mayor no le agradaba a Bang no le interesaba mucho la higiene en ese momento, el perfume a sexo envuelto a cigarro le parecía un aliciente fetichista, la puerta se abrió apareciendo un bello chico envuelto en una nube de vapor que llevaba una toalla en la cabeza mientras su blanca piel era la única prenda que cubría el resto de su cuerpo, YongGuk giró su sillón para disfrutar de esa bella imagen, Jun no se acobardó, ni sintio algun gramo de pudor le fascinaba la sensación de ser devorado por los ojos de su amante que lo delineaba cada rincón, no había célula epitelial que el mayor no conociera de su existencia.
—¿Cansado? —Cuestionó en tono burlón sentándose en un pequeño tocador que estaba al lado derecho de la cama frente al mayor su mirada continuó vigilando a la del contrario aunque le dio la espalda lograba verlo por el reflejo del espejo al notar que no había respuesta un puchero se formó en sus labios.—¿Te he dejado tan agotado que no puedes hablar? Es una pena porque yo aún quiero más.
Se puso de pie para sentarse en la superficie del mueble pegó su espalda en el frío espejo, sus largos dedos color nieve comenzaron a recorrer su propio pecho el cual estaba tatuado de marcas, mordiscos, la sola mirada de su amante le bastaba para sentirse a reventar, era una dulce adicción que lo eleva la locura, ni la mejor droga lo había llenado de placer como el tener en su interior al primer líder de Genbu, su respiración se volvió pausada, se entrecortaba, sus dedos continuaron un camino descendente hasta llegar a su cadera donde tuvo que subir sus piernas, las abrió dejando ver su intimidad a su máximo esplendor, echó la cabeza hacia atrás al sentir que él mismo se invade, un ligero clic lo obligó abrir los ojos, nuevamente Bang lo fotografiaba, no comprendía su extraña obsesión por grabarlo en esas sensuales posiciones.
—¿por qué lo haces? ¿Por qué grabarme cuando me puedes tener en vivo? —Cuestionaba excitado al ver como el pelinegro se relamía los labios, y una de sus manos iba a su entrepierna, él también se tocaría viendolo. —Hasta que me case seguiré siendo tu amante, no te preocupes y aún así podremos vernos.
—Mi bello Sunshine después de esta misión haré un largo viaje.— Confesó poniéndose de pie los ojos del menor se abrieron al notar la enorme excitación del pelinegro. —Las fotos las quiero para recordarte en mis noches de soledad.
Bang se colocó delante del menor para grabar más de cerca la erótica escena después de varios minutos de filmación dejó su móvil a un lado de la mesa se agachó para quitar los dedos del menor y reemplazarlos por su lengua, Jun araño la fina madera del mueble al sentir como algo tan húmedo se introducía en su interior, su vientre se contrajo, descansó su cuerpo en el espejo donde la marca de su espalda se dibujaba pero aquel tatuaje hecho por hierro incandescente tenía nuevos trazos negros que lo rodeaban estos formaban unas alas de distintos colores, los gemidos se hicieron presentes aunque sólo vinieran de una garganta la continuidad de los mismos simulaba a un coro de diferentes entidades, cada vello que lo cubría se erizó como su hombría que estaba siendo atendida por las manos de seda del pelinegro.
—¿Por qué te irás? ¿A dondé vas? —Cuestionó intrigado no le agradaba pensar que no lo volvería a ver, que no compartieran su lujuria, nuevamente su vientre se contrajo, su pecho sufrió de varias altas y bajas. — ¿Puedo ir contigo?
La última frase salió sin pasar por la etapa de lógica, su boca la había filtrado sin darse cuenta, una tenue sonrisa se dibujó en los labios del mayor quien continuaba su labor recorriendo esa mojada entrada que se contrae ante cada contacto, Jun no soportaba lo quería dentro de su cuerpo, inundalo, rompiéndolo hasta quedarse sin energía, con la mente vacía.
—Por favor no más quiero otra parte de ti. —Deletreo ansioso, Bang se incorporó a la altura de su rostro donde mordió su barbilla, un hilo de saliva ya había creado un camino, la lengua de Guk lo recorrió hasta encontrarse con sus botones rojos, los cuales mordisqueo sin piedad.—Dejá de jugar, no entiendes que necesito otra cosa, duele, los harás sangrar otra vez.
—La última vez que lo hice te fascinó, no mientas sé te gusta ser marcado por mi por esa razón dibujaste las alas alrededor de la marca.— Sus dientes se volvieron a clavar en esa piel causando una oleada de dolor envuelta en placer.—Confiesa que te gusta, dilo, ruegame, implorame que te posea, que me una a tí, dí que soy el único que te puede llevar al cielo, anda.
Dolor, esa era el único sentimiento que la cabeza de Jun lograba comprender, era sofocante ver como la excitación de su amante rozaba por su entrada como los dedos se quedaban marcados en sus glúteos, como dientes blancos se encaprichan con su pecho, ¿Quién puede describir la palabra lujuria? ¿que persona tiene las palabras exactas que describan esa emoción?, Nadie, no existen, no hay forma que el lenguaje normal creado por los hombres abarque ese veneno incoloro, inodoro, que corroe las almas de los habitantes de la tierra que los lleva a cometer los eventos más obscenos, eróticos, sexuales que la mente ha imaginado, JunHong como Bang siempre fueron fervientes seguidores a esa palabra, la experimentaron en otras parejas pensaron que sabían reconocer, que ingenuos fueron, nunca antes vivieron esa sensación hasta que sus cuerpos se conocieron, hasta que se unieron en un solo elemento ¿Que diferenciaba su relación con el resto que habían tenido en el pasado? ¿por qué hasta que se conocieron descubrieron la definición exacta? ¿Por qué juntos?
—Por favor metete en mi cuerpo, introducete en mi mente, lávame el cerebro, enseñale a mi piel que solo contigo puedo estar completo.—Dijo entre ruegos levantando sus caderas abrazando la espalda del pelinegro para arañarla hasta causarle heridas profundas.—Te deseo, te necesito.
Bang conocía las preguntas que la mente de Jun no dejaba de hacerle, él lo sabía porque en el pasado las tuvo pero al final JunHong era la respuesta para todo, ese niño que se convirtió en la razón por la quisiera detener su plan, sus labios se unieron, una parte de su cuerpo encajo perfectamente en la entrada del castaño quien evoca un grito que tal vez dejó sordo por unos segundos a su amante ambas caderas se movían en la misma sintonía, conocían ese ritmo salvaje, doloroso, desesperante que sus dueños amaban.
—Yo conozco la respuesta a todas tus dudas.— Le susurró al oído arrinconandolo en el espejo, embistiendo más fuerte, sus frentes sudorosas se unían ante cada movimiento.— Espero que algún día las descubras por tu cuenta, hazlo antes de que sea demasiado tarde.
Sus labios se volvieron a unir, sus lenguas se reconocieron y hambrientas juguetean en sus respectivos hogares, Jun perdía la razón ante cada estocada, las frases dichas por el mayor carecían de lógica, de credibilidad, como venganza sus dientes se clavaron en ese cuello, sus uñas se enterraron bajo la piel morena, sus piernas se abrían a un ángulo imposible, su alma ya estaba sumergida, en el dolor, en el placer, se quedaba afónico, sin fuerza mientras el pelinegro mostraba una potencia bestial ambos llegaron al límite, un líquido tibio invadió desde el interior al castaño quien terminó agotado colgado al cuello de su amante.
—Quiero conocer lo que resta del mundo, viajar por el desierto, visitar ciudades que dice la gente que ya no existen, comprobarlo con mis ojos.—Dijo tratando de recobrar el aliento, escondiendo su rostro en el arco de su cuello . —¿estás seguro que quieres acompañarme? es un largo viaje porque trato de encontrar el fin del mundo.
—Si, yo también quiero ver el fin del mundo.—Artículo cuando las fuerza vital abandonaba su cuerpo, el mayor lo cargo depositandolo en la cama, sin importar que ambos estuvieran pegajosos, Jun acomodo su cabeza en ese pecho tatuado.—No me abandones, llevame contigo.
El reloj en la pared marcaba las 9 de la mañana Zico vaciaba un poco de leche en un plato de cereal trató de escuchar algo en las puertas de las tres habitaciones pero de ninguna se podía denotar algún sonido “Lo más seguro que sean paredes anti ruido”, chasqueo la lengua molesto aunque pasó parte de la mañana buscando algo de información que delatara al líder de Genbu como traidor, no quitaba el dedo del renglón, su sexto sentido le gritaba que el pelinegro era el traidor por estar sumergido en sus pensamientos no observó cuando dos figuras salían del cuarto de en medio, HimChan lucía tranquilo se dirigió al pequeño refrigerador detrás de la barra mientras que JongUp buscaba algunos platos.
—Buenos días Zico.—Saludo la pareja, Up improviso seis lugares en la barra mientras que Him abría el mismo número de paquetes, era comida congelada uno de los grandes avances de esa época ya que la gente no gastaba tiempo en preparar deliciosos platillos si solo podía comprarlos en una tienda en la esquina.— ¿Quieres uno?
—No, no me agrada la comida procesada.— Se excusó el peli azul levantándose de su lugar bastaron unos minutos para que esos platillos estuvieran humeantes en sus respectivos sitios, el primero en salir de la habitación de la izquierda fue DaeHyun quien al ver el plato se quedó pensativo.— Hay cereal si gustas.
—Gracias pero prefiero una comida balanceada debido a que tendremos un día largo.—Tomó asiento a un lado de Up.— Dios bendice esta comida.— Juntó sus manos para decir una plegaria en silencio, su compañero hizo lo mismo era la primera vez que la llevaban a cabo delante de sus compañeros, en sus anteriores reuniones lo habían evitado debido a que no querían ser molestados pero ya no se sentían atacados. — ¿Qué se supone que vamos hacer?
—Terminando de desayunar vamos a ir a las ruinas de los laboratorios de la SM.—Interrumpió Zelo sentándose para comer, olió la comida le encantaba ese platillo.— Tal vez alguien de la SPM ocupe esas instalaciones.
De la puerta dejada abierta por JunHong el líder del grupo salió con cierto grado de pereza dibujada en su cara pasó sus dedos por el cabello castaño de su amante para despeinarlo causando un quejido por su parte, el resto tenía la vista fija en su respectiva comida así que no prestaron atención, YoungJae fue el único que miró aquella caricia de cierta manera parecía no sorprenderse estaba demasiado cansado para pensar, sus piernas le dolían, su cadera se encontraba destrozada.
—¿No tienes buen semblante. —Comentó Bang llevando una trozo de comida a la boca.— ¿No dormiste bien o DaeHyun no te trató correctamente? —Un codazo por parte de Jun lo obligó a detener su mofa.— Estoy bromeando pero es mejor que te mantengas en la retaguardia para que no salgas herido.
El primer líder de Byakko asintió, odiaba que Bang hiciera sus bromas de pésimo gusto pero estaba de acuerdo de que Dae no había sido el ser más cariñoso, se sentó para comer calmadamente su cuerpo por primera vez recentia una buena ronda de sexo, durante el desayuno intercambiaron algunas ideas sobre su asalto a las ruinas, Zico miraba intercaladamente a cada uno de sus compañeros era como no estar en la misma habitación, no encajaba en esa imagen perfecta, ellos tenían su propio lenguaje, al finalizar sus alimentos los siete subieron en el elevador para salir a la superficie y caminar atravez del pueblo.
La avenida principal estaba desolada el polvo se acumulaba en cada rincón, los rastros de la alguna vez fuera una carretera pavimentada era impredecibles, pequeñas cortinas de arena complicaba la visibilidad de los forasteros quienes llevaban cubierto el rostro, los lentes protegían sus ojos, JunHong levantó la mirada para ver un poco más esa arquitectura, los edificios semi destruidos trataban de levantarse simula como si hubiese caído bombas encima de ellos, los vidrios rotos, cientos de graffitis los decoraban, a la luz del día el sitio parecía más desolado y menos habitable que en la noche donde las luces fosforescentes y el ruido le daban un poco de vida después de varios minutos atravesaron el pequeño pueblo para llegar a la orilla donde encontraron un camino que los conduce por unas montañas.
—Los laboratorios de SM esta´ despues de esta colina, no se puede acceder por coche así que tendremos que caminar. —Agregó HimChan tratando de subir la ladera inclinada que se le presentaba.— Odio este maldito calor.
YoungJae se quedo parado unos minutos para que el resto se adelantará simulaba abrocharse las agujetas pero solo quería ir a la misma altura que DaeHyun quien vigilaba la parte trasera, el pelinegro notó el movimiento de su amante por el rabillo del ojos echo un vistazo al resto que ya había avanzado un par de metros.
—¿Estas bien? .—Cuestionó preocupado recibiendo una negativa como respuesta inconscientemente llevó la palma de su mano a esa frente cubierta.— Tienes un poco de fiebre, les voy a decir que vamos a regresar.
—No, es muy vergonzoso admitir que estoy enfermo porque anoche fuiste muy salvaje.— Lo detuvo entrelazando sus dedos.— Solo mantente a mi lado ya que no creo poder pelear si sufrimos de una emboscada.
El mayor asintió dándole un beso en el dorso de la mano reanudaron su camino, DaeHyun iba atrás de su amante una perversa sonrisa se formo en sus delgados labios de YoungJae “Creo que ser el mártir funciona mejor con DaeChan, has prometido cuidarme y nunca te detuviste a pensar que soy un niño malcriado, me gustas tanto. ” pasados unos minutos de andar por aquellas enorme rocas a lo lejos observaron una construcción en ruinas, ese edificio se encontraba rodeado de una valla metálica que parecía que hace muchos tiempo atrás dejó de ejercer su función como protectora del jardín, Bang se detuvo un minuto tenía tantos años que no había vuelto a pisar aquel sitio que sus recuerdos parecian ser los sueños de alguien más.
—Dulce hogar ¿No crees YongGuk?.— Se burló Zico dándole un codazo al mayor quien se tensó, ese jamás podría ser su hogar, —Hay que dividirnos para abarcar más terreno.
—Iremos en parejas y tú solo.— Le contestó molesto Jun al notar que al peliazul le encantaba molestar a su amante quien por primera vez lucía pálido.— Enciendan los comunicadores y rastreadores por si encontramos algo, DaeJae va al Oeste, HimUp al Este, Zico al Sur.
—Parece que dormir en la misma habitación que mi hermano te ha dado algo de confianza.— Añadió HimChan acomodándose los lentes, el resto pensaba lo mismo pero no se atreven a decirlo en voz alta.— Ese lugar luce abandonado lo más seguro es que nadie viva.
—Nada perdemos en echar un vistazo.— Interrumpió DaeHyun mirando las ruinas, era increíble que todos ellos hubieran nacido en un lugar tan deplorable, tan oscuro y que ni siquiera lo recordaran “¿Que sentimiento tendrán los 4 grandes si visitan este sitio?”.— Debemos darnos prisa antes de que oscurezca.
Cada equipo se dirigió a la posición que les correspondía, Jun también trató de reanudar su andar pero una mano lo detuvo, el líder tenía la vista clavada en la arena suelta que se posaba bajo sus pies no estaba listo para volver, tenía que hacerlo para continuar su plan, para avanzar a la siguiente etapa, pero se encontraba aterrado de volver al origen de sus pesadillas.
—Oh el gran líder de BAP tiene miedo a los fantasmas.— Se burló el menor para apoyar su frente a la del mayor, el resto del equipo había desaparecido a la distancia.— No tienes de qué preocuparte, yo asustare a los monstruos por ti, no tengas miedo.