Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Not What You Think por secretlook

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

He tardado mucho por el colegio pero ahora teneis un capítulo Banglo, a partir de aqui....LOVE LOVE LOVE

Aquella mañana llovía, el trabajo era tan aburrido, no tenía ganas de estar allí porque aunque sorprenda estaba más solo que la una. Nadie había venido desde las ocho, un hombre con gripe, y Himchan estaba perdido por los mundos de Gulliber… me refiero que no sé sonde estaba, hace unos días lo vi por la calle de paseo con un chico, más bien un adolescente, pero no creo que haya faltado al trabajo para irse de citas a hacer manitas con un crio. De todas formas… ¿Dónde cojones se ha visto un hospital vacío? En el mundo de Chuki…

Cerré los ojos frustrado y decidí tumbarme un rato, estaba demasiado cansado y… total, no había nadie, estiré mi cuero en la cama y medio me dormí, pero solo medio, soy un profesional. Unas pequeñas cosquillas en la nariz me despertaron, agité la mano y unas risillas llegaron a mis oídos, sonaban tan adorables que se me quitó el frio que tenía.

-Hyung tienes que levantarte-rió-Vamos Gukkie hyung, sino te levantas me tumbaré encima de ti y sufrirás la furia de todo mis kilos de peso

La risa salió de mi pecho de forma profunda pero no me moví, creo que escuché el chasquido de una sonrisa antes de que susurrara “tú lo has querido Bang Yongguk”, sentí como la cama se hundía por el borde pero luego se equilibró cuando pasó un apierna sobre mí, entonces su peso me aplastó cuando se dejó caer sobre mí, después de unos segundos me abrazaba más que aplastarme, Junhong no era tan pesado, pero…argh que mala suerte.

-¿Podrías tener mejor puntería Junhong?

-¿Por qué lo dices hyung? ¿Por el hecho de que tu entrepierna roza con la mía? Tranquilo, no te sientas intimidado, pequeño hyung

-Yo no tengo nada que envidiarte en esos asuntos, canijo

-¿A sí? A ver

Su mano se coló entre nosotros y mi respiración se cortó, ¿no tendrá valor verdad?, un calor me golpeó cuando sentí su mano sobre esa zona en la que DEFINITIVAMENTE NO DEBE ESTAR, pero estaba.

-Hyung, tú ganas-susurró con impacto, entonces se fijó en mis ojos- Gukkie hyung no pongas esa expresión o pensaré que te gusta

-Pero…pero tú estás loco…eres un crío…eso se llama pederastia, ¡no digas sandeces!

Junhong comenzó a reírse y no entiendo por qué, ¿es qué había dicho algo divertido? Continuando con sus risas se bajó de encima de mí, rodó hasta mi lado y siguió riéndose, cuando paró me miró a los ojos y sonriente estrujó mi mofletes.

-Eres tan adorable

No entendía nada, no comprendía la mente de aquel chiquillo, pero tampoco entendía la mía ¿Por qué me hace sentir tan mal el reconocer que es un chiquillo? Dejé de mirar el techo y me tumbé sobre mi costado, allí estaba él mirándome atentamente, analizandome y con una sonrisa tan amplia que casi podía verle los molares.

-¿Por qué no estás en el colegio?

-Hyung, es sábado ¿en que día vives?

-Creo que no sé ni en qué mes vivo

Vi en sus gestos que estaba a punto de responder, pero el sonido de mi móvil nos distrajo a ambos, busqué ese inútil cacharro y miré quien mierdas molestaba.

“Hyung, ya voy a trabajar ^^ Vete y ya me ocupo yo el resto de la mañana <3 ~Shit#10”

Junhong se rió por el “nombre” que había puesto al final a modo de firma, el mensaje era de Himchan, estaba a punto de teclear un “¡NO!” cuando un puchero del menor me distrajo, robó mi móvil de mis manos en un microsegundo y comenzó a teclear, para cuando lo tenía de vuelta el mensaje estaba enviado.

“¡OK! Llámame si necesitas ayuda”

Me sorprendió el hecho de que pareciera tan mío, ¿acaso ya me conocía tan bien? Una pequeña sonrisa asomó con este pensamiento  y luego solo insultos hacia mí mismo fue lo que pensé, era un puto crio, pero ese puto crio aceleraba mi corazón y eso ¡NO ES CORRECTO! No es porque tenga algo en contra de los gays, es solo que le saco 6 años.

Junhong se levantó y volvió a sentarse sobre mí, sus ojos me miraban como si tuviera dudas de algo, como si temiera preguntar, o más bien, temiera la respuesta.

-Hyung… ¿pasarías el día conmigo?

-Bueno, ya que no voy a trabajar… no me importaría pero ¿y tú tío?

-Mi tío está perdido por ahí, y no quiero estar solo-contestó medio sonriente antes de alejar su mirada de mí, lleno de vergüenza- Pero a lo que me refería…lo que quería decir no es que pases el día conmigo porque me aburro…yang ¿irías a una cita conmigo hoy?

Mi garganta se secó repentinamente, todo se congeló, el tiempo se había parado y lo único que podía ver era su mirada esquiva y fija en el suelo sobre su rostro rosado por la vergüenza, y me pareció tan adorable, pero sin duda era valiente, siendo seis años menor que yo y viviendo en el país en el que lo hacemos, él ha sido quien se ha atrevido a pedirme una cita.

Aun totalmente congelado sentí como su peso desaparecía, veía su sombra marchándose y pensé en lo sencillo que resultaría quedarme tumbado y dejarle marchar mientras mi corazón lucha por arrancarse de mi pecho, pero luego ¿Qué tan grande seria el dolor? Mis pies se movieron casi solos bajo el mandato de mi corazón ya que mi cerebro había sido derrotado, dejé la bata sobre la cama y cogí mi cazadora, corrí detrás de él, de Junhong, un niños seis años menor que yo pero ¿a quién le importa?

-Y… ¿A dónde quieres que te lleve?-respondí pasando mi brazo con sus hombros

-Sorpréndeme

La sonrisa de Junhong no tiene parangón, creo que jamás vi algo tan bello.

*****

El día había sido formidable, al principio no me hizo mucha gracia que Junhong me propusiera ir a un parque de atracciones después de invitarle a comer…creo que ya soy mayor para esas cosas, pero la verdad es que ahora me siento muy bien, estoy cansado, con los pelos de punta, la ropa algo mojada y el cabello revuelto pero la sonrisa que hay en mi rostro demuestra que la felicidad me inunda. Al mirar al pelirrojo que permanecía tumbado a mi lado sobre la hierba, me di cuenta de que el sentimiento era mutuo, me tumbé a su lado y noté la hierba acariciando mi cuello provocándome un ligero picor, cerré los ojos y disfruté del frio que me daba la humedad de la ropa cuando pasaba la brisa sobre mí, tan agustito estaba que casi me dormí a los cinco minutos pero transcurridos estos noté el peso y el calor de un cuerpo sobre mí, n voy a negar que entonces estaba más agustito como tampoco negaré que mi corazón se aceleró y confirmo lo que ya sabía, que era un pederasta asqueroso que se había enamorado de un niño adorable de 17 años.

-Hyung-escuché susurrar en mi pecho- Hyung tu corazón late muy deprisa, ¿estas enfermo?

-Seguro, porque no es normal

-Tal vez debería mirarte tu compañero, ¿cómo era? ¡Himchan hyung!

-No creo que sea nada que él pueda curar

Noté como Junhong se estiraba en toda su longitud haciéndome sentir más pequeño de lo normal, lo sentí sobresaltarse y luego temblar, parecía que temía algo, se separó de mí y se sentó mirándome directamente a los ojos, al ver su cara me incorporé y me senté del mismo modo que él.

-Hyung-susurró y mi corazón se rompió porque parecía como un niño pequeño derrotado y triste- ¿está enamorado? Hyung…respóndame

Me quedé petrificado, ¿tan obvio era? ¿había notado que era de él o no?  Pensaba que mi corazón saldría corriendo de mi pecho y moriría allí mismo, pero no tenía yo tanta suerte.

-Hyung responda-sollozó-Yongguk respóndeme

-¿Cómo?-dije totalmente descolocado cuando usó mi nombre- Repítelo, ¿cómo me has llamado?

-Lo siento hyung, siento haber sido maleducado pero respóndame

-Te responderé cuando repitas mi nombre

-Yongguk-susurró sonrojado por la petición pero con sus ojos aun llenos de temor

-Sí, mucho, muchísimo

-Hyung está enamorado-sollozó mientras se giraba y me daba la espalda

Gateé hasta él y me senté muy cerca, mis brazos le rodearon y sentí como temblaba, apoyé mi cabeza en su hombro y pude ver su perfecto perfil, Junhong era tan hermoso, suspiré de pura felicidad.

-No seas así

-¿Y de quién? ¿De la muchacha bonita de la entrada? Hyung no puede amarla porque Seohyun está casada y eso no estaría bien

-No bobo, estoy enamorado de ti-sonreí- De tus ojos, de tu nariz, de tu voz tan robótica, de tu sonrisa, de tu pelo…sin importar el color, de tus manos, de tu sonrisa y de tu risa, de lo tonto que eres y de lo inteligente que eres a la vez, de cada fibra de tu cuerpo, de cada célula

Junhong cerró los ojos con fuerza y noté como dejaba de respirar, apretó sus manos con fuerza hincando sus uñas en su piel y tanta fuerza puso que vi como empezaba a asomar sangre, dejé de abrazarle y aparté sus manos de un manotazo, era imbécil, limpié la sangre con mis dedos y le miré enfurecido.

-Hyung ¿estás enamorado de mí?

-Sí, pero si llego a saber que es tan traumático como para que te hagas sangre no te lo digo

Mi espalda chocó contra el suelo y mi aliento se escapó cuando el peso del menor me aplastó, sus brazos envolvían mi cuello y su cara se hundía en mi pecho, ¿vale me he perdido, primero se hace sangre y ahora me abraza tan amoroso, en qué quedamos? Mi corazón se aceleró hasta límites inimaginables y tan alterado estaba que no noté la lluvia que comenzaba a precipitarse y mojaba nuestros cuerpos, su nariz me hacía cosquillas cuando asentía y tanto calor me dio que no noté el frio de la tormenta, a pesar de todo yo ardía y me sentía en paz.

-Hyung-dijo mientras su rostro se hacía visible

-Dime, oso amoroso

-Yongguk, bésame

Sus ojos chocolate eran pura electricidad que pasaban a los míos como los rayos que se formaban sobre nosotros, su aliento me parecía demasiado lejano y la distancia demasiada, no podía mentirme a mí mismo y decirme que yo fui el valiente cuando me acerqué porque él lo hizo todo, con un pequeño gesto los dos rodamos y quedé encima de él, su risa inundaba mis oídos solo provocaba más necesidad en mi interior, acaricié su mejilla con las yemas de mis dedos como si se fuera a romper mi corazón paró de latir y yo paré de respirar, sentí su manos agarrarse a los bordes de mi camiseta en anticipación, la distancia cada vez se hacía más corta y pronto nuestras frentes estuvieron juntas, nuestras narices se rozaban, nuestras respiraciones se mezclaban y solo fue cuando rocé sus labios que mi corazón volvió a latir, a correr y a saltar, solo los rozaba piel con piel pero esa ya era suficiente para provocarme y coma etílico.

Cuando sus manos viajaron hasta mi cuello y se aferraron a mi pelo provocando que me hundiera más en su boca miles de rayos cruzaron a través de mí y una tormenta se formó entre nosotros.

Fue mucho mejor de lo que había pensado.

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).