La pareja de novios se miraron, el mayor deposito un tierno beso en la cabellera de su pareja quien se sonrojaba por el contacto aunque tuvieran toda la vida conociéndose aún se avergonzaba al estar a su lado de esa manera.
—No te estamos juzgando es respetable lo que haces con tu pareja mientras ambos estén de acuerdo.— Argumentó Jae lanzandole un refresco, se giró hacia su novio para darle un beso en los labios.— Si te portas bien tal vez cumpla tus fantasias.
DaeHyun dio un pequeño salto de alegría abalanzándose a su novio para besarlo, los dos menores se pusieron de pie para golpearlos con las almohadas por ser tan cariñosos, el grupo de amigos vio una película llamada Pulp Fiction, una recomendación del novio del menor, comieron botana que la madre de Jun les llevaba, en la tarde JongUp tuvo que retirarse debido a que su novio lo invitó a salir, HimChan paso por su novio en su auto último modelo acaparando unas que otras miradas, la Sra Hana observaba como ese simpático joven de cabellos castaños subía al auto de un pelinegro.
—Él no es su novio, me agradaba.— Dijo en un suspiro abrazando a su esposo. — ¿No crees que ese hombre era muy mayor para Up?
—Cariño dejá de pensar en ese tipo de cosas.— El hombre le dio un beso en la frente volviendo a la fiesta.— Pero es muy guapo, viste su piel.
JunHong se dejó caer en la cama acomodando su cabeza en las piernas de su primo, DaeHyun había sido secuestrado por sus suegros debido a que querían presumir con el resto de la familia a su flamante yerno, el acreedor a una beca de excelencia en la Universidad más asediada de Japón, Jae peino el cabello sedoso de su primo mientras que con la otra mano cambiaba de canal al televisor, sin encontrar algo interesante.
—¿En serio vas hacer lo que te pidió Dae? —Cuestionó el menor llevando sus ojos al rostro de su compañero.— ¿lo quieres tanto?
—No es cuestión de demostrar cariño no estoy acostumbrado a esto de las relaciones físicas, tú sabes que él es mi primer novio, hemos crecido juntos que cuando estamos desnudos no siento vergüenza, creo que es interesante intentar cosas nuevas, no es algo por lo que me vaya ir al infierno.— Contestó dudosamente el mayor bajando la vista para mirarlo a los ojos — Si él lo desea no tengo problemas con hacerlo, la verdad he visto videos y no se ve tan complicado ¿Lo quieres intentar con Guk?
El rostro de jun se volvió rojo como un tomate, no estaba listo para dar un paso completo pero esa sería la acción que llevaría a cabo, afirmó escondiendo su rostro en sus brazos, no soportaba la pena.
—Eres un guarro.— Le molestó haciéndole cosquillas en el estómago.— ¿Qué tal la tiene? ¿Está grande?
—Mira quien es el guarro.— Contestó defendiéndose y contraatacando.— Le voy a decir a Dae que quieres usar juguetes.
Los dos primos iniciaron una guerra de almohadas.
Un taxi se estacionaba frente la casa de DaeHyun, un sonriente pelirrosa subió al auto no sin antes despedirse de su primo en el interior del vehículo un pelinegro abrió los brazos para recibirlo, le dio un ligero beso en la mejilla acto que molesto a Jun debido a que el estudiante buscaba un beso en los labios, Bang le indico la dirección al taxista quien miró varias veces por el retrovisor a la pareja, hacía gestos negativos, era obvio que JunHong con esa ropa lucia acorde a su edad mientras que Bang aparentaba su madurez, llegaron al objetivo el cual era frente a un viejo cine donde se exponen antiguas películas de arte.
—Si no quieres verla vamos a un cine convencional.— Argumento Bang pagandole al taxista quien le murmuró por debajo “Pervertido”, el pelinegro lo ignoro para continuar con la conversación con el menor quien admiraba el edifcio.— Tengo ganas de ver Selma o Imitation Game dicen que son películas muy buenas y están basados en eventos reales.
—Tengo curiosidad por ver peliculas viejitas.—Contestó colgándose del cuello del mayor para besarlo en los labios pasaron varios minutos de esa forma, abrazados a mitad de la acera con algunas personas curiosas volteando a mirarlas.— Estoy tan agradecido con mi primo por haberme ayudado a salir contigo, te he extrañado.
YongGuk despeinaba ese cabello llamativo para tomarlo de la mano y dirigirse a la taquilla donde eligieron comprar boletos para dos funciones, la primera era Guess Who’s comming to dinner una película de 1967, donde el tema principal era una sátira a la sociedad estadounidense y la discriminación racial, la segunda era Jezabel una novela dirigida por William Wyler y protagonizada por la temperamental Bette Davis, durante las proyecciones las pareja estuvo abrazada, el pelinegro le explicaba conceptos que el menor no conocía también intercambiaron varios besos, lo agradable de ir a ese cine era que las personas estaban interesadas en las tramas y no en las personas que estaban a su alrededor, por esa razón los novios disfrutaron de su mutua compañía.
—Yo haría lo mismo que Jezabel no dejaría que nadie estuviera a tu lado.— Dijo en tono bromista el pelirrosa colgándose del brazo de su amante mientras caminaban por las calles.—Creo que si me volvería despechado aunque no te pondría muchas trabas, nuestra relación es más como Joanna y Jhon, ya que no es bien vista ¿Qué te dijo el taxista?
—No tiene caso las personas reaccionan distinto cuando la realidad no cumple con sus ideales cuadrados.— Contestó jalandolo de la mano para guardarlo en sus brazos, sus manos se cernieron alrededor de su cintura JunHong una vez más se colgaba de su cuello, sus labios se unían en un apasionado beso.— ¿Qué importa lo que diga el resto de las personas si me quieres y yo te quiero.
Las orejas de Zelo se pintaron rojo carmín, era la primera vez que su flamante novio usaba la palabra querer, escondió su rostro en el arco de su cuello absorbiendo esa colonia varonil que tanto le gustaba, cuando lo abrazaba pudo ver su propio reflejo en escaparate de una tienda era notable la diferencia entre ambos, Bang usaba un pantalón de mezclilla, una camisa blanca y encima un saco que le daba un aire de adulto junto con sus típicos lentes mientras que él usaba una camisa amarilla llamativa, por encima su camisa de líneas blancas y azules hacían una combinación con su boina color mezclilla, y por último sus pantalones negros, vestía como un adolescente, al ver la combinación que hacen entendía por qué las personas volteaban a mirarlos.
—¿Te molesta? —Comentó aferrándose más al mayor quien levantó la ceja dudoso por esa extraña cuestión.— A tu lado me veo como un niño aunque la diferencia entre ambos es de seis años, fisicamente y por la manera de actuar te ves más maduro y yo más pequeño.
Bang comenzó andar jalando de l mano al pelirrosa para dirigirse a un pequeño jardín alejado del ríos de personas que pasaban por esa concurrida calle, al verse solo lo pego en un rincón para besarlo.
—Estoy conciente de tu edad, de lo distintos que somos pero he decidido ignorarlo porque solo me importa lo que me haces sentir,.— Confesó nerviosamente, por primera vez las mejillas del gran YongGuk se pintaban carmin, un color maravilloso para la creencia de Jun.— Para ambos todo esto es nuevo yo nunca había salido con un chico, no sé como actuar o tratarte, a veces dudo mucho pero tu eres un maravilloso ser que me ayuda a no equivocarme.
—No quiero quiero que seas cursi, es extraño en ti.— Lo alejó sonriendo tratando de tomar aire ya que la cercanía con el mayor le causaba un rara sensación en la piel.— Vamos a casa, estoy cansado y quiero dormir.
Bang soltó una carcajada para pasar el brazo por sus hombros la mano descendió hasta la cintura para abrazarlo por la espalda, su barbilla se recargaba en el hombro del pelirrosa quien no dejaba de sentirse avergonzado por aquella mancuerna que hacían, anduvieron por un parque unos minutos antes de tomar el metro de regreso al departamento de YongGuk, dentro del transporte no se abrazaron o tocaron debido a que había demasiada gente, al llegar a su estación nuevamente en la calle regresaron a tomarse de las manos cuando subían en el elevador, una vecina mujer los acompaño.
—Guk ese milagro que te dejas ver hace tiempo que no platicamos.— Comentó la guapa chica sacando un par de objetos de su bolsa, era pancakes caseros.— Los hice anoche es un regalo por haberme recomendado la escuela para Ken, le fascino el colegio.
—No hay problema NaEun, sabes que para eso son los vecinos me encanta tu pan horneado.— Contestó educadamente tomando los panes, la mujer era muy guapa, elegante, una ama de casa de revista.— La otra noche escuche que tenias un disco de Jazz ¿Crees que me lo puedas prestar no estoy seguro de quien es pero me encanto?
La castaña asintió con un leve rubor dibujada en sus mejillas, Jun se removió molest, era raro que YongGuk sostuviera una platica normal con otro ser humano además que tuvieran tanta afinidad, él había se había cruzado un par de veces en el pasado con la mujer, por lo poco que sabía era una chica separada de su esposo con un niño de 3 años, una mujer independiente, amable y realmente guapa, mordió el labio inferior al notar que la mujer se acercaba más a su novio.
—¿Otra vez estas de niñero? .—Cuestionó la mujer mirando a Jun de arriba hacia abajo.— Deberias poner tu negocio zacarias bastante dinero de eso.
—Tal vez en el futuro.— Finalizó Guk rascando su cabello nerviosamente, la mujer bajo un piso antes despidiéndose con una bella sonrisa cuando la pareja llegó a su destino Zelo comenzó a caminar rápidamente .— ¿Qué pasó? ¿Estas enojado?
—Es tarde y como soy un niño debo dormir antes de las 10.—Contestó sarcásticamente abriendo la puerta del departamento, Bang le había regalado una copia de sus llaves al adentrarse lanzó su mochila en el sillón.— ¿Por qué no le dijiste que era tu novio? No soy un mocoso que necesite niñera, ¿Qué hacías coqueteando con ella?
Bang cerró la puerta después de pasar por ella, cruzó las manos encima de su pecho para experimentar la primera escena de celos que el menor estaba planeando hacerle, no era nuevo en esas rabietas JiEun era una experta en esa clase de actuaciones, “Tal vez los hombres y las mujeres no sean tan diferentes cuando aman” su mirada se cruzó con los ojos rabiosos del pelirrosa.
—Es una vecina amable pero muy chismosa no es su intención pero siempre se le salen las cosas, no quiero que nuestra relación ande en boca de todo el edificio.— Habló calmadamente bajando los brazos para caminar en dirección del menor quien poco a poco desistió de su molestia.— Te ves tan hermoso cuando te enojas, tus hoyuelos me fascinan. ¿Celoso?
—¿Quién? ¿Yo? —Contestó con sorna señalandose, era vergonzoso admitir una rabieta de preescolar trató de alejar al mayor que intentaba abrazarlo.— No estoy de humor, sueltame.— Susurraba al sentir aquellos labios extraños sobre los suyos.— No me vas a contentar con besitos— Los labios se tocaron, sus lenguas se encontraron.— Deja..
Sus peticiones fueron arrastradas por el viento desapareciendo en la nada, se entregó a ese movimiento que los músculos del pelinegro le imponían, Bang arrastro al menor para sentarlo en su regazo después de caer en el sillón continuó acariciando su espalda deslizándose hasta llegar al borde de la camisa donde sus dedos se deslizaron por debajo de la prenda, al entrar en contacto con esa suave piel algo en su cuerpo despertó necesitaba más del contacto, sin razonar su movimiento le quitó la camisa dejándolo desnudo del torso, sus labios dieron inicio a un camino hambriento, su lengua delineo esos muslos que se contraen por el toque, Jun no se quedó atrás su entrepierna también ejecutaba un movimiento decadente le fascinaba la sensación de frotar su excitación con la del contrario, esa caricia era la confirmación de que ambos buscaban lo mismo.
—Deberíamos parar.— Trató de recobrar la cordura Bang pero Jun se lo impidió debido a que comenzaba a morder sus clavículas, esa húmeda lengua delinea los trazos de sus tatuajes, su camisa estaba desabotonada completamente unos dientes se clavaron en algunas secciones de su piel.— Me gustas mucho así que detente.
Bang al ver que no había contestación de su amante quien seguía restregando su entrepierna provocándole una gran ansiedad, sus dedos bajaron al cierre del pantalón contrario introdujo su mano en aquella mojada zona, sus dedos acariciaran la erguida extensión del pelirrosa, los pantalones como la ropa interior del estudiante se bajo a sus muslos, Bang deslizo sus manos por esa excitación, la masajeo causando espasmos en su amante quien tuvo que detener su caracias a causa de tal placer, sus gemidos se volvieron más sonoros trato de llevar sus manos a su boca para detenerlos pero no logró detenerlos, se sumergió en un mar de emociones que provocaban espasmos en su cuerpo.
—No es justo que termines todo de esta manera.— Decía en un puchero clavando sus uñas en la espalda del pelinegro, unas cuantas estocadas bastaron para que el menor se corriera en las manos del mayor, un ligero grito escapó de sus labios dejándose caer a lado de en el sillón.— Tú aún estás.
—No te preocupes ya se me bajará.— Contestó con una sonrisa tratando de evocar bellas imágenes que detuvieran su excitación, — Anda ve a cambiarte.
Jun se puso de pie pero se detuvo al ver la entrepierna de su pareja, siempre terminaban de esa manera Bang aliviando su estrés pero él manteniéndose intacto, de un ágil movimiento se arrodilló frente al mayor entre sus piernas, sus manos bajaron ese cierre y sin pensarlo comenzó a lamer aquella extensión que goteaba ansiosa, Bang trató de detenerlo pero las oleadas de placer que provocaban lo inmovilizaron se mantuvo quieto para disfrutar de esa temerosa caricia, era notable que Jun no estaba acostumbrado hacerlo, era un novato que se esforzaba por complacer.
—Usa tu lengua, no tus dientes.— Soltó un pequeño gemido para después morder sus labios. —No tienes que hacerlo, es algo sucio.
Jun no detuvo sus acciones solo se animo a continuar lamiendo ese pedazo de carne, el sabor amargo acapara sus pupilas pero algo en su interior encendía un fuego, una extraña sensación se hacía presente, la famoso lujuria se apodera de su mente, ese sentimiento de saber que ejecutas una acción erótica que rasguña tu vientre, que te pide más su lengua se deslizaba por esa zona mojada, lograba percibir su textura, la primera vez que lo introdujo en su cavidad bucal lo ahogó pero después de varios intentos descubrió el secreto, levantó la mirada para encontrarse con la imagen más perfecta, Bang mordía su labio inferior, sus ojos estaban entrecerrados, hundía sus uñas en el borde del sofá, la sensación de poder se implantó en su mente, sus dedos también acariciaron la base, la punta de su lengua se deslizó por esas delgadas membranas consiguiendo que el mayor se arquera.
—Quitante no me quiero venir en tu boca, por favor Zelo no puedo más. —Grito entre gemidos buscando alejar con sus manos al menor pero Jun no se detuvo hizo lo contrarío introdujo gran parte de ese pedazo para darle más placer. —No lo soportó, perdoname.
Un extraño líquido viscoso se apoderó de la boca de JunHong quien se retiró un poco, su sabor era amargo pero también tenía un condimento que lo hacía adicto, un hilo corrió por la comisura de sus labios Bang se agacho para limpiarlo, se encontraba apenado por no haber logrado controlarse, Zelo llevó sus dedos a su boca, esa situación es asquerosa para la mayoría de los seres humanos ¿pero alguna vez lo han probado? sólo quienes han realizado esa acción pueden juzgar su naturaleza, sólo ellos pueden explicar ese sentimiento de perversión que provoca el placer de hacer algo “sucio”.
—¿por qué no te quitaste? — Cuestionó sonrojado tratando de limpiar su propia esencia pero Jun lo detuvo, se colgó a su cuello para besarlo hambrientamente.— ¿te ha gustado?
—No ha sido desagradable y me gustaría repetirlo alguna vez.—Contestó besando, sus dedos se desplazaron por ese pecho para volver a besarlo, marcarlo. —Quiero intentar otros juegos, por favor no me abandones porque no creo poder hacer este tipo de cosas con alguien más, solo confio en ti.
JunHong abrió los ojos debido a que la luz del Sol filtrándose por la ventana no lo dejaba en paz, trató de moverse pero un un brazo posesivo lo agarraba de la cintura, giro un poco su rostro para toparse con la cara durmiente de su novio, Bang dormía con los labios abiertos, de vez encuanto un leve ronquido aparecía, su rostro era apacible, tranquilo, Jun movió sus piernas recordando que solo llevaba boxers al igual que su pareja, tal vez para muchos tener relaciones era esencial en sus noviazgos pero para Jun representaba perder el último velo de intimidad que poseía, porque por primera vez alguien lo desposaría de ese secreto que él guardaba, para algunos puede ser una tonteria pero para el adolescente era la puerta que le daría entrada a otro mundo, uno donde su inocencia, su pudor, su vergüenza desaparecería, quedaría literalmente desnudo ante alguien más, tenía que ser precavido porque ese alguien más podría ser un traidor o ser el dueño de toda su confianza, se escondió en los brazos del mayor absorbiendo su aroma, perdiéndose en esa esencia que sólo la piel de Guk transpiraba, “¿Es infantil decir que eres el amor de mi vida? ¿es tonto afirmar que solo te amaré a ti? No estoy seguro si mañana mis sentimientos cambiaran pero te puedo asegurar que en mi presente eres mi todo. ”
—¿A qué hora tienes que llegar a casa? —Una adormilada voz cuestionaba, Bang le dio un pequeño beso en ese cabello color chicle. —¿tenemos tiempo de ir a desayunar? Natasha me invitó y quiero presentarla, ella es mi hermana.
—Puedo hablar con Jae para que tengamos más tiempo, no creo que haya problema.— Contestó restregando su rostro en el pecho desnudo del pelinegro.— No quiero levantarme me gusta estar de esta manera contigo, te quiero mucho Gukkie.
Sus labios se encontraron para besarse jugaron un rato en las cobijas hasta que una llamada al mayor los detuvo, tuvieron que alistarse para salir, YongGuk usaba un pantalón de mezclilla algo roto, una camisa negra y encima una chamarra con estampados militares, sus típicos lentes negros mientras que JunHong llevaba un pantalón mezclilla doblado en la parte de abajo, una camisa con estampados hawaianos y zapatos negros, la pareja tomó un taxi, al llegar a su objetivo JunHong descubrió un grupo de amigos que no sabía que su pareja tuviera todos eran mayores que el mismo Bang, el sitio era un puesto de comida tradicional coreana, la mayor parte del establecimiento la ocupaba esa comitiva alegre, Jun fue arrastrado hacia la mesa principal donde fue presentado, los amigos de Natasha eran amables, divertidos, su forma de vestir y los tatuajes que llevaban podían intimidar pero Jun aprendió que no se puede juzgar a un libro por su portada.
—¿Guk que haces cuidando a tu alumno? —Cuestionó un chico inocentemente despeinando el cabello del mencionado, quien se sonrojo.—Son tan adorables los niños de secundaria aunque su altura es sorprendente.
—Tengo 18 años y dentro de un mes cumplo 19. —Mintió el pelirrosa desviando la mirada, para no ver la cara de desaprobación de su pareja, un coro de sorpresa salió de los labios de los presentes tomó asiento a lado de su amante tratando de esconder sus mejillas sonrojadas.— Lo siento.
La última frase fue dicha en un susurro inaudible para el resto quienes continuaron bromeando con el recién llegado, Bang le dio un beso en la frente a su hermana mientras felicitaba a su cuñado.
—Eres demasiado lindo para ser ya un estudiante de Universidad.— Agregó Sleepy untando mermelada a su pan. —Espero estes estudiando algo real y no sueñes como YongGuk con irte a recorrer el mundo.
—Eres tan joven, tu piel aún es la de un bebé.— Ahora secundo Maslo pellizcando las mejillas de Jun quien dio un brinco por la repentina caricia.— No te juntes tanto con Guk que puede pervertir tu inocente alma.
—Es mejor que lo dejen de molestar.— Agregó Guk dándole un manotazo a su amigo impidiéndole que tocará al menor—Es mi novio.— Confesó sin tapujos dándole un sorbo al jugo de su hermana provocando un puchero por parte de ella. — Espero que guarden sus palabras frente a él.
Una horda silbidos resonó por el minúsculo comercio, el mesero se acercó para registrar la orden de los presentes quienes peleaban por ordenar, Natasha intercambio lugar con Maslo para estar a lado izquierdo de Zelo, se presentó amablemente para después darle la bienvenida a la familia Jun en un inicio no notó la diferencia de edad entre los presentes y él pero conforme avanzaba la plática se fue perdiendo, existían términos, referencias, que no lograba entender, es como si hablaran en otro idioma, uno que no tenía reglas, groserías, algunas palabras en doble sentido escapaban de la boca de los mayores.
—¿Aburrido? ¿Cuántos años tienes en verdad? —Cuestionó la rubia platicando por debajo para que el resto no los escuchará.— Eres muy pequeño, ni siquiera tomas café, puedes confiar en mi.
—16 bueno el próximo mes cumplo 17.— Confesó, una perfecta O se dibujó en los labios de la mujer. —¿Hay algo malo?
La mujer negó pero su movimiento mentía, ese chico era demasiado joven para su hermano, lo más seguro es que era uno de sus estudiantes donde impartía clases, YongGuk se giró para atender un poco a su novio le dio un beso en los labios causando otro coro de silbidos, los presentes disfrutaron de sus platillos tradicionales algunos otros bebieron algo de alcohol aunque fuera de mañana, al terminar decidieron subir a la terraza el puesto de comida era propiedad de uno de los amigos de Natasha, mientras subían Guk fue detenido por su hermana quien lo arrastró a una habitación.
—¿Qué diablos estás haciendo? Es un niño, cuando me platicaste de él nunca mencionaste que fuera tan joven, le ganas con seis años es un adolescente.— Habló en tono alarmado, al ver el gesto de molestia de su hermano decidió calmarse.— Sé que te gusta pero puede ser peligroso para ti, es menor de edad.— Sus palabras se detuvieron al ver algunos moretones en el cuello de su hermano.— ¿No me digas que ya se acostaron? Puedes ir a la cárcel.
—No, todavia no lo hacemos sólo nos hemos dado un par de besos apasionados.— Se justificó nerviosamente, Natasha le dio un sape.— Yo también sé que es peligroso pero nada malo va pasar Zelo es más maduro de lo que piensas. —Se justificó tratando de sonreir. —No te preocupes nada malo va pasar.
Jun se deslizó por el pasillo para que los hermanos no descubrieran que había escuchado su conversación al llegar con el resto trato de encajar para que no se dieran cuenta que había mentido sobre su edad, lentamente fue entendiendo la dinámica del grupo, Maslo, Kuan y otros le dieron la oportunidad de incorporarse perfectamente, Bang llegó arrinconar en el barandal donde estaba parado el pelirrosa, lo abrazo de la espalda para iniciar inicio a una ronda de pequeños besos en el cuello.
—Zelo ¿Qué le has dado a nuestro Jepp? es la primera vez que actúa como un colegial enamorado.—Agregó CSP lanzándole una pequeña pelota al pelinegro, Bang la atrapó.— Creo que puedo morir feliz al saber que por fin te enamoraste de alguien.
Jun miró de reojo a su apenado novio, se colgó de su cuello para comenzar a besarlo mientras el resto volvía a molestarlos, las pláticas se extendieron hasta medio día, y la pareja tuvo que retirarse después que el menor recibiera una llamada de su madre, el estudiante se despidió de todos prometiendo volverse a encontrar cuando Maslo abriera su nuevo club nocturno, la pareja salió abrazada para recorrer las calles.
—¿En verdad eras muy frío con tus otras parejas? .— Cuestionó el menor deteniéndose en la parada del autobús para mirar de frente a su novio, beso su labio inferior. — ¿tuviste muchas novias?
—Pues no muchas ya te había dicho, pero nunca me agrado ser muy cariñoso públicamente.— Confesó llevando su mirada a otro punto del lugar, Jun se escondió en el arco de su cuello.— Contigo todo es diferente.