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Bang vs Zelo por ritsuka10

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YongGuk miraba por centésima vez la foto que estaba delante de él, era el momento clave para decidir qué hacer con su vida, una vez más revolvía su cabello sin saber qué decidir abrió sus manos colocando las palmas hacia arriba de un lado se encontraba el objetivo de toda su vida, su deseo de ser libre y viajar por el continente que tanto le apasionaba ganaba el suficiente dinero para viajar a Europa pero anhelaba vagar por aquellas tierras no como un ser sin trabajo sino realizando algo importante, la maestría le ayudaría a conocer más sitios, su vagancia tendría un sentido, en la otra mano solo se encontraba JunHong, su presencia, su sonrisa, labios y brillantes ojos.

—Soy estúpido al pensar que ese niño valga tanto como para olvidar mis deseos egoístas.— Cerró las manos en un puño se doblegó como si tuviera un terrible dolor en el abdomen.— No puedo olvidar quien soy, no debo tirar a la basura mis esfuerzos por una persona, yo no soy así,—Su voz se quebró.— Soy un adulto enfocado en sus aspiraciones profesionales y no un adolescente haciendo caso a sus hormonas.—Cubrió su rostro con sus manos.—¿Por qué JunHong apareciste en mi vida?

De un rápido movimiento se puso de pie tomando su chaqueta para salir del departamento no esperaría como desahuciado ver destruir sus sueños nunca antes había huido de sus errores terminaría con aquel enredo iniciado unos días antes siempre ante tus ojos estuvo la respuesta, él conocía su necesidad, su deseo, su anhelo, no permitiría que nadie le quitara aquella razón por la cual se levantaba todas las mañanas, el causante que su días se pintarán en colores claros y brillantes, recargo su frente el vidrio de la ventana de aquel taxi  miró el reloj que llevaba el conductor en el teclado todavía Jun estaba en el colegio cuando el vehículo se detuvo delante de una bella casa el pelinegro trato de arreglar su despeinado cabello, limpio su rostro con la manga de su saco se dirigió hacia la puerta principal con paso seguro era un adulto que aceptaría la consecuencia de sus actos, no se arrepentía ni un solo segundo de sus acciones realizadas en los meses anteriores, tres golpes en la madera atrajo a la mujer que recostaba a un niño en su cama.

—Buenos días señora Hana creo que debemos hablar.— El hombre mostraba un tono de voz seguro, decisivo, la mujer se tensó ante aquellos ojos repletos de madurez.— No voy a permitir que me separé de JunHong no importa lo que deba hacer pero lo mantendré a mi lado .

La mujer se quedó sorprendida ante la confesión se hizo a un lado para invitar al extraño a pasar, en el interior de la vivienda ambos tomaron asiento en la mesa de la cocina donde se miraron a la cara tal vez esos dos personajes eran los seres que más amaban a JunHong, y viceversa, eran conscientes que no debían ser rivales sino aliados, la Sra Hana conocía sobre las aspiraciones profesionales del profesor el director le había comentado sobre ellas por lo cual ella le rogó que no hablará con el comité de Becas de la Universidad tal vez de cierta manera no estaba lista para destruir el futuro de un hombre, que tal vez solo estaba enamorado.

—No es sencillo para mi hablar sobre mis sentimientos, nunca lo he hecho.— Dejó escapar un suspiro.— Quiero a su hijo como nunca antes pensé amar a alguien.— Levantó la frente mirando  el rostro de aquella mujer que trataba de entender el significado de aquellas frases.— Haré lo que usted pida, esperaré el tiempo que usted crea conveniente, quiero  a su hijo y busco permanecer a su lado.

—¿perdería su beca en el extranjero? ¿su tiempo por un sueño que tal vez sea una fantasía?.— Cuestionó, Bang levantó la ceja ante la segunda pregunta.— Usted tiene en claro lo que quiere de la vida pero mi hijo es un niño que ni siquiera ha decidido que estudiar ¿Nunca ha pensado que usted solo es una etapa? —Prosiguió poniendo algo de tensión en los hombros del pelinegro.—Cuando iba en el colegio conocí la historia de cómo una chica salió con un hombre mayor, quien dejó todo por la jovén pero esta lo abandonó al entrar a la Universidad, los adolescentes aún no comprenden la frase “para siempre” apenas descubren el mundo y no están conscientes de la amplitud del futuro.— La mujer colocó un móvil sobre la mesa pasándoselo al hombre.— Mi hijo tal vez en este momento corresponda a tus sentimientos pero eso no borra que sea un niño.

YongGuk sujetó aquel móvil para ver lo que la mujer le presentaba, el celular era un modelo nuevo, un regalo más del profesor comenzó a leer aquella conversación, cada palabra, cada broma le parecen un insulto a su ego, a su vanidad.

La primera parte era una imagen de la caja de un móvil.  

J-Hope: ¿Por qué el nuevo nick? ¿Nuevo celular?

Zelo: Regalo de mi novio, él me llama de esa manera jajaja soy bastante celoso.

J-Hope: Te envidio ¿Tu novio no tendrá un amigo que tenga complejo de lolita?

Zelo: Lo siento pero mi novio es el único con ese complejo hace poco vi un tenis geniales así que tendré que ponerme cariñoso para que me los compre.

J-Hope: Eres toda una bitch jajajaja

Zelo: Si quiere seguir pervirtiendo a este niño debe pagar el precio.

Bang no continuó leyendo no le afectaba la manera que se comunicaba con su amigo, ya que él a veces también bromeaba con HimChan pero la idea de que aquella relación solo fuera un juego para JunHong lo devastó, un inmenso temor opaco su optimismo no contaba con la suficiente confianza para asegurar que Zelo se quedaría para siempre a su lado, la rabia lo consumía al imaginar como en el futuro el menor lo dejará a la deriva después de que él perdiera su sueños.

—Si usted esta dispuesto en dejar a mi hijo yo hablaré con el director para que no levante queja.— La mujer tomó el móvil guardandolo en su ropa.— Al final ustedes se iban a separar tomé su beca váyase lejos y tal vez cuando vuelva si en verdad Jun lo ama se volverán a reunir. —Guk levantó la mirada para notar como la mujer lo retaba.— ¿O teme que sus sentimientos no sean lo suficientemente fuertes?

La pregunta fue como un balde de agua fria, Bang se levantó de golpe no podía contestar a esa pregunta, nuevamente se volvió un hombre inseguro de sus pensamientos torpe con sus movimientos detestaba la sensación de no poder controlar los eventos que lo afectaban, era desconcertante la forma que perdía el dominio de sus sentimientos, esa era la razón principal por la cual odiaba enamorarse, el ruido de una puerta abriéndose llamó la atención de la pareja quienes se giraron a ver al intruso.

—YongGuk ¿Has venido por mi?.— Grito emocionado el pelirrosa corriendo para colgarse del cuello del mayor.— No hagas caso a mi madre, ella miente.—Dijo molesto tratando de besar al mayor quien se mantuvo estático.— No necesito a mi familia puedo irme contigo.—  Bang dio un paso atrás él no permitiría que Jun abandonará a su Familia, era un niño que debía crecer a lado de sus padres.— Odio a mi madre por separarme de ti, la odio.

—Por favor JunHong no digas esas palabras.— Intervino la mujer con la mirada llorosa.— Eres mi hijo y quiero lo mejor para ti.

JongGuk notó aquella mirada de odio que el estudiante le regalaba a esa mujer se odió a sí mismo porque el sentimiento que percibía era alegría, emoción al saber que lo amaba de aquella manera, se aterro de sí mismo ¿Como podía avalar aquella muestra de rebeldía, de odio infundado? se odió a sí mismo, su cuerpo le pedía abrazar al joven, besarlo y llevárselo consigo mismo al fin del mundo pero con el tiempo el menor se arrepentiría, Bang se odiaría por aquella acción egoísta.

—He hecho un trato con tu madre.— Habló seriamente el hombre soltándose del abrazo.— Te he cambiado por mi beca en el extranjero.— Jun lo enfrentó nerviosamente.—El juego se ha terminado Zelo, la aventura llegó a su fin, no pienso abandonar mi suelo por ti,

—Mientes, sé que lo haces para que me quede con mi familia.—Le contestó con la voz quebradiza lo sujetó por el rostro para mirarlo a los ojo.— Me quieres y yo a ti no hagas caso al mundo solo mirame a mi, solo piensa por mi.

YongGuk se perdío en esos brillantes ojos haría lo que ese adolescente le pidiera seguiría sus órdenes al igual que una mascota a su amo, él mismo YongGuk no lograba controlar su cuerpo que le rogaba besar al rubio aquella sensación lo aterró, era un cobarde que odiaba ser manipulado.

—No entiendes que odio la persona que soy a tu lado me siento asqueado cada vez que las personas me miraban con desaprobación, ¿Cuantas personas no han juzgado? Muchas ¿Lo recuerdas? aquellos taxistas susurrandome “pervertido, enfermo ” no tienes ni idea lo mucho que he perdido.—Lo enfrento nervioso dando un paso hacia atrás.— ¿Quieres que pierda mi beca? ¿Buscas que deje todo por ti? ¿Que vaya a la cárcel por esta relación?.

—Si, no me importa esperarte él problema es de ellos, cuando yo esté en la Universidad podemos irnos  juntos a Europa, juntos construiremos todo, no pueden darte mucho tiempo en prisión.— Para Jun esas palabras eran sencillas era un niño lo suficiente fuerte para comerse el mundo.— Yo voy a estar bien y tú también te recuperarás.

YongGuk dio otro paso hacia atrás, “Dices yo, yo, como un niño tonto que piensa que todos deben sacrificarse por él, sé que en un futuro me dejarás porque yo no soy el hombre fuerte que tú crees que soy” llevo sus ojos a esa mujer a lado del estudiante, ella mas que nadie conocía a su hijo si ella dudaba que JunHong lo quisiera para siempre porque iba él a perder su sueño.

—No, no estoy dispuesto a volver a empezar.— le grito seriamente elevando la barbilla.— Solo eres una aventura, si por JiEun no dejé mi objetivo mucho menos por ti.— Su tono de voz era amarga.— Eres un lindo niño pero no pienso dejar mis sueños por ti, no eres el centro de mi Universo.

Dio otro par de pasos alejándose de esa imagen huiría como el cobarde que se sentía conocía la terquedad de Jun así que la única forma de evitar que lo siguiera era destrozando cualquier rastro de empatía no estaba realizando un acto de bondad sino de cobardía, egoísmo.

—¿Solo fui una aventura? —Cuestionó recibiendo una formación con la cabeza.—Mientes dime que mientes.—Lo sujeto de la barbilla para besarlo pero el mayor lo arrempujo su mirada era fría, sus ojos no tenían vida ni colores. —Tú no eres un cobarde, el YongGuk que yo amo no duda de sus ideales, es fuerte como una roca, un héroe a mitad de caos, tú eres un cobarde.

Unas terribles ganas de llorar se acumularon en los párpados del mayor, JunHong solo amaba su faceta de hombre fuerte pero no sentía atracción por su lado débil tarde o temprano su relación llegaría al final debido a que Bang también era un ser con áreas de oportunidad.

—Tú eres solo un niño con quien me diverti el tiempo que quise. —Su orgullo herido era quien emitía aquellos sonidos.—Me divertiste ya qeu te volviste una …

El sonido de un mano golpeando una mejilla  detuvo el discurso  del mayor.

—Lárgate de mi casa, largate y pudrete.—Le gritó ofendido el pelirrosa señalando la puerta.—Pudrete en el infierno maldito bastardo.  

Bang se dio media vuelta para salir de aquella casa su maldito orgullo había destrozado la única posibilidad de volver con JunHong ahora simplemente le quedaba un futuro vacío, gris debido que los colores brillantes se habían quedado en los ojos del estudiante. La Sra Hana quiso hablar con su hijo ella había presenciado un malentendido, la culpa lo carcomía por dentro trató de hablar pero unos brazos alrededor de su hombros la detuvieron.

—Lo siento mamá, perdóname por los insultos. —JunHong trataba de mantener a raya sus emociones estaba furioso pero no era justo desahogarse con su madre.—Lo siento pero debe ir a mi cuarto.

El menor entró a su habitación abatido tomó los objetos que decoraban los muebles los lanzó en el piso destruyendolos por la fuerza continuó con todo aquellos regalos que le recordaban al cobarde que lo había usado, estaba cansado harto de ser un niño utilizado por los adultos, buscaba despertar la rabia que aquellas palabras le tuvieron que haber creado pero no existía, la furia, el enojo había sido reemplazados por un dolor intenso que se expandía por todo su cuerpo inmovilizando sumergiendolo en la desesperación de un futuro incierto, no tenía ni idea como iba a despertar al día siguiente si la razón de andar había desaparecido.

—Te odio, te deseo lo peor que a un ser un humano le puede suceder ruego para que caigas en el fango y nunca te puedas levantar.— Se arrodilló en su cama uniendo sus manos, las lágrimas resbalaban por sus mejillas —Pudrete en el maldito infierno Bang YongGuk deseo que nunca alcances tu sueño que te quedes estancado en el lodo, muerete.— Comenzó a elevar la voz golpeando las colchas después las llevó a su cabello para  jalarlo desesperadamente.— Maldito bastardo sin escrúpulos maldigo el momento que nos cruzamos,  fuiste, eres y serás mi peor equivocación.

No pudo continuar con su discurso debido a que los sollozos se lo prohibian, el dolor lo estaba dejando incomunicado con la realidad lo arrastraba a un fondo donde los colores desaparecen, el calor se volvía nulo, solo matices grises lo rodeaban con un sensación de eterno frío que calaba hasta los huesos dejándolo sin posibilidad de levantarse dejó caer su rostro en las sabanas mientras sus manos las apretaba, no paraba de maldecir, no detenía sus ruegos para un final fatídico para el causante de esa soledad, nuevamente una punzada recorría su columna vertebral por segundos olvidaba su dolor pero después el sonido de sus sollozos le recordaban que su vida no sería la misma que antes, la cobardía humana de un hombre lo habían dejado a la deriva de un desastre, desnudo y sin las fuerzas para defenderse de una pelea desigual.

—Pudrete, pudrete maldito bastardo cobarde no has tenido los pantalones para defenderme.— Grito una vez más sumergido en el llanto.— Solo fui una maldita aventura que por cinco segundos disfrutaste poseer. —Saco su móvil para escribir algo.— Muerete.

El llanto fue el único sonido que se lograba escuchar en aquellas cuatro paredes para Jun, no sólo era su primera decepción amorosa también era la última vez que creería en el amor.

 

YongGuk estaba sentado en el sillón de su sala su vista se encontraba perdida en la luz que se filtraba por las cortinas, su mano presionaba fuertemente su camisa a la altura de su pecho, a veces parpadea para asegurarse que estuviera despierto nunca antes había tenido un nudo en la garganta como en ese momento cada vez que trataba de tomar algo de agua terminaba vomitando era la forma que su cuerpo le gritaba el dolor que estaba entregado a no sentir, su mente buscaba minimizar esa punzante herida abierta, el sonido de un mensaje arribando lo despertó, lo abrió sin leer el origen.

YongGuk te amo pero juró que de la misma forma que este sentimiento me consume en este momento lo reemplazaré por odio, prometo que nunca te perdonaré, vete lejos y nunca vuelvas, Adios

Dejo que el aparato se resbalará por sus dedos subió los pies  para abrazarse a ellos, el nudo que se había mantenido atorado en su pecho se había liberado en un mar de lágrimas, era la primera vez que experimentaba aquel sentimiento de fatalidad, él grandioso YongGuk siempre fue un hombre cabal que aceptaba la consecuencia de sus errores, sin remordimientos ni arrepentimientos, aceptando el castigo por sus pecados pero ese instante mientras leía aquellas líneas quiso volverse un niño indefenso para tener el derecho de llorar como ellos lo hacen, sin el miedo de ser juzgado escondió el rostro en sus manos, era la primera vez que experimentaba esas terribles ganas de cometer una estupidez pero el recuerdo de la realidad lo ataban  a ese sillón limpio sus mejillas húmedas levantó la barbilla, era un ser maduro que se había equivocado ahora solo debía levantarse y continuar con el camino que se le había trazado, los adultos no tienen la oportunidad de remendar sus errores, ellos no tienen el derecho que los niños tienen para acomodarlos, ya no existen segundas oportunidades por ser personas con experiencia deben entender la consecuencia de sus actos y aceptarlos, su cobardía había causado aquella fisura en su pecho por lo tanto él mismo debía caminar con el dolor ahogandolo.

 

HimChan abrazaba a su amigo en su rostro se dibujaba un gesto de incredulidad no comprendia por que el mayor se iba a EUA apenas unos días antes le había llamado para avisarle que se iría con uno hyungs a probar el sueño americano, esas acciones eran extrañas debido a que el hombre nunca antes tuvo intenciones de ir aquel continente.

—Bang ¿estas seguro de hacer eso? .—Cuestionó mirándolo a la cara.— ¿Qué paso con Jun? .—La mirada que le regalo el mayor le dio entender que no iba hablar de ese tema.— Buena suerte amigo.

—Cuida a JongUp ahora que ha decidido ser idol.— COntestó dándole un ligero beso en la frente.— Portate bien y cuidate seguimos en contacto debido a que necesito el dinero de Jepp.

Los dos amigos se despidieron con un movimiento de manos.

 

JongUp miraba el mensaje enviando por su amante levantó la cara preocupado sus ojos entraron en contacto con los de YoungJae quien entendió la información transmitida, este paso su brazo por los hombros de su primo quien comía tranquilamente.

—¿Jun no vas a decirnos que paso entre Guk y tu? .—Cuestionó el mayor de los tres detectado que el menor se tensaba.— YongGuk acaba de tomar un avión para …

—No vuelvan a mencionar su nombre en mi presencia.— Interrumpió levantándose de golpe.— Él está muerto para mi ¿A quedado claro?

Los dos presentes asintieron ante la orden no estaban muy seguros que le había pasado al menor pero aquel evento había cambiado completamente su comportamiento y sus ideales.

Notas finales:

Gracias por sus reviews!! No me asesinen por favor!! Viene una segunda temporada de solo 10 capitulos o tal vez menos!! El fic estará 6 años después de la despedida :D No olviden mañana unirse al Twitter para felicliar al profesor Bang por su cumpleaños ! 


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