Hueco Mundo
— ¡De qué nos sirve vivir en un pinche palacio si nos van a sacar de ahí! –Gritó Nnoitra mientras pateaba algo de arena; siguió quejándose mientras los demás inspeccionaban el lugar. Era un sitio bastante lejano a “Las Noches”, tenía la misma arena blanca con árboles muertos pero contenía una amplia cantidad de rocas, pilares y otros objetos extraños.
—Los sacamos para que no destruyan el lugar –dijo Tousen—. La segunda prueba será una demostración de fuerza y habilidad con la espada, pero tendrán que utilizar esos sellos- señaló a Szayel, quien portaba una bandeja con unos cinturones:
>>En primer lugar —les explicó Tousen, levantando uno de los sellos para que lo observaran todos—, el reiryoku deberá ser equitativo, así que ninguno tendrá ventaja sobre el otro. Y en segundo lugar, lo usarán toda la prueba con el fin de impedir que se maten a ustedes mismos utilizando su resurrección o el “Gran cero”, al menos hasta que Aizen-sama consiga el resto del Hogyoku.
— ¿A quién voy a matar? –Preguntó Grimmjow mirando a los Espadas y fracciones.
—A nadie. En cierto sentido… pelearán contra ustedes mismos. –Tousen le hizo una señal a Szayel y éste abrió una pequeña cajita que traía en la palma de su mano, sacó un espeso líquido morado y se lo arrojó a los desprevenidos Espadas.
— ¡Pero qué! –Nnoitra lo miró con asco tratando de quitarse la sustancia de encima—. Idiota rosado, si esto es lo que me imagino…
— ¡Ja! No se me había ocurrido, lo tomaré en cuenta. —Szayel sonrió y guiñó un ojo— pero lo mío no es morado, ¿eh?
— ¡Bastardo, te voy a empalar…! –Le gritó Grimmjow, Szayel lo interrumpió:
—Uy, ya quisieras empalarme pero con tu “espadón”, ¿verdad, pervertido?
Ulquiorra y Grimmjow se preparaban para lanzarle un cero a Szayel cuando comenzaron a salir clones suyos de la sustancia morada, 12 de cada uno.
—Permítanme explicarles antes de que traten de matarme: se encuentran bajo un efecto de mi resurrección. —Szayel guardó la cajita mientras los espectadores se alejaban hacia uno de los pilares—. Tuve suficiente sentido común para guardar un poco de la sustancia después de haber mostrado mi resurrección por primera vez. Por cierto, los clones tienen sus mismos poderes, y sin su poder sellado son aún más fuertes que ustedes, ¡diviértanse!
Se alejó hacia otro pilar, accionó una palanca y se activaron los pilares para formar una barrera, aislándolos del resto. Los clones de Ulquiorra y Grimmjow habían desenvainado sus espadas, los de Nnoitra se pusieron en posición de ataque.
—Administrador Tousen, ¿sus copias realmente son más fuertes que ellos? –Preguntó Harribel.
—Muy poco, y al igual que ellos, no pueden utilizar su resurrección ni el Gran cero. Parte de la prueba está en hacerles creer que están en peligro contra un número mayor de enemigos, queremos saber su reacción.
—Pero… ¿qué pasará si uno de ellos muere? –Preguntó Starrk.
—Dejarán de ser un problema. –Dijo Barragan.
—No, en realidad ninguno de ellos va a morir, si caen gravemente heridos y no pueden continuar, sus clones desaparecerán y ellos serán sacados del área. Simplemente habrán fallado la prueba.
—Asumo que sus clones no atacarán a otro Espada —siguió Harribel— pero, ¿no es peligroso ponerlos a pelear juntos?
—No debería ser peligroso, son camaradas, en algún momento podrían pelear espalda contra espalda, o eso quiero pensar, veamos si estoy en lo correcto.
Los clones tenían acorralados a sus originales.
Nnoitra se encontraba en el centro del área de prueba, repartiendo golpes a buena distancia, ya que sus clones tenían la misma arma de largo alcance. El traje que usaban era diferente, más parecido al que antes tenía cuando era 8va Espada. “Seguro el idiota de Szayel les cambió el traje, le gusta recordarme mi antiguo puesto, me las va a pagar…” pensó, luego se volvió más osado en sus ataques y comenzó a arriesgarse al bajar un poco la defensa; sus clones no tardaron en morir, uno a uno.
Grimmjow ya había eliminado a la mitad de sus clones, todos lo atacaban con la espada y él respondía con fieros ataques simultáneos, hiriendo a más de un individuo a la vez; incluso cuando recibía una herida sonreía con gusto, luego se giraba y seguía matando.
Ulquiorra se veía distraído, el entrenamiento con Tousen había dado frutos pero él seguía defendiéndose sin atacar, hiriendo ocasionalmente pero siempre guardando distancia, más de la necesaria. Recordó las palabras de Tousen y decapitó a un par de clones, pero tenía a tres a su espalda y lanzaron un golpe simultáneo, hiriéndolo profundamente.
Ulquiorra se tambaleó un poco, acercándose a los sitios en donde estaban los otros Espadas. Estaba a punto de recibir otros tres golpes cuando Grimmjow se le atravesó y los detuvo, diciendo:
— ¡No te estoy ayudando idiota, pero ya me aburrí de pelear conmigo mismo! —Nnoitra les lanzó su Zanpaku-tō mientras les gritaba:
— ¡Quítense de mi camino o los mataré! –Gritó Nnoitra, y siguió combatiendo a los 4 clones que le quedaban; Grimmjow le cortó el brazo a un clon, imaginando que era el verdadero Nnoitra, y se alejó. Ulquiorra no parecía seguro de las palabras de Grimmjow, pero le faltaban bastantes clones. Las palabras de Tousen resonaron a su mente, opacando la canción de acero que entonaban sus compañeros Espadas:
“¿Acaso Aizen no te dejó en claro que necesita un líder capaz de tomar iniciativa en combate?”
Ulquiorra sintió un fuerte hervor en el pecho que se extendió velozmente hasta sus brazos, en respuesta levantó la espada y comenzó una verdadera matanza: con sonido se apresuró a cortarle los brazos a los clones de su izquierda, dio la vuelta, y se lanzó contra las piernas a los clones de su derecha.
Los fue abatiendo, uno por uno, hasta que un clon comenzó a moverse con su misma rapidez; Ulquiorra danzó un buen rato con él, haciendo cantar sus espadas a una velocidad sin precedentes, lanzando ataques a las extremidades y evitando golpes mortales. Finalmente, esquivó un tajo y lanzó su mano derecha hacia el cuello del impostor, rebanándolo limpiamente.
La visión de la sangre lo hacía sentirse extraño, como si algún tipo de oscuridad creciera dentro de él y se retorciera en el centro de su reiryoku, parpadeó y notó que sus ojos le escocían terriblemente. Utilizó el reflejo de su espada para observarlos: la retina de sus ojos se había tornado verde y el iris amarillo, sus estigmas verdosos se volvieron más oscuros y mucho más gruesos. Su reflejo volvió a la normalidad en un instante, pero él estaba seguro de lo que vio.
Se deshizo la barrera y los testigos ingresaron al área de pruebas, Szayel se acercó a Grimmjow y trató de quitarle el sello de la cintura, pero después de ver su expresión decidió esperar a que los Espadas le entregaran los sellos por su propia mano.
—Pueden regresar, le enviaré a Aizen-sama las imágenes de su prueba —dijo Tousen.
Entre los testigos se encontraba Aaroniero en su forma de adjuchas con el casco puesto, Szayel lo ignoró mientras trataba de regresar al palacio lo más pronto posible, antes de…
— ¡¡¡Acepta mi amor!!! –La séptima Espada, poseedor del Sonido más veloz, se interpuso entre su ruta de escape y él.
—Maldita sea Zommari, ¡aquí no! —Szayel notó de reojo que Aaroniero se había quedado inmóvil. “Eso, que aprenda el imbécil” pensó, dio un amplio rodeo y evadió a Zommari, quien seguía cerrándole el paso.
El resto de Espadas había preferido ignorar el espectáculo anterior, Barragan no tenía a su fracción, así que desapareció en cuanto Tousen terminó de hablar, quien no tardó en desaparecer. Nnoitra se echó a Tesra al hombro como si fuera un saco de papas, miró triunfante a Ulquiorra y se marchó. Starrk fue arrastrado de regreso por Lilynette; Harribel detuvo las peleas de su fracción y la siguieron dócilmente.
A Grimmjow se lo llevaron cargando como si hubiera ganado un campeonato, miró a Ulquiorra, parpadeó y este desapareció. Se sorprendió un poco por la velocidad de su Sonido. <<No, a mí no me gana; hoy le salvé su pálido trasero, matar a uno de sus clones fue muy divertido>> pensó, pero otra voz surgió en su cabeza, otra que le costaba trabajo callar.
“Idiota. Si querías que perdiera… ¿por qué lo ayudaste?”.
.
.
.
Seireitei
—Aizen-sama, ¿puede escucharme? Acabamos de establecer una conexión segura con la sociedad de almas, no puede ser rastreada ni intervenida.
—Tousen, me estás llamando desde un celular.
—Sí… —Aizen lo interrumpió:
—Yo había ordenado un aparato que funcionara con partículas espirituales. En fin, después de observar el video, te diré sólo los aspectos relevantes de mi decisión. Estoy complacido de saber que mis Espadas pudieron vencer a sus clones sin utilizar todo su potencial, pero…
>>La mejoría en la 4ta es impresionante, sin embargo, no estaba lo suficientemente concentrado en la prueba y fue herido con mayor facilidad por sus oponentes.
>>El poder destructivo de Nnoitra me será útil, pero soy incapaz de imaginarlo al mando de “Las Noches”, no sabe guiar ni seguir órdenes, incluso atacó a sus compañeros por ponerse en su camino.
>>Grimmjow derrotó con mayor facilidad a sus clones, e incluso hizo algo que no creí propio de él: ayudar a un compañero, aunque haya alegado aburrimiento.
—Aizen-sama, ¿ha elegido al ganador?
—Paciencia Tousen, te enviaré el resumen y tú se lo harás llegar a los Espadas.
.
.
.
Hueco Mundo
Sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad de la habitación, al mirar a través de la ventana observaba a la lluvia caer y resbalar por la pulida superficie del cristal; lo cual formaba una sinfonía triste y monótona, pero hermosa. Un relámpago iluminó la estancia y por un instante observó…
…
En cuanto abrió los ojos, la delicada sinfonía de la lluvia llegó a su fin.
“Volví a soñar” pensó Ulquiorra mientras se levantaba de la cama.
Al mirar el reloj, supo que tenía algo de tiempo antes del entrenamiento. Iba por un libro cuando vio su bitácora abierta sobre su escritorio. Percibió residuos de reiatsu ajeno en ella, era un rastro muy escaso, casi nulo, pero tenía un poder sólo comparable al de un Espada. <<Pude haber muerto esta noche, pero se conformaron con leer mi bitácora, interesante>>.
Aún no escribía lo que había soñado con Aizen, la prueba que realizó con su propio cuerpo, etc. Y no quería que nadie se enterara de eso. No escribió nada y guardó su bitácora en un lugar oculto en la pared, después buscó el reiatsu en el resto de su habitación, detectándolo levemente en algunos de sus libros y en su tocadiscos. Luego de acostumbrarse al reiatsu ajeno, lo notó en otra parte, levantó la mano para percibirlo mejor y lo distinguió claramente en un mechón de cabello, el que caía a un costado de su rostro.
Alguien le había acariciado el cabello mientras dormía.
…
Horas antes, en el área de entrenamiento del palacio "Las Noches"
Grimmjow soltó una carcajada en cuanto terminó de leer la nota que mencionaba al ganador de la prueba con pequeñas aclaraciones de la decisión de Aizen.
— ¡REEEEEEEEEEY PANTEEEEEEERA! ¡GRIIIIIIIIIIMMJOW!
— ¡Reeeeeeeeeeey Panteeeeeeeeeera! ¡Griiiiiiiiiiimmjow!
— ¡REEEEEEY PANTEEEEEEERA! ¡GRIIIIIIIMMJOW!
— ¡REEEEEEEEY PANTEEEEEEERA! ¡GRIIIIIIIIIMMJOOOOOW!
Gritaban los miembros de su fracción a todo pulmón con los puños en el aire, aclamándo a su líder en la arena de entrenamiento después de que corrieran a patadas al mensajero. Grimmjow recibió sus alabanzas con una gigantesca sonrisa y enseguida les ordenó:
— ¡Muevan el culo si quieren fiesta con sake! –Su fracción gritó con más euforia al escuchar “sake”.
— ¿No se van a mover? ¡¡JA, entonces CORRAN!! –Grimmjow seguía sonriendo cuando se agazapó en la tierra de un modo felino para tomar impulso y comenzar la cacería, correteándolos a 4 “patas” era mucho más lento que al utilizar Sonido pero le recordaba sus raíces de adjuchas, el indiscutible rey pantera. Ya en la guarida, Nakeem le tendió un disco humano, diciendo:
— ¡Encontramos la música perfecta para el rey! El grupo se llama Pantera, vamos a probarlo. – Puso una canción para Grimmjow y le subió todo el volumen; de inmediato escucharon los intensos acordes de la guitarra eléctrica junto al estruendo de la batería.
— ¡Sí mi hermano, empezó la fiesta! –Gritó Yylforte mientras sacaba las botellas de sake y las iba repartiendo arrojándolas por el aire. Una le dio de lleno en la cara a Edrad y se estrelló en el piso, él lo miró con el ceño fruncido y los ojos muy abiertos… y empezaron a pelear.
Nadie se molestó en separarlos, todos estaban eufóricos por la noticia y la música era tan intensa que les hacía hervir la sangre y sentirse sedientos de pelea; entre tragos de sake, Di Roy le rompió una silla en la cabeza a Nakeem y el otro le respondió con una mesa, así que se pusieron a destrozar los muebles. Grimmjow les silbó a todos y les gritó:
— ¡A ver si pueden contra mí, el que me derribe tendrá un día libre!
Todos tomaron un largo trago de sake antes de arrojarse a la pelea, un ataque coordinado hubiera sido mucho más eficaz, pero ellos, a pesar de haber estado juntos como un grupo de adjuchas siempre peleaban de manera individual.
De esa forma, Grimmjow le soltó un rodillazo en el vientre a Edrad, se giró y le dio un puñetazo en la cara a Nakeem mientras evitaba la patada voladora de Di Roy, quien fue a estrellarse contra Shawlong y ambos derribaron a Yylforte, cayéndole encima.
— ¿Qué, es todo lo que tienen? ¡Vengan, quiero ver sangre! –Los animó Grimmjow.
Shawlong y Edrad lo atacaron en conjunto tratando de derribarlo, utilizando los puños, Grimmjow se defendía cuando sintió que le golpeaban fuertemente los tobillos y se encontró en el suelo; Yylforte había barrido el suelo con una patada y logró derribarlo. Nakeem se aventó desde un sillón y cayó encima de él, era como ser sepultado bajo un luchador de sumo.
Luego, el resto de la fracción se arrojó encima de Nakeem para hacerle bolita a Grimmjow: primero Edrad y luego Shawlong, aunque sería más exacto decir que Yylforte y Di Roy lo empujaron; luego Yylforte y al final Di Roy. Justo un instante después salieron volando por los aires, Grimmjow seguía siendo demasiado fuerte para ellos.
—Jaja, imbéciles, ¿querían asfixiarme? –Se fue al otro extremo del cuarto por una botella de sake, la destapó y se la tomó de un jalón. Su fracción seguía dispersa por toda la habitación, Edrad se levantó y le preguntó:
—Rey, si vamos a estar peleando ¿no podemos estar en el área de entrenamiento?
—Allá no hay sake, mi idiota hermano. –Replicó Yylforte.
—Tú cállate, pinche rapunzel. –Le respondió Di Roy desde el otro lado de la habitación.
—Jaja, ¡hermano, cómo defiendes a tu novio…! –le contestó Yylforte con tranquilidad.
—Ya mejor bésense –agregó Nakeem, Yylforte y Di Roy lo miraron con espanto y le aventaron lo primero que encontraron.
—Cállense, tengo una mejor idea. –Grimmjow sacó vasitos para shots y una mesita circular.
—Siiiiiiiiiiii ¡Verdad o reto, ojetes! –Gritó Di Roy. Se aproximaron a la mesa y se sentaron en el suelo, pusieron una botella vacía y la hicieron girar. Le tocó a Di Roy contra Edrad.
—Edrad ¿Verdad o reto?
—Reto.
—Llámale a Charlotte… dile que lo amas y que te lo quieres follar hasta que ponga los ojos en blanco –todos soltaron una sonora carcajada y lo miraban esperando su reacción.
— ¿En serio me lo tengo que follar?
—Te dijeron que le llamaras, si le quieres “coger” cariño es tu problema –le dijo Nakeem.
—Jajaja, imbécil –le enfatizó Grimmjow mientras le daba el teléfono- ponlo en altavoz y cualquier cosa que te diga, síguele el juego hasta que yo te diga cuando mandarlo al diablo. –Edrad tomó el teléfono y marcó el número, Charlotte contestó enseguida:
— ¿Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii?
— ¿Quién habla? –Preguntó Edrad, todos soltaron una risita ahogada.
—Ay shiiiiquito corazón, soy Charlotte Cuulhourne, ¿no escuchas mi sexy voz?
—Si… -Edrad tragó saliva y le dijo, con la voz muy baja-. Quiero follarte hasta que pongas los ojos en blanco.
—Uyyyyyyy me encantaría pero no sé quién eres, dime tu nombre, muñeco.- Edrad se puso rojo y miró a Grimmjow, éste le hizo una señal para que respondiera, Edrad sonrió y dijo:
—Soy fracción de Grimmjow, me llamo Di Roy Rinker. –Los demás se morían de risa mientras Di Roy lo miraba con ganas de matarlo.
— ¡Ayyyyy, mi dulce chiquillo! Pero si eres tan pequeño, ¿cómo me vas a follar así? Mejor te embarro de chocolate y te devoro lentamente, mi nene suculento. –Edrad sonrió ante la cara que puso Di Roy y siguió con el juego:
—Quería decirte que siempre te he amado y me encantaría que me dieras por detrás.
— ¡Oooohhhh! mi delicioso niño tan pervertido, ¡me encantas! Te voy a dar con todo mientras saboreo tu dulce piel, luego me voy a devorar el trocito de caramelo que tienes entre las piernas y después me vas a regresar el favorcito. –Grimmjow apenas podía contener las carcajadas, le escribió una nota a Edrad, él la leyó con rapidez y dijo sensualmente:
—Por desgracia mi hermoso Charlotte, Grimmjow no me deja salir a ninguna parte pero siempre estarás en mis sueños húmedos, te estaré observando cuando se reúnan los Espadas. Sólo estaré fingiendo cuando lo niegue o ponga mala cara. Te amo, adiós belleza mía. -Cuando colgó se desternillaron de risa y Edrad comenzó a reír hasta llorar.
—Jajaja, Edrad te regresó la jugada -decían unos-. Di Roy, aajajaajja, ¡te la metieron! –Se burlaron todos, riéndose hasta retorcerse en el piso.
— ¡Ya, sigamos! –Replicó Di Roy, rojo del coraje. Edrad giró la botella y le tocó Nakeem.
— ¿Verdad o reto?
—No, jódanse, elijo verdad. –Respondió Nakeem de inmediato.
—Sale… ¿tú te comiste mi sandwich?
—Edrad, ¿es lo mejor que puedes preguntar? –Le preguntó Shawlong.
— ¡Que no fui yo! –Le replicó Nakeem cruzándose de brazos.
— ¡Sé que fuiste tú, pinche…!
—Te jodes Edrad, sigues Nakeem. –Ordenó Grimmjow; giró la botella y le tocó Yylforte.
— ¿Verdad o reto, rapunzel? –Yylforte sonrió y dijo “Verdad”.
—No sean nenas, ¡digan reto! –Les reclamó Di Roy.
—A quienes te has follado de Las Noches, y ¿a quién te quieres follar?
— ¡Ja! Pregunta capciosa, soy pasivo así que no me he follado a nadie, aunque… -miró a Grimmjow con lascivia- me encantaría follarme a nuestro rey pantera. –Grimmjow le arrojó una botella, obviamente vacía, gritándole:
— ¡Sigue soñando! –Yylforte esquivó la botella y le guiñó un ojo.
—Jaaaa, ¡¡eres una pasiva!! –empezó Di Roy, y como nadie le siguió la corriente se cruzó de brazos. Yylforte giró la botella y le tocó Di Roy:
— ¿Verdad o reto, nene? Ajjaaj
—Tomaré el reto, perra.
—A ver si muy salsa, hermanito. Te reto a que le sueltes una patada en las bolas a Nnoitra.
—Yylforte… Nnoitra lo va a matar, mejor cambia el reto. –Le recriminó Shawlong.
—Bueno ya, entonces lígate a Tesra.
Fue un fracaso total, Tesra los vio y huyó por su vida en cuanto salieron de la habitación, así que regresaron y se olvidaron de ese juego para comenzar uno con cartas, bebiendo el número de shots correspondientes a la carta que les tocaba. No tardaron en quedar inconscientes. Excepto uno, quien sonreía por la suerte que tenía...
.
.
.
Seireitei
En los cuarteles de la Doceava división comenzó a sonar la alarma de alerta. Jidanbou, el guardián de la puerta oeste, fue derrotado por un shinigami de cabello naranja con una espada tan grande como él. Lo siguiente sucedió demasiado rápido, el intruso no tardó en enfrentarse a un capitán, quien le cortó un brazo al guardián y a él lo sacó del Seireitei. Los tenientes Kira y Hisagi se encontraban cerca, sin atreverse a hablar entre sí, probablemente debido al severo despertar de ambos; uno por la cruda del sake, y el otro por la triste realidad de un corazón roto.
“¿De verdad me gustaba Matsumoto? Es arrogante, vanidosa y holgazana, nada que ver con… No, Yumichika es igual que ella… que mal gusto tengo” pensó Hisagi.