Capítulo 5: Fue mi culpa
A la mañana siguiente lo primero que hice fue asomarme por mi ventana para ver que había cambiado en esta ocasión y tal como lo pensaba así fue, la hierba había crecido más, las enredaderas trepaban por las paredes de mi casa y las demás, también ahora había pequeños árboles que estaban surgiendo por todas partes.
-Vamos de mal en peor…oh es cierto, tengo que decirle a los demás lo que recordé, aunque…tal vez se molesten si se enteran que esto fue mi culpa.
Kuroko bajo al primer piso donde Akashi ya estaba reprimiendo a Kise por haberse quedado dormido durante su turno. El resto se estaba preparando para tomar algo de comer, por lo que decidió que una vez que terminaran les contaría lo que sabía, sin más que hacer el mismo decidió desayunar. Mientras el grupo estaba sentado, de pronto la luz se cortó desconcertándolos, Midorima se levantó para ver lo que pasaba y a través de la ventana vio a una rata huyendo de la casa.
-Parece que una de nuestras pequeñas amigas jugo con la caja de fusibles y logro quitarnos la electricidad que quedaba.
-¿Hay alguna otra forma de arreglarlo Midorima?
-No lo creo Akashi, ya de por si fue difícil arreglarla en principio, e igualmente si pudiese volver a arreglarla es probable que las ratas la destruyan de nuevo. Tendremos que quedarnos solo con la luz del fuego ahora.
-Me quedan un par de linternas en la habitación de mis padres, pero no creo que duren mucho tampoco.
-(Kise) Oh no es justo nada de esto, primero nos quedamos solos y ahora ya no hay luz, malditas ratas como las odio.
-(Kagami) Tendremos que acostumbrarnos, la parte buena es que aun contamos con otras cosas como la comida y el agua.
-(Aomine) Aun así somos demasiados, a pesar de todo lo que reunimos no será suficiente para demasiado tiempo, la situación sigue siendo critica, tenemos que encontrar una forma de volver a la normalidad. Solo una vez que lo hagamos podremos relajarnos.
-(Mura) Espero que cuando lo hagamos ya pueda comer dulces con tranquilidad.
-Deberías pensar en otras cosas que no sean dulces para variar.
-Lo sé, como saber quién nos ha hecho esto, es una situación de muy mal gusto.
-Ejem…chicos…
-¿Qué sucede Kurokocchi?
-…creo…que…todo esto…bien podría… ser mi culpa.
-… ¿Qué?
-Tetsuya explícate por favor ¿A qué te refieres con que esto es tu culpa?
Kuroko se levantó de la mesa y fue hasta la ventana viendo como el mundo entero seguía cambiando, exhalo resignado y se volvió a ver a sus amigos que seguían esperando una respuesta.
-Todo esto paso por lo del museo al que fuimos hace unos días. Recordaran todo el problema que causamos y lo molesto que estaba después de eso.
-(Aomine) Claro que lo recordamos, nunca nos esperamos esas reacciones de ti.
-El asunto es que en vez de irme hacia mi casa como les había dicho, solo estuve deambulando por el resto del día sin rumo fijo, pero cuando estaba por regresarme apareció un extraño sujeto.
-¿Quién era Kuro-chin?
-Dijo que se llamaba Aoba, parecía muy extraño, me hablo amistosamente y luego me dijo que podía cumplirme un deseo.
-(Kagami) ¿Un deseo? ¿Cómo un hada o un duende?
-Eso mismo pensé, no le creí en verdad, pensaba que solo era un loco o quizá estaba ebrio no estoy seguro, pero me convenció para que le pidiera un deseo. Lo hice y me dijo que el lunes mi deseo comenzaría a hacerse realidad y ese día fue cuando todos desaparecieron.
-(Midorima) ¿Qué fue lo que pediste?
-…Le pedí que deseaba estar lejos…en un lugar donde no me preocupara de basquetbol por un rato, un lugar donde pudiera estar en tranquilidad.
-¿Tranquilidad? Me atrevo a decir que te timo.
-(Akashi) ¿Por qué pediste eso?
-Estaba molesto con todos ustedes, lo último en lo que hubiera pensado es que esto se volvería realidad, aparte de eso, creo que ya se en donde estamos, o en que se está convirtiendo la ciudad.
Akashi abrió sus ojos muy grande al saber a qué se refería su amigo.
-No puede ser, es cierto, ahora recuerdo donde había visto esa flor.
-(Mura) ¿De qué hablan no entiendo? ¿En dónde se supone que estamos?
-…En la isla de Flores…
-¿Ah? ¿La exhibición del museo?
-Cuando fuimos ahí vi una flor falsa que era de esa isla. Es la misma planta que está creciendo en la entrada. Además las ratas gigantes que hemos visto estos días, son idénticas a las que mostraban ahí.
-(Kise) Akashi, ósea que el mundo entero se está convirtiendo en lo que vimos en la sala del museo.
-No creo que estemos en nuestro mundo. Si esto en verdad es un hechizo debemos estar atrapados en algo como un mundo alterno, uno que se está transformando en esa isla extraña.
-(Midorima) Akashi eso no suena a algo que tu dirías.
-Lo sé, ¿Pero qué otra explicación podría haber?
-¡Una que tenga lógica sencillamente!
-(Aomine) Él tiene razón, no podemos creer en una tontería como esa. Además aún hay una cosa que queda sin resolver. Si Kuroko fue quien pidió el deseo de estar lejos, ¡¿Por qué nosotros estamos aquí?! Sería más lógico que el fuera la única persona en este lugar debido a eso.
-Es una buena pregunta, Tetsuya, ¿A qué crees que pueda deberse?
-No lo sé, no tengo idea.
-Trata de recordar lo ocurrido esa noche, ese sujeto Aoba o como sea que se llame ¿Dijo alguna otra cosa? Como la manera de terminar con esto.
-Solo recuerdo que dijo que si hacia las cosas bien, no tendría nada que lamentar. Siempre que encontrara la forma de remediar lo que pedí.
-¿Nada que lamentar? No me gusta cómo suena eso Kurokocchi.
-(Kagami) Resumiendo, estamos viajando a un mundo prehistórico a causa de un deseo que Kuroko le pidió a un extraño, y él tiene que encontrar la forma de remediarlo o sino se arrepentirá por siempre, suena a que estaremos en graves problemas.
-¡Kurokocchi ¡¿Cómo pudiste pedir algo así?!
-¡¿Cómo sabría que se convertiría en realidad?! ¡¿Quién lo pensaría?!
-(Akashi) Escuchen no importa lo que haya pedido Tetsuya, lo que en verdad importa es solucionarlo, además si nosotros también hemos sido atrapados en este hechizo retorcido no creo que sea solo para disfrutar de la experiencia, debemos ser parte fundamental de esto o si no, no estaríamos aquí.
-No es justo Aka-chin no tengo intenciones de ser parte de esto.
-No tenemos elección Murasakibara, ya estamos en esto.
-(Aomine)…entonces…Kuroko…¿Cómo piensas solucionarlo?
-Yo, no tengo idea, pero creo que si queremos arreglar esto, debemos regresar al comienzo, no estamos embarcando a un mundo peligroso y misterioso del que no tenemos mucha información, sin embargo hay un lugar donde si podemos conseguirla, así sabremos lo que enfrentaremos. Tenemos que ir al Museo.
-(Midorima) No me parece una buena idea.
-Bueno debemos hacerlo ahora que es posible, los caminos están cubriéndose de plantas, si esto sigue así estoy seguro que eventualmente toda la ciudad desaparecerá hasta que estemos en medio de una selva.
-(Akashi) Tiene razón, es mejor saber que más va a aparecer próximamente a estar a ciegas. Puede que si vamos ahí también encontremos una pista que nos indique como terminar con esto. Dejaremos todo lo mejor protegido posible y partiremos, tampoco quiero permanecer mucho tiempo fuera.
-Ah…sigo pensando que es una mala idea.
El grupo aseguro la casa y después subieron en el auto para dirigirse al museo, si bien hasta el día anterior era posible cruzar sin mucha dificultad ahora había más obstáculos volviendo difícil el viaje. Luego de más de una hora de camino finalmente llegaron hasta el museo, en el lugar también habían crecido muchas plantas dándole un aspecto salvaje, todos entraron al edificio, por dentro también había cierto deterioro demostrándoles que de seguro en todos los edificios había cierto deterioro a excepción del que habitaban. Cuando finalmente llegaron a la sala de la exhibición esta ya había sido reordenada seguramente por las autoridades del museo, pero como en todos lados no había nadie salvo las representaciones.
-(Kagami) Entonces, con que a este mundo extraño es a donde nos dirigimos.
-(Akashi) Estoy seguro que todo lo que vemos aquí, aparecerá en una versión real dentro de poco tiempo.
-(Aomine) Pues la mayoría de estas criaturas no parecen tan amenazadoras.
-(Kuroko) Quizá deberías pensarlo mejor Aomine-kun, puede que las ratas no sean tan peligrosas, pero que haremos con los dragones de Komodo gigantes, así como esa cigüeñas que podrían ver a Murasakibara a los ojos.
-(Midorima) Los animales serán el menor de nuestro problemas.
-(Kise) ¿Cómo estas tan seguro?
-Miren estos dos hombrecillos de la exposición.
-(Kuroko) ¿Los hobbits?
-Se supone que son una especie humana aparte, pero a pesar de su pequeño tamaño, cazaba a estos animales, tenían sus armas y sabían manejar fuego. Si las ratas ya se han vuelto reales, ¿Cuánto tiempo tomara para que ellos también?
-(Akashi) Midorima tiene razón, si todo se vuelve real, ellos también lo harán y puede que sean un verdadero problema cuando lo hagan.
-(Kise) No veo porque serian un problema.
-(Kuroko) Pues yo sí, miren aquí sigue el letrero sobre la leyenda del Ebu gogo, si son la misma criatura, según la leyenda son agresivas y comían niños, lo que significaría un verdadero problema para nosotros.
-(Mura) Tal vez sea mejor irnos de aquí ahora que podemos, deberíamos regresar a la casa de Kuro-chin si no queremos toparnos con ninguna de estas cosas. En especial estas ratas tan grandes y feas.
-¡Yaj!
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Lo que Murasakibara pensaba era una réplica resulto ser una rata real que le gruño y salió corriendo perdiéndose en el museo. El chico ya se había recuperado del susto pero no consiguió evitar la mirada de burla de la mayoría.
-(Akashi) Bien, vámonos de aquí, antes de que otra rata te de un infarto.
Todos comenzaron a retirarse tranquilamente, ya sabían lo que verían en los próximos días, por lo que debían estar preparados, Kuroko se detuvo un momento cuando vio algo en el suelo que llamo su atención, se acercó, se agacho para tomarlo y volvió a levantarse.
-Una punta de flecha. Sin duda pertenece a la exhibición, pero es extraño que no la hayan visto, si es muy visible, ¿Cómo se les pudo quedar fuera?
Cuando Kuroko alzo su vista se dio cuenta de que estaba justo enfrente de una réplica de la gran cigüeña que era tan alta como el pelimorado, esta estaba rodeada por plantas falsas que hacían parecer una selva, por alguna razón se sintió hipnotizado al mirar los ojos, estaba seguro que eran falsos, más su extraño brillo hacia que se vieran muy reales. Cuando estaba tentado a tocarlo un grito por parte de Kagami lo hizo volver a la realidad, por lo que fue corriendo hacia la salida de la exhibición done lo esperaba su amigo con la punta de flecha aun en sus manos.
- ¿Qué estabas haciendo?
-Lo siento Kagami-kun, me distraje un poco es todo.
-No vuelvas a quedarte solo, me preocupas mucho cuando lo haces. Siento que puede haberte pasado algo malo.
-Descuida estoy bien, y no lo volveré a hacer, ahora ya puedes soltarme, me falta el aire con tu abrazo.
-Está bien, pero cuando lleguemos me dejaras darte un abrazo.
-No veo el problema, sabes tú y los demás están un poco raros últimamente.
-Podría ser (Kuroko, enserio que eres muy despistado, solo espero poder declararme antes que cualquiera de los otros).
Los chicos salieron de la exhibición dejando que las puertas de esta se cerraran, escuchándose el golpe de ambas al encajar. La exhibición había quedado de nuevo en silencio y solo se escuchaba la conversación de los chicos alejándose. La réplica de la cigüeña que Kuroko había visto seguía en ese lugar pareciendo ver hacia la nada, pero entonces los ojos de esta se cerraron y volvieron a abrirse, la cabeza volteo en dirección por donde se habían ido los chicos y entonces las patas se movieron, comenzando a avanzar en esa dirección. Tal parece que la réplica, no era precisamente eso.