Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Young, wild & Free por ritsuka10

[Reviews - 101]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

DaeHyun caminaba por ese largo pasillo que lo llevaba a su oficina ignoraba a los criados quienes hacia una reverencia cuando pasaba frente a ellos,  la mirada del líder se encontraba puesta en la lejanía, las manos a sus costados formaban puños donde la falta de sangre era notable, los presionaba con tal rabia que en cualquier segundo clavaría las uñas en su carne abrió la puerta con una patada levantó la vista para observar los enormes cuadros puestos sobre la pared a espaldas del escritorio, dos rostros que desconocía mientras en el centro la sonrisa de su padre se dibujaba como un juez burlándose de la suerte del desgraciado que ha enviado a la horca, el líder de Clan saco una de sus katanas para dirigirlas a su propia garganta.

—Si esta noche muriera tu legado desaparecería.— Le habló al hombre impreso en la pintura.— Maldigo el día que te volviste a cruzar en mi camino .—La hoja afilada del acero rozo con la morena piel.—Reniego de mi legado, me asquea llevar tu sangre en mis venas.—Un hilo rojo fue surgiendo por la herida abierta.—Espero te quemes en las llamas del infierno, que cada segundo te retuerces de dolor.—Se dejo caer al piso en rodillas.— ¿Por qué tuve que ser yo? ¿Porqué tengo que ser como tu? siempre te odie, te aborrecí, no quería convertirme en ti.—Levanto la mirada dejando caer la katana la cual creo un estruendo.—Tus palabras fueron mentira tengo el poder pero no puedo tenerlo a él, no puedo protegerlo, no puedo someterlo a mis caprichos aún cuando sea  doblemente más fuerte, quiero macillarlo con mis manos pero él escapa, él huye, él no quiere pertenecerme.

 

Un adolescente de cabellos negros es escoltado por cuatro hombres que lo dirigen por las largas salas de una mansión, sus pantalones de mezclilla rotos contrastaban con los trajes caros de sus guardias, usa una camisa negra junto con una chaqueta roja, sus captores se detuvieron ante unas puertas abiertas de par en par, dos féretros se encuentran acomodados a mitad de la elegante habitación, flores adornan el sitio, el ambiente endulzado por el incienso da un aire de nostalgia, una vieja foto de una lejana estampa familiar,  en el fondo en una silla como si fuera un rey se encontraba SeungRi, el amo, el señor del Clan Jung usaba un traje negro que hacia contraste esa colorida escena con coronas florales, la fatiga se dibuja en sus facciones levantó la vista al ver que su invitado especial acaba de arribar, se pone de pie para caminar en su dirección, DaeHyun dio un paso adelante curioso de conocer los cuerpos dentro de esas cajas mortuorias con decorados de oro como si se tratara de viejos faraones que han ascendido al cielo para convivir con los Dioses.

—Una reunión familiar algo silenciosa.—Habló el hombre extendiendo sus brazos.—Tal vez no recuerdes los rostros de tus hermanos mayores.—DaeHyun miró de reojo el rostro de uno de los fallecidos,no , no los recordaba pero si los conocía en las calles se hablaba mucho de esos hombres, de los herederos del Clan Jung.— Mis descendientes, estaba orgulloso en quienes se convirtieron pero ahora están muertos.— El gesto del hombre se endureció como si el recordar significará sentir, algo que tenia prohibido.— Mi socio los asesino porque intente traicionarlo.—Golpeó uno de las cajas tratando de mantener la calma.—Daños colaterales, él  me dijo.

—¿Para que me quieres?.— Le cuestiono el adolescente no sentía la mínima pena por ese hombre ni por los jóvenes envueltos en vendas dentro de los féretros.— No soy tu hijo, tú mismo me abandonaste en esa maldita pocilga.—Le enfrento sin mostrar miedo, ya no le temía.— ¿Quieres recobrar viejos lazos? déjame decirte que nada nos une.

El hombre dejó escapar una carcajada, se encontraba fascinado por el ser que se volvió su hijo, estiro su mano para tocar esa mejilla canela pero DaeHyun giró el rostro, el tacto era una llama quemando su piel, no odiaba a a ese hombre, simplemente no sentía nada, el haberlo dejado en ese Orfanato fue la mejor decisión gracias a ello conoció a Cara y Jae, ellos eran su familia, su motor para salir adelante, no era escupido le convenía llevar la fiesta en paz con ese hombre pero no quería verse unido a un Clan con una reputación tan sucia que asquearía a cualquier ser humano.

—No, no quiero hijos lo que necesito es un heredero.—Habló el sujeto llevando su palma a ese cabello negro.—Eres tan parecido a tu madre.—El rostro de DaeHyun se contrajo ante esa mención.—Cuando ella dio su vida para que nacieras pensé “mi hijo será fuerte como ella”, me llenará de orgullo porque sé que el destino es un niño caprichoso que te quita algo valioso pero te lo devolverá en una mejor envoltura.— Los dedos del hombre bajaron hasta llegar a tocar el lunar del ojo derecho.—Pero no fue así, fuiste un niño llorón, cobarde que se orinaba en los pantalones cuando le levantaba la voz siempre enfermando por cualquier detalle.— Apreso la mejilla clavando sus uñas.—Era imposible mirarte a la cara y no sentir rabia, ella murió para darme al peor de mis hijos, no valías ni un solo porcentaje de su esencia, me asqueabas, me enfermabas por eso quise matarte pero él dijo que no.—El hombre se dio media vuelta.—El asesino de tus hermanos me dijo que tenia que mantenerte con vida enviarte lejos donde pudieras aprender a vivir solo, que encontrarás el motivo para ser fuerte.—Los dedos de ese hombre de cabello negro vagaban por el contorno de uno de los ataúd.—La fuerza de un hombre proviene de su más grande debilidad.

DaeHyun observo como el hombre acariciaba una de las mejillas del chico que descansaba dentro del ataúd de color negro estiro su otra mano para delinear el rostro del chico que parecía dormir dentro de la caja roja, sus ojos se volvieron vidriosos, Seung mordido su labio inferior pasado unos segundos de pelear con su mente emitió una sonrisa, no poseía el derecho de llorar las muertes colaterales de sus errores, él pago un precio muy alto por una traición.

—Cuanta razón tenía ese hombre ahora eres más fuerte que cualquiera de ellos, te he visto pelear, enfrentarte a tus enemigos y salir victorioso.—SeungRi dejo de tocar a los muertos para volver a mirar a DaeHyun quien dio un paso hacia atrás.—Ahora eres mi único heredero, el imperio continuara bajo tus manos por eso te ofrezco regresar a casa, tomar tu lugar como mi hijo.

—No, no soy tu hijo, no pertenezco a esta mierda que te rodea no pienso seguir tu legado cargado de muerte.—Le gritó mirando a su alrededor no sería un asesino como su padre, en las calles se escuchaba sobre la bestia que habitaba en el cuerpo del líder del Clan Jung.— No pertenezco a esta familia, no soy tu hijo y no me interesa continuar con tu estúpido legado..—El chico saco un cuchillo guardado en su zapato para apuntar a la garganta de su padre.—Tú me abandonaste, tú me dejaste atrás, nunca forme parte de este sitio ni estoy ligado a ti, no dejaré que me conviertas en ti.

El hombre mayor emitió una sonrisa malévola fascinado por la respuesta, no le sorprendió, de hecho la aplaudía el tono que usaba para defender sus ideales era digno de ser su sucesor, DaeHyun sería un perfecto descendiente, llevaría su clan a un nivel diferente, lo sabia porque era su padre, porque eran iguales tal ves poseía los rasgos de su difunta esposa pero el  carácter del muchacho era una extensión del suyo, siempre a la defensiva, alerto.

—Niño escupido ¿Crees que toda la suerte que has tenido en ese maldito lugar ha sido por que el destino ha sido amable contigo? .—El hombre emitió una carcajada para burlarse de esa tonta inocencia se acercó más al adolescente.—He pagado una pequeña fortuna para que tus amiguitos y tu puedan jugar a ser los exploradores, tienen alas porque yo dejé que les crecieran, yo he procurado esa felicidad que percibes.—Acerco su mejilla a la punta de esa cuchillo.— Yo he observado tu evolución desde mi trono de huesos, yo formé tu destino, yo soy tu Dios, tu amo, tu dueño, tu padre.

La punta filosa de la arma blanca se fue encajo en la tersa piel del líder del Clan Jung, DaeHyun dejo caer el objeto para dar un par de pasos hacia atrás, no dudaba de sus palabras, en los últimos años se interrogaba su buena fortuna, Cara era hermosa, YoungJae bastante fastidioso y él era un hablador en el Orfanato pero nunca el director o sus hombres parecían estar interesados en venderlos o hacerles daño, solo los mandaban al agujero donde se escapaban con suma facilidad, una ráfaga de impotencia lo golpeo de frente, su buena fortuna se la debían a ese hombre, él continuaba cuidando sus pasos desde la lejanía.

—Pelearé, no dejaré que me domines.— Le escupió levantando la barbilla, desafiando al mayor quien parecía hartarse de sus berrinches.— Correré, huiré con ellos, no dejaré que me vuelvas en tu copia, no seré un asqueroso asesino que se regocija en el dolor ajeno, no seré como tú.

DaeHyun le soltó un golpe a su padre fue entonces que dos guardias lo sujetaron de los brazos, el hombre limpio la sangre que escapaba de su labio roto formo un puño para golpear el abdomen del adolescente, el aire escapó de los pulmones de Dae.

—Vas a regresar a casa y te convertirás en mi te guste o no.—Le escupió sujetándolo por la barbilla.—Si te niegas venderé a la hermosa Cara al peor prostíbulo de la zona, en ese lugar donde no tendrá paz ni descanso, sus clientes la mataran a golpes.—DaeHyun apretaba los labios enfadado.—Mientras a tu amado YoungJae lo enviaré al clan del bestiario, ¿no sabes quienes son? .—La mirada del adolescente se contrajo, una sonrisa se formo en sus labios de Seung.—Si los conoces ¿Verdad?, esos bastardos asquerosos disfrutan de abusar de sus presas, los atormentan  hasta llevarlos a la locura.—Clavo sus uñas en esa piel morena.—Lo más importante es que esos gusanos les excita tener publico y juró que te llevaré para que presencies en primera fila sus torturas.—Se aceró al rostro del menor.— Todos los días veras como tu precioso amigo es abusado, dañado y corrompido, una y otra vez sin tener el derecho de morir.—Los alientos de ambos seres se mezclo.— Así que hijo ¿Cuál es tu respuesta?

DaeHyun bajo la cabeza desgastado por el monologo que su padre dio, la idea de ver sufrir al ser que amaba lo agobiaba por lo único que existía era para procurar el futuro de sus dos amigos, de su única familia, los guardias lo dejaron caer de rodillas sobre el piso, fue ahí donde el menor miro la palma de sus manos que se abrieron ante sus ojos, era fuerte fisicamente, mentalmente pero no poseía poder, no tenía un ejercito de asesinos como su padre, si quería proteger a quien amaba debía obtener la capacidad de dominar a otros para que estos fungieran como escudos humanos que salva guardaran su tesoro.

—Te has dado cuenta ¿Verdad?—Seung se agacho para posar sus manos sobre las palmas abiertas de su hijo.—No basta con fuerza si quieres proteger a tus seres queridos de bestias como yo debes tener poder.—Posó sus palmas sobre las del adolescente para atraparlas.— Hijo lo que te ofrezco es una Familia de sanguinarios asesinos que son capaces de morir por ti, cuidaran lo que más amas cuando seas el mejor podrás tener lo que desees, nadie se opondrá, nadie te humillaré y nunca tendrás miedo.

 

 

DaeHyun levantó el rostro con las palmas abiertas para mirar el retrato de su padre sobre la pared, se puso de pie violentamente bufando de furia por haber traído esos viejos recuerdos a su cabeza aquella reunión fue el inicio de un duro entrenamiento a lado de su padre, ese hombre que sin querer le transmitió sus conocimientos y lo contagio con le veneno insertado en sus arterias,  ahora DaeHyun también era una bestia que no se conformaba con los litros de sangre a su alrededor, construyo un trono de esqueletos, pilas de muertos se formaban a su alrededor. 

—Aunque acepte tu no cumpliste tu palabra.—El chico se enfrento a la sonrisa narcisista de su padre sobre la pintura.— Vendiste a Cara y Jae al laboratorio subterráneo de Big Hit.—Tiró los objetos sobre la mesa.— Los usaron como ratas de laboratorio, experimentaron con ellos y les implantaron partes biónicas.

—Pero fue un destino más elegante que venderlos a burdeles donde les quitaran la inocencia, abusaran de ellos.—La figura de su padre apareció como un fantasma, una imagen distorsionada de la cansada mente del líder.— El asesino de tus hermanos, mi socio, dijo que los niños no serían gravemente lastimados ademas necesitaba tenerlos encerrados y lejos de ti, debía poner a prueba tu lealtad.— Aquella presencia tomó asiento sobre el escritorio donde no aparto sus rojos ojos del hombre de cabellos negros.— El sitio era dirigido por su hijo así que esos niños fueron usados como conejillos de indias pero estaban bien protegidos a diferencia de cuando volvieron contigo.—El hombre emitió una malévola sonrisa como si se regocijara por el dolor de su hijo.—Tuvieron suerte de salir ilesos después de que los laboratorios Big Hit explotaran y que fueran adoptados por una alma caritativa como Jepp.—DaeHyun bajó la cabeza para llevar las manos a sus oídos. — Tu fuiste el culpable de su secuestro cuando eran felices, tú, y tu estupidez mataron a Cara y abusaron de YoungJae, fueron tus enemigos quienes los secuestraron y no los míos.— Apretó sus labios.— Te liberaste de mi yugo después de saber que estaban vivos y a salvo pero fue tarde ya eras como yo, ya habías matado a sangre fría y cargabas con pecados ¿Recuerdas la noche que viniste llorando pidiendo ayuda?

El pelinegro miró esa sombra sus ojos rojos estaban inyectados por la rabia quiso gritar pero unos golpes en la puerta captaron su atención, bajo el umbral se encontraba Zico, su mano derecha.

— Es hora debemos ir a las oficinas del Comandante.— Habló seriamente, DaeHyun volvió su vista a donde se suponía que estaba el recuerdo de su padre pero este se había desvanecido.— ¿Te encuentras bien? 

DaeHyun llevó sus dedos a su cuello para limpiar la herida afirmó con la cabeza para levantar la katana y seguir al jefe de su guardia personal, a veces creía que se estaba volviendo loco, perdía la noción de la realidad, en sus momentos de desesperación el rostro de su padre aparecía como un mal consejero, sus remordimientos cobraba vida propia y usaban el rostro de su padre para recordar sus pecados, no poseía el derecho de darse golpes de pecho, disfruto cada asesinato, cada muerte, la maldad estaba encapsulada en la sangre heredada de su progenitor, nunca ni en otro camino podría cambiar su naturaleza, era hijo de una bestia y por lo tanto él también lo era.

 

 

JongUp movía las piernas al ritmo de la música desde el asiento trasero de la hummer H2 militar color negra mientras JunHong articulaba las palabras con sus labios imitando el rap de la canción, YoungJae golpeaba emocionado el contorno del volante de cuero, las bocinas se encontraban a reventar el vehículo era el pánico recorriendo las viejas calles de la zona Z, uno de los sitios más remotos de la metrópolis NeoQueen, un lugar alejado de cualquier rastro de civilización,  los viejos edificios daban muestra que en esos recónditos escondites que fungían como cuevas para que criminales o terroristas se escondieran de sus enemigos, la alcantarilla perfecta para las ratas traidoras. 

—Can’t stop, can’t stop.— Los integrantes del auto entonaban emocionados. —Run fast until everyone goes crazy, Oh la la shake it , shake it.—Gritaban las tres voces cuando el auto se adentro por estacionamiento, la canción Carnival era su favorita de una extinta banda del pasado . —Unitl everyone goes crazy.

La camioneta se detuvo en el quinto piso de la vieja edificación de un devastado estacionamiento, los chicos descendieron del auto para observar el sitio a su alrededor  el resto de los edificios estaban destrozados y los más altos no alcanzaban el cuarto nivel, ese era el sitio más alto de la área donde efectuarían el ataque, su objetivo estaba a menos de una cuadra escondido en una vieja bodega y tal vez varios androides de viejos modelos lo protegían. 

—Deben ponerse estos comunicadores son de corto alcance lamentablemente en esta sección de la ciudad las señales de los satelital están bloqueados por extrañas circunstancias.—Les paso los equipos electrónicos a su compañeros.— Voy a ser su torre de control, tengo un viejo sistema que funciona como radar para verificar las entradas y salidas de nuestra presa.—Saco un maletín que abrió dejando ver una computadora portátil.—Los comunicadores funcionan vía remota pero pueden sufrir de interferencias debido a la extraños pulsos electrónicos que surgen en viejos dispositivos eléctricos que hay en ciertos edificios.— Mordió su labio inferior.—Es una buena zona para esconderse.

—No te preocupes sabemos como trabaja cada uno así que no creo tengamos problemas.—Indico JongUp sacando su rifle de largo alcance para verificar la vista.—Yo iré por arriba mientras Jun ataca por el sótano.—Indico el peliplateado acomodando su equipo.—¿todo lo electrónico esta estropeado?

YoungJae asintió señalando su pantalla donde el mapa de coordenadas que se formaba en segundos sufría de problemas distorsionando la imagen, JunHong acomodo sus armas en los arneses de su espalda, la misión era sencilla pero tenia desconfianza por el terreno, es como si alguien los esperara ya que durante el trayecto no tuvieron problemas solo se enfrentaron a unos cuantos guardias que no eran muy buenos.

—Solo aparatos de vieja generaciones funcionan, algunas versiones antiguas de androides o robots pueden funcionar por medio de controles remoto pero de corto alcance, si son francotiradores van a ser modelos muy precarios. —Agregó el hacker acomodando sus cosas en el interior de la camioneta mostré un viejo celular.—Si hay un problema mayor puedo lanzar una alerta para pedir ayuda al grupo Moontos o alguno de nuestros dulces amantes.

JongUp rodó los ojos fastidiado no quería pedir ayuda a HimChan o alguna otra persona, era el líder de lo mafia que dominaba el mundo de las drogas debía mostrar fortaleza y no benevolencia, solicitar ayuda sería una muestra de debilidad, él no era débil, le coloco cargador a su pistola para prepararse a salir, el Sol comenzaba a esconderse en la lejanía el anuncio de un rojo atardecer, la oscuridad ayudaría a los dos atacantes en el momento del asalto, los tres amigos golpearon sus puños deseando suerte en su misión, Jun se dirigió hacia el elevador mientras que JongUp se disponía saltar al techo de edificio adjunto una de las ventajas de ser Twilight era su super velocidad, fuerza y tener más resistencia que el resto de los mortales.

 —Muy bien chicos en este momento alcanzo a distinguir varios androides colocados en el perímetro del techo.—Comentaba el pelinegro observando su pantalla.—Jun no sé que sean pero en las alcantarillas hay algo, ten cuidado no creo que sea algo mecánico.

JongUp bajaba por las escaleras del edificio a un lado de su objetivo de una patada tiro la puerta de una la habitación echo un vistazo por la ventana donde quito las cortinas y acomodo su rifle, los rayos naranjas de la atardecer fueron suplantados por los escasos pinceladas de la luna, la noche había caído, al enfocar la vista comenzó a dispararle a los francotiradores que resguardaban el techo donde su presa se esconda, JunHong caminaba por las largas alcantarillas donde el agua había desaparecido, eran viejos caminos bajo el suelo se pago a la pared al escuchar pasos, se adentro en una abertura cuando miro pasar a sus rivales chasqueo la lengua.

—Maldita sea son quimeras.— Habló seriamente presionando un botón para silenciar los disparos.—Quisiera saber porque los humanos quieren convertise en algo que no son.—Salir de su escondite después que cinco entes pasaran.—Una bala directamente en la cabeza como Jepp me enseño.

Accionó su arma colocando un disparo en las cabezas de las bestias olfateaban los rastros de enemigos, las quimeras eran el resultado que se obtengan cuando los humanos consumían una toxina llamada “Elixir  de la bestia”, era sustancia que contenía características de extintas especies como tigres, serpientes, águilas, etc, los hombres que se volvían adictos a esa droga al poco tiempo se volvían en zombies dominados por ese efecto, comúnmente los criminales lo usaban para aumentar su ventaja en las peleas callejeras, el clan Moontos no la comercializaba debido a que causaba psicosis en sus clientes volviéndolos inútiles para pagar por su consumo,  algunos mercenarios usaban a los dependientes de esa sustancia como carne de cañón en sus enfrentamientos ya que eran buenos dando batalla en un inicio, mientras Jun se deslizaba se encontró a varios enemigos pero todos eran débiles y nada peligrosos, hecho que aumento la desconfianza del menor quien se adentraba al sótano del edificio, la interferencia en la comunicación aumentaba y casi no alcanzaba a escuchar lo que Jae le indicaba de pronto entro a una sala no había nada en su interior más que una silla en la esquina, la vieja lampara alumbraba una sección de la área, Jun levantó su arma apuntando a ese punto alcanzaba a percibir una respiración ademas de la suya, escucho el golpeo de unos tacones en el piso de pronto la puerta a su espalda se sello al igual que otras salidas quedando encerrado, las focos pegados a los muros comenzaron a encenderse, la luz iluminó a la figura sentada en la mueble, tenia la mirada puesta en el piso, el largo cabello rojo tapa sus rostro, Jun le apuntó a la cabeza esperando que ese ente fuera otra quimera.

—Mi pequeño niño a regresado a casa.—La dulce de una mujer provino de sus labios rojos que se movieron para terminar formando una sonrisa, la mujer levanto el rostro, IU lucia hermosa en ese vestido blanco.—Mamá te ha extrañado mi pequeño tesoro.

 

Notas finales:

Gracias por sus reviews y por su espera, es un mini cap para saber un poco del pasado de Dae, disculpen si lo subí con errores, si tienen duda no olviden preguntarme en mi pag de facebook :D puedo ayudarles a entender el cap o como va la historia :D

No olviden amar a los conejos <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).