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Right from the start. por DanTamMu13

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Notas del capitulo:

Gracias a todos por leerme, y muchas gracias a MaruUchiha e Isabel que han leído y me han dado sus opiniones en cada capítulo. En verdad lo aprecio mucho.

 

Disfruten este cap.

Lo nuestro no marcha bien, yo que te voy a decir,

Si nuestro amor se acabó, así no podemos seguir

Tal vez mañana las cosas vayan peor,

Así que cada quién su lado, y me perdonas amor

No quiero lágrimas, no llores pequeña no es necesario

Porque sé que para ti esta relación fue un calvario,

Pasamos ratos felices, lo sé, nena, lo acepto

Pero a veces peleamos y lo que dijimos no fue correcto.

 

Pasaron los tres meses volando y pronto ya tuve que presentarme en la universidad para mi primer día de clases. El día se pasó excesivamente rápido, y había dicho que iría al club saliendo de clases; pero al poco me arrepentí y tomé la decisión de ir en la noche mientras ellos iban por su tiempo a solas, así que volví a casa.

 

Al llegar noté que habían llegado pues el auto estaba ya en la entra de la casa, no le tomé importancia y asumí que como ellos habrían hecho la comida, yo haría la cena y no tenía problema con ello tampoco.

Entré a la casa con mucha tranquilidad; pero al entrar escuché esa voz, esa voz que, a pesar de todo, todavía me enloquecía. Fingí demencia, y recordé que prometí no huir, y también me concienticé de que después de todo él era el hermano de Itachi, era normal que ocasionalmente convivan.

 

-        Ya llegué. – avisé sin mirar siquiera al pelinegro.

-        Hola, bienvenido, te esperábamos más tarde. – saludó mi hermano, entonces entendí que él estaba ahí porque yo llegaría 3 horas después.

-        Hola, pequeño, ¿cómo te fue? – me habló Itachi. Por eso lo quería, era cariñoso conmigo, y me cuidaba mucho.

-        Muy bien, fue divertido el día, y parece que será más difícil de lo que esperaba; pero eso es lo que más me gusta. – dije mientras les sonreía.

 

Tu cara triste me hace pensar que soy un monstruo,

Pero tú no eres un ángel, nena,

Y apuesto que esta decisión cayó de maravilla,

Pues tú querías lo mismo y no sabías como pedirla,

¿Qué nos pasó? No sé, sólo pasó,

¿Cómo pasó? No sé, sólo pasó.

 

-        Hola, Naruto. – me saludó de pronto.

-        Hola – saludé apenas. - ¿ya comieron? – pregunté hacia a los demás.

-        No, todavía no, se estaba terminando de hacer el estofado de Dei. – me dijo rápidamente Itachi.

-        Vale, me avisan cuando quieran comenzar.

-        No, quédate, por favor. – pidió Sasuke mientras se paraba de su asiento.

 

Lo miré fijamente, y miré a los demás presentes, quiénes no sabían que decir en ese preciso momento.

Dudé por un segundo si sería una buena idea, o si valdría la pena el quedarme con ellos, o si tal vez sería más sano el alejarme, aunque, por otro lado, dentro mío, moría de ganas por estar cinco minutos ahí, con él.

No contesté y accedí, sólo dejé mis cosas cerca de la entrada, al lado de un mueble que hay ahí, para no estorbar, y entonces y me senté frente a él, en el asiento al lado de su hermano, quién pronto posó su mano en mi hombro derecho para darme ánimos.

 

-        ¿Qué ha sido de ti en éstos meses? – preguntó Sasuke.

-        Nada interesante, sólo ejercicio y estar aquí. – contesté de verdad, tenía ganas de convivir con él.

-        Pero hoy fue su primer día de universidad. – anunció Itachi.

-        ¿Primer día? – preguntó sorprendido.

-        Chicos, los dejamos ponerse al día, iremos a terminar la comida. – atajó Deidara mientras se levantaba y jalaba a su pareja y se alejaban.

-        Sí, cambié de carrera ese otro día, y hoy comenzó la nueva.

-        ¿Y ahora qué es? – preguntó sin terminar de entender.

-        Diseño de videojuegos.

 

Que yo sepa el amor nunca termina,

Entonces el amor te llegará después, querida,

Y no te preocupes, sé que hallarás

A la pareja perfecta y que la amarás,

Y que darás todo tu amor hasta la muerte,

Te deseo lo mejor pequeña, ten mucha suerte.

 

-        Vaya, ¿por qué ese cambio tan radical? – parecía asombrado.

-        Verás, mi ex y yo terminamos hace casi medio año y necesitaba un cambio ya que era un poco imbécil. – conté como chiste mientras reía; pero al terminar entendí lo que había dicho y me preocupé un poco.

-        Entonces me parece la mejor decisión. – dijo mientras reía también, cosa que me tranquilizó muchísimo.

-        Ya, en serio, necesitaba un cambio total, ¿se nota mucho? – pregunté señalando un poco mi look.

-        Bastante; pero me gusta, te queda bien. – dijo sonriendo.

 

En ese momento no supe cómo reaccionar, había pasado mucho desde que había recibido un piropo suyo, no sabía cómo tomarlo, y él lo notó.

 

-        Perdón si fue incómodo. – se disculpó en cuanto vio mi confusión.

-        No, no te preocupes. – sonreí con naturalidad.

-        Me alegra que estés bien.

-        Gracias, ¿y tú? – pregunté con verdadera curiosidad. - ¿cómo estás?

-        Mejor, gracias, desde que mi ex me dejó tuve muchos meses complicados, ¿sabes? – dijo ahora él riendo.

-        ¿Tan mal te sentiste cuándo te dejó? – no me reí, ni sonreí, sólo bajé la mirada, y él entendió pronto.

-        Bastante; pero no podía esperar menos, ya estábamos muy mal, y es que él intentó todo porque funcionáramos; pero yo nunca lo noté hasta que ya no estaba a mi lado.

-        Supongo que no ha sido más fácil para él, en lo que a mí respecta desde lo de mi ex, bueno, creí estar bien, hasta que hace unos meses me lo encontré en la calle, y ese día regresé a llorar, ¿sabes? – ahora sonreí, con un dejo de tristeza.

-        Lo lamento, Naruto, te debo una disculpa por tantas cosas, tú te esforzabas porque estuviéramos bien y yo… yo sólo te gritaba, no te merecías eso, ya no podía más con eso, con hacerte tanto daño, no entendí nunca cuánto te herí hasta que ya no estabas, y en serio lo siento.

-        Sasuke – comencé tomando valor de no sé dónde. -, fuimos los dos, yo también te gritaba, tal vez intentaba con pequeños detalles; pero bueno, no me hace mejor que tú. Perdón.

 

Yo te deseo lo mejor,

Quiero que seas feliz, amor,

Porque conmigo tú no puedes serlo, no, no,

Yo te deseo lo mejor,

Quiero que seas feliz, amor,

Porque conmigo tú no puedes serlo, no, no.

 

-        ¿Ese fue el punto final a nuestra historia? – me preguntó sin verme.

-        No lo sé – admití. -, si algo aprendí, es que nunca debes decir nunca, no sé qué sucederá en diez años; pero al menos por ahora sí puedo decirte que no quiero regresar a eso. Si en unos años cambiamos, y estamos solos, y queremos intentarlo, ya lo veremos en ese momento.

 

Sasuke en ese momento se levantó de su asiento y fue hacia la cocina con los demás. Me dolió decirle eso; pero era la verdad, por ahora no quería estar a su lado, no quería más dolor, no quería repetir esa historia, era más que suficiente.

 

-        Vamos a comer. – me dijo Sasuke apenas asomándose a la sala.

 

Me levanté yo y fui al comedor, comimos todos juntos platicando y riendo, Sasuke y yo ya no hablamos después de eso; pero al menos ya nos habíamos disculpado por lo que habíamos hecho cada uno, y con eso bastaba por ahora.

Al terminar la comida yo me despedí y opté por ir en esta ocasión al club y los dejé a todos ahí, juntos en la sala.

 

No sé qué nos pasó, se perdió todo,

Los modos, la manera en que decías mi apodo,

Ni modo, sólo quedamos como un recuerdo que se perdió,

Tú lo intentaste, sí, después que lo intenté yo,

La vida tiene ciclos y nuestro amor ya se acabó,

Pa’que forzar algo que con el tiempo nos falló

Mi voz nunca engañó, tu voz nunca confió,

Y luego de nuestro se filtró tanto que reventó.

 

Al terminar mi sesión diaria regresé a casa y ya estaba sola, subí a mi habitación, y no lloré, no tenía ganas de hacerlo, me sentía sorprendentemente bien. Me quedé dormido muy pronto.

El resto de los días transcurrieron normal, no lo vi de nuevo.

 

-        ¿Fue muy raro? – preguntó un día Deidara.

-        No, bueno, al inicio; pero pudimos hablar bien. – dije en forma de agradecimiento.

-        Tenía miedo que fuera un problema, por eso lo veríamos mientras tú estuvieras fuera; pero nos tomaste tú por sorpresa.

-        No te apures, además, es tu cuñado, es normal que lo quieran ver.

-        ¿Tienes problemas si ocasionalmente viene? – preguntó Itachi ahora.

-        No, para nada, por mí no se preocupen.

 

En eso quedó la charla, sólo en eso, aun así, él ya no volvía. Y entonces lo entendí, el problema no era yo, sino era él, y me dejé de preocupar.

 

A los dos meses de estar en la carrera conocí finalmente a alguien más, alguien que por poco logra que olvida a Sasuke apenas lo vi de lejos, era un chico pelirrojo con un tatuaje en la frente, de ojos verdes. Él estudiaba conmigo, únicamente la materia de diseño de personajes.

 

-        Hola, mucho gusto, soy Sabaku no Gaara. – se acercó en algún momento a mí aquél chico.

-        Uzumaki Naruto. – saludé apenas.

-        Así que eres de nuevo ingreso, ¿no? – se sentó a mi lado con la mayor seguridad que jamás vi antes.

-        Sí, ¿tú no? – levanté al fin la mirada del trabajo que hacía y lo miré.

-        No, entré hace dos semestres; pero apenas me apeteció tomar esta clase.

-        Pues está bien, supongo.

 

En cuánto regresé a mi trabajo de la clase, él me miró con curiosidad, volteó a ver mi trabajo y no dejó de verlo al menos hasta que terminé la mitad del mismo.

 

-        ¿Te puedo ayudar en algo Sabaku no Gaara? – pregunté deteniendo mi trabajo.

-        Sí, ¿saldrías conmigo algún día? – preguntó con una confianza, una seguridad, y un tono de voz tan sensual, que estoy seguro que me sonrojé.

-        ¿Perdón?

-        Bueno, para empezar, me gustas, y te vi antes, el semestre anterior, no estabas en esta carrera; pero sí en la escuela, y tenías novio, así que pensé que tal vez podríamos salir juntos.

-        Lo pensaré, ¿de acuerdo? Ahora tengo que terminar mi trabajo.

-        Mejor no lo pienses, y vamos hoy, por un café, a charlar, y si no te gusto, no te vuelvo a molestar. – dijo mientras tapaba la hoja de trabajo con una mano.

-        ¿No me dejarás trabajar si no te digo que sí? – pregunté mirándolo frívolamente.

-        Así funciona – aseguró sonriendo. -, en la salida, por un café.

 

Apenas lo dijo y se levantó, salió del salón y se dirigió a su clase siguiente. Yo estaba atónito, ese chico era diferente, era llamativo y lo sabía, sabía que era apuesto y estaba tan seguro de ello que podía acercarse a cualquiera como lo hizo y le dirían que sí.

 

Espero que encuentres a alguien que valga la pena

Y que tenga modales a la hora de la cena, así lo decidiste,

Así lo decidí, no te echo la culpa, no me la eches a mí,

Sólo el destino sabe que es lo que nos espera

Sólo un camino por persona y cien primaveras

Que solíamos pasar cuando era puro amor,

Y a pesar de los problemas te deseo lo mejor.

 

Al salir ahí estaba el pelirrojo esperando por mí en la entrada de la universidad, y me di cuenta que era muy insistente, aunque no me molestaba en lo absoluto. Me acerqué a él con algo de indiferencia y me miró curioso.

 

-        ¿Ibas en serio? – cuestioné.

-        Claro que sí, vamos.

 

Me tomó el brazo a la altura de la muñeca y me llevó a un paso suave, sólo era un agarre para asegurarse que iba con él, más no me jalaba o lastimaba. Paramos cerca de mi casa, aunque no le diría eso, frente a una cafetería de temática retro, con automóviles donde podías sentarte a beber café o malteadas y tomar una comida ligera o sólo postre, mientras escuchabas rock de los 50’s.

 

-        Es mi cafetería favorita, ven. – dijo soltando mi muñeca, dejándome elegir si entrar o no. Y elegí seguirlo.

-        ¿Te gusta el rock de los 50’s? – pregunté anonadado, me gustaba mucho, aunque pocos sabían.

-        Bastante, y aquí me siento cómodo, ¿te gusta? ¿O prefieres otro lado? – al preguntar se detuvo en seco y me miró fijamente.

-        No, no, está perfecto, vamos.

 

Eligió sentarse en un auto, era un Chevrolet Styline 1952, y accedí fácilmente, era un auto hermoso, nos sentamos y cada cual pidió lo suyo, yo pedí una malteada de chocolate y un brownie de doble chocolate, y él pidió un café americano cargado y un sándwich de pavo.

 

-        Así que Uzumaki, ¿qué estudiabas antes?

-        Contaduría, era bueno en eso, supongo. – admití algo nervioso, hacía mucho que no salía en una cita.

-        ¡Qué cambio tan radical! ¿Qué te hizo cambiar?

-        Sólo necesitaba un cambio, sólo eso. – respondí casi automáticamente.

-        Hmm… me suena a algo complicado, vale, ya me tendrás la confianza después.

-        Suenas muy seguro de que habrá más salidas. – atajé.

-        De ser lo contrario, no estarías aquí. – me dijo sonriendo pícaramente, cosa que me erizó la piel.

-        Mejor dime, ¿cómo es que apenas te conozco?

-        No lo sé, cosas de la vida. – dije riendo.

-        Sí, supongo que sí; pero me alegra, en serio me gustas Uzumaki.

-        Llámame Naruto. – dije sonriendo.

-        ¿Entonces sí habrá más citas? – preguntó tentón.

-        Si no, no estaría aquí, ¿no?

 

La vida tiene instantes, y en este instante quiero decirte

Que fuiste mi vida, aunque estemos distantes,

Cosas pasan por algo, y por algo pasó lo nuestro

Dios quería enseñarme que él es todo un maestro

Ve y busca otra ilusión que la nuestra está perdida,

Y sólo recuerda esto, fuiste lo mejor de mi vida,

Hay mil salidas, tú escoge la correcta,

Y aunque no seas mía, sigo pensando que eres tan perfecta.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, y no olviden dejarme sus comentarios abajo (:


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