I really wanna stop
But I just gotta taste for it
I feel like I could fly with the ball on the moon
So honey, hold my hand, you, like making me wait fot it,
I feel I could die walking up to the room, oh yeah.
Pasaron un par de meses y Gaara y yo seguíamos saliendo, no éramos una pareja como tal, ya que no queríamos nada tan serio ambos; pero estábamos disfrutando salir juntos. Era agradable su compañía, era atento y me apreciaba, nos reíamos juntos, nos divertíamos, salíamos a todo tipo de lugares y ahora yo no llegaba mucho a casa. Me gustaba salir con él.
Todos en la universidad ya sabían que ahora salía con él, y aunque muchos no entendían como había dejado a Sasuke por Gaara, tampoco le daba importancia a eso, lo importante era que a mí me gustara salir con él, no que los demás me dieran su autorización.
Nos fuimos conociendo más, y ocasionalmente regresábamos a la cafetería dónde tuvimos nuestra primera cita, y en otras, en su mayoría, salíamos a conocer lugares nuevos.
Deidara e Itachi estaban felices de verme salir con alguien, de verme bien y relativamente feliz, digo, no estaba enamorado, ni mucho menos; pero por algún lado se comienza.
Late night watching televisión
But, how we get in this position?
It’s way to soon, I know this isn’t love
But I need to tell you something.
- ¿Te gusta mucho? – me preguntaba Deidara.
- Sí, ¿por qué? – respondía sonriendo.
- Nada más, no importa. – miró a Itachi, y entendí por qué lo preguntaban.
- Si lo dices por Sasuke, no quiero estar con él, no por ahora, y se lo dije a él, él sabe que, si algún día sucede de nuevo, será en un tiempo, no en este momento. – aseguré para salir de casa e ir al club.
No sabía a ciencia cierta cuál era el problema con Sasuke; pero tampoco tenía interés en saberlo, todo iba bien, y así quería mantenerlo, quería saber que era tener una relación normal, una donde te diviertes y sonríes, una donde no son llantos diarios, y con Gaara la tenía, no tenía porque mirar al pasado.
Tras mis 3 horas de rutina salí y Gaara ya me esperaba, con su sonrisa de siempre, y justo cuando llegué a saludarlo y darle un pequeño beso, vi como a lo lejos, yendo a casa, iba Sasuke. No supe si nos vio, y decidí irme de ahí con Gaara, a buscar otro sitio, o hacer algo diferente.
- Sí lo viste, ¿ja? – me dijo Gaara mientras nos alejábamos de ahí.
- Sí, no importa.
- Oye, tú y yo tenemos las cosas claras, yo sé lo que él representa para ti, y estoy bien con ello, sólo, ¿cómo te hizo sentir verlo?
- Raro, digo, me gustas; pero no estoy seguro de querer que él se entere.
- Descuida, lo entiendo, ven. – me tomó de la mano y corrimos por la calle buscando un restaurante en cuál comer algo, ya que siempre que salía, moría de hambre, y él me esperaba para comer conmigo.
Entramos al restaurante, y era muy casual, algo perfecto para la ocasión, así pedimos una mesa y ordenamos de inmediato, él sólo me miraba fijamente, sin expresión alguna.
- ¿Todo bien? – pregunté estirando una mano para que me diera la suya.
- Sí, digo, yo sé que dejamos las cosas claras desde el inicio; pero esperaba que con el paso del tiempo tu decisión cambiara, y no sé… a lo mejor tener algo más serio.
I really, really, really, really, really, really like you
And I want you, do you want me? Do you want me too?
I really, really, really, really, really, really like you
And I want you, do you want me? Do you want me too?
- Tú me dijiste que buscabas algo casual también. – atajé nervioso.
- Sí, quería estar contigo, te hubiera dicho lo que fuera por tener esta oportunidad.
- ¿Entonces sí buscabas algo serio? – tenía miedo, más del que admitía.
- Claro que lo quiero, por eso no salgo como otras personas, sólo contigo, porque quiero algo serio contigo, Naruto.
- Gaara, tú y yo lo hablamos y…
- Sé que no estás enamorado de mí como alguna vez lo estuviste de él; pero Naruto, dame una oportunidad, déjame demostrarte que no todos somos así, que no todas las relaciones son malas.
- Gaara, no creo que funcione, te quiero, y me gustas mucho; pero ¿y si él vuelve? Sé qué hace meses le dije que no regresaría; pero ya no estoy tan seguro, he cambiado, ¿por qué él no lo haría?
- Porque él nunca intentó tener algo bien contigo Naruto, en cinco años de relación nunca fuiste su prioridad, ¿qué te hace pensar que ahora sería diferente?
Eso me había dolido, había dado en el clavo, no estaba seguro que fuera diferente; pero tampoco estaba seguro de que fuera como antes; pero tenía miedo, y por eso no lo buscaba, por eso no lo intentaba.
- Está bien. – hablé un poco más bajo de lo usual.
- No, no quiero que lo aceptes por lástima, quiero que lo aceptes porque estés dispuesto a intentarlo.
- Está bien Gaara, lo intentaré, tienes razón, tengo miedo en ambos casos, ¿de acuerdo? Me da miedo que él no cambie, y me da terror que tú me lastimes.
- Naruto, en cualquier relación siempre habrá ese miedo, yo tampoco quiero salir lastimado; pero para eso debemos dar lo mejor de nosotros en la relación y esforzarnos para que funcione.
Oh, did I say too much?
I’m so in my head
When we’re out of touch
I really, really, really, really, really, really like you
And I want you, do you want me? Do you want me too?
Tenía tanta razón Gaara, que me dolió notarlo tan tarde, tan de golpe; pero la verdad es que no perdía nada intentando algo con él, si no funcionaba, no podría salir más lastimado de lo que salí con Sasuke, y si funciona, bien por ambos.
Desde ese momento Gaara y yo comenzamos una relación seria, algo más que un tiempo juntos y un par de risas, ya había exclusividad, ya teníamos el título oficial, y aunque era raro decirle novio o pareja a alguien que no fuese Sasuke, era bueno, era algo muy bueno.
- Naruto – me llamaba desde la puerta donde me esperaba todas las salidas.
- Ya voy. – le sonreí; pero lo noté raro, me acerqué rápidamente con mis cosas.
- Hoy no podré verte, hubo una situación en casa, nada muy grave; pero necesito estar ahí, ¿podrías perdonarme?
- Claro que sí, no te preocupes, ¿está todo bien?
- Sí, bueno, algo así, ya te contaré mañana.
- Cuídate. – dije al acercarme a darle un beso.
- Te quiero. – dijo en despedida y se fue.
No me había dejado responder, sólo se fue, así que fue al club enseguida y de ahí me dirigí a casa, después de todo, no tenía más que hacer, ya que diario lo veía.
La casa estaba vacía, así que me preparé algo de comer muy rápido y luego subí a hacer tarea, por primera vez temprano en meses, y luego me dispuse a dormir un largo tiempo, ya que últimamente no dormía tanto.
It’s like everything you say is a sweet revelation
All I wanna do is get into your head
Yeah, we could stay alone, you and me, and this temptation
Sipping on your lips, hanging on by thread, baby.
Desperté hasta la mañana siguiente y me alisté rápidamente para ir a la universidad, quería ver a Gaara y saber cómo estaba, después de todo, era mi novio, debía apoyarlo. Llegué a la universidad y noté que Gaara no aparecía, así que me acerqué a la oficina de dirección para preguntar por él, pues él entraba una hora antes que yo.
- Buenos días, disculpe, ¿podría decirme si el alumno Sabaku no Gaara vino a la universidad hoy? – pregunté a la secretaria, una chica linda, de cabello castaño, de suave voz, y usaba lentes.
- Claro, déjame revisar… - yo estaba ansioso y preocupado, no lo veía por ningún lado, y tampoco sabía de él. – No, no ha venido hoy, ¿te puedo ayudar en algo más?
- No, muchas gracias.
Fui a mi aula y me senté a pensar, pensaba en todos los posibles sucesos que pudieron llevarlo a faltar, él era muy responsable, debía ser algo de alta magnitud, algo importante.
Pasé todo el día solo, ya que sólo me llevaba con él, y fue cuando noté que tampoco era muy sana mi relación con él, y entré en pánico, ¿sería posible que el problema de las relaciones fuera yo?
Con esa duda rondando mi cabeza una y otra vez, casi no sentí las horas pasar, así, cuando menos me di cuenta ya era hora de salir y yo seguía con la misma interrogante.
Al salir vi a Gaara esperando en la puerta principal, corrí como reflejo hacia él, me sonrió, y le sonreí.
- Hola. – saludé y le besé.
- Hola, Naruto, lo siento, el problema fue más complicado de lo que pensé; pero ya se solucionó. – me avisó con tono de alivio.
- Me alegro, me preocupé mucho cuando supe que no habías venido a clases.
- No te preocupes, el lunes ya estaré aquí. – aseguró con una sonrisa.
- Vale. – en ese momento me cayó la noticia, era viernes.
- Naruto, ¿quieres ir al cine conmigo? Ahorita.
Con tan poco tiempo de aviso, sin preparar nada, todo de improvisto, sentí como algo en mí se movió, eso nunca lo habíamos intentado, siempre planeábamos algo, a lo mejor no todo; pero sí la mayoría.
- Vale, vamos. – dije sonriendo.
Late night watching televisión
But, how we get in this position?
It’s way to soon, I know this isn’t love
But I need to tell you something.
Tomó mi mochila y la cargó para meterla en su auto, el cuál apenas conocía, me abrió la puerta del copiloto y luego él subió.
- Hay una película de terror que se ve muy interesante, ¿vamos? – su tono de emoción me hizo sonrojar, y aunque no me gustaban las películas de terror, no quería quitarle ese gusto.
- Sí, por supuesto. – dije con toda la seguridad que pude reunir.
Al llegar al cine se acercó a la taquilla y compró los boletos mientras yo compraba las palomitas y refrescos para ambos, y así entramos a la película.
Durante la función yo me asustaba fácilmente, y él no se inmutaba, sólo reía de mis saltos y sustos, parecía que no tenía miedo a nada. Todo iba muy divertido, hasta que al final de la película, el último susto, no me lo esperé, y me atemoricé de tal modo que solté un par de lágrimas, las cuáles Gaara pasó por alto.
En ese momento me sentí incómodo, molesto; pero tenía la esperanza de que no las hubiera notado.
Salimos y al caminar hacia el auto, noté apenas que el cine era nuevo, y estaba en una zona muy familiar, miré a los alrededores, y era la misma calle donde Deidara me había recogido meses atrás, el dolor me inundó y me distancié un poco de Gaara.
Subimos al auto y en el trayecto derramé algunas lágrimas más por el recuerdo, las cuales ahora Gaara sí vio; pero no les tomó importancia, no preguntó, ni se preocupó en lo más mínimo. Al llegar a mi casa, no se tomó la molestia ni de despedirse, así que tomé mis cosas y salí del auto molesto, aún con lágrimas en el rostro.
Entré corriendo a la casa y para mi sorpresa Sasuke estaba ahí visitando a su hermano, no saludé siquiera, sólo corrí a mi habitación.
I really, really, really, really, really, really like you
And I want you, do you want me? Do you want me too?
I really, really, really, really, really, really like you
And I want you, do you want me? Do you want me too?
A los pocos minutos de haberme encerrado, llamaron a la puerta.
- ¿Sí? – pregunté.
- ¿Todo bien? – la voz de mi hermano preocupado me calmó.
- Sí.
Acto seguido abrieron la puerta, y volteé para buscar los brazos de mi hermano, y en su lugar, quién entraba era Sasuke, y dudé un poco si permitirle verme así o si pedirle que se fuera de la habitación.
- No estás bien, ¿puedo ayudarte en algo?
Su voz de alguna manera me tranquilizó, sólo me acerqué y me senté en la cama, cerca suyo, él se acercó a mí y me abrazó, y yo me dejé, sólo para romper en llanto al fin.