Con 16 años había entrado a la preparatoria Seirin, y había hecho de todo lo posible por convertirse en uno de los mejores jugadores de baloncesto en Japón. Ama sin duda ese deporte pero principalmente lo hacía por alcanzar a su prometido en la NBA de Japón.
Además de su virtud de desaparecer había tenido a los mejores maestros para entrenarle. Todos y cada uno de los miembros de la alabada “Generación de los milagros” habían estado a su cuidado desde que tenía 10 años, sin mencionar que Kagami no lo dejaba ni un segundo.
El entrenador de la liga estatal de Japón ya lo tenía en la mira, era un excelente jugador pero compasaba perfectamente con Aomine y Kagami, mas con el último ganándose últimamente los apodos “Luz y Sombra” ya que eso se consideraba Kuroko. Una sombra. El entrenador solo esperaría un poco más para reclutarlo a las ligas mayores.
Regreso a casa Kuroko estaba feliz, era viernes, él amaba los viernes. Los fines de semana eran los únicos en los que Kagami le dejaba quedarse a dormir en su casa ya que aún estaba la gran escusa de la escuela y que si quería que trabajaran juntos tendría que dar todo de sí. A estas alturas ya no le importaba mucho. 2 años, tan solo 2 años más y ellos se casarian, vivirían juntos, y… de alguna manera Kuroko quería darle hijos a Kagami. Ese era el único dilema ahora.
Saco la llave del departamento y abrió la puerta, entro y estaba todo en silencio, quizás Kagami aún no llegaba del entrenamiento, pero al entrar a la sala lo encontró tirado en el sillón profundamente dormido mientras balbuceaba algunas cosas, robo una sonrisa tierna en el rostro de Kuroko quien solo le acomodo el brazo y lo dejo dormir aún más.
Ellos habían pasado por varios partidos ya, victorias, derrotas, lagrimas… Pero finalmente estaban ahí, en los casilleros celebrando por haber ganado la Winter cup. El nunca había dejado de confiar en su sombra. Se había enamorado totalmente de su cara inexpresiva, de aquella actitud que solo le mostraba a él y nadie más.
Todos habían salido ya de ese lugar, casualmente solo estaban esperando ellos 2, cuando Mitobe y Koganei salieron, finalmente el pelirrojo se acerco
-O…oye… Kuro….
-Kagami-kun –Sonrió -¿Por qué sigues llamándome así?
Su sonrojo fue demasiado evidente, a pesar de que Kuroko ya estaba comenzando a llamarlo casualmente “Taiga” a él se le dificultaba más llamarlo por su nombre… debía de hacerlo pronto, cuando los 2 cumplieran 18 años, Kagami le pediría que se casara con él.
-Taiyu…
El olor a comida le despertó, nuevamente ese sueño en el que ellos 2 tenían la misma edad, quizás aun en el fondo se sentía mal por haber corrompido a un niño de 10 años, a diferencia era de 8 años, actualmente su pequeño prometido con 16 y el con 24… ya no parecía tanta la diferencia.
Se levantó y miro ese sexy cuerpo, con un short, camisa de tirantes floja y un delantal negro con encaje blanco, él sabía que lo hacía a propósito. Lo abrazo por la espalda y le dio un beso en el cuello.
-¿Esta lista la comida?
-Estará lista pronto, lleva primero los hielos y la fruta, yo llevare lo demás
-¿Por qué no yo?
-Porque la última vez que lo hiciste terminaste quemándote y quebrando dos platos
-No tenías que ser tan cruel Tetsuya
-A veces Taiga-kun lo pide a gritos
Kagami soltó una risa, tomo 2 platos pequeños y los llevo hasta la mesa, desde ahí miro a Kuroko, tan delgado y lindo, su pequeño niño definitivamente ahora era un hombre, podía tener esas características pero en verdad era un sinvergüenza que se la pasaba burlándose de los demás.
-Hoy tuve un sueño raro
-¿Qué soñaste?
-Soñé contigo… bueno, algo así
Kuroko dejo los platos que tenía en la mano para ponerle atención
-¿Algo así? –Frunció el ceño -¿Estás diciendo que no era yo? –Puso una cara seria, lo que provoco que Kagami se tensara
-No es como lo piensas
-ah ¿No? –La cara de celos de Kuroko era épica, tomo 2 vasos y se dirigía hacia la mesa con un aire molesto cuando Kagami continuo
-Eras tu pero, tu pelo era de un color más fuerte, y tu nombre era Kuroko Taiyu
Kuroko dejó caer los vasos que por suerte no se rompieron al caer sobre un pedazo de alfombra, Kagami no paso eso por desapercibido y comenzó a temblar levemente, “Su niño” ya se habia puesto celoso anteriormente y digamos que no le habia dejado con ganas de volverle a pasar por inseguridades.
-Taiga-kun…
-¡Te lo juro que no tengo ni idea de quien sea esa persona!
-Taiga…
-¡Quizás sea algo de mi imaginación oh algo asi!
-Tai…
-¡Yo no conozco a alguien así!...
-Yo si… -Dijo Kuroko con el semblante triste
Kagami le miro también con tristeza ¿Habia echo algo malo? Quizas era un amigo íntimo de Kuroko y el como todo un buen idiota ya le estaba diciendo que habia soñado con el
-Kuroko Taiyu es mi hermano mayor…
-¿Tu hermano mayor?
-Dime Taiga-kun, ¿Desde cuando tienes esos sueños?
-Tu no tienes un hermano mayor
-Solo responde
Kagami pensó unos segundos
-Poco después de que te conocí
-¿Y soñabas que tú y yo teníamos la misma edad? –Kagami abrió los ojos grande – ¿Que entrabamos juntos a la preparatoria seirin? ¿Qué yo había estado en Teiko y pertenecido de alguna manera a la generación de los milagros?
Kagami le miro pensativo y triste. Y luego asintió con la cabeza.
-Sabes Taiga-kun… yo eh tenido el mismo sueño desde que te conocí. Teiyu… era mi hermano mayor, el… -Jugueteaba nervioso con su delantal –Murió cuando tenía 6 años, un problema en el corazón. 2 años después de duelo nací yo… Kagami-kun yo…
“Kagami-kun” Cuando Kuroko lo llamaba así era por que las cosas estaban por ponerse mal. Y asi fue; Kuroko empezó a llorar.
-Kagami-kun yo solo… eh estado usurpando la vida de mi hermano mayor, mis amigos… ellos deberían ser sus amigos…. Akashi-kun… Midorima… Aomine… Kise…Murasakibara-kun… incluso… -Gruesas lagrimas salieron por sus ojos –Incluso Kagami-kun era de Taiyu…
-¡NO! –Kagami grito
-Taiyu actualmente tendría tu edad, si el siguiera vivo yo no estaría contigo
-Con todo respeto a la memoria de tu hermano, Tetsuya yo te amo a ti
-Pero si mi hermano no hubiera muerto… -Sollozaba
-¡Te estoy diciendo que no! –Tomo su rostro para verse a los ojos –Kuroko TETSUYA… Yo te amo a ti
Acercándose a sus labios lo comenzó a besar lenta y delicadamente, las lágrimas seguían saliendo, los labios de Kagami también atendían sus mejillas limpiándolas con los mismos, lo tomo de las piernas lo levanto cargándolo.
-A…ahora… vamos a comer –Trataba de sonreír pero no podía.
-Si Tetsuya, voy a comer –Lo recostó en la mesa, desato el delantal, quito su camisa y su short, a pesar de las protestas de Kuroko, no hacía caso.
Comenzó a besar sus pezones, lamia y chupaba con un poco de fiereza. No toleraba ver a su niño llorar, no desde aquella vez que casi lo pierde. Se había prometido hacerlo feliz, jamás engañarlo, jamás crear en el dudas oh inseguridades. Ahora el sentía celos de una persona que ni siquiera estaba ahí.
Con su lengua recorrió su vientre hasta llegar a su cadera, besando y lamiendo hasta llegar al pelvis donde se encontró con su miembro totalmente despierto y duro, ya salía un poco de líquido preseminal, lamiendo primero un poco la punta, quería comenzar poco a poco, torturarlo con el placer hasta que rogara por más. Sentía claramente el cómo arqueaba su espalda. Después lamio desde la base hasta la punta y viceversa, al regresar bajo un poco más a sus testículos, dando pequeñas lamidas para después volver a lamer todo el falo, finalmente metiéndoselo a la boca. Los gemidos de Kuroko le demostraban que estaba haciendo un buen trabajo, lo metía lo más que podía, podía sentir como Kuroko gemía mas si llegaba a su garganta y succionaba con fuerza, sus dedos se fueron a la entrada estrecha que clamaba por ser atendida también, 1, 2, 3 dedos fueron suficientes para que lograra acostumbrarse, minutos después Kagami sintió su garganta llenarse por aquel liquido caliente.
Kuroko respiraba agitadamente con su brazo pegado a la boca, Kagami lo miro intensamente y luego trago. Retiro el brazo de su boca y lamio la saliva que se había provocado debido a la fuerte mordida que había servido para que no gritara más.
-Buen provecho –sonrió Kagami aun lamiendo sus dedos
Kuroko estaba rojo hasta las orejas, sus ojos llorosos y su pequeña boca apetecible… sin mencionar como se miraba su entrada…
-Kagami-kun…. Por favor…
Kagami lo levanto y poso su miembro en la entrada del menor. Kuroko cerro sus ojos fuerte, esperando a ser penetrado, pero en cambio Kagami empezó a caminar hacia la habitación, respirando agitadamente. Estando al costado de la cama se detuvo y dejo caer a Kuroko un poco metiendo solo la punta
-Kagami-kun…
-Pídemelo
-… ¿Eh?
-Dilo… -Lo dejo caer en la cama.
Kuroko volteo a ver a Kagami, su expresión, era una que nunca antes había visto, su mirada lo devoraba por sí sola, su expresión era una verdaderamente excitada, se quitó la camisa y nuevamente lo aprisiono. Aún era latente su entrada casi penetrada, podía sentir como intentaban de invadir su cuerpo.
-¿Qué es lo que quieres?
-Y…yo…
-Pídelo…
-Taiga-kun… ¡mételo!... ¡¡¡AH!!!
Kuroko grito al sentir como su cuerpo era penetrado, esta vez no espero a que se acostumbrara, rápidamente Kagami empezó a moverse, embistiéndolo desesperadamente. Sentía el cómo las uñas del menor se encaban en su espalda y rasguñaban, los gemidos, los gritos, el cómo gritaba su nombre, todo era un éxtasis para él.
-Tetsuya… tu… yo tan solo te amo a ti…. Y siempre a ti…
Kuroko comenzó a llorar nuevamente
-Pero yo… solo usurpo…
-Escucha –Dejo de moverse, y quito sus cabellos sudados para mirarse a los ojos –Tu no estas usurpando la vida de nadie, tu eres tú, esta es tu vida, eres tu quien debía estar conmigo… -Tomo su mano y la beso
-Taiga-kun…
-Todo esto solo explica que no quisimos renunciar… -Kagami le regalo una sonrisa tierna
-Yo jamás renunciaría a ti…
-Entonces Tetsuya, incluso desde antes, tú eras mi destino… -Las envestidas volvieron, y Kuroko cerro fuertemente sus ojos, con sus brazos lo atrajo hacia el para besarse profundamente.
Sus lenguas se movían rítmicamente, la manera de abrazarse era una tan frenética, como si jamás se fueran a dejar ir
-Ya no… no puedo…. ¡Taiga!...
-Tetsuya… Tetsuya…
Ambos se corrieron al mismo tiempo, sus gemidos también se acompasaron. Kagami callo rendido al pecho de su hermoso niño.
Kuroko calmo finalmente sus lágrimas, el escucharlo decir su nombre una y otra vez le hacían saber que eso era cierto. Que ellos 2 estaban destinados a estar juntos sin importar que.
Las respiraciones comenzaban a calmarse, Kagami se levantó y dios pequeños besos en el rostro de Kuroko.
-Yo jamás renunciaría a ti Taiga-kun –Kagami mirándolo levanto una ceja
-¿Crees que no lo sé? Pequeño demonio azul… Siendo tan persistente desde niño, lo as demostrado ya
-Te encerrare si es necesario
-¡No lo es!
-Estoy feliz… de que finalmente podamos hacer el amor…
-Mi niño… -Beso su frente –Te amo tanto… Tetsuya
-Y yo a ti Taiga…
Un beso mas empezó, después de eso se abrazaron y Kagami soltó una pequeña risa.
-¿Pasa algo?
-Acabo de recordar cuando eras un angel de 11 años... eh hicimos todas esas cosas...
-Porque Taiga-Kun me sedujo...
-Y pensaste que podias quedar embarazado... ¡Fuiste tan lindo!
-¡Taiga-kun!... Es vergonzoso...
Kagami estaba riendo, pero poco a poco fue callando
-...Quiero que hablemos de algo
-¿Sobre qué?
-Sobre tener hijos…