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Young, wild & Free por ritsuka10

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La momento que los dos maknaes mayores arribaron al sitio origen de la explosión se encontraron a JunHong parado delante de la puerta que levaba al sótano, no contaba con algún rasguño solo con una mirada perdida en el horizonte al darse cuenta que sus amigos lo miraban intrigados formó una sonrisa tratando de borrar las palabras dichas por esa extraña mujer se arrepentía de haberla dejado abrir la boca, donde solo salieron ¿mentiras? ¿engaños?.

—Lo siento chicos pero estaba rodeado de quimeras y no tenía como escapar de esa porquería.—Se excuso sonrojo rascando la nuca de su cabeza.—Díganme que el objetivo no escapo ¿Por favor?

—No te preocupes, hemos cumplido nuestra misión con éxito.—Contesto JongUp levantando su arma quería preguntarle si tuvo alguna reunión extraña pero se detuvo, él no quería repetir las dudas sembradas en su cabeza, no dar .—Vamos a casa este lugar no me da buena espina.

—Tienes razón nuestro trabajo ha terminado—Agregó YoungJae mirando hacia los techos de los edificios malgastados que lo rodeaban, sabia que ese hombre lo miraba desde un punto, no quería contarles sobre el encuentro a sus compañeros, no hasta encontrar más información.— Mientras los esperaba tuve compañía pero la elimine rápido.

Los dos compañeros asintieron para dirigirse donde se encontraba la camioneta los tres eran consientes que sus movimientos eran vigilados, comprendían que esa misión fue una excusa para tenderles una trampa, no una donde salieran lastimados por armas sino por algo peor, la duda, los miedos, la desconfianza esos sentimientos fueron sembrados en su interior y comenzaba a germinar demasiado rápido para su gusto. Los tres makanes regresaban por el camino un par de horas antes recorrido pero ahora en sentido contrario, cada uno inmerso en sus propias dudas, no necesitaban de palabras para comprender que el silencio era una bandera a la frase “No preguntes” en lo más profundo de cada uno sospechaban que todos tuvieron una extraña “entrevista” en esa misión.

—Espero que con esta misión los mayores nos muestren más respeto en la próxima reunión, temo que le diré a HimChan que la atrasemos un par de días.—Interrumpió JongUp seriamente mirando su brazo, aún le dolía después de la pelea con ese sujeto.—El nombramiento de HimChan es un gran evento y atraerá la atención de muchos así que debemos idear un buen plan.

—Me parecer bien creo voy a pasar esta noche en casa de DaeHyun.—Agregó YoungJae ganando una ronda de chiflidos por los dos menores, una carcajada se desato y la tensión se liberó.—Bueno necesito hablar con él sobre unos temas no sean mal pensados.—Las orejas del hacker se encontraban completamente rojas.—Por favor todos somos mayores así que compórtense ademas no creo que Up vaya a ver al comandante para pedirle “consejos”.

JunHong realizaba movimientos obscenos como si simulara lamer algo mientras Up no dejaba de hacer ruidos extraños, los tres amigos continuaron burlándose mutuamente sacando en cara el poco pudor que tenían al momento que la pasión los doblegaba, las bromas ocultaban sus dudas, sus cuestionamientos que crecían en sus mentes. 

 

 

Jepp Blackman daba una patada a la puerta de esa vieja bodega las pistas dejadas solo fueron migajas para llevarlo a una trampa, a un callejón sin salida en ese sitio no había información que le ayudara a encontrar a IU, jalo su cabello desesperado el tiempo se agotaba y cada paso que daba le recordaba que su enemigo se adelantaba dos, muchos años esa mujer estuvo maquinando su plan en las sombras, no era de extrañarse que fuera perfecto siempre tuvo un intelecto y una frialdad en los detalles increíble mientras que él perdió con el paso del tiempo su instinto, el sonido de su móvil capto su atención.

—Los chicos no tuvieron ningún problema han vuelto a casa hace un par de horas sin dificultades.—La voz de Nam se adentro a los oídos del hombre que montaba la motocicleta y se colocaba el casco.— No pude saber que paso en la zona Z, es una área aislada así que debes preguntarle directamente a Jun sobre los detalles por si el objetivo estaba relacionado con IU.—Bang continuaba escuchando la voz de su hermano por medio del casco.— Hace un par de minutos hubo una conexión buscando información relacionada a TS, no es raro pero este es un programa inteligente creado por alguien de un alto grado intelectual que dejó un script en la red que captura cualquier rastro de TS o BigHit, puede ser alguien de nuestro equipo conozco el trabajo de YoungJae.

Nuevamente Jepp chasqueo la lengua terminó la comunicación sin despedirse de su hermano presionó con fuerza el acelerador quería encontrarse lo antes posible con JunHong, nuevamente esa espina en su pecho se clavaba con más fuerza, perderlo, la idea devoraba sus entrañas, lo dejaba sin aliento, sin fuerza, sin él a su lado no había razones para vivir, tan necesaria se había vuelto, tan imprescindible era su esencia en su existencia, hace muchos años descubrió que solo respiraba por él, su más grande debilidad era el inmenso amor que le profesaba de manera bizarra y obsesiva cuando llego a casa dejo el vehículo en la cochera para subir rápidamente por las escaleras y abrir la puerta del departamento, ahí a mitad de la cocina con las luces encendidas el menor tenia la mirada puesta en el horizonte se acerco por la espalda para besar su cuello causando que el atacado se asustara.

—Es raro encontrarte con la guardia baja ¿Estas bien?.—Le susurro al oído, Jun cerró los ojos dejándose llevar por esa grave voz que lo transportaba a otro mundo.— ¿como fue la misión? me sentía intranquilo a enviarte a algo tan peligroso.—Lo giro para tomarlo por el rostro, acaricio sus mejillas dulcemente .—Hoy te ves hermoso cada día eres más bello que antes.

Acerco sus labios en un inicio sus alientos se entremezclaron hasta el momento que se encontraron una guerra de lenguas dio inicio, la caricia fue subiendo de nivel Jun se dejó llevar por el sabor de aquella boca devorándolo levantó los brazos para colgarse, se aferro a su espalda la temperatura aumentaba en su cuerpo sus ojos se cerraron y se fue sumergiendo en una burbuja pero de pronto la imagen de la mujer de cabellos rojos, sus palabras, aquella “verdad” que se asomaba entre lineas, se alejo rápidamente del mayor lanzándolo al otro extremo de la habitación, “haz vivido con él todo este tiempo”, “Nos ha dicho las mismas palabras de amor”,”nos ha mentido”, llevo los dedos a sus labios su corazón no dejaba de latir era mentira, ¿Verdad? la terrible idea que se maquinaba como telaraña en su cabeza, debía ser mentira Jepp no permitiría tal aberración.

—Lo lamento me siento sucio.—Le disculpó al sentir la inquietante mirada del mayor en su persona.—Estuve en las alcantarillas y apesto.—Se justificó para ponerse de pie, el aire no llegaba a sus pulmones.—Me voy a dar un baño.—Cuando pasó a un lado del pelinegro este lo sujeto del brazo para tocar  su contraído rostro.—No me siento cómodo por favor déjame ir.

El mayor desistió de su acción dejando libre al rubio recordaba que el menor era bastante quisquilloso con su higiene lo liberó no sin antes darle un pequeño beso en a frente, Jun se dirigió al baño donde cerró con llave su boca se encontraba pastosa, sucia,  corrió hacia la taza de baño terribles nauseas lo atormentaban, debía ser mentira, fue entonces que recordó el pasado la forma que Jepp se negaba a tener una relación con él, las veces que tuvo que irse de casa para mantener una distancia entre sus sentimientos, se dejo caer en la tina de baño con la regadera abierta, sumergiéndose en las imágenes del pasado.

 

Jepp Blackman salía molesto de una habitación al fondo de ese departamento, se ponía la camisa que llevaba en las manos, su frente se encontraba fruncida, denotaba su rabia, el enfrentamiento interno de sus sentimientos contra sus ideales, detrás de él apareció un chico de cabellos rosas, inflaba sus mejillas como si se tratará de armar un berrinche infantil, el hombre se detuvo a mitad del pasillo para girarse y enfrentarlo ambos personajes se encontraban solos en casa el resto de grupo había planeado la treta junto al makane, algo que al líder no le pareció honesto.

—¿No puedo creer que solo me llamaran para esto? una estúpida trampa por un adolescente con la hormona alborotada pensé que estaban en peligro.Le grito asustando al pelirrosa que dio  un paso hacia atrás.—Te he dicho mil veces que no me agradan estos juegos infantiles, eres un niño, eres solo mi pequeño maknae y mi deber es cuidar de ti no de hacer … —Sus manos se movieron como si trataran de dibujar las ideas obscenas que cruzaban por su mente —esas tonterías.

—Por favor Jepp—hyung no puedes continuar ocultando lo que sientes por mi.—Le enfrento apretando fuertemente sus manos formando un puño.—No haría estas “tonterías ” si solo aceptarás que me quieres. 

Bang despeino su cabello agotado, era verdad, esas palabras, esa afirmación, esa era la razón por la cual no soportaba estar más tiempo en casa ahora que por fin había conseguido perfeccionar el cuerpo de JunHong, era un humano más, su crecimiento, desarrollo se realizaba de manera natural, un humano completo con una belleza casi angelical por ello cada vez que cruzaban miradas su corazón no dejaba de latir, las terribles ganas de besarlo lo atacaban por sorpresa, su piel entraba en estado de ebullición cuando se encontraba con esa apelada del menor, dejarse llevar por sus instintos era inmoral, incorrecto.

—No, te engañas a ti mismo al pensar que tengo sentimientos amorosos por ti.—Levantó la barbilla orgulloso debía seguir con su papel de protector, de guía.—Eres como mi hijo, te he visto crecer, desarrollarte es enfermo que tenga pensamientos hacia ti.—Jun no soportó esas palabras, no tenían relación consanguínea muchas veces lo Jepp lo dijo.— No construyas ilusiones donde no hay razones, eres mi precioso pequeño pero no aspires a nada más.

—Mientes, mientes.—Le contestó cargado de orgullo, dio un paso hacia el frente al mismo tiempo que Bang retrocedía.—Lo sé, tus manos sudan, tu corazón no deja de latir y te quedas sin aliento.—Sus labios se separaban por centímetros. —¿Quieres saber como lo sé?—Sus respiraciones se entremezclaron peligrosamente.—Porque es lo mismo que yo siento. .—Jepp se volvió a perder en aquellas orbes cafés, era verdad, esos síntomas los sufría cada vez que se encontraban cerca.—¿tan complicado es aceptar que te enamoraste de un chico 6 años menor qué tu?

El pelirrojo levantó la mano para posarla en esa mejilla blanca, no eran 6 los años que lo separaban sino lo doble, era inmoral, incorrecto amar de esa enferma manera a ese chico, su rostro se acercó más, su mente no dejaba de gritarle, de escupirle el gran error que cometería si aceptaba sus sentimientos, él era como su hijo, él lo creo, le dio vida, apretó sus dientes con rabia, no, no tenían ningún lazo biológico o natural que los atará más aquel creado por sus emociones, sus frentes se encontraron, lo deseaba de manera carnal, fundiese en aquella suave piel color leche, hacerlo suyo,le pertenecía, era su propiedad, marcarlo con sus dientes, devorar cada rincón, ser el primero en adentrarse en su cuerpo, ser el único en poseerlo, sentimientos negativos, deplorables lo golpeaban a cada instante que se encontraban cerca.

—No, no puedo corresponderte.—Le susurró alejándolo usando la poca cordura que quedaba en su mente.—Sería un pecado, una aberración que tu y yo tuviéramos una relación, sé que iríamos a parar al infierno por comentar tan asquerosidad.

El hombre emprendió la huida una vez más mientras Jun golpeaba el piso frustrado, las lagrimas rodaban sus mejillas, en su corta edad sabía el significado de la palabra amor que tanto su hyung desconocía aún con años de experiencia más, deseaba mostrarle no existían impedimentos para consumar su relación, nunca lo abandonaría, no debía tener miedo aunque fuera una cuerpo biotecnológico su alma era humana, su existencia lo adoraba.

 

Unas terribles ganas de vomitar nacieron del vacío estomago del rubio quien se doblo ante el dolor  ¿Si aquella oposición en el pasado se debía a que en realidad tenían un lazo que los unirá de manera natural? negó con la cabeza, Jepp Blackman no podía ser su padre, la sola idea sonaba asquerosamente nefasta, tentaba con destruir su estabilidad mental tal aberración era antinatural, se tallo con las manos sobre la ropa húmeda, se asqueaba de si mismo, se odiaba por tener la imperiosa necesidad de salir de esa habitación y correr a los brazos de ese hombre, besarlo hasta quedarse sin aliento, pedirle que le hiciera el amor, entregarse una vez más a las llamas del mismo infierno ¿Porqué tuvo que escuchar esas mentiras? ¿Porqué dudaba de las palabras de Jepp?  tenía miedo de hablar con la verdad pero la duda lo destrozaba, lo absorbía como un agujero negro dejándolo sin esperanza o fuerza para levantarse.

 

 

JongUp se deslizaba por los pasillo semi vacíos de aquella edificación, era la central general del departamento de Justicia en la ciudad, los pocos que quedaban, pertenecientes a la escolta personal del Comandante y próximo Alcalde, desviaban la vista a otro punto sin prestarle atención al joven de cabellos plata que miraba complacido el sitio se detuvo en el muro donde se desplegaban las fotos de los criminales más peligros de la ciudad, emitió una sonrisa al encontrar su propio rostro y el de sus amigos, metió las manos a sus bolsillos para entrar al elevador, era un secreto a voces la alianza entre el Comandante y los líderes de las pandillas más peligrosas que todos sabían pero pocos se atrevían a mencionarla al fin y acabo gracias a ese trato se vivía con una “relativa” paz, JongUp se detuvo frente a la puerta de una oficina recordaba las palabras de su enemigo saco el pequeño papel que se escondía en su bolsillo derecho, esa nota tenía anotada  una hora, fecha y lugar, la conversación con el twilight solo era el preámbulo de más reuniones.

—Pasar toda la noche ahí parado impedirá que cumplas con tu objetivo.—Una voz apareció detrás de la madera que desapareció dejando ver el rostro de un pelinegro que se mostraba bastante contento.—Buenas noches JongUp.—HimChan estiro el brazo para sujetar el rostro del menor y besarlo, no le importo que algunos guardias lo vieran de reojo, de hecho le parecía excitante tener publico.—No tengo problema de hacértelo frente a todos, me excita pensar que todos miraran la manera que te vuelves mío.—Le susurro sensualmente al oído.— ¿Porqué tan callado?

El peliplateado no contesto guardo silencio para posar sus manos en las caderas del mayor y lanzarlo al interior, odiar, amar, sentimientos contradictorios pero con la misma fuerza para cambiar el el destino de un ser humano, sus labios entraron en una guerra ambos enfermos por el poder, esa emoción de dominar al contrario, humillarlo con una victoria tonta pero significativa, la chaqueta del capo fue a dar al piso junto con su playera antes de ir a su reunión pasó a su departamento para ducharse aunque las dudas saltaban como ranas en su mente no alcanzaban a detener su terrible hambre, HimChan lanzó al piso todos los objetos sobre el escritorio para colocar a su presa encima, inicio devorando ese cuello desnudo, vago por sus hombros, dedos delgados y blancos acariciaban ese abdomen canela desnudo bien formado, presionaba esa carne con fuerza dejando marcas visibles, añoraba el día que pudiera tatuar su nombre en tan perfecta escultura para que aquellos que lo observaran supieran que poseía un dueño.

—Hueles a cigarro.——Le enfrento el peliplateado al mayor mientras le quitaba la corbata y desabotonaba su saco para desaparecer tan impecable imagen.—Hueles a sudor.—Le volvió a reprender, sus ojos observaban cada rasgo de esa piel blanca expuesta después de haber abierto la camisa y lanzar algunas prendas al piso.—Quiero dejar más marcas en esta zona.—Presiono las clavículas en ese bien formado pecho donde dirigido su boca y sus dientes se encargaron de morder.—Comandante Kim, comandante Kim es un maldito bastardo que engaña a su bella mujer.—Dijo entre besos regados por esa blanca piel que se pintaba color rojo.—¿No sientes un poco de remordimiento?

—No, nunca siento pena o tengo culpas.—Contesto fríamente deslizando el pantalón de su compañero por sus muslos torneados hasta dejarlo desnudo.—Poco me importan los sentimientos de esa mujer.—Mentía y era honesto a la vez sus dedos se encargaron de separar los piernas de Up.—Tú eres quien me interesa, este es mi sitio en el mundo.—Beso aquellos muslos, su mano derecha se poso sobre la visible erección para masajearla con magistral maestría.—Estar entre tus piernas es mi paraíso—Llevo su lengua para lamer esa extensión, un gemido escapo de los labios del capo quien tuvo que posar sus manos sobre la mesa.—Nunca tendrás una vaga idea de lo que soy capaz de hacer por ti.

El pecho del peliplateado subía y bajaba ante cada lamida, su espalda se doblegaba por una corriente eléctrica calcinando sus células, al verse completamente húmedo percibo que la boca de su amante se alejaba para dirigirse a su rostro, nuevamente sus ansiosas bocas entraron en contacto sin previo aviso el mayor se introdujo en la entrada antes lamida, un punzante dolor recorrió el cuerpo del menor quien se colgó al cuello del hombre que ahora mordisqueaba su barbilla, las embestidas se volvieron frenéticas, el dolor continuaba estando presente como la primera vez pero pasados los segundos se suprimian para darle entrada a un sublime placer ahogándose en su garganta, JongUp echo la cabeza hacia atrás abriendo más los muslos, miró hacia abajo, observo la forma que aquel pedazo de carne entraba, salía de su cuerpo, sus paredes lo apretaban cuando se encontraba completamente dentro, un ruido extraño aparecía cuando fingía salir, los dedos de HimChan presionaban sus muslos impidiéndole cerrarlos, levantó la vista observando como el sudor a perlaba tan bella escultura de mármol, era hermoso, HimChan siempre lo fue, lucia como el perfecto príncipe protagonista de novelas infantiles con tan perfecto porte, lo jalo del cuello de la camisa para acercarlo y colgarse de su cuello, mordía el contorno de su oreja para gemir sonoramente poco le interesaba si la guardia del Comandante sufría de una erección por escuchar sus lascivos gritos.

—Más, más, quiero que te vengas dentro de mi.—Gemía lascivamente atacando su cuello para dejar cientos de pequeñas marcas que serían evidentes en días posteriores.—Nunca nadie te hará sentir lo que experimentas en mi interior.—Mordió un botón rosa del mayor quien se desquito embistiendo con más fuerza.—Tú tampoco te imaginas lo que soy capaz de hacer por ti.—Le susurró nuevamente al oído.—Me perteneces Kim HimChan, no necesito un anillo de bodas para saber que eres mío, que eres capaz de besar, lamer el piso por donde camino.

El mencionado alzó al peliplateado para dirigirse a su silla donde tomo asiento con su amante en su regazo, continuaba embistiendo con fuerza mientras las luz de la luna se filtraba por las cortinas abiertas de ese enorme ventanal, la ciudad brillaba a su máximo esplendor. JongUp posó sus ojos en ese portarretratos electrónico tirado en el piso que desplegaba distintas imágenes de la perfecta Familia Kim, los habitantes de la ciudad adoraban el perfecto esbozo que dibujaban tan sin igual pareja, ambos bellos, hermosos, con mirada dulce, el líder del cartel a veces le molestaba la estupidez de la gente,. “La felicidad está en la ignorancia de la verdad” le vino aquella frase de algún poeta del pasado podrían pasar miles de guerras, años, siglos, fenómenos y la mentalidad del humano respecto a la belleza nunca se deformaría continuaban con la básica idea de que belleza es sinónimo de bondad, pero que tontos, que retardados, él lo sabía más que nadie, su cara se dibujaba en esos perfectos pupilas, sus manos vagaron por esa piel de terciopelo, facciones perfectas, labios rosados, dientes blancos, perfecto, hermoso, su columna se doblego ante la estocada dolorosa que tan inusual ángel le regalo, solo es una máscara, un antifaz que esconde el ser más perverso, cruel y desalmando nunca antes conocido, ¿Cuántas lagrimas lloró su esposa? miles, muchas más que él, lo aseguraba y el comandante seguía sin importarle la infidelidad en ese falso matrimonio, no el prohibía las marcas sino todo lo contrarío lo desafiaba a dejarlas en lugares visibles. 

—No guardes tu voz gime por mi, llámame entre el calor de la lujuria, grita por mi que siempre estaré aquí para responderte.—Le susurró al oído mientras sus labios vagaban por su morena espalda, repleta de cicatrices, bajo los labios a esos pezones rosas para morderlos con malicia.— Mi precioso JongUp, mi más preciado tesoro, mi amado ángel.

Mi, mío, tuyo” esa frase rondo la cabeza del menor,para el mayor era una pertenecía en su larga colección de personas como su esposa, esa abnegada mujer que quizá lo sabe todo,  mujer tonta, deseaba sentir lástima pero no, no era capaz de experimentar ese sentimiento, porque ella se lo busco aunque nunca ha cruzado palabra con ella es consiente que todo lo sabe y solo lo acepta para no sentirse sola, Him habla dormido desde la primera vez que compartió lecho con él lo supo, lo llama a él, grita por su querido JongUp, una y otra vez, esa súplica es la única acción de debilidad que el Comandante se puede dar el lujo de tener, pero aún con todo el amor que le profesa le teme, le aterra ser traicionado como su padre lo fue por sus aliados que se dijeron sus amigos, levanto sus caderas para que la fricción aumentará de ritmo, aquel miembro se abría paso en su interior tocando una parte que lo hacia explotar,  ambos llegaron al climax cegados por lujuria, un liquido pegajoso , viscoso se deslizó por los muslos morenos del menor quien llevo su hambrienta boca a esos labios rosas para besarlos, un principio sin un fin aparente ninguno de los aceptaba que poco les importaba el mundo, que solo les importaba el ser delante de cada uno.

 

 

Una camioneta negra se estacionaba frente a un callejón oscuro, la  luz de las lámparas no alcanzaba alumbrar el fondo de ese alejado sitio, un hombre descendió del vehículo acomodo su chaqueta dio un par de pasos hacia las sombras donde se percato se encontraban varios hombres, emitió una mediana sonrisa, YoungJae paso su mano por su ahora rojizo cabello levanto la barbilla cuando percibió los cañones de pistolas apuntarle.

—Tú me has citado y ahora me apuntas con una arma ¿Qué clase de juego es?.—Cuestionó levantando la mano derecha para tronar sus dedos del auto aparecieron dos hombres, no eran integrantes de grupo Moontos o del Clan Jung, esos chicos era el “equipo especial” del hacker.— Te recomiendo no hacer nada ¿Para que querías que viniera?.

El hombre escondido entre las sombras dio un paso hacia adelante para dejar caer un portafolio en el piso, uno de los hombres de Jae se agacho para revisar el objeto descubriendo que eran varias carpetas llenas de documentos, el hacker después de la explosión regreso al auto descubriendo una pequeña nota entre su ropa, marcaba una fecha, hora y posición geográfica, no quería hostigar a sus compañeros con sus dudas porque habían pasado tres días de la misión y no logró encontrar información relacionada a TS, BigHit o el proyecto Matrix, es como si alguien hubiese borrado cualquier rastro o que simplemente se encargaba de ocultar los datos, JooHeon coloco su mano sobre el hombro de su líder aunque el Hacker viviera enclaustrado los últimos años en una habitación no le evitaba tener su propio ejercito de seguidores que formo durante la época como integrante de BAP, eran chicos que también contaban con partes biónicas, Jepp los había entrenado y arreglado para volverlos más fuerte, no eran un grupo de ataque sino más de protección.

—Nunca encontrarás información real sobre Matrix, el hombre detrás de aquellos experimentos continua  llevando el control de esta metrópolis, sé que no desconfías de  mi palabra por ello haz venido a la cita.—Agrego orgullosamente SuHo chasqueando la lengua estiro su mano para tratar de tocar la mejilla del pelirrojo pero I.M ya le apuntaba con el arma a un lado.— Creo que eres alguien precavido en verdad me agradas.

—Tu a mi no.—Le contesto el hombre dando un paso hacia atrás.—No entiendo la razón de tu ayuda pero temo que crees que me podré de tu parte para abatir a “ese hombre”, te equivocas.—SuHo abrió los ojos sorprendido de que el chico no buscará venganza del autor intelectual de su sufrimiento.—No me interesa vengarme ni a mis chicos, el dolor vivido no se puede reparar pero no me arrepiento de lo que ahora poseo, cada mal trago me ayudado a ser quien ahora soy.

El integrante de Monsta X continuaba apuntando  mientras Jae regresaba al auto al percibir que su líder se encontraba seguro salto a la camioneta, ellos fueron también huérfanos, niños abandonados, olvidados por la sociedad de esa egoísta ciudad, experimentaron pero aprendieron sacar ventaja de sus nuevos dones, el hacker había creado un grupo de apoyo en linea de esa manera se creo Monsta X, chicos dispuesto a volverse fuertes quienes compartían la misma filosofía de Brain, el nickname del hacker en la red, Blackman se encargo de entrenarlos para aprender a defenderse, ya en el auto iniciaron su recorrido de regreso, el pelirrojo releía las portadas de las carpetas.   

 —Creo tenemos mucha datos que cotejar.—Agregó Shownu girando el volante.— ¿Vamos al Orfanato? .—Jae asintió pasando documentos a los otros usuarios.— Te agradará las renovaciones que hemos hecho a nuestro cuartel.

 

Notas finales:

Un capitulo nuevo !! espero les guste!! para el prox tendremos algo de lemon daeJae!! MUCHAS GRACIAS POR SUS REVIEWS Y APOYO!! en verdad estoy agradecida!! buenas noches!!


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