Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Right from the start. por DanTamMu13

[Reviews - 67]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya casi acaba, ¡que nervios! Jajajajajaja

Al fin lo terminé, y ya comencé a escribir el siguiente fic, que estaré subiendo la próxima semana, posiblemente.

Les dejo con uno de los últimos capis, dejenme saber sus opiniones chicos (:

Dices que no me quieres,

Que esto que siento debe morir

Pero tú sigues siendo mi cielo,

¿Cómo decirte que vives en mí?

Triste porque sé que me quisiste,

No te olvides, yo estoy pensando en ti

Dime ¿qué te aleja de mi vida?

Algún día llegará el momento para amar.

 

Esa noche ya no encontré a nadie despierto, más que a Sasuke, que también pasó por mí a la universidad, y aunque no hablamos mucho, en esta ocasión nos fuimos a dormir juntos, cosa que fue aún más extraña que la noche anterior.

A la mañana siguiente la alarma sonó antes, a eso de las 5:30, cosa de Sasuke, quién nuevamente bajó a preparar el desayuno mientras yo corría a ducharme para tener tiempo suficiente en el desayuno con él y su familia. Al bajar, todos me esperaban para tomar el desayuno juntos.

-        Anoche ya no te vimos, Naruto. – dijo Fugaku.

-        No, salí ya muy tarde de la universidad. – dije algo apenado.

-        Vaya, sí que eres aplicado. – dijo Mikoto sonriendo un poco.

-        Bastante; pero ayer llegué tarde, que también es parte del porque salí tarde. – admití.

-        ¿Por qué llegaste tarde, Naru? – preguntó Sasuke, y aunque ya sabía que en algún momento me llamaría así, no esperaba que fuera tan pronto, y aun así tuve que fingir que era cotidiano.

-        Bueno, ayer mi jefe me delegó el proyecto principal de la empresa, trabajamos en una película animada y me dieron el guión y los bosquejos; pero mi trabajo es digitalizar la imagen y animarla. – expliqué un poco.

-        Felicidades, suena a que es algo importante. – comentó Fugaku.

-        Sí, bueno, el personaje que deberé hacer es el principal. – añadí.

-        Me alegro mucho, Naruto. – agregó Mikoto.

-        Deberíamos salir para festejarlo. – me invitó Sasuke.

-        Sí, deberían, nosotros podríamos cuidar de la casa mientras ustedes se divierten, y más si el horario de Naruto es ahora tan apretado. – se ofreció Mikoto.

 

No me quedó más que aceptar la oferta, para después despedirme y salir al auto, nuevamente.

 

-        ¿En serio? – pregunté a Sasuke, quién ya se abrochaba el cinturón para encender el motor del auto.

-        Claro que sí.

-        ¿Cuál es tu idea? – pregunté sin rodeos.

-        No lo sé, ¿te apetece cenar y tomar algo? – preguntó con normalidad.

-        De acuerdo, suena bien. – la verdad es que sí me hacía falta salir un poco, ya que me quedaba tan poco tiempo entre semana, que los fines de semana sólo quería dormir, por lo que no hacía mucho.

-        De acuerdo, ¿te recojo a las diez? – preguntó tentando la hora.

-        No, los jueves salgo a las ocho. – expliqué.

-        Entonces a las ocho afuera de tu colegio, te veo.

 

Habló apenas como despedida dejándome fuera del trabajo. Entré a la nueva oficina que se me había asignado, junto con otras tres personas, eran oficinas gigantes, por lo que tres áreas de trabajo eran ideales si tenías un buen puesto en la empresa, aunque no muy importante, ya era algo.

Trabajé hasta las dos, que era mi horario de ese día y luego corrí a la universidad, ya que estaba a unas cuantas calles de ahí me dio tiempo perfecto para llegar a mi primera hora de las 3.

Tomé mis clases con calma, tratando de no pensar en la salida de esa noche, aunque no tuve tanto éxito como yo esperaba.

Al dar las ocho de la noche, tomé mis cosas, las guardé rápidamente y salí de la universidad, ya con prisa para poder descansar un poco de todo ese ajetreo. Al salir, ahí estaba Sasuke, esperándome fuera del auto, y nuevamente ahí tenía a un montón de chicos y chicas anonadados mirándolo fija e indiscretamente.

 

En tus ojos puedo verlo todo,

Ellos son los que me dicen la verdad

Si supieras el amor que yo te puedo dar

El cariño que te di no encontrarás

Somos almas que se buscan para amar

Ni la fuerza del destino lo podrá cambiar.

 

-        Listo, lamento hacerte esperar. – dije a modo de saludo una vez me acerqué lo suficiente.

-        No te preocupes, no esperé tanto. – dijo acercándose a mí, tomando mis cosas y plantándome un beso en la mejilla, suficientemente cerca de los labios que a la distancia de los demás, podría confundirse.

-        ¿Qué haces? – pregunté casi susurrando.

-        Nos quito las miradas de encima. – explicó apenas.

 

Luego de eso Sasuke abrió para mí la puerta del auto, invitándome a subir, y una vez estaba yo dentro, cerró la puerta, dejó mis cosas en la cajuela para después subirse él y prender el auto.

 

-        ¿A dónde iremos? – pregunté curioso.

-        A tu restaurante favorito. – respondió rápidamente.

 

Era un restaurante lindo, con una ambientación relajada, por lo que podías ir sin necesidad de una gran vestimenta, aunque yo por el trabajo me vestía semi formal, y él me había imitado en eso. Y en ese momento recordé lo difícil que era conseguir la reservación para poder cenar allí, y también como siempre que me llevaba a cenar ahí, Sasuke conseguía una reservación en cuestión de segundos.

Una vez llegamos, aparcó el coche justo frente al restaurante y entramos, nos dieron la mesa de inmediato y ordenamos, él pidió ravioli a la bolognesa, mientras yo ordené mi típica lasagna italiana, ambos acompañados con una botella de vino tinto.

 

-        Bueno, cuéntame de tu proyecto. – pidió Sasuke una vez el mesero se marchó.

-        No es nada, es una película animada, es de una productora nueva, por lo que no será tan conocida, aunque es un gran avance, y si todo sale bien, es posible que reciba más proyectos así. – dije sonriendo.

-        Vaya, ¿cuántos más trabajan en la película? – preguntó con curiosidad mientras recibía las copas de vino del mesero, quién las servía con vino y luego nos dejaba la botella a un lado.

-        Somos alrededor de 300 personas en este proyecto.

-        ¿Pero no es tan conocida? – preguntó riendo antes de darle un sorbo al vino.

-        Bueno, no es tanto así, es que por ahora es el proyecto grande de la empesa, y hay que mantener activa a la gente, los 300 sólo estarán por este mes, ya que el mes que sigue firmarán un contrato para animar un proyecto de videojuego realmente importante, así quedaremos unas 100 personas trabajando en una película que tenemos que entregar en ocho meses, terminada. – expliqué para beber de mi copa.

-        Entonces es más complicado de lo que parece. – admitió.

-        Mucho más que eso, el personaje principal es la punta del iceberg, una vez lo termine, animaré otras cosas, objetos inanimados, como las hojas de los árboles que van cayendo, autos que circulan en las calles, y este tipo de cosas. Es mucho trabajo. – dije riendo un poco.

-        Me alegro que te elijan a ti, hacen bien. – dijo sonriendo.

-        Sasuke, ¿por qué haces esto? – pregunté dejando la copa en la mesa.

-        En primer lugar, te quiero, en segundo lugar, es más creíble si salimos a cenar un día, a que no hagamos nada y, en tercer lugar, sí quiero festejar el hecho de que te vaya bien en el trabajo. – dijo sonriéndome de manera ligeramente coqueta.

 

No supe qué contestar ante eso; pero tampoco fue necesario, pronto llegaron nuestros platillos, así que nos dispusimos a comenzar cada uno con el suyo.

 

-        Exquisito, ¿quieres un poco? – dijo probando su ravioli.

-        Lo juzgaré yo. – declaré mientras le robaba un ravioli para probarlo. Siempre que habíamos cenado ahí nos dábamos a probar el platillo del otro, aunque siempre ordenáramos lo mismo.

-        ¿Y qué tal? – preguntó esperando escucharme antes de seguir comiendo.

-        No mentías en lo absoluto. – respondí riendo, probé la lasagna, que, como siempre, era alucinante. - ¿Pruebas? Está excelente.

 

Así pues, él tomó lasagna y terminó concluyendo lo mismo, que era increíble. Comimos entre risas y bromas un poco de antaño, y al terminar, sin pensarlo o preguntar, Sasuke ordenó una rebanada de pastel de chocolate con mermelada de zarzamora para compartir, igualmente mi postre favorito. Y aunque eso era extraño, era agradable también, por lo que no me quejé.

 

-        Hacía tanto que no veníamos. – comentó de pronto.

-        Lo sé, suficientes años. – admití, un poco sonrosado a causa del vino.

-        ¿Has venido en estos últimos? – preguntó honestamente.

-        No, para nada, me he limitado a venir sólo contigo.

-        Igual yo. – dijo sonriendo.

-        ¿No trajiste a Shikamaru? ¿O a Iruka? – pregunté algo sorprendido.

-        No, este lugar era tuyo y mío, siempre lo fue, y lo será, no podría traer a nadie más. – confesó sonriendo de nuevo.

-        Tampoco podría yo. – dije justo antes de que llegara el plato con el pastel.

 

Libre, quieres ser libe

No te detengas, yo estaré aquí

Lo que me diste fue lo más bello

Es tan difícil sobrevivir

Viento no me robes la esperanza

En mi sueño la veo junto a mi

Siento que me haces tanta falta

Y sin tu mirada yo desaparecí.

 

Compartimos un poco de pastel para terminar pidiéndolo para llevar y de inmediato ordenar la cuenta, Sasuke no me dejó ni mirarla, pagó, y salimos de ahí. Subimos al coche y manejó un par de minutos hasta que llegamos a un pequeño bar, tranquilo y atrayente.

 

-        ¿Martini? – preguntó Sasuke.

-        De mezcal, el sabor no importa, gracias. – me había sorprendido que hasta recordara mi bebida favorita. Un par de minutos después ya había regresado con mi Martini, y él traía un vaso con algo que no distinguí.

-        ¿Y eso? Gracias. – pregunté cuando se sentó y le dio un sobro al trago.

-        Se llama caipirinha, es aguardiente brasileño con jugo de lima. – explicó ofreciéndome el vaso. Acepté y le di un sorbo, y pude notar lo apenas dulce que sabía.

-        Rico. – admití. No ofrecía Martini ya que sabía bien que él no era afecto del mezcal.

 

Bebimos algunas copas, posiblemente más de las necesarias, y para volver pedimos un taxi, ya que no estábamos lejos ya de la casa de Sasuke, no hubo mayor problema. Al llegar fue cuando al fin noté lo borrachos que estábamos, ya que apenas podíamos mantener el ruido por lo bajo para no molestar a sus padres, subimos las escaleras y al llegar a la habitación, de inmediato me senté en la cama para evitar cualquier accidente.

Sasuke cerró la puerta entre risas y cotilleo, después de eso se sentó a mi lado en la cama.

 

-        ¿Cómo terminamos así? – preguntaba riendo.

-        No lo recuerdo. – decía Sasuke riendo también.

 

Antes de poder decir algo más Sasuke se acercó a mí con la clara intención de besarme, y en vez de alejarme, terminé con la distancia que nos sobraba, besándolo de regreso. El beso comenzó casi tímido, como si fuera el primero en la historia que teníamos; pero poco a poco perdió pudor y se fue convirtiendo en un beso exigente y apasionado.

Cuando lo noté, yo ya estaba recostado en la cama, con Sasuke encima de mí, besándonos sin pensar en nada más, sin importarnos nada más. No tardé en sentir las manos de Sasuke tratar de desabotonar mi camisa, para ir descubriendo mi pecho, apenas pudo, se deshizo de mi prenda, para dejar mis labios también, y comenzar a besar mi cuello con ansias, mismas que yo bien correspondía. Por mi parte, desabotonaba su camisa ahora, para apresurar las cosas, logré quitarle la camisa antes de que él pudiera abandonar mi cuello, y mientras pasaba a mi pecho, bajaba sus manos para quitarme ahora el pantalón, el cual, sin pensarlo, ayudé a que saliera más rápido, dejándome sólo en interiores.

Sasuke regresó a mis labios, en un beso más exigente que el anterior, mientras yo quitaba ahora su pantalón, y él se deshacía al fin de mi última prenda, para de inmediato tomar mi miembro con su mano libre y comenzar a masajearlo. Había olvidado lo bien que se sentía que él me tocara, porque no cabía duda que Sasuke era bueno en todo lo que hacía.

Apenas pude pensar un poco y le quité los boxers también, sólo para ver su ya notable erección, cosa que me excitó aún más. Bajó nuevamente, ahora hasta llegar a mi sexo, y sin dejarme respirar un segundo, lo engulló completamente, volviéndome completamente loco, y aun así lo suficientemente consciente para no gritar, ni hacer ruido. El vaivén que Sasuke llevaba, me fascinaba, no dudaba en ningún segundo, y se sentía realmente bien. Jugaba con su lengua a provocarme espasmos cada vez que con ella acariciba la punta de mi miembro, y, de pronto paró, volviendo a besarme mientras me masturbaba con una mano, para aprovechar una pausa en el beso y acercarme un par de dedos a la boca. Inmediatamente accedí, lamiéndolos y chupándolos para lubricarlos lo suficiente, o hasta que él considerara suficiente, cuando los sacó, me besó de nuevo y sólo sentí uno de aquellos dedos entrar en mi ano, y así como entró, comenzó a moverlo, haciéndome gemir un poco, siempre cuidando el volumen de mi voz. Dejó de masturbarme para tomarme del cabello y jalarme más hacia él y profundizar el beso, introduciendo el segundo dedo al mismo tiempo que hacía eso, volviéndome loco, perdiéndome en la excitación y el placer que él me otorgaba. Unos minutos después sacó sus dedos, me tomó rápidamente de la cintura, haciéndome girar en la cama, quedando boca abajo, y sin dejarme tomar aire o recuperarme de tanta emoción, entró directamente en mí, provocando que arqueara mi espalda de placer, y sintiendo su mano taparme la boca para evitar que saliera un gemido más fuerte de lo necesario. No espero a nada para comenzar a moverse, yo no podía con tanto placer, me encontraba con la mano de Sasuke cubriendo mi boca, y con las manos aferradas a las cobijas, como si de algún modo eso fuera a hacerme recobrar algo de cordura. Escuchaba los gemidos de Sasuke, como siempre, por lo bajo, su respiración temblorosa y excitada en mi espalda, lo sentía entrar y salir de mí a un ritmo extasiante, brusco, rápido, sin descanso, sentía su sudor caer en mi espalda.

 

-        Vol…teate… - dijo apenas, saliendo de mí y soltándome.

 

Hice caso sin dudar, me acosté boca arriba, y él sobre mí, acomodó su cuerpo entre mis piernas y nuevamente entró de tajó, lo más profundo que pudo, nuevamente cubriéndome la boca. El ritmo aumentaba conforme su respiración se aceleraba, yo seguía aferrándome a las cobijas, mientras gemía descontroladamente, me excitaba cada vez más escucharlo, escuchar su respiración tan agitada, sentir su cuerpo chocar con el mío, escuchar sus gemidos ocasionales. Siguió con la penetración profunda y brusca unos minutos más, hasta que finalmente, en una embestida, no soporté más y llegué al orgasmo, provocando que mis paredes se contrajeran y ambos nos viniéramos al mismo tiempo, yo en su pecho y el mío, y él dentro de mí.

 

Sasuke salió de mí, y se recostó a mi lado, nos cubrió a ambos con las cobijas y pronto nos quedamos profundamente dormidos.

Notas finales:

Ni la fuerza del destino - Cristian Castro con Yanni.

Ya era hora, ¿no creen? :3

Ya me sabía mal dejarlos separados por más tiempo jajaja

Espero les haya gustado :)

Buenas a todos, nos seguimos leyendo ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).