JungKook se arreglaba el pelo nervioso frente al espejo.
-No sé cómo puedes estar tan tranquilo, eres tú el que se va a presentar y no yo
-Simplemente porque no tiene remedio, si no les gusto tendrán que aguantarme porque te gusto a ti
-¿En serio?
-No, estoy cagado, claro que quiero gustarles a mis suegros
El menor sonrió, lo sabía, se acercó a Jin y besó sus labios.
-Te adorarán, yo te adoro
-Tú estás loco, cariño
-Puede, pero la locura se hereda
Jin tomó las llaves de la casa mientras que JungKook tomaba el pastel que habían hecho, bajaron y se montaron en el coche tomando el camino hacia la parte exterior de la ciudad, el camino se hizo rápido ya que a esas horas casi todo el mundo estaba trabajando, salieron de la ciudad y tomaron la carretera hacia el sur. El paisaje fue pasando de urbanita a algo natural, no había mucho campo pero se veían zonas de verde, unos kilómetros más adelante comenzó a verse una ciudad grande que aún respetaba lo que le rodeaba, el equilibrio entre el hombre y la naturaleza, se adentraron en el pueblo y recorrieron el centro hasta salir a las periferias donde había grandes casas con parcelas, Jin aparcó frente a una que estaba pintada de azul marino.
-Tienes una casa preciosa -dijo Jin
-La tienen mis padres, yo vivo de prestado en todos lados -rió el menor
La puerta se abrió antes de que llamaran y apareció un hombre alto de pelo negro, ojos marrones grandes, cara suave y redonda, vestía una sonrisa enorme que llenó de alegría a Jin sin saber porqué, cinco segundos después salió una mujer muy alta que le sacaba cinco centímetros al hombre, Jim vio que llevaba algo de tacón, su pelo era corto como el de un hombre y rubio, los ojos eran realmente grandes y sus labios los acompañaban, su piel era pálida y en su rostro redondo le hacía ver como una muñeca.
-JungKook -gritaron ambos mientras salían corriendo a por él
Le abrazaron con mucha fuerza, el menor parecía desaparecer en sus brazos a pesar de lo alto que era, la risa del menor se escuchaba entre los gritos de emoción de los adultos, finalmente se separaron y Jun pudo apreciar de donde venía la sonrisa de su pequeño.
-Papá, mamá este es...
-Seokjin, 26 años y modelo -dijo la madre
-Habitante de un ático duplex en la zona pija de Seoul y con un cochazo -completó el padre
-Es mi novio, os ha faltado justo lo más importante -murmuró Jungkook
-Encanta, preciosidad, yo soy Sihyun y mi marido es Shin, esperamos que seas feliz hoy con nosotros y que no repudies a nuestro pequeño después de ver la clase de familia que tiene
-No podría, señora, es tan adorable que me mataría el decirle siquiera algo malo
Sihyun miró de arriba a abajo a Jin, una sonrisa se curvó en sus labios al instante.
-Igual que tu padre, todo un sex simbol, me gusta este hombre
-Bueno, creo yo que la última palabra es mía, soy el padre -sentenció Shin -Aunque Jungkook no sea una chica me toca a mí, ¿o no?
Todos rieron, incluido Jin, el padre tenía una especie de no-sé-qué que te hacia sentir bien a pesar de la incomodidad de estar conociendo a tus suegros.
-Habéis venido muy pronto, a tu madre no le ha dado tiempo de cocinar
-Jin puede ayudarte, es un masterchef -comentó Jungkook, entonces su madre le miró sorprendida -Me dijiste que me buscara un chico que supiera cocinar, ¿no?, pues me he cogido al mejor
-Joder, cariño, estoy orgullosa de ti -dijo la madre en un falso llanto de orgullo -Así se caza, dí que sí, como yo siempre digo...
-Busque, compare, y si encuentra algo mejor, compre -recitaron los tres al unísono, parecía ser el lema familiar o algo por el estilo
Jin sintió por primera vez el calor de una familia y pensó en Hoseok, en la suerte que tendría cuando conociera a la familia de Tae y sintiera lo mismo que él, la madre de JungKook tomó su mano con una gran sonrisa y lo condujo a la casa, no dijo nada, pero Jin se sintió lleno de alegría.
-Nuestra casa es modesta pero esperamos que sea suficiente para ti
-Es más de lo que nunca tuve, muchas gracias
Sihyun miró extrañada a Seokjin pero su marido le distrajo cuando le exigió que le regañara a su hijo, Shin y JungKook no eran unos manitas en la cocina por lo que había decidido jugar a la Play mientras los otros se encargaban, Kookie había cogido el mando especial de su padre y se había puesto a jugar, Shin le exigía que se lo devolviera y pusiera otro juego, al final Sihyun acabó escogiendo.
-Puedes sentarte con ellos, cariño
-Tranquila, quiero ayudarte, si no te importa -dijo Jin sonrojado por como lo había llamado
-Eres adorable -sonrió la mujer mientras dejaba un beso en su mejilla
Seokjin sintió un pinchazo en su pecho, millones de sueños rotos vieron a su mente, su infancia desolada y el cariño ausente, sin poder evitarlo comenzó a llorar silenciosamente, pero por muy poco ruido que hiciera, Sihyun pareció notarlo como un sexto sentido.
-Ah, pequeño, ¿estás bien?
Al escuchar la pregunta JungKook se levantó como una bala y fue a verle, le envolvió en sus brazos sin preguntar y besó su cuello.
-¿Es demasiado para ti, amor?
-No, estoy bien, es que.... es muy cariñosa y entonces.... y tú padre es tan tú que...
Los padres de Jungkook miraban a Jin extrañados, aunque conmovidos.
-¿Tienes problemas con tus padres, chico? -preguntó Shin acariciando el pelo de Seokjin
-No se puede si no los tengo -sonrió
Shin quedó congelado y Sihyun cubrió su boca, para personas tan familiares como ellos, ese hecho era de lo más triste.
-Jin es huérfano -dijo JungKook -Aunque tiene un hermano de sangre, Hoseok, los dos se criaron en un orfanato hasta los 18 porque no querían separarse
JungKook dejó al mayor y fue a buscar pañuelos, justo en ese instante Sihyun se avalanzó sobre el castaño y lo cubrió entero, Jin quedó congelado, ese tipo de abrazo era diferente y nunca lo había experimentado.
-Nostros seremos tu familia, no te digo que me llames mamá, pero puede contar con nosotros como si te hubiéramos parido -susurró la mujer antes de besar su frente
-Serás como el hijo que nos faltó -sonrió Shin
En ese momento la cara de Sihyun se cubrió con una sombra de dolor y se marchó, seguramente al baño.
-Papá, no debiste decir eso
JungKook fue tras su madre.
-Sihyun tuvo un aborto -explicó Shin apesadumbrado -Quedó embarazada a los 21, aún no nos habíamos casado pero íbamos a tenerlo juntos, un día se resbaló y cayó tan fuerte que perdió al bebé
-No lo sabía
-Es normal, a Kookie no le gusta hablar de eso, pero siempre está presente en su vida
-No le comprendo
-Él se llama Jeongguk, pero todos le dicen JungKook porque así él lo escogió -sonrió triste Shin -Sihyun quería ponerle JungKook al niño
Jin lo comprendió entonces, el pequeño se hacía llamar como "su hermano mayor" para que su madre tuviera ambos hijos igualmente.
-Ella dice que lo ha superado, pero cosas como esas nunca se superan -rió Shin con un tono tenebroso -Es demasiado fuerte para una madre
Sihyun apareció rodeada por los brazos de su hijo, Jin la miró y vio el dolor que veía en sus propios ojos y en los de su hermano, se acercó a ella y le abrazó lo más fuerte que pudo.
-Creo que su hijo tiene una noticia que le hará muy feliz
JungKook extendió su mano frente a la cara de sus padres, la miraron atentamente pero no notaban nada raro, entonces el pelinegro agitó el dedo corazón de su mano izquierda y sus padres notaron el brillante anillo dorado que allí había.
-¿Os vais a casar? -susurró el padre
-Oh, cariño, que maravilla
-Quiero tu declaración de la renta, tu chequeo médico, el contrato, tu currículum, una cita con tu abogado...
Shin fue interrumpido por su mujer con un beso, el hombre se estaba poniendo rojo, sus manos bailaban por el aire y los ojos parecían salir de sus órbitas.
-Se va a llevar a mi niño
-A nuestro niño, cariño, pero le cuidará bien
-Vale, pero quiero el chequeo médico igualmente, ¿sí? -dijo haciendo un puchero a su mujer
-Eso es cosa de ellos
Shin pareció resignado, miró a Jin y le abrazó sonriente, si su hijo lo había escogido sería por algo.
-Ah, y otra cosa -dijo JungKook -Estoy embarazado, vais a ser abuelos
Shin separó de un empujón a Jin, se acercó a su hijo corriendo y miró en sus ojos, vio que no mentía y se desmayó, Sihyun comenzó a reírse.
-Creo que quitarle a su bebé y dejarlo preñado ha sido demasiado para él en un solo día, vas a tener que trabajartelo Seokjin
-Por su hijo lo que sea -sonrió
-¿Y eso cómo? -preguntó Shin, quien acababa de alzarse -¿Cómo se queda embarazado un hombre?
Sihyun tomó a su marido en brazos y lo condujo al sofá, JungKook se sentó frente a ellos y con Jin a su lado, lo explicó sencilla y lentamente, todas las veces que hizo falta, al igual que hizo Kidoh con él. Sus padres le miraron extraños cuando acabó, como si dudaran entre que fuera humano o extraterrestre, pero perecieron quedarse con la primera.
-¿De cuánto estás? -preguntó Shin
-De un mes y dos semanas, a finales de este voy a la primera ecografía
-¿Podemos ir? -murmuró Sihyun como si termiera una negativa
-Sería todo todo un honor para nosotros que estuvieran en un momento tan especial
-Seokjin, hijo, hablas demasiado rimpompante
-Vale, Shin, me encantaría que plantara allí su trasero
-Mucho mejor
El hombre abrazó a su hijo mientras la madre se comía a besos a Jin, al momento se pusieron a cocinar y, aunque acabaron comiendo a las cuatro de la tarde, pasaron un día maravilloso en familia.
*****
-¿Y cómo fue? -susurró Sihyun mientras veía a su marido dormir
-¿El qué, mamá? -murmuró JungKook acariciando el pelo de Seokjin
Shin se había quedado dormido en su sofá totalmente estirado y con la boca semi abierta y Seokjin se quedó dormirdo en el regazo de JungKook poco después, a veces restregaba su nariz contra el vientre del menor, pero ambos parecían dormir profundamente.
-Pues la pedida, ¿qué otra cosa?
-Ah, vale -sonrió -Verás....
*Habían vuelto del hospital, JungKook estaba muy cansado ya que no había dormido ni media hora decente, y el sillón de Kidoh tampoco es muy buen colchón.
-Durmamos
Seokjin tomó la mano de su pequeño y se tiraron sobre la cama, cubrieron sus cuerpos con las sábanas y pronto quedaron dormidos abrazados, pero el sol de media tarde despertó a Jin, y éste se sintió incapaz de volver a conciliar el sueño. JungKook había girado y se encontraba unos palmos alejado de él, así que pensó que podría salir a pasear y comparar muchas guarradas para la cena, salió de la cama y buscó sus zapatos, cinco minutos después ya estaba en la calle.
-Hace una tarde muy linda, pero Kookie no se va a despertar hasta tarde, seguro
Caminó calle abajo tranquilamente, y tuvo la suerte de que parecía que nadie apreciaba su presencia, pasó entonces por una joyería, Tiffanys, y vio a la dependienta a través del cristal.
-¿YooA?
La chica alzó la vista y entonces estuvo seguro, esa cara de muñeca era inconfundible.
-Jin, que maravilloso, hacia tanto que no te veía
-Pues desde tu boda en Estados Unidos, ¿qué tal Mimi?
En esos momentos una chica rubia apareció por la puerta del almacén, miró a los dos extrañados y frunció el ceño, se acercaba peligrosamente cuando detectó que era Jin y su mirada cambió.
-Oppa, ¿qué haces aquí? -preguntó con un abrazo
-Pasaba por la calle y reconocí a YooA
-Es que mi chica llama la atención
Mimi dedicó una mirada algo lasciva a la chica y YooA se sonrojó al instante.
-He oído que ahora tienes pareja, ¿vais en serio?
-Mucho
-¿Y para cuando la boda? -preguntó entusiasmada Mimi
-Pues no se lo he pedido, aunque debería -sonrió Jin -Lo he dejado embarazado
YooA miró sorprendida a Seokjin.
-Les tocó la lotería pues -río al final
-Pideselo ya, cuanto antes mejor
El chico miró el mostrador lleno de anillos tras el que estaba YooA y fuerte sentimiento se apoderó de él, palpó sus bolsillos y localizó la cartera, la verdad es que era muy raro, casi nunca la llevaba encima.
-El destino es sabio -susurró Mimi
YooA sacó unas cuantas cajitas y las abrió frente a él, Seokjin las observó con algo de miedo, entonces Mimi retiró algunas diciendo que eran demasiado femeninas, el chico al final se decantó por una tradicional, al menos que eso fuera normal, ¿no?
-Le encantará ya verás -comentó Mimi mientras la guardaba en una cajita de terciopelo rojo
-¿Y cómo se lo pido?
-No hace falta que sea algo memorable, hazlo cuando lo sientas en el corazón, así siempre será especial -sonrió YooA -Cuando le mires y tu corazón salte será el momento apropiado
Seokjin salió de la tienda lleno de nervios, se había despedido lentamente de ellas para llegar más tarde, pero había que coger el toro por los cuernos. Cuando llegó a casa JungKook aún estaba en la cama, se acercó a su lado y miró su rostro, realmente estaba dormido, apreció sus bellas facciones y el amor le inundó al momento, pensó que había llegado la hora.
-Es algo cutre pero.... -suspiró -Kookie
El menor abrió los ojos instantáneamente y sonrió al verle, pero no se movió.
-Te he echado de menos, ¿sabías que puedo detectar que no estás incluso durmiendo? Debe ser cosa del bebé
-Pequeño, yo... quería... pedirte algo
Seokjin sacó la caja de su bolsillo y se la enseñó, el menor la miró curioso, puede que no se imaginara lo que era, el castaño tomó la mano de JungKook y la apretó fuerte contra sus labios.
-JungKook, bebé, ¿te casarás conmigo?
Seokjin abrió la caja con el pulgar y un pequeño anillo dorado con tres pequeños diamantes incrustados brillaron, los ojos del menor se abrieron como pozos, y cuando le miró de forma extraña el mayor temió lo peor.
-Sí, por supuesto y rotundamente que sí, no hay ni que preguntar
Jin suspiró aliviado y colocó el anillo en su dedo, parecía encajar a la perfección, entonces JungKook se levantó de un salto y tiró de él hacia la cama, lo envolvió en sus piernas y le dio lo único que podía permitirse y lo que el mayor más amaba.