Kagami miraba para todos lados, movía su pie con desespero, iba a la entrada de la iglesia, y luego regresaba a su lugar.
-¡Te quieres calmar ya!
-¡¡Cállate Ahomine!! No puedes entenderme
-Pues no, pero cálmate ya Tetsu no tardará en llegar, además Ryota está con él.
-Justo por eso me estoy preocupando –Kagami le miro algo irónico.
-¡Oye!... –Aomine se quedó con las palabras en la boca, después de unos segundos, se encamino también preocupado a la entrada.
Kagami volteo hacia al altar, ahí el cura se encontraba platicando con su padre, quien hizo contacto con Kagami unos segundos transmitiéndole el mensaje “Dense prisa, no puedo entretenerlo más” incluso los padres de Kuroko miraban preocupados la entrada esperando la llegada de su hijo.
-Tranquilo Taiga-san…
Sintió en su brazo el agarre frio, bajo la mirada y ahí se encontraba la abuela de Kuroko.
-…El llegara, solo que hoy quería aparecer perfecto para ti.
Sonrió, era cierto. Debía estar tranquilo…
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-¡¡Vamos para allá Daikicchi!! –Kise se movía desesperado al igual que Kuroko
-Disculpe, ¿No puede moverse de carril? –Kuroko casi se mordía las uñas
-Eso intento –Incluso el chofer se veía nervioso –Pero no me conceden el paso.
-Saldré corriendo Kise-kun
-¿Estás loco?
-No… no quiero hacer esperar a Kaga…
De repente ambos se echaron para atrás debido a que la limosina arranco repentinamente.
-Ahora oh nunca –El conductor parecía tener su trabajo muy en claro.
Comenzó a esquivar los autos alrededor, y a pisar el acelerador lo más que le era permitido eh incluso más de lo que debía.
Pero a decir verdad… estaban yendo muy rápido…
-Ninguno delos 2 contesta –Decía Kagami con una expresión molesta en su cara.
-¿Y yo tengo la culpa oh que?- Aomine también se ponía a la defensiva
-Bueno, ese maldito rubio siempre estaba atrás de el
-¡Cállate! El único que está detrás el… soy…
-¡Cállense ya los 2! –Grito Momoi desesperada
-¡Cállate tú! –Espeto Aomine
Pero Kagami no tenía tiempo para pelear, mientras ellos seguían ahí discutiendo él tenía un mal presentimiento, que el celular sonara y a la siguiente llamada ya estuviera apagado era raro, tanto grito comenzaba a estresarlo ¿Y si le había pasado algo a Tetsuya? No quería pensar en nada malo… Que chocaran, que alguien los raptara… Que Kise lo hubiera secuestrado… De todo lo más probable era lo último, y tanto ruido en verdad no le dejaba pensar.
-¡Cállense ya ustedes dos!
-¡Que te dejen plantado en el altar no es nuestra culpa!
-¡A mí no me dejaron plantado! ¡Solo cállate Ahomine!
-¡El único que puede callarme…!
-Se quieren callar ya los 3
Se detuvieron casi al instante de ver quién era el que les daba esa orden
-Sei –Un castaño se acercó hasta al pelirrojo haciendo ciertas muecas con su boca
El brazo de Kagami fue jalado, a lo que él se asustó ¿Por qué tanto dramatismo? Pero al ver el rostro de su padre sonriendo le dio tranquilidad.
-Vamos, es hora de ir adentro.
Kagami dio un último vistazo hacia afuera, escuchaba como Aomine se burlaba de Furihata pensando que podría taparle la vista a Kagami, pero pudo ver como Kise ya se encontraba afuera de la limosina esperando a que él se perdiera de vista, alegando que no se debía ver al doncel antes de la boda.
Entro ya más tranquilo siguiendo el agarre de su padre.
-Se atrasó por tráfico, fue todo ¿Te asustaste tigre?
-No… yo sabía que no me dejaría.
Todos comenzaban a tomar sus lugares, familiares y amigos.
-Voltéate, no debes verlo aun.
-Pero quiero…
-Voltéate.
A Kagami no le quedo de otra más que obedecer con un puchero en su boca.
Se empezó a escuchar la marcha nupcial, su corazón latía fuertemente, quería verlo, no… no quería oh se sentiría muy avergonzado… ¿Y si lo arruinaba? Esa era su especialidad… Finalmente llego el momento de voltear.
-
-Listo, Kagami se metió a la iglesia, puede salir Kuroko –Takao también tenía todo bajo control junto con Jika, ¿Quién diría que era toda una experta en organización de bodas?
Kuroko salió aprisa, tenía que estar pronto a las puertas de la iglesia, sus padres también ya se dirigían con él.
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-¡Moo Kurokocchi! ¿Qué hay con esa camisa azul?
-¿A qué te refieres?
-Tienes que estar totalmente de blanco –Kise le arreglaba el saco
-Pero Kise-kun, yo no merezco el blan…
-¡Aaaah, los señores Kurokocchi’ssu! –Le tapo rápidamente la boca nervioso mirando que sus padres ya estaban frente a ellos.
-¿Quieres que se enteren? –Le susurro quedito pero en tono molesto.
Kuroko ladeo los ojos en señal de “No me importa” cosa que hizo enojar levemente a Kise.
Uno de los empleados del padre de Kagami se acerco al chofer de la limosina para ayudarle, ya que un tránsito los venía siguiendo
-¿Qué fue lo que paso? –Pregunto el padre de Kuroko.
-Pues… concretamente nos brincamos 2 altos, el transito nos detuvo a lo que forzosamente tuvimos que parar y apagar los celulares por orden del oficial, después de explicarle la situación y que Kise-kun casi le llorara para que nos dejara seguir accedió, con la condición de seguirnos y arreglar todo legalmente.
-Ya veo… bueno, tu matrimonio empieza como todos…
Comenzaron a caminar hacia adentro, un seminarista ya los esperaba para acomodarlos adecuadamente.
-¿Con suerte? –Pregunto Kuroko mirando a su padre con la expresión mas tranquila.
-¿De qué hablas? Con el pie izquierdo.
Bueno… ahora Tetsuya sabía de donde había sacado su lado malvado.
La marcha nupcial sonaba y él había comenzado a caminar en medio de sus padres, él era el centro de atención de todos los invitados, frente a el 2 pequeños pajes, un hijo de Akashi y Furi y la pequeña de Murasakibara y Himuro, está prácticamente su sobrina, se miraban verdaderamente lindos frente a él tirando pétalos de rosa.
Entre más caminaba más nervioso se ponía y así, cortando la distancia finalmente aquel hombre que se convertiría en su esposo se giro para verlo. Su expresión estaba seguro jamás la olvidaría, el cómo sus ojos se abrieron enormemente de par en par, sorprendido, y era de esperarse. Al verlo Kagami no acreditaba a lo que tenía en frente, se miraba hermoso, puro, lo que el quería para pasar el resto de su vida.
Los padres de ambos se encontraron finalmente y ellos en el altar, el padre de Kuroko le dio su mano a Kagami, quien no le quitaba la vista a Kuroko de enzima.
-Cuídalo, es lo más grande que tengo en el mundo –Fue lo único que atino a decir el señor Kuroko, ya que no quería interrumpir mas la hermosa ceremonia.
-Lo haré.
Se quedaron tomados de la mano, escuchaban de trasfondo los cantos y la voz del cura, pero estaban perdidos en ellos mismos.
-Te vez hermoso.
Kuroko bajo la mirada sonrojado, no supo que decir, no lo aparentaba pero quería morir de la vergüenza.
La ceremonia seguía, y después de unos minutos dieron el “Si, acepto” incluso Kagami remarco en sus palabras la frase “Prometo serte fiel” Cosa que provoco en Kuroko las lagrimas.
Finalmente, el Cura los reconoció frente a lo mas como esposos, Kagami fue quien no espero a que todo terminara para alzar y besar a su ahora Marido. Mismo que también comenzó a llorar.
Aplausos se escuchaban en toda la iglesia mientras se besaban, al separarse Kuroko limpio las lagrimas de Kagami, dando besos en sus mejillas, pero Kagami le sonrió.
-Perdón pero… realmente te vez hermoso.
-No me pidas perdón, si no estuvieras llorando ahora, yo no me hubiera casado contigo Kagam…
-¡Hey! Taiga… ¿Escuchaste?... No puede haber dos Kagami
-¿Dos?
-Si, Kagami Tetsuya.