Tres días, ya han pasado tres días desde que Neville y su abuela abandonaron la Mansión Malfoy. Tres días en los que el silencio y la tristeza solo eran interrumpidos por los hipos y sollozos de Draco mientras por lo bajo solo repetía: “Mama Ñevel”. Se negaba a comer o a jugar y ni siquiera la presencia de Harry lo animaba. El auror le recomendaba a Lucius que buscara al muchacho, y este solo respondía que no tenía idea donde estaba, sin contar que aunque lo supiera dudaba que volviese después de lo que el retrato de Narcisa le había dicho.
- Dragón, tienes que comer – le decía Lucius
- Quedo a mi mamá Ñevel – decía Draco
- Dragón – dijo Narcisa un día – yo soy tu mamá, y estoy aquí
- Ño – contesto Draco – tú shodo etach en tu cuado y ño haches ñada. Ño fuegas conmigo, ño me dash mi comia. Ño me cantash, ño hashes ñada. Yo no te queo
- Draco – dijo Narcisa dolida
- Quedo a mi mama Ñevel – grito Draco cuando las llamas se activaron – ¡mam…!
- Hola Draco – dijo Harry sonriendo
- Hoda – dijo este dejando caer sus hombros
- ¿ya comiste? – pregunto Harry pero él no contesta – ¿quieres que te dé yo la comida en la boca? – pero Draco no contesta – dragón…
- Tae a mi mamá Ñevel – suplicó el rubio con los ojos rojos de tanto llorar – taela
- Harry – dijo el cuadro de Narcisa – puedo hablar contigo, en el pasillo
- Ahora vengo – dijo Harry poniéndose de píe y saliendo – dígame
- Necesito hablar con él – dijo el cuadro
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Neville estaba nervioso cuando entro en aquella taberna. Para evitar cualquier problema había tomado una poción multiuso y tenía la apariencia de un anciano. El tabernero le indico que lo esperaban en la habitación 15. Lentamente subió las escaleras y llamo a la puerta. Esta se abrió y el anciano entro
- Gracias por venir – dijo Harry
- No entiendo que quiere de mi – dijo Neville
- Draco tiro mi cuadro – dijo Narcisa – en realidad hizo un berrinche y fue Lucius quien lo tiro y lo hechizo para que no salga de él
- Lo siento – dijo Neville – buscare la manera…
- Me equivoque – interrumpió Narcisa –. Creí que querías mi lugar, y no quise ver el bien que les hacías
- Yo los amo – dijo Neville – por eso me fui
- Y por ese mismo amor debes volver – dijo Narcisa –. Mis celos me cegaron y no quise ver que te habías ganado su amor por propia cuenta. Draco solo llora y llora, no come, no juega, solo llora. Regresa por favor. No permitas que mi hijo… ¡me odia!
- Draco no la odia – dijo Neville – es su madre
- Debiste escu… – dijo Narcisa
- Usted es su madre – interrumpió Neville – y su lugar es la mansión
- También el tuyo – dijo Narcisa – de hecho es más tuyo que mío. Vuelve te lo suplico. De madre… a madre. Vuelve con ellos
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Draco lloraba acostado en la sala mientras Lucius ya estaba a punto de perder la paciencia. De pronto la puerta se abrió y ambos rubios volcaron a ver
- ¡Mama! – dijo Draco feliz
- ¿Ya comiste? – dijo Neville sonriendo
- Ño teno hame -dijo Draco
- Neville – dijo Lucius sorprendido
- Te amo – susurro este besándole los labios y le guiñó el ojo – mi bebé – dijo abrazando a Draco – tienes que comer o si no tendrás fuerzas para jugar quiddich. ¿O tú que opinas, Narcisa? – y muestro el cuadro
- ¿Qué hace ella aquí? – dijo Lucius molesto
- Su hijo vive en esta casa así que este es su lugar – dijo Neville
- Eda no me quede – dijo Draco – yo che te po shu cupa te fuste. Po echo no la quedo
- Yo tampoco la quiero aquí – dijo Lucius haciendo amague de tomar el cuadro
- Ni te atrevas Lucius Malfoy – sentencio Neville – porque te juro que… – y Lucius se detuvo en seco sin tocar el cuadro – ahora me van a escuchar par peli teñidos – y ambos rubios lo miraron entre molestos y asustados – o el cuadro de Narcisa se queda y ustedes la respetan como corresponde, o…
- ¿o que? – dijo Lucius desafiante
- O yo me voy – sentencio Neville – pero ante me asegurare que donde vayan ustedes dos también vaya ese cuadro
- No te atreve… – dijo Lucius
- ¿quieres ponerme a prueba? – dijo Neville. Respiro hondo y se sentó junto a Draco para abrazarlo y besarle el cabello – los amo a los dos. Son mi mundo entero, pero nos guste o no, Narcisa es parte de esta familia y es una pieza indispensable para la recuperación de Draco
- Cho esto ben – dijo Draco
- No dragón, no lo estas – dijo Neville abrazándolo contra su pecho – eres un adulto, tienes mi edad, y te comportas como un bebé
- So un… – protesto Draco
- No Draco – interrumpió Neville – eres un adulto
- E seño… – dijo el rubio menor
- Lo se – dijo Neville – pero debemos revertirlo
- Ño, ño, ño, ño – dijo este revolviéndose en sus brazos
- Draco, escucha… – decía Neville
- Ño me quedes – gritaba Draco llorando
- ¡Basta! – dijo Neville con un tono que solo permitía ser obedecido y Draco se quedó quieto – ¿Cuándo llegue a esta casa que te dije sobre las mamás?
- Che teno dosh – dijo Draco haciendo un puchero y bajando el rostro – mama Nantita en e chedo y tú
- ¿Y como se las trata a las mamás? – pregunto Neville
- Ton amo – dijo Draco en medio de un hipo
- ¿Y a ti te parece que esa son maneras de tratar a una madre? ¿acaso yo trato así a la abuela Augusta? – dijo Neville y Draco negó – pídele disculpa a mamá Narcisa, dile cuanto la quieres y prométele que nunca más lo harás
- Pedo… - protesto Draco
- No es necesario – dijo Narcisa
- Ve, ve. Eda no quede – dijo el rubio – pa que… – pero ante la mirada de Neville bajo su carita diciendo – Pedon mama Nantita, te quedo muto y ño vovede a deshir que ño te quedo ¿me pedonash?
- Claro que si mi ángel – dijo Narcisa sorprendida por la nueva actitud de su hijo
- ¿Y tu me pendonash mama Ñevel? – dijo Draco
- Es imposible negarse ante esa carita – dijo Neville sonriendo y abrazándolo tiernamente – ahora en cuanto al doctor…
- Ño quedo – dijo Draco – ño quedo
- Si quiere jovencito – dijo Neville –. A ver dime no te gustaría hacer pociones en tu laboratorio, juagar quiddich afuera, que alguien te agarre la mano como papá me la agarra a mí – dijo Neville sonriendo
- ¿Y beshos? – dijo Draco
- No – dijo Lucius de manera radical
- Si mi amor – dijo Neville sonriendo – besos también
- Neville – protesto Lucius
- Es parte de crecer – dijo este
- Mama Neville tiene razón – dijo el cuadro de Narcisa – besos también
- Tonche ide – dijo Draco decidido
- Tal vez no sea – dijo Lucius – tan mala idea eso de no… - pero se callo al sentir tres pares de ojos taladrándolo
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El llanto se escuchaba incluso en la planta baja. Amaba a su hijo, pero en ese momento tenía unas ganas casi incontenibles de cruciar a alguien. Ya iban varios días en los que Draco lloraba a la hora de dormir sin razón aparente
- Chon – gritaba Draco llorando
- ¡Ya cállalo! – exigía Lucius a voz en cuello
- Es un niño – dijo Narcisa desde su cuadro
- Chon – gritaba Draco llorando
- ¿Y qué rayos es Chon? – dijo Lucius molesto
- Es… – dijo Narcisa – ¿Cómo lo pude olvidar?
- ¿Qué quiere decir? – pregunto Harry intrigado
- Ahora vuelvo – dijo Narcisa corriendo a través de los cuadros hasta llegar a la habitación de su hijo
- ¿Seguro que no se ensucio? – pregunto Augusta
- Lo acabo de cambiar – dijo Neville
- Álzalo – dijo el cuadro de Narcisa y siéntate en la mecedora
- Pero… – dijo Narcisa
- Hazlo – insto Narcisa – cuando te de la señal tócale la punta de la nariz ¿listo? – y Neville asintió – Dormite mi niño, dormite mi sol. Dormite pedazo de mi corazón. Este – Narcisa se tocó la nariz con un dedo y Neville se la toco a Draco – dragón lindo no quiere dormir y el pícaro sueño no quiere venir
De pronto el silencio reino en todo el lugar.
- Creo que lo mato –dijo Harry subiendo la escaleras a toda prisa con Lucius pisándole los talones
- Eso – decía Narcisa mientras Neville le acariciaba suavemente el cabello a Draco
- ¿No lo mato? – dijo Lucius llegando a la puerta de la habitación de su hijo al mismo tiempo que Harry, pero Neville lo mando callar con una sola mirada mientras Harry lo codeaba suavemente. Definitivamente sería un camino largo el que tendría que recorrer, pero Neville Longbottom, ahora Malfoy, no descansaría hasta ver recuperado completamente a aquel a quien su corazón había aceptado como hijo
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- ¿Estas segura que es por aquí? – pregunto el pelirrojo
- Si – dijo la bruja – el hechizo rastreador me trae hasta aquí
- Eres humana Hermione. Pudiste haberte equivocado – dijo Ron pero esta le hizo una señal para que se callara y se escondiera detrás de los matorrales
- Espera – grita Harry – no tan rápido
- Papá tiene razón, eres un anciano – decía una voz que no lograba identificar
- Te recuerdo que eres mayor con un mes – decía Harry
- Pues no lo parece – replicaba la voz de manera risueña
- Deja que te alcance y ya verás… – decía Harry nuevamente y se escuchaba una suave carcajada
- ¿Alcanzas a ver con quien habla Harry? – pregunto Hermione en voz baja
- No – contesto Ron en el mismo tono – ¿y tú?
- No veo na… – decía Hermione cuando una varita le apunto el cuello
- Es un placer volver a verte, comadreja – dijo Draco apuntándole a Ron
- ¿Qué te ha dicho Neville sobre el trato a las personas? – dijo Harry
- Mamá quería que me recuperase completamente – se defendió Draco – así que eso viene en el paquete – y le saco la lengua de manera infantil haciendo sonreír al moreno – ¿Qué hacen aquí?
- Vinimos a rescatar a Harry – dijo Ron
- ¿Y se puede saber de qué o de quién? – dijo Draco
- Obviamente de ti – dijo Ron
- Harry – dijo Hermione – ¿Qué está pasando Harry? Desapareciste de la noche a la mañana. Renunciaste a tu trabajo. Cerraste la casa de los Black. Nunca nos hablas
- He estado algo ocupado – dijo este
- Lo hechizo – dijo Ron – No hay otra explicación. ¡El hurón le lanzo un Imperius a Harry!
- Nadie me hechizo – dijo Harry – y respeta a Draco
- ¿Qué haces aquí? – dijo Hermione
- Visito a mi novio – dijo Harry con simpleza
- Ósea yo – dijo Draco levantando la mano
- Después de que Neville nos contó sobre los Malfoy lo busque por mucho tiempo – dijo Harry – quería rescatar a Neville y a Draco de las garras de Lucius, según yo. Pero me enamore. Y aunque en ese momento era imposible cualquier tipo de relación con Draco de ese tipo, me quede como su amigo. Ayude a Lucius y a Neville con su tratamiento. Con el tiempo Draco volvió a ser el mismo…
- Un hijo de… – dijo Ron
- No te atrevas – siseo Draco
- Yo les deje bien claro porque me iba – dijo Harry
- Tu sueño era ser auror – dijo Hermione
- Mi sueño era Draco, y lo alcance – dijo Harry
- ¿Y Ginny? – dijo Hermione – ella aun te espera. Te ama
- Pero yo no a ella – dijo Harry – fueron ustedes dos los que le llenaron la cabeza de telarañas. Yo siempre fui sincero y por eso decline cualquier intento de acercamiento
- Tú no eres Harry – dijo Ron sorprendido – él nunca…
- El problema aquí – interrumpió Harry – es tú soñabas con conocer y ser el mejor amigo Del Niño Que Vivió, no de Harry Potter.
- Por favor váyanse – dijo Draco – si mis padres se dan cuenta
- ¿Tus padres? – dijo Ron con saña – tú no tienes madre. ¡Está muerta!
- La tiene – dijo Neville mientras le apuntaba directo a la cabeza – y espera solo una razón más para matarte después de escuchar la forma en la que lo haz tratado
- Neville, por favor – suplicaba Hermione mientras Lucius y Augusta le apuntaban – estas confundido. Los Malfoy…
- Que irónico que digas es palabra – dijo Neville sonriendo
- ¿A qué te refieres? – pregunto Ron de pronto amedrentado
- Maximus Confundus – dijo Augusta y Neville al mismo tiempo, por lo que ambos chicos se desmayaron
- Dragón – dijo Lucius mientras este corría a abrazarse a Neville
- Ya paso mi cielo, ya paso – repetía Neville acariciándole el cabello y besándolo – mamá está aquí
- Perdón – decía el rubio escondiendo su rostro en el pecho del Gryffindor – lo siento mamá Neville
- No pasó nada – dijo este sonriendo
- Lucius ayúdame – dijo Harry – los llevaremos a otra ciudad. Cuando despierten no corremos ningún peligro
- ¿volverás? – dijo Draco angustiado
- A tiempo para jugar ajedrez mágico antes de la cena – dijo Harry sonriendo – mira que tu madre me prometió un plato especial o les contare cosas que ni se imaginan de él
- Vamos – dijo Lucius y desaparecieron con ambos chicos
Neville beso el pelo del rubio jurándose a sí mismo que mientras él vivera, nada ni nadie volviera a lastimar a su pequeño Dragón.
Una hora después los hombres volvieron con la total certeza que los deseos de Neville se cumplirían a cabalidad
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