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A sudden rush of wings por TabiiiTa

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Notas del fanfic:

Hola! soy tabita~ mi cuenta anterior era sabite, pero he decidio mudarme aquí ^^ 

 

Se suponia que no usaría esta cuenta hasta que terminara un fic que quiero subir pero ¡Esto es de vida o muerte! o_o

Hoy me encontré con este fic y NECESITABA traducirlo, es demasiado perfecto *-*

 

Así que espero les guste y lo amen tanto como yo~

espero sus reviews que me ayudan a sentirme comprendida(?) kekeke

Disfrutenlo!

Notas del capitulo:

En las advertencias dice "Muerte de un personaje" pero no sé asusten, no es tan grave la cosa(?) cuando lo lean lo entenderan. Y no se arrepentiran~

 

El vaso de leche reposaba en la mesa del comedor, la humedad aglomerándose y deslizándose por su lado. Kibum había estado mirando fijamente el cristal durante horas sin moverse, mientras permanecía sentado en la mesa.

 

Era un hábito destinado a ser roto, pero Kibum no podía parar. A pesar de que nadie bebería la leche, seguía  poniendo el vaso sobre la mesa todos los días, dejándola allí cuando se iba a trabajar, entonces lavaba el vaso cuando llegaba a su casa. Los primeros días, sentía que su corazón dolía cuando llegaba a casa y encontraba la leche sin tocar. Pero a medida que pasaban las semanas empezó a darse cuenta de que nadie iba a venir a beber la leche nunca más.

 

Minho no llegaría a casa nunca más.

 

No podrían encontrarse nunca más, ya había pasado mucho tiempo desde que desapareció. Kibum encontró el anuncio esta mañana bajo la puerta, diciendo que habían dejado de buscarlo. Era el final, y Kibum necesitaba asimilar este hecho.

 

Pero todavía no podía hacerlo. Todavía no, pensó mientras se sentaba con las rodillas contra el pecho, con los ojos hinchados trazando las gotas de agua que goteaban desde el vidrio a su lado.

 

Se sobresaltó cuando un gato blanco de repente saltó sobre la mesa. Probablemente llegó desde el balcón abierto detrás de él. Vio cómo el gato se acercaba a la leche y empezaba a darle pequeñas lamidas.

 

"¿Qué estás haciendo?" Kibum susurró al gato, pero probablemente no lo entendería.

 

 

--

 

 

"Puedes llamarme Onew, Minho."

 

Los ojos de Minho parecen turbios y los signos de mareo y la confusión son evidentes en su rostro. Jinki le ayuda a sentarse y mirar alrededor de su santuario. Se encuentran actualmente en un lugar invisible para los seres humanos, que se encuentra muy por encima de los rascacielos más altos de la Tierra.  Algo similar a las nubes rodeaba todo el lugar, y las montañas cubiertas de nieve blanca se podían ver en la distancia. Un lado del santuario tiene una serie de largos y sinuosos escalones mientras que el otro lado tiene un acantilado que termina abruptamente en un abismo sin fondo.

 

Minho mira a su alrededor, con los ojos muy abiertos ante el lugar desconocido. Luego, se vuelve hacía Jinki quien espera a su lado y le pregunta dónde está. Mira a su alrededor y luego a sí mismo, la comprensión desciende lentamente sobre él. Como si casi no tuviera miedo, le pregunta si está muerto.

Pacientemente, Jinki le habla sobre su muerte – de como su cuerpo todavía no ha sido encontrado días después del naufragio, como fue declarado muerto después de una larga semana de búsqueda, y como murió y ahora está a la espera del  juicio. Jinki ha repetido la misma historia cuatro veces ya, pero a veces el alma no puede superar el shock de la muerte por lo que se desmaya y vuelve sin recuerdos de su muerte o de su primera reunión con su guardián. Jinki sabe que puede que tenga que explicar un par de veces más antes de que la verdad  aterrice en la mente de Minho, por lo que se sorprende cuando, en lugar de entrar en pánico y perder el conocimiento, Minho sólo se sienta y empuja sus rodillas contra su pecho.

 

El alma se vuelve tranquila después de la historia de Jinki, sus ojos ni siquiera pestañean mientras mira hacia las nubes. Jinki se sienta a su lado y sostiene sus manos como una forma de consuelo. Cuando Minho estaba vivo, Jinki sostenía sus manos también, pero Minho no podía sentirlo. Ahora, sin embargo, Jinki está seguro de que Minho lo siente por la forma en que las manos de Minho lo aprietan de vuelta. De alguna manera, el pequeño acto hace que las emociones de Jinki se disparen.

 

"Me pareces familiar."

 

Jinki se estremece ante la oración, pero recupera su sonrisa. "Cuando estabas vivo, había momentos en que tenía que interactuar contigo, así que me presenté frente a ti en mi forma humana. Nuestras conversaciones eran breves, pero tal vez debido a nuestra conexión me guardaste en tu memoria."

 

Minho asiente, aunque Jinki no podía saber si entendía realmente. "Por cierto, no llevabas esas … ropas, entonces. Me acordaría si así fuera."

 

Jinki se ríe y mira hacia abajo hacia sus prendas. Los guardianes en realidad no tienen un determinado conjunto de ropa, pero en el santuario, todos usan las mismas ropas blancas que les distinguen de las almas perdidas.

 

Hay otro silencio profundo mientras Jinki espera que Minho procese toda la verdad que ha oído. Es una tortura ver a Minho con el ceño fruncido, las lágrimas inexistentes amenazando con desbordarse de sus ojos. Jinki ha oído hablar de las reacciones más extremas a la muerte por parte de sus compañeros, pero su conexión con Minho le hace también sentir el vacío doloroso en el corazón del hombre.

 

Entonces Minho pregunta sobre Kibum. De mala gana, Jinki le habla de lo que le pasó a su amante cuando él murió. Habla lentamente, transmitiendo los eventos experimentados por Kibum después de recibir la noticia de la desaparición de Minho. Con calma le dice a Minho cómo Kibum vagó sin rumbo durante horas, cómo se encerró en su habitación por una semana, cómo las lágrimas de Kibum empapaban la almohada, cómo Kibum vivía preso en su rutina, incluso ahora.

 

Minho sorprendentemente recibe la historia con una calma inquietante, aunque aprieta sus puños durante todo el discurso de Jinki. Suspirando, Jinki toma las manos de Minho de nuevo y las sostiene entre las suyas. Todo el hombre está tenso, la tensión aparentemente causada por la muerte. Jinki no sabe cómo consolarlo– todos estos años de ser el silencioso seguidor de Minho y continua sin entender al hombre – así que decide tararear. Elige una suave  canción de cuna para tararear, palmeando las manos crispadas de Minho a tiempo con el ritmo.

 

"¿Eres... eres un ángel?"

 

Jinki levanta su mirada con sorpresa por la repentina pregunta. Esperaba que Minho preguntara más sobre Kibum pero parece que Minho ha recuperado su calma anterior. Los ojos del alma son más claros y sus manos se han aflojado. Aliviado, Jinki se aleja y sonríe. "Tal vez lo soy."

 

"¿Recibes a todos los muertos y les ayuda a seguir adelante o algo así?"

 

"No, no es así", dice Jinki. "Eres mi custodio y estoy atado a ti desde hace un tiempo. Sólo me ocuparé de ti y te ayudaré a pasar cuando llegue el momento."

 

"¿Soy la única persona que custodias o hay más?" Minho parece muy curioso, y Jinki está demasiado encantado de responder a sus preguntas. "Quiero decir, cuando las almas siguen adelante tú encuentras a otra persona para guiar, ¿verdad?"

 

Jinki asiente. "Sí, eso es correcto. A veces, las mismas almas que guiamos también se convierten en guardianes como nosotros." Se apoya en uno de los pilares que sostienen la cama de Minho. "Tú tienes opción también. Puedes ser un guardián como yo o puedes ascender. De cualquier manera, te seguiré, Minho."

 

"¿Qué pasa si me convierto en un guardián?"

 

"Entonces voy a estar contigo aquí para guiarte en cómo serlo."

 

"¿Qué pasa si paso y asciendo?"

 

"Entonces voy a tomar las escaleras contigo para nuestra ascensión."

 

"Pero... pero tú dijiste que cuando un alma asciende se te asigna una nueva persona que está viva. Así que ¿por qué subirías conmigo? "

 

Jinki sólo sonríe y se empuja a sí mismo fuera de los pilares. Le tiende una mano y una invitación. "¿Quieres que te muestre todo?"

 

"¿Me puedes mostrar tus alas?" dice Minho casi al mismo tiempo.

 

"Normalmente no le mostramos a los humanos nuestras..." Jinki observa el cambio en la cara de Minho, de la curiosidad inocente a la decepción, y sólo puede suspirar mientras asiente con la cabeza. "Muy bien, te voy a mostrar." Se aleja a cierta distancia de la cama. "Cierra los ojos primero."

 

Minho obedece ciegamente.

 

Jinki toma un respiro profundo y trata de concentrarse. Sus alas suelen aparecer sólo cuando hay una gran necesidad de ellas. Rara vez necesita que sus alas sean reveladas, pero Jinki quiere ganarse la confianza de Minho. Cierra los ojos y susurra su nombre real, no el alias de guardián que le dio a Minho hace un rato. Poco a poco, siente mechones de calor arrastrarse por su espalda, desgarrando sus omoplatos antes de darle una sensación de desplegarse sobre su columna vertebral. "Puedes abrir los ojos ahora", dice sin aliento mientras abre los ojos y gira hacia a Minho.

 

La cara de Minho iluminada con asombro es probablemente una de las mejores cosas que Jinki ha visto, y se alegra de haberlo hecho. Se estremece cuando Minho toca una de sus alas, corriendo los dedos curiosos por todo el borde. "Whoa," murmura Minho en voz baja y Jinki tiene que sonreír. No podía ver sus propias alas, ni siquiera en su reflejo, pero cree que deben estar bien si provocan esa reacción por parte de su custodio.

 

"¿Estás satisfecho ahora?" pregunta Jinki mientras se aleja un poco para plegar sus alas una vez más hasta que sólo quedan rastros borrosos de ellas.

 

Minho asiente, todavía con un poco de asombro. "¿Todos tenemos ángeles de la guarda?" pregunta finalmente, mientras ambos estan sentados bajo el cielo violeta.

 

"Todo el mundo está ligado a uno desde su nacimiento."

 

"¿Tiene... tiene Kibum un ángel de la guarda?"

 

Jinki  observa el rostro de Minho. Está desprovisto de cualquier emoción en la superficie, pero Jinki siente a Minho temblando por dentro. "Sí, sí lo tiene."

 

"Espero que quien sea su ángel de la guarda, sea tan agradable como tú."

 

Jinki sonríe. "Lo es. Él es uno de los mejores."

 

 

--

 

 

"Esta es la cuarta vez, Jinki."

 

Jinki se sienta junto a una fuente, mirando a Minho que está dándole patadas a una pelota que Jinki evocó para él. Ni siquiera mira al otro hablando con él, mantiene sus ojos fijos en el alma que guía. "No sé de qué estás hablando, Jonghyun."

 

El compañero de Jinki pasa sus dedos por su pelo rubio platino, al parecer por la frustración. "Jinki, ya sabes lo que quiero decir. Tienes que decirle a Minho sus opciones. Todas ellas. "Camina alrededor de Jinki con las manos todavía en la cabeza. "Si no se lo dices tú, lo haré yo."

 

"No voy a dejar que hagas eso otra vez" replica Jinki bruscamente, impropio de su naturaleza alegre de costumbre, mientras gira su cabeza y mira fijamente a Jonghyun. "Ya le dije que puede ascender o ser un guardián como nosotros. ¡Y creo que él quiere llegar a ser un guardián porque está muy interesado en lo que hacemos! ¿Crees que debería mostrarle nuestra mansión? "

 

Jinki salta cuando Jonghyun sumerge de golpe el puño en la fuente, salpicando agua a su alrededor. "Jinki," murmura Jonghyun, con la mandíbula apretada. "Tienes que decirle todo." El otro guardián se endereza para luego mira a Jinki a los ojos. "Eso incluye explicarle que también puede bajar."

 

"Yo... no puedo." Jinki cierra el puño y toma una respiración profunda. Su corazón inexistente golpea en su pecho y pude sentir la ira creciendo en la parte posterior de su garganta. "No quiero decirle eso, Jonghyun. No puedes decirle. Él puede ser un guardián o ascender. Conmigo."

 

Jonghyun niega con la cabeza y luego agarra el brazo de Jinki. "Es la regla, Jinki. Ya lo sabes. El alma humana puede seguir tres caminos: la ascensión, donde finalmente puede subir a la cima y tener paz; el compromiso, donde puede ser un guardián como nosotros y cuidar de las almas perdidas, y la caída, donde  puede ir de vuelta a su mundo y vivir otra vida." Hace que Jinki lo mire sacudiendo su brazo. "Es su derecho saber eso, ¿cuántas veces te lo tengo que decir?"

 

Jinki presiona sus labios y mira lejos de los penetrantes ojos de Jonghyun. "Yo... quiero que se quede conmigo." Cuando por fin levanta la vista, sus ojos se empañan. "Jjong, no puedo..."

 

Suspirando, Jonghyun empuja al otro guardián más cerca. "¿Por qué eres así, Jinki? Ya han pasado cuatro vidas. ¿Por qué sigues recordándolo?"

 

Jinki se aferra a los hombros de Jonghyun, las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos. "Jjong, ya sabes lo que Minho es para mí. Él es el único para mí. No puedo... no puedo dejar que se vaya ahora."

 

"No puedes aferrarte a él cuando quiere algo más, Jinki," susurra Jonghyun mientras cepilla el pelo de Jinki con sus dedos. "¿Cuántas veces tengo que decirte? No puedes decidir lo que Minho quiere para sí mismo."

 

"Pero... pero yo estoy destinado a él."

 

"Tal vez no esta vez, Jinki. Tal vez no en este momento."

 

Y Jinki entierra su cara en el hombro de Jonghyun, las lágrimas fluyen libremente de sus ojos. A pesar de las lágrimas de Jinki, sin embargo, todavía llama a Minho y le explica sus opciones. El sol aún no ha mostrado una corona de color naranja para indicar un nuevo día y Minho ya se ha ido. Y  Jinki observa como el alma de su custodio cae en el abismo. Poco a poco, se derrumba en el borde del precipicio mientras solloza.

 

 

--

 

 

 

"Me gustas mucho."

 

Los ojos de Taemin se abrieron como platos, su boca abierta como un O. "Y-yah, ¡Minho-hyung!"

 

Minho se aclaró la garganta y dio un leve apretón al hombro de Taemin. "Taeminnie, me gustas mucho. ¿Quieres salir conmigo? "

 

"Sí, por supuesto, hyung. Oh, Dios mío, yo... "Taemin sólo podía reír con incredulidad. "¿Esto esta sucediendo de verdad?"

 

Minho rió con él. "Idiota. ¡He estado tratando de decirte que me gustas desde que nos conocimos en la cafetería hace dos años! "De repente, miró su reloj. "Hey, ¿esperarías aquí por mí? ¡Voy a conseguirte un regalo de celebración! "

 

"¿Qué? ¡No es necesario! "Taemin trató de tirar de su hyung de vuelta pero Minho era insistente. "Está bien. ¡Ten cuidado! "

 

"¡Te amo, Lee Taemin!" gritó Minho mientras cruzaba la calle. Taemin se rió y se ruborizó ligeramente por la vergüenza. Estaban ocupados haciéndose señas y no notaron la camioneta a toda velocidad que se dirigía con una rapidez increíble hacia donde Minho estaba de pie.

 

Taemin ni siquiera tuvo tiempo de gritar cuando escuchó un gran estruendo. Se quedó mirando la escena frente a él. La camioneta se estrelló contra un vehículo en sentido contrario, y entre sus capuchas estaba el cuerpo de Minho, aplastado y enterrado y oculto bajo el metal roto y doblado.

 

"No..." Taemin susurró, sus rodillas flaqueando. "Hyung..."

 

Mientras las sirenas de bomberos y ambulancias llenaban el aire y, mientras una multitud de personas se congregaba en torno a la escena del accidente, Taemin se dejó caer sobre el pavimento, con sus manos viniendo a cubrir su boca y sus ojos sin pestañear por el horror mientras las lágrimas se deslizaban profusamente por su rostro.

 

 

--

 

 

"¿Qué le dijiste?" Jinki grita mientras envuelve sus dedos alrededor del cuello de Jonghyun y estampa el guardián contra la pared. "¡¿Qué le dijiste a Minho, Jjong?!" hunde sus dedos, lo que hace al otro retorcerse de dolor.

 

Jonghyun se las arregla para hacer palanca con los dedos lejos de su cuello y empujar al otro lejos, provocando en Jinki una mueca de dolor. "Le dije que lo que se suponía debía que saber", dice con calma. "Tú convenientemente olvidaste explicarle sus opciones de nuevo."

 

 

"Se supone que no caería", se lamenta Jinki, sosteniendo su cabeza en sus manos mientras se agacha. "Él no... ¡Se supone que se quedaría conmigo! ¡Está atado a mí y debe estar conmigo! "Levantó su mano izquierda para mostrarle Jonghyun la sombra estropeada de un hilo de seda atado a su dedo anular. "No debemos cortar esto. No puede... "

 

"¡Contrólate, guardián!" Regaña Jonghyun, haciendo a Jinki retroceder por la sorpresa. "Minho tiene todo el derecho de saber sus opciones. ¡Todavía no era ni siquiera su tiempo!" Se agacha, también, hasta que su ojos están al nivel de los de Jinki. "¿Has caído tan bajo, Jinki? ¿Tan bajo que ejecutaste su muerte antes de tiempo?"

 

Jinki queda boquiabierto, entonces traga. “Eso… se supone que debe morir de todos modos.”

 

Jonghyun suspira y luego tira de  Jinki hasta que ambos están de pie. "No se supone que muriera hasta en diez años más" replica con brusquedad. "Conozco los libros, Jinki. Y sé que pusiste  un rayo en su trayectoria para que golpeara el vehículo y hacer que perdiera el control para que chocara con Minho. ¿Crees que no sé cómo  tratas de ocultar que eres un asesino, Jinki? "Jinki se estremece de nuevo ante la mención de tal palabra. "No puedo creer que juegues con la vida de alguien sólo para que puedas encontrarlo más rápido."

 

"Él... él estaba empezando a amar de nuevo," dice  Jinki, su voz es casi un susurro. "Yo... yo pensé que no te importaría, ya que no estaba atado a tu custodio esta vez y…”

 

"¡No importa si termina con Kibum o no!" Grita Jonghyun, la frustración devorando su paciencia. "Jinki, se supone que debemos salvar almas, no destruir sus vidas. Minho podría haber vivido otros diez años felizmente en esa vida y tú destruiste esa oportunidad"

 

Jinki se encoge de miedo. Puede sentir la ira que emanaba del cuerpo de Jonghyun. Une sus manos, pero mientras lo hace ve el hilo casi transparente atado alrededor de su dedo anular. "Pero Jjong, me dijiste", dice en voz baja. "Me dijiste que Minho y yo estábamos destinados. Si está destinado a estar conmigo entonces yo debería hacer que se quede aquí, ¿verdad?"

 

La mandíbula de Jonghyun se aprieta antes de que realizar un rápido movimiento – tan rápido que Jinki sólo tiene momentos para protegerse a sí mismo con sus alas mientras Jonghyun le lanza una bola de agua. Pero a medida que Jinki despliega sus alas, no ve más la cara de enojo de Jonghyun. En su lugar sólo hay preocupación extrema en su rostro. "¿J-jong?", pregunta, sacudiéndose el pelo mojado de la cara.

 

"Jinki, ¿alguna vez has visto tus alas?" pregunta Jonghyun, su ira, aparentemente olvidada. Cuando Jinki niega con la cabeza, Jonghyun le da una mirada solemne. "Cuando te convertiste en un guardián tus alas eran de un blanco inmaculado, las más pura entre nuestro grupo."

 

Los ojos de Jinki se iluminaron. "¿En serio? Minho dijo que le gustaban mis alas, pero nunca las he visto–"

 

"Han cambiado, Jinki. Tus alas son ahora una sombra de gris."

 

Sin decir una palabra, Jonghyun se da la vuelta y se va, dejando a Jinki arrodillado en el suelo con las alas que se vuelven poco a poco tan oscuras como la noche que lo envolvía.

 

 

--

 

 

"Era un buen chico. ¡No sé qué pasó con él! "

 

Minho se arrodilló sobre una alfombra situada ante el ataúd. Cuando levantó la vista, se encontró con la imagen de su ex amante devolviéndole la mirada con sus ojos inmóviles y fríos. Apretó los dientes y trató de contener las lágrimas.

 

Jinki había sido alegre hasta  hace una semana, incluso bromeó desafiando a Minho a un partido de fútbol después de la escuela. El amante de Minho nunca había sido alguien de mostrar tristeza o decepción con facilidad, y por eso Minho no se dio cuenta si había algo malo en él.

 

Claro, Jinki había expresado malestar por el interés evidente del presidente del consejo hacia Minho, pero Minho le aseguró que Kibum era naturalmente pegajoso y exigente, y que nada ni nadie podía interponerse entre él y Jinki.

 

Jinki sonrió y tomó la mano de Minho, pero Minho se preguntó si el chico mayor se había preocupado por aquello todo este tiempo.

 

De repente, el recuerdo de Kibum tratando de robar un beso de él mientras compartían paraguas vino a su mente. Apretando los puños sobre su regazo, Minho recordó ese día. Llovía mucho y Minho le dijo a  Jinki que fuera a casa primero ya que tenía actividades del club. Algunos chicos de otra clase intimidaban a Jinki, y Minho no quería que Jinki permaneciera demasiado tiempo en la escuela cuando él no estaba. Pero mientras estaba listo para salir esa noche, se dio cuenta de que no tenía un paraguas. Kibum se ofreció a compartirlo y Minho había sido un tonto al estar de acuerdo. Ni siquiera habían dado diez pasos cuando Kibum lo agarró y lo volteó para darle un beso.

 

El beso fue muy breve y ni siquiera aterrizó directo en los labios de Minho. Rápidamente empujó a Kibum y salió corriendo bajo la lluvia. Pensó que hizo un buen trabajo protegiéndose y no causando un escándalo. Decidió decirle Jinki al respecto antes de que lo escuchara de alguien más, pero Jinki había dejado de ir a la escuela.

 

Entonces lo siguiente que escuchó de Jinki fue cuando se anunció en la escuela que Jinki había muerto. Había caído en las vías del tren justo cuando pasó el tren. Algunas personas decían que se suicidó, pero Minho no podían creerlo todavía. No había forma de que su alegre, amable y gentil Jinki pudiera suicidarse sin importar cuál fuera la razón.

 

Mientras Minho contenía las lágrimas, vio movimiento cerca del ataúd. Parpadeó y se encontró mirando a un hombre joven inclinándose hacia el ataúd. Llevaba ropa blanca y su cabello era rubio platino. A pesar del silencio, parecía tan triste como él mientras acunaba el rostro entre sus manos y sus hombros temblaban mientras lloraba.

 

Minho miró a su alrededor para ver si alguien estaba poniéndole atención al joven, pero nadie pareció darse cuenta. Cuando Minho miró de vuelta, el hombre se había ido.

 

 

--

 

 

"No hagas esto, Jinki."

 

Jinki no le presta ninguna atención a Jonghyun, mantiene los ojos fijos en el único hombre que yace en la cama del hospital. Minho se ve tan frágil después de su operación, pero su corazón y sus órganos están funcionando bien. Sus signos vitales son normales también. Demasiado normal para Jinki. Especialmente cuando Kibum se sienta en la cama de Minho, dándole palmaditas en la mano como si Minho pudiera sentirlo bajo toda la anestesia.

 

Jinki ha leído el libro hace un tiempo. Afirma que Minho sobrevivirá esta operación y vivirá para quedarse con Kibum. Ellos adoptarán hijos y vivirán en el extranjero, y Minho será un exitoso hombre de negocios. Ellos viviran una larga vida juntos – demasiado larga, si  se le pregunta a Jinki.

"No puedo esperar", murmura Jinki mientras sostiene la otra mano de Minho. "Jjong, es doloroso y no puedo esperar..." Sus dedos se mueven pero  aprieta sus manos, sin embargo, no puede ocultar su temblor.

 

Las manos de Jonghyun permanecen en los hombros de su custodio, pero mira a Jinki. "No lo hagas, Jinki. Por favor. Esta es la única vida en la que Minho puede vivir por un largo tiempo. No se la quites." Las alas de Jonghyun se expanden lentamente y se ciernen sobre él y Kibum, como protegiendo a su custodio de un peligro inminente a pesar de que Jinki no le puede hacer daño.

 

Jinki observa la forma de dormir de Minho, su cara llenándose poco a poco con el color nuevamente. Luego mira a Kibum, que vigila atentamente la cara de Minho, el afecto es evidente en su rostro. Jinki presiona sus labios, luego se acerca hacia la maquina que controla el corazón. Toma un último vistazo de Jonghyun, quien le estaba suplicando con la mirada. Pero Jinki niega con la cabeza. "Lo siento, Jjong." Cierra los ojos y hace caso omiso de los gritos de Jonghyun que perforan su corazón.

 

Corta el soporte vital de Minho.

 

Una alarma suena y resuena en la sala, haciendo a Kibum ponerse de pie en estado de shock. Comprueba el monitor de Minho y luego grita por cualquier persona médica cercana. Mientras el pánico surge en la habitación, Jinki retrocede y observa. "Lo siento", murmura entre dientes. Observa como Kibum se pone a llorar y llama el nombre de Minho mientras que las enfermeras y los médicos se acumulan en la habitación.

 

"¡Jinki!" Jonghyun grita a través del caos. "¡Jinki, por favor! ¡No hagas esto! ¡No dejes morir a Minho!"

 

Jinki observa a Jonghyun enfocando su atención de él hacía Kibum, que está llorando de miedo con las manos apretadas sobre su boca. Ninguno puede hacer nada. Jinki tiene el poder para cuidar de su custodio y Jonghyun no puede detenerlo.

 

Los médicos tratan de resucitar a Minho mientras ellos observan, y el corazón de Minho parece desafiante. Continúa latiendo débilmente, y Jinki siente que la muerte de Minho se está estancando. Se acerca más a la cama y trata de ver lo que puede hacer, pero Jonghyun camina hacia él y agarra su mano.

 

"Jjong..." susurra Jinki con sorpresa. Antes tenía miedo de que Jonghyun pudiera estar enojado. Pero en lugar del habitual ceño fruncido, las lágrimas fluyen de los ojos de Jonghyun. Él está llorando y aferrándose a Jinki en una súplica silenciosa.

 

"Jinki, por favor detén esto", lloriquea Jonghyun mientras agarra la muñeca de Jinki. "Minho y Kibum, ellos están destinados en esta vida." Jinki sisea en un resoplido, pero Jonghyun no le hace caso y continúa. "Si... Si dejas morir Minho, Kibum morirá también. Por favor, no dejes que Kibum muera. Jinki, te lo ruego."

 

Jinki aprieta los dientes y observa a Minho luchar por su vida a pesar de la desaceleración de su ritmo cardíaco. En la esquina de la habitación, Kibum está de pie, petrificado y hiperventilando mientras observa a las enfermeras y los médicos tratar de revivir a su amante. Jinki le echa un vistazo, luego estudia el dedo anular de Kibum. Una delgada línea roja rodea su dedo, se extiende todo el camino en el suelo y sobre la cama y termina alrededor del dedo anular de Minho.

 

Jonghyun está diciendo la verdad. Están destinados en esta vida.

 

El monitor del corazón pone en marcha una alarma de nuevo, causando más pánico en la habitación. La presión sobre las manos de Jinki aumenta a medida que Jonghyun lo agarra con más fuerza. Jinki estudia a Kibum y a Minho de nuevo, su mente es un torbellino.

 

"¿Cuántas vidas de Minho está dispuesto a destruir, Jinki?" Jonghyun pregunta. "¿Cuántas veces vas a romper los corazones de sus seres queridos? ¡No puedes hacer esto para siempre!"

 

Jinki cierra los ojos.

 

"Jinki" dice Jonghyun, un poco más suave que antes. "Si te gusta tanto Minho, le darás la vida que se merece."

 

Jinki abre los ojos y mira fijamente los ojos marrones de Jonghyun. De alguna manera, la última declaración le duele, como si fuera una verdad que debería haber sabido desde el principio.

 

Tomando una respiración profunda, Jinki pone todo de vuelta a lo que era antes de que él interfiriera. De repente, el monitor de corazón deja de sonar y los signos vitales del Minho lentamente vuelven a la normalidad. Los médicos y enfermeras de nuevo están lejos de la cama de Minho. Kibum levanta su mirada, con los ojos hinchados por las lágrimas, y camina hacia la cama de Minho. En silencio, sostiene la mano de Minho y llora.

 

Jinki lo mira y se vuelve a Jonghyun, quien lo abraza. "Gracias," Jonghyun susurra en su oído. "Gracias, Jinki." Jonghyun libera a Jinki y flota de vuelta a Kibum, envuelve al hombre llorando en sus alas de color blanco puro, murmurando suaves palabras de consuelo que Kibum no puede oír.

 

Mientras se aparte para irse, Jinki se pregunta si sus alas por fin se han vuelto negras como este acto de medianoche. Mira su mano y sus dedos y la cuerda atada a su dedo anular. Ha perdido otra vida.

 

 

--

 

 

"¿Dónde estoy?"

 

"Estás en mi santuario", dijo Jonghyun, sosteniendo la mano del alma por su cuenta. "¿Recuerdas algo, Jinki?" Alzó la mano y limpió la fantasmal sangre apelmazada en un lado de la cara de Jinki.

 

"Recuerdo... estar de pie en el andén de la estación y luego..." Jonghyun miró la cara de Jinki deformarse con horror y el dolor, los recuerdos de su muerte lo inundaron. Gritó y se sacudió violentamente, apretando su cara entre sus manos mientras se retorcía de dolor.

 

"Jinki, Jinki..." Jonghyun murmuró, mordiéndose el labio inferior mientras intentaba no llorar. Los guardianes no debían mostrar sus debilidades a su custodio. "¿Por qué lo hiciste? No tenías que estar aquí todavía."

 

Jinki jadeaba mientas lloraba, su mano apretando su corazón. "Yo... yo... Recuerdo que estaba tan triste. Como, como si estuviera siendo matado por dentro. Fui traicionado y..." Sus ojos se aclararon. "Minho, él... lo vi a él y al consejero estudiantil..." Jinki lloró una vez más ante la memoria, y Jonghyun tuvo que abrir sus alas y abrazarlo.

 

"Shhh..." Susurró Jonghyun consoladoramente mientras Jinki sollozaba en su pecho. "¡Todo terminó ahora, Jinki. Puedes olvidar el dolor ahora."

 

Algunas mañanas después, Jinki estaba lo suficientemente calmado como para preguntar el nombre de Jonghyun y caminar alrededor del santuario. También aprendió acerca de sus opciones sobre qué hacer ahora que había recuperado la memoria de su muerte. Jonghyun caminaba pacientemente con él, respondiendo a todas sus preguntas, incluyendo cómo Minho seguía viviendo en la Tierra.

 

"Si yo no me hubiera suicidado", preguntó Jinki mientras estaban sentados en el borde de la escalera de caracol por encima de ellos. "¿Hubiera terminado con Minho o él iba a perseguir a ese otro tipo?"

 

Jonghyun se mordió el labio con indecisión. No tenía que revelar todo lo que estaba escrito en el libro. Pero Jinki le miró con los ojos esperanzados que tanto amaba y no podía decir que no. "Lo harías," dijo, al instante lamentando cuando la cara de Jinki se dirigió a la de shock y dolor. "Tú estabas destinado, Jinki", continuó tristemente, dejando que sus dedos se extienden sobre los nudillos de Jinki. "El hilo", dijo, refiriéndose al corte de hilo enrollado alrededor del dedo anular de Jinki, "se conecta a Minho. Estaban destinado a estar el uno con el otro."

 

Jinki se quedó mirando el hilo en su dedo. "¿Crees que?... ¿Cómo?... ¿veré a Minho otra vez?"

 

"Lo harás," dijo Jonghyun suavemente. "Es probable que lo encuentras en otra vida. No puedo garantizar que van a terminar juntos en otra vida, pero..."

 

"No," Jinki susurró mientras apretaba la mano de Jonghyun. "Tenemos que acabar juntos en esta ocasión, Jjong. Yo… yo esperare por él aquí y podremos estar juntos para siempre." Dejó caer las manos de Jonghyun y sonrió con su nuevo entusiasmo. "Yo... ¡tal vez debería ser un guardián y estar con él todo el tiempo! ¿Puedo hacer eso?"

 

"Jinki, yo..." Jonghyun comenzó, pero Jinki ya estaba perdido, los pensamientos de convertirse en un guardián y de reunirse con su ex amante una vez más inundaban su mente.

 

 

--

 

 

Jinki siente una presencia que se cierne sobre él y mira hacia arriba para ver a Jonghyun acercándose y sentándose a su lado. Están sentados en el borde del abismo, Jinki permanece mirando al vacío impenetrable.

 

"¿Voy a ser castigado ahora?" pregunta Jinki, sonriendo falsamente.

 

Jonghyun sacude la cabeza y Jinki respira, desplegando sus alas. No puede verlas, pero por como Jonghyun queda boquiabierto, sus alas eran probablemente de un tono negro ahora. Las pliega de nuevo y posa su mirada taciturna de vuelta en el acantilado.

 

"Va a estar bien, Jinki," dice Jonghyun, pero Jinki sólo sonríe. No hay manera de que lo que hizo este bien considerado.

 

"Estaba pensando," dice Jinki mientras Jonghyun se acomoda junto a él. "que tal vez yo no era para Minho, después de todo. Me he pasado una docena de vidas en busca de él, encontrándolo, y guiándolo. Pero ni una sola vez se dio cuenta de que estábamos destinados."

 

Jonghyun juega con su propio cabello, siguiendo los ojos de Jinki mientras otra alma cae en el abismo con la esperanza de renacer. "Jinki, creo que te estás olvidando de algo. Te dije que estabas destinado a estar con Minho en esa vida. Pero eso no quiere decir que vas a terminar con él en cada ocasión."

 

"¿Por qué no?" Jinki murmura mientras descansa la barbilla en las rodillas. "¿Por qué no podemos? Nunca he vacilado sobre mis sentimientos hacia él. Estoy dispuesto a esperar una eternidad por él. ¿Por qué no puede?"

 

"Debido a que tus recuerdos estaban intactos cuando te convertiste en un guardián y Minho no tiene sus recuerdos anteriores porque ha renacido una y otra vez", explica Jonghyun. "Los sentimientos son... de una forma u otra, parte de nuestros pensamientos y recuerdos. No son algo que sólo llegue al azar dentro de nosotros, incluso si tenemos a alguien destinado. Como aquella vez la última vez que moriste. Estabas destinado, sin embargo, decidiste que tus sentimientos hacia Minho no superaban tu tristeza y sospechas. Trabajaste en contra de tu destino, por lo que el hilo conductor entre tú y  Minho se rompió."

 

"¿Estás diciendo que el destino no abarca nuestra vida, entonces?" Jinki murmura una vez más, su boca mordiendo la tela de su túnica. "¿Estás diciendo que podemos desafiar a nuestro destino a pesar de que es lo que está destinado a ser?"

 

Jonghyun deja caer una mano para trazar figuras en la arena cerca de donde están sentados. "Las personas que se las arreglan para seguir su destino son afortunadas. Pero no todo el mundo puede cumplir sus verdaderos destinos. Así que la mayoría de ellos crean su propio destino y no es malo en absoluto. Ellos siguen viviendo a pesar de que no están siguiendo su destino. Y eso está bien. El camino destinado de una persona es sólo... una guía, al igual que lo que hacemos. Pase lo que pase en la vida de alguien no es sólo el trabajo de su destino, sino las decisiones que toman a cada paso de su vida."

 

"¿Qué voy a hacer entonces?" Jinki solloza con desesperación. "Quiero estar con él, Jjong, ¡de verdad! ¡Pero no sé cómo!"

 

"Hay una manera", dice Jonghyun, levantándose y ofreciendo una mano Jinki.

 

Jinki toma su mano y se levanta. Ante ellos se encuentra el oscuro abismo hacia la Tierra. "¿Qué quieres decir?" pregunta Jinki mientras Jonghyun lo voltea para que ambos estén de frente al acantilado. "¿Quieres decir que debería...?"

 

Jonghyun abraza a Jinki por detrás. "Para encontrar tu destino, debes encontrarlo ahí abajo." Hace un gesto hacia el abismo. "No se puede obligar a alguien a que te quiera de vuelta pero  puedes intentar por lo menos – en muchas vidas –  hacer que te ame." Aprieta la cintura de Jinki y la deja ir riéndose. "Por supuesto, en el momento en que renazcas, es posible que tengas un destino diferente y un corazón diferente. Pero en lugar de pasar tu vida aquí y ser miserable, puedes empezar de nuevo, Jinki. Vivir una nueva vida."

 

Jinki mira fijamente el abismo. Desde que murió nunca había pensado en la caída. Estaba tan preocupado con Minho y cómo hacer que se quedara para siempre en el santuario que nunca consideró la posibilidad de caer y volver a nacer. La idea de volver a nacer y no encontrar a Minho parece desalentadora, pero Jonghyun tenía razón. No podía seguir destruyendo vidas por el simple hecho de conseguir lo que quería. Tenía que pensar en lo que Minho quería, también.

 

"Es curioso", Jinki respira mientras vuelve la cabeza para mirar a Jonghyun. "Ahora tengo curiosidad por saber qué harías de estar en mis zapatos."

 

La sonrisa de Jonghyun desapareció repentinamente y Jinki tuvo miedo de haber molestado al otro guardián. "Dejaría que se fuera," Jonghyun responde. "Si lo amo tanto, pero él ha encontrado un nuevo camino sin mí, dejaría que se fuera."

 

Jinki siente su corazón inexistente apretar un poco mientras mira fijamente los ojos penetrante de Jonghyun. "Jjong..."

 

Jonghyun sonríe lentamente y le da al hombro de Jinki un pequeño empujón. "Es por eso que voy a dejarte ir, Jinki."

 

Los ojos de Jinki se ensanchan a medida que pierde el equilibrio y cae. Extiende sus brazos hacia Jonghyun, pero Jonghyun sólo lo mira con una sonrisa llorosa. Mientras Jinki se cae, siente un tirón en el dedo anular de su mano izquierda. Ni un segundo después escucha un fuerte chasquido, y el hilo atado a su mano cae débilmente hacia su cuerpo mientras cae al vacío.

 

 

--

 

 

"En realidad, solía escucharte, cada vez que tratabas de acercarse sigilosamente a mí."

 

Jonghyun dio un respingo y  plegó sus alas perfectamente hasta que sólo siluetas de ellas se encontraban visibles. "¿Qué quieres decir?"

 

Jinki se echó a reír, distraído mientras miraba el mundo de abajo. Estaba monitoreando su primer custodio. Jonghyun podía recordar el momento en que Jinki encontró Minho. Se alegró mucho al punto de las lágrimas. Jonghyun no quería que Jinki manejara la vida de Minho en absoluto, pero sólo podía ayudar a aplacar al otro. Decidió dejar que Jinki hiciera lo que quisiera.

 

"Quiero decir," Jinki  inició tan pronto como dejó de mirar la Tierra. "Cuando yo estaba estudiando en clases, a veces oía un ¿crujido? Sabía que no era de las cortinas. Además, cuando se puso a llover una vez y  no tenía un paraguas, oí un sonido como si alguien abriera un paraguas y lo pusiera sobre mi cabeza."

 

Jonghyun se mantuvo en silencio y jugueteó con sus dedos. "Yo... en realidad no era el mejor en el sigilo entre nuestros compañeros."

 

Jinki se rió y colocó un mechón de pelo detrás de su oreja. "Bueno, no debes preocuparte al respecto. Me alegré."

 

"¿Te alegraste?"

 

"Si. Porque de alguna manera, aun cuando no estaba con nadie, podía sentir tú presencia. Y eso era lo suficientemente bueno para recordarme que nunca estoy solo."

 

Los ojos de Jonghyun se abrieron, luego se suavizaron con el afecto oculto. Dejó que sus manos se apoyaran en la nuca de Jinki, y sonrió cuando Jinki se apoyó en su toque. "Sí, nunca estás solo. Estoy contigo, Jinki. Siempre."

 

 

--

 

 

"Mis manos están frías."

 

Minho se da la vuelta con una mirada tan preocupada que Jinki casi se cae de la risa. "¿Qué? ¿Qué he hecho?" Minho pregunta, un poco enfadado.

 

Jinki se endereza y se limpia los ojos con una mano. "Acabo de decir que tengo frío, Minho-yah. Tú no tienes que actuar como si estuviera gravemente herido o algo así."

 

Es el turno del otro hombre para reír. "Tu lloriqueo me hizo preocuparme, está bien." Hábilmente, toma la mano de Jinki en las suyas más grandes. "Entonces, déjame hacerte entrar en calor?," -pregunta, sonriendo mientras se acerca y presiona sus frentes juntas. "¿Quieres café?"

 

Jinki lo empuja de nuevo en broma y apunta a una cafetería cercana. "Está bien, vamos a conseguir algo e ir a casa. Esperaré afuera." Minho sólo le da una sonrisa mientras entra a la tienda, dejando a Jinki a sentarse en una de las mesas al aire libre y acurrucarse contra el frío.

 

Casualmente, comprueba su teléfono y se pregunta cuándo irán finalmente a casa. Minho acaba de terminar un partido de fútbol en el extranjero y Jinki se muere por abrazarlo después de ser dejado solo por mes.

 

"Hola", alguien lo saluda y lo hace salir de su estupor. Jinki busca y encuentra a un camarero que le da una humeante taza de cappuccino. El camarero tiene la sonrisa más brillante que ha visto en su vida, con el pelo negro y rayado con líneas rubio platino. Jinki intenta leer el nombre del camarero, pero su etiqueta parece borrosa.

 

"¿Sí?" Jinki le pregunta mientras agradecidamente recibe la copa. Tal vez Minho había enviado alguna porque sabía que Jinki se estaba congelando afuera. "Gracias."

 

"¿Eres feliz?" pregunta al camarero. Jinki lo mira fijamente, sin saber si se refiere a algo sarcástico. Pero el hombre sólo tiene sinceridad en sus ojos, y algo parecido a la tristeza que Jinki no puede entender.

 

¿Feliz? Jinki lo piensa un poco. Trabaja en una librería y vive lejos de su familia, pero no tiene ningún problema. Aparte de que su amante está lejos a menudo debido a los juegos programados, no hay realmente nada insatisfactorio en su vida en este momento. De hecho, podría vivir de esta manera otra vez en otra vida, si lo dejaran.

 

"Sí, soy feliz", Jinki responde con una sonrisa.

 

Él no espera nada y se sorprende cuando el camarero sonríe ampliamente y asiente. "Eso es bueno".

 

"¿Jinki?" Minho llama desde la puerta. Levanta las tazas compradas. "¿Vamos a casa?"

 

Jinki se apresura a ponerse de pie y golpea su dedo del pie contra la pata de una mesa. Maldice un poco y mira hacia arriba para dar las gracias al camarero, pero se ha ido. "¿Eh? ¿Dónde?"

 

"¿Qué pasa?" pregunta Minho rodeando uno de los brazos de Jinki con el suyo. "¿Ordenaste mientras estaba dentro?" Se refería a la taza de café sobre la mesa.

 

"No, pensé que tú lo hiciste," dice Jinki distraídamente. "Pensé que enviaste un camarero para que me sirviera y me preguntó si  soy feliz y..."

 

De repente, Jinki se queda inmóvil. Él lo oye –  un sonido tan familiar que lo recuerda bien desde su infancia. Es el sonido que lo conforta y le recuerda que no está solo. No lo ha escuchado durante tanto tiempo que una vez pensó que era sólo su imaginación.

 

Pero lo escucha –  un repentino revoloteo de alas.

 

"Jinki, ¿estás bien?" pregunta Minho, pero Jinki está demasiado ocupado mirando hacia el cielo. Con el crujido, está seguro de haber oído algo más. Una promesa, una promesa de algo que no logra entender.

"Nos vemos en otra vida, Jinki."

 

 

--

 

 

"Jonghyun, ¿quieres ayudarme? Tenemos un nuevo aprendiz y él necesita ser guiado por el dormitorio."

 

El chico nuevo tiene el pelo largo casi cubriendo su rostro, pantalones vaqueros holgados y una camisa de talla demasiado grande. Parece un poco nervioso y asustado, por lo que Jonghyun sonríe hacia él. "Hola, mi nombre es Jonghyun."

 

"Soy Lee Jinki, hyung," responde el chico nuevo. Jonghyun piensa que su nombre sonaba muy bien.

 

"Sunbae te dejó a mi cuidado así que..." Jonghyun se siente incómodo ante la idea de sonar un poco mandón, pero tiene que hacerse cargo del novato. "¿Quieres que te dé un recorrido por el dormitorio y las salas de entrenamiento?"

 

Jinki sonríe y Jonghyun se pregunta por qué escondía su hermosa sonrisa debajo de todo ese cabello.

 

"¿Vas a entrar en la academia?" Jonghyun pregunta para hacer conversación mientras caminaban por el pasillo. "Voy a entrar pronto para poder practicar mi canto."

 

Jinki asiente. "Me dijeron que puedo ser parte de un grupo de ídolos, así que debería practicar mi canto y el baile un poco más", contesta mientras aleja su cabello de su cara. "Ni siquiera estoy seguro de si yo..."

 

"¡Eso es lo que me dijeron, también!" dice Jonghyun, emocionado. "Hey, tal vez vamos a terminar en un grupo ídolo. ¿No sería estupendo?"

 

Jinki se ve sorprendido y Jonghyun está casi asustado de que va a ser rechazado. Pero el otro muchacho sonríe ampliamente y toma la mano de Jonghyun. "Yo... me gustaría mucho si terminamos juntos en un grupo, Jonghyun-hyung."

 

Jonghyun sonríe y aprieta la mano de Jinki. "Vamos a ser el mejor grupo ídolo, Jinki."

 

Comienzan a caminar hacia los comedores, pero algo se agita en el pecho de Jonghyun. Quiere decir esto, pero de alguna manera suena raro. Podía sentir el calor corriendo en su rostro, pero su boca es más rápido que su sentido común. Rápidamente, se da la vuelta y coge a Jinki por sorpresa. Con un rostro solemne, Jonghyun pone una mano en el hombro de Jinki.

 

"No voy a dejarte ir esta vez, Jinki. No en esta vida."

 

Fin

Notas finales:

¿Les gustó? ¿Les gustó? *^*

Yo lo amé!!!! <3

¿Y notaron que Jonghyun siempre estuvo presente en la vida de Jinki?, incluso en su muerte. yo no lo note hasta que lo traduje, así que espero que lo hayan leido con detencion y pudieran ver esos pequeños detalles~ :D


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