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El sueño del caracol (GTOP) por Anah Nelya

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Notas del fanfic:

Basado en el sueño del caracol. Es un pequeño corto que vi cuando tenia quince...

Romanticismo y cursilerias a full <3

 

Notas del capitulo:

Espero que les guste...estoy probando con otro tipo de narracion :3 senti la necesidad de subirlo, ya que dispongo de un poquito de tiempo libre nwn

Disfruten!

Ahí estaba él…el chico más guapo que había visto en mi vida. Frecuentaba todos los días ese café y a pesar de que yo no vivía ni cerca de ahí, siempre iba ahí. Con la esperanza de verlo unos quince minutos.

Ya iba por mi tercera taza de café, que era lo más barato que podía pedir, cuando sentí una mirada posarse sobre mí. Quede en shock. ¿Me estaría viendo? ¿Se habría dado cuenta?

-¡Hey!- hizo un gesto, por un instante, casi boto mi café.-La cuenta- una chica paso delante de mí, mientras iba a dejarle un pequeño papel. Suspire aliviado y frustrado.

Bueno, viéndolo lógicamente, era imposible que se fijara en mí. Mi aspecto no era muy... ehm... que digamos “presentable”. Vestía un jeans holgado, una camiseta blanca y una gran chaqueta verde heredada de mi padre. También usaba unos lentes grandes ya que había perdido mis lentillas y mi cabello castaño se encontraba un poco desordenado gracias al fuerte viento que a veces soplaba.

Observe como el guapo chico se retiraba del local. Mi mirada lo siguió hasta que no pude ver más que el atisbo de su abrigo negro alejándose por la calle. Y suspire… ¿Cuánto tiempo llevaba así? ¿Dos semanas? ¿Un mes? Casi ni contaba los días, todos me eran iguales a excepción de esos quince minutos… esos quinces minutos eran los más especiales de mi vida.

Podía reconocer cada gesto suyo, como se limpiaba la comisura de los labios luego de beber su Latte, hacia todo con elegancia, con una fuerte y poderosa esencia de masculinidad…. Aquello había sido lo primero que me había atraído de él, el aura que despedía. Casi podía decir que sin conocerlo, él era una buena persona… algo retraída y cerrada; eso veía al ver de reojo sus ojos negros.

Era un chico guapo, jamás dejaba de pensarlo, alto, con su cabello negro corto… piel ligeramente tostada, ojos oscuros y espesas cejas negras que acentuaban mas su mirada.

Me parecía imposible que no estuviera con alguna chica, y es que si, al ir todos los días no lo había visto con nadie…

Suspiré mientras bebía tristemente mi café. Ahora que se había ido no tenía nada más que hacer…

“¿Vas a dejarlo ir?”

Mi mente haciendo las típicas preguntas luego de que quedara a solas. Reprimí aquella voz dentro de mi cabeza.

“¿Y si nunca más lo ves?”

Bueno… no sé qué haría… pero algo me decía que lo vería. Lo sabía.

“Síguelo”

Sería muy psicópata

“Ya lo eres con solo venir a un café a verlo”

“Síguelo”

Mi mano se movió nerviosa… ¿Qué hacer?

“Síguelo… no pierdes nada”

¿Y mi orgullo? ¿Y si no hablamos?

“Deja de pensar tonterías y solo ¡Síguelo!”

Cerré los ojos con fuerza, saque un billete de mi bolsillo y lo deje en la mesa.

No tenía tiempo de dudar, llevaba más de un mes así….Dejándome llevar por el impulso que sabe dios de donde vino, corrí por la calle en donde lo había visto caminar, mirando a ambos lados…solo por si acaso.

Y lo vi, caminando lentamente mientras tenia puestas sus manos en su bolsillo.

Desaceleré el paso y traté de disimular que no lo seguía. Aunque de seguro si volteaba se daría cuenta que lo seguía… las calles estaban extrañamente desiertas…

La adrenalina recorría mi cuerpo, una mezcla de nervios y miedo que hacía que mi cuerpo involuntariamente sudase.

Vi que doblaba por un callejón, conté hasta cinco y lo seguí. Al final de ese callejón había un extraño claro… un pequeño lugar verde, con un árbol en medio y flores alrededor…

“Un oasis” Sonreí, subí mi vista, encontrándome solo con un simple letrero que rezaba “Librería”.

Nada más que eso. ¿Había ido a comprar un libro?

Entre a la librería, era pequeña y una suave tonada de un piano hacía de música ambiental, curioso vi que era una señora anciana quien la tocaba. Me detuve para escucharla y ella al verme, sonrió, yo correspondí. Camine un poco más y en una mesa, unos tres pasos más lejos del piano, dos hombres mayores jugaban ajedrez, al parecer muy concentrados ya que ni siquiera me notaron.

Una cálida luz se colaba por los ventanales y al frente de los ancianos, se encontraba un escaparate. Y ahí, con una sonrisa…como si estuviera esperándome…se encontraba él.

-Buenas tardes- sonrió, su voz era grave, pero suave a la vez. Aquello era un sueño, lo había escuchado por primera vez… aunque solo lo dijera de cortesía.

-B-buenas- respondí nervioso. ¿Me habría reconocido? Al parecer no. Rápidamente, para salir del paso y no avergonzarme más, señalé un estante, él asintió y caminé hacia los libros.

Al llegar al estante, disimuladamente vi que atendía a una joven chica, al parecer hacía de cajero. De pronto nuestras miradas se encontraron, me corrí nerviosamente al fondo mientras tomaba un libro al azar.

El chico se había alejado del escaparate y ahora estaba frente a mí, sonriéndome.

-¿Llevas ese?- Sonrió… unos lindo hoyuelos enmarcaron su rostro, haciendo que… nuevamente quedara sin habla. Asentí tontamente, ni siquiera sabía que libro era. Pero mientras pudiera escuchar su voz, aunque fuera unas cuantas palabras, era feliz… estúpidamente feliz.

Me tendió la mano y yo le pase el libro.

-¿Te gustan los caracoles?- pregunto luego de ver la portada.

-¿Eh? Ah… y-yo- tartamudee. Luego me mostro la cubierta, en ella decía “El sueño del caracol”.

Solo atine a asentir tímidamente. Nunca me había sentido así, tan expuesto, tan débil… tan vulnerable… ¿Así se deben de sentir las mujeres? Su mirada me recorrió completamente, como un escáner y un escalofrió recorrió mi cuerpo.

-Por aquí- me indicó amablemente.  Lo seguí mientras veía su espalda, se había quitado el abrigo negro, llevaba una camisa blanca, pantalones negros y zapatos. No parecía que trabaja ahí, más bien parecía un cliente.

Cerré los ojos mientras sentía el olor de su perfume, y de pronto al abrirlos ya me encontraba frente del mostrador.

Para pasar más disimulado, me dedique a ver los cuadros que se encontraban, curioseando… Quería saber todo de él, si es que me fuera posible. Observe la pequeña máquina registradora, unos libros al lado de él… y un pequeño papel en frente de mí.

                         “Choi Seung Hyun”

Era lo que decía… ¿Seria su nombre? Al parecer si… la tentación de pronunciarlo se hizo más fuerte…

De pronto algo se posó frente a mis ojos, un paquete marrón, era el libro cuidadosamente envuelto.

-Son cinco dólares- me sonrió.

-O-ok…- metí mis manos a mi bolsillo mientras sacaba el dinero –Aquí tiene- sonreí al mismo tiempo que le pasaba el dinero, él lo tomo, la caja registradora sonó y me paso el comprobante.

-Gracias por venir- Yo asentí mientras tomaba el libro en mis manos –Disfrútalo-

-Gracias…- susurré, cerré la puerta tras de mí, el viento mecía mi cabello y con una sonrisa y un suspiro camine de vuelta a casa.

Lo peor había pasado, ahora sabía dónde trabajaba. Y lo que era mejor… sabía su nombre.

                         “Choi Seung Hyun….”

Notas finales:

y... ¿Que tal? Espero que les haya gustado <3

Sugerencias e ideas siempre son bien recibidas <3

Gracias por leer!


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