-Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere- decía patéticamente al igual que una niña enamorada mientras desprendía cada pétalo de una hermosa flor… estaba sentado en un rincón del instituto, quería estar solo, escribir en mi diario y respirar el aire fresco del lugar cuando encontré una flor… era preciosa… me sorprendió que estuviera ahí, deshojada pero no totalmente… no era común encontrar flores en un lugar lleno de concreto… hundido en mis pensamientos, sentí en mi espalda un peso extra.
-Yeollie- escuche su cálida voz en mi oído, mientras unos brazos recorrían mi cintura posesivamente… una sensación ya muy conocida para mí.
-Hey… ¿que haces aquí?- su presencia ya me era muy familiar pero en ese momento quería estar solo…
-¿No puedo abrazar y estar un momento a solas con mi novio? –su argumento era válido, demasiado para mi gusto…
-Es solo que me tomastes por sorpresa, pensé que nadie me vería aquí- le dedique una sonrisa, la más sincera que pude.
-Nuestros destinos siempre se cruzarán amor… -entrelazo nuestros dedos, mientras que con la otra mano acariciaba suavemente mi mejilla… su sonrisa era preciosa… me hacía sentir afortunado… me dio un beso, de esos lentos y llenos de amor que hacen que el cuerpo se estremezca…
-Muchas veces te pasas de cursi y de incoherente – sonreí levemente al ver como se le iba formando un adorable puchero en sus labios.
-Yo sé que te gusta que sea así de cursi, y también sé que amas a este cursi – ese era el problema… ¿lo amaba?
Sonreí amargamente y solo lo bese, era demasiado cobarde para pensar en ese momento y pensar si quiera en seguir mis sentimientos… solo quería que todo siguiera su mismo rumbo… el mismo que había tenido hace 1 año…
--------------- 1 año atrás ------------------
-¡Yeollieeee! ¡Dame de tu ramen! –no paraba de reír, menos cuando tenía a mi hermano actuando de esa manera.
- Yaaa Dae Yeol, ¡no te comportes como niño! ¡Puedes comer solo! –reí aún más fuerte cuando lo vi haciendo cara de perrito tierno.
-Heeey Sung Yeol no seas malo con tu hermano, ven aquí mini Yeol, yo te daré de mi ramen –vi la cara triunfante de mi hermano mientras me dedicaba una mirada asesina.
-Gracias hyung, tu si eres lindo conmigo –sonreía mientras veía la escena… Myung Soo sosteniendo a mi hermano en sus regazos como si fuera una niña de 5 años, mientras le daba de comer.
- ¡¡Yaaa fuera de aquí Dae Yeol!! Tenemos cosas por hacer –dije intentando verme serio.
-¡Aprende de Myungie! El me consiente –se fue haciendo un mohín extraño en su cara a lo cual solo pude reír.
- Si Yeollie, aprende de mí! Soy todo un osito de miel –decia Myung Soo mientras hacia aegyo, se veía tan adorable.
-¡¡Bueno dame ramen a mí también oso de felpa!! – me tire en sus brazos mientras intentaba aplastarlo – ¡¡¡¡quiero rameeeen!!!! – intentaba hacerle cosquillas, debilidad de mi amigo el cual no dejaba de reír como un maniático hasta que su fuerza pudo más y me tiro al césped del patio trasero de mi casa quedando así, encima de mí.
-¿Ohh yeollie, todavía quieres ramen? –dijo acercándose poco a poco ,quedando a escasos centímetros de mí, mi corazón latía a mil y cuando sentía que moriría, me saco la lengua de manera divertida y se apartó de mi… sentí que mi corazón se saldría de mi pecho y que él lo notaria.
-¡¡Eres malo Kim Myung Soo!! Me lastimastes el brazo… -dije haciendo un puchero que según yo, era muy tierno, para que creyera que en realidad si me había lastimado.
-¿En serio?- dijo acercándose muy rápidamente a mi – ¿donde? ¡Discúlpame, discúlpame! –me decía mientras me abrazaba muy fuerte y hundía su cara en mi espalda, yo empecé a reír levemente hasta que se hizo notorio –¿me estabas tomando el pelo? ¡¡No es divertido Sung Yeol!! –dijo mientras se incorporaba y me lanzaba una mirada asesina.
Me levante lo más rápido que pude, sabia en que terminaría esto, así que empecé a correr, mientras como supuse, Myung Soo corría intentando atraparme…
-¡¡Ven aquí niño malo!! ¡¡Te enseñare a respetar!! – yo solo reía, me encantaba estar de esta manera con él, me sentía como un niño, libre de problemas.
Mi respiración cada vez se tornaba más pesada y ya me costaba correr, en poco tiempo Myung Soo me alcanzo tirándoseme encima, y haciendo una especie de maniobra, colocó mis manos detrás de mi cabeza mientras él se colocaba encima mío… si… siempre terminaba así y no sé el motivo por el cual me encantaba esa manera de terminar nuestros juegos… el encima mío, aprisionándome contra el suelo y a centímetros de mí, sintiendo su respiración entrecortada por correr detrás de mí y su hermosa sonrisa, mirándome directo a los ojos…
-Deja de mentir por alguna vez en tu vida, siempre me creo el hecho de que te lastime o algo así… ¡¡¡te va a crecer la nariz de pinocho niño malo y mentiroso!!! –tocaba de manera divertida mi nariz, me daba un poco de cosquillas y ahí estaba yo otra vez, riendo como tonto.
-No es mi culpa que siempre me creas- se acostó a la par mía, como siempre acostumbraba.
-Sung Yeol…. Yo… Te quiero –me dio un beso lento en la mejilla.
-Yo también te quiero… eres mi mejor amigo y eso será para siempre…
Pov´s Myung Soo
-Tu también eres mi mejor amigo… -sonrei lo más creible posible… cada vez que me sentía más cerca de Seung Yeol, el recalcaba el hecho de que solo me veía como un amigo, y no uno común, si no que su mejor amigo. El no sabía el esfuerzo que hacía al no darle un beso en los labios, el no sabía cómo me resultaba de difícil no confesarle mis sentimientos… el no lo sabía… y no pensaba decírselo, el no era homosexual y no pensaba arruinar lo poco que tenía con el, o si lo analizamos, más bien tenía mucho y no valía la pena arriesgarlo.
Luego de pasar todo el día con el, haciendo los deberes y hablando de todo un poco, me fui a mi casa… ya era de noche pero se había hecho una costumbre que lo fuera a visitar todos los fines de semana, yo llegaba a su casa o el llegaba a la mía, incluso entre semana.
Llevaba conociéndolo aproximadamente 5 años… toda mi vida he vivido en Seúl y nunca fui de hablar mucho o hacer amigos, siempre me crie solo hasta que nació mi hermano, Kim Moon Soo, estuve en una primaria solo de chicos… era una de las personas menos sociables que pudieran existir en el planeta tierra.
Un día mi madre tenía un ataque de alegría… esos días eran los peores, demasiado positivismo me daba dolor de cabeza y mi mamá se ponía demasiado entusiasta. Me dijo que me arreglara, que teníamos visitas a lo que pensé de inmediato que vendría una antigua amiga de mi madre…
La última vez que una amiga de mi mamá vino, no dejo de agarrar mis cachetes como si fueran de hule y no dejaba de decir que era muy lindo y encantador, que quería casarme con su hija cuando creciéramos. Si… ese día huí apenas pude y me escondí en el ático, pidiéndole al cielo que mi mamá no subiera a buscarme y me obligara a estar con esa vieja loca.
Cuando las visitas llegaron, para mi sorpresa la mujer invitada venía con un niño aproximadamente de mi edad… mi mamá me dijo al oído que fuera amable, que venían desde Busán y que se mudarían a nuestro barrio.
-Vamos Myungie… saluda a los invitados- me decía mi madre mientras me dedicaba una mirada amenazadora.
-Hola… soy Kim Myung Soo –le dije mientras extendía mi mano en señal de saludo
-Mucho gusto, yo soy Lee Sung Yeol –extendió su mano y las juntamos dándonos un apretón mientras inclinábamos un poco nuestra cabeza.
Ese era un recuerdo muy preciado para mí, la primera vez que vi a Yeollie en mi vida… ellos se mudaron a 3 casas de distancia de la mía y desde ese día se había hecho una costumbre que viniera a mi casa al menos cuatro veces a la semana, solíamos ocultarnos en el ático y jugar a que éramos piratas, a veces bomberos, cosas típicas de niños… sonreía mientras recordaba cada momento que compartí con el y cuando nuestras madres nos decían “ya son muy grandes para jugar de esa manera” . Entre risas camine, cuando me di cuenta, ya había llegado a mi casa…
Subí las escaleras que llevaba a mi habitación y mientras iba caminando por el pasillo escuche a mi madre gritando por teléfono. No era usual así que me acerque para escuchar.
-¡No podemos irnos, Myungie y Soo Soo tienen su vida aquí, sus amigos, todo!- por el tono de su voz, hablaba con mi padre.
No quise seguir escuchando. No podían alejarme de mi casa y menos de Yeollie, ahora que estaba tan seguro de mis sentimientos hacia el. Supuse que solo era un propuesta de mi padre para irnos a estudiar al extranjero, ya que el vivía allí y tenía su propio negocio. Últimamente mi madre y el discutían mucho por ese asunto y más por mi edad, tenia 17 y el futuro de mi vida era un tema muy discutido en mi casa.
Entre pensamientos y pensamientos estuve en mi cama 2 horas hasta que un mensaje a mi celular me sacó del trance. “Quien es el idiota que me interrumpe” pensé…
-“Myungie recuerda que mañana vendrá el estudiante nuevo y que tienes que llevar algo para comer, también recuerda la tarea de algebra, no se te vaya a olvidar como siempre -.-“. Gracias por el día de hoy, la pase muy bien y Dae Yeol te envía saludos. Te quiero mi Myungie n_n”
Solo al ver de quien era el mensaje mi corazón comenzó a latir rápidamente y al ver “mi Myungie” una sonrisa boba se formó en mis labios. Yo era una persona muy importante en la vida de Yeollie pero quería ser la más importante en ella, poder causarle lo que estoy sintiendo yo y hacerlo muy feliz.
-“Gracias por el recordatorio Yeollie, ahora mismo guardaré la tarea :) . También la pasé muy bien, es increíble que a pesar del paso de los años me quieras cerca de tí y que la pasemos tan bien [si quieres matarme o me odias, sigue fingiendo que me quieres hahahaha xD] dile a Dae Yeol que lo quiero y también te quiero mucho a ti mi Yeollie ;).”
Estaba decidido, a partir de mañana estaba dispuesto a luchar por el amor de mi amigo, que llegara a amarme y quisiera estar conmigo, ya no aguantaba más estar cerca de el y que lo único que hubiera entre nosotros fueran esos juegos en donde lo perseguía hasta atraparlo y sujetarlo contra el piso, la próxima no podría aguantarme, cada vez necesitaba más de Yeollie, algo más que un simple beso en la mejilla y un te quiero.
-“Bueno que dicha, ya no tendré que fingir más, mañana mismo estaré con alguien más porque en realidad si te odio Myung Soo, lamento haberte engañado :/ … y ahora que tendremos nuevo compañero es mi oportunidad, el será mi nuevo amigo...”
-“Dije que siguieras fingiendo, no que tomaras la oportunidad para dejarme así ): , Yeollie de verdad me odias ¿o solo sigues mi broma? U.U”
-“ Lo lamento Myung Soo, pero es cierto…”
-“ T.T ¿por qué no me lo dijistes antes?”
-“Mi madre me prohibio hacerlo, ya que eres el hijo de su mejor amiga”
-“Mmmmm lamento haberte molestado todo este tiempo, no interrumpo más, chao”
-“Myungie no te la creistes ¿o si? No seas tan ingenuo niño”
-“Mmmm no me la creí del todo pero si dude un poco ): “
-“Myung Soo no seas tonto, sabes que te adoro mucho mucho mucho <3”
-“Mmmm no te creo”
-“Mañana te lo demostraré n_n , duerme ya, que es tarde”
-“No quiero u.u , pero te haré caso, buenas noches Yeollie, te quiero :)”
-“Niño malo, respeta a tu hyung, descansa y sueña conmigo xD , te quiero Myungie”
Efectivamente, iba a soñar con el… me sentía como colegiala enamorada de su oppa, imaginándome como seria la vida con Yeollie si fuéramos algo más que amigos, y así fue como lentamente me fui quedando dormido hasta caer en manos de Morfeo.
-¡Kim Myung Soo levántate de una buena vez! , ¡no lo volveré a repetir! – esa voz... Era la quinta vez que me intentaba despertar según lo que escuché cuando salió de mi cuarto pero no había conseguido nada hasta ahora.
-5 minutos más mamá, no tengo fuerzas para levantarme – proteste, de verdad no quería levantarme.
-¡Ahora mismo! – me lanzo en mi cara un vaso con agua del refrigerador. Di un grito ahogado al sentir esa agua como el hielo en mi cara.
-MAMAAAAAAAAAAAAA!!!! – grité lo más que pude.
-¡Te lo dije! Además Sung Yeol acaba de llegar, no debes hacerlo esperar, ¡es descortez de tu parte!
Cuando mencionó el hecho de que Yeollie ya había llegado para irnos juntos al instituto, fue como cuando al fuego le ponen combustible haciéndolo arder más y expandirse más rápido. Me levante de golpe y me alisté lo más rápido que pude, hoy empezaba mi plan y hacer esperar a Yeollie definitivamente no era una opción. Estábamos en un instituto solo para chicos, entonces intentar ganarme su corazón no me iba a resultar tan incómodo o difícil, después de todo, solo éramos chicos.
Cuando baje a la sala, ahí estaba la persona culpable de que mi corazón estuviera a punto de salirse de su lugar… estaba tomando su preciada taza de café que mi mamá a lo largo de los años le preparaba antes de ir al instituto. Estaba tan concentrado bebiendo el café, su enorme adicción, que no notó que yo ya había bajado.
Me puse detrás de el, mientras tenía la taza en sus manos y miraba las noticias, espere un momento para que pusiera su tesoro en la mesa para evitar accidentes, y por accidentes me refiero a Yeollie gritándome como desquiciado mientras me pega en el pecho hasta que se calma por el hecho de que derramó su café por mi culpa, ya una vez pasó y no quiero ni recordarlo…
Coloco la taza encima de la mesa y entonces aproveché.
-SUNG YEOL!! –grite en su oído mientras lo abrazaba fuertemente.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH! ¡¡KIM MYUNG SOO!! ¡¡¿¿ACASO QUIERES MORIR??!! – gritó mientras se tapaba la cara con sus manos.
-¡Yaah! ¡No seas exagerado Yeollie, ya pasó! –decía mientras reía y no dejaba de abrazarlo.
-¿Cómo puedes ser cariñoso en un momento así?, para tu bienestar deberías largarte pero yaaaaa!- me decía alterado, todavía no se le pasaba el susto.
-Tenemos que irnos ya o llegaremos tarde, no seas ingenuo niño- lo solté de mi agarre mientras repetía las palabras que usó anoche.
-Eres un idiota ¿lo sabías? –me dedicaba una mirada asesina.
-Soy tu idiota- agarré sus cachetes mientras lo movía de un lado a otro y cuando dejé de hacerlo, le di un beso lento en su mejilla mientras acariciaba la otra. Era una posición perfecta para voltear un poco mi cabeza y darle ese beso en sus labios, pero me contuve… Ya estaba lo suficientemente cerca, más de lo que habitualmente solía darle besos a Yeollie y sumándole el hecho de que estaba acariciando su mejilla, no vi conveniente hacerlo… No por ahora.
Pov´s Sung Yeol
Esos labios en mi mejilla habían hecho que mi corazón se transportara de dimensión. Todavía los sentía en mí, quemándome lentamente por la cercanía en que habían estado de mis labios.
El camino al instituto estuvo normal, o eso fue lo que intente creer porque cada vez que Myung Soo me veía, sentía que algo ardía en mí. Siempre lo había sentido cada vez que jugábamos juntos, cuando me daba besos en mi mejilla y me decía lo mucho que me quería, el mensaje de ayer diciéndome “mi Yeollie”, cada pequeño detalle me hacía estremecer y que mi corazón latiera a mil pero esta vez era incontrolable, cada mirada por más corta que fuera me hacía sonrojarme al máximo… quería que volviera a posar sus labios tan cerca como hace unos minutos atrás lo había hecho.
Luego de un viaje algo incómodo para mí por las excesivas miradas de Myung Soo, o eso creía yo, llegamos al instituto. Saludamos como siempre a nuestros amigos Sung Gyu y Woo Hyun, y nos dispusimos a entrar a nuestra clase, antes de que entráramos completamente detuve a Woo Hyun.
-Necesito hablar contigo – Myung Soo y Sung Gyu se quedaron observándonos y mientras nos miraban con el ceño fruncido entraron totalmente a la clase.
-Bueno quedan 7 minutos todavía para que la clase empiece, así que dime – me sonrió.
-Mmmm es que no sé cómo decírtelo, ¿alguna vez has sentido tu estomago arder por la simple mirada de alguien? – dije muy nervioso, a lo que el se quedó pensando por un instante antes de responderme.
-Mmmm pues la verdad, es que sí – se sonrojo un poco.
-Yah, ¿de verdad? –me reí suavemente.
-Entonces ¿estas enamorándote de alguien Yeollie? Porque no le veo ninguna explicación lógica –me cambio de tema abruptamente y sentí que mis mejillas quemaban.
-La verdad no sé si me estoy enamorando o ya lo estaba –los ojos de Woo Hyun se abrieron mostrando sorpresa.
-Quiere decir que yo lo conozco… no me dirás que… -se quedó pensativo
-Mmmm ¿no te diré que hyung? –estaba nervioso al tener que confesarle eso a Woo Hyun, muy nervioso.
-No no, se me paso por la mente que puede ser Myung Soo, pero es tu mejor amigo y… - se detuvo al ver mi cara poniéndose más roja – Yeollie, ¡¿¿estás enamorado de Myungie??!
Sentía como mi corazón latía a mil por la vergüenza que me provocaba hablar de eso, y gracias a un milagro de Dios la campana sonó dejando a un Woo Hyun inquieto, sorprendido y molesto ya que nuestro tiempo de hablar había terminado y no había podido conseguir respuesta alguna.
Cuando entre a la clase el profesor nos indicó que tomaramos asiento y comenzó su clase, me senté en el mismo lugar de siempre, a la par de Myung Soo que sonreía como si la vida se le fuera en ello, esa sonrisa perfecta que nunca había podido descifrar el porqué me hacía suspirar, sus hermosos ojos entrecerrándose mientras mostraba sus perfectos dientes, sus hermosos cachetes que hacían juego con toda su cara, las pequeñas arrugas que se le hacían al sonreír… todo en el era perfecto, ¿como no me di cuenta antes?
Mientras estaba embobado viendo a Myung, me paso un papel y me indico con señas que lo abriera.
“Deja de mirarme tanto que me voy a desgastar, sé que soy hermoso pero disimula un poco más”
Al leer esto mi cara se puso como un auténtico tomate, ¿tan evidente era?, comencé a responderle mediante el mismo papel para que el profesor no se diera cuenta.
“Yah Myungie no es para tanto, estaba pensando y me perdí totalmente, no sabía que te estaba mirando”
Se lo pase rápidamente, el lo leyó y sonrío, escribió y volvió a mandarme ese papel.
“ Te informo que si lo estabas haciendo, ¿que tanto pensabas Yeollie?”
Necesitaba una manera de saber si tenía una oportunidad con el, después de todo éramos amigos y lo que sea que le preguntara estaba seguro que me respondería, ¿no? Me arme de valor y le escribí lo que tanto deseaba saber en ese momento.
“Naaah en tonteras, pero… Myungie, ¿te gusta alguien?”
Cuando leyó el papel vi su cara sonrojándose muy levemente, pero como ya conocía cada rasgo de su piel me di cuenta del cambio que tuvo, ¡oh si! Soné como un total acosador… estaba nervioso, por ese sonrojo me imagine la respuesta, pero lo que más quería saber, era si yo tenía alguna oportunidad, si era yo el causante de ese sonrojo.
“Yaah Sung Yeol, ¿por qué esa pregunta tan de repente? Mmmm pues la verdad es que si me gusta alguien… y ¿a ti?”
Sentí mi estómago arder, no sé si fue por la rabia de saber que alguien ocupaba su corazón y que era 99% probable que no era yo, o el hecho de que me preguntara si a mí me gustaba alguien. Lo pensé durante un momento, ¿le diría? No… no era el momento aún pero no sabía que decirle y mentirle no era una opción.
El profesor golpeó la pizarra con una regla para que le prestáramos atención ya que el nuevo estudiante iba a presentarse, no me di cuenta en que momento el aludido había entrado al salón de clases y gracias a mi nuevo compañero, me salvé de responderle a Myung Soo que ante tal interrupción de nuestra conversación, se acostó en la silla cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
-Hola a todos- dijo haciendo una leve reverencia – mi nombre es Lee Hyun Jae, soy mitad Coreano mitad Estadounidense, me crié en Los Ángeles pero recientemente por razones de trabajo, mi papá decidió que viniéramos a vivir a Corea.
Era un chico muy apuesto, alto, cabello largo y castaño, ojos azules y piel blanca como la nieve. Sus ojos tenían los rasgos asiáticos que todo Coreano poseía pero su color hacía muy claro el hecho que no era 100% asiático, tenía una sonrisa hermosa y si aquí hubieran chicas, sus suspiros se hubieran hecho presentes en todo el salón de clases.
Sentí un pequeño golpe en la pierna, pequeño pero con extremada fuerza que hizo que me saliera un pequeño quejido por los labios. Volví a ver a mi lado y Myung Soo me fulminaba con la mirada, sentí como mi cuerpo se estremecía pero del miedo, sus ojos decían a gritos que querían matarme y torturarme y se quedó viéndome de esa manera hasta que el profesor volvió a hablar.
-Bueno chicos, sean amables con su nuevo compañero, ¿recuerdan lo que les había pedido? Pues lo usaremos para darle la bienvenida a Hyun Jae. Preparen todo.
Dicho esto todos nos dispusimos a repartir la comida y a acomodar el salón de clases para realizar la merienda. Estaba encargado de servir los refrescos y en un intento para servir, casi se me cae la botella de Coca-Cola, estaba llena y era pesada. Miré a Myung Soo que al verme en ese aprieto no se inmuto ni tuvo la delicadeza de ayudarme, me miró de la misma manera aterradora de antes y se dispuso a ayudar a Sung Gyu con las galletas. Lo miré muy enfadado y mientras maldecía a Myung Soo mentalmente, sentí unas mano sostener mi hombro… asustado, mire hacia mi lado y me sorprendí al ver a ese chico.
-Oh lo siento, todavía no me acostumbro a que esto aquí en Corea, se puede tomar como una falta de respeto. –me sonrió, esa sonrisa era demasiado hermosa.
-No no tranquilo, te entiendo –dije nervioso, su mirada era muy distinta a la de Myung Soo, hasta en lo que expresaba y significaba para mí, pero no podía evitar sentirme nervioso ante esos ojos.
-¿Te ayudo? –me sonrío mientras agarraba la Coca-Cola.
-Está bien… -le sonreí de la misma manera.
Pov’s Myung Soo
No sé en qué maldito momento se me paso por la mente ignorar de esa manera a Sung Yeol, el necesitaba de mi ayuda pero en un ataque de orgullo injustificable lo ignore, solo por el simple hecho de que se quedó embobado viendo al niñito nuevo ese.
Me di cuenta que lo que hice, más bien alejaba a Sung Yeol de mi lado así que luego de ayudar a Sung Gyu, me dirigí al lugar donde hace un rato estaba Yeollie batallando para servir los refrescos, pero cuál fue mi gran sorpresa al verlo riendo como tonto al lado de ese niñato.
Sentí que la sangre me hervía, que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho de lo rápido que iba, mis manos sudaban y se cerraban en puño y en mi cabeza sentía unas leves punzadas que indicaban que mi cien latía de la furia que se apoderaba de mí. Me dirigí donde estaban el par de tortolos muertos de risa para ayudarle a Sung Yeol y alejar a ese niño extranjero de el.
-¿Necesitas ayuda Yeolie? –lo dije de la manera más cordial que pude, pero estoy seguro que me escuchaba enojado.
-No gracias Myungie, Hyun Jae – hyung me está ayudando – ¿¿HYUNG?? ¿¿HYUN JAE HYUNG?? ¡¡¡¿¿¿Desde cuándo tienen tanta confianza entre ellos???!!! ¿¿Los dejo solos 5 minutos y ya se tratan de esa manera??
-¿Hyun Jae-hyung? No te parece que esta fuera de lugar llamarlo así? –decía mientras fulminaba con la mirada a ese niñato.
-No me acostumbro todavía a las tantas formalidades del país, así que le pedí a Yeol que me llamara así, me siento más cómodo –le hice una cara burlona, los celos me estaban matando.
-¿Y por eso tienes el permiso de llamarlo así también? –le dedique una mirada fría, sin sentimientos, y me largué antes de que cometiera una estupidez por causa de los celos.
Estaba que echaba humo por mis orejas casi literalmente, solo sentí la mirada fija de Woo Hyun en mí, volví a ver y me dedico una mirada desaprobatoria, camino hasta donde yo estaba y me sacó del lugar a jalonazos contra mi voluntad.
-¿Yaaaah Min Hyun que te pasa? –proteste molesto.
-Si quieres hacer el ridículo frente a todos no es mi problema, ¡pero hazlo sin poner en ridículo también a Sung Yeol! –me dijo desafiante.
-¿De que hablas? –dije restándole importancia a sus palabras.
-Se te ve en la cara que no quieres al chico nuevo, desde que entró no has parado de dedicarle miradas de desprecio –continué con mi cara habitual, fría y sin expresión para que no notara los celos que me comían. Ese chico había logrado más que yo en solo 5 minutos con Yeollie.
-En realidad el chico me da igual, solo que lo encuentro un poco creído –dije lo más frio que pude.
-Bueno si tu lo dices –me dijo creyendo cada una de mis palabras.
El día transcurrió normalmente, como siempre, excepto por un grandísimo detalle, Sung Yeol y Hyun Jae pasaron todo el día juntos. Entré a mi habitación dando un portazo, quería que hubiera la posibilidad de que Sung Yeol escuchara ese golpe hasta su casa.
En la merienda pasaron juntos, comiendo y riendo como si se conocieran de hace siglos. Cuando ordenamos de nuevo el salón de clase, me vino con la excusa que por ser el chico nuevo se iba a sentar con el pero que no me preocupara, que solo sería por un corto tiempo, motivo por el cual tuve que sentarme con Sung Jong, un chico de mi clase que a la vista de todos era muy tierno, pero ni el gesto más tierno y hermoso que tuviera el mencionado, me hacían sentir bien.
A la hora del almuerzo, Sung Yeol invito al chico extranjero a comer con nosotros, yo solo seguí con mi mirada fría y desinteresada, nadie se daba cuenta que por dentro estaba que mataba al mismo diablo por la ira que me cargaba. Me senté en el mismo lugar de siempre, a la par de Yeollie, pero cuando se sentó, se corrió hacia la derecha haciendo que Hyun Jae se sentara entre nosotros dos.
Mientras comíamos no dejaban de reir y hablar de trivialidades, ellos dos eran los únicos que se escuchaban en nuestra mesa, Sung Gyu y Min Hyun mantenían su típica conversación privada, riendo y dedicándose sonrisas de colegialas enamoradas y yo era la única alma en pena que esperaba que viniera el mismísimo diablo a llevarme al infierno por tan forever alone que me encontraba, haciéndome el favor de estar acompañado o que alguien tomara en cuenta mi presencia.
El resto del día siguieron en sus charlas hasta que un profesor les llamó la atención por la distracción que estaban ocasionando, motivo por la cual yo sonreí, sus risas y sus voces mezcladas solo me daban dolor de cabeza. Pero mi hermosa felicidad no duro mucho, inmediatamente comenzaron a hablar por papeles, ¡solo yo podía hacer eso con Yeollie! ¡Que tenía ese estúpido niño nuevo que hacía sonreir a Sung Yeol tan hermosamente?
A la salida, estaba más tranquilo, Yeollie siempre se iba conmigo y ese iba a ser el único rato del día en el que podría estar con el a solas. A pesar de todo lo ocurrido en el día, solo pensar en estar con Yeollie a solas me hacia sonreir como tonto, pero algo derrumbo por completo mis planes.
“Myungie iré a enseñarle el lugar a Hyun Jae, si quieres nos acompañas”
¿Que tan rápido se había ganado el corazón de Yeollie este chico? No dejaba de repetirme una y otra vez que tenía el que hacía sonreir a Yeollie de esa manera, yo nunca lo había logrado… “Tengo cosas por hacer, no te preocupes me iré solo”, respondí lo más frio que pude, intentando ocultar lo mal que me sentía, todo el día Yeollie me cambio por ese chico.
-“Lamento no haberme ido contigo hoy, mañana te lo compensaré y también compensaré lo que te debía, te iba a demostrar cuanto te quiero [¿recuerdas la conversación de ayer?], deberías acercarte más a Hyun Jae, realmente es un chico genial, me la he pasado de maravilla con el, hace mucho no disfrutaba de esa manera, pero igual me hicistes falta, la próxima deberías unírtenos ¿vale?, te quiero Myungie”
¿Para eso me mandaba un mensaje? ¿Para decirme lo bien que se la había pasado sin mi?-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH! –grité con todas mis fuerzas con la almohada en mi cara para apaciguar el sonido -¿Qué tan difícil es que me ames Lee Sung Yeol? –decía mientras lagrimas traicioneras salían de mis ojos, siendo imposible contenerlas. ¿Ya había perdido la batalla?