Sentí como las sabanas eran removidas bruscamente de mi cuerpo a lo que maldecí mentalmente a mi madre. “¿Nunca puedes despertarme decentemente?” grité enfadado mientras sentía mis ojos extraños, más pequeños de lo normal, me mire en el espejo y me di cuenta de lo que unas cuantas lagrimas habían provocado en mi rostro.
Hoy sería uno de esos días de los cuales llevar maquillaje en mi rostro era justificable, no era que me gustaba ser afeminado o esas cosas, pero me gustaba estar bastante presentable.
Me vestí perezosamente, no tenía prisa en llegar al instituto y ver a un grupo de chicas frente a la puerta de entrada. Era martes, el instituto de chicas entraba un poco más tarde de lo habitual y acostumbraban a llegar y obsequiarme chocolates a lo que yo simplemente agradecía. Era tan rutinario y lo que más me encantaba de ese día, era ver la cara de enfado de Yeollie.
Sung Yeol estaba perdido en su acostumbrada taza de café en la sala de estar y no lo quise interrumpir, espere a que terminara y nos dirigimos al instituto en un ambiente un poco incómodo.
“¿Porque no respondiste anoche?” … sabía que lo preguntaría, era un tanto orgulloso. Quería ponerlo nervioso o aunque sea verlo estremecerse un poco por todo lo que me hizo pasar el dia anterior, un tipo de venganza por lo que use uno de mis mejores atributos, mis ojos… le dedique un mirada muy profunda logrando mi cometido y riendo en mis adentros “me dormí”… sencilla respuesta que sabía, no lo iba a satisfacer por el momento.
“Eran las 7pm, te duermes hasta las 9” iba a insistir presumiendo lo mucho que sabía de mi a lo que reí burlonamente, quería hacerlo sentir culpable por el día de ayer en donde me abandono por el chico nuevo “estaba cansado, pero al parecer no lo notaste”.
Escuche como un leve quejido de rabia salía de sus labios “Igual por más cansado hablas conmigo hasta las 9” chineado, berrinchudo, caprichoso como un niño, por eso amaba a este chico, sus defectos estresantes eran una de las mejores cosas que apreciaba en el.
Tenía tanto deseo reprimido, y amaba verlo tenso, estremeciéndose por mi cercanía o mis miradas que no pude evitarlo acorralarlo en la pared de un callejón. Me acercaba lentamente a el hasta que la pared dio con su espalda, tensandolo aún más mientras yo disfrutaba de su nerviosismo dedicándole un mirada llena de deseo.
Debo admitir que no solo el deseo me impulso a hacer eso, también la rabia que intentaba reprimir, en realidad en ese momento me sentía con una mentalidad bipolar… una parte de mi estaba enfadado por lo que hizo este chico ayer, y la otra simplemente quería amarla como nadie lo había hecho en su vida.
-Ayer te me quedabas viendo fijamente, hoy me armas una escenita por no contestar tu mensaje, ¿a que juegas Yeollie?
-Kim Myung Soo, tu mirada no causa nada en mí, así que si lo que quieres es usarla como arma en mi contra, no ganaras nada, no pierdas tu tiempo si intentas intimidarme- sonreí provocativamente, mientras el decía que no provocaba nada, podía notar el nerviosismo en su voz aunque fuera bueno ocultándolo.
-No juegues con fuego- me le fui acercando más a su rostro, viendo como poco a poco el pánico inundaba sus ojos pero su orgullo era más grande y me mantenía la mirada, intentando resistirla, estábamos a centímetros y perfectamente podía darle un beso de donde me encontraba, pero luego de unos escasos segundos, cuando sentía que iba a morir de nerviosismo, sin quitarle la mirada dije “se nos hace tarde, vamos”
Aunque lo deseara más que nada en este mundo, no podía dejar que supiera que estaba rendido a sus pies, tenía que hacer que se sintiera atraído por mí y que me deseara, seducirlo y dejarlo con las ganas, no podía entregarme tan fácilmente porque más que deseo, había corazón y cualquier movimiento en falso significaba un adiós, no estaba preparado para soportarlo y con solo el hecho de que no estuviera conmigo en el instituto me destrozaba, no podía imaginar que me haría sentir si se fuera de mi vida.
El día de hoy iba a jugar diferente... y yo iba a ganar…
Pov’s Sung Yeol
Tenerlo tan cerca, y a la vez tan lejos… mi cabeza iba a explotar con tantos sentimientos confusos en mi interior, bueno ni tan confusos del todo.
El ambiente se volvió un poco incómodo de nuevo, creo que el culpable era yo por querer provocarle celos a MyungSoo.
Ohhh si, esa idea estúpida de abandonarlo en el instituto fue mía, luego de saber que alguien tenía ya su corazón. Un movimiento algo tonto pero nada perdía intentando hacer que se muriera de celos.
Íbamos llegando al colegio y como todos los benditos martes, ese grupo de chicas atolondradas estaban esperando a Myungie, “patéticas” , fue lo que pensé y al mismo tiempo sin darme cuenta, pronuncié. MyungSoo comenzó a reír ante tal comentario mío, ¿disfrutaba verme así de enfadado? Porque no era que estuviera celoso, esas chicas no tenían ni una oportunidad con este tarado y yo lo sabía muy bien, solo que era un tanto estresante escuchar sus declaraciones de amor todos los martes, en realidad no tenía sentido… declarársele a alguien que apenas y conoces de vista.
Estaba subiendo las gradas hacia la entrada como siempre hasta que sentí que iba solo, volví a ver hacia atrás y todos mis pensamientos anteriores fueron cambiados por esa imagen.
MyungSoo se encontraba intercambiando palabras con una chica, cosa que nunca hacía, y para mi buena fortuna era una chica realmente atractiva. ¿Ella era la persona que MyungSoo quería? Celos, celos, celos y más celos.
Entré lo más rápido que pude al instituto para no verle más la cara a esa niña, si era ella, no tenía oportunidad en lo absoluto, era casi perfecta, o talvéz para MyungSoo si lo era.
Sentí que alguien me agarró fuertemente del brazo a lo que me volteé con ganas de propinarle un buen golpe al insensible hasta que vi que era WooHyun con su sonrisa burlona.
-Los celos te comen niño, ¿ya te decidíste si te estás enamorando, o si ya estabas enamorado de MyungSoo?
-¡Yaaaa! ¿De qué rayos hablas?
-Tú mismo lo dijiste ayer, oh choding ¡eres tan olvidadizo!
-¿Quién te dice que es MyungSoo?
-¿Quién me lo está negando? ¿Tú?
Maldito Namu, era imposible ganar contra el si todas las llevaba con las de perder, termine diciéndole que si era el y me fui rápidamente al salón de clase intentado que mi cara no callera de vergüenza, no era uno de esos chicos que iba por el mundo caminando y diciéndole a todos que persona era la que me gustaba, hasta con mis amigos era reservado en ese tema, cuando entré al salón me encontré a Hyun Jae hablando muy animadamente con SungJong. Bueno por lo menos hoy me sentaría donde siempre con MyungSoo y así no me ganaba otra mirada de odio de las que ya me había artado el día anterior.
Al momento llego MyungSoo con una sonrisa de oreja a oreja, “este estúpido” pensé mientras se sentaba a mi lado.
-Hasta que finalmente le haces caso a una.
-¿Ehhh? – este chico tan distraído como siempre.
-Te vi hablando con una de las chicas.
-Ohh si, su nombre es Yoona, en realidad es bella. -¿Bella? ¡Bella mi abuela en bikini!
-Si a eso le llamas belleza, en que lugar quedaría yo….
-¿Celos? –decía riéndose, amaba su risa pero en estos momentos solo quería sacarle las cuerdas vocales con mis propias manos para no escuchar más sus estupideces muy bien justificadas, tenía la boca asquerosamente embarrada de razón.
-¿Yo? ¿por qué debería tenerlos?
-¡Ayy vamos Yeollie, fue la única chica normal entre el montón que he visto en el último año! Pensé que sería interesante hablarle, se notaba que solo acompañaba a una loca.
-Ohhh tan bella ella –gracias al cielo, el profesor entró y la clase comenzó, realmente estaba celoso, muy celoso y hablar de ello no me hacía sentir mejor, mas bien salía a relucir mi carácter que no era muy bonito que digamos cuando me encontraba de malas, este niño realmente hacía que uno de mis mejores días se convirtiera en uno de los peores, pero también hacia que los peores se volvieran excelentes cuando estaba a mi lado… malditos sentimientos de te amo-odio que me tenía en la cabeza, quería odiarlo pero ya sabía de sobra que estaba muy lejos de llegar a sentir eso.
Mi celular comenzó a vibrar, era un mensaje y maldecí a todos los cielos a la persona que me lo enviaba, no se cansaba con echarme en cara lo que sabía en ese momento y molestarme con eso.
“Ohh, MyungSoo miró a una chica, ¿C-E-L-O-S? ahh no para nada”
Este imbécil, lo mataría apenas tocaran para el almuerzo
“Cállate Woo Hyun, no es nada divertido estar en esta posición, ¿pero tú que sabrás? Si el sin ojos ese te hace caso, hámster desgraciado”
Cuando el mensaje se envió, sentí una gran patada en la pierna, WooHyun que estaba sentado atrás mío me miraba con “rabia” aunque en realidad estaba bastante sonrojado.
Myung Soo me pellizco la pierna, haciéndome señas que leyera el papel que estaba a un lado mío, creo que se había hecho ya una costumbre hablar asi.
“Ahora en receso nos vamos a las zonas verdes del instituto”
No sonó como una sugerencia, si no como una orden. Pero ¿que podría hacer yo contra este chico? Aunque fuera una elección estaba seguro que iba a aceptar y de nuevo mi cabeza fue invadida con ese sentimiento de te amo-odio, no podía hacer nada contra el, no me lo permitía aunque fuera lo que más quisiera en el mundo, simplemente era Myung Soo…
Pov’s Myung Soo
Iba caminando con Yeollie por uno de los parques del instituto, amaba ese lugar… Era callado, sin muchas personas, realmente relajante, me gustaba estar sin tantas personas alrededor y con un ambiente de paz, pero estando con Sung Yeol ese silencio se esfumaba más rápido que la espuma del mar, pero no me quejaba, su escandalo era en parte… aceptable, y me gustaba. Estaba tan acostumbrado a ese mini infierno de palabras sin fin del choding que de verdad me pareció extraño su silencio, era relajante pero viniendo de el solo me preocupaba.
Al propio saque el papel con el número de la chica, no es que era un mujeriego, en mis tiempos lo fui pero todavía no se me daba mal coquetear y esas cosas que a las chicas les encantaba, se podría decir que aún mantenía mis encantos, además parecía la única manera de hacer que Yeollie hablara, y así comenzaba con mi plan, mataba a dos pájaros de un solo tiro.
-Mira, al fin conseguí su número –sentí una mirada asesina, ¡oh si! Estaba logrando mi cometido.
-¿La has visto antes? –sentí rabia y tristeza en sus palabras, no sabía si alegrarme o preocuparme.
-Si, no es la primera vez que la veo, y según escuché, le parezco atractivo.
-¡Oh!... Es la persona que te gusta… ¿verdad?
-Mmmm, hablando de eso Yeollie, ¿a ti te gusta alguien?
-¡Myung Soo te acabo de preguntar algo!
-Y yo te pregunte eso ayer y no me respondiste, es justo.
-Bueno, creo que si, pero la verdad no creo que valga la pena luchar por esa persona –Oh, entonces Yeollie tenía a alguien…
-¿por qué lo dices?
-¡¡¡¡YEOLLIEEEEEEEE!!!!, te estaba buscando – ese chico, pensé que me lo había quitado de encima.
-¡Hyun Jae! ¿Qué te trae por aquí? –esa sonrisa de Yeollie no me gustaba, era muy sincera y demostraba mucha felicidad para mi gusto.
-Te queria agradecer por ser tan amable ayer, no es fácil ser nuevo y más si eres extranjero, asi que te traje esto –ohh genial, ¿ahora el chico le regalaba una caja de chocolates?
-Oh no debiste procuparte, fue un placer –de verdad odiaba esa sonrisa si no era dedicada a mi.
-Y esto también
Hizo lo que no tuvo que hacer, le dio un beso a Yeollie en su mejilla, le guiño un ojo y se fue… me daba rabia, mucha, pero lo que más enfadado me ponía era la cara boba de Sung Yeol, como una chica que le dan su primer beso el hombre de sus sueños.
-¿Vas a quitar esa cara de idiota? –ni me preocupe por el tono de mi voz.
-No me esperaba eso… realmente el es muy tierno.
-¿Te gusta? –dije muy directo y cortante.
-No me gustan los hombres… no soy homosexual… -oh, de verdad esa respuesta no me la esperaba, no sabía si sentirme feliz porque el chico nuevo no tenía oportunidad con el, o si sentirme mal, mi amor no sería correspondido. –pero el podría ser una excepción… -estacas en mi corazón, miles de ellas clavándose en mi sin piedad.
Pov’s Sung Gyu
Paz, tranquilidad, el sonido de la música… solo acostado en el césped que cubría una zona del instituto.
Muchas veces me gustaba estar así, solo… además de que la mayor parte de mi vida viví así, hasta que llegue a este lugar en donde estos chicos hicieron que conociera el verdadero significado de amistad.
Era el típico buscapleitos, con mirada intimidante cuando me lo proponía, el típico chico difícil que tuvo que repetir curso dos veces, el que no le gustaba la cercanía de algún ser viviente solo por el miedo de ser lastimado, de verdad no quería la cercanía de nadie, las personas eran una plaga, de esas que al principio ayudan a la planta a crecer, que se ganan su confianza, y cuando menos te lo esperas, sales traicionado, esa plaga mata a la planta. Toda la sociedad en realidad era una plaga…. O al menos eso llegue a pensar.
No es como si todavía no pensaba así, lo seguía haciendo, pero nunca pensé llegar a querer a alguien de esa sociedad…. Eso demuestra que no todas las personas son así… por el momento.
Sentí como la luz del sol se oscurecía, tenía mis ojos cerrados y no tenía intenciones de abrirlos hasta que sentí un peso extra encima de mí.
Era Woo Hyun, el primer chico que me demostró que no todas las personas eran iguales, de verdad que amaba a este chico aunque era 2 años menor que yo. Sentí como apoyaba su cabeza en mi pecho y me aprisionaba con sus manos, ya se había hecho algo muy habitual en el y ya no me molestaba en lo absoluto. Acaricie su cabeza sintiendo como su cuerpo se estremecía lentamente a señal de que aquello le gustaba.
Olía su cabello, era un aroma muy agradable, me emitía de alguna forma paz sentir su cabello tan suave y con su olor tan fresco.
Su cara, tan limpia y radiante, era tan delicada que cuando la tocabas te daban ganas de protegerla, tan suave y bella.
Como siempre me perdía entre mis pensamientos cuando lo tenía de aquella manera, me sentía protegido aunque yo fuera el mayor, sentía que mis problemas no existían, a su simple tacto podía ver las estrellas o transportarme a un mundo desconocido, simplemente el hacía que desapareciera de mi mundo y me hacía viajar hacia mis sueños, el era mi sueño, era lo que siempre quise en una persona aunque antes estaba totalmente convencido que no existía tal humano, el con sus miles de defectos hacia que fuera la persona más perfecta en mi mundo.
Soy de esas personas que por miedo a perder lo que tiene, no arriesga, y este momento no era la excepción, no quería perderlo, no a el, prefería ser únicamente su amigo a ser solamente un recuerdo en su vida, no estaba dispuesto a perderlo pero tampoco ponerlo en bandeja de plata al destino para que este hiciera de las suyas y jugara sus cartas, pudiendo ser en contra o favor mio.
Sentí como lentamente su mano se acercaba a la mía, sintiendo una pequeña descarga al percibir lo que se avecinaba y cuando la sujeto, no pude evitar sonreír y agarrar con fuerza esos delicados dedos.
“¿Qué haces?”, pregunté deseando como muchas personas que me declarara sus sentimientos y viviéramos felices por siempre pero claro, eso solo en los cuentos y telenovelas sucede, y yo me encontraba en la vida real, que si quieres algo tienes que luchar por conseguirlo y eso era algo que definitivamente no haría.
“¿Acaso no puedo abrazarte y tomar tu mano?”, me decía burlonamente, eso era lo que más me temía, que todo esto que aceleraba mi corazón y que en mi significaba algo importante, en el no fuera nada más que un juego entre amigos, después de todo estábamos en un instituto solo de hombres, estas cosas se veían cada cinco segundos.
Lo abracé más fuerte hasta que le dolió, si, ese era el punto, que por su bocota y su sentido del humor se arrepintiera, de igual manera yo era su hyung, no tenía porque quejarse.
Luego de un instante lo solte, quedando en la posición de antes, acariciaba su cabello de nuevo y antes de que me volviera a encerrar en mis pensamientos sentí su mano recorrer mi mejilla.
“Yeollie dijio que parecía que nos gustamos”
Sencillas palabras que hicieron que mi corazón diera un vuelco grandísimo, y el lo sintió, estando encima mío sería imposible que no lo hiciera. Solo cerré mis ojos, de verdad no pensaba declarármele, no era bueno en esas cosas y no quería, tenía miedo… le suplicaba al cielo que simplemente pensara que Yeollie lo decía en broma.
“¿Y tu que opinas?” estaba muy curioso, y sentí como si arriesgue mi vida preguntando aquello y ahora me arrepentía de gran manera por lo que dije, lo abrace un poco más fuerte, como dando un aire de protección en ese abrazo en vez de hacerle seguir viendo lo que sentía, me sentía muy vulnerable en ese momento.
“A mi si me gustas hyung” Quede como en estado de coma o shock, me desprendí de la realidad, me quede helado y no sabía si mi mente era la que me estaba jugando una mala pasada, ¿era una declaración o solo estaba diciendo que le agradaba para luego decirme que nunca pasaría algo entre nosotros y que esperaba que nunca lo hubiera pensado? Ni se en que momento mi mente comenzó a formular todas estar posibilidades, solo no podía concentrarme ni en lo que estaba pensando, ¿que iba a responder? ¿Qué también lo quería y que era la persona que más amaba en el mundo? Aunque el fuera tan perfecto, no se borraba la posibilidad de que me lastimara, que todo acabara tan rápido que ni de pestañear me diera tiempo, no quería ilusionarme, no quería que mi corazón quedara mas expuesto de lo que estaba cuando Woo Hyun estaba conmigo… ¿Lo amaba? Si, y demasiado… pero el miedo podía mas conmigo, no quería decir lo que sentía…
“¿Tu me quieres a mi hyung?”