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No es indiferencia, es confianza por LittlePrincess73

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Notas del fanfic:

Es un Oneshot cortito ;P

Notas del capitulo:

Es un oneshot no muy largo que tiene como protagonistas al Kaisoo ;P

Me lo pidió mi gemela (como casi todo XD) y bueno... fue uno de los pedidos que accedí a escribir XD

Entonces si es muy raro... lo siento XD espero mejorar con el tiempo ^^

 

El ambiente en la sala de baile de EXO estaa algo tenso aquel día, y todos podían notarlo.

Desde que JongIn (Kai) había entrado en la habitación, la tensión podía cortarse con un cuchillo. Las bromas habían cesado instantáneamente.

Todos sabían por qué estaba enfadado y no querían molestarle, pues aunque era realmente afectuoso con todos y agradable, cuando estaba molesto era mejor dejarlo correr e intentar no meterse en su camino.

Los presentes rezaban para que se solucionase pronto lo ocurrido, aquel ambiente comenzaba a provocarles un gran malestar.

Decidieron por unanimidad terminar la práctica de baile aquel día algo más temprano e irse a casa. Incluso el mánager se sentía incómodo estando allí y les dejó marcharse un poco antes.

Apenas comenzaba a atardecer cuando todos llegaron a los dormitorios y se escondieron en el suyo.

Algunos incluso dudaban si cenarían allí en la casa o mejor iban a cenar fuera, aunque fuese comida preparada en un parque cercano al lugar, con tal de no estar allí.

Era todo muy incómodo.

Kai entro al piso molesto. Llevaba así un par de días y no parecía pasarle en enfado.

Todo había sido culpa de su hyung KyungSoo. Si él solo no hubiese estado coqueteándole a aquel chico…

Solo pensar en ello hacía que se enfadase aún más. SU novio le había estado tirando, más que la caña, la red, al dependiente de la heladería y no podía perdonárselo.

Por mucho que D.O le había jurado que no había hecho tal cosa, JongIn no quería dar su brazo a torcer, incluso le había pedido cambiarse de habitación el líder, pero este se había negado a hacerlo y continuaba compartiendo habitación con él.

No es que JongIn fuese particularmente celoso, en realidad apenas lo era, pero KyungSoo llevaba varios días extraño con él, sin dejar que pasasen juntos mucho tiempo, siempre poniendo excusas, y aquello le molestaba.

Cuando entró en la habitación no había nadie, así que se tumbó en la cama, dispuesto a irse a dormir tal cual.

Se sentía algo mal por sus compañeros, que tenían que aguantar su mal humor a cada rato, pero no podía evitarlo.

Cerró los ojos, acomodándose con los brazos bajo la almohada, para intentar dormirse sin interferencias.

Ya casi estaba más en el otro lado que aquí, cuando sintió un peso a su lado en la cama, se removió molesto, esperando que no fuese quién él creía

-       Jongie, ya te he pedido perdón muchas veces. Termina con esto, ¿sí? Sabes que no le coqueteaba a ese chico – murmuró KyungSoo a su lado, mirándole apenado.

Kai solo le ignoró, girando la cabeza hacia la pared para continuar caminando hacia el mundo de los sueños. No tenía ganas de volver a escuchar las explicaciones de su novio, ya las sabía de memoria.

Pero el mayor siguió insistiendo, esta vez tocando la espalda del menor lentamente, sabiendo que aquello siempre le había gustado.

Finalmente, JongIn se molestó, sentándose en la cama para mirarle directamente a los ojos.

-       Vete. No quiero hablar contigo – le gruñó, mientras apartaba las sábanas para meterse dentro.

KyungSoo le miró a su vez.

-       Es mi habitación también – dijo tranquilamente.

Kai bufó, comenzando a molestarse aún más. Pero no quería gritar, no era de los que gritaban. Simplemente se levantó de la cama y cogió la almohada, dirigiéndose hasta la puerta.

-       Pues iré a dormir al sofá. Adiós.

Salió del cuarto seguido por KyungSoo, que había decidido no rendirse esta vez. Quería arreglar las cosas con el menor costase lo que costase.

Llegaron al comedor, donde el menor se acomodó de espaldas a su novio, tapándose con una matita que había allí la cabeza para ver si entendía que no tenía ningún interés en lo que pudiese decirle.

Pero no pareció ser suficiente, pues KyungSoo se subió al sofá, sentándose encima de las caderas del menor, que se había vuelto a mirar al techo al notar lo que iba a hacer su hyung.

-       No puedes seguir molesto conmigo. ¡No hice nada Jong! – elevó la voz D.O, que comenzaba a estar cansado del enfado de Kai.

El menor intentó quitárselo de encima alzándolo, pero su novio no lo permitió, atrapándolo bajo su cuerpo, aunque era algo más pequeño y menos musculoso que el de JongIn.

-       KyungSoo, haz el favor de irte. No estoy de humor.

La advertencia de Kai sonó como una amenaza, pero el mayor sabía que no le haría daño, Kai no era violento. Solo su mirada parecía querer matarle.

-       ¡Solo explícame y ya! No te entiendo. Si te expliqué todo lo ocurrido, ¿por qué sigues molesto? – preguntó DO, ya exasperado.

El más alto solo se cubrió los ojos con un brazo, dispuesto a esperar a que se cansase de molestarle para dormir un poco.

KyungSoo era el que comenzaba a molestarse otra vez. No entendía absolutamente nada de lo que pasaba por la mente de su novio en esa ocasión.  Debía de haber pasado algo más aparte de lo del chico de la tienda para que Kai estuviese así.

Pero por más que pensaba no lograba ver qué había hecho malo para que estuviesen de ese modo ahora.

Confuso, se recostó sobre el pecho de su novio, sintiendo los latidos de su corazón latir de forma constante. No entendía nada.

Repentinamente, el brazo de JongIn se deslizó por el cuerpo de su novio, rodeándole la cintura, sin quitar el que tenía cubriéndose los ojos. Lo estrechó contra su propio cuerpo, suspirando sonoramente.

-       Me has estado ignorando los últimos días, y encima le prestaste más atención a aquel dependiente que a mí. No solo eso, odio la forma en que todos te ven y que a ti te de igual eso – confesó el menor.

Aquello hizo que KyungSoo levantase la cabeza para mirar al menor, comenzando a entender. Sonrió algo apenado por todo eso.

-       Jong… yo no veo a otro que no seas tú – susurró en el oído del menor, dándole un beso en la mejilla.

Kai seguía sin estar convencido de ello. No podía olvidar como los últimos días su novio le rehuía en la casa, como no quería bañarse con él o dormir en la misma cama, pero en cambio había sonreído sin problemas a aquel chico, delante de él.

Bajó el brazo, descubriéndose los ojos, para mirar a los de su novio, que seguía recostado sobre él pero mirándole.

-       No te creo – murmuró –. No me hubieses tratado así.

KyungSoo le sonrió. Quería explicarle al menor por qué había hecho aquello, pero probablemente le trataría de tonto y encima, querría matar a alguien más.

Se apartó un poco del cuerpo de JongIn hasta posar sus labios sobre los de su celoso novio, que no respondió al beso, pero tampoco se apartó, animando al mayor a continuar con aquello.

Kai no estaba seguro de dejarse hacer. No quería ser convencido de esa forma, pero había echado tanto de menos los últimos días poder estar así con su novio que no opuso resistencia.

Eso no significaba que le hubiese perdonado. Sería una… ¿tregua? Sí… eso es lo que sería, disfrutaría de su novio un rato y luego le haría explicarse.

Se acomodó en el respaldo del sofá, de modo que KyungSoo quedó sentado con las piernas a cada lado de sus caderas para estar más cómodo.

Comenzó a responder lentamente al beso de su novio, delineando con la lengua los labios del mayor, mordisqueando suavemente su labio inferior, dejándole explorar su cavidad cuando KyungSoo lo demandó.

Al más bajo le encantaba besar al menor. Los labios de JongIn le parecían adictivos, suaves, dulces.

Cuando Kai se lo permitió, introdujo la lengua en su cavidad para explorarla y reunirse con la del menor, que gustoso correspondía al juego al que le incitaba KyungSoo.

Las manos de JongIn estaban en la cintura de su novio, le acariciaban la espalda, luego volvía a quedarse quito en su cintura, para dirigirse hasta el borde de la camiseta que llevaba su hyung.

Cuando la falta de aire se hizo presente y tuvieron que separarse, el menor provechó para despojar al mayor de aquella prenda.

Comenzó a recorrer el cuello de KyungSoo con la punta de la nariz, respirando el olor del cuerpo de su hyung, que había echado de menos, para luego depositar pequeños besos en toda su extensión.

Sabía que su novio era sensible en aquella zona y no le extrañó oír los pequeños suspiros de placer que emitía mientras le recorría el torso con las manos.

KyungSoo estaba disfrutando aquello. JongIn siempre sabía qué hacerle para que se sintiese mejor, como en aquella ocasión.

Adoraba los labios de su novio, la forma en que recorrían su piel y le hacía estremecer, cómo succionaba pequeñas partes de ella, marcándolo como suyo.

El mayor acariciaba el bien formado cuerpo de Kai, deleitándose con sus músculos, su tersa piel.

Se separó un momento de él para quitarle la camiseta, que comenzaba a estorbar para los propósitos que tenía en mente.

JongIn le dejó, algo molesto por tener que separarse del cuerpo de su hyung, aunque no tardó en volver a estrecharlo entre sus brazos para devorar nuevamente sus labios.

La respiración de ambos se iba alterando a medida que el beso iba volviéndose más apasionado, más demandante. Exigiendo al otro el mismo nivel de pasión, de lujuria.

Kai cambió posiciones, acomodando a KyungSoo debajo de su cuerpo, tumbado en el sofá, para iniciar un recorrido de besos desde el cuello hasta el pecho, donde se entretuvo jugando con los botones sonrosados de su hyung.

El mayor comenzó a  gemir inconscientemente, aunque intentaba acallar los sonidos, intentando evitar que sus compañeros de piso se diesen cuenta de lo que pasaba en el salón.

JongIn sonrió ante aquello. Amaba oír como su hyung expresaba con gemidos el placer que le hacía sentir, pero era mejor aún conseguir que dejase de ocultarlos. Y eso solo ocurría cuando el placer era tan grande que no podía pensar en nada más.

Dejó a un lado lo que estaba haciendo para descender suavemente, besando el ombligo de KyungSoo mientras desabrochaba sus pantalones y los tiraba al otro sofá.

Con la mano empezó a acariciar el miembro algo despierto del mayor, que cuál se mordió los labios para no hacer más ruido del que ya estaba haciendo.

El menor seguía sonriendo pícaramente, mientras observaba como se iban oscureciendo los ojos de su pareja, como cada vez le era más difícil aguantar los gemidos que salían de entre sus labios.

Cuando vio que el bóxer comenzaba a humedecerse a causa del líquido pre-seminal de su hyung, se deshizo de ellos rápidamente, esta vez para masturbar a su hyung correctamente.

Le plantó un beso tierno en los labios, antes de descender completamente para tomarlo entero en su cavidad, degustándolo.

Un fuerte gemido escapó esta vez de los labios de KyungSoo, que no pudo contenerse cuando sintió los labios del mayor rodear su miembro, iniciando un vaivén que le enloquecía.

Notaba la lengua del menor acariciar su extensión, para luego sentir pequeños mordiscos que iban seguidos de unos suaves besos, y finalmente, volvía a introducírselo entero.

En la sala comenzaban a oírse únicamente los sonidos que escapaban de su boca, incapaz de contenerse.

Kai aumentaba el ritmo conforme pasaba el tiempo, llegando a un punto donde sabía que su hyung estaba a punto de terminar, y parando de golpe.

Sonrió cuando él se quejó.

-       Prefiero que gimas mi nombre mientras te penetro – dijo, quitándose él mismo sus pantalones.

KyungSoo le miró, completamente sonrojado, tanto por las palabras del menor como por lo que le había estado haciendo.

Ayudó a su dongsaeng a deshacerse de los bóxers y se acomodó entre sus piernas para comenzar a humedecer su miembro y facilitar luego su entrada en su interior.

El mayor lamía sin pausa el erecto miembro de su pareja, sin olvidar de ensalivarlo completamente, introduciéndolo de vez en cuando en su cavidad para seguir pasando la lengua por él una y otra vez.

Kai intentaba no hacer demasiado ruido, no era de los que eran escandalosos con aquellas cosas, pero su hyung se lo hacía realmente bien.

Le apartó bruscamente, volviendo a tumbarlo en el sofá para posicionarse encima.

KyungSoo abrió las piernas, dejando completamente visible su entrada, que parecía esperar ansiosa por el miembro del menor.

Este comenzó a jugar con ella, rozando continuamente su erección contra aquel aro rosado, empujando levemente, para luego retirarse.

El mayor le miraba frustrado.

-       Kai…

-       Nnh?? ¿Qué quieres? – preguntó, sabiendo de sobras lo que el mayor le pedía.

El más bajo se movió inquieto debajo del cuerpo del menor, rodeándole con las piernas, mientras JongIn continuaba torturándole con el constante roce en su entrada.

-       Te quiero dentro ya – susurró, completamente sonrojado.

El otro sonrió, penetrando de una sola vez a su novio, el cuál soltó un fuerte grito de dolor, dejando caer unas cuantas lágrimas.

El menor le secó las lagrimas son suaves besos, había sido algo brusco y lo sabía. Esperó un momento hasta sentir que el mayor se relajaba debajo de él para comenzar a moverse.

Las embestidas eran lentas y profundas al principio, pero a medida que aumentaba la velocidad, lo hacían también los gemidos de KyungSoo, que no dejaba de pedirle más a JongIn.

Hasta que el menor tocó aquel punto que enloquecía del todo al mayor.

-       Ah... Ahí! Dale ahí! Sí… sí... juss…justo ahí – repetía KyungSoo.

Todos en la casa se debían de haber enterado a esas alturas de lo que estaban haciendo, pero no les importaba.

El menor comenzaba a acercarse a su límite, así que cogió la erección de su hyung para comenzar a masturbarle nuevamente.

Aquello terminó con la poca cordura que le quedaba al bajo, que arañaba la espalda de su novio a causa del placer.

No tardaron mucho tiempo más en venirse. Primero el mayor entre sus vientres y luego JongIn en su interior al sentir como las paredes de su hyung presionaban más su erección.

Se separaron, sudorosos y agotados, para acomodarse en el sofá a recuperar el aliento.

Kai abrazó por la espalda a su hyung, rodeándole la cintura con sus brazos.

-       Cuéntame – le pidió, acomodando la cabeza en su hombro.

KyungSoo suspiró, derrotado. Esperaba estar perdonado y que el menor hubiese olvidado todo.

Se sonrojó cuando comenzó a contar lo ocurrido.

-       Aposté con ChangYeol cuanto tiempo podía pasar separado de ti hasta que te enfadases. Yo pensé que no te enfadarías… él lo contrario. Perdí cuando te molestaste por lo de aquel chico – murmuró, reduciendo en tono de voz a medida que avanzaba con la narración.

Aquello sorprendió muchísimo al menor, que giró el cuerpo del mayor en su dirección para poder verle la cara.

El sonrojo que lucía le demostró que realmente no estaba mintiendo con aquello.

-       ¿Por qué?

KyungSoo creyó entender a qué se refería con ello y acercó más su cuerpo al de su novio antes de responder, apoyando la cabeza en su pecho.

-       Nunca te pones celoso. Yo… quería saber si te importaba – susurró, cada vez más avergonzado.

JongIn se quedó perplejo. No tenía demasiado claro cómo reaccionar ante aquello. Abrazó nuevamente al mayor, besando su frente.

-       Tonto, que no me ponga celoso no significa que no te ame, significa que confío en ti – le contestó.

El mayor asintió, completamente rojo por la  vergüenza, arrepentido por lo que había hecho sin pensar.

Kai por su parte, se levantó del lugar, llevando a su novio a la vez, recogiendo la ropa que habían ido tirando. Se pusieron los pantalones y miraron cómo habían dejado del comedor.

Suho salió de su habitación, y miró el paisaje, para luego mirarles a ellos.

-       Más os vale dejar eso limpio y desinfectado, que aquí vive más gente – les dijo, señalando con la mirada el sofá.

Ambos se miraron algo sonrojados, recordando que, efectivamente, en aquella casa había más gente en ese mismo momento.

Vieron como ChangYeol se asomaba desde su habitación y comenzaba a reír antes de volver a encerrarse dentro.

Asintieron cuando el líder se fue, para volver a mirarse. JongIn sonrió. Quería matar a ChangYeol por aquello… pero la reconciliación había valido la pena… quitando la aparición de Suho hyung al final.

-       Vamos a la habitación, ya limpiamos luego – sugirió el menor, sonriendo pícaramente.

KyungSoo le miró, sin creer del todo lo que sugería la voz del alto, pero sonrió tímidamente y se dejó arrastrar hasta el cuarto que compartían.

Él también pensaba, en el fondo, que debería agradecerle a ChangYeol.

 

Notas finales:

>///////<

Y bien?

Creo que no fue muy... lemonoso no? digo.. creo que escribí cosas peores XD

Espero lindos reviews (?) o no XD

Gracias por leerme!! ;P


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