Domingos de palomitas quemadas
El pequeño Suho, de apenas un año y medio, se encontraba sentado en medio de la alfombra del salón, con el chupete en la boca y rodeado de muñequitos y juguetes.
Kyuhyun le vigilaba desde el sofá, esperando a que el mayor regresara de la cocina. Había ido a hacer palomitas para ver el segundo film de la tarde.
Era domingo, el día libre más esperado por ambos, pues Siwon no trabajaba y podía pasarse el día en casa con sus dos chicos. Kyuhyun esperaba el día con ganas y parecía que el pequeño Suho también disfrutaba de la compañía de appa Won puesto que, desde que el mayor había salido del salón, no apartaba la vista de la puerta, como si esperara verle.
Cogió uno de sus juguetes y lo lanzó contra el sofá, tratando que appa Kyu le hiciese caso. Kyuhyun observó el osito que golpeó junto a su cabeza y lo cogió para mirar al pequeño.
-¿Qué pasa? -le preguntó levantándose para llegar hasta él-. ¿Porqué me tiras juguetes? -cuestionó cogiéndolo en brazos.
El niño le miró con sus ojitos marrón chocolate y le sonrió con su chupete todavía en la boca. Kyuhyun le sonrió de vuelta y le dio el osito que le había tirado a la cabeza. El niño lo cogió con su manita y empezó a zarandearlo de un lado al otro. De repente, Kyuhyun arrugó la nariz, sintiendo un extraño olor. Era... ¿mantequilla quemada? ¿Maíz?
-¡Hyung se te queman las palomitas! -exclamó en dirección a la cocina, dejando al niño otra vez en la alfombra para dirigirse hacia allí.
-Creo que he puesto el microondas muy fuerte -oyó al mayor y a continuación el ¡ding! del microondas le informó que Siwon había parado el aparato.
-Hyung, qué peste -se quejó parándose en la puerta de la cocina echando un rápido vistazo al salón, comprobando que el pequeño seguía jugando en la alfombra.
Regresó la vista a la cocina, viendo cómo el mayor sacaba la bolsa de las palomitas del microondas-. ¡Cuidado que te quemas! -le avisó.
Demasiado tarde, Siwon dejó caer la bolsa ante el calor abrasador del papel en su mano y empezó a sacudirla con un quejido, tratando de refrescarla.
Kyuhyun llegó a su lado de un salto y agarró su mano para meterla debajo del grifo, tratando de enfriar la zona.
-Hyung eres un descuidado -le regañó todavía sujetando su mano bajo el chorro de agua fría-. Podrías haberte lastimado de verdad...
-Ya, está bien -aceptó el mayor-, sólo me he quemado un poquito...
-Tienes que andar con cuidado... -siguió con el regaño.
Siwon sonrió al ver al menor preocupado y se inclinó un poquito, dándole un beso en la sien.
-Estoy bien, ¿vale?
Kyuhyun asintió, observando aún su mano, pero la mantuvo debajo del agua fría durante un rato hasta que aquella mancha rojiza en la piel del mayor era casi imperceptible.
-Deberías ponerte una pomada... -le recomendó-. Creo que en el armarito del baño hay alguna...
Siwon asintió y salió de la cocina en dirección al cuarto de baño. Kyuhyun al verse solo, sacó un segundo la cabeza de la cocina, comprobando que el pequeño Suho siguiera a salvo en la alfombra rodeado de juguetes y regresó a la cocina, recogiendo con el trapo de la cocina la bolsa de palomitas achicharradas del suelo y poniendo una nueva en el microondas, ajustando el tiempo y temperatura.
-K-Kyuhyun -la voz entrecortada del mayor le hizo girarse hacia la puerta extrañado-. Ven, corre -le pidió.
Kyuhyun dio tres zancadas para salir de la habitación, nervioso y un poco asustado por el tono apremiante en la voz del mayor.
-¿Qué pasa? -preguntó preocupado.
Siwon estaba parado en la entrada del pasillo, completamente inmóvil, observando hacia el frente con expresión de sorpresa. Kyuhyun dirigió su vista hacia el lugar que Siwon observaba, preocupado, y la misma expresión del mayor se instaló en su rostro, abriendo mucho sus ojos y con la boca entreabierta.
Frente a ellos, el pequeño Suho estaba de pie, junto al sofá, sosteniendo su osito entre las manos, alzándolo en dirección a Kyuhyun. Lo lanzó y esta vez le dio en el hombro. Sin embargo, Kyuhyun fue incapaz de reaccionar, Siwon tampoco.
El niño, al ver que esta vez appa Kyu no parecía dispuesto a devolverle el osito, dio unos pasitos hasta donde el muñeco había caído y lo recogió.
-H-Hyung... -balbuceó Kyuhyun-. Suho... anda... -murmuró preso del asombro.
Siwon sólo pudo asentir, mirando todavía al pequeñín, a tiempo de ver cómo aquel osito azul del niño, llegaba volando hasta estrellarse en su pecho. Siwon tampoco pudo reaccionar.
Suho, al ver que sus appas no parecían querer jugar con él, hizo un pucherito entristecido y se dejó caer en el suelo, sentándose y empezando a llorar. Siwon y Kyuhyun reaccionaron al instante ante las lágrimas del pequeñín, dando dos pasos hasta llegar a su lado. Siwon era el que estaba más cerca y lo cogió en brazos tratando de calmarlo.
-No llores -le pidió meciéndolo suavemente, acariciando su cabecita.
-¿Quieres el osito? -le preguntó Kyuhyun agachándose para recoger el muñeco y tendérselo.
Suho dejó de llorar y agarró el peluche que su appa le ofrecía, sonriendo contento mientras lo zarandeaba de un lado a otro.
-Kyuhyun... ¿te das cuenta? -preguntó el mayor con una hermosa sonrisa en sus labios-. Son sus primeros pasos... -declaró girando su cabeza para mirar al menor.
La sonrisa de Kyuhyun se extendió en su rostro al ver la expresión del mayor, aquella sonrisa de felicidad y alegría era la que quería ver siempre en Siwon.
La misma que el mayor volvía a tener ahora en su rostro, al ver cómo Kyuhyun, dormido entre sus brazos, sonreía felizmente ante las imágenes de algún sueño que debían ocuparle la mente.
Se agachó un poco y depositó un suave beso en la frente de Kyuhyun, que aún seguía sonriendo ante aquel recuerdo feliz que se desarrollaba en su cabeza con nitidez, y soltó la presa que mantenía a su alrededor, saliendo con cuidado de la cama para no despertarlo.
Salió al pasillo y echó a andar hacia la cocina, dispuesto a preparar el desayuno, pero se vio interceptado por el sonido de la puerta del cuarto de Suho.
-¡Appa! -exclamó el pequeño corriendo a los brazos de appa Won, que le recibió con gusto alzándolo con una sonrisa-. ¡Appa es domingo! -informó el pequeño entusiasmado.
-Sí, lo se -aseguró Siwon echando a andar con el niño en brazos.
-¿Veremos películas hoy también?
-Claro -aceptó el mayor-. ¿No quieres?
-¡Sí quiero! -aseguró.
Siwon sonrió ante la emoción del pequeño y lo dejó sentado en la mesa de la cocina mientras él se dedicaba a preparar el desayuno.
-¿Dónde está appa Kyu? -preguntó el niño.
-Dejémosle dormir un rato, ¿sí?
Suho hizo un pucherito descontento, para un día que sus appas estaban en casa para pasar todo el día con él, no quería que appa Kyu se lo pasara durmiendo.
-¿No se levantará? -insistió el pequeño.
-Después, Suho -le prometió Siwon de espaldas a él, rebuscando en la nevera.
Suho hundió sus hombros un poco triste, pero dejó que appa Kyu siguiera durmiendo mientras appa Won preparaba su desayuno.
Cuando Siwon dejó los platos en la mesa, Suho alzó la vista con una sonrisa, sin embargo, esta desapareció al ver que appa Won sólo había servido el desayuno para dos, eso sólo podía significar que appa Kyu iba a seguir durmiendo.
-¿No comes? -preguntó Siwon extrañado, el pequeño Suho nunca rechazaba una comida.
-Sí... -murmuró el pequeño llevando sus manitas hasta sus palillos para coger con ellos un puñadito de arroz.
Suho y Siwon desayunaron en silencio, el mayor trataba de sacarle temas de conversación, sin embargo, el pequeño no parecía muy receptivo, Siwon pensó que debía seguir medio dormido y simplemente le dejó desayunar tranquilo.
Cuando terminaron, Siwon recogió la mesa y Suho se bajó de la silla mirando a su alrededor, pensando en alguna excusa para poder despertar a appa Kyu sin que appa Won le regañara por no dejarle dormir. De repente, se acordó de algo y dio dos brincos hasta el armario que había debajo del microondas, empezando a rebuscar en él.
-¿Te has quedado con hambre? -preguntó Siwon al verle revolver entre los paquetes de ramen y algún que otro snack.
Suho encontró lo que buscaba y lo agarró con fuerza entre sus manos para después darse media vuelta y salir corriendo de la cocina con el paquete entre las manos.
-Suho, ¿dónde vas? -preguntó Siwon al ver al chiquitín salir por piernas de la cocina.
El mayor le siguió a tiempo de ver cómo se metía en la habitación dónde Kyuhyun dormía.
-¡Appa! ¡Appa! -llamó el pequeño parándose junto a la cama para tratar de trepar en ella-. ¡Appa despierta!
-¡¿Qué pasa?! -preguntó Kyuhyun despertando preocupado ante las insistencias del menor por despertarle.
-Appa levántate -le pidió Suho sentándose a su lado.
-Suho, te he dicho que le dejaras dormir -le regañó Siwon entrando en la habitación.
-Pero... pero es que... -trató de hablar el menor-. Appa Kyu tiene que hacer las palomitas -declaró el pequeño sujetando con fuerza el paquete de palomitas para microondas que había robado del armario de la cocina.
-¿Palomitas? -preguntó Kyuhyun con una sonrisa, recordando de repente sus sueño.
-Es que sólo queda un paquete -empezó el niño-, y appa Won siempre las quema...
Kyuhyun se echó a reír.
-Eso no es verdad -trató de defenderse el mayor.
-Oh, Wonnie -le llamó Kyuhyun abrazando al pequeño-. No trates de negarlo -le pidió-, si hasta el chiquitín se ha dado cuenta...
-Appa Won siempre las quema... -repitió el pequeño divertido al percatarse de la gracia que parecía causarle eso a appa Kyu.
-Tienes razón -afirmó Kyuhyun-. Pero -añadió cogiendo el paquete que el niño tenía en las manos-, todavía es demasiado temprano para palomitas, Suho.
-Pero... pero...
-Acabas de desayunar -le recordó el mayor acercándose a la cama-. Déjalas para más tarde, ¿sí?
-Pero... pero... -balbuceaba.
-Pero ¿qué? -preguntó el menor.
-¿Te levantarás igualmente aunque no hagas las palomitas? -le pidió abrazándolo.
-Claro -aceptó el menor un poco extrañado por su actitud.
-Appa Won decía que te dejara dormir... -murmuró el pequeño, todavía abrazado a su cuello-. Pero yo quiero que te levantes... ¿no te enfadas?
-No, claro que no -aseguró Kyuhyun devolviéndole el abrazo, lanzándole una confusa mirada al mayor, que éste le devolvió.
-¿Porqué quieres que se levante, Suho? -preguntó Siwon realmente curioso por su actitud, sentándose en la cama a su lado.
-Porque es domingo -respondió el niño-. Y los domingos estáis los dos en casa conmigo...
Siwon y Kyuhyun intercambiaron miradas conmovidos por las cariñosas palabras del niño.
-Me gusta que estemos lo tres juntos en casa -continuó el pequeño-. Quiero que veamos películas juntos, sentados en el sofá, comiendo palomitas...
Siwon sonrió y se acomodó mejor en la cama extendiendo sus brazos para atrapar a Kyuhyun y Suho entre ellos, abrazándolos cariñosamente.
Suho sonrió al sentir a appa Won abrazándolos y Kyuhyun le guiñó un ojo al pequeño al verlo tan feliz. Suho rió y abrazó con fuerza a appa Kyu, sintiendo cómo este le devolvía el apretón a la vez que appa Won los apretaba a los dos, dejándoles un beso en la cabeza a cada uno, empezando así su mañana de domingo, los tres juntos.
Tal y como deseaba el pequeño.
Tal y como Kyuhyun había soñado.
Tal y como llevaba pasando cada domingo desde que Suho había llegado a sus vidas.