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EL CONEJO Y LA LIEBRE por karenka sutcliff

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Notas del capitulo:

MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS, ME ALEGRA QUE FUESE TAN BIEN RECIBIDA ESTA HISTORIA, WILL X SEBAS ES DE MIS NUEVAS FAVORITAS JAJAJA, ME ENCANTAN JUNTOS.

LA REVANCHA DE WILL JAJJA, NO PODÍA PERMITIR QUE EL ABUSIVO CONEJO VIOLARA A MI LINDA LIEBRE JAJAJJA, ESPERO LES GUSTE, ESTE ES EL ULTIMO CAPITULO, PEROOOO LES TRAERÉ PRÓXIMAMENTE NUEVAS HISTORIAS DE ELLOS .

ESTO ES UN POCO MÁS EXPLICITO, QUISIERA UTILIZAR OTRAS PALABRAS PARA QUE NO SUENE VULGAR, PERO NO CONOZCO MÁS SINÓNIMOS JEJEJE.

 

 


Cheshire sigue escondido afuera, con su mano se limpia la sangre de la nariz, esta tan excitado, aunque igualmente esta molesto, esos traidores "promiscuos", no sabe que hacer, tal vez deba informar de esto a la Reina Roja; el gustoso les cortaría la cabeza a ambos, si, debe delatarlos y terminar con sus visitas secretas, el gato esta a punto de levantarse para ir donde la reina, pero nuevos gemidos llaman su atención.

El gato trata de resistirse e irse lejos, correr huir, pero sus piernas no le responder, sus orejas se mueven en con el sonido, se hinca en el suelo y tapa sus oídos, pero una fuerza lo hace volver a la ventana, lentamente sus verdes ojos espían a los amantes de orejas largas y colitas esponjosas.

"Dicen que la curiosidad mato al gato... pero murió ¡sabiendo!" (y murió de placer)

...

Parece que el Conejo nunca duerme, siempre que la Liebre despierta el Conejo le observa con una sonrisa y ya tiene preparado el desayuno, el conejo es tan atento y educado; pero en esta ocasión, el Conejo se ha quedado dormido, o al menos eso parece, sigue junto a la Liebre abrazándola y yace con los ojos cerrados. La Liebre de Marzo sonríe triunfante, le dará su merecido a ese Conejo Blanco.

Un aliento cálido y algo húmedo envuelve la hombría del Conejo, labios suaves como terciopelo besan su miembro; entre sueños el Conejo disfruta de esto, pero es muy orgulloso para admitir abiertamente su amor, al igual que su Liebre, ambos son tal para cual. Con los ojos aun cerrados, una sonrisa se dibuja en el rostro del Conejo, inconscientemente comienza a mover sus caderas y a gemir en silencio; La Liebre sabe que el Conejo finge.

Entre las piernas del Conejo Blanco, la Liebre se da un festín, lame el falo de su amante y lo masajea de arriba a abajo, el miembro comienza a despertar lentamente ante el tacto lleno de éxtasis, la mano de la Liebre toma un ritmo acelerado y su lengua se encarga de jugar más abajo, lame y mordisquea los testículos de su amante dormido. Uñas negras rasgan las antes blancas sabanas ahora impregnadas de su esencia y sudor, un sonido gutural se escapa de la garganta del conejo, no puede permanecer ni un instante más dormido, su mano se alza y comienza a cepillar los obscuros cabellos marrones de la Liebre ya no tan estoica; una mueca similar a una sonrisa aparece en los labios de la liebre que remata besando la punta del miembro goteante del Conejo.

La Liebre da por concluida la felación y se coloca a horcajadas sobre su amante de orejas blancas, toma sus piernas y las separa, exhibiendo al conejo por completo, dejándolo a merced de la Liebre vengativa, oh, ahora si que va a disfrutar de esto; pequeños y castos besos son dejados en el pálido pero hermoso rostro del hombre de cabellos color ébano, los papados, las mejillas, la mandíbula y el cuello, los labios se colocan sobre el punto del pulso, succionando y mordiendo un poco para marcar la tersa piel, la boca traviesa continuo bajando hasta los pezones brindándoles una tortura exquisita, una danza sensual tuvo lugar sobre la dura piel excitada.

-Date la vuelta- ordena la Liebre, su amante obedece que dando apoyado sobre sus manos y rodillas, mostrando su trasero desnudo y perfecto a su amada Liebre salvaje.

La Liebre separa los montículos de carne firme paro suave, mostrando la entrada del Conejo, la toca un poco con su dedo causando cosquillas a su pareja y que esta se contraiga en el acto, sonríe y se acerca para lamer un poco; una vez que sintió ya estaba bien lubricado, entro en el de un golpe, el Conejo encorvo la espalda y echó su cabeza hacia atrás, la Liebre comenzó con sus embestidas rápidas, abrazo al conejo y comenzó a apretar un poco los pezones ya erectos de este, unos cuantos pellizcos suaves, lamió la espalda y el cuello de su amante sumiso. Aun con su pecho sobre la espalda del conejo, la Liebre se acomodo para tomar el falo de su amante y acariciarlo al ritmo de sus embestidas, de arriba a abajo, apretando cada cierto tiempo y acariciando la punta, la Liebre le brindo a su amante la mejor de sus experiencias al Conejo.

-Córrete para mi- susurro a su oído el macho dominante al oído del Conejo, lamiendo y mordisqueando su lóbulo, unas cuantas estocadas más y el conejo dejo salir su semilla con gran fuerza, manchando las sabanas y la mano de la Liebre; el macho de encima hizo lo mismo segundos después llenando hasta el borde al Conejo, su esencia se desparramo de inmediato, la Liebre salio de la cavidad de su amante y comenzó a lamer su mano ahora sucia de la cremosa y blanca sustancia del Conejo.

...

La diversión había terminado y era hora de volver al trabajo, ambos lepóridos se vistieron, amorosamente uno a otro se arreglaron sus ropas y con un dulce beso decidieron separarse, el Conejo tenia que llegar pronto con la Reina Roja o esta se enfadaría y la Liebre... bueno, la Liebre de Marzo tenía una fiesta de té esperándole, lo mejor sería no hacer esperar al Sombrerero Loco o este comenzaría con sus insinuaciones para alborotar al Gato de Cheshire y el felino estaría inquieto y molesto toda la tarde.

El Conejo se dirigió a abrir la puerta de su hogar, la Liebre le siguió, ambos estuvieron a punto de salir, cuando no muy lejos, a unos metros, divisaron un bulto lila y rosa con rojo tirado en un charco de sangre. Los dos hombres corrieron hasta el cuerpo, en sus rostros se dibujo una mueca de infinita molestia, se trataba del Gato de Cheshire; la Liebre suspiro molesto y tomo al felino por los cabellos escarlata y lo arrastro de regreso a la casa del Sombrerero, no sin antes despedirse de su amante con un beso, sus mejillas se sonrojaron.

...

Era tarde ya, como siempre, el Sombrerero, la Liebre y el Gato bebían su té mientras el Lirón dormía, todo estaba tranquilo y en silencio hasta que Cheshire hablo.

-Liebre... si el Conejo y tu me invitan para su próxima reunión ...- un sonrojo invadió sus mejillas pálidas.

-... no le diré a la Reina- el Gato se imaginaba en compañía de aquellos machos, haciendo lo mismo que vio hace unas horas.

La Liebre se ruborizo intensamente y el Sombrerero estallo en un ataque de risas, incluso el Lirón despertó. Cheshire se subió a la mesa y camino hasta la Liebre..

-No seas egoísta Liebre- el gato junto su nariz con la de la Liebre y las froto; la Liebre suspiro y golpeo la cabeza del gato con su polo de poda. Tendría que consultarlo con el conejo, pero no, el no compartiría a su amante con ese gato promiscuo, el Conejo era suyo y de nadie más.


 

Notas finales:

 


ES TODO, NO SE ME OCURRIÓ NADA MÁS JAJAJA, OBVIO CHESHIRE NO HIZO UN TRIÓ CON LOS AMANTES DE OREJAS LARGAS JAJAJAJ. En un futuro no muy lejano es traeré más historias de ellos.


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