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El latido de tu corazón. por katyka

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Notas del capitulo:

 

Les recomiendo leer el capi escuchando, Sleep like a baby tonight y después Don't stop the partie de Black Eyed Peas...

JaeJoong POV

 

—¿Jae qué tan bueno eres para el licor?

 

Su pregunta me sorprendió un poco, no creo que decirle que junto a Changmin habíamos descubierto los beneficios del licor desde hace un par de años fuese una gran idea.

 

—No creo ser el mejor, pero soy algo bueno. —No quería mentir, pero decir la verdad hubiese sonado totalmente mal.

 

—Eres menor de edad, pero quieres beber algo hoy. — me miró de lado, un poco vacilante en cada palabra.

 

—¿Qué tan bueno eres tú para el licor?

 

—Creo que bueno. — Me mentía. Lo  supe de inmediato. Seguro era malo. Sus ojos me lo dijeron. No tenía idea de cómo podía estar tan seguro, pero había algo en ellos. Bah, tal vez era yo alucinando. Decidí que lo confirmaría o no después. Así que acepté.

 

—Entonces sí. Sería bueno.

 

Por supuesto dejé que eligiera. Después de todo me estaba dejando guiar por mi hyung.

 

 

*-*-*-*--*-*-*-*-*-*

 

Fuimos a su departamento  y  me sentía extraño allí, pero no porque fuese incómodo, sino por todo lo contrario, me sentía familiarizado con el lugar, y apenas estuve un día allí.

 

—Llevaré esto a la cocina.

 

Mi  hyung cargaba las fundas repletas de vegetales, que me aseguró que eran innecesarios. Ojeé su sala… Había unos pocos CD’s pero ninguno me llamaba la atención.

 

—¿Hyung está bien si programo algo de música? ¿Te gusta algo en especial?

 

Se acercó a mí con una cerveza en su mano. Y un jugo de uva que habíamos comprado en la otra. —No, elige algo. Que sea decente.

 

¿Qué le hacía pensar que podría elegir algo malo? Me giré para protestar y me encontré su sonriente rostro muy cerca del mío. Me concentré eligiendo algo. —¿Has escuchado U2?

 

—No.

 

Está bien, entonces lo sorprendería. —Esto te gustará.

 

Le di click al reproductor y la versión acústica de Songs Of Innocence se escuchaba por el departamento, y me refiero a todo, tenía un gran equipo de música, es decir se formaba un buen ambiente en todo el lugar.

 

—No está mal.

—¿No está mal? ¿Bromeas? Ellos son las almas musicales más bondadosas, es decir, culturizaron al mundo regalando su álbum. Literalmente, lo colgaron en la red y la gente pudo acceder sin costos. Dime si no es bondad.

 

—Está bien, primero escucharé y daré mi veredicto.

 

Tomé la cerveza de su mano, y la abrí, apenas alcancé a darle un sorbito.

 

—No tan rápido, no dejaré que te embriagues y pretendas cocinar. Ya sabes, puede ser peligroso, puedes cortarte, quemarte o incluso ahogarte con algo.

 

—¿Por una cerveza?

 

—Exacto, así que esto es para ti. —Me dio la botella con el jugo, y bueno, era un exagerado, pero no importaba igual después le robaría otro sorbo.

 

Me metí en la cocina y él se sentó a mi lado sobre el mesón. —Vigilaré como cocinas.

 

Se mantuvo mirando mientras picaba los vegetales, y condimentaba el caldo. Noté como sus ojos estaban concentrados en lo que hacían mis manos. —¿Cocinas hyung?

 

—Nunca he hecho algo comestible aparte de huevos revueltos y ramen.

 

—Entonces, ¿por qué me dejaste que comprara tantos vegetales?

Simplemente levantó sus hombros. Empecé a cocinar mientras él bebía su cerveza. Preparé camarones, y varias pequeñas guarniciones de vegetales con un poco de caldo, de los camarones, que agarraron muy buen color.

 

—Se ve rico, ¿cómo aprendiste algo tan difícil?

 

—No fue complicado, de hecho lo aprendí a hacer yo solo, mientras le hacía compañía a la mujer que me cuidaba veía como cocinaba, a veces, y bueno no fue difícil aprender.

 

—¿Eras muy cercano a ella?

 

—Mucho. La mayor parte del tiempo la pasaba con ella, era muy buena, pero mamá decidió que ya estaba grande y entonces…

 

—¿La despidió?

 

—No exactamente, es que por esa época Junsu esperaba a su primer hijo, entonces mamá le pidió que cuidara a Su. Ahora mismo, está en casa de una hermana porque se lesionó un tobillo, pero en un par de semanas tendría que estar bien y regresar.

 

—¿Te llevas muy bien con Junsu?

 

—Sí. Mucho, de hecho es genial, es un hermano genial. Es como quisiera ser algún día, guapo, divertido, tiene una voz hermosa. Antes de casarse él cantaba, e hizo algunas pinturas, es genial, todo un artista.

 

—¿Y por qué lo dejó?

—No lo sé, supongo que por dedicarse a su hogar. — Ahora que lo pensaba se alejó de todo, después de que Yoochun se fuera. —Y tú hyung ¿tienes hermanos?

 

Lo vi un poco incómodo. —Pues creo que tengo una hermana. Más o menos de mi edad, tal vez dos años más o dos menos.

 

—¿No la conoces?

 

—No. Mis padres se separaron cuando era niño y he visto cuatro veces a mi papá, ni siquiera conozco a su esposa.

 

—¿Y no tienes curiosidad?

 

—No. Puede ser que lo haya hecho cuando era un niño, pero no ahora.

 

Sentí el ambiente un poco incómodo, así que preferí quitarle el hielo. —¿Entonces qué opinas de la música?

 

—Es buena. Tienes buenos gustos Jaejoongie.

 

—Lo sé…  La comida estará en un poco más de tiempo, pero está casi listo… así que… — me acerqué para tomar la cerveza que estaba a su lado, y nuevamente hubo muy poco espacio entre nosotros. No lo pensé, lo juro. Su mano era cálida, sus dedos estaban un poco fríos, pero tomé la cerveza que sostenía y que nunca dejó de sostener y la guié a mi boca. Mis dedos rozaban los suyos, sentía que se me saldría el corazón, y él… no dijo nada, solo me miraba, conseguí mi sorbo y solté su mano. Yunho, limpió el rastro de cerveza que se quedó sobre mis labios con su pulgar.

 

—No deberías beber, cerveza. —Me dijo en un tono de voz más suave, más sosegado, más íntimo.

 

—Tú me la has dado.

 

Sonrió divertido, mientras bebía el resto. —Chico listo.

 

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POV Yunho.

 

—Así que resultaste ser un buen cocinero...

 

Me miró con sus grandes ojos, que al sonreír se hicieron más pequeños. Su rostro tenía un agradable rubor, durante todo este tiempo.

 

—Eres lindo.

 

—Lo sé. —Lo dijo con la emoción de quien va a un funeral.

 

—Se supone que deberías decir gracias. —Le dije.

 

—¿Por qué? —preguntó. Con la misma emoción.

 

Me lo pensé un momento. —Por educación.

 

Se sonrió, pero esta vez no fue de alegría. Tonto. Lo hice cambiar de humor.

 

Serví un vaso de soju, procuré que su copa estuviese a medias, después de todo era mi responsabilidad  no emborracharlo...

 

Su voz era suave cuando habló. —Hyung, podría ser educado y darte las respuestas más correctas del mundo. Es gracioso porque yo sé que soy lindo, tú lo sabes, en general la mayoría de la gente que conozco. Pero a la mayoría le digo gracias y sonrío. Pero eso es como dices, por educación. La verdad es que quiero ser sincero, quiero ser diferente contigo, es cansado ser un buen chico siempre... A veces tengo ganas de portarme mal.

 

—¿Portarte mal? ¿Como tomar drogas y golpear personas?

 

—No.— Me regaló una sonrisa. —Eso sería ser estúpido. Me refiero a hacer algo que la gente no espere de mí, es algo tonto, creo que no me entiendes.

 

Parecía un chico sencillo, pero me daba cuenta de que sus pensamientos iban más allá. —Más o menos. Pero dime una cosa ¿por qué conmigo es diferente?

 

—Porque tú eres diferente. Tú me gustas, quiero decir, ahora mismo me miras diferente, me escuchas, así sea una conversación casi sin sentido, pero en este preciso momento me siento libre, no me siento acosado por las reglas de mi mamá, o la atención que las personas ponen en mí como si me fuese a romper en cualquier momento, o como si fuese a cometer un error. Como si tuviese que cumplir las expectativas del mundo. Quiero cumplir las mías, y solo esas.

 

Levantó su vaso y le dio un pequeño sorbo a su soju. Hice lo mismo. Tal vez no lo entendía bien.

 

—Pero como dije, no soy estúpido, y no puedo escapar de todo eso... Mamá siempre me va a perseguir con sus reglas, siempre va haber gente que sea preocupe por mí. Lo que agradezco de alguna forma.  Pero sobre todo hay responsabilidades que debo cumplir.

 

Bebí lo que quedaba de mi vaso. —Hablas como si fueses un adulto.

Me gustaba su perspectiva, y me disgustaba al mismo tiempo, ¿será que lo presionaban mucho? ¿o sería algo relacionado a su edad?

 

—No lo soy, aunque a veces tenga que serlo. Por suerte para mí aún tengo la excusa de ser joven e inexperto.

 

Me guiñó un ojo. Cada vez comprendía menos esta conversación.

 

—La experiencia se adquiere con los años, y es lo que te lleva a ser adulto, si creo que debes ir paso a paso, vivir la edad que tienes sin prisa, y sin presionarte por aquellas responsabilidades que todavía no llegan.

 

 Me sonrió.—Lo sé, y de verdad, creo que suena peor de lo que es.

 

—Pues, bueno eres del tipo inteligente, yo era lo contrario, del tipo “estúpido” como tú dices. Sólo que no he consumido drogas, solo soju y los golpes.

 

Se sirvió un vaso casi lleno de soju, y sirvió medio vaso para mí. —Hey, se supone que no beberías tanto.

 

Levantó los hombros. —Hyung, te lo aseguro está bien. Tú lo propusiste además. —Bebió  lo que se había servido mientras comía.

 

—Estás acostumbrado ¿cierto?

 

Me miró y se rió de mi. —Lo estoy, pero no me gusta alardear.

 

Seguía sonriendo. —¿Qué es tan gracioso?

 

—Tú.

 

¿Yo?.... me tenía confundido.  —Creo nadie me había dicho nunca eso.

 

—Tú tienes la culpa, es decir, me dijiste que eras tan bueno bebiendo, sin embargo tienes la cara roja.

 

—Ok, entonces tú eres mejor que yo bebiendo.

 

No se si fue el ambiente, estoy seguro que el licor no, no era suficiente, pero me sentía seguro con él. —Jaejoong —Me miró directamente a los ojos, con esos dos preciosos ojos negros que tiene. —Me gustas, quiero decir, me gustas mucho.

 

Hubo mucho silencio, hasta la música programada se detuvo.  —Tú también hyung, tú me gustas.

 

¿Y ahora qué? Era la primera vez que no sabía qué es lo que seguía, con las demás personas era suficiente eso, y llevarlos a la cama, pero con él se sentía tan incorrecto,  había quienes después de eso en seguida pretendían un beso, pero no tampoco sentía que debía hacerlo, aunque quería hacerlo.  Supe, lo supe por primera vez, lo que era enamorarse realmente de alguien.

 

Terminamos de comer. Lo debo admitir, fue incómodo. El soju se estaba terminando. Pero no quería más licor.  —Bueno ya que has cocinado, entonces debería encargarme de limpiar.

 

—Sí, deberías.

 

Se levantó de la mesa y  fue a programar más música, esta vez programó unos acústicos, de no tengo idea de qué artista, pero el ambiente era aún demasiado agradable. Me demoré mucho menos tiempo del que esperaba limpiando. Llevé dos copas y el jugo de uva, hacia la sala en la que estaba.

 

—¿Jugo?

 

—Bueno estaba rico.

 

La verdad era que no quería que nos emborrachemos, sólo quería crear buen ambiente. No quería quedarme dormido por el licor, quería conversar o solo mirarlo toda la noche. Esa sería  una buena noche. —Te mostraré algo.

 

 

Llevé la alfombra de la sala hacia un ventanal,  mientras él llevaba el jugo. Se sentó en la alfombra,  y yo apagué las luces. Me senté junto a él en la alfombra.

 

En su rostro se veía más blanco, más suave con las luces de la ciudad. —Es mi lugar favorito. Es la razón por la que renté este lugar.

 

Era la primera vez que le enseñaba esto a alguien. Tal vez fue muy tonto. No obtuve ninguna respuesta.

 

—Es muy bonito.

 

—¿Tienes algún lugar así?

 

—No, no lo tengo.

 

Despacio, lo tomé de la mano. Esperé un momento y no la retiró. Algo dentro de mí se retorció de alegría.  La primera mano de la cual me permitía sentir su calor. Era la primera vez que sentía que ir despacio era lo mejor. Tomarme el tiempo de conocerlo, tenía tanta curiosidad sobre este chiquillo. —Puedo prestarte el mío, hasta que encuentres tu lugar favorito.

 

Se mordió el labio un momento. —Gracias.

 

Terminamos de beber el jugo. Y seguimos viendo las luces.  En algún momento él se pegó a mi. Y era perfecto. Lo miré como pidiendo permiso. Sus ojos me correspondieron. Y pasó.

 

Me acerqué a su rostro, acerqué sus labios a los míos, sólo los rocé tratando de sentir la textura que tenían. Eran tan suaves como se veían. Y los probé. Estaban dulces por el jugo, y su boca era cálida, me permitió que jugara con sus labios un momento. Luego me separé un poco. No quería convertir este beso en algo desenfrenado, quería disfrutarlo de a poco.

 

Era como conocer y memorizar cada parte de sus labios. Y luego estaba su mirada.

 

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POV Jaejoong

 

Mi corazón latía como loco, sus forma de besar es…. Es… es… es como las burbujas cuando del agua mineral, así… así  me hicieron sentir. Y luego estaban sus manos, la que no me había soltado aun cuando fue difícil servir el jugo, o mientras me besaba. Me pregunto si sintió lo mismo. No sabía que un corazón pudiese latir así.

 

Su mirada era un poco esquiva, pero su tono seguía siendo suave, seguían siendo susurros  —Yo… ¿Quieres más jugo?

 

Negué. Nos quedamos ahí como antes de besarnos, estaba apoyado en él, mientras nos tomábamos de la mano.

 

Desde que apagó la luz  s e veía muy guapo. Con tan poquita luz, sus ojos brillaban cuando miraba hacia la ventana. Si no le había mostrado a nadie su lugar secreto, entonces nadie ha podido verlo así, entonces significaba que era la primera persona en verlo de esta manera,  con esa mirada, con esa tranquilidad.

 

 

 

 

Desperté cuando el timbre sonó, pero solo me removí entre las cobijas  buscando más calor.

 

Casi me había dormido cuando un grito  me hizo recuperar la noción del tiempo y el espacio.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-*-*-*

POV Yunho

 

Jaejoong se había quedado dormido. Y quién era yo para despertarlo, así que solo repetí lo de la noche pasada, y nos cubrí con una manta. Cuando desperté alguien esperaba en la puerta.

 

Era Siwon. —Hola, tenemos que esperar a que llegue Heechul, está trayendo unas invitaciones. Dará una fiesta.

 

—¿Fiesta? De qué.

 

—Solo quiere hacerla.

 

Llegó Heechul con unos collares como hawaianos. —Luces terrible, con menos ojeras pero mal, ¿acabas de despertar? O ¿acabas de ir a dormir?— Me extendió uno de ellos.  —Esta es la invitación casi la olvido. Tenías compañía.—señaló las dos copas.

Entró al departamento ¡Jaejoong! Todas mis alarmas se despertaron pero fue tarde.

 

—Oh, sigue aquí. Espera un momento esa funda de teléfono la conozco…

 

Dio unos pasos hacia la ventana. —¡Jung Yunho! ¡Has dormido con mi primo! ¡Mi bebé! ¡Jaejoongie!

 

Jaejoong lo miró como confundido. —Sh, silencio, es muy temprano para gritar.

 

—No, son las once, no es muy temprano. ¿Qué haces aquí? ¿Qué te hizo ese  mal hombre?

 

Me paré al lado de Heechul que se veía muy rojo por el enojo. —No es lo que parece, tranquilízate Heechul.

 

—Yunho, tienes un minuto para explicarme.

 

—Basta amor, Yunho piensa que quieres atacarlos, no lo ves todo agazapado. — Siwon lo abrazó lentamente. Con diversión en los ojos.

 

Heechul miró a su novio con incredulidad. —Pues “eso” quiero hacer.

 

—Heechul-ah, solo me quedé a dormir aquí. Estábamos conversando y nos dormimos.

 

—Fui a tu casa dijeron que estabas con tu amigo, el que tiene la fijación por Junsu.

 

—Si, bueno esa era la excusa, él está con alguien en la casa de campo.

 

—¿Y cómo viniste a parar aquí?

 

Jaejjong, estaba evaluando a Heechul, lo podía ver.  —Es que bueno, El otro día me encontré con Yunho tomamos un helado y olvidé unas bolsas en su auto, vine por ellas cuando estaba con Changmin, pero su madre se lo llevó, luego llegué aquí me mojé, estaba resfriado, Yunho me cuidó, me quedé dormido, al siguiente día Changmin le dijo a mamá que estaba en la casa de campo de papá y que yo estaba en la casa de campo de su papá. Así que no podía regresar a casa y bueno anoche… Me quedé otra vez.

 

—¿Ustedes? ¿Yunho fuiste capaz? Lo tocaste ¿verdad?

 

Tenía un dedo acusador apuntando hacia mí. —¡No!

 

Jaejoong se paró, Dios se veía sexy recién levantado. —Basta, Heechulah, solo fue amable, no ha pasado nada, por lo menos nada malo. Así que vamos a desayunar ¿ne?

 

Ahora Heechul evaluó a Jaejoong mientras caminaba hacia la cocina. —No, viéndote bien no abusó de ti.

 

Miré a Heechul, ¿cómo era capaz? Miró su forma de caminar a ver si…. —¡Yah!

 

—Siento haber dudado. Pero es que conociéndote…

 

—Cielo. Vamos a ayudar a Jaejoong. —Siwon lo tranquilizó.

 

Así que Heechul tenía un punto débil después de todo.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-

 

Jaejoong POV

 

—Heechul, no se qué pasa por esa loca cabecita, pero lo juro hubo un beso, uno muy bonito.

 

Me miró confundido. —Continúa.

 

—Nos tomamos de la mano. Y Nos quedamos dormidos.

 

—¿Sólo eso?

 

—¿Cómo que solo eso? Fue grandioso.

 

Heechul se veía como entre decirme algo y no decírmelo. —Es que Yunho. Bueno… él es… ¿Te gusta?

 

—Sí. Mucho. Así que dime lo que quieras decir.

 

Me miró. Y Luego me extendió un collar. —Es tu invitación. La amargada de tu madre no tenía la intención de tocar “este desastre”. Palabras suyas. —Giró. En dirección a la alacena.—Yunho nunca tiene nada comestible en casa, así que es mejor que vayamos a comprar algo.

 

—En realidad, compramos algunas cosas. —Heechul abrió el refrigerador.  Y todas las alacenas.—Espera ¿Por qué abres todo?

 

—Le gustas. ¿Cómo lo hiciste?

 

—¿En serio? Sólo fuimos de compras y ya.

 

Heechul se tranquilizó automáticamente. —No, no lo entiendes. He tratado de que alguna vez la cocina sirva como lo que es una cocina. Su madre lo intentó, yo lo intenté, hasta hice que Siwon lo intentara, pero no nos deja. “Es su territorio.” Es lo que dice cuando lo hacemos.

Sonreí, así que para Yunho hubieron muchas primeras veces ayer.

 

—¿No trató de hacer nada más? ¿Abrazarse? ¿Más que besarse? ¿Nada más?

 

Era increíble. Heechul, estaba dudando. —Nada más. ¿Hablas de sexo?

 

Me miró esperando una respuesta. —¡No!  Solo me dijo que le gusto y también me gusta.

 

—Voy a ser serio en esto. Jae… A él de verdad le gustas, es un poco bobo, bueno mucho en realidad, pero creo que va en serio. Es malo en las relaciones, pero tengo un buen presentimiento.

 

—Lo sé, ayer vino EunSo. Asumo que tuvo algo con Yunho.

 

—De una noche. Esa zorra… ¿te vio?

 

—Sí. Con ropa de Yunho.

 

Heechul se alteró de nuevo. —Sabes que esos son problemas. ¿Por qué usabas su ropa?

 

—No me importa lo que ella haga. Un accidente con el desayuno.

 

—Bueno, ¿entonces irás con Yunho a mi fiesta? Porque creo que hice algo realmente tonto.

 

Cuando él decía algo así, era porque metía la pata hasta el fondo. —No lo se. ¿qué hiciste?

 

—Invité a tu amigo, el que está enamorado de ti.

 

—¡Somos como hermanos!

 

Viró sus ojos. —Lo se, solo digo que un verdadero hermano no mira al otro con deseo de comérselo.

 

Reí. —Escuché algo parecido ayer. Yunho dijo que no le agradaba por eso “te mira como si fueras comida”.

 

—¿Hablan de mí?

 

Heechul le sonrió y le dio unas palmaditas en el hombro, como a un cachorro. —Uri Yunho es un chico listo.

 

—Eso que te dijo Jae, debe ser muy bueno si de odiar a Yunho pasas a felicitarlo. —Siwon abrazó a Heechul.

 

Yunho iba a servir el café. Iba a tomar la jarra con la mano directamente. —Yunho usa el guante.

 

Se giró y se lo puso. Heechul aplaudió. —Buen chico, Jaejoong, dónde has guardado las croquetas para este chico tan obediente.

 

Siwon sonrió. Y le susurró algo a Heechul. —Bueno chicos, entonces ¿van a la fiesta? Sería bueno que lleves a Jae, la haré en la torre y pues Jae no conoce el camino.

 

Yunho me miró. —Claro. Encantado.

 

—Entonces me voy.

 

Volteé con una pila de hotcakes. —¿Espera y el desayuno?

 

Heechul me abrazó para despedirse. —Tranquilo el cachorro de allí se lo comerá. Tiene buen apetito.

 

—¡Yah!

 

Hubo un momento de silencio. Pero no fue incómodo, fue más como recibir paz. Paz que fue interrumpida cuando me llegó un mensaje.

 

“Su altísima majestad Shim Chagming:”  ¿En qué momento lo cambió?

“JJ recuerda que hoy tenemos que regresar… nos quedan dos horas de libertad.”

 

Suspiré. —¿Qué ocurre?

 

—Es que hoy tengo que regresar a casa, termino mi viaje con Changmin.

 

—¿Quieres que te vaya a dejar ahora?

 

Sonreí, se veía triste. —Mmm no. Aún tengo dos horas. Y planeo desayunar bien.

 

Yunho sonrió y se comió las porciones de Siwon y mi primo.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Al paso de los días Yunho mantuvo contacto a diario. Habíamos quedado en que iría a su departamento y después a la fiesta de Su.

 

Entré al elevador y vi mi reflejo en el espejo que revestía las tres paredes. Sentía que vestía de forma inapropiada, bueno se supone que él quería hacer una fiesta de neón así que un pantalón blanco, y una camiseta sin manga y con capucha de color blanca estaba bien… Había puesto especial empeño en mi cabello arreglándolo para que cayera de lado y fresco; y en mis ojos, delineándolos apenas para dar una mirada más profunda.

 

Llegué a su piso, me encontré con que su puerta estaba abierta.

—¿Yunho?

 

—Entra, acabo de tomar una ducha, y no la cerré por si llegabas antes de que terminara.

 

Iba con un pantalón jean rasgado, una camiseta negra con estampado de superman en azul neon,  una camiseta sin mangas y de manga amplia que permitía ver parte de su torso y de su abdomen. Se secaba el cabello con una toalla.  —Estoy listo. Vamos.

 

Faltaba decir que era demasiado atractivo. Como para quedárselo viendo toda la noche.

 

De camino a “La Torre” me regaló muchas sonrisas, mietras sujetaba mi mano al conducir. Hablamos de cómo había estado nuestro día. Y de que Heechul lo acosó cada día pidiendo detalles de la noche que pasamos juntos. Saqué nuestras invitaciones de la guantera y se la colgué a Yunho  y me coloqué la mía. Antes de entrar a La Torre”, que resultó ser un bar muy obscuro tomó mi mano. —No quiero perderte de vista.

 

Nos confundimos entre la gente mientras la música resonaba por todo el lugar. La mayoría de las canciones las había escuchado. Y veía a la gente balancearse de un lado al otro del mismo modo que Yunho. En un momento dado, hubo tanta gente a nuestro alrededor que era asfixiante.

 

Leyendo mi mente Yunho preguntó. —¿Quieres ir por algo de beber?

 

Solo asentí y lo seguí. En la barra nos encontramos con Changmin y su conquista de esa noche, y con Hyun Joong. Saludamos, y en ese momento alguien me empujó, Yunho me ayudó con mi pobre equilibrio tomándome de la cintura para estabilizarme, y así se mantuvo. Incluso cuando estiró su mano para saludar a un no tan amable Hyun Joong. Estaba seguro de que algo malo le sucedía por su expresión. Y me di cuenta que no había sido tan buen amigo últimamente. No había contestado sus mensajes.

 

—Pequeño voy al baño. Espérame. —Se perdió entre la gente.

 

Mientras tanto yo bebía mi tercer mojito. La pareja de Changmin lo llevó a bailar y me quedé con Hyun Joong. —Te ves bien.

 

Miré hacia mi ropa, las luces se reflejaban azules y moradas sobre mí —Gracias. Hoy no estaba seguro de qué usar.

 

—No hemos conversado en mucho tiempo. ¿Sales con él?

 

Su actitud al formular la pregunta. Era más como un reclamo. —Se podría decir que sí.

 

—Osea que eres algo así como “el chico del momento”.

 

Sentí el veneno con el que expresó sus palabras. —No sé, de que va esto, pero creo que el licor se te subió a la cabeza. —Señalé los 7 vasos vacíos y la botella junto a él.

 

—Te dejas tocar por él, de esa forma, nunca me has dejado tocarte así. Dejas que se acerque tanto a ti que…

 

—Suficiente, ven conmigo necesitas agua y aire fresco.

 

Lo llevé a la terraza de la torre. El golpe de aire fresco fue agradable. Unas cuantas personas y muchas parejas se habían refugiado aquí.

 

—Toma bebe esto.

 

De mala gana tomó el vaso. Bebió hasta la mitad. —¿Qué le ves?

 

—No sigas con eso. Y baja la voz. —La gente nos miraba. —Me gusta mucho. Es la primera vez que siento algo así.

 

—¡Te ha tocado! ¿verdad? —Su grito acompañado del doble sentido que implicaba lo que decía me sorprendió.

 

—¡Hyun Joong! ¿Qué te sucede?

 

Arrojó el vaso sin darse cuenta que había un par de chicas ahí, el cristal haciéndose añicos sorprendiéndolas. Me tomó fuerte del brazo. Traté de liberarme pero era fuerte, aún estando ebrio. —Suéltame. No hagas esto. Me estás lastimando.

 

—Si puedes ser su “chico del momento” entonces también puedes ser el mío. —Se acercó a mí golpeando su cara a la mía. Lo empujé, pero no me soltó sino todo lo contrario, se aferró a mi cuerpo tocándolo con el suyo de una forma desagradable.

 

Un golpe en su cara, lo retiró hacia atrás. —Te dijo que lo soltaras. Imbécil.

 

La nariz sangrante de Hyun Joong opacaba sus palabras. —¿Crees que por que deja que se la metas eres su dueño?

 

Sus palabras me hirieron, sabía que estaba ebrio, pero no era suficiente excusa. Yunho golpeó su cara dos veces y hubiese continuado de no ser porque había llegado seguridad, acompañando a las chicas del vaso roto.

 

Se lo llevaron. Yunho se acercó a mí. —Ese idiota. ¿Estás bien? ¿Te hizo daño?

 

—No, estoy bien.

 

La verdad era que todo se sentía fuera del lugar. La muñeca de Yunho estaba roja y sus nudillos tenían un poco de sangre. —Iré por hielo.

 

—Bromeas. ¿Verdad? ¿Qué te hace pensar que te dejaré ir solo?

 

Traté de sonreírle. El barman me alcanzó una bolsa en seguida. Regresé y todo parecía haber llegado a la normalidad. Tenía mi cuota de vergüenza por los cielos. Estábamos sentados frente a frente en la barra. Tomé su mano lastimada y coloqué brevemente el hielo, rotándolo por sus nudillos. —Lo siento. De verdad. Lo siento mucho Yunho.

 

—No es culpa tuya. No te disculpes. —Con su otra mano acarició mi rostro, levanté mis ojos y nuestras miradas se cruzaron. —Pero hay algo de lo que debería avergonzarme.

 

—Soy yo el que debe decir eso.

 

Me acarició el cabello. —Jae algo de lo que dijo el imbécil ese… Yo estoy aquí contigo, y he estado contigo estos últimos días, conociéndonos poco a poco.

 

—Lo se hyung, ha sido más que agradable.

 

Se mordió los labios. —Soy un tonto diciendo este tipo de cosas. Yo, no quiero que seas un “chico del momento”…

 

—Lo se hyung. Ignora lo que Hyun Joong dijo.

 

Se removió en su silla. —Lo que quiero decir es que quiero que estés conmigo.

 

No entendía lo que quería decir. Alguien golpeó su nuca. Era Heechul nadie más se atrevería. —Sé directo. Lo confundes. —Después me miró a mí.— Y Jaejoong no lo interrumpas, trata de decirte que quiere que sean enamorados, pero quiere ir despacio. ¿Ven? No es difícil si usan palabras simples.

 

Yunho cerró sus ojos conteniendo sus comentarios. —Gracias hyung, vete.

 

—Sólo quería ayudar. —Guiñó un ojo. —Supongo que tu pelea resultó bien.

 

Yunho estaba impaciente. — Vete.

 

Me reí, era una noche ¿emocionante? Tal vez, esa no era la palabra para describirla. —¿Es cierto lo que dijo Heechul?

—Básicamente. Es rápido, me gustas mucho, y bueno allá cuando lo vi molestarte, cuando vi que estaba sobre ti no pude aguantar, no me gusta la idea de nadie haciéndote daño, ni obligándote. Enloquecí. Puede sonar horrible, pero no se cómo expresarlo, no me agrada ver que nadie te toque de esa forma. Ni que te vea así como ese imbécil. —Se relamió los labios. —Yo, quiero decir que siento algo más por ti que solo un “me gustas”, quiero ser tan especial para ti como lo eres para mí. —Dijo bajito e inseguro, lo que Heechul había dicho, pero que saliendo de él se escuchaba incluso mejor. —¿quieres ser mi enamorado?

 

—Quiero. —Dejé la bolsa de hielo en la barra. Lo abracé. Y fui consciente de su olor, de su  calor y de su piel. Y de como con se fue colando en mi corazón. Me rodeó aún más fuerte y besó mi frente. Rodeé su cuello y nos besamos, despacio y sin apuro. Lo dicho era una noche llena de emociones.

 

Notas finales:

Sin palabras por la demora... Disculpen la demora...

 


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