El Gran Día...
El sol lastimando mis parpados, otro día, el gran día… Debo casarme con Hwa Yoong, ojala este día no hubiera amanecido.
El teléfono vibraba en la mesita de noche al lado mío, el reloj marcaba las 6:30 am, en el teléfono parpadeaba el nombre de JongHyun.
- ¿aló? –
- Minho… ¿Cómo amaneciste? – el siempre alegre y entusiasmado por mí.
- mal… debo ser sincero… -
- vamos, Hwa Yoong es buena, ella te quiere mucho, será la mejor esposa – pero yo no la quiero, ese es el detalle, todo por mis padres.
- tú sabes a quien quiero… - esa persona que con una sola sonrisa enamora al mundo y precisamente no es una chica.
- el estará presente también, se que el querrá verte feliz – ¿verlo sufrir el día de mi boda? Eso empeoraba mi “gran día”
La puerta se abrió de golpe, era mi hermano, ya llevaba puesto una camisa blanca, estaba elegante, aun que faltaba el saco oscuro.
- Jong, te hablo luego… - corte la llamada para atender a mi hermano.
El se acerco, parecía estar confundido, se sentó al borde de la cama, no quería levantarme de la cama.
- ¿no piensas levantarte? Están esperándote para arreglarte y probarte el traje… - era lo menos que quería.
- no me importa… ahora no –
- mama está contenta… - pero el parecía no estarlo
- lo sé, esto es por ella y papa –
- vamos Minho, vístete, todos te esperan - se puso de pie esperando que hiciera lo mismo, y lo hice, al otro lado de la habitación estaba acomodado n un colgador el traje perfectamente planchado, un traje color marfil, de saco casi largo, elegante y apreciable. Tome una ducha y me puse el traje, frente al espejo estaba el chico elegante y atento con su familia, listo para ser entregado a una chica que no quería, que no amaba.
Baje las escaleras y ahí estaba toda la familia Choi, con amplias y radiantes sonrisas, mi madre corrió a abrazarme.
- estás hermoso hijo mío - me dijo al oído con una amplia sonrisa, solo correspondí su abrazo y su sonrisa.
Una prima me ayudo con el cabello y algunos retoques, ya estábamos listos para ir a la iglesia. Cuando estaba a punto de resignarme y hacer de esa familia feliz… al abrir la puerta de ida a los vehículos ahí estaba la persona más especial de mi vida, Taemin.
Llevaba un elegante traje oscuro, uno perfecto a su talla, con una camisa y una corbata que iba perfecto con su piel y sus rubios cabellos, el traje formaba un hermoso contraste con su piel, se veía muy bien con él, en sus labio se dibujo una sonrisa, pero no pude corresponderle, me acerque a él a paso lento, deseaba tomar su mano y salir de ahí a otro lado del mundo.
- te ves bien – hablo Taemin muy suave y bajo la mirada, un doloroso nudo se formo en mi garganta, quería llorar.
- debo ir a la iglesia… - le comente sin más – ¿iras?... conmigo –
- si – luego de algunos segundos formo una sonrisa, era falsa.
Toda mi familia y Taemin fuimos juntos a la iglesia, no dije nada durante el viaje, solo pensaba en el, en Taemin, en su sonrisa de hace pocos minutos, se veía tan dulce, no podía aceptar la idea de perderlo por complacer a los demás. Al llegar había mucha gente en la puerta de la iglesia, todos felices, claro, como no era tortura de ellos y otra vez, ahí estaba Taemin acercándose a mí, sus ojos paseaban por los alrededores, pocas veces por mí, ¿le dolía tanto como a mí?, muchas hermosas chicas tenían la atención puesta en el, pero a él no le importaba, solo ignoraba.
- Minho… se feliz – hablo quedo, jugaba con sus dedos, una manos acomodo un poco esos cabellos alborotados que le quedaban tan bien.
- ¿crees que lo sea? – evitaba mis ojos, solo miraba sus manos y los alrededores
- la elegiste a ella, y sé que será buena… - todo aquello había salido tan suave, pero tan doloroso para mi, sí, yo la había elegido.
- Taemin yo… -
- quiérela, como ella te quiere… - dijo antes que pudiera terminar de hablar – ten muchos hijos, Minho, se feliz – dio un paso dudoso hacia mí, pero luego se alejo, dio media vuelta y se fue.
Por alguna razón me quede contemplándolo mientras lentamente se alejaba de mi, ¿iba dejarlo ir tan fácil? Lo estoy perdiendo, pensé.
- felicidades Minho… -se acerco una prima, se puso delante mío, ocultando a Taemin de mi vista, se acerco para darme un abrazo, pero la aparte, “Taemin...” pensé, salí corriendo de ahí, todos dejaron de hacer lo que hacían, dejaron sus conversaciones solo para ver al futuro esposo correr, correr tras un chico, no me importo, alcance a Taemin, tome su brazo y lo gire.
- no puedo Taemin, no puedo… - dije viendo sus ojos, y note lo cristalino que estaban, estaba llorando, tome sus manos con las mías y las jale a mí, y lo abrace, tome su rostro desesperadamente y lo apague a mi pecho – te quiero a ti… - le susurre sobre su cabeza.
Quedamos ahí por algunos minutos, no me importo nada, escuche estacionarse más vehículos, pero seguía abrazando a mi pequeño con la misma intensidad.
- Minho ¿Qué haces? Hwa Yoong ya está aquí… - era mi padre detrás mío, esas palabras recorrieron mi cuerpo con escalofríos, solté a Taemin y gire a verlo, no dije nada solo lo observe y Taemin observaba a ambos con confusión. – Vamos… - hablo mi padre y jalo mi mano, con la mano libre tome la mano de Taemin tan fuerte que sentí como se tenso, solté la mano de mi padre y retrocedí.
- lo siento papa, pero no… - fue lo último que le dije y luego salí corriendo del lugar, escuche los llamados de mi padre furioso, pero no iba a volver….