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¿VICTIMA O VICTIMARIO? por AnneJieJie

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Notas del fanfic:

Sí otro fic alocado de esos que se me ocurren cuando me dan ganas de escribir lo que quiero escribir y no lo que me imponen a escribir.

Notas del capitulo:

One Shot.

Sumer desplegó  la burbuja protectora, una especie de membrana acuosa, espesa y semi transparente que se extendía desde cada muralla creando así una barrera aérea. Los edificios movieron sus paneles solares y cambiaron a modo refractario,  ahora era la ciudad espejo bañada por las luces prismáticas surgidas de la conjunción entre los rayos de luz que se filtraban por la ventana y los edificios de cristal endurecido.

- Maldita lluvia ácida. –Se quejó L.T. Ellensburg mirando hacia la membrana desde el ventanal del pasillo. –Con este clima no podremos salir de Sumer, eso atrasará nuestra agenda.

- Tómelo con calma, señor. –Respondió el respetable doctor Linch alcanzándole una bebida enlatada. –Si no le molesta aprovecharé el tiempo para ejecutar un par de ejercicios de práctica.

- Mientras no se le agoten las energías a los C-3 puede hacer lo que le dé la puta gana con ellos. –Dijo de pronto otro de los hombres acercándose a la ventana. Ellensburg y Linch lo saludaron con el respeto que su rango de mayor exigía. –¿Cómo lo llevan el modelo 5 y 7?

- No lo hacen tan mal, mayor Levinson. Su nivel es bueno en terreno, aunque Zafiro está más sociable que de costumbre. –Dijo Linch sonriendo pacientemente mirando de reojo al teniente Ellensburg.

- Sociabilidad. Eso no es parte del programa. –Se quejó el mayor cuya edad no sobrepasaba los cuarenta, era bien conocido por su frialdad y tenacidad, también famoso en la cúpula militar de Sumer por haber ascendido vertiginosamente en tan corto tiempo. –Los C-3 no deberían tener ese tipo de rasgos, el sentimentalismo patético es un suicidio en este mundo.

- No hay nada de malo en que socialicen. –Repuso Linch, máxima autoridad científica del proyecto. –Los C-3 son ciborgs, todavía conservan parte de los sistemas funcionales humanos, incluyendo el cerebro, el cual ha sido modificado y alterado para que respondan a nuestros comandos, los sentimientos y sensaciones humanas que aún conservan son indispensables para la interacción, esa es la barrera que los Androides no han podido superar, la hibridación entre inteligencia artificial y el cerebro natural es un potencial altamente efectivo.

- Ustedes los científicos son unos pelmazos soñadores. –Respondió el mayor Levinson con un dejo de arrogancia en su voz. –No tienen que afrontar los problemas que nos genera un C-3 fuera de control gracias a esas “fugas” de humanismo que ustedes ven como interesante ángulo de experimentación.  ¿No está de acuerdo conmigo teniente primero?

- Creo que las cosas han mejorado bastante. –Respondió Ellensburg con total confianza tratando de dar por terminado el asunto, detestaba la manera presuntuosa en que Levinson hablaba, su trato despectivo hacia el resto de sus congéneres, despreciando a todos aquellos que parecían estar por debajo de él y lamiendo el trasero de los altos mandos, pero lo que más detestaba de Levinson era ese dejo de prepotencia al referirse a los ciborgs como criaturas inferiores, Ellensburg respiró profundamente y miró los ojos marrones del mayor.

- Qué asombrosa es la mente humana, ¿verdad profesor Linch?... Parece que olvidar lo que nos conviene  se convierte en una habilidad sorprendente. –Dijo enfocando su mirada en Ellensburg.

L.T. Ellensburg fingió poco interés en el comentario, sabía que el mayor Levinson hacía referencia al último incidente con Zafiro, durante una misión más allá de los muros de  Sumer, el ciborg perdió el control de manera sistemática reaccionando violentamente contra el grupo de traficantes que estaban intentando capturar e hizo de aquello una horrorosa carnicería. A Ellensburg le costó lo suyo ponerle freno a la matanza. El incidente, no pasó desapercibido para el comando quien ordenó que los ciborgs fueran examinados a profundidad a fin de detectar la alteración que causaba este tipo de anomalías, sin embargo las pruebas en Zafiro arrojaron un resultado negativo. No existía un patrón fisiológico o electromagnético que alterara su comportamiento, tras varios ajustes en su mecanismo de respuesta, el caso simplemente cerró.

Los tres hombres tomaron el elevador y descendieron a las capas del subsuelo donde se encontraban las instalaciones militares secretas. Allí se encontraban C-5 y C-7 esperando.

- Hay lluvia ácida, tendremos que esperar un mejoramiento en el clima, mientras, vamos a realizar un ejercicio de sincronización. –Explicó el profesor tomando su posición frente a los monitores del campo de prácticas. –Fury, Zafiro, prepárense para ingresar al campo.

- Enterados. –Respondieron los dos al unísono ajustando sus uniformes y cargando con las armas para luego dirigirse al elevador que les llevaría al campo de práctica.

- ¿Fury? –L.T. Ellensburg levantó una ceja mirando a Linch, aprovechando la distracción de Levinson quien había salido a responder una llamada.

- Levinson no quería colocarle nombre, para él solo es un ciborg del montón, dijo que nombrarlo crearía estúpidos vínculos, prefiere seguir nombrándolo por serie, pero como ya sabes el programa de activación solo responde a ciertos comandos, el nombre es uno de ellos.

- Así que C-5 es el ciborg entrenado por Levinson… Pobre. –Pensó en voz alta observando al ciborg, de la misma estatura y complexión que Zafiro, su rostro algo más delicado, cabello rubio, ojos marrones.

- Me dijo que lo nombrara como me diera la gana. Al comienzo iba a nombrarlo Niké, pero Levinson dijo que aquel nombre era muy aniñado y carente de espíritu, entonces lo llamó Fury. –Suspiró con desconcierto. –Claro está que para él sigue siendo C-5 un engendro experimental, casi nunca le llama por su nombre.

- Niké… ¿No era una diosa egipcia?

- Griega. –Corrigió con orgullo. –Diosa de la victoria.

- Prefiero Fury. –Respondió sonriendo de medio lado al ver la cara de decepción del gordo científico. –Las diosas me recuerdan esa parte de la historia que ya no volverá. La disección de nuestra especie fue un golpe difícil.

- Una verdadera pena. Durante milenios los hombres proclamaron su fuerza por encima de las mujeres y de repente el género femenino se extinguió a causa de nuestra prepotencia. ¿No le parece paradójico, teniente?

- La mayor paradoja está en haber alcanzado un gran desarrollo de  tecnología de  clonación y no poder clonar a ninguna hembra de nuestra especie. A veces siento decepción de mi propia especie.

- Dejen de parlotear sobre las especies e inicien el entrenamiento. –Dijo Levinson colocando en su rostro los lentes visores de imagen tridimensional y ajustando el micrófono. –C-5, C-7… ¿Me escuchan?

- Claramente, señor. –Respondió C-5 de inmediato.

- ¿C-7?... ¿C-7, me escucha?... –Le llamó varias veces, pero no hubo respuesta, Ellensburg sonrió de medio lado, conocía la “personalidad” del ciborg y pudo adivinar que si no deseaba responder a los llamados del mayor era simplemente porque era su manera de exigir ser llamado por su nombre. El teniente primero se acercó a su oficial al mando y le pidió que le llamara Zafiro. Levinson bufó adornando su atractivo rostro con una mueca de disgusto, pero al parecer no habría más remedio. –Zafiro, ¿se encuentra preparado?

- Señor, sí señor. –Respondió con su habitual tono de voz lacónico.

Ellensburg volvió a sonreír, le encantaba ver la manera en que Zafiro acababa de salirse con la suya.

- ¿Por qué lo hiciste? –Le preguntó después del ejercicio de práctica.

- Me gusta el nombre que me ha sido dado. –Dijo con suavidad acercándose a Ellensburg. –Es lo que llaman vínculo… Me une a mi tutor. –Deslizó con suavidad su dedo en el pecho del teniente, siguiendo la textura de sus ropas de comando, presionando de manera precisa para generar en el humano una sensación de confort. –¿No le parece agradable este tipo de vínculo, señor?

- A veces sigo pensando que hay algo defectuoso con tu sistema. –Le dijo atrapando entre su mano derecha  el perfecto dedo del ojiazul. –Tenemos una misión por cumplir, no es momento para este tipo de juegos.

- ¿Lo disfrutaste, verdad? –Le miró y le sonrió de esa manera enigmática. –Me refiero a lo del mayor Levinson.

- Es lo que llamamos jugar con fuego. –Le dijo frunciendo el entrecejo. –Levinson va a sospechar que no eres como los otros y podría pedir al alto mando que te reprogramen o te enfríen, podrían escanear tu memoria y entonces van a descubrir lo que ha sucedido entre nosotros, seré castigado por violar la ley de contacto.

- No hay evidencias. –Le dijo suavemente para tranquilizarlo.

L.T Ellensburg respiró profundamente, no estaba seguro de si podría o no confiar en las palabras de Zafiro, los ciborgs como los androides, poseían un mecanismo de inteligencia artificial sensible a ciertos eventos, a veces confiar en Zafiro le provocaba una profunda angustia. Si los descubrían sería el fin del mundo que conocía, sería desterrado por violar la ley, echado a los extramuros o confinado en los campos de terreformación. Tatuarían en su piel la palabra “indeseable” y borrarían el código de la base de su cuello. Borrarían sus recuerdos para asegurarse de que no habría retorno, también borrarían su existencia de las bases de datos y sería como Zafiro, un alias, una fantasía. Era la manera en que el sistema mantenía el orden.

- No hay nada que temer. –Aseguró el ciborg alejándose del teniente. –No haría nada que pudiera ponernos en riesgo a los dos.

Cuando Ellensburg le escuchaba hablar de esa manera se preguntaba qué tanto conocimiento tenía Zafiro de sí; recordaría quién fue antes de ser ciborg; conocería su expediente… Ellensburg sintió tensión al pensar en ese asunto, él ignoraba algunos detalles, salvo lo que Linch le había dicho cuando fue asignado al proyecto y eso no era mucho. ¿Quién fue Zafiro antes de ser convertido en ciborg?

Pronto sus temores fueron disipados, cuando Zafiro de un empujón acorraló a Ellensburg contra la pared y con agilidad desabrochó la abertura del uniforme.

- Zafiro, no… Aquí es peligroso. Estamos en el comando especial. –Dijo entre jadeos excitados, sonrojándose cuando la escurridiza mano de Zafiro se coló en su entrepierna brindándole un apretón seguro en el miembro que se hinchaba respondiendo al contacto. –Todo el sitio está bajo vigilancia, nos van a descubrir. –Chilló luchando contra sus propios instintos.

- Este es un punto ciego. –Respondió sonriendo enigmáticamente, sacó su lengua, saboreó sus labios y besó la piel desnuda con los carnosos labios y suavemente presionó con sus dientes blancos el pezón henchido del militar. –Podría estrangularte en este momento, podrías gritar como desesperado y los sensores ocultos no van a detectar nada.

Ellensburg abrió los ojos con sorpresa, un escalofrío recorrió su espina dorsal al reconocer que estaba completamente inofensivo en las manos de un ciborg adicto al sexo. Instintivamente sus manos se enredaron en los largos cabellos de Zafiro sujetándolo con fuerza mientras él se deleitaba succionando el miembro endurecido, húmedo, salobre. Ellensburg echó la cabeza hacia atrás y entreabrió la boca para jadear controlándose tanto como podía, apretó los puños, agitó sus caderas al compás de los movimientos de la boca del joven. Sabía que todo aquello era una locura, pero desde los sucesos ocurridos días atrás no podía resistirse, también él era adicto a esa sensación embriagadora, perdiendo el control de sí se dejó llevar moviendo en círculos sus caderas, sacudiéndose, ondulando, moviendo la cabeza del joven, disfrutando de la cavidad húmeda de esa boca que lo volvía loco.

- Zafiro. Zafiro…

Apretó los parpados con fuerza y dejó que la sensación poderosa del orgasmo invadiera su ser descargándose descaradamente en la boquita del hermoso muchacho. Zafiro le miró de una manera especial y después hizo un gesto de satisfacción al tiempo que relamió las sobras de la cimiente de Ellinsburg desparramadas en su fino rostro.

- Zafiro, eres un cerdo.

- Vamos señor, el transporte espera. –Respondió limpiando su rostro con un pañuelo desechable que después hizo polvo con su arma laser.

Se reunieron con Levinson y el ciborg C-5. Ellinsburg sintió la tensión en el ambiente, aquella era una misión en tiempo real y terreno real donde, por primera vez, interactúan los dos ciborgs y le asustaba pensar en lo que podría pasar si Zafiro y Fury perdieran al mismo tiempo el control. Ellinsburg dirigió una mirada atenta a C-5, sus ojos estudiaron sus formas andróginas, similares a las de Zafiro, un cuerpo delgado, piel blanca, el uniforme ajustado. El teniente había explorado con sus caricias el cuerpo de Zafiro y sabía que no había manera de diferenciar sus partes mecánicas de las biológicas, al menos no a simple vista y tacto, la piel se sentía perfecta y cremosa, si era sintética o natural no le importaba cuando se entregaban al desenfreno de las caricias y los besos, la pregunta que rondó su mente fue si Fury sería igual de perfecto en la intimidad, pues no era nada feo.

Ellinsburg perdió la noción del tiempo, su mirada se concentró en los labios de Fury, en las formas carnosas de tonalidad rosa, en la forma perfecta de sus dientes. El joven ciborg continuaba inmóvil, apenas si pestañeaba ligeramente de vez en cuando, era silencioso y taciturno. Totalmente diferente de Zafiro, quien se había dedicado a observar el paisaje rojizo del desierto a través de la escotilla del vehículo transportador. Ellinsburg sintió un pequeño pellizco en su antebrazo, el dolor hizo que apartara la mirada de C-5 y fijara sus ojos en Zafiro.

“Ha descubierto mi curiosidad por el C-5… Pero… ¿Puede acaso, sentir celos?”. Se preguntó consternado tratando de esbozar una sonrisa que fue rápidamente desapareciendo cuando Levinson comenzó a hablar repasando la estrategia.

- No olviden que nuestra prioridad es recuperar el cilindro. C-7 será el francotirador, ubicado en esta posición. –Su dedo índice señaló la posición en el mapa y continuó hablando.

La operación comenzó a la hora cero de una madrugada oscura, cuando el sol apenas comenzaba a abrirse paso por entre los negros nubarrones. Levinson ajustó su máscara protectora, Ellinsburg hizo lo mismo, acomodó los anteojos protectores y siguió los pasos de los dos ciborgs hasta ubicarse en la posición acordada.

Zafiro se ocultó en lo alto de una torre abandonada, preparó su arma de largo alcance y apuntó, relajó, no esperaba nada, su ojo derecho enfocó en el blanco, un vehículo que se movía discretamente por las ruinas de la ciudad que fue devorada por el desierto. Un rápido haz de luz averió el motor, contó los minutos para que aparecieran dos humanos usando máscaras protectoras y uniformes anti-radiación, cuando se acercaron para inspeccionar el vehículo, la mortal puntería de Zafiro puso fin a su funcionamiento cerebral.  El ciborg bajó el arma y preparó otra para dar apoyo en caso de ser necesario.

Fury apareció después, iba encabezando la toma del vehículo, un par de destellos de las armas de sus tripulantes le hirieron, L.T. Ellinsburg sintió algo de ansiedad preparando su arma para dar apoyo al mayor Levinson, quien avanzaba tras el ciborg. Fury contratacó y detuvo el avance repentinamente.

- Hay plutonio tratado y barras de uranio, además de otra sustancia no identificada. No es prudente que usemos las armas convencionales, señor. –Fueron las palabras lacónicas del obediente ciborg.

- No está en esta misión para decidir qué es o no prudente. ¡Avanza! –Indicó el atractivo mayor siguiendo cerca de Fury.

Ellinsburg contuvo el aliento y continuó en su posición,  confirmó a Zafiro la posición y le indicó que se mantuviera preparado para una potencial activación en cadena de tipo radiactivo. Después monitoreó con sus lentes de alta tecnología lo que sucedía cerca del vehículo, apretó el puño y maldijo en voz baja al observar la escena.  Levinson había usado a Fury como escudo y mientras el ciborg recibía toda la carga de disparos, Levinson se abría camino para llegar al objetivo.

Aquello no le agradaba a Ellinsburg, aunque Zafiro y los demás no estuvieran programados para sentir dolor, aunque parte de sus órganos vitales hubieran sido reemplazados por circuitos integrados y aunque sus sistemas biológicos fueran genéticamente diseñados para regenerarse, una parte de los ciborg seguía siendo humana. Zafiro le había demostrado que pese a su incapacidad para sentir ciertas emociones primarias, todavía podía despertar ciertos sentimientos como la curiosidad, el deseo y el placer. Posiblemente Fury también tenía las mismas capacidades, Fury también tenía componentes humanos, pero a Levinson solo le importaba que la misión tuviera éxito.

Levinson erró en uno de los disparos de neutrino, la cápsula que contenía el material radiactivo tuvo una ligera abolladura y el termómetro se disparó en la cuenta de los grados, la voz de alarma de un androide alertó a los tripulantes del vehículo del inminente inicio de la reacción en cadena. Fury hizo lo mismo, informó a su oficial al mando, pero la respuesta de Levinson fue la orden de avance tras unas cuantas palabrotas.

- C-7… No, Zafiro. Deje su posición y de apoyo en contacto directo ahora. –Ordenó el mayor Levinson.

- Enterado.

- Zafiro. Mantenga su posición hasta que le dé la señal. –Intervino Ellisburg, contrariando la orden de Levinson, cuando vio por su pantalla el estado lamentable de Fury, temió por Zafiro.

- ¿Qué cree que está haciendo Ellisburg? Contradecir una orden de un oficial superior es un desacato a la autoridad que será castigado por los altos mandos. Zafiro, yo soy el oficial a cargo; deje su posición y venga a dar apoyo directo en el transportador.

- Enterado. –Zafiro guardó su arma y descendió a toda prisa dirigiéndose hacia el lugar indicado.

Fury cayó de rodillas en el interior del transportador, los impactos recibidos habían sido los suficientes para hacer que perdiera parte de su energía de reserva. Levinson se había atrincherado en una buena posición dejando al ciborg abandonado a su suerte, el mayor se las había arreglado para hacerse con el pequeño cilindro metálico que debían recuperar y su mayor problema estribaba en la manera de salir vivo del transporte, además de lidiar con sus ocupantes, que parecían ser androides entrenados para matar, debía luchar contra la presión generada por la cuenta regresiva para la explosión nuclear.

- No vayas. –Dijo Ellinsburg al ciborg tomándole por el brazo. –Zafiro, no vayas.

- Abandonar a un oficial superior es una falta que nos pondrá en peligro. –Respondió calmadamente. Se quitó el uniforme protector y lo entregó al teniente. –Úsalo, yo no lo necesito…

Ellinsburg soltó el brazo de Zafiro y recibió las prendas de mala gana. Mediante el visor observó la manera en que el ciborg entraba sigiloso y se encargaba de los androides.

Zafiro tendió su mano a Fury, un pequeño cable se interconectó entre los dos por medio de ese contacto ligero, la energía transferida de uno al otro ayudó a agilizar el sistema de autorreparación celular de Fury. Y una vez recuperado C-5 se hizo cargo de tomar la pequeña ojiva nuclear y sacarla del vehículo mientras Zafiro arrancaba componentes electrónicos de los androides.

Aprovechando los sucesos Levinson escapó llevando consigo el cilindro. Se reunió con Ellinsburg y los dos se dirigieron al transporte.

- ¿Qué sucederá con los ciborgs? –Preguntó el teniente al mayor.

- No sé. La verdad no me importa. –Respondió con seriedad tratando de comunicarse con la central. –Tenemos que regresar este bebé a la base cuanto antes. –Dijo señalando el frasco cilíndrico.

- ¿Es más importante ese contenedor que nuestros compañeros?

- Teniente, ¿Recuerda lo que dije acerca de las “fugas de humanismo”?, esas cosas no son más que simple material experimental, sus mentes fueron modificadas y sus cuerpos alterados en pro de la tecnología bélica, son armas, instrumentos, no son nuestros compañeros.

Ellinsburg apretó el puño hasta que las uñas cortas se enterraron en su carne y la sensación de dolor adormeció la palma de su mano, deseaba abofetear al mayor Levinson, pero se contuvo en cuanto vio a los dos ciborg de regreso.

- ¡¡Idiota!! ¡¡Estúpida e imperfecta máquina!! –Fueron las palabras de Levinson abofeteando a Fury cuando estuvieron de regreso en la base y el mayor tuvo que dar muchas explicaciones. Lo que debía ser una misión encubierta y discreta se convirtió en el foco de la crítica. Una explosión nuclear en la ciudad abandonada, los androides y la evidencia desaparecida sin obtener respuestas claras.

Fury estaba de rodillas con las mejillas enrojecidas después de haber recibido las tantas bofetadas. Levinson ordenó a Ellinsburg que se marchara con Zafiro o le arrancaría la cabeza al ciborg de los ojos azules.

- ¿Naturaleza humana?... ¿Es esto? –Preguntó a su tutor observando la manera en que Levinson se quitaba el cinturón y descargaba unos cuantos golpes en el cuerpo de Fury, además de las patadas y los insultos al tiempo que la compuerta se iba cerrando automáticamente. –Cuando observo las paradojas de la humanidad agradezco a Linch por haberme privado de la mayor parte de esa “naturaleza humana”.

- En el fondo no dejamos de ser animales vestidos, camuflados por milenios de evolución.

- Los animales se matan entre ellos para sobrevivir, los humanos lo hacen por placer, eso no es evolutivo. Hasta una manada de perros azules es más tolerante a los ciborgs que ustedes.

Es miedo. Miedo de que ustedes descubran su superioridad ante nosotros y se salgan de control. Más rápidos, más analíticos, más certeros, no necesitan alimento, no necesitan protección, son superiores a la humanidad y los humanos lo sabemos.” Ellinsburg hubiera deseado explicarle todo aquello, pero se lo guardó para sí. Siguió los pasos de un enojado Zafiro mirándole con curiosidad.

- No hagas rabieta. Se supone que no debes sentir enojo, se supone que no tienes emociones.

- Entendido. –Dijo volviendo a su expresión lacónica habitual.

Levinson se cansó de golpear a Fury, sudó con el cinturón en la mano y se quedó mirándolo. Fury había sangrado ligeramente, pero el sistema reparador se encargaba de devolverle a ese precioso cuerpo su lozanía. El mayor escuchó con sorpresa la risa sardónica de Fury quien se levantó lentamente.

- ¿Quiere seguir jugando, amo? –Le dijo cambiando su mirada fría por una llena de malas intenciones. Su mano abrió el cierre del uniforme y lentamente se desnudó. –¿Desea que hoy también use las esposas?

- Un collar de perro es lo que debería colocarte en el cuello. –Le dijo halando aquellos cabellos para mirarlo a los ojos. –Deberías ponerte en cuatro y lamer mis botas.

- ¿Eso ya no es divertido, mayor, últimamente le falta imaginación?

- Y a ti te sobra.

Fury sonrió de pronto, de sus dedos salieron pequeños cilios que descargaron una corriente eléctrica en las manos del mayor.

- ¿Se siente bien, verdad? –Le dijo repitiendo aquel contacto en el pecho desnudo del mayor. -¿Víctima o victimario? –Se sentó en su regazo y con suavidad su piel desnuda se rozó con la piel desnuda del militar.

- C-5, estamos en servicio. –Le dijo tratando de quitárselo de encima.

- Ya no. –Le respondió enseñándole una placa en su mano. –Desactivé el sistema, estamos desconectados de la raíz principal, durante los próximos 90 minutos este lugar estará fuera de operaciones.

- Estás demente.

- Un fallo del sistema al que le ha sacado provecho, pequeño pervertido. –Respondió poniéndose de rodillas ante él para darle placer con sus carnosos labios rosa.

- Ellinsburg no dejaba de mirarte… ¿Crees que sospecha?

- No sospecha. –Le dijo sonriendo al oído. –Él lo sabe…

Sonrió de manera misteriosa, sus manos se posaron en los hombros del Mayor y se empaló con el miembro endurecido, se meció de buena gana gimiendo y lloriqueando de placer. Levinson colocó sus manos en las caderas del joven y las sacudió, acarició su piel nívea, llevó la cabeza atrás y se aferró fuertemente al joven. Después lo empujó recostándolo sobre un escritorio, abrió sus piernas y se deleitó con los genitales perfectos, de nuevo buscó con su miembro el agujero entre las nalgas y se meció enloquecido por el placer hasta correrse.

- ¡Imbécil! ¡¿En qué idioma debo hablarte para que tu lento cerebro de primate entienda que no debes mojarte dentro?! –Se puso en pie y con enojo observó el líquido blanco y espeso que resbalaba entre sus piernas. –Si examinan a fondo esto van a descubrir que alguien aquí ha quebrantado la ley de contacto.

- No es para tanto. –Dijo con sorna.

- Si me interrogan diré que fue una orden y tendrás que hundirte solo con tu parafilia maniaca.

La boca de Levinson se curvó ligeramente en lo que parecía una sonrisa, observó el cuerpo del ciborg y acarició sus nalgas, introdujo el dedo índice en el agujerito rosado.

- Me alegra que estas partes sean tan exactas y perfectas. –Olió la piel y acarició sus cabellos, buscó con la boca los labios del joven y entrelazaron sus lenguas. –Si fueras humano yo…

- No comiences a lloriquear como bebé. Ya te dije que sentimientos como el amor son ridículos y vagos e innecesarios. Además son estúpidamente cambiantes.

- No iba a decir que te amo… Ustedes no entienden lo que eso significa.

- Ustedes tampoco. –Respondió sonriendo,  acarició el cuello del Mayor, besó su boca, jugó con su lengua y después lentamente colocó las manos en el cuello de Levinson y presionó con fuerza.

- ¿Qué haces?... ¡Para por favor!...

- Los humanos son inferiores a los ciborg, son frágiles, requieren aire para sus pulmones, requieren alimento, abrigo, y… amor.

Una lágrima se deslizó por la mejilla de Fury, parpadeó con suavidad dejando que el líquido transparente cayera en el rostro sin vida del Mayor.

- Los ciborgs entendemos más que nadie lo que es el amor.

Vistió al Mayor y acarició las perfectas formas del cuerpo sin vida. Besó los pectorales, acarició los muslos, abrió sus nalgas, exploró su agujero con su lengua, con su dedo, con su miembro.

- Lo único que un ciborg no puede tecnificar son sus sentimientos. –Le dijo al oído en un susurro ronco y placentero que simulaba más el ronroneo de un gato.

Después de sentir una punzada de placer y lograr descargar algo de él en el cuerpo del Mayor, él tomó su laser de neutrinos y disparó.

- Asquerosa escena del crimen. ¡¡Límpielo y borren los registros!! –Dijo el hombre a sus acompañantes al ver los cuerpos sin vida.

La orden comenzó a ser cumplida de inmediato, tres hombres altos, fuertes y bien parecidos se encargaron de separar el cuerpo del mayor de los brazos del ciborg, C-5 había disparado en un ángulo que perforó los dos cráneos, trozos esparcidos de tejido cerebral y microchips chocaron contra las paredes metalizadas.

- ¿Has sido tú, Ellerkang? –Preguntó el hombre al científico que acaba de entrar en la escena.  

- Una pequeña travesura. –Respondió con una sonrisa casi infantil. –La perfección es aburrida, de vez en cuando un ligero desvío de la norma resulta de especial utilidad. Así es como está escrito el universo, basta con observar las nebulosas y los agujeros de gusano. Deberías saberlo ya, Aini.

- Debí suponer que no ibas a quedarte simplemente con los brazos cruzados viendo como pongo bajo estado de sitio tu creación. Hiciste un gran trabajo inyectando el virus en sus sistemas.–Volvió a ocultar sus ojos con los lentes oscuros.

- Eres un invitado demasiado presumido. Puedes hacer lo que quieras, mientras, fingiré que estás al mando, pero no olvides que nosotros no estamos dispuestos a ceder. –Se dio la vuelta y se dirigió hacia la salida de la habitación.

- Arrogantes, ustedes se marcharon, nosotros tomamos el control y pusimos orden al caos que su partida generó, no pueden volver para proclamarse amos cuando ya no son más que polvo dejado en el olvido.

- ¿Pueden los siervos usurpar el lugar de los amos?.... ¿Puede el amor transmitirse mediante un virus?

Notas finales:

Gracias por leer y comentar.


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