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Grecia por nero

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Notas del fanfic:

Hola, aquí Nero ¿Como están? Los protagosnistas de la historia son Naruto y Sasuke, pero los demás personajes los inventé yo ^u^ (no sé si esto estará en las reglas de Amor Yaoi......................)

No sé nada de Grecia así que me fui googleando las cosas y eso, pero no me informé bien lo de la moneda (los euros y cuanto cuestan las cosas allá) En fin, seguro me resbalo en algo de la cultura (esculturas, ciudades) así que no me odien vale? :D

Se consideraba una persona libre, sin miedo a nada, con la necesidad de correr alrededor del mundo con la esperanza de vivir al máximo. Así que un día al azar tomo su pasaporte, una maleta y se fue al aeropuerto más cercano. Compró un boleto a donde sea y se subió a un avión sin ningún remordimiento.

En Tokio, la familia Uzumaki despertaba tarde ese día, dándose cuenta demasiado tarde de que su pequeño hijo Naruto se había ido de nuevo. Siempre encontraba la manera de que hiciera eso, dejarlos con la preocupación atravesada.

Luego de unas cuantas horas dormido, se despertó en un nuevo país, no se había tomado la molestia de leer la factura del boleto, pero poco le importo. Al bajar del avión y pasar por la aduana se pudo comunicar fácilmente en inglés, pero al salir a la calle todo fue muy diferente.

Pareciera que aquellas personas hablaran balbuceando, un idioma que él jamás había oído, la letras de los carteles también eran muy diferentes, y siguió ignorando el hecho de donde se encontraba. El clima era caliente, parecía la mitad del verano, con el sol en medio del cielo alcanzando y quemando todo lo que se le expusiera. No hacía ni una brisa, pero todo brillaba, era tan hermoso que casi dolía.

Se puso los lentes de sol y detuvo un taxi en la calle, al subirse, el chofer le hablaba de la misma forma garabateada que escuchó.

-¿Puedes entenderme?- le preguntó Naruto en inglés.

-Si, por supuesto señor- le respondió el bronceado y corpulento señor del taxi -¿A dónde lo llevo?-

-¿Conoces algún hotel barato y cerca de aquí?- preguntó agradecido.

-Sí señor, el hotel Carabanas-

-De acuerdo, llévame allí- Naruto se recostó cómodo y disfruto aquel viaje en auto mirando por la ventanilla. El cielo era tan azul que no se podía diferenciar del mar en el horizonte, no había ni una nube en él. Sonrió cuando aquel hombre se dispuso a cantar una canción que daban en una estación de radio, era escandaloso, y rápido al hablar, si no fuera porque sonaba gracioso no podría soportarlo.

Pasada una media hora, llegaron a una pequeña finca de piedra, parecía tan vieja y cultural.

-Disculpa, solo tengo dólares y yenes- se disculpó con el señor por no tener disponible dinero de aquel país.

-Está bien señor, será para otro día- dijo amable.

-Muchas gracias, es usted una buena persona- respondió Naruto.

-Usted me halaga señor- dijo riendo. –Espero que tenga unas bellas vacaciones-

-Oh gracias- Naruto se avergonzó, miró una vez más el hotel de piedra y se bajó del auto.

-Bienvenido a Atenas, señor- fue lo último que el simpático chofer le dijo, arrancó rápidamente y se fue.

-Grecia eh?- dijo anotándolo en una pequeña bitácora que cargaba.

Entro al hotel y aspiro aquel olor a sol, le gustaba, le relajaba. Fue a recepción y volvió a intentar la táctica que con el señor del taxi, también había alguien que hablaba inglés, y le permitieron pagar las noches luego, le dieron una habitación en la planta alta, así que se fue a dar un baño antes de nada.

Al entrar al cuarto, todo estaba muy acomodado, y el olor del sol se mezclaba con la sal y la brisa del mar, se emocionó y se apresuró a abrir las ventanas de par en par. El mar se desbordaba con su espumosa sonrisa a lo lejos, las casas se amontonaban entre los colores azul y blanco, todo tan parecido pero excepcional. Había pedido una habitación de poco presupuesto, pero si esa vista costaba tan poco, no podía imaginarse como sería la más cara.

El cuarto era esencial, tenía una lámpara que iluminaba todo, una mesa de noche, un closet y una cama ideal. Las paredes estaban pintadas de blanco y algunas flores secas guindaban del techo.

Casi se pone a llorar, pero suspiro un par de veces y sonrió, era un sentimental. Corrió hasta el baño y se ducho rápidamente. Se vistió con algo que tenía en la maleta y salió del hotel, aun con el cabello húmedo.

En frente del hotel había una pequeña cafetería, se dio cuenta de que vendían periódicos y revistas y fue a ver por un diccionario. El lugar era atendido por una joven de cabello castaño y rizado, pero lo tenía tan delgado y fino que parecía una princesita, sus ojos eran de color castaño oscuro con las pestañas largas y abundantes.

Naruto se le quedo mirando sin pestañear.

-Eres hermosa- le dijo en japonés. La chica pestañeo varias veces y le indicó que no le había entendido. Naruto se rió en voz alta.

-Oye, ¿Qué te pasa?- escuchó detrás de él en su mismo idioma. Inmediatamente se volteó.

-Ésta chica se va a casar este fin de semana- dijo un muchacho alto y palido, colocando un paquete de periódicos delante de la muchacha.

-Oh, lo siento- volvió a reír -creí que nadie me entendería-

-Huh- el chico hizo un gesto de desagrado. –¿No sabes que los griegos son celosos?-

-Lo siento amigo- dijo Naruto serio –Solo estoy halagando a tu novia, es muy hermosa enserio-

Aquel chico lo miró sin pestañear y suspiró viendo a la muchacha. Empezó a hablarle en griego y ella empezó a sonrojarse.

-¿Qué se te ofrece?- le preguntó el chico.

-Ah, quería saber si venden diccionarios- le respondió algo incómodo.

-Hay solo del inglés a griego-

-Perfecto- luego de que dijera eso, el chico fue detrás del mostrador a buscar lo que pedía. Mientras, el rubio le sonrió a la muchacha. Ella se sonrojaba tímidamente, el color de su piel era casi anaranjado, parecía un bronceado, pero era su piel natural. Lo comparó con aquel chico pálido, con piel de papel, no parecía griego.

-Okey, por un diccionario pocket son…5 euros- le dijo el chico al volver. La muchacha empezó a teclear en la computadora para hacer la factura. Naruto buscó en sus bolsillos y recordó que no cargaba encima ni un solo euro.

-Em… ¿Puedo pagarlo después?- preguntó, colocando una cara de súplica.

-No money eh?- exclamó el chico irónicamente y se guardó el diccionario en el bolsillo.

-Pero pero…no sé nada del idioma-

El chico lo ignoro y se dirigió a la chica de nuevo, ella asintió y se puso a trabajar en el café. Luego salió del establecimiento.

-Hey! Hey!- gritó Naruto tras él. –Oye! Lo siento, si? No debí meterme con tu novia-

-No te daré el diccionario- exclamó fastidiado.

-Por favor…- Naruto se colocó delante de él y lo detuvo colocando las manos en sus hombros.

-Solo consigue dinero, señor- se estaba cansando, y su paciencia era corta.

-Dame trabajo, ¡es una buena idea!-

-Eso, yo no lo puedo decidir- dijo suspirando, aunque recordaba que faltaba algo de ayuda en el café. –Tienes que hablar con mi tío-

-¡Con tu tío hablaré!- exclamó entusiasmado. –Ah, por cierto, mi nombre es UzumakiNaruto-

-Ah, yo soy UchihaSasuke-

-¡Lo sabía! Sabía que no podías ser griego- Sasuke lo miró sarcástico, ya que su perfil oriental podía ser visto y reconocido desde lejos. Con una mano trato de aligerar el calor que sentía recogiendo su cabello hacia atrás, entonces Naruto se quedó callado.

-¿Qué?- preguntó enojado.

-¡Eres realmente sexy!-

-¡Deja de decirle cosas así a la gente!-

-Oh, es cierto, perdóname por lo de tu prometida- dijo disculpándose.

-Oliasis es mi prima- sentenció empezando a andar hacia la casa de su tío. Naruto se volvía a emocionar.

-¡Si! Tengo una oportunidad- grito saltando a su alrededor.

-Pero ella si se va a casar- dijo Sasuke rompiendo su ilusión.

-Pero, tú no- le dijo. Sasuke no dejó de caminar, sabía que el rubio lo decía en forma de broma, pero su rostro se había sonrojado.

Caminaron sobre las rocas y escaleras hacia la montaña cubierta de casas blancas y techos azules. Se detuvieron en una pequeña hacienda con pisos de porcelana. Entraron y pasaron directamente a la cocina, allí estaba una señora preparando el almuerzo.

-Tía- le llamó Sasuke en griego.

-¡Niño! Pensé que vendrías más tarde- le dijo cuándo se volteó a verlo. Saludándolo con un beso en la mejilla.

-Yo igual, pero éste chico estaba molestando a Oliasis en el café- señalo a Naruto –No tiene dinero, dijo que quiere trabajo-

La señora miró a Naruto de pies a cabeza y entrecerró los ojos.

-Buenas tardes- le dijo.

-Tía, el no entiende el griego- le aviso Sasuke.

-Es japonés, ¿Verdad?- Sasuke asintió tras la pregunta.

-Tu cabello es como el sol- le dijo a Naruto en japonés, tocándole el cabello.

-Gracias, me lo dicen mucho, señora- le dijo Naruto emocionado, quería caerle bien a esa gente, tenía que conseguir ese trabajo.

-Y ojos como el cielo- la señora le estiro la cara bruscamente, Naruto ignoro el dolor y sonrió.

-Mi nombre es UzumakiNaruto, un placer- se presentó tendiéndole la mano. La señora lo abrazó sin avisar, pero él recibió el abrazo con agrado.

-A mí me puedes llamar tía- le dijo.

-Tía- le llamó sonriendo. –Necesito su ayuda-

-Dime Naruto, ¿Por qué no tienes dinero?- le indicó la señora casi regañándolo. Sasuke se cruzó de brazos.

-Soy un viajero pobre- explicó con una carcajada.

-La libertad es la riqueza para un viajero- se oyó en griego desde la puerta de la cocina. Había llegado un señor alto, con la piel naranja igual a la chica del café, también tenía los ojos como ella –Buenas tardes-

-Buenas tardes, tío- respondió la señora y Sasuke. El señor asintió tras el saludo y se sentó en la mesa de la cocina.

La Tía los invitó a todos a sentarse, ya que la comida estaba casi lista. Naruto miró a su alrededor, todo era una cocina aireada, tenía ventanas grandes que daban al mar y a la calle, podía sentir la brisa en su nuca. Estaba pintada de blanco, con algunos mosaicos en las paredes.

-Chico- carraspeó el señor sentado al frente de Naruto. De inmediato lo miró esperando una pregunta –Cuéntame-

Naruto levantó las cejas, tenía que contarle como terminó en ese país sin una moneda, tenía que explicarle porque rayos estaba sentado en la mesa de su cocina siendo un completo extraño.

-Bueno, yo necesito un trabajo y Sasuke…-

-Cuéntame todo, desde el principio- le interrumpió -si no, no entenderé la razón de porque se dice en la calle que mi hija tiene otro pretendiente- le dijo con la voz gruesa. Naruto se le quedó mirando sonriendo.

-Jeje, que rápido corren las palabras aquí- respondió mirando a Sasuke.

-Según escuché- prosiguió –Es un chico japonés, lengua suelta y grosero-

Naruto se quedó en blanco, ya el tío no le daría trabajo.

-Jeje y ya tengo reputación- dijo desalentado, el tío frunció el ceño.

-No trabajarás en mi café- sentenció.

La comida pasó en silenció y con el ambiente colado en tensión. De vez en cuando el tío miraba a Naruto susurrando algo en griego y negando con la cabeza en desaprobación.

Después de ese incomodo incidente, los chicos se despidieron y salieron para bajar la montaña hasta el muelle.

-Soy bueno para convencer a la gente- dijo Naruto serio, su plan no salió como quería.

-Está bien, puedes trabajar en la pesca- le sugirió Sasuke saludando a un pequeño barco que se acercaba a aparcar.

-¡Sasuke!- le gritó un chico sonriente desde la proa. Naruto aún no sabía quién era el chico, pero Sasuke le ayudaría a conseguir el trabajo que necesitaba.

-Hey, ¿por qué me ayudas en esto?- le preguntó

-¿De qué hablas?- le dijo mirándolo

-Te tomas la molestia de acompañarme y de buscarme un trabajo, incluso me almorcé gratis-

-Soy una buena persona, supongo, además debo disculparme de algún modo por la grosería de mi tío- le dijo sin importar mucho

-Oh, gracias entonces- Naruto se alegró tanto que ayudo a atar la soga del barco en el muelle.

-¡Primo!- volvió a gritar el chico bajándose del barco y abrazando a Sasuke fuertemente.

-Basta, no me ahorques, no nos vemos desde apenas ayer- le trató de decir el azabache escondido debajo de los hombros del pescador.

-¡Un día larguísimo!- dijo apretándolo más. De repente vio detrás de su primo a un chico sonriente y con los ojos llenos de brillo. – ¿Quién eres tú?-

Naruto observó al chico y se dio cuenta de que el color de su piel era más clara que los tíos de Sasuke, pero se volvía rosada en su rostro y hombros por el sol.

-UzumakiNaruto, suéltame y dale trabajo- le dijo Sasuke con el último aliento que le quedaba por la fuerza del abrazo.

-Ah, el otro pretendiente de Oliasis- dijo acercándosele tras soltar a Sasuke. Naruto tembló se miedo, ese tipo era grande, podía matarlo con un pellizco.

-¿Cómo te enteraste de eso?- le preguntó Sasuke recordando que lleva todo el día en el mar.

-El vecino del café me mandó un mensaje- dijo sacando su celular.

-No me mates, por favor- exclamó Naruto como un pequeño gatito asustadizo.

-No haré eso- le confirmó riendo. –Un placer, soy primo de Sasuke, Fabio Eutires-

Extendió su mano para saludarlo, y se la apretó con fuerza.

-Eres muy delgado para éste trabajo- le informó doblándole un poco en brazo. Naruto se puso totalmente rojo y le salieron algunas lágrimas –Oh bueno, puedes quitar las escamas de la pesca-

Naruto asintió con su brazo entumecido. Estaba feliz, no era el mejor trabajo del mundo, y era muy desagradable, pero podía conseguir algo de dinero por eso y sobrevivir allí. Miró a Sasuke quién dio un paso hacia atrás al ver que se le acercaba con los brazos abiertos.

-¡Gracias!- le dijo estrujándolo por el cuello.

-De nada, de nada, ahora suéltame antes de que esto se convierta en un abrazo grupal- le dijo empujándolo, pero Fabio ya los había agarrado a los dos en un abrazo majestuoso.

Durante la tarde, Naruto se pasó en día quitando las escamas de la piel de los peces en la pescadería cerca del café, hasta que se hiso de noche, entonces Fabio le pagó con unos cincuenta euros. No podía estar más feliz, había tenido mucha suerte.

Cuando terminó, se paseó por la calle iluminada ligeramente por los faros a la orilla de la calle, y se metió en el café.

-Buenas noches- dijo en griego a Oliasis, recordando algunas palabras básicas que le enseñó Fabio en el trabajo. Buscó con la mirada a Sasuke y lo encontró limpiando las mesas cerca de la ventana.

-Ya estamos cerrando- le avisó limpiándose las manos.

-Vengo por mi diccionario- le dijo orgulloso tendiéndole cinco euros. Sasuke sonrió y se sacó en diccionario del bolsillo para dárselo.

-Vamos al vecino del café- le ofreció.

-Es muy de noche, no me gusta molestar a tus vecinos a esta hora- dijo Naruto rascándose la nuca, entonces Sasuke soltó una carcajada.

-Es un bar, queda aquí al lado- le informó. Naruto se rió también.

-Oh, bueno, ahí si me gustaría ir a molestar- dijo sonriéndole. Quería pasar tiempo con la persona que se volvió su amigo a las pocas horas que había llegado a ese nuevo mundo, además no podía negar que le gustaba, era demasiado lindo.

Al momento cerraron el café y Sasuke acompaño a Oliasis a la casa de sus tíos, luego se fueron ambos hacia el bar. Naruto se había sorprendido mucho por el lugar al que había llegado, era pequeño, pero perfecto, las personas eran amables, todo el día olía el mar, y también aprendió a no decir lo que sea cuando sea, ya que puede meter en problemas con la familia de una novia.

En el bar estaba Fabio bebiendo con unos amigos y se alegró mucho al verlos llegar, les ofreció acompañarlos y les pidió dos cervezas muy frías.

-Mira Carlos- le dijo en griego a uno de sus amigos. –Éste chico era el que te quería robar la novia-

Todos rieron y miraron a Naruto, flaco y escuálido. El rubio asintió sin entender lo que decían, pero ninguno le dio importancia, sabían que eran chismes de señoras aburridas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Hace unos día se me rompió el pen drive donde tenía tres fics adelantadicimos (Grecia que inicialmente era Destinos, La condción de Nero que era de humor y Follow me de suspenso) Voy a tratar de volver a comensarlos.

 

T-T si lloré cuado pasó


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