Lo siento
Gomen ne
I´m sorry!
De verdad lamento no haber actualizado antes pero –sé que sonara repetitivo- mi computadora murió y apenas la semana pasada me compraron otra, por suerte este capítulo se salvó gracias a que lo tenía en una memoria (suerte que no corrieron mis otros archivos, incluso perdí una novela para un concurso).
Espero que les guste y no me odien tanto; intentare seguir escribiendo a veces me faltan ánimos…
Dagur: mi señora su ejército está listo.
-Bien, hora de invadir reinos. Nos vemos…
Bruce se pellizco en puente de la nariz cansado, aun no aceptaba del todo la existencia de Ann ¿y resultaba que había otro? ¿Qué pena estaba pagando?
Ninguno se atrevía a hablar, la tensión en el aire les cerró las gargantas. El celular de Curt sonó estridentemente asustando a todos, lo saco y vio que era un mensaje de un número desconocido; curioso lo abrió y se encontró con algo desconcertante.
“Dos semanas, Wayne Enterprise 2:00 P.M.”
**
Mientras tanto tres hermanos que compartían el tono de ojos, piel y cabello –a excepción de la chica que tenía partes verdes en el – cenaban tranquilamente pero había un asuntito que tenían que discutir.
-¿Entonces les dirás sobre nosotros? –pregunto un pequeño antes de meterse una cucharada de puré de papa a la boca.
-Si –suspiro limpiando delicadamente su boca – creo que debí esperar un poco más pero no pensé que estaríamos tan atareados.
-Bueno lo hecho, hecho esta ya veremos cómo nos va.
-Esto va a ser taaan raro, no sé porque lo hiciste Annie –reclamo el más pequeño a su hermana. –Ellos JAMAS ocuparan el lugar de papá y mamá.
-Lo se Matt, nunca dije que lo harían y tampoco lo aceptaría; pero necesito de ellos como guaruras para ustedes.
-Pero… -ahora era Terry quien discrepaba con la chica de cabello bicolor.
-Entiendan, tengo enemigos poderosos que darían lo que fuera por acabarme o en el peor de los casos a ustedes, y mis aliados son pocos… por eso necesito del Bat-clan, necesito que los cuiden mientras yo arreglo mis “asuntos pendientes”.
-Podemos cuidarnos solos –protesto el menor.
-No necesitamos de niñeras.
-¿Tengo que recordarte lo que sucedió hoy, Terry? ¿o que Matt está en un colegio que más bien parece reclusorio debido a la seguridad? –a cada palabra iba apretando cada vez más el cuchillo que tenía en la mano. – ¿O que no podemos salir a la calle sin pensar “¿quién y cómo me atacara esta vez?”
-Pero…
-Nada. ¿Qué no entienden que son lo único que tengo? ¿Qué si algo les pasa no me lo perdonare nunca?
Los chicos se miraron culpablemente cuando Ann salió de la estancia dando un fuerte portazo, sabían que se preocupaba mucho por ellos pero no creían que fuera necesario llegar a ese extremo, por favor ¿el bat-clan como guardaespaldas? ¿Qué le hacía pensar que aceptarían?
“Concéntrate, siente como la sangre fluye a través de tus venas, solo escucha tu respiración. Olvida todas las preocupaciones… ja claro como si eso si pudiera hacerlo”
Ann caminaba frenéticamente de un lado a otro buscando calmarse, intento con un ejercicio que tiempo atrás uno de sus maestros le enseñara pero era inútil seguía alterada. ¿Es que sus hermanos no entendían la situación? Estaban en constante peligro y conseguir guardaespaldas leales era bastante difícil, de lo contrario jamás hubiera recurrido a buscar a su padre biológico, sin él sus vidas iban de maravilla.
Suspirando se tiró boca abajo en la amplia cama que había en la habitación.
“Tonto Terry, ¿por qué no puede entender la situación? Comprendo que no quiera involucrarse con esas personas pero es nuestra única opción por lo menos para protegerlos”
-En lo que yo arreglo las cosas –murmuro sacando y apretando la navaja que guardaba bajo su almohada. Camino hasta el tocador que había y se posó frente al espejo. –Con un simple tajo a la yugular –puso el arma sobre el punto mencionado-, HAHAHA y todo se acaba HAHAHA. –Apretó con más fuerza haciéndose un ligero corte, sus ojos se empezaron a oscurecer mientras una macabra sonrisa aparecía en el níveo rostro. –No… les prometí que ya no… -las facciones cambiaron a unas tristes cuando soltó el arma que cayó al suelo con un ruido sordo. –Tengo que hacer las cosas bien. –Suspiro. –Mañana iré con el psiquiatra a que me cambie la dosis, otra vez. Maldita sea lo que me heredo ese bufón pintarrajeado.
Saco una pequeña botella transparente de un cajón y un pedacito de algodón. Puso un poco de alcohol sobre la herida para desinfectarla y retirar la sangre, después abrió una cajita de madera que tenía sobre el tocador y saco un bello collar multicolor.
“Nunca reemplazaran a mis padres, pero los necesito”
-Annie… Annie… -a cada golpe mencionaba su nombre pero no había ninguna respuesta. –Annie ábreme por favor.
-¿Max ya se acostó? –pregunto cansada.
-Sí.
-Entonces vete Terry.
-No hasta que hablemos. –Se recargo de espaldas contra la puerta sin saber que adentro su hermana hacia lo mismo. Ambos se clavaron las uñas en las palmas para evitar golpear algo o abrir la puerta.
-No hay de qué hablar, mañana tenemos una junta muy importante vete a dormir.
-Annelice deja de actuar como niña chiquita y abre la maldita puerta –gruño apretando los puños. –Mira sé que quieres protegernos pero no nos parece lo más correcto, nosotros mismos podemos defendernos sin necesidad de nadie más.
-¿Por cuánto tiempo Terrence? ¿en qué momento nuestras fuerzas no serán suficientes?... ¿qué haremos si dañan a Max? Prometimos cuidarlo, hacer que fuera feliz, ¿no deberíamos hacer todo lo posible para lograrlo?
-Si –respondió bajando la cabeza, su hermana tenía razón.
-Si no quieres que le pida ayuda a él y tienes otras opciones me encantaría escucharlas.
-Estaba investigando y al parecer no tenemos dos hermanos más sino tres –la pequeña Coraline miraba atenta la pantalla de su laptop. –Unos gemelos y un chico de mi edad.
-Yo también investigue porque el chico me parecía conocido… es quien me gano el torneo nacional de química hace tres años.
-¿Y eso que tiene de importante Tim?
-Nada, solo que es un genio reconocido, Jason.
-Volvemos a lo mismo, ¿eso nos sirve para?
-¿Entonces tú la conoces? –pregunto a la joven del otro lado de la pantalla.
-Me parece que un par de veces nos hemos topado durante las misiones… creo que se hace llamar “Arlequín de Cristal”… ¿por qué lo preguntas Dami?
-Veras Cass… es que… -no quería decirle por chat el descubrimiento que habían hecho pero tarde o temprano se iba a enterar. –Hace unos días –una nueva llamada apareció en la pantalla… –espera un minuto. ¿Qué quieres Victor? –pregunto al chico de brillantes ojos verdes después de poner “en espera” a su hermana mayor.
-¿Cómo que “que”? ¡hablar contigo!
-Ahora no tengo tiempo –y le corto.
-¿Ya?
-Si Cass.
-¿Quién era?
-… alguien. ¿Entonces si la conoces?
Mientras los hermanos Wayne conversaban un guapo chico castaño tenía una cara de completo asombro.
-What the hell? Hoy está más borde que nunca… a veces no sé porque te quiero tanto Damian.