Echamos de menos a appa Kyu
Siwon lleva más de una hora dando vueltas en el salón. Suho, cansado y mareado de ver como su appa recorría un pequeño trecho frente al televisor para después dar la vuelta y repetir el trayecto en sentido contrario, decidió irse a dormir, dedicándole un escueto buenas noches que su appa le correspondió con un besito en la frente cuando le arropó en su cama.
Siwon regresó al salón y empezó de nuevo con su desesperante paseíto frente al televisor, lanzando miradas nerviosas al reloj del reproductor de DVD, viendo cómo éste avanzaba lentamente, añadiendo minutos y horas a sus anaranjados y brillantes números, creando en él un nerviosismo y ansiedad como hacía años que no sentía.
Cuando Kyuhyun entró en casa, lo primero que sintió, antes incluso de que el mayor llegara hasta él para envolverle en un cálido y fuerte abrazo, fue el olor del tabaco.
-¿Hyung, has fumado? -le reprochó separándose un poco de su cuerpo, viendo cómo el mayor todavía sostenía el cigarrillo encendido entre sus dedos-. Lo habías dejado hace mucho, ¿porqué empiezas otra vez? -preguntó molesto. A Siwon le había costado mucho dejar de fumar y ahora de repente le encontraba de nuevo con el cigarrillo en la mano.
-Es tu culpa -le regañó-. ¿Porqué vienes tan tarde? Estaba preocupado...
-Ya te dije que estos días regresaré más tarde de la oficina -le recordó empezando a descalzarse mirando hacia el suelo, tratando de esconder el leve rubor de sus mejillas ante las palabras del mayor. No se esperaba que Siwon se preocupara hasta el punto de necesitar sus cigarrillos para soportar la espera.
-Ya, pero me dijiste que vendrías algo tarde, no tan tarde -especificó Siwon.
-Bueno, pues voy a estar varios días llegando "tan" tarde -explicó el menor poniendo énfasis en la palabra.
-¿Cuantos días? -cuestionó Siwon.
-No sé hyung... -respondió Kyuhyun entrando en el piso con Siwon detrás de él-. Hasta que finalicemos con el nuevo proyecto...
-¿Y cuando será eso?
-Dos semanas... Puede que tres... -contestó el menor quitándose la chaqueta en dirección a la habitación-. ¿A qué viene este interrogatorio? -preguntó-. ¿Qué te crees? ¿Que tengo un amante? -bromeó.
-¡Yah! -exclamó el mayor-. No digas eso ni en broma.
Kyuhyun rió divertido y se dio la vuelta para dejar un besito en los labios del mayor, disculpándose por el pequeño chiste que tan mal parecía haberle sentado. Sin embargo torció sus labios en una mueca de desagrado cuando se separó de él.
-Wonnie apaga eso -le pidió lanzando una mirada de reproche al cigarrillo que aún humeaba entre sus dedos-. Sabes que no me gusta y menos con Suho en casa.
-Está bien -aceptó Siwon.
Se acercó al baño, dándole una última calada antes de tirarlo al váter, oyendo el crepitar de la pequeña colilla al apagarse. Se lavó los dientes, otra vez, antes de salir, sabía que Kyuhyun odiaba el sabor del tabaco.
-¿Tan rápido te acuestas? -preguntó al ver al menor ya metido en la cama-. ¿Ni siquiera me esperas después de que me he pasado más de dos horas esperándote? -bromeó acercándose a la cama.
-Estoy muerto, hyung -confesó el menor acercándose al cuerpo de Siwon cuando le sintió meterse en la cama.
-Descansa ahora -respondió el mayor pasando un brazo por su cintura, apegándolo a él.
Kyuhyun sonrió al sentir el cariñoso deseo del mayor y se estiró un poquito para alcanzar sus labios y darle un piquito.
-Sabes a menta -comentó, él había estado esperando sentir de nuevo el sabor de la nicotina y el cigarrillo en sus labios.
-Pasta de dientes -respondió Siwon con una sonrisa.
Kyuhyun rió divertido, Siwon había tenido en cuenta su disgusto hacia aquel vicio y se había lavado los dientes por él.
Se estiró otra vez y le ofreció al mayor un profundo beso en agradecimiento. Siwon correspondió encantado.
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Siwon frunció el cejo molesto antes incluso de abrir los ojos. Su cama estaba vacía, no había peso ni presión a su lado. Las sábanas estaban frías bajo sus brazos. Y sus piernas estaban desagradablemente desenredadas. Llevaba más de dos semanas despertando de ese modo. Sólo en la cama, sin Kyuhyun a su lado y aquello le molestaba. El menor tenía mucho trabajo esos días y se veía obligado a marcharse antes y a regresar más tarde, haciendo que su tiempo juntos se redujera notablemente.
Resopló disgustado.
-¿Te he despertado?
La voz de Kyuhyun al lado izquierdo de la cama, le obligó a abrir los ojos y dirigir rápido su mirada hacia el lugar.
-Perdona -se disculpó el menor parado frente al armario, con su camisa del pijama entre las manos.
Siwon negó, dándole a entender que no pasaba nada, que no le había despertado él.
-Puedes seguir durmiendo -comentó Kyuhyun agarrando el despertador de su mesita para observar la hora-. Es temprano todavía -informó dejando el reloj en su sitio y volteando al armario.
Siwon observó la espalda desnuda del chico mientras éste se desvestía. En cualquier otro momento, aquella visión le habría provocado un deseo bastante difícil de aplacar sino fuera por el mismo chico que lo había provocado, sin embargo, esta vez, la preocupación se instaló en su pecho.
Se levantó de la cama silenciosamente y llegó hasta el menor para posar sus manos en sus caderas, sintiendo los huesos de su pelvis marcados. Kyuhyun dio un respingo sorprendido cuando sintió aquellas manos empezar a subir por sus costados, haciéndole cosquillas suaves al llegar a las costillas.
-Hyung, no tengo tiempo hoy -se disculpó el chico. No era la primera vez que su hyung se despertaba calenturiento y normalmente él correspondía, no es como si fuese a negarse cuando el mayor le pedía cariño, pero hoy no tenía tiempo.
-Estás más delgado -sentenció el mayor, descolocando un momento al chico, pues no se esperaba aquellas palabras-. No estás comiendo bien, ¿a que no? -preguntó.
-No... bueno... Sí como... -trató de explicarse. Sí comía, pero claro, yendo todo el día de un lado a otro de la oficina tan ajetreado, había algunas veces que terminaba saltándose alguna comida.
-Tienes que alimentarte bien -le regañó el mayor haciendo caso omiso a sus palabras-, o enfermarás.
-Estoy bien -aseguró el menor dándose la vuelta entre sus brazos para dejarle un suave beso en los labios, tratando de aliviar su preocupación.
Siwon torció el gesto nada convencido, pero decidió no insistir más por el momento, se dedicaría a vigilarlo cuidadosamente y a hacerle comer cuando tocaba.
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Siwon, por primera mañana en muchas, despertó con una sonrisa en sus labios. La noche anterior, se había acostado tras una llamada del menor, pidiéndole que se fuese a dormir sin él porque no sabía a qué hora regresaría y, aunque le había costado horrores convencerlo, al final él había accedido, estando más de dos horas en la cama sin poder dormir hasta que finalmente el sueño y el cansancio terminaron venciéndolo.
Pero hoy, por primera vez en algo más de tres semanas, despertaba contento y feliz. No sabía que hora era, pero suponía que era bastante pronto y eso le alegraba también, incluso cuando la noche anterior tardó tanto en dormirse. Sentía el colchón a su lado hundido por el peso de alguien más. Sentía el aliento del menor golpear pausada y acompasadamente contra la piel de su cuello. Sus piernas estaban entrelazadas con las del chico. Y sus brazos se hallaban ocupados rodeando el delgado cuerpo del amor de su vida.
Abrió los ojos despacio, queriendo saborear el momento. Agachó ligeramente la mirada y allí le vio. El rostro apacible de Kyuhyun recostado junto a su cuello, con el pelo revuelto y los labios entreabiertos, dejando escapar su profunda y rítmica respiración. Se encogió un poco y le dio un beso en la coronilla, sonriendo complacido de tenerle así.
Sin embargo, hubo algo que le molestó un poco, unas profundas marcas oscuras se instalaban bajo los párpados de su chico, mostrando el cansancio de éste. Desenrolló un brazo de la jaula que había creado alrededor del chico y la paseó con gentileza por el costado de su cuerpo, sintiendo bajo su mano como se marcaban las costillas del chico y los huesos de sus caderas. Incluso sus pómulos parecían sobresalir un poco más.
Chasqueó la lengua enfadado. Iba a hacerle una visita nada agradable al jefe de Kyuhyun. ¿Quién se creía para hacerle trabajar tanto causándole ese agotamiento? ¿Es que no sabía que estaba empezando a afectar a su salud?
Kyuhyun se removió un poco en la cama al oírle. Y él se quedó inmóvil, tratando de no despertarle, sólo le faltaba que lo despertaran antes de que fuese la hora...
Cuando el menor se reacomodó en su posición y volvió a respirar pesadamente, Siwon elevó un poco su cabeza, mirando hacia el despertador de la mesita de Kyuhyun. Abrió los ojos sorprendido al ver la hora en él. Eran ya las ocho. ¿Cómo no había sonado el despertador todavía? Kyuhyun debería estar ya en la oficina...
-Kyu... Hyunnie... -le llamó con cuidado. Odiaba tener que despertarle ahora que se veía tan cansado, pero sabía que no podía no avisarle-. Despierta, es tarde...
Kyuhyun se revolvió en la cama y abrió los ojos, parpadeando repetidas veces para acostumbrarse a la luz de la mañana que se filtraba por las cortinas del cuarto.
-Kyu... Son las ocho -le informó.
Kyuhyun parpadeó dos veces y continuó mirándole.
-Hyunnie... Llegas tarde -trató de explicarle al verle un poco espeso.
Kyuhyun negó y se dejó caer de nuevo en la cama, recostando su cabeza contra la almohada y escondiendo su nariz en el cuello del mayor a la vez que intentaba pegarse más a él.
-¿No vas a trabajar? -preguntó Siwon confundido.
-Terminamos el proyecto ayer -explicó el menor con la voz ronca y los ojos cerrados-. Me han dado el día libre.
Siwon formó una "o" con su boca sorprendido.
-¿Y porqué no me habías dicho nada? -cuestionó.
-Estabas dormido cuando llegué, Wonnie... -apuntó el menor.
Sí, claro, aquello era cierto.
-Siento haberte despertado -se disculpó al darse cuenta que había interrumpido su sueño en su día libre.
Kyuhyun negó y se apretó contra él en busca de un abrazo. Siwon sonrió y se agachó un poquito para darle un beso en la coronilla.
-Echaba de menos esto -confesó.
-¿Mm? -preguntó el menor.
-Despertarme así contigo.
Siwon sintió al menor sonreír contra la piel de su hombro, acto seguido le dejó un suave beso en el lugar.
Permanecieron largos minutos en la habitación abrazados el uno al otro, brindándose suaves caricias y mimos cariñosos, hasta que la alarma del teléfono del mayor sonó.
Siwon retiró un brazo y agarró el teléfono para detener el estridente sonido y dejarlo caer en la cama sin ningún tipo de cuidado, regresando su brazo a su posición inicial.
-¿No te levantas? -preguntó extrañado el menor, mirando hacia arriba para encontrar sus ojos.
-No -negó Siwon-. Hoy me voy a tomar también el día libre.
Kyuhyun parpadeó sorprendido unos segundos.
-Tengo que prepararte un desayuno como Dios manda -sentenció-, te estás quedando en los huesos.
Kyuhyun sonrió conmovido por la preocupación impresa en sus palabras y se estiró un poco para dejarle un besito en sus labios, agradeciéndole.
-¿Y Suho? -preguntó Kyuhyun.
-También haré un desayuno como Dios manda para él -respondió el mayor-. Será feliz.
Kyuhyun rió. Sí, el chiquitín iba a ser feliz ante la tremenda comilona que Siwon parecía tener planeada.
-Me refiero a que hay que llevarle a clase, si no te levantas ya, llegareis tarde.
Siwon le miró unos segundos antes de responder:
-Llamaré a la escuela, hoy Suho está enfermo.
-¡¿Está enfermo?! -se asustó el menor incorporándose de golpe.
Siwon le agarró de la cintura al ver las intenciones del menor de salir de la cama para ir a ver al pequeño.
-No está enfermo -aseguró ante su mirada asustada-. Pero eso es lo que voy a decir en la escuela.
Kyuhyun le miró confuso.
-Vamos a dejar que Suho pase el día en casa -le pidió-. Echa de menos a appa Kyu. Y le debemos tres domingos de películas y palomitas.
Kyuhyun asimiló sus palabras unos segundos antes de comprender su significado y darse cuenta de que el pequeño nunca había estado enfermo realmente. Rió divertido por las palabras del mayor, tumbándose de nuevo en la cama.
-¿Quemarás palomitas otra vez? -preguntó con una sonrisa.
-No las quemaré -aseguró Siwon-, porque ni me voy a acercar al microondas.
Kyuhyun se echó a reír. Siwon sonrió divertido, antes de ponerse en pie e inclinarse en la cama para darle un beso en la frente.
-Sigue durmiendo mientras yo preparo el desayuno.
Kyuhyun asintió y Siwon estiró una mano, acariciando su mejilla suavemente, rozando con su pulgar cuidadosamente la sombra oscura bajo el ojo izquierdo del menor. Kyuhyun ladeó un poco la cabeza, aceptando gustosamente la caricia y estiró sus brazos pidiéndole silenciosamente a Siwon que se inclinara más. Cuando éste lo hizo, colocó sus manos en su nuca y lo atrajo hacia él para juntarlo a sus labios, sintiendo cómo el mayor colocaba sus brazos en la cama a sus lados, sujetando su peso para no chafarle mientras le correspondía al tierno beso.
El sonido de la puerta al abrirse les obligó a separarse viendo al pequeño Suho despeinado, en pijama y pantuflas entrar como una exhalación al cuarto.
-¡Appa es tarde! -exclamó el niño al ver a Siwon parado de pie junto a la cama.
-Suho -le llamó Kyuhyun sentándose en la cama.
-¡Appa! -exclamó el niño asombrado de ver a appa Kyu en casa.
Kyuhyun extendió sus brazos y Suho llegó corriendo a la cama lanzándose a los brazos de su appa. Hacía ya muchos días que apenas veía a appa Kyu. A veces sólo lograba verlo por la noche, justo cuando debía irse a dormir y le había echado mucho de menos. Pero como appa Won le había explicado que estaba muy ocupado, no quiso ser un niño caprichoso molestando a Kyuhyun cada vez que, cuando éste llegaba a casa, le mandaba a dormir.
Se apretó con fuerza contra el pecho del su appa y resguardó su rostro en él. Kyuhyun le devolvió el abrazo con una sonrisa en sus labios hasta que sintió humedad bañar su camiseta.
-Suho -le llamó apartándose un poquito para mirarle-. ¿Estás llorando? -preguntó sorprendido.
El niño negó, escondiéndose todavía en su pecho y agarrándose fuerte de la camiseta del pijama de appa Kyu. Cuando Kyuhyun sintió el cuerpo del niño temblar ante los sollozos e hipidos contenidos, se preocupó muchísimo.
-Suho, pequeño, ¿qué pasa?, ¿qué tienes?, ¿te duele algo? -preguntó asustado.
El niño negó otra vez y se abrazó con fuerza a su cuerpo. Kyuhyun le apretó contra él, tratando de calmarlo, y dirigió una mirada completamente asustada y preocupada al mayor, que les sonreía enternecido por la escena.
-Te he dicho que te echaba de meno -le recordó el mayor acercándose a la cama para darle un beso en la coronilla al pequeño.
Kyuhyun parpadeó varias veces antes de entender aquellas palabras. ¿Lloraba el pequeño porque le había extrañado?
-Suho -le llamó-. ¿Qué te parece si hoy no vas a clase y nos pasamos todo el día juntos? -le propuso.
El pequeño se separó del cuerpo de su appa y alzó la cabeza para mirarle a los ojos, con el rostro completamente surcado de lágrimas.
-¿De... De verdad? -preguntó.
Kyuhyun asintió, acariciando la carita del pequeño, limpiando los rastros de lágrimas de sus mejillas.
-Todo el día -le prometió.
El niño asintió inmensamente feliz de tener a su appa todo un día para él y se apegó de nuevo a su pecho buscando un abrazo.
Kyuhyun sonrió ante la ternura del pequeño y le devolvió el abrazo con cariño.
Siwon sonreía ante la preciosa escena que se desarrollaba frente a sus ojos. Las dos personas que más quería en este mundo, se abrazaban entre lágrimas porque se habían extrañado demasiado la una a la otra, demostrándose así el cariño y profundo amor que se profesaban.
Kyuhyun alzó la vista al sentirse observado y Siwon logró divisar la solitaria lágrima que recorría su mejilla. Se acercó a él y la limpió con su pulgar, viendo como Kyuhyun correspondía a la caricia ladeando un poco la cabeza. Siwon se inclinó y Kyuhyun estiró un poco el cuello. Sus labios se juntaron, moviéndose pausadamente el uno sobre el otro, destilando amor, ternura, cariño y afecto. Sentimientos que se combinaban en aquella habitación, en ese instante, envolviéndolos en su pequeña nube de felicidad, en su pequeño mundo particular que sólo podía verse interrumpido por el chiquitín que se aferraba con fuerza al cuerpo de su appa, chiquitín que no tenía ninguna intención de interrumpirles en aquel momento, pues sabía que appa Won, había echado de menos a appa Kyu tanto o inclu