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Lo que Haga Falta por jotaceh

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Notas del capitulo:

Saen oo!!

 

Hola!!!!!

Bueno, aquí les traigo el capítulo 17... espero que les guste... =)

 

CAPITULO XVII: El gozo del dolor.

 

El cuarto es frío y sucio, el piso es de tierra y las paredes de un concreto viejo y enmohecido. Todo parece lúgubre y aterrador cuando no hay aunque sea una pequeña luz cerca. La oscuridad de aquel lugar demuestra perfectamente lo que sucede en el interior de Fernán, quien aterrado se encuentra tendido en el suelo, tiritando por el frío de la noche. Lloró sin control los dos primeros días, deshaciéndose en llanto, mientras su cuerpo sufría los estragos del ayuno. Ya el tercer día no tenía fuerzas ni siquiera para levantarse y ahora, al terminar la cuarta jornada no existe diferencia entre la tierra del suelo y él, convirtiéndose casi en parte de aquel desolador lugar. Francisco lo dejó en aquel lugar sin siquiera tocar su cuerpo ni ofrecerle algún maniático sermón de secuestrador, sólo atinó a encerrarlo tras aquella poderosa puerta de hierro que lo separa de la libertad. Lo ha sentido venir cada mañana para corroborar si aún sigue allí, pero habiendo observado su presencia, se marcha, de la misma forma en que lo dejó el primer día. Todo es muy extraño, pensó que un hombre despechado cometería horrores, pero esta vez no fue así. Imaginó siendo violado o torturado de la peor manera, pero nada ha sucedido, aun cuando aquella soledad y el silencio le hayan trastocado. Nunca se había sentido tan desvalido, ni siquiera cuando tuvo que marcharse de casa, al enterarse su padre sobre su homosexualidad. ¿Uno de estos días Francisco le agredirá? Es una de las intrigas que rondan su cabeza, y casi esperando que suceda transcurren los días, sin siquiera ver el rostro de su captor. - ¡Dame la cara cobarde! Me has tenido días aquí encerrado y no me has dicho nada… ¿Qué clase de juego cruel estás haciendo?- Fernán le grita a Francisco cuando escucha sus pasos afuera de su improvisada celda, está volviéndose loco por no escuchar una explicación para el tormento que vive. Se ha dado cuenta que prefiere verle la cara al desgraciado que le ha raptado, a seguir sintiéndolo como un insistente fantasma.

 

-¡¡No me sigas eludiendo!! Desde que saliste con ese pobretón has intentado esquivarme de todas las formas posibles, aun cuando vivimos bajo el mismo techo, pero ya basta... Quiero que seas honesto y me digas qué significa aquel beso que vi.- Guillermo jala a su primo por el brazo al verlo salir de su cuarto. Han pasado cuatro días de agonía, en donde el mayor de los primos no ha podido pensar en nada que no sea Antonio y su posible amorío con Jaime. Tan sólo pensar que estén juntos le revuelve el estómago, ya que no hay nadie más que pueda hacer feliz a su amado que no sea él. Por mucho que él sea el principal causante de las penurias de su primo, no permitirá que nadie más le toque, porque es de su pertenencia. Teniéndolo sujeto, lo mira fijamente a los ojos para intimidarle y hacerle responder. –Suéltame imbécil… ¿Quién te crees? Allá abajo está la mujerzuela que te dará un hijo, dedícate a ella y déjame en paz… Pensé que sería una buena idea verlos sufrir en mi propia casa, pero ahora me doy cuenta que sólo son un estorbo… Espero que muy luego se marchen como la basura que son…- Sin aplacar su altivez, Antonio le responde fuertemente aun cuando el muchacho podría dejarle tendido en el suelo con un solo golpe. No le tiene miedo a un debilucho que no fue capaz de luchar por su amor y que ahora le regala aquella patética escena de celos. Guillermo no soporta verlo así, como una serpiente venenosa y vengativa, por lo que tratando de recordar a aquel muchacho tierno, lo abraza fuertemente, intentando sentir el calor de su cuerpo y el aroma de su piel. –Lo siento… Me siento fatal por haberte convertido en esto… Fui un cretino, porque siempre supe que me amabas y aun así no te fui sincero, no podía perderte ya que eras la persona que me mantenía con vida, que se preocupaba de mí como si hubieses sido mi padre. Amaba  Daniela, porque no la había podido tener, sentía un fuerte sentimiento hacia ella debido a la forma tan traumática en que nos separamos… pero al final no había sido amor, sólo un bello recuerdo… ¿Cómo no podía enamorarme del ser que más amor me ha entregado en este mundo? Fui un egoísta al pensar siempre en mí, y ahora que pude darme cuenta que te amo… No puede tenerte… Fui un cretino y por eso ahora te has convertido en esto… pero no puedo permitir que estés con otro hombre que no sea yo… Por favor no lo hagas, no sigas con Jaime… te lo suplico…- Guillermo le susurra a Antonio al oído, mientras intenta sentirle en toda su majestuosidad, intentando regresar a aquel corto momento de tiempo en que lograron vivir libremente su amor, pero es su primo quien logra regresarlo a la tierra. Enfadado por las palabras que acaba de escuchar, el menor de los chicos utiliza toda la fuerza que puede reunir y empujando a Guillermo logra zafarse. Se siente asqueado por la petición egoísta que le acaba de proponer, cada vez le defrauda más. –Si sabes que me has hecho daño, entonces ¿cómo eres capaz de pedirme tal estupidez? No puedo creer que me haya enamorado de ti tan ciegamente, pero agradezco al destino el haber despertado de aquel sueño y darme cuenta cómo eres realmente… ¿Siempre pensaste que era débil y sumiso verdad? Pues estabas muy equivocado, soy capaz de cosas que ni siquiera te imaginas…- La mirada de Antonio se llena de odio y mirando fijamente a su acompañante, pronuncia aquellas certeras palabras, que como dagas atraviesan su alma. –No, tú no eres así… Date cuenta que no eres más que un pobre ángel sumido por la tristeza y el abandono. Quizás nunca me di cuenta que te amaba, pero sí puedo decir que te conozco como la palma de mi mano y sé que no eres un demonio como tu madre… No te equivoques, sólo te sientes perdido… nada más que eso… ¿No sé lo que puedes ser capaz de hacer?... Lanzaste a Magdalena por las escaleras, pero sabías que no moriría… Atropellaste a Daniela, pero te sentiste aliviado cuando supiste que no había muerto… La chantajeaste para que me dejara, pero sólo jugaste como un niño consentido… No eres capaz de dañar a nadie tan seriamente, porque sabes que nunca te podrías perdonar a ti mismo… Ahora estás con Jaime porque sientes que a su lado podrías ser mejor persona, alejándote de mí… pero sé perfectamente que jamás podrás dejar de amarme, aun cuando consigas a miles de hombres… Estamos unidos por algo mucho más fuerte que tu odio… Ten esto presente cada día de tu vida…- Y diciendo estas palabras, Guillermo se marcha dejando impávido a Antonio. No puede creer todas aquellas palabras que ha pronunciado. Nunca había visto tanta convicción en sus ojos, produciendo un fuerte sismo en su corazón. Un escalofrío avanza por su cuerpo desde la punta de los pies hasta su cabello, dándose cuenta el poder que tiene su primo sobre él. ¿Lo conoce tan bien que su presagio le hace temer de aquella manera? ¿Entonces significa que jamás podrá olvidarlo? Lejos de mejorar, se siente aún más confuso, ya no sabe cómo seguir con su devastada vida. 

 

Estrangulando a Fernán, Francisco decide acercársele por fin tras tantos días de silencio agónico. -¿Quieres saber la razón por la cual estás aquí? Pues bien, si tanto insistes te contaré toda la verdad… ¿Acaso crees que podría enamorarme de alguien tan asqueroso como tú? No… nunca he sido maricón y jamás lo seré… ¿Cómo podría sentir algo por un ser tan despreciablemente enfermo como tú? Desde pequeño me diste asco y por eso hice lo que hice, pero aun sabiendo cómo era… ¿Creíste tantas mentiras sobre un amor de infancia?... Me das pena maricón… Acostarme contigo fue la cúspide de todo este sacrificio, ¿sabes cuantas veces tuve que aguantar las arcadas que me producía tocar tu cuerpo? Y aun así, aun cuando un macho como yo se fijó en ti decidiste quedarte con aquel patético viejo… Todos mis planes se fueron a la basura cuando te quedaste al lado de Horacio y por eso tuve que cambiar de planes… Por eso estás ahora acá, porque necesito atraer a tu amante… La mujer a quien amo me ha dado todo, gracias a ella soy quien ves ahora y por ella hago todo este sacrificio… ¿Todo lo que sucedió es para dañarte a ti? No maricón… es para dañar al Palmer… él es el verdadero objetivo… ¿Complacido? Ahora sigue en este lugar, consumiéndote poco a poco… Si mueres, hasta mejor sería… Un gay menos en este mundo es algo que debería festejar…- Fernán escucha todo esto mientras siente como el aire se le agota y las manos de Francisco aprietan cada vez más fuerte su cuello. Luego de aquel parlamento, el secuestrador decide lanzarlo fuertemente contra el suelo, como si se tratase de un trasto viejo, produciendo un sonido seco que genera eco en aquella vieja habitación de concreto. Luego de sentir el fuerte rechinido que produce la puerta al cerrarse, comienza a meditar cada palabra que acaba de escuchar. No puede dar crédito a que todo lo vivido con él, aquel apasionante idilio, haya sido una mentira, parte de un macabro plan para destruir a Horacio, pero la mirada de asco en los ojos de su captor le hace entender que todo es verdad. Su amado está en peligro y de caer en la trampa, quizás todo cambie para siempre, pero ¿quién es la mujer que está detrás de todo este plan? No debe pensar mucho para llegar a una respuesta.

 

El sonido de dos copas brindar con champaña resuena en aquella elegante habitación de hotel. Estela mira fijamente los ojos de Francisco mientras bebe el licor, como dice la tradición. Luego de ello, ambos se acuestan en uno de los bordes de aquella amplia cama, cubierta con finas sabanas y adornada con pétalos de rosas rojas. –Por fin conoceré el sabor de tu piel, he esperado por este momento muchos años… Eres la mujer que me ha hecho revivir, quien me ha demostrado que puedo llegar alto, siempre a tu lado siendo tu más fiel colega. Te he demostrado que soy capaz de todo con tal de complacerte, sólo debes pedirme… que yo siempre acataré…- Francisco pronuncia estas palabras mientras acaricia pacientemente el dorso de la mano de Estela, haciendo alusión al sacrificio que ha hecho con Fernán, sólo para realizar el plan que ella misma ha creado. No contenta con quitarle la empresa a Horacio, pagando una miseria por sus acciones, ahora quiere recuperar el dinero a través del secuestro. Aquel hombre quedará en la más miserable de las pobrezas, pero quizás no sea eso lo que realmente desea. Habiendo logrado satisfactoriamente todos los objetivos que se ha trazado, comienza a sentirse vacía, carente de un nuevo desafío y es por ello que necesita llegar aún más lejos. –Conozco tu fidelidad Francisco y es por eso que no puedo confiar en nadie más para pedirle lo que he de solicitarte… Quizás no sea la miseria el mejor final para Horacio. Soy una mujer ambiciosa y como tal, quiero conseguir aún más…- Estela decide ponerse de pie y mirando detenidamente a su secuaz, hace tangible el deseo que por años ha guardado en lo más profundo de su oscuro corazón. -… Quiero verlo muerto… Quiero que mates a Horacio…-

 

>> El tiempo se ha cumplido y debes entregarme lo solicitado, si es que aun deseas ver vivo a tu amante. Te esperaré a media noche en la dirección que pronto te enviaré por mensaje… No faltes, ya sabes cuales podrían ser las consecuencias. ---Francisco<<

 

Horacio lee una y otra vez el mensaje que acaba de llegar a su teléfono celular, sentado en una banca de aquel parque cercano a la que antiguamente era su casa. Ha pasado una semana desde el secuestro de Fernán y ha sido el tiempo más desgarrador que haya podido vivir. No ha comido bien, el sueño le ha abandonado y su rostro se ve demacrado. Si algo le sucediese a su amado no podría perdonárselo, menos si fuese por su culpa, pero por otro lado se encuentra su familia, a quienes no puede dejar en la pobreza. Ha estado sumido en esta disyuntiva por una semana completa, sintiendo como todo su ser se revuelca en la incertidumbre y el caos que ha provocado aquel desgraciado de Francisco. En pocos minutos debe encararlo y aún no sabe si lo hará. Meditando observa la botella de alcohol que tiene a su lado, y que no se ha atrevido a abrir. Pasó por momentos delicados por causa de aquel devastador vicio y ahora no sabe si un solo trago hará mella en su interior, pero es tanta la presión, que termina ingiriendo aquel brebaje, pensando que quizás así pueda tomar la mejor decisión.

 

Daniela se encuentra en la pequeña pieza donde ahora guarda reposo, pensando tristemente mientras observa cómo se mecen los árboles con el viento, a través de la ventana. Se ha sentido más cansada de lo normal estos días, aun cuando ni siquiera se ha levantado de la cama. Si no fuese por la generosidad de Regina, ella estaría muerta de hambre. Horacio ha estado muy distante estos últimos días, algo pensativo y desconcentrado, mas no le ha dicho a nadie la razón de sus preocupaciones. Guillermo sigue sumido en aquella eterna depresión, acentuada aún más después de ver a Antonio besándose con Jaime. Pareciera que nadie se ha acordado de ella, y ya no sabe la razón por la cual siguen viviendo en aquella casa. Si estuviese sana y su hijo no sufriera peligro, ella tomaría sus pertenencias y se marcharía, pero no tiene esa facultad ahora, depende completamente del padre de su hijo y su abuelo, quienes se han comprometido a protegerla, mas no han cumplido su palabra. Ahora ha logrado dormir, y dejar de pensar en todas estas circunstancias. Trata de ser fuerte y no caer en el mismo abismo que sus compañeros de cuarto, pero cada vez le es más difícil.

 

Un bulto es arrastrado por aquel piso de tierra, tratándose de Fernán, quien con una cadena de metal atada a su cuello es llevado por su captor. Desde aquel día en que le encaró, nada ha cambiado. Su cuerpo sigue debilitado por la falta de proteínas y deshidratado por no haber probado gota alguna de agua en toda una semana. No puede mantenerse en pie, por lo que cansado de aquella situación, Francisco decidió arrastrarlo igual como si fuese un perro. Su cuerpo siente cada piedra en aquel camino, produciendo heridas que sangran dolorosamente mientras se infectan camino al momento final. –Ahí tienes a tu maricón, ahora dame lo que me pertenece…- Francisco lanza al suelo a su secuestrado, con tanta brutalidad que el pobre Fernán gime como si fuese un verdadero animal, intentando alcanzar el aire que tan esquivo le ha sido durante toda aquella masacre. Horacio se encuentra en aquella fábrica abandonada, donde se encontraba finalmente capturada su pareja. Quizás el alcohol no sea el mejor consejero, pero si fue capaz de darle el valor al patriarca de los Palmer para decidir que lo más importante era salvar la vida del hombre que ama. –Aquí tienes el maletín, adentro están los dos millones de dólares que me pediste… Si quieres cuéntalo, no te estoy engañando.- Horacio se acerca hasta Francisco para entregarle el dinero del secuestro, y tras lograrlo trata de socorrer a Fernán. Lo observa demacrado, con mucho menos peso, unos labios resecos y heridos, mientras que su piel se ve del mismo modo, repleta de sangre  por las heridas producidas en aquel brutal arrastramiento. -¿Estás bien amor? Por fin se acabará todo esto, ahora nos iremos y olvidaremos este penoso momento… Todo estará bien, te lo prometo…- Le habla tiernamente, mientras acaricia su pelo, intentando tranquilizarle y darle a entender que ya no tiene nada que temer. Fernán lo observa débilmente, con las pocas fuerzas que todavía le quedan, pero que no han mermado en aquel brillo refulgente que aparece en sus ojos cada vez que lo ve.  Es el hombre a quien más ama y no le hubiese importado sacrificar su propia vida, con tal de no hacerle pasar aquella agonía. –Vete… Te lo suplico… Márchate…- Trata de decir estas palabras a Horacio, imposibilitándose por la resequedad de su garganta y luego por el fuerte tiro que Francisco le da a la cadena, logrando colocar de pie a Fernán con ese sólo movimiento y regresándolo nuevamente a sus manos. –Creías que el dinero era lo único que buscaba… Pues estabas equivocado, mi mayor pago es tu sufrimiento…- y sacando una pistola de su pantalón apunta decididamente la cabeza de su prisionero, viendo cómo Horacio queda desconcertado.

 

Las cortinas vuelan libres dentro de aquella oscura habitación, la ventana se ha quedado abierta y el viento frío de la noche invade cada rincón de aquel lugar. Daniela sigue dormida, pero pronto deja de estar sola, una presencia se cierne frente a ella, observándola fijamente. El viento le acaricia el rostro, mientras decide sentarse justo al lado de la embaraza, comenzando a acariciar su mano. Todo parece grácil y amable, pero pronto lo que parecía inofensivo se convierte en peligroso y tomando con ambas manos una almohada desocupada intenta sofocar a Daniela, intentando quitarle el aliento. Posa aquel objeto de plumas y tela sobre el rostro de la muchacha, quien ni siquiera puede presagiar lo que está a punto de suceder. Mantiene la almohada en sus manos por largos segundos, sin decidirse a dar rienda suelta a sus más bajos instintos, algo le detiene, existe algo en su interior que no le deja terminar con la vida de aquella mujer y junto con ella, la del hijo que espera. Tal vez su interior sepa que no es capaz o quizás sus deseos no son tan ávidos como pensaba, de todos modos, se detiene justo antes de ello, mirando fijamente el abultado vientre de la mujer, donde está albergada una nueva vida, inocente de toda culpa. La pieza sigue oscura y el rostro de quien desea atentar contra Daniela no logra mostrarse, como si el mismísimo destino quisiera que nadie pueda reconocer a quien sea capaz de hacerlo.

 

Fernán observa los ojos vidriosos de Horacio, mirándole atentamente mientras la pistola le acaricia la sien izquierda. No quiere que su amado muera, por lo que hace lo único que está en sus manos. Su garganta ya no puede pronunciar palabra alguna, pero si logra mover los labios logrando señalarle al hombre que debe dejarle ahí, marcharse y salvar su vida, ya que a él no le importa sacrificarse, sabiendo que él estará a salvo. -¿Verme sufrir? ¿Qué es lo que yo te hecho para que me odies tanto? ¿Quedarme con el hombre a quien amas?...- Altivo Horacio le replica a Francisco, intentando ocultar el miedo que le provoca la posibilidad de que termine matando a Fernán. No se irá de ahí sin pelear, estuvo dispuesto a dejar a su familia en la calle con tal de salvarle la vida aquel hombre y ahora no se irá sin él. – ¿El hombre a quien amo? Por favor… qué patético de tu parte el seguir creyendo que estoy enamorado de este afeminado. ¿No te das cuenta que no soy yo quien está detrás de todo esto?... Yo sólo soy el gestor de un plan maravilloso, el cual lamentablemente tú no verás…- Palmer queda impresionado, pensó que todo era debido al despecho de un hombre abandonado, pero ahora se entera que una fuerza aun mayor está detrás de Francisco. Intenta increpar al captor para saber de quién se trata, pero el sonar de unos zapatos detrás de él logra responder su misma pregunta. Aquel paso altivo y elegante sólo puede ser de una mujer, de aquella que no se ha cansado de pisotearlo todo este tiempo. Volteando sorprendido, logra ver claramente el rostro de Estela, quien dichosa ve la escena y se regocija por lo maravilloso que todo su plan ha resultado. –Soy yo querido… ¿Acaso pensaste que este perdedor podría planificar algo tan hermoso?...- y formando una malvada sonrisa en su rostro sigue caminando hacia él, para saludarle de beso, de la manera más cínica que jamás haya podido. – Sonríe hombre, lo pasaremos muy bien esta noche…pero empecemos a festejar, ¿Qué prefieres? ¿Morir primero o ver como da su último aliento Fernán?... Soy benevolente, así que te doy a elegir…- La mujer observa detenidamente la reacción de su cuñado, gozando cada minuto de su agonía.

 

-¿Sabes lo que se siente ver cómo tu padre se suicida delante de tus ojos porque un desgraciado le quitó aquello por lo que tanto luchó?...- Estela toma fuertemente el mentón de Horacio al preguntarle esto, tratando de demostrarle cuáles son su verdaderas intenciones para vengarse. –Mi vida era perfecta antes que tu padre decidiera estafar al mío. Mi familia se desmoronó y al sentirse culpable decidió tomar una pistola y acabar con su vida, sin saber que yo estaba viéndole, tenía apenas diez años. Luego de eso nada fue igual para mí. Me esforcé para llegar a la universidad y ser alguien en esta vida, pero no era eso lo que quería, no tenía por qué trabajar por siempre cuando lo que yo realmente me merecía era una vida de reina. Por eso decidí recuperar lo que legalmente me correspondía, y no encontrando mejor manera, seduje a tu hermano hasta lograr casarme con él. Todo iba bien, fuimos padres del único ser en este mundo a quien amo, hasta que Alfredo se enteró de mis planes y sin poder soportar la verdad, se dio por completo al vicio del alcohol, perdiendo todo el patrimonio que le correspondía… ¿Sabes lo que se siente tener en tus manos lo que tanto anhelabas y de repente perderlo? Era tanta la rabia que sentí en contra de tu hermano por ser tan cobarde, que un día no pude soportarlo y lo arrollé con mi automóvil… Sí, fui yo quien lo asesinó… Se lo merecía…- Horacio al escuchar esta verdad logra salir de los cabales en los que  había logrado mantenerse, e intentando ahorcar a la mujer se abalanza contra ella, pero en medio del forcejeo la mujer logra sacar de entre sus prendas una pistola, la que lleva justo a la cabeza de su agresor.- No seas ingenuo Horacio, ¿Creías que andaba desarmada?... Ese día me di cuenta que soy capaz de todo con tal de conseguir lo que deseo… y ahora mírame, ya lo he logrado. He triunfado y tú estás sumido en la miseria que te mereces… aunque todavía quiero más…- Estela es fría, y sin compasión realiza un ademán a Francisco para que comience a actuar. Una sonrisa pérfida se apodera de su rostro y sin siquiera tiritarle la mano, aprieta el gatillo que termina con la vida de Fernán, delante de la mirada atónita de Horacio, quien ve como el cuerpo sin vida de su amado cae inerte al helado suelo. Observa aterrado como la sangre se apodera del que alguna vez fue el cuerpo deseado, por el que ahora mismo está allí, cuando intentaba salvarle. Su corazón se contrae fuertemente, haciendo que sus piernas pierdan su fuerza y caiga rendido al suelo, sin poder creer que todo aquello sea realidad. Fernán ha muerto y sabe que ahora es su turno, pronto podrá reunirse nuevamente con su amado en otro plano, donde quizás sí tengan la posibilidad de vivir aquello que tan esquivo les fue…

Notas finales:

y en mongol esBaerhsaaj!!!!

 

Muchas gracias por leer!!!!! *-*

Espero que les haya gustado y que sigan leyendo la historia!!!!! =)

 

pd1: bueno... no pude escribir cómo se escribe verdaderamente en mongol (cirilico) pero ahí está el sonido por lo menos u.u

 

pd2: bueno.... e_e en las advertencias aparece muerte de un personaje.... pero no existe en plural... así que adivinen.... sí... e__e en la historia muere más de una persona y acaban de leer la segunda....

Ahora pueden hacerse la pregunta :O

¿Morirá alguien más?.... es algo que tendrás que responder mientras leen los proximos capitulos =)

 

Saludos!!!!


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