Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que Haga Falta por jotaceh

[Reviews - 111]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y bieeeen *-* ahora les tengo el capitulo número 5... como les dije antes.... tuve un problema para escribirlo u.u pero ahora estuve escribiendo sin parar y ya lo terminé.... espero que les guste mucho :3

CAPÍTULO V: En la guerra y en el amor todo se vale.

 

 

Las lágrimas brotan abundantemente de los ojos de Guillermo, quien aún se encuentra convaleciente en su cuarto. Mil imágenes aparecen en su mente a la vez, las que lo confunden y pronuncian aún más aquel dolor que tanto lo aqueja. Quizás ya no sea por su enfermedad que sigue allí postrado, sino que por haber vivido por algunos días en el paraíso, soñando con ángeles, y caer abruptamente en el infierno, tan sólo al escuchar las peores palabras que haya oído jamás. –Ya nada es lo mismo… ha pasado mucho tiempo y no sabía cómo contarte esto, pero es esa la verdad… existe alguien en mi vida que ha logrado sanar todo aquel dolor que me produjiste. Es a él a quien amo y ya no podemos seguir separados…Lo siento.- Son las palabras que lo hicieron morir en vida, fueron las mismas palabras que Daniela pronunció hace un par de días, cuando él apenas había recobrado el conocimiento. Desde ese doloroso día, él no ha podido probar bocado, los mareos son cada vez más frecuentes y el doctor pareciera que ya se ha quedado a vivir en la casa de los Palmer. Pero si el dolor de un hijo es el propio del padre, Horacio también ha sufrido en estos días. Creyó que ya los malos días se habían acabado, pero como las nubes estropean un bello día de verano, así la recaída en la enfermedad de su hijo han empeorado su estado anímico.

 

De repente la monotonía de aquel cuarto se rompe con el crujido que produce la puerta al abrirse. -¿Puedo entrar? ¿Será que el enfermo puede recibir visitas ya?...- La infantil voz de Antonio comienza a inundar cada espacio del lugar y despierta a Guillermo de aquel letargo en el que se encontraba. El chico siente como su corazón se parte en pedazos al ver a su amado primo en aquellas condiciones; en un estado famélico, con unas pronunciadas y oscuras ojeras, que evidencian las pocas horas que ha podido conciliar el sueño, y aquella piel, aquella horrenda piel amarillenta, que lo hacen ver aun peor de lo que ya se encuentra. Pero lejos lo que más lo estremece son aquellas lágrimas, las que han surcado su rostro, dejando marcado el sendero por el cual han transitado. Todo en aquel lugar es tristeza y enfermedad, y al verlo ahí tendido, no puede dejar de pensar que ha sido todo su culpa, que él ha provocado cada uno de sus dolores, pero rápidamente borra aquellos pensamientos y camina hasta llegar al lado de aquella espaciosa cama. Lentamente se sienta y acercándose hacia el enfermo acaricia con el dorso de la mano su mejilla, intentando secar aquellas amargas lágrimas. –No necesito tu misericordia… sé que te hice daño y ahora quiero pagar por mis errores estando solo, consumiéndome en la misma basura que cree.- Diciendo esto se acurruca hacia el lado opuesto de la cama, dándole la espalda a Antonio. –Siempre he estado a tu lado y no veo por qué ahora no lo puedo estar. Olvidemos todo lo que ha sucedido y sigamos como siempre, siendo buenos primos. Además… supongo que no has olvidado qué se celebra mañana ¿verdad?...- Y de la misma forma en que le dio la espalda, ahora decide volver a mostrar su rostro y muy extrañado lo observa detenidamente a los ojos. Por un momento todo el dolor y las frustraciones se borraron de su mente, concentrándose por completo a la tarea de recordar cuál es la celebración a la que se refiere su primo. –Debes odiarme por olvidar algo tan importante… ¡Es tu cumpleaños!...----- ¡¡Exacto!! Y adivina… Mi mamá me hará una fiesta, recuerda que uno no cumple veinte años todos los días.- y con una sonrisa enorme dibujada en su rostro, toma la mano de Guillermo y haciendo aún más infantil su voz le pide que asista a su fiesta, ya que no puede imaginar uno de sus cumpleaños sin su presencia. Tras mucho pedirle, el muchacho decide aceptar su invitación, aun cuando no sabe si se sentirá a gusto para poder asistir.

 

-¿Me estás tomando atención?- Fernán se dirige a Horacio, quien se encuentra frente a él sentado en su escritorio. El gerente general de Old Edward se ha encontrado todos estos días muy preocupado por su hijo, lo que ha repercutido en su labor. Ahora Fernán quiere mostrarle algunas estadísticas sobre los empleados de la empresa, pero él no le toma atención. –Lo siento, pero no me siento bien. Será mejor que me dejes el informe y hablemos en otra ocasión. Ahora quiero pensar un poco.- pero el hombre no se marcha y se queda allí, sentado frente a él mirándolo detenidamente. –Sé que te sientes mal y para eso estoy aquí, más allá de ser tu empleado, soy tu amigo y sabes que puedes confiar en mí. Si necesitas a alguien con quien desahogarte, me tienes a tu lado- Fernán no puede seguir viéndolo de aquella manera, por lo que le ofrece todo su apoyo, pero nunca imaginó que Horacio reaccionaría de la manera en que lo hizo. Observa como su jefe se levanta del asiento donde se encontraba y caminando lentamente llega hasta encontrarse frente de él, y sin poder presagiarlo, el gerente lo abraza fuertemente, provocando un fuerte escalofrío en su cuerpo, que comienza en su pecho y se expande por todas partes. Nunca había tenido tan cerca al hombre que más ha amado en este mundo, nunca había podido sentir el latir vibrante del corazón que desearía conquistar. Si así se sintiera llegar al paraíso, él desearía morir en ese mismo momento. Fernán se encuentra sobre las nubes, pero luego unas pequeñas lágrimas lo despiertan a la realidad. Siente como unas diminutas gotitas comienzan a caer en su hombro y así se percata que Horacio está llorando, silenciosamente, misteriosamente, como si es que ni siquiera él se hubiese percatado. –Me siento tan solo… desde que murió la madre de Guillermo no he tenido a nadie a mi lado y si hoy mi hijo muriera, yo me quedaría en la más profunda de las soledades…- se escucha entre sollozos, Horacio comienza a compartir sus sentimientos, cosa que nunca antes había hecho, ni siquiera con Estela, a quien siempre le ha confiado todos sus secretos. –No te sientas así, no sabes cuánto me haces sufrir… Prefiero mil veces verte como todos los días, siempre tan meditativo, pensando en cómo seguir expandiendo la empresa… No digas nunca que estás solo, porque aquí tienes un hombro donde llorar… siempre que lo necesites, yo estaré a tu lado… Te lo prometo.- Pero en vez de confortar con estas palabras, lo único que provoca es que el hombre llore aún más, pero esta vez es distinto, ahora llora porque sabe que en este mundo tiene un amigo, tiene a alguien en quien puede confiar y sin querer comienzan a caer las lágrimas que por muchos año estuvieron retenidas.

 

Daniela camina melancólicamente por el bello parque que se encuentra cerca de la casa de los Palmer. Como si fuese una niña juega a pisar las hojas secas que se encuentran en el piso, alegrándose con el sonido que producen al ser aplastadas por su zapato. A acciones tan simples se ha volcado su felicidad, y es que nuevamente ha regresado al mismo sitio en el cual se encontraba antes de reencontrarse con Guillermo. De repente suena su celular y mirando la pantalla se da cuenta de quién se trata. -¿Está todo listo para mañana? Supongo que ya te conseguiste un chico para hacerlo pasar por tu novio, ¿verdad?- Dice la voz que se escucha a través del aparato. –No me presiones Antonio, no soy una persona de muchos amigos… pero no te preocupes, conseguiré a alguien. De todos modos, será lo más fácil que pueda hacer… contarle aquella mentira a Guillermo, ha sido lo más difícil que he tenido que hacer en mi vida… - pero sus palabras son interrumpidas por su receptor, quien atosigado de tantas palabras cuelga sin decir palabra alguna. –No puede ser que digas amar a Guillermo, cuando le has hecho tanto daño… Es mucha maldad el haberme pedido decirle aquella mentira de mi falso novio justo después que recobrara la conciencia. Si hay algún culpable de la recaída que ha tenido Guillermo, ese eres tú Antonio… tú y mi debilidad, la que nunca me dejará hacer frente a las adversidades de la vida y buscar aquello que anhelo.- Aun sabiendo que ha colgado, Daniela decide dirigirle estas palabras, las mismas que no se atreve a decirle cara a cara.

 

>No puedo dejar de pensar en ti. Desde el momento en que vi tus ojos, quedé embrujado y ahora paso todo el día pensándote, recordándote… Deseándote < La pantalla del avanzado celular de Antonio muestra este mensaje de texto, el que acaba de llagar. Su remitente es ni más ni menos que Jaime, quien desde hace unos días ha decidido dejar de lado su orgullo y pedirle una oportunidad al chico que ha logrado conquistar su voluntad. Todos los días Antonio recibe un mensaje como éste, y todos los días lo lee de la misma forma, atosigado y sin ánimos de seguir recibiendo mensajes de alguien tan poca cosa como él lo es, pero ¿cuál es la razón por la cual no borra los mensajes? O ¿a qué se debe que los lea dos o a veces tres veces? Estas preguntas ni siquiera él las puede responder, pero como llegan, él los deja olvidados en la memoria del celular. Ahora no tiene tiempo para pensar en alguien como Jaime, sus planes están saliendo por fin a la perfección y es cosa de tiempo para que Guillermo sea por fin suyo, al fin tendrá a su lado al hombre que ha amado desde que era un niño y con quien ha soñado cada noche de su vida, pero… él no ha sido el primer hombre a quien ha besado… y no ha sido el primer hombre que ha probado su cuerpo.

 

El sonido que hacen un par de tacos al chocar con el piso de madera retumban en cada pared de la oficina, estos se mueven de esquina en esquina moviéndose intranquilos y desosegados, como si en ese caminar se les fuese la vida. Estela está furibunda, no puede ser que aquel estúpido de Fernán tenga tanta confianza con Horacio, ¿por qué es él a quien acudió al sentirse solo y no ella? Detesta ser siempre la segundona en su vida, ser la esposa de su hermano, ser la madre de su sobrino, ser la gerente de finanzas y no la gerente general, siempre está un nivel bajo otra persona, nunca se le toma en cuenta por ser ella, por la grandiosa Estela Edwards. Acaba de ir a la oficina de su cuñado y lo único que encontró fue aquella escena, fue ver a Horacio abrazar a Fernán mientras lloraba. No pudo ver ni un solo minuto más sin que se le revolviera el estómago. –He estado todos estos años a tu lado tratando de ganarme tu confianza, y nunca has llorado en mi hombro… No puedo creer que todos mis esfuerzos no hayan valido la pena. Horacio, eres un imbécil… pero no dejaré que aquel campesino se quede con toda esta empresa, porque soy yo quien debe estar en tu puesto… soy yo la única calificada para dirigir Old Edward, para dirigir la empresa que era de mi familia, pero que el asqueroso de Rodrigo se encargó de robárnosla… Pero me encargaré que cada uno de los Palmer pague por lo que le hicieron a mi familia… eso lo juré el mismo día en que me casé con uno de ellos… Yo y nadie más que yo me haré de toda la fortuna… ¡¡Yo!!- La mujer habla sola mientras colérica sigue con su caminata dentro de su propia oficina, y es que desde pequeña ha tenido un odio profundo contra todos los de esa familia, ya que cuando era solo una niña su padre fue estafado por Rodrigo Palmer, padre de Horacio y de su difunto esposo, y toda su familia quedó en la banca rota, dejando atrás los lujos. Por ello ha dedicado toda su vida a una sola meta: hacerse nuevamente de la fortuna que le robaron a los Edwards.

 

La bella dama de blanco ha llegado al baile en el firmamento y todas las estrellas alaban su majestuosidad. La noche ha caído en la casa de los Palmer, mientras Horacio conversaba con su hijo, ya que al estar preocupado decidió irse temprano de su oficina para pasar tiempo con el ser que ocupa todo su corazón. –No sabes cuánta magia tiene su sonrisa, después que mi primo se fue de esta pieza comencé a sentirme mucho mejor… Tiene razón y quizás sea buena idea que asista a su fiesta, quiero distraerme un poco y por sobre todo, acompañarlo- Guillermo le dice a su padre lo bien que se siente esta tarde, lo cual ha sido casi un milagro. –Me alegra mucho el verte mejor… pero no puedo dejar de preguntarte esto… ¿qué hay de Daniela? Ella sigue viviendo en esta casa y no será bueno para ti verla todos los días… ¿crees que será mejor despedir a Magdalena?- pero la respuesta que recibe de su hijo no es la que esperaba, ya que él se siente responsable del empleo que le ha dado a la madre de Daniela, él le prometió que tendría un lugar donde vivir y un buen trabajo. Ahora no dará su mano a torcer, aun cuando signifique ver a la mujer que le rompió el corazón, todos los días.

 

-¿Qué me estás diciendo? ¿Mi abuelo estafó a tu padre y así se quedó con la empresa? No puede ser, no puedes decirme esto a estas alturas de mi vida… voy a cumplir veinte años ¿y recién ahora me entero que te casaste con mi papá por venganza? ¿Eso quiere decir que yo soy sólo parte de tu plan para destruir a mi tío Horacio? Mamá, estás realmente loca…- Antonio increpa fuertemente a su madre, quien dándose cuenta que jamás podrá ganarse la total confianza de su cuñado, acude a su hijo, el único que tiene alguna chance de lograr algo de la herencia de los Palmer. –No mi amor, reconozco que me casé con tu padre por interés y que quizás pensé en quedarme embarazada por la misma razón, pero tan sólo al verte, al ver tus ojitos y tus pequeñas manitos… no pude más que amarte. Eres la razón que tengo para vivir y si he seguido con este plan todo este tiempo es para dejarte a ti lo que realmente te corresponde… Entiéndeme, quiero recuperar lo que legalmente me corresponde y tú serás el heredero absoluto, no Guillermo, quien no se merece nada.---- Mamá… no sé qué decirte. Sabes cuánto amo a mi primo y no sería capaz de dejarlo en la calle. Puedes pedirme lo que sea, no diré nada de todo lo que acabas de decirme, pero no me pidas que destruya a mi propia familia, porque no lo haré. Haz lo que tú creas necesario, pero te pido encarecidamente que me dejes al margen.- y diciendo estas palabras decide marcharse de la pieza de su madre, quien queda abatida. Pensó que su hijo la ayudaría a completar el plan maestro de su vida, pero se equivocó, aunque no lo culpa. Como lo ha hecho millares de veces antes, limpia las lágrimas de su rostro, se levanta de su cama y se coloca de pie, volviendo a ser la misma de siempre, la altiva y elegante Estela.

 

La casa está hecha un caos, gente entra con bandejas repletas de canapés, otros cargan con objetos tan disimiles como manteles, sillas, mesas, flores, iluminaria, bebidas, hielo, entre muchas otras que comienzan a acumularse en los pasillos o en el mismo patio, donde se realizará la fiesta, aquella que conmemora los veinte años del menor de aquella familia. Antonio observa todos los preparativos desde la ventana de su pieza, ubicada en la planta alta. Está emocionado ya que una fiesta como aquella, donde sólo asiste la gente más importante de la ciudad no es algo que se dé todos los días; pero no es sólo por ello que se encuentra extasiado, ya que aquella noche cerrará con broche de oro los planes que ha desarrollado hace días. Será esta misma noche cuando el corazón de Guillermo termine de partirse en dos, cuando vea a su amada Daniela acompañada del hombre que supuestamente logró enamorarla. Todo será perfecto, todo saldrá de tal manera que muy pronto volverá a su lado, suplicándole perdón.

 

Magdalena ayuda a Regina a preparar el banquete, acompañadas ambas de un staff de cocineros contratados especialmente para aquella fiesta. La sirvienta no se ha sentido del todo bien desde el día en que su hija le reveló que ya no amaba a Guillermo, sino que a otro hombre, del cual no quiso mencionar nada más. Ella pensó que irse a trabajar a la casa de los Palmer ayudaría a su hija a salir de aquella profunda depresión, pero ahora se da cuenta que ha sido todo lo contrario, ya que cada día observa como el brillo en los ojos de Daniela comienza a desaparecer más y más. Estaba segura de su amor por Guillermo y es por eso que no puede sacarse de la cabeza una idea, ¿y si su hija ha sido chantajeada todo este tiempo por alguien que quiere verla lejos de su amado? Eso explicaría muchas cosas. –Regina, me gustaría preguntarle algo, ¿usted sabe por casualidad si hay alguien que esté enamorado de Guillermo? – le pregunta tranquilamente a su compañera de labores dentro de la casa, quien sorprendida decide mirar a cada esquina de la cocina, para asegurarse que nadie la vaya a escuchar, y una vez convencida de esto, se acerca a Magdalena para comentarle –Todos en esta casa sabemos que desde pequeñito Antonio ha estado enamorado de su primo. Usted sabe, estos hijos de millonarios son tan raros que hasta se enamoran de otros hombres. A mí me han dicho que eso de la homosexualidad es una enfermedad, pero yo veo de lo más bien a mi Antoñito. Total, mientras no me haga nada, yo no me opongo…- Regina se explaya y sigue hablándole sobre lo que ella cree sobre la homosexualidad, o sobre lo que le han dicho, cosas que mucha gente piensa aun en nuestra sociedad, pero que gracias a los avances producidos en los últimos años, va en retroceso. Mientras Regina comienza a sacar sus propias deducciones. Si  su hija sigue enamorada de Guillermo, significa que ha sido Antonio quien ha interferido en la relación y si llega a comprobar que esto es verdad, aquel muchacho tendrá que vérselas con ella, ya que no permitirá que un niñito con dinero le haga la vida infeliz a su Daniela.

 

Ya todo está listo para comenzar a recibir a los prestigiosos invitados. En el patio se ha montado un escenario donde tocará una banda en vivo y frente a ella se han acomodado más de cincuenta mesas en la terraza, para recibir al gran número de personas invitadas. Todo es blanco, desde los manteles hasta las flores dispuestas en cada rincón del lugar, incluso la espaciosa piscina ha sido cubierta de globos del mismo color. En la entrada se encuentran algunos garzones, quienes guiarán a los invitados hasta el lugar de la fiesta, y justo en aquel lugar se encuentra Daniela vestida con un bello atuendo de color azul, un vestido largo que va coronado con un elegante peinado, haciendo relucir su delicado cuello. Se ve preciosa, aun cuando su rostro demuestre tristeza y desolación. Está parada en la entrada de la casa algo impaciente, se nota desde lejos que espera a alguien. De repente llega a su lado Antonio, quien aún no se ha cambiado de vestuario para la fiesta, antes quería ver si todo iba saliendo bien. –Te ves casi decente querida… cualquiera que te viera pensaría que tienes algo de clase. Deberías agradecerme por haberte comprado el vestido, sé que nunca más podrás colocarte algo tan fino…- El menor de los Palmer se ha dedicado en hermosear a la joven, ya que quiere que cuando Guillermo la vea de la mano con otro hombre, la observe radiante, como nunca antes la haya visto. No se puede negar que Antonio piensa en cada detalle, y es que quiere que nada sea al azar en la noche que ha esperado por tantos años. –Entonces, ¿a qué hora llegará tu amigo?- pregunta el joven, mientras Daniela lo observa con algo de tedio, ya no aguanta más su presencia allí. –Debe estar por llegar, Jaime siempre es muy puntual, pero cómo nunca ha venido a esta zona de la ciudad, creo que se perdió.- Antonio al escuchar ese nombre siente como su corazón da un fuerte brinco, pero trata de relajarse, es casi imposible que el amigo de Daniela sea el mismo que en aquel baño le quitó la virginidad. No pasa mucho tiempo hasta que llega un taxi y al verlo, la muchacha se acerca para observar si se trata de su amigo. Una de las puertas del automóvil se abre y aparece un joven alto, de contextura fuerte, vestido con un recatado traje, que le hace resaltar aún más la belleza de su rostro. Una vez de pie abraza alegremente a su amiga, a quien no había podido ver desde que se mudó. Pero mientras ellos se saludan, Antonio se encuentra observándolos impávido. Realmente el destino se ha ensañado con él y ahora trata de castigarlo. La mínima probabilidad de que el amigo de Daniela fuese el mismo que él conoció, se ha cumplido y ahí lo tiene, delante de él y vestido formalmente. La noche de sus sueños está a punto de arruinarse, su mente le pide a sus pies que corran, pero estos no le hacen caso y para cuando intenta hacerlo, ya es muy tarde, su mirada se ha encontrado con la de Jaime, quien tampoco puede creer que quien le está haciendo tanto daño a su amiga, sea el mismo de quien ahora se siente enamorado. Ambos se quedan así, mirándose detenidamente sin poder dar crédito a tamaña coincidencia, si el destino quería reunirlos, pues ya lo ha hecho… aun cuando no haya sido en el mejor de los momentos…

Notas finales:

Y en coreano es 감사합니다 (Gam-sa-ham-ni-da!)

 

pd: en todas las notas al final de los caps coloco como se dice Gracias en distintos idiomas :3 y ahora lo hice en uno  de los idiomas que más me gusta... de hecho ahora me encuentro en un taller de coreano ^^ y mi profesora es, de hecho, coreana... así que creo que algún día me iré a vivir allá =)... bueno eso... quería que supieran algo de mi xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).