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Intermission por Malenny

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Notas del fanfic:

"La muerte no existe. 
La gente muere solo cuando se le olvida"
- Isabel Allende- 

 

La gente aplaudía como nunca, los gritos se escuchaban en todo el lugar aclamándonos y las rosas volaban hacia nosotros.

 

Tenía escasos 8 años cuando me quede huérfano, vagando en las calles de Busan, abandonado y sin saber a dónde ir, apenas podía hablar y entender aquel idioma tan distinto a mi lengua natal, recuerdo muy bien, eran los últimos días de noviembre de 1803,  se avecinaba un invierno frio y lluvioso. Un hombre me encontró y me saco de la fuerte lluvia, me llevo a su hogar, él no era una persona de los ricos, pero tampoco era pobre, vivía bien. Pronto lo llame padre, el me adopto.

Me enseñó a leer, escribir y hablar coreano, pero sobre todo, me dio un hogar. Yo me sentía muy agradecido con él, no sabía en qué manera le podría regresar aquello que me había dado, por lo que le pedí que me dejara trabajar en el pequeño teatro del cual él era el dueño, eso se volvió mi vida, yo iba todos los días a trabajar, pasaba todas mis horas ahí, arreglando aquí y allá, asistiendo a los profesores en clases, ayudando a los actores.
Crecí, cuando tenía 15 años mi padre me dio mi primer trabajo como actor, dijo que me había convertido en un muchacho atractivo y que la gente merecía conocer mi rostro, yo no me consideraba muy guapo, era de estatura media, mi cuerpo no era marcado, al contrario, era delgado, de piel pálida y facciones finas, mi cabello era castaño claro, pero las personas siempre me daban cumplidos, empezando con mi padre. Aun así me sentí completamente emocionado, por primera vez seria yo quien estaría frente al público y no detrás del escenario, por primera vez la gente miraría mi rostro y me aplaudiría.

Fue así como me convertí solo en actor, esa era mi vida y pasión, realmente amaba lo que hacía, lo disfrutaba y mis interpretaciones siempre eran las mejores, o eso me decía mi padre y la gente del público que a veces me llevaba flores. Ese día cumplí mis 20 años, ya era todo un hombre, fue en esa misma noche al finalizar mi presentación, cuando todo cambio.

La obra concluyo con éxito y aplausos, agradecí al público y Salí hacia mi pequeño camerino a cambiar mi ropa, pero un hombre me intercepto en el trayecto. – Eres muy bueno Luhan, ven conmigo, tendrás todo lo que te puedas imaginar, éxito, fama, dinero, nada te va a faltar…no puedes trabajar todo el tiempo en este teatro tan insignificante, yo te ofrezco lo mejor, las ligas mayores – esas fueron las palabras de aquel hombre mayor. Yo discutí lo anterior con mi padre, le rogué que me dejara ir y aunque le costó trabajo, finalmente pensó que sería lo mejor para mí y mi futuro, que él quería que yo fuera feliz. Acepte la petición de aquella persona.

Viajamos a Seúl,  era mucho más grande que la ciudad donde yo había vivido, jamás había visto tal cosa, había mucha gente. Finalmente llegamos a aquel lugar, era un teatro de muros enormes, a pesar de que se encontraba casi a las afueras de la ciudad, estaba bien iluminado y tenía carteles enormes anunciando las obras que ahí se presentarían, en uno de esos carteles gigantes estaba su rostro, su perfecto rostro. – algún día podrías estar tú en el lugar de el – me decía aquel hombre.

Ahí se convirtió en mi nuevo hogar, los actores que ahí trabajaban Vivian ahí mismo, ya que detrás del teatro había una casa enorme con habitaciones suficientes para cada quien, éramos como una gran familia, digo éramos porque ahora yo formaba parte de ella, y me sentía realmente emocionado.  Fue entonces donde cruce mis primeras palabras con él.
- Me llamo Luhan – estire mi mano para estrechar la suya pero él nunca lo hizo– Sehun – y eso fue todo lo que dijo para después pasar de largo sin voltear a mirarme.

Mis días siguientes así fueron, yo intentaba hablar con Sehun pero él me ignoraba o solo me ordenaba hacer cosas por él, las obligaciones que tenía que cumplir que él no quería hacer yo las hacía por él, me sentía como un tonto, pero yo solo quería agradarle a Sehun, quería ver una sonrisa dibujarse en su rostro provocada por mí, no me importaba si tenía que trabajar doble, si tenía que dormir menos horas. Mis minutos libres solo eran para él, pero jamás vi una mueca de agrado en su rostro o un Gracias salir de su boca.

Me esforzaba al doble, trabaje duro y mi rostro se ilumino cuando vi el reparto de la próxima obra estelar, se titulaba “Para siempre”, donde Sehun y yo éramos los protagonistas. En este tiempo no era permitido que las mujeres desempeñaran esta clase de trabajos, por lo que los hombres también hacíamos los roles femeninos, y yo tenía ese papel, pero no me importaba, estaría en una obra estelar con Sehun.

>>Eres lo mas importante en mi vida, déjame estar a tu lado.<< Esas fueron sus líneas dirigiéndose a mí, salían de sus labios pausadas y con claridad, cada palabra fue escuchada por mí y grabada en lo mas profundo de corazón, no era real, pero mi sangre bombeaba con fuerza, nunca había oído palabras mas dulces y hermosas salir de su boca, nunca antes me había hablado de esa manera, yo vi amor en sus ojos. Tú también eres lo más importante en mi vida Sehun, estemos juntos.

-No puedo trabajar con este – lo escuche que decía tras el escenario – todo el tiempo está observándome, no dice sus líneas, ¡es un estúpido! ¡Me niego a hacerlo con el! Que traigan otro actor – gritaba enojado, me sentí la peor persona en la tierra, Sehun, mi Sehun estaba enojado y por mi culpa.
– Prometo hacerlo bien, trabajare duro, no me voy a distraer – le dije y puse mi mano en su hombro para tranquilizarlo.
 – ¡no me toques! Me fastidias – aventó unas hojas y se fue.

Esa noche, salimos a nuestra primer presentación, me coloque aquel vestido azul claro y una peluca rubia de cabello largo, me miraba hermosa, realmente parecía una mujer, me sorprendí yo mismo, mi corazón latía, pero no eran los nervios del escenario; Era que me encontraría con él, con aquel ser humano tan hermoso, aquel que iluminaba mi mirada y mi corazón.
Salimos a escena y las luces iluminaron nuestros rostros.

>>No existe alguien a quien ame más en la vida que a ti, eres mi única razón de ser, siento que me falta el aire y que la vida se me va si tú no estás conmigo<< Sus palabras endulzaban mi oído, mi corazón, mi todo. Me beso. Quise detener el tiempo, que esta escena viviera para siempre, que jamás se separara de mi lado, si, estaba enamorado de Sehun, perdidamente enamorado.

Pero sus palabras, eran falsas, al igual que su amor.

>>Quiero beber solo de tus labios y saciar mi sed, quiero pasar el resto de mis días contigo sin importarme lo que digan los demás, o lo que diga mi padre… Yo te amo.<<

Yo te amo, yo te amo, yo te amo, esa última frase se reproducía una y otra vez en mi mente como eco. Yo también te amo Sehun, como no tienes idea.

Pero era falso.

No rompas mi corazón, quédate así conmigo, ámame como yo a ti, mírame, mírame solo a mí, a nadie más, Sehun, ¿qué es lo que tengo que hacer?.

La obra termino y los aplausos del público ensordecían, Sehun tomaba mi mano y sonreía, se miraba tan guapo, sus ojos brillaban, sus manos eran cálidas y suaves…el telón se cerró.
- Estuviste grandioso – le dije mirándolo con una sonrisa, siempre tendría una sonrisa para el.
– Lo sé, no me lo tienes que decir, al menos no se te olvidaron tus líneas, con esto de que estas medio hueco – se dio la vuelta con una sonrisa burlona y se fue.
Debe estar cansado, es por eso que se va, tal vez no tiene ganas de hablar, sí, yo siempre lo justificaba.

La mañana siguiente Sehun no llego al ensayo, pregunte qué había pasado y me dijeron que estaba enfermo, tenía fiebre y resfriado. Apenas terminamos con los ensayos yo salí corriendo a la casa, subí a su cuarto y toque la puerta pero nadie me respondió, así que la abrí. Ahí estaba acostado con los ojos cerrados, su rostro estaba mojado de lo que parecía sudor y tenía una toalla en la frente, me acerque a él sentándome en una silla a lado de su cama, tímidamente acaricie su cabello, el respiraba pausado, su rostro estaba relajado, no tenía el ceño fruncido como solía estar, no, era simplemente hermoso, tan irreal, baje mis manos acariciando su rostro, el pareció reaccionar a mis caricias y vi claramente en sus labios dibujarse una ligera sonrisa, mi corazón se aceleró tanto que creí que se saldría de mi pecho.
 Mire la hora, ya tenía que irme, acaricie la mejilla de Sehun. – Mañana vendré a verte otra vez…espérame, te quiero. – le dije con voz suave en su oído y me fui.

Volví al día siguiente como se lo prometí, a la misma hora, cuando sabía que no había nadie, nuevamente se me pasaba el tiempo solo viéndolo y acariciando su cabello o su rostro. Al día siguiente regrese, y al siguiente y al siguiente. Ese día, el parecía estar mejor, se veía más saludable y en sus mejillas ya había color, eso me hizo la persona más feliz, verlo recuperado me llenaba de emoción, más porque regresaría a mi lado, a escena, volvería a oír de él esas palabras que tanto me gustaban aunque me las sabía de memoria, no me importaba, podía morir oyéndolas una y otra vez y nunca me hartaría. Se miraba adorable, no lo quise dudar y me acerque a su rostro, sentí su respiración chocar contra mi, bese primero su frente, luego su mejilla izquierda, lamí mis labios y…..pose un beso lento y frágil en los labios de Sehun, quien de inmediato abrió los ojos.
 - ¡¡¿Qué estás haciendo?!! – me asuste cuando lo oí gritar y empujarme con las muchas o pocas fuerzas que tenía – ¿¡¡Que te pasa?!! ¡Eres un pervertido! Vete, ¡no te me vuelvas a acercar, sucio homosexual! ¡Que te vayas te digo! – me gritaba, sentí que mis ojos se ponían rojos, mis labios temblaban, Salí corriendo de ahí lo más lejos que pude, Salí de la casa y corrí hasta donde mis piernas pudieron resistir, me tire en una banca de alguna calle a llorar ¿Por qué me había dicho eso? ¿Por qué me odiaba? Fue tu culpa Luhan, él estaba enfermo y tú lo molestaste, estaba enfermo…no sabía lo que decía, enfermo, no te enojes con él. Termine por justificarlo y llore hasta que mis ojos se quedaron secos.

Dos días después, Sehun apareció al ensayo, yo me sentía muy feliz de verlo, era como un perrito que acababa de ver a su amo, eso era, Sehun era mi dueño, me dijo que iba a olvidar lo que había pasado hace dos días con la condición de que yo le daría mi paga de 2 semanas, acepte, ¿Qué otra cosa podía hacer? Había sido molestado por mi culpa, no podía hacer menos.
Presentaríamos la obra ese día, yo no hacia otra cosa que esperar a que fuera de noche para verlo a mi lado, sentirlo tomar mi mano, acariciar mi rostro, besar mis labios, me gustaba pensar que el también esperaba por mí, él me amaba ¿Me amaba cierto?.

>>¿Estás enojado? No te vallas. Dije y el volteo hacia mí. Me iré, pero volveré por ti, porque estamos destinados, recuerda que no hay problema o poder en la tierra que nos haga separar, volveré antes de que puedas sentir mi ausencia, entonces viviremos felices, juntos por siempre.<< Él tomaba mi rostro en un beso. >> Ya te extraño <<  Dije esa última línea, la cual daba el final a la obra. El público aplaudió y el telón se cerró frente a todos nosotros.

 
Y te extrañare aun cuando las luces de este teatro se apaguen, porque te amoOtra función llego a su fin y con ella mis momentos de felicidad.
 Esa noche Sehun había estado mejor que nunca, su voz se había grabado en mi cabeza, en mi piel, cada susurro del viento me traía su aroma, sus caricias.
Me encontraba con el teatro vacío, todas las luces estaban apagadas, apenas un poco de luz se filtraba y dejaba ver. Me subí al escenario, tarareando una canción en mi cabeza, primero fue solo la melodía, pero conforme yo hacía movimientos la letra de esta fue fluyendo al ritmo de mis pasos…

I don't want it to be over, 
but we need a break before 
you break my heart

Eso fue lo único que se me ocurrió que podía ir con la melodía que yo tarareaba, seguí cantándola un momento, mire hacia las butacas vacías, en mi rostro se dibujaba una sonrisa, estar ahí arriba me hacía feliz y me llenaba de sentimientos, estaba enamorado, realmente enamorado…

Un sonido lo cual pareció un grito me saco de mis pensamientos, supuestamente a esta hora no debía haber nadie aquí, no quise hacer ruido alguno y me acerque  a donde creía haber oído aquel sonido, escondiéndome. Después de todo no se podía estar aquí a esta hora. No se volvió a escuchar nada y pensé que podría haber sido mi imaginación cuando escuche otro, esta vez era uno más grave y profundo. Sehun, era el, no había manera de equivocarme, me metí atrás del escenario casi llegando a los camerinos, no hice ruido alguno, me asuste un poco pero decidí ser valiente y avanzar, estaba seguro que había escuchado a Sehun, probablemente necesitaba de mi ayuda. Camine con cuidado cuando en una de las puertas de los camerinos vi que salía luz, estaba entreabierta y me acerque lentamente – ¿Sehun….? –susurre y mire a través de la puerta que se entreabría para ver dentro de aquel camerino, mis ojos no podían creer lo que tenían al frente.

Era el, mi Sehun, mi amado Sehun, estaba en la cama con una mujer…lo hacían, lo hacían salvajemente y sin cuidado alguno, le mujer gemía al igual que él. Sentí mi corazón detenerse por completo, el aire se negaba a entrar a mis pulmones, esto no estaba pasando, no supe cómo reaccionar, mi cuerpo no respondía a mis indicaciones, quería salir corriendo de ahí. No podía. Cada gemido que escuchaba era como una aguja que se clavaba únicamente en mi corazón.
 
- ¿Estas tu aquí? – levante mis ojos, Sehun me miraba y reprochaba, tenía la ropa mal abrochada, el rostro sudado y jadeaba.
 – ¿Te gusta estar de mirón? ¡Contéstame lo que te pregunto! Estúpido Marica – tomo mi rostro bruscamente con su mano levantándolo.
 - ¡¿Quieres espectáculo?! Yo te daré uno entonces – me jalo con fuerza hacia el camerino, escuche que la mujer le decía que me dejara para que ellos pudieran continuar, mi mente estaba nublada, paralizada.
 – No, él quiere ver, entonces que vea – cerro la puerta con llave y me aventó contra la pared golpeándome, volteo hacia la mujer de la cama y se posó sobre ella empezando su vaivén, como lo hacían antes.
 – ¿esto es lo que quieres? ¡¿Lo disfrutas?! - no dejaba de gritarme, mis lágrimas salían una tras otra sin detenerse
 – Basta Sehun…detente por favor – las palabras apenas salían de mi boca.
 - ¿Qué? ¿Vas a hacerte el santo ahora?  JA ¡No me vengas con esas estupideces! – seguía en su acto sexual frente a mis ojos. Puse una mano sobre mi pecho, cerré mis ojos con fuerza pero el gemía cada vez más fuerte, lo hacía a propósito.
 – Basta, ¡basta ya! – le gritaba pero él no me oía, estaba envuelto en placer con aquella persona, quise abrir la puerta, quise correr, quise matarlos a los dos en ese preciso momento, mi mundo estaba destruido, mi corazón y mi alma, me deslice por la pared hasta quedar sentado en el piso.
Después de un rato Sehun me levanto del brazo, abrió la puerta y me echo fuera.
 –Pobre de ti que digas una palabra - yo asentí, quería llorar, pero había derramado tantas lágrimas que no quedaba ni una gota más en mi cuerpo.
– Así me gusta, que seas obediente… – tomo mi barbilla con fuerza y beso mis labios introduciendo su lengua, fue un beso prolongado,  pero frívolo, hipócrita y desalmado. Bajo sus manos, y las metió por debajo de mi pantalón tocando mi intimidad, beso mi cuello lo que más bien pareció una mordida agresiva que me lastimo, jalo mi cabello y me siguió tocando hasta que logro sacar de mis labios un gemido inconsciente seguido de un orgasmo vacío. Él sonrió de lado.
Se limpió las manos con mi ropa y me empujo de su camino mientras el arreglaba su cabello – eso buscabas ¿no? Zorra…Ahora vete –  y así lo hice, con la mínima fuerza que pude reunir Salí de aquel lugar, del infierno.

Me encerré en mi habitación, en aquellas cuatro paredes, no sé cuánto tiempo estuve ahí dentro, pudieron ser horas, semanas, meses, quien sabe, ¿a quién le importa? Escuchaba a gente que tocaba mi puerta, les ignore, ¿Porque tenía que amarlo? Me dolía de una manera que no se pude expresar con alguna palabra que conozca, estaba destrozado, sentía sangrar por dentro, aunque ya no salían lágrimas de mis ojos, yo solo miraba al vacío por el balcón de aquel cuarto.
Tome una hoja y escribí las notas de una melodía, siempre me había gustado escribir, la música, incluso tocaba algunos instrumentos que aprendí en mi antiguo hogar, jamás debí salir de aquel, solo vine aquí a hundirme.
Tenían razón, tenían razón todas las personas que me decían que me alejara de Sehun, pensé que me envidiaban por estar enamorado, cuan llenas de razón estaban sus palabras, yo era un estúpido, no, era peor que eso. ¿Por qué tenía que tratarme como una basura? Quizás porque eso es lo que yo era.
Salí de mi habitación , todos se sorprendieron al verme, algunos susurraban cosas entre ellos, yo caminaba erguido, dolía, todo dolía, pero ya no lloraba, ya no había expresión de dolor en mi rostro, ya no había nada, nada de lo que algún día fui – Nos vemos en la función – le dije a los presentes, esa noche si presentaría mi acto.

Entre al teatro horas antes de la función, como era de esperarlo estaba vacío, subí al escenario posicionándome en medio de este, llevaba mi violín en la mano, tenía mi mirada perdida en algún punto, sin embargo mis dedos como si tuvieran vida propia llevaron aquel violín a mi hombro y empezaron a tocar una melodía que mi mente aun lograba recordar, la toque completa, jamás había sonado con tanta fuerza, ya no me quedaba nada más en esta vida, nada que no fuera mi música.

La función empezaría a las 20:00 horas, puntual como siempre había sido, ahí estaría el, con su gesto amable, hermoso, impecable, así era como yo lo quería recordar, de quien yo estaba enamorado, de ese Sehun, el Sehun del escenario, el Sehun que si me amaba.

 

 


 Pronuncie miss líneas. >>Volveré por ti, porque estamos destinados, recuerda que no hay problema o poder en la tierra que nos haga separar, volveré antes de que puedas sentir mi ausencia, entonces viviremos felices, juntos por siempre.<<  Observe sus hermosos ojos miel ponerse blancos, vi como metal de aquella daga atravesaba su frágil piel, adentrándose en lo más profundo de sus entrañas. >> Y te extrañare aun cuando las luces de este teatro se apaguen, porque te amo.<< – Esa frase no estaba en el libreto, pero fue lo último que pronuncio. Acaricio mi pálido rostro, yo lo tome en mis brazos con fuerza, su vestido se tiño de rojo, no me podía dejar, no él, una lagrima rodo por mi mejilla, vi de su perfecto rostro angelical una sonrisa débil.

La gente aplaudía como nunca, los gritos se escuchaban en todo el lugar aclamándonos y las rosas volaban hacia nosotros.
Sentí un abrazo, fue lo último que volví a sentir de él, entonces las luces del escenario se apagaron….para siempre.

Notas finales:

Basado en la canción
Intermission por Big time Rush

La canción que Luhan toca con el Violin
Silent Love

Esta historia contiene más informacion  en 
el Capitulo Día 24 de la historia
Memorias de un guapo Kai 

 

 

 


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